Método cartesiano

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• Resumen y definiciones
• Haz un breve resumen del texto de no más de cuatro lÃ−neas sin copiar frases
El texto nos justifica la existencia del alma individualmente del cuerpo pues el mero hecho de dudar que
ésta exista ocupa el pensamiento y por lo tanto nos confirma su existencia individualmente de las cosas
materiales.
• Define o explica los siguiente conceptos o expresiones del texto
• Razón: Facultad natural del hombre, innata, instrumento general de conocimiento: "capacidad de juzgar
bien y de distinguir lo verdadero de lo falso". También le denomina "buen sentido" y es igual en todos
los hombres. Por eso, la diversidad de opiniones proviene sólo del modo como se aplica (método).
• Cosa material: las cosas que nos rodean que no sabemos que existan verdaderamente pero que componen
el mundo asÃ− pues el cuerpo también formarÃ−a parte de las cosas materiales y que se diferencian del
alma
• Pensar: consiste en tener conciencia de algo y darse cuenta de ello. Podemos dudar que, cuando pensamos
algo, estemos realmente pensándolo. Pero al dudar de nuestro pensamiento en acto, confirmamos su
existencia.
• Desarrollo de un tema
• El método cartesiano
El método para Descartes es una serie de reglas ciertas y fáciles, tales que todo aquel que las observe
exactamente no tome nunca ha algo falso por verdadero, y, sin gasto alguno de esfuerzo mental, sino por
incrementar su conocimiento paso a paso, llegue a una verdadera comprensión de todas aquellas cosas que
no sobrepasen su capacidad.
El método cartesiano deberá aplicarse, lógicamente, al modo de funcionar de la razón. El modo de
conocer la razón para Descartes se puede conocer como dos únicos modos la intuición y la deducción, y
por lo tanto como aquellos elementos sobre los que se debe construir el método, ofreciendo su definición:
“entiendo por intuición, no la creencia en el variable testimonio de los sentidos o en los juicios engañosos
de la imaginación sino la concepción de un espÃ−ritu sano y atento, tan distinta y tan fácil que ninguna
duda quede sobre lo conocido; o lo que es lo mismo, la concepción firme que nace en un espÃ−ritu sano y
atento, por las luces naturales de la razón”.
La intuición es pues el elemento básico del conocimiento; unas lÃ−neas más adelante nos dice que no
puede ser mal hecha por el hombre. Efectivamente se reclama como caracterÃ−stica de la intuición la
sencillez, que va asociada en Descartes a la claridad y distinción de lo conocido. La intuición establece,
necesariamente, una relación directa con el objeto, de tal manera que debe destacarse su carácter de
inmediatez. Con esto quiere dejar Descartes bien clara su separación del aristotelismo y de la teorÃ−a de la
abstracción de la forma. No aceptará Descartes este carácter experimental de la intuición, es decir, la
relación directa e inmediata con la experiencia. El objeto conocido, como sabemos, será un contenido
mental y no un elemento de la experiencia. Pero el hecho de que la relación establecida con el objeto sea
directa e inmediata, no significa que estemos hablando de una relación instantánea.
la intuición remite a un contenido simple, pero no exento de relaciones. Cuando capto la idea de triángulo,
comprendo que es una figura de tres lados, que está compuesta por tres lÃ−neas que se cortan en el mismo
plano, que forma ángulos etc., y todos estos elementos que encontramos en la intuición son necesariamente
captados como elementos correlacionados, es decir, no en el mismo instante, sino en el transcurrir de la
temporalidad. De ahÃ− que la intuición nos lleve de una manera inevitable a la deducción, que consistirán
en una serie sucesiva de intuiciones, apoyadas en la memoria.
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La deducción "consiste en una operación por la cual comprendemos todas las cosas que son consecuencia
necesaria de otras conocidas por nosotros con toda certeza". Y más adelante nos dice que distinguimos la
intuición de la deducción en que en esta se concibe un movimiento o cierta sucesión y en aquélla no, ya
que la deducción no necesita como la intuición una evidencia presente, sino que, en cierto modo, la pide
prestada a la memoria. En definitiva, la intuición nos ofrece el conocimiento de los principios y la
deducción el de las consecuencias lejanas, a las que no se puede llegar de otro modo.
