Orando por Avivamiento ¿Quién no se hubiera reído de Nehemías si hubiera anunciado a todos que iba a reconstruir los muros de Jerusalén? Después de todo, esos muros habían estado destruidos por casi 142 años. Además, ¿él quién era? Un simple copero y no un arquitecto. Pues bueno, Nehemías no sólo reconstruyó los muros, sino que fue usado por Dios para levantar a un pueblo que estaba en ruinas y sin esperanza alguna, a un nuevo caminar con Dios. Nehemías vio la necesidad de su pueblo y no fue indiferente, clamó a Dios y confeso los pecados de su nación y estuvo dispuesto a dejar su comodidad para hacer algo que en teoría parecía imposible. Al cabo de 52 días vio realizado lo que no se había podido hacer en tanto tiempo: ¡reedificar los muros! Nehemías descubrió el deseo tan profundo que había en el corazón de Dios que era levantar a su pueblo de la ruina y verlos regresar a Él. Nehemías dijo: “Yo quiero ser parte del cumplimiento de los deseos de Dios.” Nehemías, en un sentido escuchó en su corazón palabras que había escuchado de Isaías cuando Dios preguntó: ¿A quién enviaremos y quién irá por nosotros? Nehemías respondió lo mismo “heme aquí envíame a mi, úsame a mí, no sé nada de construcción, soy un simple copero pero Tú mi Dios eres el todopoderoso, Tú fundaste el universo y la tierra y contigo no hay nada imposible”. “Si lo que buscas es alguien que este dispuesto a trabajar, a interceder, a ponerse en la brecha heme aquí.” Eso es lo que Dios esta buscando en esto días; gente dispuesta, gente que quiera realizar los deseos de Su corazón, gente que pueda hacer a un lado su comodidad y estar dispuesta a pagar el precio clamando y orando por ver un avivamiento cual nunca ha tocado este planeta. El corazón de Dios late por almas y Él está buscando gente que esté dispuesta a hacer lo necesario para ganarlas. Hoy el mundo y buena parte de las ciudades en que vivimos están en ruinas, la gente esta desamparada, perdida sin esperanza y necesitan ayuda. Necesitan a Cristo, la manifestación del amor de Dios que puede sanar sus corazones y dar sentido a sus vidas, y el poder que les puede hacer libres de sus adicciones, delitos y pecados. Necesitamos un derramamiento del Espíritu Santo cual nunca antes se ha visto en la historia de este planeta. ¡Necesitamos avivamiento hoy! ¡Queremos ver una gran cosecha de almas! Queremos ver el Reino de Dios extenderse en nuestra ciudad, país, continente como nunca antes. Pareciera imposible o algo digno de una buena carcajada pero como muchos en la historia vemos la necesidad de nuestro pueblo y no queremos ser indiferentes, decidimos desafiar la razón, la historia y como tantos que encontramos en la Biblia como Abraham, Moisés, Josué, David, Gedeón, Nehemías, por mencionar algunos, queremos ser instrumentos de Dios para traer un cambio, instrumentos para traer un avivamiento a través de nuestra intercesión. Decimos oh Dios: “nos humillamos ante ti, invocamos tu nombre, oramos y buscamos Tú rostro y pedimos perdón por los pecados de nuestra tierra, por favor sana nuestra tierra. ¡Aviva tu obra en medio de los tiempos y hazla conocer; en la ira acuérdate de la misericordia! Señor queremos reedificar los muros a través de la oración, queremos preparar el camino para la manifestación de tu Gloria. Por eso es que hemos apartado 61 días antes de nuestro congreso para orar por avivamiento. Únete con nosotros a clamar por avivamiento por tu ciudad, nación, continente. Levantemos nuestras voces como nunca antes. Rom.13:11 Conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche esta avanzado y se acerca el día… Continuará…