Consideraciones teóricas sobre la lectura 1- La lectura como proceso transaccional Actualmente podemos definir a la lectura como “proceso transaccional”. L. Rosenblatti entiende que el término “transacción” indica una relación doble, recíproca, entre el lector y el texto. Se toma en cuenta, además, el momento y las circunstancias particulares en las que ocurre la lectura. El lector y el texto surgen a partir del acto de lectura, y se transforman mutuamente. El texto se concibe como un “sistema abierto”: posee un significado potencial que es actualizado por el lector a través de la construcción de un texto paralelo, estrechamente relacionado con el editado, pero no idéntico. Esto se debe a que el lector construye el significado del texto en base a sus inferencias y referencias, atribuyéndole un sentido personal. Existen, pues, infinitas lecturas posibles para un mismo texto. El lector puede asumir dos tipos de posturas frente a un texto: - la estética: el lector permanece absorto en lo que piensa y siente durante el acto de lectura; - la eferente: la atención del lector está centrada en lo que puede extraer o retener después del acto de lectura. En el modelo transaccional estos dos tipos de lecturas son coordinadas,es decir, paralelas. En la medida en que el lector comienza a transactuar con el texto se produce la adopción de uno de los dos tipos de lectura. La comprensión, por lo tanto, va a surgir de la compenetración del lector en el texto. 2- Acceso al código escrito Desde diferentes perspectivas, como las psicogenéticas y cognitivas, se ha investigado cómo construye el niño pequeño el conocimiento del código escrito. Si bien no hay respuestas acabadas, repasaremos algunos aportes acerca de dicho proceso. Consideramos que estos aportes teóricos merecen ser tenidos en cuenta al momento de planificar lecturas locales en el texto, que ayudarán a construir la comprensión global del mismo. - Proceso de diferenciación entre texto e imagen E.Ferreiroii reconoce tres etapas características en el proceso de diferenciación entre texto e imagen, por parte del niño: - en la primera etapa el niño se centra sólo en la imagen para construir el significado del texto, - en la segunda etapa, el niño focaliza su atención en las propiedades cuantitativas del texto (toma en cuenta la longitud de lo escrito y las separaciones entre las palabras), - en la tercera etapa, el niño se centra en los aspectos cualitativos del texto, pudiendo registrar las letras presentes. - Indicadores cuantitativos y cualitativos M. Nemirovskyiii, por otra parte, señala que para anticipar el significado del texto, el niño puede guiarse por dos tipos de indicadores: - cuantitativos: contar las palabras del texto o fragmento considerado teniendo en cuenta los espacios entre las palabras, contar la cantidad de letras dentro de la palabra; y, - cualitativos: cuáles son las letras o los fragmentos conocidos que el texto contiene. - Ruta perceptiva y ruta léxica Desde la Psicología Cognitiva, se aborda al proceso lector desde el procesamiento de la información. Se plantea que el acceso al sistema de representación involucra diversos aspectos como: - discriminación entre signo lingüístico y dibujo, - correspondencia fonográfica (relación fonema – grafema), - reconocimiento de palabras en un texto (unidades con significado), - reconocimiento de signos de puntuación en relación con la intención del emisor. El acceso al sistema de representación abarca, según esta línea de análisis, un doble procesamiento: • perceptivo (extracción y retención de los signos gráficos para luego identificarlos), La ruta fonológica es indirecta y se aplica a palabras desconocidas. El sujeto identifica las letras que componen la palabra, las convierte a sus correspondientes fonemas y luego une esos fonemas para producir la pronunciación completa de la palabra. Se consulta el “léxico auditivo”, y una vez identificada la representación de la palabra se activa el sistema semántico. Este mecanismo de conversión grafema a fonema requiere la existencia de una correspondencia más o menos estable entre los fonemas y los grafemas de una lengua, como sucede en el español. • léxico (procesamiento de los estímulos gráficos asociándolos a un significado). La ruta léxica es directa y se aplica a las palabras que el sujeto ya conoce visualmente. Se compara la forma escrita de la palabra con las representaciones almacenadas en la memoria para ver con cuál se corresponde. Cuetosiv afirma que en la medida en que el niño conoce las reglas de conversión fonema – grafema (ruta fonológica), y tiene oportunidades para encontrarse con palabras que se repiten, van aumentando las representaciones léxicas para esas palabras. Por ello, es aconsejable abordar estos subprocesos cognitivos (fonológico y léxico) de manera integrada; por ejemplo: se pueden enseñar los mecanismos de correspondencia fonema – grafema, sin descartar la predicción del significado de palabras pertenecientes a un texto. De esta forma los niños se van aproximando gradualmente a una lectura cada vez más precisa. Otro aspecto importante a tener en cuenta es que, parecería ser que el reconocimiento de palabras se favorece cuando se encuentran presentes dentro de un contexto significativo para el niño, y no aisladas. 