La deducción "consiste en una operación por la cual comprendemos todas las cosas que son consecuencia
necesaria de otras conocidas por nosotros con toda certeza". Y más adelante nos dice que distinguimos la
intuición de la deducción en que en esta se concibe un movimiento o cierta sucesión y en aquélla no, ya
que la deducción no necesita como la intuición una evidencia presente, sino que, en cierto modo, la pide
prestada a la memoria. En definitiva, la intuición nos ofrece el conocimiento de los principios y la
deducción el de las consecuencias lejanas, a las que no se puede llegar de otro modo.
La primera ventaja que nos proporciona el método es escabullirnos del error. Pero además de
proporcionarnos un conjunto de reglas o procedimientos para deducir lo que ya conocemos, puede aplicarse a
cualquier nuevo campo del saber. El método permitirá que aumentemos nuestros conocimientos y
descubramos verdades nuevas. Estas reglas fundamentales del método pueden resumirse en cuatro
fundamentales, enunciadas por Descartes en su Discurso del método:
• Regla de la evidencia
“No admitir jamás como verdadero cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era: es decir, evitar con
todo cuidado la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se
presentara tan clara y distintivamente a mi espÃ−ritu que no tuviese ocasión alguna para ponerlo en duda”
Descartes no acepta como verdadero sino lo es evidente. La evidencia se produce sólo en la intuición, es
decir, en un acto puramente racional por el que nuestra mente capta o “ve” de modo inmediato y simple una
idea. La intuición es la captación intelectual inmediata de una idea. Inmediato implica que no hay una
cadena deductiva de por medio y, por otra parte, que no hay mezcla con nada sensible (no median los sentidos
o la experiencia para captar esa idea). Si lo que es sensible (no median los sentidos o la experiencia para
captar esa idea). Si lo que es evidente es lo que es intuido, es decir, ideas claras y distintas.
Una idea clara cuando podemos advertir todos sus elementos sin la menor duda.
La idea será distinta cuando aparezca claramente diferenciada, separada y recortada de las demás, de tal
manera que no podamos confundirla con ninguna otra idea.
La intuición intelectual se caracteriza por su indubitabilidad y exclusión total del error. Entre lo
absolutamente falso y lo absolutamente verdadero no hay término medio. Algo es verdadero o falso.
Descartes excluye los conocimientos que son únicamente probables. La certeza, como propiedad
fundamental del saber, exige la desestimación absoluta de lo probable. No hay posibilidad de experimentar
una intuición sensible. Esto no existe. Las ideas que provienen de la sensación son siempre oscuras y
confusas.
Descartes llamó también “naturae simplices” o naturalezas simples a las ideas que poseen las
caracterÃ−sticas de claridad y distinción. Estas naturalezas simples son conocidas intuitivamente y
constituyen los pilares sobre los que se asientan las verdades o ideas complejas. Por supuesto, Descartes sólo
admite un reducido número de ideas simples (extensión, substancia, pensamiento,etc.) La mayorÃ−a de
nuestras ideas son complejas, por lo que hay que encontrar la manera de reducirlas a ideas simples, por lo
tanto, evidentes.
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Descartes va cerrando el cÃ−rculo: las naturalezas simples son, además, ideas innatas, es decir, ideas que
están potencialmente en la mente y surgen con ocasión de determinadas experiencias.
Las ideas innatas son poseÃ−das por todos los hombre por el hecho de ser racionales. No son ideas que se
adquieren a través de la experiencia o el aprendizaje y tampoco dependen de la cultura o las condiciones
históricas. Son verdades evidentes que se hallan en nuestras mentes, independientemente del tiempo, el lugar
y la persona que las piense. Este postulado era necesario para poder garantizar un conocimiento al convertirse
en su verdadero y único sostén. Ellas mismas no necesitan (ni pueden) ser demostradas ya que caen fuera
de la cadena de deducciones. El primer motor inmóvil que mueve sin ser queda transformado en las unidades
simples de conocimiento que son la base de toda demostración, sin ser ellas mismas demostradas por nada.
