teseopress.com teseopress.com LA CONCEPCIÓN CUSANA DE LA POTENCIA Y SU PROYECCIÓN EN LA FILOSOFÍA DE GIORDANO BRUNO teseopress.com teseopress.com LA CONCEPCIÓN CUSANA DE LA POTENCIA Y SU PROYECCIÓN EN LA FILOSOFÍA DE GIORDANO BRUNO Diego Adrián Molgaray teseopress.com ISBN: 9789873384264 Compaginado desde TeseoPress (www.teseopress.com) La concepción cusana de la potencia Compaginado desde TeseoPress (www.teseopress.com) teseopress.com Índice Comité Editor del Departamento de Filosofía .......................9 Agradecimientos........................................................................... 11 Introducción .................................................................................. 13 1. Nicolás de Cusa ........................................................................ 23 §1. Itinerario biográfico e intelectual de Nicolás de Cusa (1401-1464) ................................................................................. 23 1.1. Historia de su recepción .................................................. 29 §2. La temprana metafísica cusana de la potencia ........... 34 §3. La dimensión cosmológica de la temprana metafísica cusana de la potencia ........................................... 44 §4. La dimensión antropológica de la potencia ................ 68 §5. Aspectos de la concepción cusana de la potencia en los diálogos de senectud .......................................................... 81 §6. La dimensión socio-política de la concepción cusana de la potencia. ............................................................................. 94 §7. Las dimensiones de la potencia en el pensamiento cusano. ........................................................................................ 105 2. Giordano Bruno ..................................................................... 109 §8. Itinerario biográfico e intelectual de Giordano Bruno (1548-1600).................................................................. 109 §9. La dimensión metafísica de la potencia en los diálogos londinenses .............................................................. 124 §10. La dimensión cosmológica de la potencia en los diálogos londinenses .............................................................. 150 §11. La dimensión antropológica de la potencia en los diálogos londinenses .............................................................. 164 §12. La dimensión socio-política de la metafísica de la potencia en los diálogos londinenses................................. 184 Consideraciones finales............................................................ 209 Bibliografía ................................................................................... 215 teseopress.com 7 teseopress.com Comité Editor del Departamento de Filosofía Alcira Bonilla Claudia Jáuregui Claudia Mársico Verónica Tozzi Pamela Abellón Miguel Faigón Karina Pedace Agustina Arrarás Pablo Cassanello Tapia Alan Kremechutzscky teseopress.com 9 teseopress.com Agradecimientos El presente volumen es fruto del comienzo de un prolongado estudio del oficio académico. A pesar de tratarse de un oficio que demanda muchas horas de soledad, para emprender su aprendizaje ha sido fundamental el aporte de numerosas personas. En virtud de ello, quiero agradecer en primer lugar a José González Ríos, mi director de tesis, que me guía e incentiva en el ejercicio de la investigación académica, y que me ha acompañado en diversos momentos de la carrera, generosamente compartiendo su erudición y enseñando el trabajo fino con los textos filosóficos. El hecho de que una persona que se dedica profesionalmente a la investigación conserve una pluralidad de intereses sin desmedro en la meticulosidad del trabajo, resulta provechoso para el enriquecimiento de nuestra labor. Asimismo, quiero en segundo lugar agradecer a los profesores que, aparte de José, más me han impactado: a la profesora Claudia D’Amico, quien ha sido responsable de enamorarnos con el neoplatonismo medieval, y de impulsar el surgimiento de múltiples centros de estudio y traducción, que al mismo tiempo forman a los investigadores académica y humanamente; al profesor Mario Caimi, que colmó la materia Historia de la Filosofía Moderna de clases apasionadas y eruditas, y me estimuló a estudiar la modernidad temprana y el Renacimiento; a los profesores Luis Angel Castello y Antonio Tursi, por su erudición expuesta sin remilgos y su disposición al diálogo constante; y al profesor Mario Gómez, por su espíritu generoso e inquieto, sus inmensos conocimientos y alegría. En tercer lugar, quiero agradecer a Aye, por prestarme atención sin importar cuántas anécdotas renacentistas le haga soportar (espero ahora empezar a hablar de otras teseopress.com 11 12 • La concepción cusana de la potencia cosas). También quiero agradecer a Fede, por su interés siempre vivo y siempre honesto, su energía y su modestia. Quiero agradecer a mis amigos de la carrera: a Maxi, por las innumerables e intensas horas de discusión sobre el sentido de nuestra labor y sus condiciones; a Flor, por su buena onda que me dio energías para completar el primer año y continuar; a Mati, por compartir sus rollos heideggerianos y fenomenológicos en todo momento, en todas las circunstancias; a Debbie y Meri, por no permitir que me hunda en una monotonía gris; a Diego, por su amistad y compañía; a Majo, por su amistad, la montaña, la diversión en momentos nada divertidos… Finalmente, quiero agradecer a mi familia: a mi papá, Edgardo, que solamente me vio ir a las primeras clases de Filosofía Antigua, pero habría querido verme continuar los años siguientes, y cuya fe ciega siempre recuerdo; a mi mamá, Margarita; y mis hermanos, Javier y Fernanda: cada uno de ustedes sabe cuánto les debo y les agradezco. teseopress.com Introducción En el presente trabajo nos proponemos abordar la relación entre Nicolás de Cusa (1401-1464) y Giordano Bruno (1548-1600) a partir del concepto de potencia en las diversas dimensiones de sus doctrinas, en tanto consideramos que es constitutivo de su fundamento dinámico. Antes de iniciar su abordaje, creemos necesario tener presentes dos consideraciones previas: 1) un breve bosquejo del estudio de la relación entre ambos autores y 2) una presentación de las diversas dimensiones del concepto de potencia que serán consideradas en torno a la relación entre nuestros pensadores. 1. La relación entre el pensamiento de Nicolás de Cusa y Giordano Bruno El estudio de la relación entre estos dos pensadores tiene una larga tradición, que se remonta a la publicación de Giordano Bruno und Nicolaus von Cusa: eine philosophische Abhandlung (1847) por F. J. Clemens (1815-1862),1 a quien se con- 1 La siguiente es una selección de las obras más importantes del debate, además de la de Clemens: Fiorentino, Franceso, Il panteismo di Giordano Bruno, Napoli, 1861; Scharpff, Franz Anton von, Nicolaus von Cusa als Reformator in Kirche, Reich und Philosophie des 15. Jahrhunderts, Tübingen, 1871; Blumenberg, Hans, Aspekte der Epochenswelle: Cusaner et Nolaner, erweiterte und überarbeitete Neuausgabe von “Die Legitimität der Neuzeit”, IV Teil, Frankfurt: Suhrkamp, 1976; Beierwaltes, Werner, Identità e Differenza, Milán, Università Cattolica del Sacro Cuore, 1989. teseopress.com 13 14 • La concepción cusana de la potencia sidera el iniciador de la neoescolástica alemana.2 Este autor, que caracterizó a Bruno como “un caballero andante de un saber fantástico de la naturaleza”,3 afirma que la acentuada defensa por parte de Giordano Bruno de algunas doctrinas de Nicolás de Cusa, las cuales habría extraído de su contexto generando una falsificación y mutilación de la ideas allí contenidas, y la asociación que generó con su propio pensamiento herético, produjo un oscurecimiento de la figura del Cardenal en los siglos siguientes. Podemos encontrar otra posición, sostenida, entre otros, por Francesco Fiorentino en su obra Il panteismo di Giordano Bruno (1861), que ubica al Nolano como un pensador pre-moderno, que toma las ideas claves del pensamiento de Nicolás para llevarlas a sus últimas consecuencias en el despliegue de una doctrina panteísta. A continuación nos ocuparemos de mencionar algunos de los aportes más importantes que ha tenido este debate a partir de finales del siglo XIX. En la obra compuesta por Fiorentino encontramos desplegada una historia del panteísmo que comienza con un capítulo en el que estudia las doctrinas de algunos filósofos antiguos (Pitágoras, Parménides y Plotino); luego dedica un capítulo al aporte ofrecido por Nicolás de Cusa; en los siguientes tres capítulos se concentra en una exposición de su interpretación panteísta de la filosofía de Giordano Bruno; y, finalmente, se demora en los últimos dos capítulos en estudiar el panteísmo moderno en Spinoza, Schelling, Hegel y Gioberti. La clave de lectura de esta obra se ancla en un enfoque hermenéutico de grandes resonancias para la crítica futura, pero aún sin los elementos filológicos sufi- 2 3 Un movimiento que buscaba recuperar las doctrinas centrales de la escolástica, particularmente el tomismo, en términos de principios que son, o fundamentos de toda filosofía, o inferidos legítimamente de los datos más humildes y pobres, y sin los cuales la mente se pierde en un caos. Cf. Coreth, Neidl y Pfligersdorffer (ed.), pp. 125 y ss. y Aveiling, Rev. F.., pp. 28-29. Clemens (1847: 222; traducción nuestra): “Er, der in seinem abenteuerlichen Leben gewissermachen zum fahrenden Ritter einer phantastischen Naturweisheit geworden war”. teseopress.com Introducción • 15 cientes para establecer textos canónicos ni líneas de influencia directa.4 En su obra, Fiorentino argumenta que en Giordano Bruno podemos hallar, a partir de la unión entre el intelecto universal [intelletto mondano] y el divino [intelletto divino], la doctrina de un panteísmo considerablemente más acentuado que en la doctrina del Cusano, en la que lo máximo contracto, al cual Fiorentino llama “universo contracto” [Universo contratto] e identifica con el intelecto universal bruniano, es una contracción y participación del intelecto divino. Es en los años sesenta del siglo XX que el debate adquiere nuevos elementos en discusión, tras la publicación y estudio de la Opera omnia del Cusano. En este sentido, la notoria estudiosa del pensamiento metafísico bruniano, Hélène Védrine, en su ponencia titulada: “L’influence de Nicolas de Cues sur Giordano Bruno” (1964), formula que el paso al Renacimiento que se da con Bruno significa que éste ha abandonado cualquier preocupación teológica.5 La filosofía bruniana es para ella el desarrollo de los gérmenes monistas presentes ya en el Cusano. Y, en todo caso, la razón de la diversidad de opiniones reside en el lenguaje sobre la causalidad empleado por Bruno. Si la causalidad no puede separarse de sus efectos, se halla un panteísmo en la filosofía del Nolano. Lo cual supone una puesta en límites de la teoría cusana de identidad entre potencia y ser en lo 4 5 Recordemos que la edición crítica de la Opera omnia de Nicolás de Cusa fue llevada a cabo por la Academia de Ciencias de la Universidad de Heidelberg a partir de 1932 y hasta 2007, las ediciones de las obras latinas de Bruno datan del período entre 1879 y 1891, y la edición de los diálogos italianos de G. Gentile, usada canónicamente desde entonces, de 1927, de manera que Fiorentino no disponía en 1861 de ninguno de estos materiales para su estudio. Védrine (1964: 214): “Bruno a abandonné Dieu et toute préoccupation théologique”. teseopress.com 16 • La concepción cusana de la potencia absoluto.6 De este modo, con nuevo elementos, podríamos afirmar que renueva la tesis de Fiorentino, según la cual el intelecto mundano se identifica con el divino. Representa un aporte fundamental a la interpretación, por su valor intrínseco tanto como por su proyección en torno a debates posteriores, el de Blumenberg en su libro Die Legitimität der Neuzeit (1966). A su entender, la Modernidad no se legitima en una secularización que implique un desprendimiento de la Edad Media, sino en la superación del dualismo gnóstico.7 En este sentido, en la cuarta parte, con la que culmina la obra, se dedica a estudiar la relación entre el pensamiento de Nicolás de Cusa y Giordano Bruno, en tanto representantes de un cambio época.8 Para Blumenberg el Cusano se esfuerza por reestablecer la trascendencia divina puesta en peligro con la decadencia de la escolástica en el tardo medievo, en tanto que Bruno se ve libre para atacar esta trascendencia, hacer del mundo un autoagotamiento de lo divino y eliminar la distinción de Personas en la divinidad. Así, advierte Blumenberg: 6 7 8 Védrine (1964: 218): “nous pensons que le principe de complémentarité doit être invoqué: la causalité ne peut se séparer de ses effets”. Blumenberg se refiere al dualismo, presente en Marción y los maníqueos, entre un Dios salvador y un Dios creador, que busca explicar el origen del mal, en la medida en que éste no sería responsabilidad del Dios que es pura bondad, sino de un Dios que crea la materia, y por tanto, es quien crea el mal (cfr. Blumenberg (2008: 126-128)). El concepto de cambio de época recibe un tratamiento específico al comienzo de la cuarta parte, si bien entendemos que se desarrolla a lo largo de toda la obra, en tanto es reconstruido a partir del modo en que, de acuerdo a Blumenberg, se constituyeron históricamente las diversas épocas. En tanto este cambio no consiste en una ruptura lineal, sino en un “cambio de reparto de papeles” (2008: 464), en el contexto del cual algunos elementos del período anterior se mantienen, mientras algunos nuevos se hacen ver. Blumenberg considera que Nicolás de Cusa y Giordano Bruno representan dos grandes figuras de umbrales, que muestran, gracias a su distancias respectivas a la revolución copernicana, el cambio de época en las diferencias y las coincidencias de sus filosofías (2008: 467). teseopress.com Introducción • 17 “Si el mundo como creación agota por completo todas las posibilidades de la fuente del ser, sería una contradicción pensar que la divinidad podría haber realizado, después de la creación (…) una nueva posibilidad (…) Si el mundo en cuanto tal representa ya de un modo creíble la total autoprodigalidad de Dios ya no habría cabida en aquél para el hecho histórico de la Encarnación”.9 El Cusano resguarda un lugar decisivo para la Encarnación, que es de hecho necesaria, dentro del plan divino, porque esta visión de la creación da una perspectiva finalista. Al negar la distinción entre la generatio, el proceder como agotamiento de la divinidad, respecto de la creatio, que implica una ruptura entre la infinitud del Creador respecto de la creatura, Bruno suprime tanto la figura de Cristo como su función respecto de la unicidad de lo que existe.10 Blumenberg lo considera “una magnitud exactamente clasificable en la historia, que nos indica el gradiente del problema”,11 al reducir a Dios a una causa natural. La posición mediadora del Cusano se revelaría, de acuerdo a Blumenberg, en una anticipación de la ruptura de la trascendencia, en tanto su cosmología afirma la universalidad del movimiento, la homogeneización de la estructura física del universo, el establecimiento de la equivalencia entre los puntos de vista de un observador, entre otros. En este sentido, afirma: “La tierra no sólo estaba en el centro, sino que era también el último polo de referencia de todas las acciones cósmicas, que siempre venían desde arriba hacia abajo. Hasta el Dios de la Alta Escolástica se servía, para el ejercicio de su gobierno del mundo, de instancias mediadoras, de causalidades secundarias (…) Nicolás de Cusa rompe con este esquema. (…) La 9 10 11 Blumenberg (2008: 558) Blumenberg (2008: 562): “no sólo puede suprimirse el complemento cristológico, sino también su finalidad normativa respecto a la unicidad del mundo”. Blumenberg (2008: 563). teseopress.com 18 • La concepción cusana de la potencia trascendencia del Cusano no sería sólo una trascendencia de lo externo y lejano, sino también una trascendencia de la interioridad y de la cercanía.”12 La posición de Bruno, al defender el autoagotamiento de lo divino en el universo, implicaría una superación del dualismo gnóstico que habría permanecido en la distinción escolástica de potentia absoluta y potentia ordinata, que al entender de Blumenberg mantienen los residuos del dualismo gnóstico de un Dios salvador y un Dios creador. La interpretación de Blumenberg ha suscitado considerables respuestas. M. Falcioni, en su “Cusano e Bruno: Considerazioni al margine de Aspekte der Epochenschwelle” (2002), ha manifestado su desacuerdo respecto de la consideración blumenberguiana respecto de la trascendencia en la inmanencia en ambos autores. Si uno sigue la interpretación del filósofo de Lübeck, un intermediario entre Dios y el mundo se vuelve innecesario cuando se convierte al universo en un autoagotamiento de Dios. Sin embargo, observa Falcioni, el Cusano dedica el capítulo 9 del segundo libro de De docta ignorantia, y, añadimos nosotros, también el capítulo 13 de De mente, al Verbo. El Cusano, según Falcioni, necesita resolver el problema de cómo es posible que lo singular en la multiplicidad se fundamente sobre lo uno como razón de todo ser.13 Para explicar esto, el Cusano recupera el concepto de alma del mundo [anima mundi] de los platónicos, y, siguiendo la tradición, la hace mediar entre Dios y el mundo. Dios es causa eficiente, formal y final de todo, el alma del mundo no lo ayuda, sino que es una contracción de Dios en las cosas y de las cosas en Dios.14 Ahora bien, a pesar de que la mediación es necesaria, el Cusano, continúa Falcioni, debe rechazarla para evitar la localización de las ideas en una especie de esquema, como si las ideas en 12 13 14 Blumenberg (2008: 508-509). Falcioni (2002: 611): “che l'unico e semplice fundamento del tutto possa essere anche la ragione delle molteplici singolaritá”. Cfr. Falcioni (2002: 609-610). teseopress.com Introducción • 19 Dios se encontraran limitadas. El Cusano se enfrenta con un aspecto problemático: necesita el alma del mundo para explicar la contracción de lo absoluto en el universo, pero no puede utilizarla sin que esto implique una limitación de Dios. Así como cuando el escultor esculpe la piedra el propósito queda inmóvil en el alma, mientras, al mismo tiempo, ella mueve el cuerpo y los instrumentos, lo mismo ocurre con el alma del mundo, que mueve todo mientras permanece inmóvil e inmutable en tanto propósito del creador. Cuando nos ocupamos de este concepto en Bruno, observa Falcioni, también se enmarca en torno de la dialéctica complicatio-explicatio. También en Bruno Dios complica todo.15 Lo que distingue esta concepción de la cusana es que Bruno caracteriza al alma del mundo como “artífice interno”,16 pues, como veremos en el segundo capítulo, opera dentro de la materia. Concluye Falcioni: “Al eclipsis del alma del mundo en el Cusano sigue el eclipsis del Verbo en Bruno, recordando la tesis de Blumenberg. Esto puede ser, pero lo que se mantiene presente en Cusano y Bruno es la trascendencia de lo Uno. Esta es, pues, a pesar de Blumenberg, la cercanía de Cusano y Bruno: la trascendencia en la inmanencia.”17 15 16 17 Para las referencias al diálogo De la causa, principio e uno del Nolano seguimos la edición crítica de G. Bruno, De la causa, principio et uno, a cura di G. Aquilecchia, Einaudi, Torino 1973 (=A). A fin de apoyar esta afirmación, Falcioni cita De la causa, principio e uno (A: 163): “Il sommo bene, il sommo appetibile, la somma perfezzione, la somma beatitudine, consiste nell'unità che complica il tutto.”. En todas las traducciones de obras de Giordano Bruno citaremos del siguiente modo: en primer lugar, el año de edición de la traducción utilizada y el número de página correspondiente, luego el título de la obra de la edición crítica, con el número de página correspondiente: [2010: 75 (De la causa, principio e uno (A: 68))]: “artefice interno”. Falcioni (2002: 614-615): “All'eclissi dell'anima mundi in Cusano è seguita l'eclissi del Verbum in Bruno, da cui siamo partiti ricordando la tesi di Blumenberg. Ciò che però sempre è restato presente, in Cusano e Bruno, è la trascendenza dell'Uno. Questa, dunque, malgrado Blumenberg, la civinanza nella differenza tra Cusano e Bruno: la trascendenza nell'immanenza.”. La traducción es nuestra. teseopress.com 20 • La concepción cusana de la potencia Por eso afirma que en ambos filósofos se mantiene la cuestión de la relación Uno-múltiple. Contra la identidad que Blumenberg creía encontrar entre Dios y el mundo infinito, Falcioni afirma que lo que se da en Bruno es la dialéctica complicatio-explicatio. Por otra parte, David Salza, en su trabajo “De quoi le Cusain et le Nolain sont-ils le nom?” ha reivindicado la interpretación que propone Blumenberg en cuanto a la imposibilidad de pensar la historia de la Modernidad en términos de épocas. De acuerdo a la reapropiación que Salza realiza de la interpretación de Blumenberg, el Cusano y el Nolano pertenecerían al mismo suelo de época, se plantean las mismas preguntas, pero responden de manera distinta. Particularmente, se distinguen en los siguientes aspectos en cuanto a la coincidencia de los opuestos: mientras para Nicolás de Cusa implica que éstos se unifican en un principio que los precede, para Bruno se transforman los unos en otros en un tercer elemento en una alternancia vicisitudinal eterna, de modo que son inmanentes al proceso de la naturaleza, por lo que, dice “lo uno resuena en lo múltiple”.18 2. Las dimensiones de la potencia En el presente trabajo abordaremos la relación entre Nicolás de Cusa y Giordano Bruno a partir del concepto de potencia19 en cuatro dimensiones: 18 19 Salza (2012: 57): “l'un résonne dans le multiple”. Traducción nuestra. La problemática de la potencia tiene una importante historia en la tradición neoplatónica. De esta manera, Plotino en las Enéadas III, 8, 10 caracterizaba lo Uno como potencia de todas las cosas. Un siglo más tarde, Mario Victorino, una de las principales fuentes del ingreso del neoplatonismo en la tradición filosófica cristiana, definía a Dios como la potencia de lo que es [tou óntos] (cfr. D'Amico (2007: 39)). A partir de la influencia de Proclo, la teología apofática adquiría una formulación cristiana en la propuesta del Pseudo Dionisio Areopagita, quien dedica el octavo capítulo de De divinis nominibus al nombre “Potencia”, en tanto Dios posee una potencia previa a toda potencia, es infinitamente causante y productor. Como veremos en el apartado teseopress.com Introducción • 21 a) la metafísica: consideramos que el principio que fundamenta lo que existe es dinámico. Ambos autores, en nuestra opinión, problematizan la concepción aristotélica de la potencia en sentido pasivo, para presentarla como lo que hace ser a todo. En este sentido, nos ocuparemos centralmente del aspecto de la potencia, en el Cusano, abordando la noción de lo maximum absolutum presentada en el primer libro de De docta ignorantia, así como en su elaboración tardía, a partir del vocablo possest en el De possest, la concepción del posse en Compendium y, por último, la noción de posse ipsum en De apice theoriae; mientras que, en el Nolano, nos concentraremos en el abordaje de la potencia en De la causa, principio e uno y el modo en que permite dar cuenta de su particular concepción de la materia; b) la cosmológica: puesto que el fundamento de las importantes concepciones cosmológicas de ambos autores es una concepción dinámica de la metafísica, su universo es en ambos casos producto de la potencia divina, si bien, por un lado, el Cusano, tal como despliega su doctrina en el segundo libro de De docta ignorantia, considera que este universo presenta una posibilidad pasiva, y reserva la posibilidad absoluta a Dios, el Nolano, a partir de un abordaje de Del infinito universo e mondi, realiza una formulación de la posibilidad en el universo como lo que contiene todo en todo, en un despliegue infinito de la materia en perpetua mutación; c) la antropológica: la concepción del hombre reviste, en ambos autores, un carácter fuertemente dinámico. Para Nicolás, según afirma de modo contundente en Idiota. De mente, el hombre se presenta como la viva imagen de Dios [viva imago dei], tiene un lugar central por su ubicación como creatura más proporcionada y semejante a su Crea- 10.1, a partir del siglo XII la distinción entre potentia absoluta y potentia ordinata adquirió una gran importancia en el mundo cristiano para dar cuenta de la omnipotencia divina sin poner en peligro la teología y la cosmología aceptadas por la Iglesia. teseopress.com 22 • La concepción cusana de la potencia dor. En Bruno, por otra parte, el hombre es producto de la mutación infinita de la naturaleza, lo cual veremos explicitado en Cabala del cavallo pegaseo, si bien esto no implica que se convierta en algo ínfimo, sino que, al adquirir un conocimiento de la naturaleza de la que forma parte, como veremos al abordar Spaccio de la bestia trionfante, puede encontrar su rol activo en la naturaleza; d) la histórico-social: la construcción de las sociedades resulta, producto de sus antropologías, en un aspecto dinámico de la doctrina de ambos autores. En efecto, el Cusano propondrá, en De pace fidei, la paz perpetua como el fruto de la perpetua búsqueda de la conciliación de las aparentes diferencias en una unidad que no las anule, sino que les asigne su lugar correspondiente, sin ocupar el de las otras expresiones. Por otra parte, veremos que Bruno presenta la construcción de las sociedades, en Spaccio de la bestia trionfante, producto del trabajo de los hombres, de modo que, si bien éstos integran la naturaleza, pueden a su vez crear una nueva. Por otra parte, el Nolano formula de modo explícito en esta obra la necesidad de una reforma de la sociedad contemporánea, debido al estado de oscuridad que predomina a partir del cristianismo. A continuación comenzaremos, pues, el abordaje de la doctrina cusana de la potencia, partiendo de un itinerario biográfico e intelectual, para luego dar lugar a la consideración de estas diversas dimensiones de su doctrina. teseopress.com 1 Nicolás de Cusa §1. Itinerario biográfico e intelectual de Nicolás de Cusa (1401-1464) En el caso de un pensador tan involucrado con su tiempo, tanto en lo contemplativo como en lo público, es menester una contextualización de los rasgos más salientes de su vida, de un lado, para conocer los hechos que de alguna manera afectaron su posicionamiento respecto de ciertas problemáticas, de otro, porque el repaso de sus fuentes revela los intereses que se desprenden de su prolífica obra. Nicolás de Cusa nació en 1401 en el pueblo de Kues, a orillas del río Mosela, en el seno de una familia de la naciente clase media. Poco se sabe de los primeros años de su vida; y si bien una leyenda lo ubicaba tempranamente estudiando con los Hermanos de la Vida Común, una comunidad religiosa pietista fundada en el siglo XIV por Gerard Groote que señalaba la relevancia de una vida dedicada a la meditación personal y a la separación respecto de los bienes y los placeres terrenales, frente a una situación de descrédito del clero en general, se ha demostrado en investigaciones recientes que esto no sucedió.1 1 Cfr. Meuthen (1993: 39-54). Entre quienes dan crédito a esta leyenda podemos citar a F. de P. Samaranch, en su estudio introductorio al De dios escondido/De la búsqueda de Dios (p. 9) y L. A. y J. E. Burucúa en su estudio al Sobre la paz de la fe; por otra parte, K. Kremer (2002: 21) no la menciona, como tampoco G. Santinello (1971: 7). teseopress.com 23 24 • La concepción cusana de la potencia Hacia el año 1416, cuando el Cusano contaba quince años, se encontraba matriculado en la Universidad de Heidelberg, que se encontraba por entonces bajo el rectorado de Nycolaus de Bettenberg. Allí permanecería por un año estudiando las artes liberales del trivium (gramática, retórica y lógica) y el quadrivium (aritmética, geometría, música y astronomía). Esta universidad se caracterizaba en la época por ser uno de los centros de estudios más importantes como exponentes de la llamada via nova, es decir, nominalista, ya desde los tiempos en que era rector allí Marsilio de Inghem (1330-1396), y probablemente en este contexto se haya puesto en contacto con algunas tesis esta escuela. Su siguiente destino fue la Universidad de Padua, en donde obtendrá en 1423 el título de doctor decretorum. Los canonistas paduanos eran defensores de la tradición conciliarista, muchos habían de hecho participado del Concilio de Constanza (1414-1418), que puso fin al Cisma de Occidente (1378-1417) y sentaron las bases jurídicas para un gobierno conciliar en la Iglesia. Allí conoció a maestros como Prodoscimo Comte y Giuliano Cesarini (1398-1444), al que dedicará De docta ignorantia y De coniecturis, y también a científicos como Vittorino da Feltre (1378-1446), Paolo dal Pozzo Toscanelli (1397-1482), quien lo acompañaría en el lecho de muerte, y Prosdocimo de Beldomandi (c. 1380-1428). En el año 1425 el Cusano se matriculó en la Universidad de Colonia, donde los intereses predominantes de sus estudios serán, ya no los del derecho, sino los teológicos y filosóficos.2 Esta universidad se encontraba bajo el rectorado de Petrus de Wiilre, un realista, es decir, defensor de la via antiqua. Allí trabó contacto con Heymericus del Campo (1395-1460), su fuente fundamental en el estudio de 2 No obstante, los intereses por las leyes no desaparecen de la perspectiva de Nicolás. Prueba de esto es su estudio en la Catedral de Colonia de antiguos libros de leyes, y en De conc. cath. III (h XIV/3 n.316): “Ego enim Colonie in maiori ecclesia volumen ingens… omnium bullarum vidi”; sumado a que, de acuerdo a M. Watanabe, allí el Cusano habría enseñado leyes (2011: 94). teseopress.com Nicolás de Cusa • 25 Pseudo Dionisio Areopagita y quien conoció y tal vez enseñó al Cusano sobre Raimundo Lulio.3 Podemos ubicar en este período el origen del interés neoplatónico del Cusano, como también la utilización de los procedimientos simbólicos aplicados a problemas teológicos. Por ser en este tiempo clérigo de la diócesis de Trier, fue conocido bajo el nombre de Nicolaus Treverensis, y adquirió fama entre los humanistas como Poggio Bracciolini (1380-1459), Guarino de Verona (1374-1460), Lorenzo Valla (1406/7-1457) y Enneas Silvio Piccolomini (1405-1464) por su descubrimiento de numerosos textos clásicos.4 En septiembre de 1430, el Cusano presentó su primera y última apelación, por su protector el conde Ulrico de Manderschied, que aspiraba al arzobispado de Tréveris, y con este fin se integra en el Concilio de Basilea, para la intervención del papa Martín V. Pese a que Nicolás pierde su causa, permanece en el Concilio, donde integra la comisión de fide en favor de la causa conciliarista, y se hace amigo de Juan de Segovia, quien se convierte de la defensa del papado en el Concilio. Fruto de esta experiencia, así como de sus estudios paduenses, es la primera obra de envergadura del Cusano: De concordantia catholica (1433), donde presenta las bases metafísicas que sustentan una propuesta jurídica para solucionar el problema eclesiástico. 