3- Estrategias lectoras Es importante destacar que, desde un concepto interactivo de lectura, en Educación Inicial y en los primeros años de su escolaridad el niño y la niña realizan frecuentemente anticipaciones lectoras, pero no se preocupan en realizar tanto en la verificación de sus hipótesis. Es entonces que se hace necesario un docente que no sólo acerque al niño a la lengua escrita, sino que la problematice y la explique cuando sea necesario. De esta forma se promoverá el desarrollo de las estrategias lectoras propuestas por K. Goodmanv: - Anticipación: Es anterior a la lectura e implica la activación de los conocimientos sobre un tema para poder relacionarlos con el contenido del texto. El niño de 4 o 5 años puede anticipar el tema de un texto observando la tapa de un libro, las ilustraciones, el título, el tamaño de las letras, etc. - Predicción: Implica la formulación de hipótesis en el comienzo del acto de leer, y durante toda la lectura. - Inferencia: Suposiciones y deducciones lógicas que el lector realiza a partir de datos concretos. - Verificación de hipótesis: Automonitoreo que el lector realiza acerca de sus predicciones e inferencias. Por ejemplo, se pueden verificar las predicciones realizadas acerca de lo que estaba escrito, en la medida en que avanza la lectura. - Corrección: Incluye reestructuraciones en la información ya procesada debido a que se toman en cuenta un mayor número de datos o se elaboran nuevas predicciones e inferencias, mejorando, pues, la comprensión. 4- Inferencias lectoras Tomando en cuenta el aporte de M. C. Martínezvi, se propone que los niños y niñas aprendan a desarrollar desde etapas iniciales todas las inferencias lectoras. Estas pueden concebirse como un conjunto de procesos cognitivos, relevantes para ser enseñadas. Se entiende por inferencia aquellos procesos que permiten la comprensión del texto, junto con otros procesos como la memorización y la generalización. Al inferir se completa el sentido del mensaje leído tomando en cuenta elementos tanto explícitos como no explícitos. Se destacan las diversas inferencias, que abordan los distintos niveles del texto: - Inferencias genéricas: • identificación del género discursivo al que pertenece el texto. De acuerdo con el propósito de la lectura los niños van a ir, gradualmente, aprendiendo a identificar los géneros discursivos a los que pertenece el texto. La modalidad de lectura en el aula se relaciona con el tipo de género discursivo que se aborde. En la clase, por ejemplo, la lectura de un cuento generalmente es global, e implica la creación de un clima silencioso, de escucha absoluta; por otra parte, la lectura de un diario suele ser local ya que solemos seleccionar una noticia específica. - Inferencias enunciativas: Abarcan la identificación de: • la imagen del enunciador, • la imagen del enunciatario, • los puntos de vista (posicionamiento) del enunciador, • la ubicación espacial de la enunciación, y • la ubicación temporal de la enunciación. Es que el escritor (enunciador) ha producido un texto escrito en base a sus ideas, determinado por su contexto histórico, geográfico, cultural. Es de suma importancia que el docente, antes de proponer la lectura de un texto, brinde a los alumnos información acerca del escritor: su nombre, su nacionalidad, la época en que vivió, alguna anécdota sobre su vida. Ese acercamiento al mundo del autor también contribuye a comprender la situación de enunciación del texto. - Inferencias organizacionales: • inferencias sobre la relación lógica entre las ideas. Alude al tipo de organización textual o plano de organización de la textualidad: narrativa, expositiva, explicativa, argumentativa. Los niños construyen su conocimiento acerca de los textos por medio de frecuentes lecturas. Es importante que el docente acerque al niño textos modélicos en los cuales puedan observarse peculiaridades textuales: fórmulas de inicio y cierre, léxico empleado, etc. - Inferencias textuales: Macrosemántica (contenido global del texto): • identificación del tema del texto. Microsemántica (contenidos relacionados que componen al texto): • rutas cohesivas: repeticiones, cadenas léxicas. • localización de información explícita. El docente puede promover la interrogación del texto por parte del niño, en diferentes oportunidades, guiando su reflexión hacia aspectos específicos discursivos, textuales y oracionales. - Inferencias discursivas: Permiten identificar el punto de vista global o la intencionalidad del texto. Las inferencias discursivas están estrechamente relacionadas con las inferencias macropragmáticas y micropragmáticas. Estas inferencias se vinculan muy estrechamente con las que permiten determinar el género discursivo y la situación de enunciación, por lo tanto estos tres aspectos deben estar siempre presentes en las prácticas de enseñanza. Referencias bibliográficas i Rosenblatt, L. citada por Dubois, M.E.: El proceso de lectura – de la teoría a la práctica - , Ed. Aique, BS.AS., 1995. ii Ferreiro, E., Gómez, M: Análisis de las perturbaciones en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura (fascículo 3), D.G.E.E., S.E.P, O.E.A, México, 1982. iii Nemirovsky, M.:Leer no es lo inverso de escribir, en Más allá de la alfabetización, Ed. Santillana, BS.AS., 1995. iv Cuetos, F. citado en la Evaluación Piloto Autónoma en primer año de Educación Primaria – Lectura y Escritura – (ANEP, CEP 2008). v Goodman, K. citado por Woolfolk, A.:Psicología Educativa, Ed. Prentice Hall, México, , 1998. vi Martínez, M.C.: Estrategias de lectura y escritura en textos. Perspectivas teóricas y talleres, Cali, Cátedra UNESCO Meceal: Lectura y escritura, 2004 Bibliografía consultada Cuetos, F. citado en la Evaluación Piloto Autónoma en primer año de Educación Primaria – Lectura y Escritura – (ANEP, CEP 2008). Ferreiro, E., Gómez, M: Análisis de las perturbaciones en el proceso de aprendizaje de la lectoescritura (fascículo 3), D.G.E.E., S.E.P, O.E.A, México, 1982. Goodman, K. citado por Woolfolk, A.:Psicología Educativa, Ed. Prentice Hall, México, , 1998. Martínez, M.C.: Estrategias de lectura y escritura en textos. Perspectivas teóricas y talleres, Cali, Cátedra UNESCO Meceal: Lectura y escritura, 2004 Nemirovsky, M.: Leer no es lo inverso de escribir, en Más allá de la alfabetización, Ed. Santillana, BS.AS., 1995. Rosenblatt, L. citada por Dubois, M.E.: El proceso de lectura – de la teoría a la práctica - , Ed. Aique, BS.AS., 1995.