• Análisis
La segunda regla del método se enuncia asÃ−:
«Dividir cada una de las dificultades que examinase en tantas partes como fuera posible y como requiriese
para resolverlas mejor»
Cualquier problema que tengamos que estudiar no es más que un conjunto vertebrado de ideas complejas.
Analizar consiste en descomponer lo complejo en sus elementos simples, elementos que podrán ser intuidos
como ideas claras y distintas esto es: evidente. Reducimos lo complejo a lo simple y, en el mismo
movimiento, accedemos desde lo desconocido a lo conocido: las ideas innatas.
• SÃ−ntesis
«El tercero, en conducir por orden mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más
fáciles de conocer para ascender poco a poco, como por grados, hasta el conocimiento de los más
compuestos, suponiendo incluso un orden entre los que se preceden naturalmente unos a otros".
Una vez que hemos llegado a los elementos simples de un problema hay que reconstruirlo en toda su
complejidad, deduciendo todas las ideas y consecuencias que se derivan de aquellos principios primeros
absolutamente ciertos. La sÃ−ntesis es un proceso ordenado de deducción, en el que unas ideas se
encadenan a otras necesariamente. En el proceso deductivo no sólo reconstruimos lo complejo a partir de sus
elementos simples y verdaderos, sino que ampliamos nuestros conocimientos con nuevas verdades: de lo
conocido (los elementos simples) accedemos a lo desconocido mediante un proceso ordenado y riguroso de
concatenación de ideas.
La sÃ−ntesis complementa al análisis y nos permite avanzar en la búsqueda de nuevas verdades.
• Comprobación
Se trata de comprobar y revisar que no haya habido error alguno en todo el proceso analÃ−tico-sintético.
La comprobación intenta abarcar de un sólo golpe y de manera intuitiva la globalidad del proceso que se
está estudiando. Se parte de la intuición y a ella se vuelve.
Una vez comprobado todo el proceso, podremos estar seguros de su certeza.
• Conclusión
La verdad no depende de ninguna experiencia externa a nosotros mismos. El verdadero entendimiento es un
concebir en la mente y un percatarse ("ver") de este sometimiento a la ley de la propia mente. Esto es el
método: una serie de reglas de sometimiento de la mente a sus propias leyes.
Descartes intenta escapar al error regresando a lo más absoluto, que es aquello que el espÃ−ritu, en tanto
que res cogitans (cosa pensante), posee por sÃ− mismo y no depende de ningún factor externo. Todos los
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hombres podremos llegar a la verdad siguiendo las reglas de nuestro propio pensar.
El método tiene una función propedéutica respecto a todo conocimiento y es el punto de partida de la
nueva filosofÃ−a que inaugura Descartes.
• Contextualización y exposición libre y creativa
• Contextualización histórica, cultural y filosófica del autor:
• Contexto filosófico:
Tras la muerte de Santo Tomás de Aquino, la cultura unitaria cristiana empezó a agrietarse. La filosofÃ−a
y la ciencia se iban desprendiendo cada vez más de la teologÃ−a de la Iglesia. Cada vez habÃ−a más voces
que decÃ−an que no nos podemos acercar a Dios por medio de la razón. Lo más importante para el
pensamiento no era comprender el misterio cristiano, sino sólo la voluntad de Dios.
El hecho de que la fe y la ciencia tuvieran más relación libre hizo que se establecieran dos cambios
importantes en los siglos XV y XVI, el Renacimiento y la Reforma.
El Renacimiento se denomino asÃ− porque volvió a nacer el arte y la cultura de la Antigüedad, se le
puede denominar también “humanismo renacentista” porque el hombre volvió a ser el centro
(egocentrismo).
Durante este periodo se crearon nuevos inventos como la brújula que facilitó la navegación. Lo mismo
ocurrió en cierto modo con la pólvora. La imprenta fue importante en cuanto a la difusión de las nuevas
ideas de los humanistas renacentistas y fue importante en cuanto a la difusión de las nuevas ideas de los
humanistas renacentistas. Luego vinieron un sinfÃ−n de instrumentos como el catalejo.