3 4 De hecho, no se sabe si fue el maestro (Heymericus) quien acercó al discípulo (Nicolás) a la obra de Lulio, o bien si fue el Cusano quien primero estudió al mallorquí y se lo hizo llegar a su maestro, dado que, mientras los primeros testimonios de la lectura de Heymericus datan de 1432-1435, el Cusano ya había hecho anotaciones marginales hacia 1428. Cfr. E. Colomer (1975), quien ha sido uno de los que más trabajó la relación entre Del Campo y el Cusano, así como en numerosos artículos, en los dos capítulos que dedica a este tema de su libro citado. Entre los descubrimientos de Nicolás se encuentran: De republica, De legibus y De fato de Cicerón, comedias de Plauto, la Historia naturalis de Plinio, toda la obra de Aulio Gelio, la obra casi completa de Quinto Curzio, varios textos de Cipriano y Tertuliano, entre otros. Cf. Sabbadini (1905: 110). teseopress.com 26 • La concepción cusana de la potencia A pesar del compromiso del Cusano por el conciliarismo, como efecto de su afinidad por las políticas tomadas por el papa Eugenio IV que parecían encaminar una reforma de la Iglesia, y de la tarea de ciertos cardenales papistas, Nicolás, así como otros cardenales, pasó a defender el partido papal, con tanto denuedo que llegó a ser llamado por Eneas Silvio Piccolomini, el futuro Pío II, “el Hércules de los eugenistas”.5 En mayo de 1437 deja Basilea, donde se hallaba hacía un año presidiendo la Comisión de Fe del Concilio, llamado por Giuliano Cesarini a un concilio convocado por el papa Eugenio IV mediante la bula Pridem ex justis del día 30 de diciembre de 1437 en pos de la unión entre Oriente y Occidente, el cual comenzaría a principios de 1438 y se prolongaría durante siete años en las ciudades de Ferrara, Florencia y Roma-Letrán. El 5 de julio de 1439 se declara en Florencia la unión de las iglesias de Oriente y Occidente. Sin embargo, un concilio paralelo que tomaba lugar en Basilea (al cual Nicolás había acusado de cismático) depuso a Eugenio IV y nombró a Amadeo de Saboya como Papa en su reemplazo, bajo el nombre de Félix V, con el apoyo, entre otros, del influyente antiguo amigo de Nicolás Eneas Silvio Piccolomini. Como producto de estos enfrentamientos, la unión declarada en Florencia no echa raíces: al regresar a Oriente los Padres enviados al concilio, recibieron el rechazo de su gente. 5 Meuthen, E. y Hallauer, H., (1976-1996): n. 427: “Hercules tamen omnium Eugenianorum Nicolaus Cusanus existimatus est”. Los motivos del cambio de partido del Cusano son difíciles de determinar. En su época fueron visto mayormente de modo negativo, pues se entendió que su único móvil era el interés, como en el caso de Juan de Segovia, con quien se enemistará por más de diez años. Con todo, otros vieron como motivo de este cambio la convicción de que sólo Eugenio IV podía ser el garante de la ansiada unión entre Oriente y Occidente. Entre los compañeros de ruta del Cusano en la búsqueda de diez años en pos de aliados al papismo podemos citar los siguientes nombres: Nicolás Albergati, Tomás Parentucelli (el futuro Nicolás V, que nombraría cardenal al Cusano), Juan de Carvajal y Juan de Torquemada. teseopress.com Nicolás de Cusa • 27 Sin embargo, nos interesa particularmente que, en el retorno de Constantinopla, antes de sospechar que esta unión habría de fracasar, es cuando Nicolás afirma haber recibido “por un supremo don del Padre de las luces”,6 la intuición que lo llevará a escribir De docta ignorantia, cuya redacción concluye el 17 de febrero de 1440 en su pueblo natal. Durante los siguientes diez años, durante los cuales permanecerá en tierras germanas, el Cusano compondrá las siguientes obras: De coniecturis, De deo abscondito (1440-1445), De quaerendo deum, De filiatione dei, De geometricis transmutationibus, De arithmeticis complementis (1445), De dato patris luminum, Coniectura de ultimis diebus (1446), De genesi (1447) y Apologiae doctae ignorantiae (1449). Esta última obra la compone en ocasión de una crítica recibida por el rector de la Universidad de Heidelberg, Johannes Wenck, en su obra De ignota litteratura (1440), en la que era acusado de sostener la identidad entre Creador y creatura, esto es, en términos modernos, una metafísica panteísta. En el año 1450 Nicolás viaja a Roma para recibir el capelo cardenalicio de manos de su amigo Tomás Parentucelli, entonces Papa Nicolás V, allí se vincula con humanistas como Lorenzo Valla y probablemente Leon Battista Alberti, y compone los cuatro diálogos llamados “libros del ignorante” [Idiotae librii]: De sapientia I y II, De mente y De staticis experimentis. En este año adquiere una copia del Comentario al Parménides de Proclo,7 que será un elemento muy significativo en su formulación teológica tardía. 6 7 Para las referencias a las obras del Cusano seguimos la edición crítica de la Nicolai de Cusa, Opera Omnia, iussu et auctoritate Academiae Litterarum Heidelbergensis ad codicum fidem edita (h). Las abreviaturas utilizadas se encuentran indicadas en la Bibliografía. En todas las traducciones de obras de Nicolás de Cusa citaremos del siguiente modo: en primer lugar, el año de edición de la traducción utilizada y el número de página correspondiente, luego el título de la obra de la edición crítica, con el número de página correspondiente: [2009: 125 (De docta ign. III Ep. (h I n.263))]: “credo superno dono a patre luminum”. La copia cusana de este texto corresponde al Codex Cusanus 186. teseopress.com 28 • La concepción cusana de la potencia En 1452 es nombrado obispo de Brixen (el nombre alemán de la ciudad, Bressanone en italiano), en el sur del Tirol, y viaja a Alemania con el fin de establecer la paz en la región. Este período está signado por dos preocupaciones centrales: a) en el orden metafísico, la controversia acerca de la teología mística, pues en este período visita a los monjes de Tengersee y compone el De visione Dei (1453); b) en el orden eclesiólogo-político, las consecuencias de la caída de Constantinopla, acaecida inmediatamente después de la composición de su gran opúsculo acerca de la conciliación de los ritos en De pace fidei (1453). Hacia 1454, el Cusano se enfrenta con el duque Segismundo, a causa de una disputa que la nobleza tenía con el clero respecto de los impuestos debidos a los territorios a ellos asignados. Luego de una amenaza de muerte que Nicolás recibe del duque, en lo que se conoce como el Wilten affair, a mediados de julio de 1457 se refugia en el castillo de Andraz, donde permanecería, no obstante algunas breves ausencias, hasta el 14 de septiembre de 1458.8 Luego de que su amigo Eneas Silvio Piccolomini asumiera el papado con el nombre de Pío II el 19 de agosto de 1458, el Cusano se instala en Roma, donde, siendo aún cardenal, Piccolomini le había dicho, dos años antes, que debía permanecer, por su cargo eclesiástico.9 En este contexto el Cusano compone De beryllo (1458), donde evalúa las tradiciones teológicas y filosóficas a la luz de la lente de la coincidencia de los opuestos [coincidentia oppositorum]. En Roma, Nicolás continúa trabajando temáticas tan diversas como una hermenéutica del Corán, en la Cribatio Alkorani y un tratado metafísico como De li non aliud (1462). Profundiza la temática del principio metafísico absoluto y los nombres divinos en sus últimas obras: De principio y De 8 9 Cfr. Watanabe (2011: 349-350). Cfr. Watanabe (2011: 350). teseopress.com Nicolás de Cusa • 29 aequalitate (1459) y De possest (1460) De venatione sapientiae (1463), De ludo globi, Compendium (1463-4) y, finalmente, De apice theoriae (1464). Muere el 11 de agosto de 1464 en Todi, rumbo a Ancona, donde se encontraría con el Papa Pío II para realizar una cruzada contra los turcos10. Su cuerpo descansa en San Pietro in Vincoli, Roma; su corazón, por su explícita voluntad, descansa en Bernkastel-Kues, su pueblo natal, donde también se conserva su Biblioteca. 1.1. Historia de su recepción 1.1.1. Siglos XV a XVII: la edición de su obra Nicolás de Cusa no fundó una escuela de pensamiento, por lo que la difusión de su obra en un comienzo estuvo limitada a los ámbitos monásticos, sobre todo en Alemania e Italia.11 Las primeras ediciones de sus obras fueron: la edición de Estrasburgo (1488), por Martin Flach; la edición de Milán (1502), por Roland Paravicini y publicada en Corte Maggiore cerca de Piacenza por Benedictus Dolcibelli; la edición de Paris (1514), por el famoso humanista Jacques Lefèvre d’Étaples, editada por Jodocus Badius Ascensius, que es la más significativa, pues contiene por primera vez el De concordantia catholica y extractos de algunos sermones bajo el título de Libri excitationum; por último, la edición de Basilea (1565), por Henri Petri.12 La importancia de la edición de Lefèvre d’Étaples radica especialmente en que en 10 11 12 No queremos dejar de observar lo significativo de la situación: el Cusano, un filósofo de la concordancia de las distintas religiones muere en los albores de una cruzada contra los turcos. Cf. Santinello (1987: 143). El capítulo titulado “Storia della critica” de dicho libro ha sido una de las fuentes principales que seguimos en este apartado, junto con las obras citadas de Kurt Flasch, Stephan Meier-Oesen y Morimichi Watanabe. Cf. Watanabe (2011: 5). teseopress.com 30 • La concepción cusana de la potencia su caso y en su discípulo Charles de Bovelles, encontramos una influencia directa de la impronta de la teología mística del Cusano sobre otro pensador,13 donde hallamos el interés por la especulación dionisiana y neoplatónica, así como la polémica con la enseñanza predominante en las universidades de la época, la concepción sapiencial de la sabiduría y la coincidencia de los opuestos. Por otra parte, durante el siglo XVI y XVII tuvo gran repercusión la teoría cosmológica del Cusano: Nicolás Copérnico, Giordano Bruno, Tomás Campanella, Johannes Kepler, René Descartes, Pierre Mersenne y Pierre Gassendi se cuentan entre los nombres que citan, aluden o retoman la teoría cosmológica cusana. Por último, el Cusano estuvo fuertemente ligado, especialmente en Inglaterra y Alemania,14 a la idea de tolerancia religiosa, a partir de su ferviente prédica en torno al diálogo entre religiones, tanto en la práctica, a partir de su obrar en pos del diálogo, como por la teoría, en obra tales como De pace fidei o Cribatio Alkorani. 1.1.2. De la Ilustración al hegelianismo Siguiendo a Giovanni Santinello, podemos decir que la actividad historiográfica moderna relativa al Cusano comienza con la biografía titulada Vita Nicolai de Cusa en 1730 de Caspar Hartzheim, la cual, si bien imprecisa en algunos datos históricos, sienta las bases de las exposiciones de su pensamiento en el aspecto matemático, teológico y filosófico. Es, sin embargo, durante la segunda mitad del siglo XVIII y la primera del siglo XIX que se establecen los primeros juicios sobre la obra filosófica del Cusano, en el ámbito de los autores alemanes. Johann Jakob Brucker, en su Historia critica philosophiae a mundi incunabulis ad nostram usque aeta13 14 Es motivo de discusión la posible influencia del Cusano respecto de los humanistas italianos. Cfr. Flasch (2003: 211-214), Garin (1984: 159-196), Cassirer (1951: 68), entre otros. Cfr. Santinello (1987: 144-145). teseopress.com Nicolás de Cusa • 31 tem deducta (Leipzig 1742-1744, 5 tomos, siguientes ediciones en 1766 y 1767) no le dedica mucho espacio a Nicolás, ubicándolo entre los humanistas, que se ocupaban más de la formulación externa de la filosofía que de su contenido, y da a entender un cierto escepticismo en su pensamiento, como consecuencia de la afirmación cusana de la incapacidad del intelecto humano de captar la verdad. Johann Gottlieb Buhle, en su Lehrbuch der Geschichte der Philosophie und einer kritischen Literatur derselben (Göttingen 1796-1804, 8 tomos), continúa la interpretación escéptica de Brucker, pero ubicando al Cusano en la recuperación de la filosofía griega. Wilhelm Gottlieb Tennemann, por su parte, en Geschichte der Philosophie (Leipzig, 1814), se centra en el aspecto místico del Cusano y del principio del número en su filosofía. Friedrich Schlegel ubica a Nicolás en el marco del pensamiento medieval y oriental, relacionándolo con Pico della Mirandola, Reuchlin y la cábala. Si bien G. W. F. Hegel ignorará totalmente al Cusano, sus discípulos historiadores serán responsables de dedicarles amplios capítulos en el marco de la filosofía del Renacimiento. Así, Heinrich Ritter, en su Geschichte der neuern Philosophie (Hamburg, 1850) dedicará la primera parte (pp. 141-219) al Cusano, ubicándolo entre los primeros pensadores de la Modernidad, caracterizándolo como una especie de panteísmo naturalista, aunque al mismo tiempo distinguiendo a Dios del mundo y resguardando el carácter de este como creatura. 1.2.3. El Cusano precursor de la Modernidad Franz Scharpff y Düx son los primeros en recuperar la figura del Cusano como precursor de la filosofía de la Modernidad. El primero, luego de recuperar material de manuscritos de la biblioteca del Cusano en Kues, estudia la actividad político-religiosa, presentándolo como un reformador teseopress.com 32 • La concepción cusana de la potencia moderado, aunque en un estricto catolicismo.15 Por este motivo, la defensa de la ortodoxia del pensamiento cusano, Scharpff se opone a las acusaciones de panteísmo, señalando que, pese a que el vocabulario del Cusano parezca indicar algo distinto, el espíritu de su filosofía está orientado hacia una doctrina creacionista. F. Clemens, al que también hacíamos referencia más arriba, se ocupa de la cuestión del panteísmo a propósito de su obra acerca de la relación entre el Cusano y Bruno, y si bien reconoce una influencia directa, distingue el panteísmo emanantista de Giordano Bruno de la doctrina cusana, que admite la creación, la trascendencia y el valor histórico del cristianismo. En este período hacen aparición dos importantes estudiosos italianos: Spaventa y Fiorentino. El primero se concentra en distinguir al Cusano del misticismo escolástico, por tratarse, en su opinión, de un naturalismo muy cercano al bruniano; en tanto Fiorentino se ocupa especialmente de la temática antropológica. Pierre Duhem, por su parte, se ocupa de los aspectos matemáticos, astronómicos y metafísicos del Cusano, así como también legó a generaciones futuras la asunción de una influencia sobre Leonardo, Copérnico y Galileo. El filósofo neo-kantiano Ernst Cassirer dedica al Cusano el primer capítulo de su central e influyente obra El problema del conocimiento en la filosofía y la ciencia moderna (Das Erkenntnisproblem in der Philosophie und Wissenschaft der neueren Zeit), cuyo primer volumen se publicó en 1906. Considera allí que se produce una evolución en el pensamiento cusano entre las primeras obras, que se centran en la doctrina ignorante, y aquellas publicadas a partir de 1450, donde se valorizaría en mayor grado la importancia de la finitud del individuo y del proceso de aproximación a partir de la producción de símbolos. 15 G. Santinello observa que esto le permite a Scharpff oponerse a la pretensión protestante de monopolizar el movimiento reformístico del Renacimiento (1987: 149). teseopress.com Nicolás de Cusa • 33 El influyente pensador Werner Beierwaltes, en su obra Identität und Differenz (1980/1989)16 realiza un estudio acerca de los aspectos de la identidad y la alteridad en pensadores platónicos y neoplatónicos, que abarca a Platón, Plotino, Proclo, el Pseudo Dionisio, Mario Victorino, Agustín de Hipona, Meister Eckhart, el Cusano, Bruno, Hegel, Schelling, Theodor Adorno y Martin Heidegger. En lo que concierne en la relación a nuestros autores, la posición de Beierwaltes es que en Giordano Bruno se encuentra una acentuación del concepto de inmanencia, a partir de la caracterización del universo como identidad.17 A pesar de esto, observa finamente que esta unidad sólo es accesible, como ocurre en el Cusano, a partir de la multiplicidad; en términos de De gli eroici furori, sólo puede accederse a la unidad de Apolo a partir de Diana.18 Con todo, el debate sobre las modernidades del Cusano sigue vigente. Baste para ello recordar el volumen Die Modernitäten des Nikolaus von Kues. Debatten und Rezeptionen, que recoge los trabajos de la Jungcusanertagung 2010, celebrada entre el 5 y el 7 de febrero en Mainz, donde se despliegan estudios respecto de los distintos acercamientos a la modernidad del Cusano, desde sus propias afirmaciones, donde se caracteriza como un modernizador del pensamiento de su tiempo, pasando por la filosofía oriental, con el pensamiento y la cultura renacentista,19 hasta llegar a los siglos XIX y XX, con trabajos sobre la influencia del pensamiento cusano sobre Scheleirmacher, Hermann Cohen y Ortega y Gasset. 16 17 18 19 Utilizamos la traducción italiana, citada en la Bibliografía. Beierwalters (1989: 208). Beierwaltes (1989: 234-235). Entre los que se encuentra un capítulo que examina la influencia sobre Giordano Bruno, Omodeo, P.D., “Minimum und Atom. Eine Begriffserweiterung in Brunos Rezeption des Cusanus”, en Die Modernitäten des Nikolaus von Kues. Debatten und Rezeptionen, Tom Müller & Matthias Vollet (Hg.), transcript Verlag, Bielefeld, 2013, pp. 289-308. teseopress.com 34 • La concepción cusana de la potencia §2. La temprana metafísica cusana de la potencia De docta ignorantia es la primera obra en la que el Cusano expone de modo expreso y sistemático su doctrina metafísica y las consecuencias cosmológicas y antropológicas que de ella se desprenden. Esto lo lleva adelante a través de la categoría de lo máximo [maximum]. La obra se divide en tres libros: en el primero se ocupa de lo máximo en sentido absoluto [maximum absolutum], en el segundo de lo máximo en su aspecto contracto [maximum contractum] y en el tercero de lo máximo en cuanto es al mismo tiempo contracto y absoluto [maximo, quod simul est contractum et absolutum]. Lo máximo absoluto es definido como “aquello mayor que lo cual nada puede ser”;20 aquí presentará los principales tópicos de su metafísica, que continuará desarrollando durante el resto de su obra, entre los que podemos destacar: la incomprehensibilidad de lo absoluto, la coincidencia de los opuestos y la uni-trinidad de lo máximo absoluto. En el segundo, se concentra en el aspecto de lo máximo, ya no ab-soluto (es decir, desvinculado), sino como la explicación [explicatio] de la unidad en la diversidad del universo o máximo contracto, y estudia sus consecuencias metafísicas: la estructura trinitaria de los entes contractos, la incomprehensibilidad de la complicación y explicación de lo máximo y la propia doctrina cosmológica, que extrae de sus consideraciones metafísicas. Finalmente, en el tercer libro, el Cusano se ocupa de desarrollar la unidad de lo máximo absoluto y contracto a través de la figura de Cristo, en la que confluye su concepción antropológica, que se encuentra implicada a la cristología, en tanto en la figura Jesucristo se encuentra complicada la humanidad en una dimensión máxima, de modo que permite la vinculación de la esfera de lo contracto a lo absoluto. 20 [2003: 41 (De docta ign. I c.2 (h I n.5))]: “Maximum autem hoc dico, quo nihil maius esse potest”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 35 2.1. Lo máximo es comprensible sólo incomprensiblemente En el capítulo primero del primer libro de De docta ignorantia, el Cusano sostiene que toda investigación comienza con la proporción comparativa [comparativa proportione].21 De donde aquello que excede a toda proporción, esto es, lo infinito, no puede ser conocido; sólo puede conocerse aquello donde se da la alteridad. Lo máximo, definido como aquello mayor que lo cual nada puede ser, escapa en cuanto tal a toda proporción y a todo conocimiento. De modo que el entendimiento nunca puede comprender [comprehendit] la verdad con tanta precisión [praecise] que no pueda ser mayor. Con el propósito de ilustrar esta doctrina, el Cusano se servirá de símbolos matemáticos: “El entendimiento se dirige hacia la verdad como el polígono hacia el círculo, que cuanto muchos más ángulos tuviera inscripto, tanto más semejante será al círculo, sin embargo nunca logrará que sea igual, aun cuando multiplicara los ángulos al infinito, a no ser que se resuelva en identidad con el círculo.”.22 Por este motivo, dado que lo máximo absoluto no puede ser alcanzado por un entendimiento finito a partir de la proporción comparativa, el Cusano dirá: “No alcanzamos lo máximo (…) de otra manera que incomprensiblemente”.23 Esto significa que la incapacidad de la mente humana para alcanzar la unidad divina en su precisión no implica la inal21 22 23 Cfr. [2003: 39 (De docta ign. I c.1 (h I n.3))]: “Omnis igitur inquisitio in comparativa proportione facili vel difficili existit”. [2003: 45-47 (De docta ign. I c.3 (h I n.10))]: “Intellectus igitur (…) habens se ad veritatem sicut polygonia ad circulum, quae quanto inscripta plurium angulorum fuerit, tanto similior circulo, numquam tamen efficitur aequalis, etiam si angulos in infinitum multiplicaverit, nisi in identitatem cum circulo se resolvat.”. [2003: 47 (De docta ign. I c.4 (h I n.11))]: “Maximum (…) non aliter quam incomprehensibiliter attingimus.”. teseopress.com 36 • La concepción cusana de la potencia canzabilidad de dicha unidad, dado que podemos alcanzarla, pero sólo por medio de la “doctrina ignorante”; esto es, de modo incomprenhensible. La proporción requiere dos elementos: convergencia en algo uno y divergencia en la alteridad. Para que la proporción sea posible se requiere el número. Por esto dice el Cusano: “el número incluye todas las cosas proporcionables”.24 Puesto que el número proviene de la unidad y abarca la infinitud mensurable, no existe un número mayor que el cual ninguno pueda ser, porque sería al mismo tiempo máximo y mínimo, ya que sería la unidad absoluta. De este modo, el ascenso de un número a otro es siempre el paso de la infinitud en potencia al acto finito.25 Partiendo de la multiplicidad no se puede alcanzar la unidad absoluta, pues entre lo finito y lo infinito no hay proporción.26 Antes de avanzar, debemos considerar un principio central en la especulación cusana, el de la coincidencia de los opuestos [coincidentia oppositorum]. El Cusano propone una demostración de este concepto a partir de la simbología matemática. Una línea infinita, nos dice en el capítulo 13 del primer libro, es máximamente recta y mínimamente curva, pues el diámetro de un círculo dado es una línea recta, y cuanto mayor sea el diámetro menor será la curvatura, por lo que en una línea infinita coincidirán la recta máxima con la curva mínima.27 En el capítulo 14 muestra que la línea infinita es triángulo a partir de las siguientes premisas: a) lo máximo e infinito no puede sino ser uno; b) los dos lados de un triángulo unidos no pueden ser menores que un tercero; entonces, c) dado un triángulo con un lado infinito, los otros lados también lo serán; d) dado que cada parte del infinito es infinita, todo triángulo que tenga un lado infinito tendrá también los otros lados infinitos; e) no puede 24 25 26 27 [2003: 41 (De docta ign. I c.1 (h I n.3))]: “Numerus ergo omnia proportionabilia includit.”. Cfr. De docta ign. I c.5 (h I n.13). Cfr. De docta ign. I c.1 (h I n.3); De docta ign. I c.3 (h I n.9). Cfr. De docta ign., I c.13 (h I n.35). teseopress.com Nicolás de Cusa • 37 haber muchos infinitos; entonces f) el triángulo estará constituido por una sola línea infinita.28 Por último, en el capítulo 15 el Cusano muestra que la línea infinita es círculo y esfera: a) dado un triángulo formado a partir de un punto A y la traslación de un punto B a uno C, si el radio de A a B fuese infinito y B diese una circunvalación completa hasta volver al punto de partida, se formaría un círculo máximo; b) dado que BC sería una porción de este círculo infinito, sería una línea mínimamente curva o máximamente recta; c) dado que cada parte del infinito es infinita, BC no sería menor que el arco total de la circunferencia infinita; d) por lo que el triángulo ABC es en potencia una círculo infinito; e) por último, la línea AB también será infinita, por ser parte de la línea infinita, y dado que no puede haber dos infinitos, en la línea AB están el triángulo y el círculo infinitos en potencia. Finalmente, prueba que la línea es esfera porque, dado el círculo construido, en el que la línea AB constituye el radio y la línea BC un tramo del arco de la circunferencia, pero que constituyen una sola línea infinita, en realidad el punto C es el retorno de la línea AB sobre sí misma, en lo que se construye una esfera infinita, que no es sino una línea infinita en potencia. Retomando, ahora, la indagación cusana respecto del número, éste le sirve como elemento para superar la instancia de la proporción comparativa y tender conjeturalmente a la unidad absoluta. Afirma el Cusano: “Empero, no puede la unidad ser número porque el número que admite excedente, de ninguna manera puede ser en cuanto tal ni mínimo, ni máximo; pero es principio de todo número porque es lo mínimo. Y es el fin de todo número porque es lo máximo. Por lo tanto, la absoluta unidad, a la cual nada se opone, es la misma maximidad absoluta, la cual es Dios ben- 28 Cfr. De docta ign., I c.14 (h I n.37). teseopress.com 38 • La concepción cusana de la potencia dito. Esta unidad por cuanto es máxima no es multiplicable, porque es todo aquello que puede ser. En consecuencia, ella no puede volverse número.”29 La unidad absoluta no es un número, pues como tal sería proporcionable, sino que es el principio de todo número, por ser lo mínimo, y, por el principio de coincidencia de los opuestos, coincide con lo máximo, por lo que es también el fin de todo número. De este modo llega el Cusano a la unidad absoluta, que es todo lo que puede ser, es decir que su potencia se identifica con su esencia. 2.2. La concepción trinitaria de lo máximo absoluto Nicolás de Cusa se sirve de elementos filosóficos y teológicos para, a partir del capítulo 7 de De docta ignorantia, conceptualizar el movimiento de la unidad máxima. Este movimiento consta de tres momentos,30 que recibirán nombres provenientes de ambas tradiciones: a) unidad [unitas] o paternidad [paternitas]; b) igualdad [aequalitas] o generación [generatio]; c) conexión [connexio] o procesión [processio].31 Estos términos, de distintas fuentes, en la conceptua29 30 31 [2003: 51-53 (De docta ign. I c.5 (h I n.14))]: “Non potest autem unitas numerus esse, quoniam numerus excedens admittens nequaquam simpliciter minimum nec maximum esse potest; sed est principium omnis numeri, quia minimum; est finis omnis numeri, quia maximum. Est igitur unitas absoluta, cui nihil opponitur, ipsa absoluta maximitas, quae est Deus benedictus. Haec unitas, cum maxima sit, non est multiplicabilis, quoniam est omne id, quod esse potest. Non potest igitur ipsa numerus fieri.”. Como veremos en el próximo punto, lo unidad máxima es trina al mismo tiempo que una. Respecto de la tradición filosófica que recibe el Cusano, consideramos particularmente destacables a Agustín y la escuela de Chartres. El Hiponense, en su De doctrina christiana I, c. 5 afirma: “In Patre unitas, in Filius aequalitas, in Spiritu Sancto unitatis aequalitatisque concordia: et tria haec unum omnia propter Patrem, aequalia omnia propter Filium, conexia omnia propter Spiritum Sanctum” (PL, 34, 21). Por su parte, encontramos otra posible fuente en Thierry de Chartres, Commentum super Boethium de Trinitate: “Generatio est personae ex persona secundum eandem naturam productio vel semel vel bis vel ter vel deinceps, ut, si quis duos vel tres filios habuerit, et bis vel ter eiusdem naturae personam produxit. Unitas ergo ex se per semel teseopress.com Nicolás de Cusa • 39 lización cusana coinciden, pues refieren al mismo máximo absoluto o Dios, y sólo varían los nombres que reciben desde la tradición en que se los conceptualiza.32 2.2.1 Lo máximo es unidad, igualdad y conexión Nicolás muestra en primer lugar que el principio necesario de la alteridad, la desigualdad y la división temporal debe ser la unidad eterna [unitas aeterna], la igualdad eterna [aequalitates ergo aeterna] y la conexión eterna [et connexio sicut unitas est aeterna],33 pero, dado que no puede haber varios eternos, porque de lo contrario una eternidad sería previa a otra, lo cual es imposible,34 hay una sola eternidad que es al mismo tiempo unidad, igualdad y conexión. A continuación el Cusano describe este movimiento eterno y perfecto: a partir de la unidad eterna se genera la repetición de 32 33 34 aequalitatem gignit. Unitas enim semel unitas est. Gignit ergo unitas aequalitatem unitatis: ita tamen, ut res eadem sit unitas et unitatis aequalitas. Unitas ergo in eo quod gignit, Pater est: in eo quod gignitur, Filium est. Unum igitur est idem Pater est et Filius. Nec Pater tamen Filius est nec Filius Pater est, quia nec unitas in eo quod gignit genita est, nec in eo quod gignitur gignens est.” (D'Amico: 186-188). Si bien nos parece claro que la tradición filosófica que recibe el Cusano y de la que podemos decir que forma parte es también cristiana, la misma fue no obstante formada por conceptos de origen fundamentalmente neoplatónico pagano, que en Agustín recibieron una adaptación cristiana. Cfr. De docta ign. I c.7 n.18-20: “Alteritas namque idem est quod mutabilitas; sed omne, quod mutabilitatem naturaliter praecedit, immutabile est; quare aeternum. Alteritas vero constat ex uno et altero; quare alteritas sicut numerus posterior est unitate. Unitas ergo prior natura est alteritate et, quoniam eam naturaliter praecedit, est unitas aeterna. (…) Omnis enim inaequalitas in aequalitatem resolvitur; nam aequale inter maius et minus est. (...) Patet itaque, quod omnis inaequalitas demendo ad aequalitatem redigitur. Aequalitas ergo naturaliter praecedit in aequalitatem. (...) Sed probatum est aequalitatem praecedere natura inaequalitatem, quare et alteritatem; aequalitas ergo aeterna. (...) Si ergo unitas causa connexionis est, binarius vero divisionis: ergo, sicut unitas est prior natura binario, ita connexio prior natura divisione. Sed divisio et alteritas simul sunt natura; quare et connexio sicut unitas est aeterna, cum prior sit alteritate.”. Cfr. De docta. ign., I c.7 (h I n.21): “Si enim plura essent aeterna, tunc, quoniam omnem pluralitatem praecedit unitas, esset aliquid prius natura aeternitate; quod est impossibile.”. teseopress.com 40 • La concepción cusana de la potencia la unidad, que es su igualdad, pues es la multiplicación [multiplicatio] de la naturaleza que procede del padre al hijo.35 En tanto que la conexión procede de la unidad eterna a la igualdad de esta unidad y de la unidad de la igualdad a la unidad, la procesión desde ambas es la repetición de la unidad eterna y su igualdad.36 El Cusano distingue pues la unidad de la generación de la igualdad de la unidad de la procesión de una y otra en la conexión. Y afirma que cada uno de ellos es lo mismo: “uno y lo mismo es la unidad y la igualdad de la unidad y la conexión que procede de una y otra”.37 Unidad, igualdad y conexión son lo mismo, porque la eternidad es una. Si supusiéramos que la igualdad es distinta, tendríamos que suponer que la unidad se repite a sí misma sin su propia naturaleza eterna, lo cual supondría una contradicción. Del mismo modo, dado que la unidad y su igualdad son la misma eternidad, su conexión no podría darse sino eternamente. Y a través de este vocabulario filosófico y teológico el Cusano propone una concordancia de las distintas sectas, poniendo como fuentes de su indagación la filosofía pitagórica y los doctores de la Iglesia: “Y ésta es aquella unidad trina que Pitágoras, el primero entre todos los filósofos, honor de Italia y de Grecia, enseñó que debía ser adorada. (…) Más aún, que nuestros santísimos doctores llamaran a la unidad Padre, a la igualdad Hijo y a la conexión Espíritu Santo (…) Y ésta es, según lo estipulo con- 35 36 37 Cfr. De docta. ign., I c.8 (h I n.23): “Generatio est enim unitatis repetitio vel eiusdem naturae multiplicatio a patre procedens in filium”. Cfr. De docta ign. I c.9 (h I n.24): “ita processio ab utroque est repetitionis illius unitatis, sive mavis dicere unitatis et aequalitatis unitatis ipsius unitas (…) Merito igitur ab utroque procedere dicitur eo, quod ab altero in alterum quasi extenditur”. [2003: 61 (De docta ign. I c.9 (h I n.25))]: “unum tamen et idem est unitas et unitatis aequalitas et connexio procedens ab utroque”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 41 forme a la investigación pitagórica, la más manifiesta investigación de la trinidad en la unidad y de la unidad en la trinidad, la cual siempre ha de ser adorada”.38 2.2.2. Lo máximo es Padre, Hijo y Espíritu Santo Nicolás de Cusa, en la medida en que intenta establecer una filosofía cristiana, pondrá un gran empeño en demostrar la Trinidad en lo máximo, así también (como veremos en el próximo apartado) la trinidad en lo creado y de lo creado. De este modo, a partir del capítulo séptimo, y a lo largo de prácticamente todo el primer libro, el Cusano desplegará esta doctrina, bien en su particularidad o bien en conexión con otros aspectos de su pensamiento. En el punto anterior hemos trazado la conceptualización de lo máximo que propone el Cusano en términos de unidad, igualdad y conexión; así como, retomando conceptos de las Escrituras, se referirá a “paternidad”, “generación” y “procesión”. Pero el aspecto central que trata el Cusano es, como señala J. M. Machetta en una de sus notas a De docta ignorantia, “el esfuerzo para explicar, de alguna manera, el tema de la unidad que es trina y de la trinidad que es una.”39 Para arribar a la comprehensión de la trinidad de la unidad máxima, el Cusano presenta el siguiente ejemplo: la unidad del intelecto [unitatem intellectus] no es otra que el que entiende [intelligens], lo inteligible [intelligibile] y el entender [intelligere]. Si esto se traslada [transferre] a lo máximo, dice Nicolás, no se puede pensar que lo máximo es lo que máximamente entiende sin pensar que al mismo tiempo es lo máximamente inteligible y el máximo entender, 38 39 [2003 59-63 (De docta ign. I c.7-9 (h I n.21-26))]: “Et haec est illa trina unitas, quam Pythagoras, omnium philosophorum primus, Italiae et Graeciae decus, docuit adorandam. (…) Quod autem sanctissimi nostri doctores unitatem vocaverunt Patrem, aequalitatem Filium, et connexionem Spiritum sanctum (...) Et haec est meo arbitratu iuxta Pythagoricam inquisitionem trinitatis in unitate et unitatis in trinitate semper adorandae manifestissima inquisitio.”. Machetta (2003: 148). teseopress.com 42 • La concepción cusana de la potencia porque la unidad que es máxima intelección, no podría ser máxima si tuviera que buscar fuera de sí lo el que entiende, lo entendido o el entender.40 La mente humana no puede alcanzar la comprehensión de la uni-trinidad de lo máximo sino a través de la docta ignorancia. Afirma el Cusano: “Por cuanto en la docta ignorancia progresarás en este camino de modo que –en cuanto esto se le concede al que se supera por su interés de acuerdo con las capacidades del ingenio humano, puedas ver al mismo máximo uno e incomprehensible: Dios uno y trino siempre bendito”.41 El camino que ofrece para la comprensión de la divina unidad es la simbología matemática, que muestra la coincidencia de los opuestos y la unidad y simplicidad de lo máximo, a partir del estudio de la recta que se hace triángulo, círculo y esfera, como hemos visto más arriba. En el capítulo vigésimo, el Cusano formula dos razones adicionales para advertir la trinidad de la unidad máxima: a) lo máximo coincide con el triángulo máximo, que es la figura mínima que contiene y es medida de todos los polígonos, lo cual no se puede afirmar del cuadrángulo u otras figuras de más lados, pues no pueden contener ni ser medidas de los demás polígonos si existen algunos con menos lados que ellos;42 b) no hay otra manera de entender que lo máximo sea causa y medida de todas las cosas cuya unidad de ser es la trinidad, aunque nuestro concepto de trinidad sea infinitamente deficiente respecto de la máxima e incomprehensible verdad.43 40 41 42 43 Cfr. De docta ign. I c.10 (h I n.28). [2003: 67 (De docta ign. I c.10 (h I n.29))]: “quoniam in docta ignorantia proficies in hac via, ut – quantum studioso secundum humani ingenii vires elevato conceditur – videre possis ipsum unum maximum incomprehensibile, Deum unum et trinum semper benedictum.”. Cfr. De docta ign. I c.20 (h I n.60). Cfr. De docta ign. I c.20 (h I n.61). teseopress.com Nicolás de Cusa • 43 2.3. La potencia de lo máximo absoluto Para arribar a la caracterización de lo máximo absoluto como potencia en esta obra, debemos primero ordenar los elementos característicos de la unidad máxima. Lo máximo es: a) “lo que nada mayor que ello puede ser”,44 porque si hubiese algo mayor que lo máximo, esto formaría parte de lo que es proporcionable (es decir, habría algo mayor y algo menor que ello), y no sería, en rigor, máximo; b) uno; lo cual argumenta a partir de los siguientes puntos: α) todo lo que se puede nombrar puede recibir un número mayor o menor; β) no puede haber pluralidad sin número; γ) el número máximo se identifica con el mínimo; δ) puesto que no puede darse nada menor que la unidad, ésta será lo mínimo en cuanto tal, por lo que coincide con lo máximo,45 c) absoluto, dado que es desvinculado de toda oposición, nada es fuera de lo máximo, d) acto de todo ser posible, porque, al ser absoluto, todo lo que es recibe el ser de la absoluta potencia de lo máximo, pues, como dirá en el capítulo 22, todo cuanto puede suceder, están en Dios como acto, porque en lo máximo absoluto ninguna posibilidad queda sin actualización.46 El Cusano distinguirá en el segundo libro de esta obra la posibilidad absoluta de la contracta, como veremos en el próximo apartado. e) necesidad absoluta, dado que, al referirse a la verdad de lo que es, inaccesible para el intelecto, la llama “necesidad absolutísima –la que no puede ser ni más ni menos de lo 44 45 46 [2003: 41 (De docta ign. I c.2 (h I n.5))]: “Maximum autem hoc dico, quo nihil maius esse potest”. Cfr. De docta ign. I c.5 (h I n.13). Cfr. De docta ign. I c.22 (h I n.68): “quaecumque non evenient, sed evenire possunt, si in Dei sunt providentia, non sunt possibiliter, sed actu”. teseopress.com 44 • La concepción cusana de la potencia que es-”.47 Esto nos parece más comprensible al pensar que lo máximo absoluto es todo lo que puede ser y, simultáneamente, la actualidad de lo mismo. No se trata de una necesidad estanca, sino de la expresión de la absoluta necesidad. Así pues, vemos que ya al comienzo mismo de la especulación metafísica cusana se encuentra la meditación en la potencia como el dinámico fundamento ontológico de su filosofía. Puesto que Dios es la complicación “que es todo”48 de un modo simplísimo en tanto es acto de todo ser posible. A partir de los elementos que iremos desplegando en los próximos apartados acerca de la doctrina cusana en los siguientes años, hasta los opúsculos que compuso en su período de senectud, consideramos que los elementos centrales (incomprensibilidad de lo absoluto, coincidencia de los opuestos, unitrinidad de lo absoluto, la necesidad de la actividad divina en tanto acto de toda potencia y la relación de semejanza entre lo absoluto y lo contracto) se encuentran ya presentes en esta obra, aunque recibirán distintos grados de exposición según el contexto de su exposición. §3. La dimensión cosmológica de la temprana metafísica cusana de la potencia Luego de haber abordado la metafísica cusana, podemos, estudiando su concepción del universo, observar las consecuencias de su concepción de la potencia. El universo es una unidad que procede de la potencia divina; en tanto ésta se complica [complicatio] en la unidad y la simplicidad, su explicación se da en la multiplicidad y la división, de modo que 47 48 [2003: 47 (De docta ign. I c.3 (h I n.10))]: “absolutissima necessitate, quae nec plus aut minus esse potest quam est”. [2003: 43 (De docta ign. I c.2 (h I n.5))]: “quod est omnia”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 45 este universo es siempre imperfecto. Cada cosa del universo lo representa, al contraer del mejor modo [meliori modo] posible a Dios, por medio del universo.49 Un primer acercamiento a la concepción cusana del universo nos exige la clarificación del concepto “infinito”. Por un lado, lo absolutamente máximo, que es todo cuanto puede ser con toda potencia;50 este infinito se define por la plenitud de ser, que implica la carencia de límites, éste es el “infinito negativo” [negative infinitum]. Por otro lado, también se llama “infinito” a la totalidad de la creación, a todo lo que es excepto Dios, y a esto lo podemos llamar infinito no por la plenitud de su esencia sino por la carencia de límites; éste es llamado “infinito privativamente” [privative infinitum]. Así, aunque etimológicamente significa “lo que no tiene límites”, el vocablo infinito se predica de Dios y del universo de forma distinta. 3.1. Complicatio y explicatio La doctrina de la complicatio – explicatio es clave en la especulación cusana, pues partir de esta se establece la relación entre la unidad y la multiplicidad. Como veíamos en el apartado anterior, todo número despliega la unidad, que es su principio, y la unidad, que es lo máximo y el fin de todos los números, los contiene todos, los complica, y este esquema se aplica a todo lo que se encuentra en el universo contracto. La identidad es la complicación de la diversidad, y la diversidad el despliegue de la identidad; del mismo modo, la igualdad es la complicación de la desigualdad, y la desigualdad el despliegue de la igualdad; de la misma manera la simplicidad es la complicación de la división, y ésta es el despliegue la simplicidad. Dios, que es la unidad perfecta y lo 49 50 Una posible fuente de esta idea, citada por el propio Cusano, es la definición XIV del Liber XXIV philosophorum: “Deus est oppositio nihil mediatione entis” (D'Amico 2007: 210). Cfr. De docta ign. II c.1 (h I n.97): “Solum igitur absolute maximum est negative infinitum; quare solum illud est id; quod esse potest omni potentia”. teseopress.com 46 • La concepción cusana de la potencia máximo absoluto, es la complicación de todo el universo, y este en su pluralidad es el despliegue de Dios. Estas complicaciones no tienen existencia actual más que en Dios, que es la complicación de todas las cosas, es a la vez máximo y mínimo absolutos. Entre los sermones, que concentran elementos muy importantes de la especulación cusana, Nicolás hace referencia a que el nombre de Dios es complicación de toda voz significativa;51 el hombre es la complicación de las creaturas;52 la materia de metal es complicación de todas las formas de metal;53 el denario es la complicación de todo número, peso y medida54 y, la justicia complica todas las virtudes,55 entre otras referencias. En el capítulo 22 del primer libro de De docta ignorantia, tratando la manera en que la providencia de Dios abarca los contradictorios, el Cusano se refiere a través de una analogía a la naturaleza humana: “Como en esta similitud: la naturaleza humana es simple y una; si naciera un hombre cuyo nacimiento no se esperaba, nada se añadiría a la naturaleza humana, como tampoco nada se le quitaría si no naciera, así como tampoco cuando los 51 52 53 54 55 Cfr. Sermo XXIV (h XVI/4 n.48): “nomen, quod Tetragrammaton dicitur, non est magis nomen quam verbum, quia est complicatio omnis expressibilis significativae vocis”. Cfr. Sermo XLV (h XVII/2 n.5): “Et quia homo est complicatio creaturarum, non potuit creatura assumi a Creatore in unitate suppositi”. Cfr. Sermo CV (h XVII/6 n.4): “Quare materia quiescit in forma caeli sic voluntas in caritate, quae Deus est, sicut materia metallaris quiescit in auro, quia est complicatio virtutis omnis formae metallaris.” Cfr. Sermo CXVIII (h XVIII/2 n.7): “Denarius est complicatio virtualis ‹numeri, ponderis et mensurae.”. Cfr. Sermo CCXLII (h XIX/3 n.28): “In iustitia est pulchritudo et ordo et complicatio omnis virtutis.” teseopress.com Nicolás de Cusa • 47 nacidos mueren. Y esto es así porque la naturaleza humana complica tanto a aquellos que son como a los que no son ni serán, aunque pudieran haber sido.”56 Consideramos fundamental para la comprensión de la cosmología cusana la aplicación de esta noción de complicatio al movimiento, dado su énfasis en que éste en el universo se da siempre en grado mayor o menor. Así como Dios es la complicación de todo movimiento en la quietud, en el universo, el movimiento es la explicación de la quietud. En ese sentido dice el Cusano: “Ciertamente, la quietud es la unidad que complica el movimiento, el cual es, si adviertes con sutileza, la quietud ordenada sucesivamente. Por lo tanto, el movimiento es explicación de la quietud”.57 En De visione Dei Nicolás presenta una imagen que consideramos muy clarificadora respecto del “lugar” de lo absoluto en la complicación de todo, pues, afirma el Cusano, Dios se encuentra más allá del muro de la coincidencia de los opuestos;58 esto es, Dios complica todo de tal manera que supera los opuestos, se encuentra más allá, o en una fórmula paradojal de Beierwaltes, es la diferencia misma sin diferencia.59 Es importante tomar en consideración la diferencia entre el concepto de complicatio y el principio de coincidencia de los opuestos. El mundo en tanto se encuentra complicado en Dios, existe en Dios y es Dios, no mundo, por lo 56 57 58 59 [2003: 105 (De docta ign. I (h I n.68))]: “Ut in simili: Humana natura simplex et una est; si nasceretur homo, qui etiam numquam nasci exspectabatur, nihil adderetur naturae humanae; sicut nihil demeretur ab illa, si non nasceretur, sicut nec cum nati moriuntur. Et hoc ideo, quia humana natura complicat tam eos qui sunt, quam qui non sunt neque erunt, licet esse potuerunt.”. [2004: 35 (De docta ign. II c.3 (h I n.106))]: “Ita quidem quies est unitas motum complicans, qui est quies seriatim ordinata, si subtiliter advertis. Motus igitur est explicatio quietis”. Cfr. De vis. Dei c.11 (h VI n.45). Cfr. Beierwaltes (1989: 152). teseopress.com 48 • La concepción cusana de la potencia que coincide con Dios. En tanto creado, el mundo no es la explicación de Dios, puesto que, como hemos visto, Dios es la actualización de todo ser posible. La unidad de Dios es la complicación de la multiplicidad que constituye el universo; la multiplicidad del universo es el desarrollo de la unidad divina. Todas las cosas son en Dios, que es la complicación de la creación, y Dios es en todas las cosas. Las cosas contractas, que son la creación, tienen todo su ser de Dios. El universo o máximo contracto, no comprehende todas las cosas, sino sólo las creadas. Como veíamos respecto del número en el apartado anterior, lo máximo absoluto no tiene pluralidad, en él todas las cosas están implicadas en una unión completa. 3.2. La contracción El universo está dotado de unidad, a partir de la cual el conjunto de las cosas sensibles es uno. Puesto que no es Dios, no podría subsistir en la unidad absoluta, sino que debe contraerse en las cosas sensibles, su unidad se resuelve en alteridad. Las dos notas características, entonces, de lo máximo contracto son: a) la unidad como principio que vincula la diversidad y b) la distinción y la singularidad de cada ser. La importancia de la unidad (a) radica en que el universo no es una mera suma de singularidades, sino una unidad que es semejante a la maximidad absoluta. Pero, por otro lado, tenemos el aspecto (b), que consiste en la singularidad, que es propia de lo contracto, que, sin agregar nada a la maximidad, la explica. Estas dos características nos permiten ver el carácter del universo como mediación entre Dios y el hombre. Dios, que es la unidad absoluta, creó el universo, y en éste, los singulares que conforman, como su correlato, la explicación de dicha unidad, que, como veremos en 5.2, donde nos ocuparemos de la concepción del posse en el Compendium, quiere poder ser vista. Así, el Cusano muestra el papel mediador del universo: teseopress.com Nicolás de Cusa • 49 “Y de esta manera podrá entenderse cómo Dios que es la unidad simplísima, existiendo en el universo uno, es a la manera de una consecuencia en todo mediante el universo y la pluralidad de las cosas es en Dios mediante el universo uno.”60 En el universo, la potencia no se da de un modo absoluto, sino en la contracción del acto. De este modo, el Cusano, en el octavo capítulo, distingue la posibilidad absoluta de la posibilidad contracta. Sólo en Dios la posibilidad es absoluta,61 pues es acto absoluto, y no deja posibilidad sin realizar en sí; en lo contracto, donde hay mayor y menor, no se llega a lo máximo o lo mínimo en cuanto tal, por lo que es una posibilidad contracta, contraída por el acto. 3.3. Lo máximo contracto es semejanza de lo máximo absoluto El universo, que es lo máximo contracto y unidad contracta, se asemeja, en tanto su naturaleza se lo permite, a Dios que es lo máximo absoluto y unidad absoluta. Así como Dios es uni-trino, el universo también lo es; si bien, mientras la trinidad de Dios es absoluta, la del universo es contracta, es decir que no subsiste separada de la pluralidad. Esta trinidad contracta consiste de: a) la forma o alma del mundo, que es el agente de la contracción; b) la materia, que es la posibilidad, el sujeto de la contracción; c) el espíritu del universo, que es el movimiento por el cual la posibilidad recibe determinada forma, por lo que se lo llama posibilidad determinada. La posibilidad del universo no puede existir si no recibe una forma determinada, por la que está predispuesta a recibirla. La posibilidad contracta proviene de la potencia absolu- 60 61 [2004: 47 (De docta ign. II c.4 (h I n.116))]: “Et ita intelligi poterit, quomodo Deus, qui est unitas simplicissima, existendo in uno universo est quasi ex consequenti mediante universo in omnibus, et pluralitas rerum mediante uno universo in Deo.”