Hacia finales de la Edad Media emergió una burguesÃ−a que fue desarrollando una cierta libertad en
relación a los condicionamientos de la naturaleza. Las necesidades vitales se convirtieron en algo que se
podÃ−a comprar con dinero. Los burgueses del Renacimiento comenzaron a emanciparse de los señores
feudales y del poder de la Iglesia.
El Renacimiento dio lugar a una nueva “visión del hombre”. La nueva fe en el ser humano y en el valor del
ser humano, se consideraba al ser humano como algo grande y valioso.
El Renacimiento se caracterizaba aún más por e “individualismo” de lo que se habÃ−an caracterizado las
sociedades de la Antigüedad.
La nueva visión del hombre trajo consigo un nuevo “ambiente vital”. El ser humano no existÃ−a solamente
para Dios. Dios habÃ−a creado al hombre también para los propios hombre.
Para los humanistas del Renacimiento, la reconstrucción de Roma se convirtió en un objetivo polÃ−tico y
cultural. La obra más importante fue la tumba dela apóstol San Pedro.
El Renacimiento trajo consigo un nuevo concepto de naturaleza. El hombre se sentÃ−a bien con su existencia,
y dejó de considerar la vida en la Tierra como una mero reparación para la vida en el cielo. Los filósofos
medievales habÃ−an subrayado ese enorme abismo que existÃ−a entre Dios y su Creación.
Durante el Renacimiento también floreció lo que podemos llamar “antihumanismo” y con eso quiero decir
un poder eclesiástico y estatal autoritarios. Durante esta época abundaron también los procesos contra
las brujas y la quema de herejes, la magia y la superstición, las sangrientas guerras de religión y, la brutal
conquista de América.
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Se desarrollo un nuevo método que consistÃ−a en investigar la naturaleza con los propios sentidos. La fe
ciega en las viejas autoridades, tales autoridades podÃ−an ser los dogmas de la Iglesia, asÃ− como la
filosofÃ−a de Aristóteles. Cualquier investigación de la naturaleza tenÃ−a que basarse en la observación,
la experiencia y el experimento. Eso es lo que llamamos “método empÃ−rico”.
La fase primera fue un nuevo método cientÃ−fico, que abrió el camino a la revolución técnica, y el
progreso abrió el camino a todos los inventos que llegaron después.
La apertura técnica que se inició en el Renacimiento derivó hacia los telares mecánicos y el desempleo,
medicinas y nuevas enfermedades, una mayor eficacia de la agricultura y un empobrecimiento de la
naturaleza.
En algunas cosas los hombres deben dejar de intervenir en la naturaleza, en otras lo podemos hacer con
ventaja. Desde el Renacimiento el hombre ya no es sólo una parte de la Creación, sino que ha comenzado a
intervenir directamente en la naturaleza y a formarla a su imagen y semejanza.
La nueva visión del mundo durante toda la Edad Media habÃ−a caminado bajo el cielo mirando hacia arriba
al sol y a la luna, a las estrellas y a los planetas, pero nadie habÃ−a dudado de que la Tierra fuera el centro del
universo. También la idea cristiana de que Dios dominaba todos los cuerpos celestes contribuyó a
mantener esta visión del mundo. Pero en 1543 se escribió un libro que se llamaba Sobre las revoluciones de
los orbes celestes escrito por Copérnico. Este sostuvo que no era el sol el que giraba en órbita alrededor de
la Tierra, sino al revés. Señaló que todas las observaciones de los astros eran mucho más fáciles de
comprender si se suponÃ−a que tanto la Tierra como los demás planteas se movÃ−an en órbitas circulares
alrededor del sol. Pero también dijo que el sol era el centro del Universo. No obstante a principios del siglo
XVIII un astrónomo alemán Johannes Kepler presentó los resultados de unas extensas observaciones que
demostraban que los planetas recorren órbitas elÃ−pticas, u ovaladas. Casi al mismo tiempo que Kepler,
vivió el famoso cientÃ−fico italiano Galileo Galilei. También observó los astros con telescopio y lo
más importante de todo lo que hizo Galileo fue formular la llamada ley de la inercia (“La velocidad que ha
adquirido un cuerpo se mantendrá constante mientras no haya causas exteriores de aceleración o
desaceleración”
Desde la Antigüedad, uno de los argumentos más importantes en contra de la idea de que la Tierra se
moviera alrededor de su propio eje habÃ−a sido que la Tierra tendrÃ−a que moverse tan rápidamente que
una piedra que se echara al aire caerÃ−a a muchÃ−simos metros del lugar desde el que habÃ−a sido lanzada.