. Cfr. De docta ign. II c.8 (h I n.136): “Quare possibilitas absoluta in Deo est Deus, extra ipsum vero non est possibilis”. teseopress.com 50 • La concepción cusana de la potencia ta del Padre, la forma contracta del acto absoluto del Hijo, y el espíritu del universo del Espíritu Santo, el movimiento engendrado por este espíritu desciende del movimiento absoluto, que es idéntico al reposo absoluto. Este movimiento tiene un doble efecto: a) es por él que la potencia de cada cosa es en acto, y es por él que el acto de esta cosa determina la potencia, es por él que cada cosa subsiste en su unidad, distinta de todas las otras cosas, y en un estado tan perfecto como lo permite su naturaleza; b) es por él que cada una de las cosas creadas participa, inmediatamente o mediatamente, de todas las otras, de tal manera que el conjunto de todas las creaturas constituye un mundo en el que todas las partes son solidarias las unas con las otras. El espíritu contracto del que proviene este doble movimiento de unión es la emanación del Espíritu Santo que, por su intermediario, mueve todas las cosas. Cada una de las creaturas que integran el universo es, a su manera, perfecta, por lo que el Cusano afirma que la creatura es como un “dios creado” [Deus creatus], puesto que recibe su ser de Dios, para ser del mejor modo que lo permita su naturaleza y ser lo más semejante [similius] que pueda a su creador: “Porque la misma forma infinita no es recibida sino finitamente, de modo que toda creatura sea casi como la infinitud finita o un dios creado (…) como si el creador dijera “Hágase”, y porque Dios no pudo ser hecho, porque es la misma eternidad, se hizo esto, así pues pudo ser hecho lo más semejante a Dios.”62 Este concepto de semejanza [similitudo], que recibe un desarrollo más detallado en el cuarto capítulo del libro segundo de esta obra, implica dos consecuencias importan- 62 [2004: 33 (De docta ign. II c.2 (h I n.104))]: “Quoniam ipsa forma infinita non est nisi finite recepta, ut omnis creatura sit quasi infinitas finita aut Deus creatus (…) ac si dixisset creator: «Fiat», et quia Deus fieri non potuit, qui est ipsa aeternitas, hoc factum est, quod fieri potuit Deo similius.” teseopress.com Nicolás de Cusa • 51 tes: en tanto semejante con lo máximo absoluto, el universo es uno y precede a los opuestos, pero, puesto que lo es en la pluralidad, y no simplísimamente, es contractamente en cada cosa la quididad de la cosa misma.63 Afirma el Cusano: “Pues así como Dios, dado que es inmenso, no es ni en el Sol ni en la Luna, aunque en ellos sea aquello que son absolutamente, de la misma manera el universo no es en el Sol ni en la Luna sino que en ellos es contractamente aquello que son. Y porque la quididad absoluta del Sol no es algo distinto de la quididad absoluta de la Luna –porque es el mismo Dios quien es la entidad y la quididad absoluta de todo-, y la quididad contracta del Sol es otra que la quididad contracta de la Luna –porque como quididad absoluta de la cosa no es la cosa misma, de la misma manera la quididad contracta no es otra cosa que la misma cosa-, por lo cual se evidencia que siendo el universo quididad contracta, que de una manera distinta es contracta en el Sol y de otra manera lo es en la Luna, de aquí que la identidad del universo es en la diversidad como la unidad es en la pluralidad. En consecuencia, el universo, aunque no sea ni el Sol ni la Luna, es sin embargo Sol, en el Sol y Luna en la Luna. Ahora bien, Dios no es Sol en el Sol y Luna en la Luna, sino aquello que es el Sol y la Luna sin pluralidad ni diversidad.”64 63 64 Cfr. De docta ign. II c.4 (h I n.113): “Ita pariformiter mundus sive universum est contractum maximum atque unum, opposita praeveniens contracta, ut sunt contraria; existens contracte id, quod sunt omnia; in omnibus principium contractum atque contractus finis rerum, ens contractum, infinitas contracta, ut sit contracte infinitus; in quo omnia sine pluralitate sunt ipsum maximum contractum cum contracta simplicitate et indistinctione, sicut linea maxima contracta est contracte omnes figurae.” [2004: 45 (De docta ign. II c.4 (h I n.115))]: “Nam sicut Deus, cum sit immensus, non est nec in sole nec in luna, licet in illis sit id, quod sunt, absolute: ita universum non est in sole nec in luna, sed in ipsis est id, quod sunt, contracte. Et quia quidditas solis absoluta non est aliud a quidditate absoluta lunae – quoniam est ipse Deus, qui est entitas et quidditas absoluta omnium, – et quidditas contracta solis est alia a quidditate contracta lunae – quia, ut quidditas absoluta rei non est res ipsa, ita contracta non est aliud quam ipsa –: quare patet quod, cum universum sit quidditas contracta, quae aliter est in sole contracta et aliter in luna, hinc identitas universi est in diversitate sicut teseopress.com 52 • La concepción cusana de la potencia Así, la quididad contracta del Sol es distinta de la de la Luna, mientras que en lo absoluto no hay distinción entre la quididad absoluta del Sol y la de la Luna.65 De este modo, cada ente es en el universo la quididad contracta del ente mismo.66 Al mismo tiempo, en este pasaje vemos operar el concepto de complicatio, pues todos los entes son en Dios Dios, de manera simplísima, sin distinción; y el principio de coincidencia de los opuestos, puesto que la quididad absoluta del Sol es la misma que la de la Luna (es decir, Dios); y vemos, por último, la analogía matemática en la referencia a que la quididad absoluta es en el universo a la manera en que la unidad es en la pluralidad. A partir de la puesta en relación de estos elementos, desplegando la concepción de lo absoluto como complicatio y como coincidencia de los opuestos, consideramos que el Cusano distingue expresamente a Dios del universo. De este modo, sostiene que Dios es aquello que es todos los entes sin pluralidad ni diversidad, mientras que el universo es la unidad de la pluralidad de los entes.67 Distinguiendo, pues, lo máximo absoluto del contracto, el Cusano afirma que todas las partes del universo hacen que éste sea, similarmente [simile] al máximo absoluto, uno, total y perfecto, y así como Dios es la “quididad” absoluta del universo, éste es la misma “quididad” contracta. Al referirse al modo en que Dios es en el universo, en el quinto capítulo, afirma que, siendo acto de todo, y la perfección y 65 66 67 unitas in pluralitate. Unde universum, licet non sit nec sol nec luna, est tamen in sole sol et in luna luna; Deus autem non est in sole sol et in luna luna, sed id, quod est sol et luna, sine pluralitate et diversitate.”. Cfr. De docta ign. II c.4 (h I n.115): “Et quia quidditas solis absoluta non est aliud a quidditate absoluta lunae – quoniam est ipse Deus, qui est entitas et quidditas absoluta omnium, – et quidditas contracta solis est alia a quidditate contracta lunae” Cfr. De docta ign. II c.4 (h I n.115): “ita contracta non est aliud quam ipsa”. Cfr. De docta ign. II c.4 (h I n.115): “Deus autem non est in sole sol et in luna luna, sed id, quod est sol et luna, sine pluralitate et diversitate. Universum dicit universalitatem, hoc est unitatem plurium; propter hoc, sicut humanitas non est nec Socrates nec Plato, sed in Socrate est Socrates, in Platone Plato, ita universum ad omnia.” teseopress.com Nicolás de Cusa • 53 fin de toda potencia, Dios, que es en el universo la unidad de la diversidad de lo que es contractamente, es en cualquier cosa y cualquier cosa que existe en acto es inmediatamente en Dios.68 Lo contracto es, por tanto, en Dios, que es la actualización de toda posibilidad, a pesar de que lo contracto, como diremos a continuación, no realiza toda posibilidad, pues la posibilidad absoluta sólo es en Dios. 3.4. La Trinidad de lo creado Así como Nicolás expone una conceptualización de la trinidad de la unidad máxima, se ocupa también de exponer similarmente la estructura trinitaria del universo. En el sermón XXII Dies sanctificatus (1440), compara la creación del Génesis con el arte de un artesano que crea un artefacto. Así como en el artefacto se ven las cualidades que el artesano tiene, en las creaturas se ven las cualidades del Creador,69 y así como en el artefacto vemos la trinidad en unidad, así también vemos la trinidad en la unidad en la creatura.70 Y en este contexto, se refiere al acto de creación en tres dimensiones: Dios primero creó [creavit]; luego vio [vidit], y por último procedió la bondad [bonitas].71 De este modo, la conformación del universo revela la trinidad de su creador. Todo lo que existe en lo contracto contiene tres modos de ser: la materia [materia] o posibilidad [possibilitas], el alma [anima], forma [forma] o necesidad de complexión [necesitas complexionis] y el movimiento [motus] o nexo [nexus]. 68 69 70 71 Cfr. De docta ign. II c.5 (h. I n. 118): “esse in quolibet et quodlibet actu existens immediate in Deo”. Cfr. Sermo XXII (h XVI/4 n.27): “Videtur enim in artificiato qualis artifex, ita in creaturis qualis Creator.”. Cfr. Sermo XXII (h XVI/4 n.27): “Videmus enim in artificiato trinitatem in unitate, sicut in creatura.”. Cfr. Sermo XXII (h XVI/4 n.27): “Legitur in Genesi, quo modo «creavit [Gen. 1,31.] », deinde «vidit [Gen. 1,31.] », deinde procedit bonitas ex his; «erant [Gen. 1,31.] » enim «valde bona [Gen. 1,31.] »”. teseopress.com 54 • La concepción cusana de la potencia A) La materia o posibilidad: el Cusano comienza refiriéndose a las concepciones tradicionales, que consideraban la materia como la absoluta posibilidad de ser todo y como eterna;72 se refiere a la concepción platónica, que le atribuía tres determinaciones: carencia de toda forma, aptitud para ser formada y falta de forma;73 a Hermes Trimegisto y sus seguidores, que identificaban la materia con el caos espiritual previo al universo;74 a los estoicos, que las formas son en acto pero latentes hasta que son descubiertas por la remoción de la cobertura;75 y a los peripatéticos que creían que estaban en potencia. Nicolás considera “más verdadera” [istud verius est] la concepción peripatética, pues las formas presentes en la materia llegan a ser por el acto del eficiente; así, cuando se construye, por ejemplo, una estatua de madera, al quitársele madera se le agrega forma.76 Considera que la tradición estuvo acertada en considerar que la materia es posibilidad, pero no absoluta, ya que entonces sería la nece72 73 74 75 76 Cfr. De docta ign. II c.8 (h I n.132): “et ideo quandam absolutam omnia essendi possibilitatem et illam aeternam affirmarunt”. Cfr. De docta ign. II c.8 (h I n.133): “Quam Platonici, quia omni forma caret, carentiam dixerunt. Et quia caret, appetit; et per hoc est aptitudo, quia oboedit necessitati, quae ei imperat – id est attrahit ad esse actu –, sicut cera artifici ex ea aliquid facere volenti. Procedit autem informitas ex carentia et aptitudine, ipsa connectens, ut sit possibilitas absoluta quasi trina incomposite, quoniam carentia et aptitudo et informitas non possunt esse eius partes”. Cfr. De docta ign. II c.8 (h I n.134): “Unde Hermes aiebat yle esse corporum nutricem et illam informitatem nutricem animarum; et ex nostris quidam aiebat chaos mundum naturaliter praecessisse et fuisse rerum possibilitatem”. Cfr. De docta ign. II c.8 (h I n.134): “Unde aiebant veteres Stoici formas omnes in possibilitate actu esse, sed latitare et per sublationem tegumenti apparere”. Cfr. De docta ign. II c.8 (h I n.135): “Peripatetici vero solum possibiliter formas in materia esse dicebant et per efficientem educi. Unde istud verius est, quod scilicet formae non solum sunt ex possibilitate, sed efficiente. Qui enim tollit in ligno partes, ut fiat ex ligno statua, addit de forma. Et hoc quidem manifestum est. Nam quod ex lapide non potest fieri arca per artificem, defectus est materiae; et quod quis alius ab artifice ex ligno eam efficere nequit, defectus est in efficiente. Requiritur igitur materia et efficiens. Et hinc formae quodammodo possibiliter sunt in materia, quae ad actum secundum convenientiam efficientis deducuntur.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 55 sidad absoluta y eterna, sino contracta. De este modo intenta explicar que el universo, aun pudiendo ser infinito por la potencia de Dios, no lo es por la contracción del acto divino en la materia. Por este motivo distingue la consideración del universo como posibilidad absoluta [possibilitas absoluta], que es como en Dios [ut in Deo] y es la eternidad misma; y la consideración del universo como posibilidad contracta, que no es la eternidad, sino que proviene de ella, porque consiste precisamente en la contracción del acto en la posibilidad contracta.77 Como observa Silvia Manzo, la concepción aristotélica de la potencia estuvo fuertemente presente en los últimos siglos de la Edad Media: de un lado, Tomás de Aquino siguió fielmente la concepción aristotélica de la absoluta potencia de la materia que recibe pasivamente la forma sustancial; de otro, Avicena, Averroes, Ockham, Duns Scoto, entre otros, cuestionaban que la materia siguiera siendo la misma durante el cambio de formas.78 B) La forma o necesidad de complexión: Nicolás de Cusa comienza planteando un acuerdo universal: el poder ser sólo puede ser llevado a ser en acto por el ser en acto.79 Luego expresa su desacuerdo con la concepción aristotélica, que postula que consiste en un acto inseparable de la materia excepto por una abstracción de nuestro intelecto, y se manifiesta cercano a la posición platónica del alma del mundo, particularmente a la exposición de Eckhart, la cual 77 78 79 Cfr. De docta ign. II (h I n.140): “Et hoc quidem singularius considerandum. Unde, cum possibilitas absoluta sit Deus, si mundum consideramus ut in ipsa est, tunc est ut in Deo et est ipsa aeternitas; si ut est in possibilitate contracta consideramus, tunc possibilitas natura tantum mundum praecedit, et non est illa possibilitas contracta nec aeternitas nec Deo coaeterna, sed cadens ab ipsa, ut contractum ab absoluto, quae distant per infinitum.”. Cfr. Manzo (2009: 139-140). Cfr. De docta ign. II c.9 (h I n.141): “Sapientes omnes in hoc concordant, quod posse esse ad actu esse non potest nisi per actu esse deduci”. teseopress.com 56 • La concepción cusana de la potencia sigue.80 Para Nicolás no hay un alma del mundo separada de Dios, sino que se trata de la forma essendi que está entera en cada una de las cosas. Dios no es causa de la piedra en tanto piedra o del hombre en tanto hombre, sino que la forma de todas las formas está en Dios de forma simplísima y una, y en cada cosa de forma contracta por la materia. Es importante destacar que la “presencia” de Dios en las cosas no implica la ruptura de la simplicidad divina, pues en las cosas es contractamente, y no absolutamente.81 Nicolás se refiere del siguiente modo a la unidad de esta forma: “De modo que aunque la razón del hombre no sea la razón de la piedra, sino que sean razones distintas, sin embargo la misma humanidad, de la cual desciende el hombre como de la blancura lo blanco, no tiene otro ser más que en la misma inteligencia conforme a la naturaleza de la inteligencia inteligiblemente y en la cosa misma realmente”.82 C) El movimiento o nexo: retomando la tradición, el Cusano comienza refiriéndose al movimiento como un espíritu que une la materia y la forma,83 que se distingue en 80 81 82 83 Seguimos aquí a Silvia Manzo, que postula que la recepción de la teoría del mundo en Nicolás fue a través de la versión de Eckhart (Cfr. Manzo, (2009: 141)). La expresión forma essendi es utilizada por el Cusano para aludir a la complicación de todas las formas en la unidad eterna. No podemos en este momento detenernos en las particularidades de este concepto en la filosofía cusana, pero sí consideramos importante resaltar el aspecto de la forma essendi como modo de explicitación de la comunicación de las formas en la materia. En este sentido, Clauda D'Amico, observa: “Como resulta evidente, decir que todo es en Dios como lo causado en la causa no quiere decir de ningún modo que lo causado se identifique con la causa. El sentido causa de la forma formarum se entiende en el sentido de “formante”” (D’Amico (2003: 171)). [2004: 77 (De docta ign. II c.9 (h I n.147))]: “ut quamvis ratio hominis non sit ratio lapidis, sed sint distinctae rationes, tamen ipsa humanitas, a qua descendit homo sicut ab albedine album, non habet aliud esse quam in ipsa intelligentia secundum naturam intelligentiae intelligibiliter et in ipsa re realiter”. De acuerdo a S. Manzo (Ibid.: 143) la caracterización del movimiento como espíritu proviene de la comentario de Calcidio al Timeo y su posterior recepción en la escuela de Chartres. teseopress.com Nicolás de Cusa • 57 tres movimientos: el que se difunde entre las estrellas fijas, el que lo hace entre los planetas y el que lo hace entre las cosas terrenas, siendo el segundo una evolución [evolutio] del primero y el tercero una evolución del segundo. Ahora bien, este espíritu, dice Nicolás, procede de la materia y de la forma, y está presente en todas las cosas comunicándolas y con la función de conservar la naturaleza, de modo que, dice: “cualquier cosa contrae y participa en el movimiento de cualquier otra cosa (…) a fin de que haya un solo universo. (…) Y se mueven para esto: para que en sí o en la especie se conserven por medio de la conexión natural de los diferentes sexos, los cuales, en la naturaleza que complica al movimiento, están unidos y, en los individuos, están diversamente contraídos.”84 3.5. Consecuencias de la cosmología cusana Podemos, en este punto, considerar la posición cosmológica cusana en su dimensión general, en la relevancia específica de algunas de sus consideraciones, y en las consecuencias que ofrece su pensamiento en torno a la llamada posteriormente “revolución copernicana”. El Cusano propone como medio de estudio del cielo una aproximación indefinida, creciente, frente a la astronomía tradicional, que perseguía el rigor y la exactitud. En este sentido, nos parece interesante observar el pasaje en el que el Cusano se demora en considerar que, puesto que no podemos conocer sino por el modo de la comparación, para 84 [2004: 85-87 (De docta ign. II c.10 (h. I n. 154))]: “tamen motum cuiuslibet quodlibet suo modo contrahit et participat mediate aut immediate (...) ut sit unum universum. (...) Et ad hoc moventur, ut in se aut in specie conserventur per naturalem sexuum diversorum connexionem, qui in natura complicante motum sunt uniti et divisive contracti in individuis.”. teseopress.com 58 • La concepción cusana de la potencia poder establecer un movimiento requerimos un polo o centro, el cual debemos conjeturar85 nosotros, arriesgándonos a errar la posición de la esfera: “Y puesto que nosotros no podemos descubrir el centro sino por comparación con lo fijo, es decir con los polos o con los centros, y los presuponemos en las medidas de los movimientos, de ahí que, manejándonos con las conjeturas, advertimos que erramos en todo y nos admiramos cuando no encontramos que las estrellas concuerden en su posición según las reglas de los antiguos, porque pensamos que ellos han concebido correctamente sobre centros, polos y medidas.”86 Pierre Duhem observa, en este sentido, que, mientras los astrónomos Hiparco, Ptolomeo, Thabit ibn Qurrá, los autores de las Tablas alfonsíes, entre otros, daban distintas evaluaciones sobre los movimientos celestes, pero siempre teniendo confianza en alcanzar la certeza en torno a estas investigaciones, el Cusano afirma la incapacidad del hombre para alcanzar la certeza en la astronomía.87 No obstante, no compartimos que esto constituya un “escepticismo 85 86 87 En el pasaje al que hacemos referencia, y que citaremos a continuación, el Cusano dice “manejándonos con conjeturas” [in coniecturis ambulantes], y a continuación afirma que “erramos en todo” [in omnibus nos errare], lo cual nos plantea un problema: si la definición de conjetura en De coni. I Prol. (h III n.2) es “omnem humanam veri positivam assertionem esse coniecturam”, es decir que toda aserción positiva humana expresa una verdad al modo de la conjetura, cuando hacemos predicciones “conjeturando” un centro o polo, siendo que no hay ninguno real, nos solemos equivocar. Tal vez, lo que el Cusano quiere decir en este pasaje es que nunca puede haber precisión absoluta en las predicciones astronómicas puesto que no contamos con elementos independientes de algún grado de suposición de la humana mens. [2004: 91 (De docta ign. II c.11 (h I n.159))]: “Et quoniam nos motum non nisi comparatione ad fixum, scilicet polos aut centra, deprehendere possumus et illa in mensuris motuum praesupponimus: hinc in coniecturis ambulantes in omnibus nos errare comperimus et admiramur, quando secundum regulas antiquorum stellas in situ non reperimus concordare, quia eos recte de centris et polis et mensuris credimus concepisse.”. Duhem (1916: 310-311). teseopress.com Nicolás de Cusa • 59 astronómico”,88 pues entendemos que el esfuerzo cusano consiste precisamente en buscar la superación de la instancia de incertidumbre en la comparación, con elementos como las conjeturas astronómicas, que permiten acercamientos, en mayor o menor grado cercanos, respecto del comportamiento de las esferas. A partir de la concepción de lo máximo en sentido contracto como aquello donde no hay máximo ni mínimo absoluto, sino grados de menor y mayor, se sigue que no puede haber dos cosas que sean iguales en todo, ni movimiento movimientos máximos o mínimos (los cuales coincidirían con la quietud, por el principio de la coincidencia de los opuestos). Ahora bien, puesto que no puede haber un movimiento mínimo ni uno máximo, no puede haber centro absoluto físico, sino el centro metafísico: Dios (aquello donde coinciden el máximo y el mínimo movimiento). Dado que no puede haber un centro físico, tampoco puede haber una circunferencia, ni un límite. Por este motivo, el Cusano llama al universo, como observábamos al comienzo de este apartado, infinito privative o por privación, en tanto carece de límites, o bien indefinido. Puesto que no hay movimiento mínimo ni máximo, la Tierra debe moverse, así como también las estrellas que nos parecen fijas. Dado que el universo es el ámbito del más y el menos, la disposición de los elementos también tiene lugar en el marco de la diversidad de disposición. De este modo, tanto la Tierra, como la Luna y el Sol se componen de elementos ígneos, terrosos, acuosos y aéreos, aunque en mayores o menores proporciones. Es decir que los cuerpos celestes se componen de los mismos elementos que la Tierra. Del mismo modo, la corrupción no es exclusiva de la Tierra, pues no se da en su totalidad, en tanto consiste en la disolu- 88 Cfr. Duhem (1916: 312): “Quoi qu'il en soit, nous voyons, dès 1436, s'affirmer le scepticisme astronomique du futur Cardinal allemand.”. teseopress.com 60 • La concepción cusana de la potencia ción en los componentes,89 no ocurre sólo en la Tierra. No vemos, pues, que el Cusano acepte tampoco este postulado tradicional en la cosmología aristotélica. Puesto que se componen de los mismos elementos, la Tierra y la Luna son también estrellas [stellae] como el Sol, aunque su luminosidad es menor,90 y en el caso de la Tierra no la percibimos porque la vemos desde dentro, donde es más oscura (lo cual ocurriría también en el Sol).91 Así también, ninguna de las regiones carecerá de habitantes, aunque sus características dependen de los elementos predominantes (más luminosos en el Sol, más materiales y densos en la Tierra, más espirituales en la Luna), pero entre los habitantes de naturaleza intelectual, los de la Tierra son más nobles que los habitantes de las otras esferas, pues son más proporcionados que aquellos. En el momento de la creación del universo, Dios hizo uso de la geometría, la aritmética, la música y la astronomía (las cuales nosotros usamos también para investigar el universo, aunque haciendo uso de la proporción comparativa), de forma que se mantuviera la concordia de los elementos [concordia elementorum].92 Cada uno de los elementos está afectado por una de las cuatro regiones que se pueden rastrear al centro del mundo y tienen una existencia actual. En el universo no se encuentra un elemento puro, sino mixtos, en cada uno de los cuales hay un elemento dominante del cual el mixto recibe el nombre. Por este motivo, los 89 90 91 92 A la disolución en los componentes la llama “muerte”, cf. De docta ign. II c.12 (h I n.172): “Mors enim nihil esse videtur nisi ut compositum ad componentia resolvatur”. Probablemente ésta sea la razón por la que en algunos pasajes se llama estrella a la Tierra y la Luna, por ejemplo De docta ign. II c.12 (h I n.167): “Neque terra est minima stella, quia est maior luna”. H. Blumenberg (2008: 502) observa que la equiparación de la tierra con las estrellas, que supone un rechazo de la heterogeneidad entre el mundo supralunar y el sublunar aristotélicos, representa un adelante efectivo respecto de Copérnico, pero que se desarrolla sólo gracias a la formulación de la cosmología copernicana, sin la cual habría quedado sólo en el ámbito especulativo. Cfr. De docta ign. II c.13 (h I n.175). teseopress.com Nicolás de Cusa • 61 cuatro elementos: fuego, tierra, agua y aire, no son elementos primeros, sino mixtos principales o generales, que Dios compuso en la creación del mundo, para lo cual se sirvió de la aritmética (para reunir y numerar los elementos), la geometría (para medirlos y darles figura), la música (para darles peso y orden) y la astronomía (para concertar las estrellas y los cuerpos celestes). El papel de la música es central, pues otorga peso [pondus] a cada creatura, de forma que haya un elemento que domine la mezcla, sin desequilibrarla. Puesto que el mundo está compuesto de estos elementos, que se integran mutuamente, no puede perecer. Respecto de la astronomía, hizo concordar la diversidad de los astros y estrellas, de distintas magnitudes, ordenando su número, posición y distancia de la única manera en que se podría hacer, dándoles a su vez las proporciones adecuadas para provocar los movimientos de las más leves hacia arriba y las más graves hacia abajo que se resuelven en las órbitas circulares de las estrellas. El Cusano afirma que no hay nada en el universo que no sea uno por la potencia, el acto y el movimiento de conexión, aunque en diversos grados, de tal manera que no hay nada en el universo que sea exactamente igual a otro, sino que hay variaciones de más y de menos entre las creaturas, en potencia, acto y movimiento, como ocurría con los cuatro elementos. Por este motivo, como decíamos en el punto anterior, es imposible que la tierra tenga algún centro fijo e inmóvil, toda vez que alcanzar un mínimo o un máximo de un círculo es imposible en lo contracto. Por tanto, afirma el Cusano, el centro del mundo coincide con la circunferencia y el mundo no tiene circunferencia. Porque, si tuviese centro y, por tanto, circunferencia, tendría inicio y fin, y estaría ubicado entre límites, fuera de los cuales habría un lugar, lo cual no es verdadero.93 La tierra, que no puede ser cen- 93 Cfr. De docta ign. II c.11 (h I n.156): “Centrum igitur mundi coincidit cum circumferentia. Non habet igitur mundus circumferentiam. Nam si centrum haberet, haberet et circumferentiam, et sic intra se haberet suum initium et teseopress.com 62 • La concepción cusana de la potencia tro, no puede carecer de movimiento, pues es necesario que se mueva de manera tal que pueda moverse infinitamente menos. Así como la tierra no es el centro del mundo, tampoco la esfera de las estrellas fijas es su circunferencia. Afirma el Cusano: “Pues aun si estuviera [la Tierra] distante del cielo y cerca del eje que pasa por los polos, de modo que una parte estuviera levantada hacia un polo, y en la otra parte estuviera deprimida hacia el otro polo, entonces a los hombres, que están distantes de los polos tanto como se extiende el horizonte, les aparecería tan sólo la mitad de la esfera, como es manifiesto.”94 Al ser el centro el punto equidistante de la circunferencia y no siendo posible que haya una esfera verísima o círculo sin que pueda darse uno más verdadero, no puede darse un centro sin que pueda darse uno más verdadero y preciso, pues la equidistancia perfecta sólo puede hallarse en Dios, que es la igualdad infinita. Por tanto, el centro del mundo es Dios, es el centro de la tierra y de las esferas y de todo lo que está en el mundo, el cual es a la vez la circunferencia infinita de todo.95 En este sentido, afirma el Cusano: 94 95 finem, et esset ad aliquid aliud ipse mundus terminatus, et extra mundum esset aliud et locus; quae omnia veritate carent.”. El debate de la noción de “lugar” será clave en la discusión bruniana de la cosmología aristotélica. Acerca de la influencia de la segunda definición del Liber XXIV philosophorum, también profundizaremos en el apartado correspondiente a la cosmología bruniana. [2004: 89 (De docta ign. II c.11 (h I n.157))]: “Nam si esset etiam distanter a centro et circa axim per polos transeuntem, ita quod una parte esset elevata versus unum polum, in alia depressa versus alium, tunc hominibus tantum a polis distantibus, sicut horizon se extendit, sola medietas sphaerae appareret, ut est manifestum.”. Cfr. De docta ign. II c.11 (h I n.157): “Qui igitur est centrum mundi, scilicet Deus benedictus, ille est centrum terrae et omnium sphaerarum atque omnium, quae in mundo sunt; qui est simul omnium circumferentia infinita.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 63 “[E]n el cielo no hay polos inmóviles y fijos, aunque también el cielo de las estrellas fijas, por medio de movimientos, parezca describir círculos graduales en magnitud menores que los coluros o equinocciales. Y así respecto de los círculos intermedios. Pero es necesario que toda parte del cielo se mueva, aunque desigualmente en comparación con los círculos descriptos por el movimiento de las estrellas. De donde así como ciertas estrellas parecen describir el círculo máximo, así otras parecen describir el círculo mínimo. (…) dado que no hay polo fijo en la esfera, es manifiesto que tampoco se encuentra un punto medio fijo como si estuviera equidistante de los polos. No hay, por tanto, una estrella en la octava esfera que describa por una revolución un círculo máximo, porque es necesario que ella sea equidistante de los polos, los cuales no existen.”96 Por tanto, no hay estrellas que describan un círculo mínimo. Por consiguiente, los polos de las esferas coinciden con su centro, de modo que el centro no es otra cosa que el polo, que es Dios. Y como nosotros no podemos descubrir el movimiento excepto en comparación con lo fijo (polos o centros), y los presuponemos en las medidas de los movimientos, manejándonos mediante conjeturas advertimos que erramos en todo y nos admiramos cuando no hayamos que las estrellas concuerden en su posición según las reglas de los antiguos, porque pensamos que ellos han concebido correctamente sobre centros, polos y medidas. 96 [2004: 91 (De docta ign. II c.11 (h I n.158))]: “non sunt in caelo poli immobiles atque fixi, quamvis etiam caelum stellarum fixarum videatur per motum describere graduales in magnitudine circulos, minores <circulos minores> quam coluros <aut> aequinoctialem; et ita de intermediis. Sed necesse est omnem caeli partem moveri, licet inaequaliter comparatione circulorum per motum stellarum descriptorum. Unde, sicut quaedam stellae videntur maximum circulum describere, ita quaedam minimum (...) Quoniam igitur non est polus in sphaera fixus, manifestum est neque aequale medium reperiri quasi aequedistanter a polis. Non est igitur stella in octava sphaera, quae per revolutionem describat maximum circulum, quoniam illam aequedistare a polis necesse esset, qui non sunt”. teseopress.com 64 • La concepción cusana de la potencia Para comprender el movimiento del universo, es preciso complicar los polos ayudándose con la imaginación [imaginatione]. Porque, si alguien se ubicara sobre la Tierra y debajo del polo ártico, y alguien estuviera sobre el polo ártico, quien se ubicara en la Tierra se le manifestaría que el polo está en el cenit, y al que está en el polo se le manifestaría que el centro está en el cenit. Así, donde fuera que alguien estuviere, creería estar en el centro. Complicando las diversas imaginaciones respecto de la ubicación del centro y del cenit por medio del intelecto, se verá que el mundo y su movimiento no pueden ser alcanzados.97 3.6. Proyección de la cosmología cusana Nicolás de Cusa desarrolla una cosmología que contiene tesis que él mismo describe como “para muchos insólitas”.98 Si bien resulta problemático afirmar que el Cusano influyó en la teoría cosmológica de Nicolás Copérnico, consideramos que el precedente teórico de esta doctrina, al menos retrospectivamente, merece ser considerado.99 En este sen97 98 99 Cfr. De docta ign. II c.11 (h I n.161): “Necesse est igitur, si de motu universi aliquid quoad iam dicta vere intelligere velis, centrum cum polis complices, te quantum potes cum imaginatione iuvando. Nam si quis esset supra terram et sub polo arctico et alius in polo arctico, – sicut existenti in terra appareret polum esse in zenith, ita existenti in polo appareret centrum esse in zenith. Et sicut antipodes habent sicut nos caelum sursum, ita existentibus in polis ambobus terra appareret esse in zenith; et ubicumque quis fuerit, se in centro esse credit. Complica igitur istas diversas imaginationes, ut sit centrum zenith et e converso, et tunc per intellectum, cui tantum docta servit ignorantia, vides mundum et eius motum atque figuram attingi non posse, quoniam apparebit quasi rota in rota et sphaera in sphaera, nullibi habens centrum vel circumferentiam, ut praefertur.”. Cfr. De docta ign. III Ep. (h I n.264): “Secundus ex illo pauca de universo supra philosophorum comunem viam elicit rara multis.” Beierwaltes (2005: 45) señala la proximidad de esta fórmula con el prólogo de M. Eckhart a su Opus tripartitum donde se refiere a su interpretación como “nova et rara”. Los aportes cosmológicos del Cusano se encuentran siempre en el ámbito de la metafísica, y las observaciones cosmológicas que se encuentran documentadas no parecen señalar un desacuerdo con la cosmología ptolemaica (cf. al respecto Clemens 1847: 499 y Blumenberg 2008: 499-500). No obstante, es interesante observar, con H. Blumenberg, que la doctrina cusana teseopress.com Nicolás de Cusa • 65 tido, es importante señalar que De docta ignorantia es 103 años anterior a la publicación póstuma en 1543 del De revolutionibus orbium coelestium de Nicolás Copérnico. Ya en 1514 el astrónomo polaco había publicado el Commentariolus, donde exponía sus principios cosmológicos en siete postulados y breves observaciones sobre los cuerpos celestes. En esta obra exponía el heliocentrismo y el triple movimiento de la Tierra (anual, diario y de declinación), y detallaba los sistemas de círculos que permitían dar cuenta de los distintos fenómenos celestes. A pesar de no haber publicado el De revolutionibus en vida, y de que en un principio parece no haber tenido intenciones de que su trabajo viera la luz,100 su obra previa llamó la atención de Georg-Joachim Rheticus, un astrónomo alemán que se convertiría en acérrimo defensor del copernicanismo. Fue su discípulo, y probablemente uno de los primeros en leer el De revolutionibus, acerca del cual compuso una exposición que se publicó en 1540, seguramente con la aprobación de su maestro, con el título de Narratio prima. Cuando en 1543 se publica, tras la muerte de Copérnico, su De revolutionibus, se lo hace con un prólogo redactado por el editor Andreas Osiander (aunque en el momento de la publicación se lo hace pasar por obra del autor), donde 100 formula unos aspectos que la capacitan para soportar los cambios en una visión del universo que aún no se había presentado: “Probablemente no traicionamos la intención de Nicolás de Cusa cuando la describimos como si quisiera equiparar la substancia espiritual de la que él mismo vive y para la que vive con unos factores de variabilidad que la capacitarían para diferir lo imprevisto, y aún impredecible, de un cambio así en la visión del universo” (Blumenberg 2008: 476). En este sentido nos parece muy afortunada la comparación que el filósofo de Lübeck ofrece con el ignorante, que abre una nueva dimensión a su interlocutor escolástico (cf. Blumenberg 2008: 503). Según afirma Granada (2000: 326), esto se debería en parte al temor a la reacción de los teólogos y los filósofos peripatéticos, y en parte a la pertenencia del astrónomo a la tradición pitagórico-platónica que confía en la comunicación oral a un público más capacitado para recibir la doctrina que el público general. Queremos asimismo hacer notar que este texto de Granada (2000: 325-349) nos sirvió de base para el recorrido del período inmediatamente posterior a la obra del Cusano que aquí realizamos. teseopress.com 66 • La concepción cusana de la potencia se declara el carácter hipotético y estrictamente matemático del heliocentrismo, para no confrontar con el ambiente eclesiástico y universitario de la época, y otro prólogo, éste sí compuesto por el astrónomo, dedicado al papa Pablo III, en el que, tras explicar los motivos que le indujeron dudas respecto de la publicación (donde hace referencias explícitas a la doctrina pitagórica sobre la preferencia de la transmisión oral respecto de la escrita) afirmaba la unidad del aspecto físico de la astronomía con el aspecto matemático. El dominico Bartolomeo Spina de Pisa se propone responder inmediatamente a la obra de Copérnico, pero su muerte en 1546 se lo impide. No obstante, su discípulo, el teólogo y astrónomo florentino Giovanni Maria Tolosani publica en 1547 De coelo supremo immobili et terra infima stabili, ceterisque coelis et elementis intermediis mobilibus, donde intenta refutar el copernicanismo. El autor se centra en la crítica al primer libro, acusándolo de pitagórico y de contrario a las Escrituras. Por otra parte, reafirma la necesidad de concluir los principios astronómicos de la física aristotélica, específicamente: a) un elemento sólo puede tener un movimiento natural; b) el movimiento natural es el mismo para el todo y la parte, por lo que el movimiento circular de la tierra es imposible como un movimiento natural y permanente. De este modo, este autor señala la incompatibilidad de la teoría de Copérnico con la física aristotélica.101 Como observa E. Garin,102 esta obra revestirá gran importancia en el futuro, pues será recibida por Tommaso Caccini, en su ataque a Galileo en 1614. El propio Tolosani había tenido una relación de participación directa en la Iglesia, como lo muestra su participación en el V Concilio de Letrán (1512-1517), en vistas de la modificación del calendario. A partir de la década de 1570 comenzará a abrirse paso la adopción del copernicanismo, lo cual se agudiza con la aparición de la estrella nova de Casiopea entre 1572 y 1574 101 102 Granada (2000: 341-342) Garin (1984: 301). teseopress.com Nicolás de Cusa • 67 y el cometa de 1577.103 Estas novedades celestes planteaban problemas respecto de la asimilación en un sistema geocéntrico, pero también en un sistema heliocéntrico que conserve la esfera de estrellas fijas, pues el mundo supra lunar, de acuerdo a la teoría aristotélica expuesta en Física y en De caelo, no debería sufrir alteraciones fuera del movimiento perfecto y circular de sus esferas. Tycho Brahe, Cornelius Gemma, Thommas Digges y Heliseaus Röslin, entre otros, defenderían que se trata de milagros, productos de la inminencia del Juicio Final.104 No obstante, la recepción, diversa en cada caso, de estos eventos, dio lugar a la formulación de interpretaciones que intenten explicar coherentemente los hechos celestes, que ya no podían ser formulados en contextos aristotélicos. Uno de estos astrónomos que vio un milagro en la nova de Casiopea fue el inglés Thomas Digges, uno de los más fervientes copernicanos realistas del siglo XVI. En 1576 (dos años después de la desaparición de la nova del cielo) publicó un opúsculo titulado A Perfit Description of the Caelestiall Orbes according to the most aunciente doctrine of the Pythagoreans, latelye reuiued by Copernicus and by Geometricall Demonstrations approued, donde de hecho traducía pasajes del primer libro De revolutionibus, afirmando su carácter físico (es decir, real) y donde, contra la suspensión del juicio de Copérnico, afirmaba el carácter infinito de la esfera de las estrellas fijas. Finalmente, en Giordano Bruno encontraremos, al mismo tiempo, el único filósofo del siglo XVI que apoya fervientemente la realidad del copernicanismo, y el único defensor de la cosmología cusana, a la que considera pre- 103 104 Se trata de dos episodios importantes para la problematización del conceptos que se tenía de los cuerpos celestes en la época. La nova de Casiopea, llamada SN 1572 o nova Tycho fue observada en su mayor brillo (mayor que Venus) en 1572, y fue disminuyendo hacia 1574. El cometa de 1577 fue observado por numerosos astrónomos, entre los que destaca Tycho Brahe, y dio lugar a una continuación del debate en torno a la mutabilidad del cielo. Cf. Granada (2000: 344-345) teseopress.com 68 • La concepción cusana de la potencia cursora de la teoría de Copérnico. En este sentido, quisiéramos recordar las palabras del Nolano en el capítulo noveno del tercer libro de su poema De immenso et innumerabilis: “Maravilloso es, Copérnico, que hayas podido aflorar en una época tan ciega, mientras toda llama de la filosofía parecía extinguida; es maravillosa la audacia con que has desarrollado los temas que enunciara en voz baja Nicolás de Cusa en la Docta ignorancia”.105 §4. La dimensión antropológica de la potencia 4.1. La noción de humana mens en De docta ignorantia y De coniecturis Nicolás de Cusa comienza su obra capital, De docta ignorantia, con una investigación acerca de los límites de la mente humana [humana mens] en su aspiración a la unidad divina. Formula la particular naturaleza del número, que tiene su principio en la máxima unidad, a partir de la cual se comunica a todo lo que es proporcionable. En el segundo libro de esta obra aclara la génesis racional del número: 105 Para las referencias a las obras latinas del Nolano seguimos la edición crítica de Iordani Bruni Nolani Opera latine conscripta, publicis sumptibus edita, recensebat F. Fiorentino [F. Tocco, H. Vitelli, V. Imbriani, C. M. Tallarigo], Neapoli-Florentiae, 3 volumi in 8 parti, 1879-1891 (=F; TV; IT). De immenso et innumerabili III c.9 (F 189): “Mirum, o Copernice, ut e tanta nostri seculi caecitate quando omnis philosophiae lux cum ea quae aliarum quoque rerum inde consequentium est, extincta iacet, emergere potueris; ut ea quae suppressiore voce proxime praecedente aetate "in libro De docta ignorantia Nicolaus Cusanus enunciarat, aliquanto proferres andacius”. Citado en Garin (1984: 277). teseopress.com Nicolás de Cusa • 69 “el número es explicación de la unidad. Ahora bien, el número alude a la razón. Por otra parte, la razón proviene de la mente (…) el número proviene de nuestra mente por esto: que entendemos muchas cosas singularmente en relación a lo uno común”106 Así como el número proviene de la razón [ratio] y ésta de la mente humana, dice a continuación el Cusano, la pluralidad de las cosas proviene de la mente divina [divina mens], que es la absoluta unidad que complica todo. La función del número es, pues, ligar la maximidad absoluta y la contracta, en tanto nos permite comparar y, por tanto, conocer, la pluralidad en su singularidad contracta en relación a la unidad absoluta, que es su principio. Esta concepción de la mente humana y la mente divina es objeto de un mayor tratamiento en De coniecturis (1440/ 5), una obra compuesta en el período inmediatamente posterior a la culminación de De docta ignorantia. Esta obra recibe su nombre del concepto “conjetura” [coniectura], que es clave en la dimensión antropológica de la doctrina cusana. Este concepto se define como “toda aserción humana positiva de lo verdadero”.107 A pesar de que la verdad en su unidad es, como hemos visto, incomprehensible, el Cusano no considera que el hombre deba tener un rol pasivo en la búsqueda del conocimiento. Por eso, dice Nicolás: “Por lo tanto es conocida la unidad de la inalcanzable verdad en la alteridad conjetural y también la misma conjetura de la alteridad en la simplísima unidad de la verdad.”108 106 107 108 [2004: 37 (De docta ign. II c.3 (h I n.108))]: “Numerus est explicatio unitatis. Numerus autem rationem dicit. Ratio autem ex mente est (…) igitur ex nostra mente, per hoc quod circa unum commune multa singulariter intelligimus, numerus exoritur”. De coni. I Prol. (h III n.2): “omnem humanam veri positivam assertionem esse coniecturam.”. Para esta obra, seguimos la traducción provisoria de Acerca de las conjeturas, citada en la Bibliografía. De coni. I Prol. (h III n.2): “Cognoscitur igitur inattingibilis veritatis unitas alteritate coniecturali atque ipsa alteritatis coniectura in simplicissima veritatis unitate.” teseopress.com 70 • La concepción cusana de la potencia Dado el carácter inaprehensible de la verdad en su precisión, Nicolás propone aceptar la alteridad conjetural y buscar en esta alteridad el acercamiento a la inalcanzable unidad de la verdad. Establece entonces la semejanza entre la mente humana [humana mens] y la mente divina [divina mens], a partir de la cual se legitima la función creadora de la primera: “Pues, mientras la mente humana, eminente semejanza de Dios, participa, según puede, la fecundidad de la naturaleza creadora, desde sí misma en cuanto imagen de la forma omnipotente, muestra lo racional en la semejanza de los entes reales. Por lo tanto, la mente humana es forma conjetural del mundo tal como la divina [lo es] del real”.109 Por este motivo, el mundo conjetural, creado por la mente humana, puede ser reconducido a la unidad de la mente. Puesto que la mente humana es semejanza de la divina, es llamada “principio de las conjeturas” [coniecturarum principium] que, como tal, refleja la unitrinidad de su creador, pues, así como la mente divina es principio de la multitud, la desigualdad y la división, la mente humana es principio de la multitud, la desigualdad y la magnitud de sus conjeturas: “Ahora bien, para que seas conducido a la aprehensión de lo propuesto y recibas a la mente como principio de las conjeturas, advierte puesto que así como se ha puesto de manifiesto el primer principio unitrino de todas las cosas y también de nuestra mente, de modo que uno [solo] sea el principio de la multitud, de la desigualdad y de la división de las cosas, de cuya absoluta unidad fluye la multitud; de la igualdad la desigualdad, y de la conexión la división, de la misma manera nuestra mente, que no concibe sino a la naturaleza intelectual 109 De coni. I c.1 (h III n.5): “Dum enim humana mens, alta dei similitudo, fecunditatem creatricis naturae, ut potest, participat, ex se ipsa, ut imagine omnipotentis formae, in realium entium similitudine rationalia exserit. Coniecturalis itaque mundi humana mens forma exstitit uti realis divina.” teseopress.com Nicolás de Cusa • 71 creativa, se haga a sí misma el principio unitrino de su construir racional (…) Por lo tanto la mente, principio unitrino, explica, en primer lugar, la multitud a partir de la fuerza de la unidad complicativa; por su parte la multitud es generativa de la desigualdad y de la magnitud”.110 Encontramos aquí el desplazamiento del binomio complicatio-explicatio de la esfera metafísica a la esfera gnoseológica: la mente es unidad que complica a través de la fuerza complicativa [vis complicativa] lo que se explica en el mundo, y a partir del número, que es, como hemos visto, el presupuesto en lo contracto, primero la unidad simplísima, luego la radical, luego la cuadrada y, por último, la sólida. De este modo, el número intuye la unidad simplísima, luego la denaria, a partir de ésta la centenaria y la milenaria; la conexión simple sólo puede ser de la infinita unidad y su igualdad. La mente se contempla a sí misma avanzando progresivamente entre estas unidades. El Cusano presenta de este modo las cuatro unidades conjeturales: “Ahora bien, todo Dios es Dios; en la inteligencia, intelecto, en el alma, alma; en el cuerpo, cuerpo. Lo cual no es otra cosa que la mente abraza todo, o bien divinamente, o bien intelectualmente o bien anímicamente o corporalmente”.111 110 111 De coni., I c.1 (h III n.6): “Ut autem ad apprehensionem intenti inducaris et mentem coniecturarum principium recipias, advertas quoniam, ut primum omnium rerum atque nostrae mentis principium unitrinum ostensum est, ut multitudinis, inaequalitatis atque divisionis rerum unum sit principium, a cuius unitate absoluta multitudo, aequalitate inaequalitas et conexione divisio effluat, ita mens nostra, quae non nisi intellectualem naturam creatricem concipit, se unitrinum facit principium rationalis suae fabricae (...) Mens igitur unitrinum principium primo ex vi complicativae unitatis multitudinem explicat, multitudo vero inaequalitatis atque magnitudinis generativa est”. De coni. I c.4 (h III n.15): “Omnia autem in deo deus, in intelligentia intellectus, in anima anima, in corpore corpus. Quod aliud non est quam mentem omnia complecti vel divine vel intellectualiter vel animaliter aut corporaliter”. teseopress.com 72 • La concepción cusana de la potencia Esta división de unidades de la mente, dado el carácter de viva imago dei de ésta, se da de forma dinámica. Esto lo muestra el Cusano a través del ejemplo de la “Figura P”112, en los capítulos 9 y 10 del primer libro. Este dinamismo está configurado por un doble movimiento de descenso y ascenso, puesto que desde un punto de vista ontológico la primera unidad es fundamento de la segunda, ésta de la tercera, etc.; pero desde un punto de vista del conocimiento humano el camino es inverso, en tanto se parte de lo sensible, la cuarta unidad, en un camino de ascenso. En este sentido, cabe aclarar que no se trata de pasos, sino de un acto de conocimiento global.113 4.2. La noción de humana mens y su relación con lo divino en la época de Brixen (Idiota. De mente, De visione Dei y De pace fidei) En Idiota. De mente, el Cusano presenta el diálogo entre el ignorante [idiota] y un filósofo, a través de la mediación del orador, quien había sido interlocutor principal del ignorante en los diálogos previos sobre la sabiduría. La caracterización que ofrece el ignorante al comienzo del diálogo acerca de la mente parte de la etimología de la palabra, dado que afirma que mente se dice por el medir.114 A partir de la concepción de la mente humana como viva imagen de Dios [viva imago dei], ya tratada en De coniecturis, el Cusano da razón del modo en que el hombre se relaciona con Dios y con el universo. Frente al esquema complicatio – explicatio, que distinguía a Dios, que contiene todas las cosas en identidad y simplicidad, del universo en tanto despliegue de esta unidad en una multiplicidad, la mente humana es imagen de la com- 112 113 114 Cfr. De coni. I c.10 (h III n.45): “Si igitur ad P figuram oculum direxeris…” Cfr. González Ríos (2011: 45). Cfr. De mente, c.1 (h V n.57): “Mentem quidem a mensurando dici conicio.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 73 plicación [imago complicationes] de la mente divina, y el mundo es la explicación de esta unidad complicante. Dice el Cusano en boca del ignorante: “Y de esta manera la mente es la imagen primera de la complicación divina que complica con su simplicidad y virtud todas las imágenes de la complicación. Pues así como Dios es complicación de las complicaciones, así la mente, que es imagen de Dios, es la imagen de la complicación de las complicaciones. Después de las imágenes hay pluralidad de cosas que explican la divina complicación”.115 Por este motivo, señala Nicolás que la mente fue puesta en el cuerpo para que sea afectada por lo sensible, y a su vez participe a lo que dirige su mente de su carácter de imagen. En efecto, así como en el De coniecturis se refería a la mente como fuerza complicativa, aquí lo hace a través del concepto de fuerza asimilativa [vis assimilativa], con la cual la mente humana crea su mundo conjetural a partir de la excitación sensible que le provee el cuerpo. Afirma el Cusano por medio del ignorante: “De esto saca en consecuencia la admirable virtud de nuestra mente: (…) por causa de la fuerza asimilativa de la complicación tiene la potencia de la unidad, con la cual puede asimilarse a toda multitud (…) Y por medio de la imagen de la complicación absoluta, la cual es la mente infinita, tiene la fuerza con la cual puede asimilarse a toda explicación. (…) la fuerza de la mente que es la fuerza comprehensiva de las cosas y 115 [2005: 59 (De mente, c.4 (h V n.74))]: “Et ita mens est imago complicationis divinae prima omnes imagines complicationis sua simplicitate et virtute complicantis. Sicut enim deus est complicationum complicatio, sic mens, quae est dei imago, est imago complicationis complicationum. Post imagines sunt pluralitates rerum divinam complicationem explicantes”. teseopress.com 74 • La concepción cusana de la potencia la fuerza nocional no puede llegar a sus operaciones si no es excitada por lo sensible; pero no puede ser excitada sino por la mediación de los fantasmas sensibles.”116 Dado el carácter dinámico de su operar, la mente humana es imagen de la absoluta. En este sentido, también, es que el Cusano llama a la mente “número divino vivo” [vivum divinum numerum] puesto que complica en su unidad la multiplicidad de conjeturas: “Pienso que ninguno puede disentir de que la mente es un cierto número divino vivo óptimamente proporcionado para ser apto al resplandor de la armonía divina, y que complica toda la armonía sensible, racional e intelectual y todo cuanto pueda decirse más hermosamente acerca de esto.”117 A fin de mostrar la Trinidad de la mente divina, y consecuentemente la imagen de la Trinidad en la mente humana, el ignorante da cuenta de la unidad desde la eternidad del poder hacer absoluto, el poder ser hecho absoluto y, dado que se dan previos a la división, el nexo absoluto, por lo que todo en Dios es Dios.118 116 117 118 [2005: 61-63 (De mente, c.4 (h V n.75-77))]: “Ex hoc elice admirandam mentis nostrae virtutem. (…) ob vim assimilativam complicationis unitatis habet potentiam, qua se potest omni multitudini assimilare (…) Et per imaginem absolutae complicationis, quae est mens infinita, vim habet, qua se potest assimilare omni explicationi. (…) sic vis mentis, quae est vis comprehensiva rerum et notionalis, non potest in suas operationes, nisi excitetur a sensibilibus, et non potest excitari nisi mediantibus phantasmatibus sensibilibus.”. [2005: 83 (De mente, c.7 (h V n.98))]: “Arbitror omnes non posse dissentire mentem esse vivum quendam divinum numerum optime ad aptitudinem resplendentiae divinae harmoniae proportionatum ac omnem sensibilem, rationalem et intellectualem harmoniam complicantem et quidquid circa hoc pulchrius dici potest”. Cfr. De mente, c.11 (h V n.131): “Vides igitur ante omnem rerum temporalem exsistentiam omnia in nexu procedente de posse fieri absoluto et posse facere absoluto. Sed illa tria absoluta sunt ante omne tempus simplex aeternitas. Hinc omnia conspicis in simplici aeternitate triniter.