Ya en el Renacimiento alguien señaló que ahora cada individuo tendrÃ−a un lugar más central que antes.
Antes la Tierra habÃ−a sido el centro del mundo. Pero cuando los astrónomos declararon que no habÃ−a
ningún centro absoluto en el universo, entonces surgieron tantos centros como individuos.
Pero a partir del Renacimiento la Biblia se tradujo del hebreo y del latÃ−n a las lenguas vulgares, lo que tuvo
mucha importancia para lo que llamamos Reforma. Lutero fue importante, pero fue el único reformador.
También hubo reformadores eclesiásticos que optaron por quedarse dentro de la Iglesia Católica
Apostólica Romana. Uno de ellos fue Erasmo de Rotterdam. Lutero se distanció de muchos hábitos y
costumbres religiosos que habÃ−an entrado en la Iglesia en el transcurso de la Edad Media. Tradujo la Biblia
al alemán y fundó con ello la lengua alemana escrita. Cada uno podÃ−a leer la Biblia y de alguna manera
ser sacerdote. El pensaba que los sacerdotes no tenÃ−an posición especial respecto a Dios. Los hombres
reciben la salvación totalmente gratis mediante la fe, decÃ−a. Llegó a esta conclusión leyendo la Biblia.
Pero Lutero no era renacentista como lo fueron Ficino o Leonardo da Vinci. También fue refutado por
humanistas como Erasmo de Rotterdam porque opinaba que Lutero tenÃ−a un concepto demasiado negativo
del ser humano, que estaba convencido que el hombre habÃ−a quedado totalmente destruido tras el pecado
original.
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• Contexto histórico y cultural: El Barroco
Las formas tÃ−picas del Barroco a diferencia del Renacimiento están llenas de contraste. En el arte como en
la vida real nos encontramos con una vitalidad pomposa y ostentosa, al mismo tiempo que surgieron
movimientos monásticos que daban la espalda al mundo.
En cuanto a la pintura, un mismo cuadro podÃ−a mostrar una vitalidad bastante grandilocuente. En muchos
contextos la época barroca estaba caracterizada por la vanidad y la cursilerÃ−a. Pero muchos también se
interesaron por el revés de la medalla, ocupándose de lo “efÃ−mero” de todas las cosas.
PolÃ−ticamente el Barroco fue la época de los grandes contrastes. Europa estaba traumatizada por las
guerras como la Guerra de los Treinta Años, que arrasó el continente desde 1618 a 1648. Francia empezó
a ser la potencia dominante en Europa. En gran medida fue una lucha entre protestantes y católicos. Se ha
dicho que la situación polÃ−tica de la época barroca puede compararse con el arte y arquitectura de la
época.
El teatro se convirtió en una imagen de la vida humana en general, que podÃ−a hacer una representación
despiadada de la mezquindad humana. Shakespeare escribió sus obras alrededor de 1600 de modo que
tenÃ−a un pie en el Renacimiento y otro en el Barroco.
Cuando los poetas y escritores de la época barroca no comparaban la vida con un teatro, la comparaban con
un sueño.
El escritor español Calderón, que nació en 1600, escribió una obra de teatro llamada La vida es sueño.
Ludvig Holberg fue una figura de transición en el Norte de Europa entre la época barroca y la
Ilustración. Holberg tomó prestado este motivo de Calderón y Calderón lo habÃ−a tomado prestado de
los viejos cuentos árabes de Las mil y una noches.