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 75 Dado que lo imposible no es factible, para poder pensar la universalidad de las cosas en el tiempo, debemos pensar que ésta pudo ser hecha desde la eternidad. Y para que pudieran ser hechas, antes debió haber el poder hacerlas. Por tanto, antes de que las cosas existan en la universalidad temporal, debían estar en el poder hacer. Ahora bien, para que lo que podía ser hecho pudiera ser hecho, era necesario un nexo tal que uniera el poder ser hecho y el poder hacer. Por tanto, antes de la existencia temporal de las cosas, debían estar el poder hacer, el poder ser hecho, y el nexo de ambos, y esta trinidad debía estar en la eternidad simplísimamente. El Cusano, como observa A. Brüntrup,119 utiliza el término posse para probar que la mente humana es imagen de la mente divina; en tanto la mente humana se percibe a sí misma como una imagen de la Trinidad, como posse facere, posse fieri, y la combinación de ambos, en la unidad del posse facere absoluto, el posse fieri absoluto y el nexo absoluto. De este modo, todo lo finito es una semejanza de su origen divino. Así dice el ignorante: “Ten en cuenta, por lo tanto, cómo el poder ser hecho absoluto, el poder hacer absoluto y el nexo absoluto no son sino lo uno infinitamente absoluto y una sola deidad”.120 119 120 Brüntrup (1973: 64): “Diese gegenüber De possest modifizierte Sicht des Verhältnisses von Gott und Welt kündigt sich im Werk des Nikolaus von Kues von langher an; sie ist nicht unvermittelt da. In der Schrift Idiota de mente verwendet Cusanus eine am Begriff posse orientierte Terminologie, um die mens humana als Bild der göttliche mens zu erweisen. Der menschliche Geist sieht sich und in sich alles als Bild der Dreienheit des göttlichen Geistes, als posse facere, posse fieri und Verbindung beider, die in der Einheit von absolutem posse facere, absolutem posse fieri und dem nexus absolutus gründen. Denn alles Endliche ist eine "similitudo" des göttlichen Ursprungs.”. [2005: 115 (De mente, c.11 (h V n.131))]: “Attende igitur, quomodo absolutum posse fieri et absolutum posse facere et absolutus nexus non sunt nisi unum infinite absolutum et una deitas” (n. 131). teseopress.com 76 • La concepción cusana de la potencia Asimismo, el Cusano desarrolla en esta obra la cuestión de la reconducción a la unidad en la mente humana. Afirma que este camino de la mente a la conciencia de sí misma es intuición de Dios, porque cuando entiende que todo lo múltiple precisa para ser la unidad, lo desigual la igualdad y lo divisible la conexión,121 como habíamos visto en De coniecturis, se reconduce a la unidad de sí misma en tanto viva imagen de Dios [viva imago dei].122 El carácter productivo de la mente humana puede apreciarse en la caracterización cusana de la visión [visio] de la mente humana en su obra De visione Dei (1453). Siguiendo una tradición que encuentra precedentes, en la tradición latina, en Mario Victorino, Agustín de Hipona, Pseudo Dionisio Areopagita y Escoto Eriúgena, entre otros,123 el Cusano ya advertía en su temprano opúsculo De quaerendo deum (1445) el doble sentido del vocablo Théos en como veo [video] y correr [curro].124 En De visione Dei caracteriza la visión absoluta como la trinidad de ver, crear y comunicar: “Tu crear es, en efecto, tu ser. Crear y al mismo tiempo ser creado no es otra cosa que comunicar tu ser a todas las cosas, de modo tal que eres todo en todas las cosas y sin embargo 121 122 123 124 Cfr. De mente, c.6 (h V n.95): “Nam mens nostra similiter est unitas uniens ante omnem pluralitatem per mentem conceptibilem, et post illam unitatem unientem omnem pluralitatem est pluralitas, quae est pluralitatis rerum imago sicut mens nostra divinae mentis imago. Et explicat pluralitas virtutem unitatis mentis, quae virtus est imago entitatis, aequalitatis et conexionis”. Cfr. De mente, c.4 (h V n.74): “Sicut enim deus est complicationum complicatio, sic mens, quae est dei imago, est imago complicationis complicationum”. Cfr. al respecto D’Amico (2012) que dedica la primera parte al estudio de los antecedentes del Cusano, y luego despliega un desarrollo del concepto de visio en diversas obras, entre ellas De quarendo deum, De mente, De visione Dei. Cfr. De quaerendo deum (h IV n.19): “Theos dicitur a theoro, quod est video et curro. Currere igitur debet quaerens per visum, ut ad omnia videntem theon pertingere possit.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 77 permaneces desligado de todas ellas. Llamar al ser a las cosas que no son, es comunicar el ser a la nada. Así, llamar es crear; comunicar es ser creado.”125 Cuando Dios ve, crea, en lo que ve es creado y, en este movimiento, se comunica a lo que ve. De este modo puede verse la productividad propia a la visión absoluta, en tanto Dios al mismo tiempo ve y corre. La visión absoluta [visio absoluta] se caracteriza entonces como la productividad infinita: “Y descubro entonces que tu poder infinito está más allá del poder del espejo, del del germen, más allá de la coincidencia de la irradiación y de la reflexión, e igualmente de la causa y de lo causado; descubro también que ese poder absoluto es una visión absoluta, que es la perfección misma y está por encima de todos los modos de ver.”126 La visión humana [humana visio] que consiste en una imagen de la absoluta, es una expresión singularísima de esta visión, de modo que, en su particular dinamismo, consiste en un espejo vivo [speculum vivum] de la divina.127 En el ver creativo de la mente humana, señala D’Amico: “el hombre ve no sólo su propia verdad sino también ve enigmáticamente el ver creador de la divinidad”.128 125 126 127 128 [1994: 93-94 (De vis. Dei, c.12 (h VI n.49))]: “Creare enim tuum est esse tuum. Nec est aliud creare pariter et creari quam esse tuum omnibus communicare, ut sis omnia in omnibus et ab omnibus tamen maneas absolutus. Vocare enim ad esse, quae non sunt, est communicare esse nihilo. Sic vocare est creare, communicare est creari.”. [1994: 93 (De vis. Dei, c.12 (h VI n.48))]: “Et tunc reperio, quomodo virtus tua infinita est ultra specularem et seminalem et coincidentiam radiationis et reflexionis causae et causati pariter, et quod illa absoluta virtus est visio absoluta, quae est ipsa perfectio et est super omnes videndi modos.”. Cfr. De vis. Dei, c.12 (h VI n.48). D’Amico (2012: 238). teseopress.com 78 • La concepción cusana de la potencia En el mismo año que De visione Dei, el Cusano compuso De pace fidei, una obra dedicada a una cuestión de índole no sólo especulativa, sino también práctica: la propuesta de la construcción de una paz perpetua. Si bien más adelante nos concentraremos en su aporte, quisiéramos hacer referencia aquí a la caracterización del hombre dada por un príncipe que abre el camino a una consideración de índole social sobre la razón de que los hombres se encuentren en conflictos entre sí: “A Ti te place infundir en el cuerpo del hombre, formado por el fango de la tierra, un espíritu racional, con el fin de que en él resplandezca la imagen de tu inefable virtud”129 En el hombre resplandece la virtud divina. A esta caracterización, no obstante, añade lo que denomina “la condición terrena humana” [humana terrena condicio]:130 el fanatismo, creer que la costumbre es la verdad, lleva a conflictos. Esto tendrá fuertes consecuencias sociales: el hombre recibe de Dios una virtud, la cual lo lleva a sostener sus opiniones como verdaderas, aún estando equivocado, por lo que los conflictos entre las personas de diversos grupos pueden rastrearse a la propia naturaleza del hombre. 4.3. La noción de humana mens y su relación con Dios en Compendium El opúsculo Compendium (1463-1464) comienza distinguiendo lo que es de lo que puede ser conocido: una cosa existe, por naturaleza, antes de ser conocida (modo de ser [modum essendi]); sin embargo, sólo accedemos a ésta por sus 129 130 [2000: 107-108 (De pace fidei (h VII n.3))]: “Ex limo terrae placuit corpus hominis formatum spiritu rationali per te inspirari, ut in eo reluceat ineffabilis virtutis tuae ymago.”. Cfr. De pace fidei (h VIII n.4): “Habet autem hoc humana terrena condicio quod longa consuetudo, quae in naturam transisse accipitur, pro veritate defenditur. Sic eveniunt non parvae dissensiones, quando quaelibet communitas suam fidem alteri praefert.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 79 signos [signa], semejanzas [similitudines] o especies [species] (modos de conocer [modi cognoscendi]). La visión de la mente [visio mentis] se dirige, por tanto, al modo de ser como la visión sensible a la luz, pues no llega a conocerla, pero ve que es, porque si no fuera no podrían existir sus signos, que sí ve. El Cusano había desarrollado, en el capítulo anterior, un símil a partir de la figura de un cosmógrafo. Lo ubica en una ciudad con cinco puertas (por los cinco sentidos), a través de las cuales entran cinco nuncios que traen noticias de todo el mundo. A partir de las informaciones de los cinco nuncios, el cosmógrafo toma nota. Si una de las puertas de la ciudad permanece cerrada, al no poder pasar el nuncio, el cosmógrafo no puede ser informado y pierde la información que podría tener a partir de ese sentido: imágenes en el caso de la visión, sonidos y palabras en el caso del oído, etc. Luego el cosmógrafo se aparta de los signos sensibles lo bastante para ver el concepto como tal, y al hacerlo encuentra el concepto universal, a partir del cual, como observa Harald Schwaetzer en su trabajo “Perspectivas de la ciencia cusana acerca de la mens”, puede descubrirse la potencia de todos los conceptos.131 El principio, que es el objeto de toda potencia cognitiva, se puede mostrar en su semejanza [similitudo].132 Así, puesto que las potencias de la mente humana [humana mens] funcionan en el nivel de lo que recibe el más y el menos, el camino de conocimiento del hombre es mediado a partir de la función de la semejanza, que permite el descenso de la unidad de lo más potente que lo cual no hay nada, y lo igual a lo más potente a través de lo semejante de lo igual. 131 132 H. Schwaetzer (2004: 190). Cfr. Comp. c. 10 (h XI/3 n.32): “Obiectum igitur omnis potentiae cognitivae non potest esse nisi ipsa aequalitas, quae se in sua similitudine ostendere potest”. Para esta obra, seguimos la traducción provisoria de Compendio, citada en la Bibliografía. teseopress.com 80 • La concepción cusana de la potencia La semejanza, por la cual el objeto es conocido, es signo de la igualdad [aequalitas]. En tanto signo,133 designa la cosa de modo sensible. Por tanto, el Cusano sostiene que para reconocer la manifestación de la igualdad en la semejanza se debe recurrir a su expresión sensible. En primer lugar, se manifiesta en los sentidos, entre otros, a través de la vista de los colores. En segundo lugar, se manifiesta más próxima en la imaginación, porque lo hace en la cantidad, y esta especie tiene una semejanza más próxima a la igualdad.134 En tercer lugar, en el intelecto, afirma el Cusano, “se alcanza la igualdad a través de una simple y pura especie inteligible, o a través de una semejanza desnuda”.135 Estos niveles de conocimiento se manifiestan a través de la mente, que es la coigualdad de la igualdad. A partir, pues, de nuestra mente, puede reconducirse la pluralidad del mundo conjetural a su principio unitrino. La mente humana es, por tanto, razón de la multitud, de la desigualdad y de la división, y puede ser reconducida a la unidad, la igualdad y la conexión en la búsqueda de la unidad de sí misma. El objeto último de conocimiento en cada signo que el hombre percibe, es el poder mismo. De modo que lo que la visión mental ve sin conocer es el poder, causa de todo lo que es. 133 134 135 Cfr. Comp. c.5 (h XI/3 n.5), la distinción entre signo natural y convencional. Cfr. Comp. c.5 (h XI/3 n.12): “Omne igitur, quod sensu aut imaginatione attingitur, cum non nisi in signis, quae magis et minus recipiunt, cognoscatur, sine signis quantitatis non attingitur. Signa igitur qualitatis, quae ad sensum perveniunt, sine signis quantitatis esse nequeunt. Sed signa quantitatis non sunt per se in sensibilibus, sed per accidens, cum qualitas sine quantitate non possit esse. Signa vero quantitatis non requirunt signa qualitatis; ideo sine ipsis esse possunt”. Comp. c.10 (h XI/3 n.33): “(...) simplicem et puram intelligibilem speciem seu nudam similitudinem aequalitas attingitur”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 81 § 5. Aspectos de la concepción cusana de la potencia en los diálogos de senectud La concepción de la potencia como expresión de lo máximo absoluto [maximum absolutum] recibe un desarrollo más preciso en las obras de senectud del Cusano. A continuación nos ocuparemos de la presentación de este concepto en el contexto de De possest (1460), un opúsculo que ofrece un nuevo nombre para referir a lo absoluto como la potencia y necesidad absolutas; luego al Compendium, que recupera diversos aspectos de su doctrina, y en el que nos ofrece una nueva concepción del poder [posse] como fundamento ontológico; y, finalmente, De apice theoriae (1464), el último opúsculo de Nicolás, en el que aporta una concepción que él mismo entiende que supera su propuesta anteriormente desarrollada en De possest en torno a la concepción de la potencia. Se ha observado que la lectura de Proclo136 impulsa una nueva dirección en el pensamiento tardío de Nicolás de Cusa, en el sentido de que se advierte la búsqueda, de acuerdo a la propuesta de D’Amico, de una metafísica de la precedencia absoluta y de la absoluta negación “para alcanzar inalcanzablemente la sabiduría buscada”,137 o, según la formulación de W. Beierwaltes, de “un uno transentitativo absoluto”,138 que contenga la realidad de un modo trascendente, que supere la distinción de ser y no ser. Tal vez de este modo podamos apreciar la singularidad de este último tramo de la metafísica cusana de la potencia.139 136 137 138 139 Nos parece particularmente relevante para este período su adquisición, en 1450, del Comentario al Parménides y en 1462 de la Teología platónica. Cfr. D’Amico (2008: 362-363). D'Amico (2009: 134). Cfr. Beierwaltes (2005: 72); también Cubillos (2013: 178-179). Hemos optado por estos tres trabajos a fin de hacer hincapié en una consideración de la potencia, no obstante lo cual, no ha de perderse de vista que otras obras de este período, como De principio, De li non aliud y De venatione sapientiae son también cruciales en pos de comprender esta noción de principio previo a toda determinación de ser y no-ser. teseopress.com 82 • La concepción cusana de la potencia 5.1. Formulación del nombre enigmático possest Nicolás de Cusa comienza De possest advirtiendo, a partir de una cita de la epístola de Pablo de Tarso a los Romanos (1, 20), que las cosas invisibles de Dios se ven de modo invisible. Para que lo que es visible pueda ser, nota el Cusano, deben poder ser lo que son en acto. Para llevar este poder ser precisan el acto, pero para el acto deben precisar un principio anterior: que el acto, a su vez, pueda ser. De este modo, se desprende el siguiente argumento, que fundamenta la coincidencia de potencia y acto: todas las cosas son por la actualidad absoluta, y la actualidad presupone el poder ser, y la posibilidad absoluta no es distinta del poder, por lo que la posibilidad absoluta no puede ser anterior ni posterior a la actualidad absoluta.140 Aquí, Nicolás introduce un nuevo nombre complejo [hoc complexum] que complica de modo simplísimo [simplicissimo] lo que es inexpresable a través de muchas palabras [multos sermones]:141 el vocablo possest, en el cual une el infinitivo del verbo latino possum (posse) y la tercera persona singular del presente indicativo del verbo sum (est).142 140 141 142 Cfr. De possest (h XI/2 n.6). Cfr. la similitud con el siguiente argumento en Giordano Bruno De la causa (A, pp. 108-109), que desarrollaremos en el capítulo II, 8.2.4. Para esta obra, seguimos la traducción de De possest (1991) citada en la Bibliografía. Cfr. De possest (h XI/2 n.14): “vides hanc contemplationem per multos sermones inexplicabilem brevissimo verbo complicari. Esto enim quod aliqua dictio significet simplicissimo significato quantum hoc complexum ’posse est’, scilicet quod ipsum posse sit”. Es motivo de discusión hasta qué punto el Cusano se está apartando aquí de los conceptos aristotélicos o escolásticos. J. M. André (2010: 34-35) afirma: “Así, con este nombre, más que invertir la relación entre acto y potencia lo que el autor nos muestra es que ha finalmente logrado liberarse de las categorías de acto y potencia para expresarse, pues el posse más que la traducción de una potencia distinta del acto: significa, al mismo tiempo, la posibilidad y el poder, una posibilidad y un poder que sólo pueden ser considerados en la posición absoluta de su simplicidad.”. Nos permitimos, como sugerencia provisoria, considerar el uso cusano de los conceptos de potencia y acto aristotélicos como imágenes que orientan la especulación. teseopress.com Nicolás de Cusa • 83 Debemos, primero, entender qué significa que este nombre complejo en cuanto a su morfología complique enigmáticamente de modo simplísimo la potencia absoluta. Se debe a que este término abarca todos los nombres y ninguno,143 y, aplicado a cualquier cosa que tenga nombre, funciona como un enigma [aenigma]144 que conduce la contemplación intelectual hacia lo innombrable. De este modo vemos cómo la cita del apóstol Pablo al comienzo del opúsculo da lugar a una formulación del modo de operar de los nombres enigmáticos: conducen de lo temporal y visible a aquello de donde proceden y que manifiestan, lo eterno e invisible.145 Y vemos que Nicolás elige la forma del presente indicativo del verbo sum, para señalar que la potencia se determina en cada creatura.146 El Cusano da el ejemplo de la aplicación del término possest a una línea: si la línea es acto de todas sus posibilidades, es efectivamente todo lo que puede ser, entonces no puede ser mayor de lo que es, y por tanto es máxima, ni puede ser menor de lo que es, y por tanto es mínima: es, por tanto, a la vez máxima y mínima; del mismo modo, a partir de esa línea pueden formarse todas las figuras, y es por tanto término, modelo, figura, razón y causa de todas.147 143 144 145 146 147 Cfr. De possest, (h XI/2 n. 14): “Est enim nomen omnium et singulorum nominum atque nullius pariter”. La traducción que seguimos vierte “imagen”, no obstante lo cual, tal vez podría, en nuestra opinión, ser más exacto traducir “enigma”. Cfr. Bauchwitz (2010: 68). Cfr. Brüntrup (1973: 30-31). Cfr. De possest (h. XI/2 n.24): “Nam si quis se ad lineam convertit et applicat ipsum possest, ut videat possest lineale, hoc est ut videat lineam illud esse actu quod esse potest et omne id esse quod lineam fieri posse intelligit, utique ex sola illa ratione quia est possest ipsam videt lineam maximam pariter et minimam. Nam cum sit id quod esse potest, non potest esse maior: sic videtur maxima, nec minor: sic videtur minima. Et quia est id quod linea fieri potest, ipsa est terminus omnium superficierum. Sic et terminus figurae triangularis, quadrangularis et omnium polygoniarum et omnium circulorum et figurarum omnium, quae fieri possunt ex linea sive recta sive curva, et omnium figurarum exemplar simplex, verissimum et adaequatissi- teseopress.com 84 • La concepción cusana de la potencia A través de este simple término se conduce la contemplación de modo enigmático [aenigmatice] al ver que en Dios todas las cosas que pueden ser y pueden llegar a ser están por encima de todo lo que es nombrable, y aún por encima del ser y el no ser.148 Este nuevo término aporta, entonces, una manera más apropiada para ver invisiblemente lo invisible, la potencia absoluta, que complica todas las cosas,149 exclusiva del primer principio y previa a las distinciones entre acto y potencia y entre ser y no ser.150 A fin de mostrar la potencia absoluta en una imagen sensible [sensibili phantasmate], Nicolás propone el ejemplo del juego de una peonza: “El niño tira la peonza, y mientras la lanza al mismo tiempo la hace volver hacia sí mismo mediante la cuerda atada a su alrededor. Cuanto más potente es la fuerza de su brazo, tanto más rápidamente gira la peonza, hasta tal punto que cuando se encuentra en su movimiento más rápido parece que está fija y quieta, y los niños dicen que entonces está en reposo.”151 148 149 150 151 mum et aequalitas in se omnes habens et per se omnia figurans. Et ita unica figura omnium figurabilium linealiter et ratio una atque causa omnium quantumcumque variarum figurarum.”. Cfr. De possest, (h XI/2 n.25): “Quia possest absolute consideratum sine applicatione ad aliquod nominatum te aliqualiter ducit aenigmatice ad omnipotentem, ut ibi videas omne quod esse ac fieri posse intelligis supra omne nomen, quo id quod potest esse est nominabile, immo supra ipsum esse et non-esse omni modo, quo illa intelligi possunt”. Como puede observarse en las palabras de Bernardo, en De possest (h XI/2 n.16): “Quia posse simpliciter dictum est omne posse. Unde si viderem omne posse esse actu, utique nihil restaret amplius. Si enim aliud aliquid restaret, utique hoc esse posset; ita non restaret, sed prius non fuisset comprehensum.” Cfr. De possest (h XI/2 n.7). [1992: 49 (De possest (h XI/2 n.18)]: “Proicit puer trochum et proiciendo simul ipsum retrahit cum chorda circumligata. Et quanto potentior est fortitudo brachii, tanto citius circumvolvitur trochus, adeo quod videatur, dum est in maiori motu, stare et quiescere, et dicunt pueri ipsum tunc quiescere.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 85 Al modo en que la peonza, cuanto más potente es el brazo que la hace girar, tanto más rápido se mueve y tanto más quieta parece, la potencia absoluta, que es Dios, es máximo acto, máximo movimiento y máxima quietud. Como veíamos ya en el tercer capítulo del primer libro de De docta ignorantia, aquí el Cusano vuelve a afirmar que la absoluta potencia se identifica con la necesidad absoluta [absoluta necessitas],152 puesto que es una posibilidad que expresa toda la realidad, en tanto es el modo de ser propio sólo de lo absoluto. En Dios, la potencia absoluta, el acto puro y la unión de esta potencia con este acto son coeternos. El acto presupone lógicamente la potencia; la potencia, por el contrario, no presupone nada. Esta potencia que es, lógicamente, el principio del acto, es el Padre; el Hijo es la eterna puesta en acto de la potencia del Padre; el Espíritu Santo procede de ambos, es la unión coeterna de la potencia absoluta y el acto puro. Así afirma el Cusano: “el ser presupone el poder, ya que nada es a menos que exista la posibilidad de la que procede, y el poder, en cambio, no presupone nada, puesto que el poder es la eternidad. (…) Así, lo mismo que veo que el mismo poder absoluto en la eternidad es eternidad, y en la eternidad del poder mismo no veo el ser más que como derivado del poder mismo, de igual manera creo que el mismo poder eterno tiene una hipóstasis y que es por sí, y que es todo lo que es por la misma omnipotencia del Padre, de manera tal que sea hijo de la omnipotencia, es decir, que es lo que el Padre puede: es omnipotente derivado del absoluto poder, o sea, del omnipotente. Y creo que de éstos procede la unión de la omnipotencia y del omnipotente.”153 152 153 Cfr. De possest, (h XI/2 n.27): “Est igitur absoluta necessitas, cum non possit non esse”. [1992: 71 (De possest (h XI/2 n.49)]: “esse praesupponit posse, cum nihil sit nisi possit a quo est, posse vero nihil praesupponit, cum posse sit aeternitas. (...) Ideo sicut video ipsum absolutum posse in aeternitate esse aeternitatem et non video ipsum esse in aeternitate ipsius posse nisi ab ipso posse, sic cre- teseopress.com 86 • La concepción cusana de la potencia El Hijo es el omnipotente del omnipotente, es lo que el Padre puede totalmente; es decir, es igual a la potencia del Padre, y puesto que es toda potencia, el Hijo es igual al Padre. Lo que el Padre puede es el conjunto de las creaturas. El universo está en potencia en el Padre y se pone en acto en el Hijo; dicho de otro modo: el Hijo es la universalidad de la creación considerada de una manera actual.154 Esta concepción de Dios como possest puede entenderse, como señala C. Cubillos,155 en un sentido doble: a) el poder que crea a partir de la nada; y b) un conjunto de todas las posibilidades lógicas de ser, con lo que se designa, respectivamente, su aspecto creador y su aspecto complicativo de todo lo que es; pues, según advierte M. de Gandillac, el possest contiene complicite las creaturas, tanto virtuales como reales.156 En este sentido, consideramos importante tener presente que el concepto de poder reviste una de las maneras que el Cusano considera menos inadecuadas para aludir de lo divino,157 dado que, como hemos visto,158 Dios se encuentra más allá del ser (acto) y del poder ser (potencia), en una dimensión transentitativa y complicativa de todo. En los próximos dos puntos nos detendremos en el abordaje del desarrollo de su concepción de la potencia en sus últimas dos obras. 154 155 156 157 158 do ipsum posse aeternum habere hypostasim et esse per se et de ipso deo patre, qui est per se, generari deum, qui sit omne id quod est ab ipsa omnipotentia patris, ut sit filius omnipotentiae, id scilicet sit quod pater possit: omnipotens sit de absoluto posse seu omnipotente. A quibus procedat omnipotentiae et omnipotentis nexus.” Duhem (1916: 273). Cubillos (2013: 188). Gandillac (1993: 101). Cfr. Compendium Ep. (h XI/3 n.45): “Patrem verbi ac aequalitatis, quia omnipotens, posse supra nominamus”. Cfr. De possest, (h XI/2 n.25). teseopress.com Nicolás de Cusa • 87 5.2. El posse como corazón de la metafísica en Compendium En el Compendium (1463/64) el Cusano presenta un breve conjunto de sus ideas centrales, dirigidas probablemente a algún discípulo cercano.159 Las dos principales notas del posse, que pueden entenderse como aspectos de una misma característica, son: ser antes que el ser y el no ser, y preceder al hacer y al ser hecho.160 Por este motivo afirma el Cusano: “toda cosa que puede ser o ser conocida, en el mismo poder está complicada”.161 Puesto que lo igual no puede ser sin el poder, que es su igual, serán ambos previos a todo. Y dado que el poder alcanza la suprema igualdad consigo mismo refiriéndose por igual a los contradictorios, el Cusano afirma que el poder se manifiesta potentísimo por la igualdad, que es generada por el máximo poder, que se genera igual a sí mismo. En este sentido, dado que el segundo término del principio, la igualdad [aequalitas], es igual al poder mismo, la igualdad es también anterior a los contradictorios. 