Luego llegó el fÃ−sico inglés Isaac Newton, que vivió de 1642 a 1727. El fue quien aportó la
descripción definitiva del sistema solar y de los movimientos de los planetas. Ya Kleper habÃ−a señalado
que debÃ−a de existir una fuerza que hacÃ−a que los astros se atrajeran unos a otros. TenÃ−a que existir una
fuerza del sol que mantuviera los planetas fijos en sus órbitas. Una fuerza de ese tipo podrÃ−a explicar,
además por qué los planetas se mueven más lentamente en su órbita alrededor del sol cuanto más
lejos se encuentra del mismo. SÃ− es verdad pero Galileo lo rechazaba. Se burlaba de Kepler, que habÃ−a
“dado su consentimiento a la idea de que la luna domina en el agua”. Galileo negaba la idea de que semejantes
fuerzas de gravitación pudieran actuar a grandes distancias y por tanto entre los distintos astros. Resulta
curioso en él, porque tenÃ−a mucho interés por la gravedad de la Tierra y por la caÃ−da de los cuerpos a
la Tierra.
Newton formuló lo que llamamos ley de la gravitación universal. Newton señaló que esta atracción, o
gravitación, es universal. Es decir, que tiene la misma validez en todas partes, también en el espacio entre
los astros. Si la luna fuera atraÃ−da hacia la Tierra por la misma fuerza que hace caer la manzana entonces la
luna acabarÃ−a por caer a la Tierra en lugar de dar vueltas. Una vez, cuando surgió el sistema solar, la luna
fue arrojada lejos de la Tierra con una fuerza enorme. Conservará eternamente esa fuerza porque se mueve
en un espacio sin aire y sin resistencia. En cuanto a los movimientos de los planetas, sólo habÃ−a utilizado
dos leyes ya señaladas por Galileo. Una era la ley de la inercia la otra ley era que cuando dos fuerzas
actúan al mismo tiempo sobre un cuerpo, los cuerpos se moverán en una órbita elÃ−ptica. Todos los
planetas se mueven en órbitas elÃ−pticas alrededor del sol como resultado de dos movimientos diferentes: el
primero es el movimiento en dirección al sol como consecuencia de al gravitación universal o fuerza de la
gravedad. Cuando Newton señaló que las mismas leyes fÃ−sicas rigen en todo el universo podrÃ−a
pensarse que al mismo tiempo estaba planteando dudas sobre la omnipotencia de Dios.
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También la filosofÃ−a se caracterizaba por fuertes tensiones entre maneras de pensar completamente
opuestas. El punto de vista contrario se llama materialismo, por el que se entiende una filosofÃ−a que reduce
todos los fenómenos de la naturaleza a magnitudes fÃ−sicas concretas.
Tanto el “idealismo” como el “materialismo” se repiten continuamente a través de la historia de la
filosofÃ−a. Pero en pocas otras épocas las dos tendencias han estado tan presentes al mismo tiempo como
en la barroca. Significa que todo está dirigido por las mismas leyes inquebrantables o “mecánica”. Es en
principio posible calcular cualquier cambio en la naturaleza con una exactitud matemática. Newton colocó
las últimas piezas en lo que llamamos “visión mecánica del mundo”. La palabra “mecánico” proviene de
la palabra griega mechane, que significa máquina. Pero conviene tomar nota de que ni Hobbes ni Newton
observaron ninguna contradicción entre la visión mecánica del mundo y la fe en Dios. Los pensamientos
existen no son cosas que puedan operarse o dividirse en partes cada vez más pequeñas y lo que está
hecho de espÃ−ritu, precisamente es que lo material puede dividirse en trozos más pequeños. Pero no se
puede dividir un alma en dos.