159 160 161 Algunos comentadores consideran que podría tratarse de su secretario Pedro de Ercklenz. Se trata de una de las personas más cercanas al Cusano. Nos consta que ya el 31 de diciembre de 1450 lo acompañó cuando el recientemente nombrado Cardenal se marchó de Roma rumbo a Alemania y los Países Bajos (Watanabe, 2011: 109), y permaneció a su lado hasta el momento de su muerte. Dado su carácter meditativo y su personalidad más cercana a la cultura medieval, que a las novedades que en la época ofrecía el humanismo; en este sentido, las palabras del Cusano “que eres simple” [“cum sis simplex”] podría indicar su carácter de sencillo, ni particularmente independiente ni innovador (Watanabe, 2011: 112). Cfr. Comp., c.10 (h XI/3 n.29): “Nihil enim est, nisi esse possit, nec non est, si non esse non potest. Atque praecedit facere et fieri. Nihil enim facit, quod facere non potest, aut fit, quod fieri non potest. Sic vides posse ante esse et non esse, ante facere et fieri; et ita de omnibus”. Comp., c.10 (h XI/3 n.29): “Quaecumque igitur aut esse aut cognosci possunt, in ipso posse complicantur et eius sunt”. Las traducciones de esta obra son provisorias, correspondientes a la edición en prensa, citada en la Bibliografía. teseopress.com 88 • La concepción cusana de la potencia A su vez, la unión procede del poder y la igualdad, pues la potencia es más fuerte unida.162 Es a través de la unión que el poder y la igualdad son uno sólo, no menor al poder y la igualdad de los que procede, en el principio potentísimo, igualísimo y unidísimo.163 Por naturaleza todo el que quiere conocer va en busca del mismo objeto, el poder mismo, el cual es causa de todas las cosas. El objeto de conocimiento en cada cosa singular, es, entonces, el poder: “porque el mismo poder, más potente que el cual [no hay] nada quiere poder ser visto, de aquí que todas las cosas existan. Y esta es la causa de las causas, y causa final de todo, a la cual son ordenadas todas las causas de las cosas en el ser y el conocer”.164 Nos parece importante tener presente aquí que el posse ipsum quiere [vult] tener una semejanza. Si tenemos presentes los conceptos vistos en De docta ignorantia, podemos considerar que el posse ipsum, entendido como lo máximo absoluto, quiere poder manifestarse en el universo, que es la unidad contracta de la pluralidad de las cosas. Vemos, pues, que en la reconducción a la unidad del principio vuelve a aparecer en el Compendium la importancia de la existencia de una semejanza. Pero una nota característica en este opúsculo, que no encontrábamos en obras anteriores, es la inclusión del poder como el objeto de dicha semejanza. En el Epílogo, tras afirmar que el poder mismo es causa de todo lo que existe, el Cusano sostiene: 162 163 164 Cfr. Comp., c.10 (h XI/ 3 n.30): “Potentia enim seu virtus unita fortior est”. Cfr. Comp., c.10 (h XI/3 n.30): “Et ita videt mens posse, eius aequalitatem et utriusque unionem esse unicum principium potentissimum, aequalissimum et unissimum”. Comp., Ep. (h XI/3 n.47): “Quia igitur ipsum posse, quo nihil potentius, vult posse videri, hinc ob hoc omnia. Et haec est causa causarum et finalis, cur omnia, ad quam omnes rerum causae in esse et nosci ordinantur”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 89 “existe la cosa porque existe el poder ser, y es esto y no otra cosa porque existe la suma igualdad, y es una porque existe la suma unión. De aquí que nada se ofrezca a la visión de la mente en todas las cosas y a través de todas ellas sino aquello más potente que lo cual no hay nada (…) No es, pues, otro el objeto de la visión mental que el poder más potente que el cual no hay nada, pues él solo, sin mutación de sí, puede ser todo y hasta lo es, y sin él nada puede ser”165. Que el objeto de la visión de la mente sea el “poder mismo” no significa un desprecio de la multiplicidad por parte del Cusano. Por el contrario, en la multiplicidad reluce la semejanza del posse, y por tanto, en la visión sensible hallamos el signo del principio166. 5.3. Posse ipsum. Última clave hermenéutica del Cusano Al adentrarnos en el opúsculo De apice theoriae (1464), abarcamos la formulación de la última clave hermenéutica que Nicolás presenta respecto de su propia obra. En un diálogo con su secretario Pedro de Ercklenz,167 el Cusano da cuenta de sus meditaciones respecto de la quididad168 subsistente 165 166 167 168 Comp., Ep. (h XI/3 n.45-46): “Est enim res, quia ipsum posse esse est; et est hoc et non aliud, quia summa aequalitas est; et est una, quia summa unio est. Hinc nihil se offert visui mentis in omnibus et per omnia nisi quo nihil potentius (…) Non est igitur obiectum visus mentis aliud quam posse, quo nihil potentius, cum illud sine sui mutatione solum possit esse omnia et sit etiam, sine quo nihil esse potest”. Cfr. Comp., Ep. (h XI/3 n.47): “Obiectum autem sensus visus res aliqua est sensibilis, quae, cum non sit nisi ipsum, quod esse potest, non est nisi idem obiectum visus mentis, non ut in se, quemadmodum se menti, sed ut in signo sensibili, quemadmodum se sensibili visui obicit”. Cfr. la nota respecto a la dedicatoria del Compendium. Su rol como interlocutor en De apice theoriae es motivo de discusión (Cfr. Watanabe, 2011: 111-112), dado que la inclusión de una persona tan cercana en un diálogo filosófico es una rareza en la obra del Cusano El término quidditas, que expresa el “qué es” [quid est] esto o aquello, era usado en la Escolástica como un sinónimo de esencia, en el sentido en que expresa la definición de la cosa, a diferencia de la esencia entendida como determinación ontológica (forma) y la esencia entendida como principio de inteligibilidad del ente y de sus operaciones (natura) (Cfr. Magnavacca 2005: teseopress.com 90 • La concepción cusana de la potencia en sí y antes de toda diversidad, la cual no sería sino la misma hipóstasis en todos los entes: todo lo que es, dado que puede ser, requiere el poder mismo [posse ipsum], por el cual puede ser, y nada por fuera de él puede ser más subsistente. Nada es más cierto que el poder mismo, porque el poder ser esto o aquello lo presupone, ni nada puede serle añadido.169 Afirma así el Cusano: “Por consiguiente, el poder mismo, sin el cual nada puede nada, es aquello con respecto al cual no puede existir nada más subsistente. Por ello, es el mismo ‘qué’ buscado, es decir, la quididad misma, sin la cual nada puede ser.”170 Entonces, todo aquel que reconozca la existencia del poder ser de algo debe reconocer la existencia del poder mismo.171 Para poder arribar al poder mismo, Nicolás propone una aproximación que parte de lo sensible a lo inteligible, y de éste a lo absoluto. En la luz sensible halla que complica toda la belleza y la claridad de las cosas visibles, en las que se la encuentra como hipóstasis, puesto que no puede ser vista en sí, pero aparece en diversos colores y grados de claridad, y si fuera suprimida, se eliminaría también la visión y lo vis- 169 170 171 583). El Cusano retoma este concepto ya en el contexto de su temprana filosofía (cfr. nuestros apartados relativos a la metafísica y la cosmología en De docta ignorantia) a fin de referir a aquello que subyace a toda posibilidad de ser nombrado, lo cual recibe diversos nombres, entre los que hemos abordado: maximum, possest, posse ipsum. Cfr. De apice theoriae (h XII n.20): “Posse cum addito imago est ipsius posse, quo nihil simplicius.”. Como observa J. M. André (2010: 35), el Cusano distingue posse ipsum de posse cum addito, pues el posse ipsum es más simple que aquello que se le añada. [1991: 55-56 (De apice theoriae (h XII n.4)]: “Ideo posse ipsum, sine quo nihil quicquam potest, est quo nihil subsistentius esse potest. Quare est ipsum quid quaesitum seu quiditas ipsa, sine qua non potest esse quicquam.” Cfr. De apice theoriae (h XII n.13): “quando dubium non potest nisi praesupponere ipsum, nec quicquam sufficientius aut perfectius eo excogitari potest”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 91 to.172 La mente hace “visible” el ser simple, que no podemos ver sensiblemente, que son manifestaciones del poder mismo, el cual se muestra gradualmente en cada ser. El poder mismo se muestra diversamente más potente en la visión mental que en la visión sensible, y, por último, el poder en sí mismo, el cual se entiende cuando se comprende que supera la fuerza [vis] de la capacidad del poder inteligible.173 El poder de la mente nos presenta, entonces, un modo de la operación de la potencia de la mente humana para la aproximación a la contemplación del poder inteligible. La mente humana, como hemos visto en el cuarto apartado, es semejanza de la mente divina, y despliega su fuerza en forma diversa, no alcanzando, no obstante, su unidad de forma plena sino en sí. Nicolás de Cusa vuelve a mostrarnos esto como un modo de llegar al poder mismo con una alusión al poder de la mente de Aristóteles: “El poder de la mente de Aristóteles se manifiesta en sus libros, aun cuando éstos no manifiestan perfectamente el poder de su mente; sin embargo aunque un libro la expresa de un modo más perfecto que otro, y aunque los libros no han sido editados con otro fin sino para que la mente se manifieste, su mente no estaba obligada a publicar los libros, ya que la mente libre y noble se manifestó porque quiso; del mismo 172 173 Cfr. De apice theoriae (h XII n.8): “Respicias igitur ad lucem sensibilem, sine qua non potest esse sensibilis visio, et attende quomodo in omni colore et omni visibili nulla est alia hypostasis quam lux varie in variis essendi modis colorum apparens, ac quod luce subtracta nec color nec visibile nec visus manere potest. Claritas vero lucis, ut in se est, visivam potentiam excellit. Non igitur videtur, uti est, sed in visibilibus se manifestat, in uno clarius, in alio obscurius. Et quanto visibile magis clare lucem repraesentat, tanto nobilius et pulchrius. Lux vero omnium visibilium claritatem et pulchritudinem complicat et excellit.”. Cfr. De apice theoriae (h XII n.10): “Non tamen in omnibus potentiis aut essendi aut cognoscendi posse ipsum, uti est, capi potest perfectissime, sed in illis apparet in uno potentius quam in alio; potentius quidem in intellectuali posse quam sensibili, quanto intellectus potentior est sensu. Sed in se posse ipsum supra omnem potentiam cognitivam, medio tamen intelligibilis posse, videtur verius, quando videtur excellere omnem vim capacitatis intelligibilis posse. Id quod intellectus capit intelligit.”. teseopress.com 92 • La concepción cusana de la potencia modo se manifiesta el poder en todas las cosas. La mente es como un libro intelectual que ve en sí misma y en todas las cosas la intención del escritor.”174 El Cusano confiesa haber buscado previamente la verdad en la oscuridad, pero ha hallado que la verdad es más clara cuanto más fácil es,175 y ha hallado un nombre que es más verdadero, más fácil y más brillante que los anteriores, e incluso afirma que toda precisión especulativa debe ser puesta en el poder mismo y su aparición. En este sentido, nos parece importante destacar las siguientes palabras: “Verás a continuación que el poder mismo, más potente que el cual no hay nada, y respecto del cual nada puede ser anterior ni mejor, es mucho más apto para nombrar aquello sin lo que nada puede ser, vivir y entender, más que el possest o que cualquier otro vocablo. Si puede tener un nombre, el nombre que mejor lo denominará será ciertamente el poder mismo, más perfecto que el cual no hay nada. Creo que no existe otro nombre más claro, más perfecto o más fácil.”176 Nicolás presenta el posse ipsum, entonces, como un mejor nombre para aludir a lo más potente que lo cual no hay nada. No obstante, consideramos importante resaltar que el Cusano alude, cuando dice “si puede tener un nom174 175 176 [1991: 68 (De apice theoriae, Memoriale (h XII n.21))]: “Sicut posse mentis Aristotelis se in libris eius manifestat, non quod ostendant posse mentis perfecte, licet unus liber perfectius quam alius, et libri non sunt ad alium finem editi, nisi ut mens se ostendat, nec mens ad edendum libros fuit necessitata, quia libera mens et nobilis se voluit manifestare, ita posse ipsum in omnibus rebus. Mens vero est ut liber intellectualis in se ipso et omnibus intentionem scribentis videns.”. Cfr. De apice theoriae (h XII n.5): “Veritas quanto clarior tanto facilior. Putabam ego aliquando ipsam in obscuro melius reperiri. Magnae potentiae veritas est, in qua posse ipsum valde lucet.”. [1991: 56 (De apice theoriae (h XII n.5))]: “Videbis infra posse ipsum, quo nihil potentius nec prius nec melius esse potest, longe aptius nominare illud, sine quo nihil quicquam potest nec esse nec vivere nec intelligere, quam possest aut aliud quodcumque vocabulum. Si enim nominari potest, utique posse ipsum, quo nihil perfectius esse | potest, melius ipsum nominabit. Nec aliud clarius, verius aut facilius nomen dabile credo.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 93 bre”, a la imposibilidad de la imposición de un nombre preciso para lo más potente, que debe ser buscado a través de diversos nombres conjeturales. Estos nombres, como veíamos en el punto 5.1, son imágenes que orientan la especulación, lo cual llevan a cabo mejor cuanto más claramente muestran la absoluta potencia de la esencia divina, su complicación de todo y la coincidencia de los opuestos. Es en este sentido que el Cusano considera el posse ipsum una imagen aún mejor que el possest para llevar la especulación de la mente humana a la contemplación de Dios. De este modo, entendemos que sugiere a) que sólo puede conocerse adecuadamente lo verdadero cuando lo entendemos fundado en el posse ipsum y b) que todos sus esfuerzos especulativos previos no fueron sino apariciones del posse ipsum, sólo que ahora se encuentra explicitado. Esto podemos corroborarlo en el siguiente pasaje: “Por consiguiente, mi muy querido Pedro, dirige el ojo de la mente con aguda atención a este secreto, y con este modo de analizar introdúcete en mis escritos y en todos los demás que leas, y ejercítate especialmente en mis opúsculos y mis sermones.”177 Por otra parte, a lo largo de este breve opúsculo hace énfasis en el carácter hipostático del posse ipsum y del modo en que reluce en su propia filosofía, e incluso en la diversidad de doctrinas filosóficas. Al hacerlo, muestra que las aparentes contradicciones de las diversas doctrinas filosóficas confluyen cuando son abordadas con el posse ipsum. Así, en el esfuerzo cusano por mostrar la unidad en la diversidad de doctrinas filosóficas [concordantia philosophorum], todas las doctrinas especulativas adecuadamente formuladas han versado en torno al poder mismo o su aparición. 177 [1991: 66 (De apice theoriae (h XII n.16)]: “Velis igitur, mi Petre valde dilecte, mentis oculum acuta intentione ad hoc secretum convertere et cum ista resolutione nostra scripta et alia, quaecumque legis, subintrare et maxime te exercitare in libellis et sermonibus nostris”. teseopress.com 94 • La concepción cusana de la potencia §6. La dimensión socio-política de la concepción cusana de la potencia. En el comienzo del capítulo décimo del Compendium el Cusano afirma que el significado complicado en una palabra mental es su explicación, expresada de diversas maneras en las palabras escritas, y que cuando se enseña un arte con la palabra escrita se indica la palabra mental que es el arte que se quiere enseñar, por lo que para comprender un arte debemos intentar entender la palabra mental a partir de la palabra escrita, armonizando las palabras que parecen oponerse.178 De modo análogo, en De pace fidei el Cusano ofrece una propuesta de buscar la unidad de la fe en la diversidad de los ritos, para encontrar la paz perpetua en las aparentes contradicciones que se presentan como una misma fe en la diversidad de manifestaciones en ritos.179 6.1. La formulación del problema En el contexto de la caída de Constantinopla en manos de los turcos, ocurrida el 29 de mayo de 1453, Nicolás de Cusa concentró sus esfuerzos especulativos en pos de una propuesta de paz perpetua, por lo cual compuso esta obra, que concluyó el 23 de septiembre, una semana antes de que el Papa Nicolás V anunciara la cruzada contra los turcos. 178 179 Cfr. Comp., c.10 (h XI/3 n.28): “Definitio enim, quae scire facit, est explicatio eius, quod in vocabulo complicatur. Et ad hoc in omni studio librorum principalem operam adhibeas, ut interpretationem vocabulorum iuxta mentem scribentis attingas, et cuncta facile apprehendes scripturasque concordabis, quas sibi contradicere putabas.” Cfr. Comp., c.19 (h VII n.68): “Et mandatum est per Regem regum ut sapientes redeant et ad unitatem veri cultus nationes inducant (...) omnium nominibus unam fidem acceptent et super ipsa perpetuam pacem firment”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 95 Nicolás narra una visión [visio] en la que un hombre (presumiblemente se refiere a sí mismo en tercera persona) fue arrebatado [raptus est] a un concilio de santos, representantes de distintas religiones de la Tierra, y un grupo de arcángeles, presididos por Dios.180 El Cusano comienza la obra, como señalamos brevemente en el cuarto apartado, con una reflexión antropológica en la que afirma que Dios hizo que en el hombre resplandezca la imagen de su inefable virtud [ineffabilis virtutis tuae ymago].181 A partir de un hombre hizo que diversos pueblos ocupen la tierra, y para que el hombre pueda reconducirse a su principio, del que es imagen, creó la realidad sensible, que lo llena de maravilla.182 Pero, dado que son pocos los que pueden conocerse interiormente, no estando sometidos a una vida trabajosa ni a una sujeción servil, Dios instruyó a diversos profetas para que educaran al pueblo en las leyes y el culto, y el pueblo las aceptó por provenir de Dios.183 La diversidad en el modo en que los profetas educaron a los distintos pueblos, sumado a que la condición humana, nos 180 181 182 183 Consideramos oportuno tener presente, como observa D’Amico (2005: 269), que el Cusano llama a quienes se encuentran reunidos “intellectuales virtutes”, por lo que debemos entender que se encuentran en el nivel intelectual, que es aquel donde se concibe la diversidad, sin cancelarla, como coincidente. Cfr. De pace fidei (h VII n.3): “«Domine, rex universitatis, quid habet omnis creatura quod ei non dedisti? Ex limo terrae placuit corpus hominis formatum spiritu rationali per te inspirari, ut in eo reluceat ineffabilis virtutis tuae ymago.” Cfr. De pace fidei (h VII n.3): “tu tamen concreasti eidem ea omnia per quae, excitatus admiratione eorum quae sensu attingit, possit aliquando ad te omnium creatorem oculos mentis attollere et tibi caritate summa reuniri, et sic demum ad ortum suum cum fructu redire.” Cfr. De pace fidei (h VII n.4): “Ex quo factum est, quod pauci ex omnibus tantum otii habent, ut propria utentes arbitrii libertate ad sui notitiam pergere queant. Multis enim corporalibus curis et servitiis distrahuntur; ita te, qui es Deus absconditus, quaerere nequeunt. Quare praeposuisti diversos reges atque videntes, qui prophetae dicuntur, populo tuo; quorum plerique legationis tuae officio usi tuo nomine cultum et leges instituerunt et rudem populum instruxerunt. Has leges perinde ac si tu ipse Rex regum facie ad faciem eis locutus fuisses acceptarunt, non eos sed te in ipsis audire credentes.”. teseopress.com 96 • La concepción cusana de la potencia dice Nicolás, es defender como verdad una costumbre inveterada, cada pueblo prefiere su propia fe frente a la de los otros.184 El problema no radica, entonces, en la pluralidad de religiones, dado que este es un mandato divino, sino que cada hombre cree que su religión es la verdadera, y no perciben que todas, a su manera siempre parcial, explicitan la inefable Verdad. La solución a este problema, dice el Cusano, radica en que lo que todos los hombres buscan en cada objeto que apetecen es Dios, que es una infinita potencia creadora [potest creatura infinitatis], que no se encuentra en ninguna de las cosas que ha creado, ni es nombrable o alcanzable a la mente humana, pero que se hace visible en la medida en que puede ser comprendido, pues nadie escapa de Dios sino porque lo ignora.185 No se trata entonces de eliminar esta diferencia de ritos. 6.2. La diversidad de creencias en la unidad de la fe Luego se ocupa de mostrar que los siguientes aspectos de la religión son universales, es decir, que están supuestos en la única fe: a) Dios es único, eterno, simple y principio de todas las cosas; b) Trinidad de Dios y del universo; c) la encarnación de Cristo. Una vez hallado un acuerdo en estos tres aspectos centrales, considera el Cusano que se desprende el resto de los componentes de la concordia fidei. 184 185 Cfr. De pace fidei (h VII n.4): “Habet autem hoc humana terrena condicio quod longa consuetudo, quae in naturam transisse accipitur, pro veritate defenditur. Sic eveniunt non parvae dissensiones, quando quaelibet communitas suam fidem alteri praefert.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.4): “Tu ergo, qui es dator vitae et esse, es ille qui in diversis ritibus differenter quaeri videris et in diversis nominibus nominaris, quoniam uti es manes omnibus incognitus et ineffabilis. Non enim qui infinita virtus es, aliquod eorum es quae creasti, nec potest creatura infinitatis tuae conceptum comprehendere, cum finiti ad infinitum nulla sit proportio. Tu autem, omnipotens Deus, potes te qui omni menti invisibilis es, modo quo capi queas, cui vis visibilem ostendere. (…) Nam nemo a te recedit, nisi quia te ignorat.” teseopress.com Nicolás de Cusa • 97 1. Dios es único, eterno, simple y principio de todas las cosas. El Cusano comienza estableciendo, a través del personaje del Verbo, que todos los presentes se llaman a sí mismos sabios o amantes de la sabiduría, por lo que presuponen la existencia de una sabiduría,186 pero no puede haber muchas, y si las hubiera debieran provenir de una sabiduría, porque la unidad es antes de la pluralidad.187 El Verbo concluye que para todos hay una única sabiduría y su fuerza es inefable e infinita, la cual se explica en lo que puede percibirse por medio de los sentidos.188 El Griego responde a esto para ellos también la única vía para amar la sabiduría es “pregustarla” en las cosas sensibles, y afirma que el espíritu racional [spiritu rationali] es la imagen más adecuada de la sabiduría.189 Luego el Verbo pregunta si el Verbo y la sabiduría son lo mismo, a lo que el Italiano responde que sí,190 por lo que el Verbo concluye que la sabiduría: α) es eterna, porque existe antes que las osas con inicio;191 β) es principio, porque es antes de todo;192 γ) es simple, 186 187 188 189 190 191 Cfr. De pace fidei (h VII n.10): “Si igitur omnes amatis sapientiam, nonne ipsam sapientiam esse praesupponitis?”. Cfr. De pace fidei (h VII n.11): “Non potest esse nisi una sapientia. Si enim possibile foret plures esse sapientias, illas ab una esse necesse esset; ante enim omnem pluralitatem est unitas.” Cfr. De pace fidei (h VII n.11): “Concordatis igitur omnes unam esse simplicissimam sapientiam, cuius vis est ineffabilis. (…) Quando enim visus ad ea quae visibilia sunt se convertit et, quicquid intuetur, attendit ex vi sapientiae prodiisse”. Cfr. De pace fidei (h VII n.12): “Nec nos qui hanc fecimus philosophiae professionem, alia via dulcedinem sapientiae quam rerum quae sensu subiacent admiratione praegustatam amamus. (…) et demum in spiritu rationali, qui capax est artium mirabilium et est quasi signaculum sapientiae, in quo super omnia ut in propinqua ymagine relucet sapientia aeterna ut veritas in propinqua similitudine!”. Cfr. De pace fidei (h VII n.14): “Verbum: «Quid igitur apparet vobis: est sapientia illa Deus aut creatura?» Ytalus: «Quia Deus creator omnia creat in sapientia, ipse est necessario sapientia creatae sapientiae.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.14): “Sic sapientia est aeterna, quia ante omne initiatum et creatum.”. teseopress.com 98 • La concepción cusana de la potencia ya que todo ser compuesto es iniciado;193 y, dado que la unidad es antes de toda pluralidad,194 δ) es el Dios único, eterno, simple y principio de todas las cosas.195 2. Trinidad de Dios y el universo. El Hindú dice que no puede admitir la Trinidad sin una pluralidad de dioses.196 El Verbo dice que Dios infinito es inefable, por lo que hay que hablar del universo, del cual Dios es el principio. En el universo hay: α) multiplicidad (estrellas, árboles, hombres, piedras), cuyo principio es la unidad eterna; β) desigualdad (no hay partes iguales entre sí), cuyo principio es la igualdad eterna de la unidad; γ) división o separación de las partes, cuyo principio es la conexión eterna de la igualdad de la unidad. Puesto que no puede haber muchas eternidades, en la única eternidad se encuentran la unidad eterna, la igualdad eterna de la unidad y la conexión eterna de la igualdad de la unidad. El principio simplísimo del universo, es decir, Dios, ha de ser unitrino porque en el principio debe ser coimplicado lo iniciado.197 Luego el Verbo señala que en el alma racional están la mente, la sabiduría y la voluntad o amor, las cuales posee a seme192 193 194 195 196 197 Cfr. De pace fidei (h VII n.14): “Ytalus: «Nemo negare potest quin id quod intelligitur esse ante omne principiatum sit aeternum.» Verbum: «Est ergo principium.».”. Cfr. De pace fidei (h VII n.14): “Ergo simplicissimum. Omne enim compositum est principiatum; componentia enim non possunt esse post compositum.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.15): “Non est autem possibile plures esse aeternitates, quia ante omnem pluralitatem est unitas.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.15): “Est igitur sapientia Deus unus, simplex, aeternus, principium omnium.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.20): “Quod si trinitas est in divinitate, erit et pluralitas in deitate. Prius autem dictum est, et vere ita esse necesse est, scilicet non esse nisi unam deitatem absolutam.” Cfr. De pace fidei (h VII n.21): “Nam nomina quae Deo attribuuntur, sumuntur a creaturis, cum ipse sit in se ineffabilis et super omne quod nominari aut dici posset. Unde, quia Deum colentes ipsum adorare debent tamquam principium universi, in ipso autem uno universo reperitur partium multitudo, inaequalitas et separatio (...), omnis autem multitudinis unitas est principium: quare principium multitudinis est aeterna unitas. (...) Igitur in una teseopress.com Nicolás de Cusa • 99 janza de la fecundidad [fecunditas] de la Trinidad increada. Toda criatura posee del ser divino no sólo la existencia sino también la fecundidad, sin esta no podría existir el mundo ni la criatura existiría en el mejor de sus modos posibles [meliori modo].198 3. Acerca de la encarnación del Verbo se plantean los siguientes problemas: α) que el Verbo de Dios no es Dios; β) ¿cómo puede Dios, que es inmutable, volverse un hombre? α) ‘Verbum’ proviene del griego λόγος, esto es, razón, y Dios, que creó todas las almas racionales posee la razón, y en Dios el tener coincide con el ser, por lo que el Verbo de Dios es Dios.199 β) Cuando se considera a Cristo en su naturaleza humana, era verdaderamente hombre y mortal, y en ese sentido no era Verbo de Dios.200 Si se piensa en cambio al Verbo de Dios como el heredero del Reino (en tanto los profetas serían las cartas del Rey), prescindiendo de la diversidad numérica y considerando la potencia que existe en la dignidad real del padre y del hijo, aquella potencia real es una idéntica en padre e hijo, en el padre como ingenerado y en el hijo como generado o verbo viviente 198 199 200 aeternitate reperitur unitas, unitatis aequalitas, et unitatis et aequalitatis unio seu connexio. Sic principium simplicissimum universi est unitrinum, quia in principio complicari debet principiatum”. Cfr. De pace fidei (h VII n.24): “Et attende, cum in essentia rationalis animae sit quaedam fecunditas, scilicet mens, sapientia et amor seu voluntas, quoniam mens ex se exerit intellectum seu sapientiam, ex quibus voluntas seu amor, | et est haec trinitas in unitate essentiae animae fecunditas quam habet in similitudine fecundissimae increatae trinitatis (...) sine quo esse fecundo non posset nec mundus subsistere, nec creatura esset meliori modo quo esse posset.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.29): “Hoc autem Verbum est ratio; logos enim Graece verbum dicit, quod est ratio; Deum enim habere rationem, qui est creator omnium rationabilium animarum et spirituum, indubium est. Haec autem ratio Dei non est nisi Deus, uti praeexpositum est; nam habere in Deo coincidit cum esse.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.31): “Optime. Haec natura, quia humana, non erat divina. Et ita in omni eo quod in Christo vidistis secundum hanc naturam humanam, per quam similis erat aliis hominibus, non apprehendistis Christum Deum sed hominem.”