• Compara a Descartes con la filosofÃ−a griega y medieval
Si hubiera que buscar un rasgo distintivo de la filosofÃ−a antigua tendrÃ−amos que señalar,
preferentemente, la preeminencia del objeto. En el punto de partida de la reflexión filosófica se encuentra,
desde Tales de Mileto, la aceptación de que existe algún tipo de realidad objetiva a la cual ha de ceñirse
el conocimiento. Dicha realidad puede consistir en un elemento fÃ−sico, material, como ocurre en la Escuela
de Mileto y, en general, entre todos los filósofos presocráticos, (incluyendo el "número" de los
pitagóricos, quienes al parecer lo concebÃ−an como una entidad material); o puede consistir en un elemento
inmaterial, como las Ideas de Platón. Pero sea como fuere, la búsqueda del "rajé", de la primera causa
objetiva de la realidad, determinará las subsiguientes interpretaciones de lo real. Todos los demás
problemas filosóficos estarán, de alguna manera, subordinados a este. El cambio de orientación en la
investigación filosófica que impondrán los sofistas, dirigiendo sus investigaciones hacia al lenguaje, el
hombre y la sociedad, no altera la predisposición a aceptar "ingenuamente", como se ha señalado en
numerosas ocasiones, la existencia de una realidad objetiva, independiente del hombre que la piensa, y a la
que ha de ceñirse todo lo existente, incluido el pensamiento del mismo.
A diferencia de lo que habÃ−a ocurrido con la filosofÃ−a griega, que habÃ−a centrado su reflexión en torno
a la determinación del objeto, la filosofÃ−a medieval centrará su interés en Dios. La filosofÃ−a
helenÃ−stica habÃ−a dado una orientación práctica al saber, dirigiéndolo hacia la felicidad del hombre.
Es el caso del estoicismo y del epicureismo, que habÃ−an colocado a la ética en el vértice del saber. A lo
largo de los primeros siglos de nuestra era, la progresiva expansión del cristianismo y otras religiones
mistéricas irá provocando la aparición de otros modelos de felicidad o "salvación individual", que
competirán con los modelos filosóficos. Frente a la inicial hostilidad hacia la filosofÃ−a manifestada por
algunos de los primeros padres apologistas cristianos, sus continuadores encontrarán en la filosofÃ−a,
especialmente a partir del desarrollo del neoplatonismo de Plotino, un instrumento útil, no sólo para
combatir otras religiones o sistemas filosóficos, sino también para comprender, o intentar comprender, los
misterios revelados. Surge de ahÃ− una asociación entre filosofÃ−a y cristianismo o, más en general, entre
filosofÃ−a y religión, que pondrá las bases de la futura filosofÃ−a medieval, entre los cristianos, los
musulmanes y los judÃ−os. El tema fundamental de reflexión pasará a ser la divinidad, quedando
subordinada la comprensión e interpretación del mundo, del hombre, de la sociedad, etc al conocimiento
que se pueda obtener de lo divino. La fe, que suministra las creencias a las que no se puede renunciar, tratará
de entrar en diálogo con la razón. La inicial sumisión de la razón exigida por la fe, dejará paso a una
mayor autonomÃ−a propugnada, entre otros, por Santo Tomás de Aquino, que conducirá, tras la crisis de
la Escolástica, a la reclamación de la independencia de la razón con la que se iniciará la filosofÃ−a
moderna
Si la filosofÃ−a antigua habÃ−a tomado la realidad objetiva como punto de partida de su reflexión
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filosófica, y la medieval habÃ−a tomado a Dios como referencia, la filosofÃ−a moderna se asentará en el
terreno de la subjetividad. Las dudas planteadas sobre la posibilidad de un conocimiento objetivo de la
realidad, material o divina, harán del problema del conocimiento el punto de partida de la reflexión
filosófica. Son muchos los acontecimientos que tienen lugar al final de la Edad Media, tanto de tipo social y
polÃ−tico, como culturales y filosóficos, que abrirán las puertas a la modernidad, y que han sido
profusamente estudiados. En lo filosófico, el desarrollo del humanismo y de la filosofÃ−a renacentista, junto
con la revolución copernicana, asociada al desarrollo de la Nueva Ciencia, provocarán el derrumbe de una
Escolástica ya en crisis e impondrán nuevos esquemas conceptuales, alejados de las viejas e infructuosas
disputas terminológicas que solÃ−an dirimirse a la luz de algún argumento de autoridad, fuera platónica o
aristotélica. De las abadÃ−as y monasterios la filosofÃ−a volverá a la ciudad; de la glosa y el comentario,
a la investigación; de la tutela de la fe, a la independencia de la razón.
• Juicio crÃ−tico personal
Ya que no es posible que hayamos nacido sabiéndolo todo, necesitamos aprender, nuestra existencia es un
continuo aprendizaje, siempre tenemos algo que aprender por que todas las cosas cambian constantemente y
por tanto es imposible saberlo todo. Descartes nos dice que los resultados de usar su método son algo
tardÃ−os pero yo creo que son necesarios pues nos pueden ayudar a salir del error y condicionar nuestra
conducta y darnos la satisfacción de alcanzar la verdad cuando seamos conscientes que hemos vencido a la
duda y salido del error. Las respuestas a todas las preguntas están dentro de nosotros y esa respuesta la
tenemos que sacar de nosotros mismos, no de alguien más.
Parece ser que la razón, es la base que nos permite construir una vida feliz y que esta debe ejercitarse ya que
no siempre nos es fácil distinguir algo bueno de lo malo. No concuerdo con la demostración de la
existencia de Dios, si bien sus demostraciones son basadas en la lógica aristotélica, se pueden encontrar
algunas incorrecciones cha la demostración de la idea. Sin embargo Dios es creado y eterno, tal vez las
limitaciones de nuestra mente no nos permiten imaginarnos cómo es realmente. Porque la pregunta de si
existe no es importante, veo claramente cómo Descartes toca el tema pero no profundiza porque quizá la
limitación de nuestra mente no pueda alcanzar a responder a todas las preguntas sobre Dios, su existencia, su
origen y su final. Vemos como Descarte prefiere no tratar este tema superficialmente pues la existencia de
Dios puede ser le excepción a su teorÃ−a cartesiana. Yo comprendo que es muy difÃ−cil explicar que existe
Dios pero a pesar de que como hemos visto ni el propio Descarte pudo verdaderamente aplicar su método
para justificar la existencia de este pero la explicación que dio fue muy razonable Dios es eterno e infinito
además es la fuente suprema de verdad y negar su existencia es confirmarla.
En el mundo actual somos cartesianos hasta la médula, nuestra ciencia ha estado cimentada en sus aportes,
gracias a él podemos decir que la ciencia puede explicar todos los fenómenos fÃ−sicos de nuestro mundo.
Pero ya que como es de esperar, la ciencia y la filosofÃ−a son áreas que se necesitan mutuamente.
Descartes tenÃ−a razón en la teorÃ−a del cogito ergo sum, a mi parecer de lo único que tenemos certeza en
nuestra vida es que tenemos y alma y que es lo único de lo que no podemos dudar pues al cuestionar su
existencia simplemente la confirmamos. Hoy en dÃ−a podemos dudar de nuestra existencia pues hay muchos
métodos que crean realidades alternativas a la nuestra y que parecen verdaderos. Muchas pelÃ−culas han
plasmado ya este fenómeno por ejemplo Matrix que simplemente con conectarse a una máquina se crea
otra realidad en la que nos situamos al igual que en la que estamos. Lo que esta claro es que muchas cosas las
conocemos por el pensamiento aunque otras muchas no, quiero decir que aunque parezca que todo proviene
de nuestro pensamiento eso es cuestionable pués este en muchos momentos puede ser cuestionable y
engañoso. Los sentidos son también otra manera de conocer las cosas, pero los sentidos son más
engañosos que el pensamiento pues se les puede engañar más fácilmente que al pensamiento, pero
estos pueden ser los que certifiquen nuestros pensamientos.
El genio maligno de Descartes es sin duda algo que si existiese podrÃ−a en cierto modo revolucionar el
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mundo ya que darnos cuenta de que todo lo que creemos y que tenemos certeza absoluta que es asÃ− y que es
falso trastocarÃ−a todo nuestro pensamiento. Pero aunque no exista el genio maligno siempre se utiliza en el
método cartesiano de cierta manera ya que nos cuestionamos que existiese un individuo que cambiase las
cosas y que trastoque toda las certezas que tenemos. El genio maligno serÃ−a la máxima intensidad de la
duda metódica.
2ºB Bachillerato
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