. teseopress.com 100 • La concepción cusana de la potencia del padre.201 Y si existe esta potencia real absoluta, ingenerada y generada, y la potencia ingenerada llama a un ser de naturaleza distinta a participar de la sucesión al trono junto con el hijo que tiene su misma naturaleza, en la única sucesión de un único reino se unen filiación y adopción, la cual se funda sobre la filiación, que comporta la sucesión; entonces el sucesor adoptivo no será distinto del natural, por lo que en Cristo la naturaleza humana está unida al Verbo o a la naturaleza divina, pero está tan indisolublemente inherente a ésta que no puede subsistir separadamente en sí sino personalizándose en la divina, y por medio de ésta la naturaleza humana puede conseguir, fundándose sobre ésta, la inmortalidad.202 A continuación el Cusano da otro ejemplo: la sabiduría entre los hombres puede ser mayor o menor, ninguno es tan sabio como para no poder serlo más aún, habiendo una distancia infinita en la sabiduría humana y la infinita sabiduría divina. Dado un hombre cuyo intelecto tuviera una sabiduría tal que no pudiera ser mayor, entonces estaría unido a la naturaleza divina, uniendo por su medio la naturale- 201 202 Cfr. De pace fidei (h VII n.34): “Sed si tollis diversitatem numeralem suppositorum et respicis ad potentiam quae est in regali dignitate Patris et Filii sui haeredis, tunc vides quomodo illa potentia regalis est una et in Patre et in Filio; in Patre ut in ingenito, in Filio ut in genito seu vivo Verbo Patris.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.35): “Sic et in una successione unius regni uniuntur filiatio et adoptio; sed adoptionis successio non in se, sed in filiationis successione suppositatur. Adoptio enim quae de sua natura non succedit, si succedere debet filiatione existente, oportet quod non in se, sed in illa suppositetur qui per naturam succedit. Si igitur adoptio, ut cum filiatione succedat in adeptione simplicissimae et indivisibilis haereditatis, non capit ex se sed ex filiatione successionem, non erit alius successor adoptivus et alius naturalis, licet alia natura adoptionis, alia naturalis. Nam quando separatus foret, et non in eadem ypostasi adoptivus cum naturali, quomodo concurreret in successione indivisibilis haereditatis? Unde in Christo sic tenendum est naturam humanam unitam Verbo seu naturae divinae, ita quod humana non transit in divinam, sed adhaeret sic indissolubiliter eidem, ut non separatim in se sed in divina personetur; ad finem quod ipsa humana natura, vocata ad successionem aeternae vitae cum divina, in ipsa divina immortalitatem assequi possit.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 101 za humana de todos los hombres con la infinita naturaleza divina. Cuando la naturaleza inferior es elevada a una unión “hipostática” [ypostaticam] con la naturaleza superior, es tal que no puede ser mayor.203 Podemos comprender esta doctrina remitiéndonos un momento al tercer libro de De docta ignorantia. Afirma allí el Cusano: “Pues el intelecto en todos los hombres es, en cuanto posible, todo, creciendo gradualmente de la posibilidad al acto, de modo que cuanto más sea [en acto], menos sea en potencia. Ahora bien, siendo el máximo [intelecto], el cual existe en acto plenamente, el fin de la potencia de toda naturaleza intelectual de ninguna manera puede existir sin que de tal manera sea intelecto que también sea Dios, quien es todo en todo. Como si fuera la naturaleza humana como un polígono inscripto en un círculo y el círculo fuera la naturaleza divina: si el mismo polígono debe ser máximo, mayor al cual nada puede haber, de ninguna manera subsistiría por sí en los ángulos finitos, sino en la figura circular, de manera que no tendría una figura propia de la subsistencia, aun intelectualmente, que sea separable de la misma figura circular y eterna.”204 Puesto que Cristo actualiza la potencia máxima del intelecto, es mediador entre el ámbito de lo contracto, donde la potencia del intelecto no existe en acto plenamente, y la potencia que es todo en todo en lo absoluto. Aun más, 203 204 Para este ejemplo cfr. De pace fidei (h VII n.36-38). [2009: 63-65 (De docta ign. III c.4 (h I n.206))]: “Intellectus enim in omnibus hominibus possibiliter est omnia, crescens gradatim de possibilitate in actum, ut quanto sit maior, minor sit in potentia. Maximus autem, cum sit terminus potentiae omnis intellectualis naturae in actu existens pleniter, nequaquam existere potest, quin ita sit intellectus, quod et sit Deus, qui est omnia in omnibus. Quasi ut si polygonia circulo inscripta natura foret humana, et circulus divina: si ipsa | polygonia maxima esse debet, qua maior essenon potest, nequaquam in finitis angulis per se subsisteret, sed in circulari figura, ita ut non haberet propriam subsistendi figuram, etiam intellectualiter ab ipsa circulari et aeterna figura separabilem.”. teseopress.com 102 • La concepción cusana de la potencia Cristo abarca la potencia de toda la especie, como afirma el Cusano en el sexto capítulo, luego de haber tratado la significación de su muerte en la cruz: “Por tanto, la humanidad de Cristo Jesús saldó todas las falencias de todos los hombres. Pues siendo ella máxima, abarca toda la potencia de la especie. (…) Pues esto es lo que realiza la maximidad de la naturaleza humana, para que en cualquier hombre, que se adhiera a Él por medio de la fe informada por la caridad, Cristo sea ese mismo hombre por medio de una unión muy perfecta, dejando a salvo la singularidad de cada uno.”205 En Cristo, entonces, se da la mayor naturaleza humana, que se personifica en la del Padre, y se da por su medio la unión de la naturaleza humana con la divina.206 La felicidad del hombre radica en su unión con la vida inmortal, y esto no sería posible sin la mediación de Cristo.207 De pace fidei culmina presentando un examen de unos libros sobre los usos religiosos entre los antiguos. Afirma Nicolás: “se descubrió que todas las divergencias se refieren más bien a los ritos que al culto del único Dios (…) todos los hombres, desde el inicio, han presupuesto siempre un solo Dios y lo han venerado en todas las formas de culto (…) Y de este modo se concluyó en el cielo, sobre bases racionales, la concordia de las religiones. El rey de los reyes ordenó luego a los sabios 205 206 207 [2009: 75 (De docta ign. III c.6 (h I n.219))]: “Humanitas igitur in Christo Iesu omnes omnium hominum defectus adimplevit. Nam ipsa cum sit maxima, totam speciei potentiam amplectitur (...) Nam hoc agit maximitas humanae naturae, ut in quolibet homine sibi per formatam fidem adhaerenti Christus sit ipse idem homo unione perfectissima, cuiuslibet numero salvo.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.39): “tunc clare videres solum unum Christum esse posse, in quo natura humana in unitate suppositi unita est naturae divinae.”. Cfr. De pace fidei (h VII n.44): “Et hic est via quia homo, per quem accessum habet omnis homo ad Deum, qui est finis desideriorum. Christus est ergo qui praesupponitur per omnes qui sperant ultimam felicitatem se assecuturos.”. teseopress.com Nicolás de Cusa • 103 regresar a la tierra para conducir a las naciones a la unidad del verdadero culto, y encargó a los ministros del espíritu el guiarlos y asistirlos.”208 6.3. Consideraciones acerca de la propuesta de paz Que haya sido Dios quien envió a los profetas a distintas regiones a fundar diversas religiones, ha llevado a Paul Richard Blum a sostener en su artículo “Nicholas of Cusa and the Anthropology of Peace”, que la paz de la fe no consiste en la postulación de una unidad sino en el intento de los individuos de sostener su fe y la paz al mismo tiempo. En las palabras del arcángel al comienzo de la obra sobre el carácter humano de creatura y del poder divino interno, se da cuenta de que todo lo que los hombres hacen se debe a un poder interno dado por la divinidad; es decir que Dios es responsable de la pluralidad de religiones. Blum hace hincapié en el problema antropológico: considerando que el Cusano caracteriza la “condición terrena humana” [humana terrena condicio] como fanatismo (la afirmación de una posición como la única verdadera, no entendiendo su carácter parcial y contingente), sumado a que la inmensa mayoría de los hombres no se puede permitir el tiempo de ocio para hacer uso de su libre voluntad y conocerse a sí mismos, por lo que carecen de oportunidad para buscar al “Dios escondido” [deus absconditus], por lo cual dependen de que los reyes y los profetas los instruyan, sólo a través del retorno consciente y la percepción del objeto verdadero pueden romper el círculo de violencia, hallando la única religión oculta en la variedad de ritos. 208 [2000: 209 (De pace fidei (h VII n.68))]: “Quibus examinatis omnem diversitatem in ritibus potius compertum est fuisse quam in unius Dei cultura (...) omnes praesupposuisse semper et in omnibus culturis coluisse ex omnibus scripturis in unum collectis reperiebatur (...) Conclusa est igitur in caelo rationis concordia religionum modo quo praemittitur. Et mandatum est per Regem regum ut sapientes redeant et ad unitatem veri cultus nationes inducant, et quod administratorii spiritus illos ducant et eis assistant”. teseopress.com 104 • La concepción cusana de la potencia Consideramos que no debe perderse de vista que el tratamiento cusano de las religiones se da, así como el de todo aquello que cae en el terreno de lo contracto, en medidas proporcionales; es decir que va a haber religiones que se acercan más y otras que se acercan menos a la glorificación de Dios, pero todas buscan lo mismo: alabar la potencia divina, y su principio es siempre el poder interno que los hombres reciben por ser imagen de Dios. Como observa Claudia D’Amico, el camino de acceso a la unidad de la fe, que es inefable, se da por la máxima doctrina de la ignorancia, que ve intelectualmente la unidad de la verdad divina, que funda la unidad de la fe, por lo que complica todos los discursos conjeturales humanos, los cuales también se encuentran complicados en la unidad del Lógos o Sabiduría divina.209 Entonces, la concordia de las religiones no es un hecho, sino algo que debe ser aprendido, este único Dios sólo es accesible en la diversidad de ritos. Dios sólo puede ser alabado en la paz, pero como el fanatismo es parte de la condición humana, dicha paz sólo se puede alcanzar por aproximación a la unidad de la fe. Quisiéramos destacar dos aspectos que nos parecen esenciales en esta doctrina de la concordia fidei: a) Dios es caracterizado como una infinita potencia, que nosotros conocemos a partir del universo, pero Dios en tanto Padre es una potencia ingenerada, mientras que el Hijo es la misma potencia generada en una naturaleza humana y a la vez divina, por medio de la cual el hombre puede alcanzar la inmortalidad;210 b) los ritos son un fruto del poder interno de los hombres, que es un don divino, a partir del cual pueden honrarlo en la diversidad. 209 210 Cfr. D’Amico (2005: 278-279). Esto se comprueba con el ejemplo de la sabiduría: Cristo es el que tiene una sabiduría tal que no puede ser mayor, y a partir de esta puede el hombre vincularse con la divinidad y la inmortalidad. Es decir, la potencia se encuentra en las bases de toda pretensión de inmortalidad de parte de los hombres. teseopress.com Nicolás de Cusa • 105 Podemos ver entonces el modo en que la propuesta cusana de una concordia fidei reasume una condición dinámica del acercamiento al objetivo: por un lado, el acercamiento a la inmortalidad sólo por la mediación de la identificación con la potencia en el Hijo; por otro, la diversidad de ritos que, corregidos de los errores del politeísmo, permiten alabar a Dios de la mejor forma posible, manteniendo entre los pueblos un estado de paz perpetua. §7. Las dimensiones de la potencia en el pensamiento cusano. En este primer capítulo hemos intentado hacer una presentación de las dimensiones metafísicas, cosmológicas, antropológicas y político-históricas del concepto de potencia en el pensamiento del Cusano. En razón de lo señalado, comenzamos presentando la concepción metafísica de la potencia en la temprana filosofía de Nicolás de Cusa. Nos hemos detenido en el carácter incomprehensible de lo máximo absoluto [maximum absolutum] para el hombre, en tanto éste conoce a partir de la proporción comparativa, y lo máximo absoluto es improporcionable. Al abordar el aspecto del número como principio de todo conocimiento, hemos advertido la coincidencia de lo máximo y lo mínimo en lo absoluto, y hemos dado cuenta del principio de coincidencia de los opuestos [coincidentia oppositorum], que ocupa un rol central en el pensamiento del Cusano. Luego hemos mostrado el carácter trinitario de lo máximo, a partir del proceder de aquella unidad mínima y máxima en su igualdad y su conexión; y, por último, nos hemos detenido en su caracterización como uno, absoluto, acto de toda potencia y necesidad. A continuación, teniendo presentes los elementos de la metafísica señalados previamente, abordamos la caracterización que Nicolás de Cusa propone respecto del universo, teseopress.com 106 • La concepción cusana de la potencia a partir del segundo libro de De docta ignorantia. A partir de la consideración del número, nos detuvimos en la dualidad complicatio – explicatio, que nos dio ocasión de examinar el carácter del universo, en tanto consiste en el despliegue o explicación [explicatio] de la unidad en la diferencia, en tanto la unidad de Dios es complicación [complicatio] simplísima de todo. Luego nos demoramos en mostrar cómo el concepto de contracción le permite al Cusano explicitar la relación de la creatura con Dios, en tanto en cada una reluce la semejanza de lo máximo. Por otra parte, nos parece sumamente significativo que la potencia no tenga, como en el primer libro, una dimensión absoluta, sino precisamente contracta, en tanto, limitada por la materia, es contraída de modo contingente [contingenter] por el acto,211 de modo que lo máximo absoluto es potencia absoluta, la cual contraída por el acto es el universo, que por la limitación de la contracción en la materia no puede no puede ser en acto infinito.212 Tomando los elementos previamente abordados, nos dirigimos en tercer lugar a estudiar la humana mens como productora de conjeturas, a partir de las cuales el hombre, en una manera de proceder que ejerce como viva imagen de Dios [viva imago dei], se muestra el dinamismo de su antropología. Para comenzar, abordamos el modo en que, en De coniecturis, el Cusano caracteriza a la mente humana como creadora de un mundo conjetural, a partir de cuya función se asemeja a Dios a su manera. Luego, en Idiota. De mente encontramos la explicitación de este carácter dinámico de la relación del hombre con el mundo, a partir del poder de su mente y de su función como fuerza asimilativa [vis assimilativa]; así como hemos visto que en De visione Dei, la 211 212 Cfr. De docta ign. II c.8 (h I n.137). No obstante, como señalamos al comienzo del apartado tercero, el Cusano entiende que el universo puede ser llamado infinito privativamente [privative infinitum], en tanto carece de límites, pese a no ser en acto infinito. teseopress.com Nicolás de Cusa • 107 visión humana [humana visio] es caracterizada como imagen de la visión absoluta, y en virtud de su dinamismo es llamada “espejo vivo” [speculum vivum] de la divina.213 Al detenernos en los opúsculos tardíos, encontramos a la potencia con un rol particularmente central, pues es centro de los diversos modos de nombrar a la divinidad que ejercita Nicolás en los últimos años de su vida. Así, los nombres possest, posse y posse ipsum nos muestran de qué modo la potencia ocupa, en su período de senectud, un lugar clave como núcleo de la metafísica. El vocablo possest, en el escrito titulado con ese nombre, le permite presentar, de modo enigmático [aenigmatice], la complicación de todo, en la cual la potencia y el acto se identifican, en un grado que supera al del ser y el no-ser. En el Compendium, por su parte, vemos que el término posse es aquel en que encuentra en el comienzo de la procesión intratrinitaria, por lo que tiene un lugar central como unidad primera, al mismo tiempo que es aquello que se encuentra detrás de todo lo que es buscado por el hombre en su deseo de conocer. Finalmente, en De apice theoriae, donde el Cusano ofrece su última visión de conjunto de su filosofía, a partir de la consideración del posse ipsum como hipóstasis de todo lo que es, abordamos el singular valor de la potencia para dar cuenta de los aspectos metafísicos y antropológicos del pensamiento cusano, que son puestos en juego a partir de diversos ejemplos, donde asciende al posse ipsum partiendo de las imágenes sensibles, o bien del poder de una mente. Y en último lugar, nos ocupamos de la cuestión social desde la perspectiva dinámica que ofrece Nicolás de Cusa. En De pace fidei la potencia, que nosotros conocemos a partir del universo y de la contracción de la naturaleza divina, pero que en su dimensión absoluta es Dios Padre, potencia infinita e ingenerada, es aquello que debe ser venerado por los hombres, no a partir de una única religión, sino de la diversidad de ritos, cada uno de los cuales surge de la diver213 Cfr. De vis. Dei, c.12 (h VI n.48). teseopress.com 108 • La concepción cusana de la potencia sa constitución de los hombres, puesto que estos, como ha sido visto, en ellos reluce la imagen de su inefable virtud,214 que les permite venerarlo tanto más cuanto más plural lo hacen. Con estos elementos en lo que concierne a las diferentes dimensiones del concepto de potencia en Nicolás de Cusa, abordaremos a continuación su estudio en el pensamiento de Giordano Bruno. 214 Cfr. De pace fidei (h VII n.3): “ut in eo reluceat ineffabilis virtutis tuae ymago.” teseopress.com 2 Giordano Bruno §8. Itinerario biográfico e intelectual de Giordano Bruno (1548-1600) Filippo Bruno nace en la ciudad de Nola, ubicada en la provincia de Nápoles, región de Campania, hijo de un militar, Giovanni Bruno, y Fraulissa Savolino. En 1562 se traslada a la capital de la provincia, Nápoles, donde estudia lógica y dialéctica en el Studium con Giovan Vincenzo da Colle, llamado il Sarnese, con quien adquiriría una temprana formación aristotélica-averroísta. Paralelamente, toma clases de lógica con el padre agustino Teófilo da Vairano, de quien puede haber obtenido sus primeros elementos de filosofía neoplatónica.1 Probablemente ya en este tiempo comience a interesarse por los estudios mnemotécnicos. Ingresa, aún en Nápoles, al convento dominico San Domenico Maggiore en el año 1565, a los diecisiete años, una edad tardía para la época, momento en el cual elige el nombre de uno de sus tutores en lógica aristotélica: Giordano. Permanece en este convento hasta el año 1575, pasando por diversas etapas de la formación que solía darse en ese ambiente: en 1566 ingresa al convento como profeso, en 1570 es ordenado subdiácono, y al año siguiente, diácono. Aparentemente, ya en este tiempo da muestras de la irreverencia que lo 1 Se trata de una conjetura que hacemos en virtud del De gratia Novi Testamenti (1570-1571), obra que se le atribuye a Teófilo da Vairano. Por otro lado, consideramos relevante que Bruno suele llamar al portavoz de sus teorías, en diversos diálogos, “Teófilo”. teseopress.com 109 110 • La concepción cusana de la potencia caracterizaría, y si bien es recibido en el Studium de su convento como estudiante formal de teología, es acusado de negarse a venerar las imágenes de los santos, aceptando únicamente el crucifijo, de hacer malas sugerencias de lectura a un joven novicio y de poseer libros de Erasmo de Rotterdam, un autor prohibido en el catolicismo de la época. Con todo, en 1573 es ordenado sacerdote, y en 1575 completa sus estudios recibiéndose de teólogo. A pesar de haber completado sus estudios, el ambiente es hostil a Giordano Bruno, y aparentemente pende sobre él un proceso por herejía. Se sabe que en 1576 se aloja en el convento de Santa María sobre Minerva, en Roma; sin embargo, ese mismo año debe partir pues la Orden de los predicadores instruye un segundo proceso en su contra. Durante los siguientes tres años dejará los hábitos y desarrollará un peregrinaje por el norte de Italia: Génova, Noli, Savona, Turín, Venecia, Padua, Brescia, Bérgamo, posiblemente Milán y Piamonte, donde dará clases particulares, enseñará gramática a los niños y dará lecturas sobre la Esfera para los nobles, hallando refugio en un convento de Chambéry, Francia, donde retomará los hábitos. En 1579 se halla en Ginebra, donde tal vez abraza el calvinismo. Su estadía allí sin embargo será de unos pocos meses, a raíz de un conflicto con la Iglesia calvinista: Bruno había hecho circular un folleto en el que señalaba veinte errores que habría cometido el pastor Antoine de la Faye en una de sus lecciones de filosofía, ante lo cual se abrió un proceso en su contra por difamación, fue arrestado y obligado a retractarse. Con un fuerte enojo frente al calvinismo, Bruno parte a Lyon, y luego a Toulose, donde consigue un puesto como lector titular de filosofía en la Universidad de la ciudad. En 1581 parte a París, según algunas versiones por los conflictos entre católicos y hugonotes en el sur de Francia, según otros por pedido expreso del rey Enrique III, quien habría tenido noticias del talento del filósofo italiano. Aún cuando esto no fuera cierto, sabemos que, una vez en París, el rey lo teseopress.com Giordano Bruno • 111 incluye en el grupo de Lecteurs royaux, y le da amplio apoyo. Bruno responde a esta atención dedicándole al rey su primera gran obra, donde puede ya apreciarse el tono general de su filosofía, De umbris idearum (1582). En el mismo año compone tres obras mnemotécnicas, Ars memoriae, Cantus circaeus y De compendiosa architectura et complemento artis Lullii, así como su única comedia, en lengua italiana, Il Candelaio. Al año siguiente, encontramos al Nolano en la ciudad de Londres. Los motivos de su viaje son aún motivo de discusión,2 aunque se sabe que viajó como acompañante del embajador de Francia en Inglaterra, Michel de Castelnau, conde de Mauvissiere, a quien dedicará algunas de sus primeras obras allí compuestas.3 En ocasión de la visita del conde polaco Alberto Laski a la Universidad de Oxford, Bruno es invitado por primera vez a debatir con los doctores oxonienses. Luego de un breve regreso a Londres, donde escribe una carta al vicecanciller de la Universidad de Oxford, así como su Ars reminiscendi (una reproducción casi total de la última parte del Cantus circaeus), la Explicatio triginta sigillorum y el Sigillus sigillorum (1583), retorna a Oxford para ofrecer una serie de lecturas cuya temática sigue siendo motivo de debate, al haberse perdido las notas de estas conferencias, pero que se sabe no son bien recibidas, y renuevan 2 3 J. Bossy (1991) sostiene que Giordano Bruno fue un agente de espionaje del grupo comandado por el espía jefe del reino de Isabel I, Francis Walsingham, infiltrado en el interior de la corte francesa y española que complotaban a favor de María Estuardo. F. Yates (1940: 205-206) nota con agudeza que el catolicismo de Enrique III era puesto en discusión por Roma, así como por los hugonotes, y el propio Bruno habría sido enviado a Londres a difundir la particular visión gálica (1940: 196). R. Mondolfo (1954) sugiere que Bruno fue simplemente un húesped del embajador M. de Castelnau. La cena de le ceneri, De la causa principio e uno y De l’infinito, universo e mondi: las tres obras que enmarcan su propuesta metafísico-cosmológica en el marco de su proyecto filosófico presentado en los diálogos londinenses. teseopress.com 112 • La concepción cusana de la potencia el enojo de Bruno con el estado de la academia inglesa, punto de vista que expresará con ardor en La cena de le ceneri y el primer diálogo de De la causa, principio e uno. Entre 1584 y comienzos de 1585 el Nolano publica con un falso pie de imprenta de Venecia los seis diálogos en lengua vulgar: La cena de le ceneri, De la causa, principio e uno, De l’infinito, universo e mondi, Spaccio de la bestia trionfante, La cabala del cavallo Pegaseo y De gli eroici furori.4 En 1585 se ve, sin embargo, forzado a regresar a París con M. de Castelnau,5 donde encuentra una situación mucho menos pacífica que a su partida. Compone un Arbor philosophorum, que no ha llegado a nosotros, por pedido de Guillaume Cotin, el bibliotecario de la Abadía de Saint Victor.6 En 1586 publica su comentario a la Física de Aristóteles, con el título Figuratio Aristotelici physici auditus, y también conoce al geómetra Fabrizio Mordente, inventor del compás diferencial, al que dedica los Dialogi duo de Fabricii Mordentis Salernitani prope divina adinventione ad perfectam cosmimetriae praxim, donde elogia este invento, por considerarlo aplicable a la demostración de su teoría de los mínimos. Sin embargo, parece ser que Mordente se siente ofendido por los juicios vertidos por Bruno y se ocupa de destruir todas las versiones del texto, menos la que ha llegado hasta nosotros; el mismo año Bruno escribe otros dos diálogos sobre el tema, aunque no sabemos si con antelación o posterioridad al enojo de Mordente, y que fueron des- 4 5 6 En adelante, nos referiremos a estos diálogos respectivamente como La cena, De la causa, Del infinito, Spaccio, Cabala, y Eroici Furori. Los motivos de su regreso son tan poco ciertos como los de su viaje. Se trata de la abadía que en el siglo XII viera el nacimiento de la llamada posteriormente Escuela de San Victor, cuyos miembros serían conocidos como victorinos, a partir del trabajo que comenzara Guillermo de Champeaux, a quien seguirían luego pensadores como Hugo de San Víctor (1096-1141) y su discípulo Ricardo de San Víctor (circa 1110-1173), entre otros. Respecto de la relación con G. Cotin, puede remitirse a Boulting (2013, capítulo doce), donde se analiza un documento hallado en la Biblioteca Nacional de París por Monsieur Auvray, que sería presuntamente de Cotin, en donde se hace una caracterización detenida de la figura del Nolano. teseopress.com Giordano Bruno • 113 cubiertos por G. Aquilecchia en 1957: Idiota triumphans seu de Mordentio inter geometras Deo dialogus y el Dialogus qui de somnii interpretatione seu geometrica sylva inscribitur. El mismo año Bruno inicia una polémica en el College de Cambrai, con un texto que lleva el nombre de Centum et viginti articuli de natura et mundo adversus Peripaticos, el cual hace leer a su discípulo J. Hennequin, no obstante lo cual es reconocido como el autor del texto por R. Callier. Bruno no responde dada su falta de apoyo por los conflictos políticos en la corte francesa del momento, sumado a una acusación de Mordente por irreverencia contra Aristóteles. En tal estado de situación, Bruno decide partir hacia Alemania. Viaja por diversas ciudades hasta llegar a Wittenberg, ciudad que viera nacer el luteranismo, en cuya universidad encuentra un puesto docente y uno como docente privado de lógica aristotélica. Se abre aquí un nuevo período de paz y productividad en Bruno, pues entre 1587 y 1588 publica: los Libri physicorum Aristotelis explanati (comentarios a los primeros cinco libros de la Física, al De generatione et corruptione y al cuarto libro de Meteorologicon) De lampade combinatoria lulliana, De progressu et lampade venatoria logicorum, Artificium perorandi, Animadversiones circa lampadem lullianam ex codice Augustano nunc primum editae, Lampas triginta statuarum, una nueva versión de sus Centum et viginti…, esta vez bajo el nombre de Acrotismus camoeracensis y una Oratio valedictoria, que pronuncia en ocasión de su partida de la ciudad, al ocasionarse un recrudecimiento del calvinismo con la figura del teólogo Jean Cassimire. La segunda mitad de 1588 Bruno permanece en Praga, protegido por la figura del rey Rodolfo II de Bohemia, donde publica De lampade combinatoria R. Lullii, así como los Articuli centum et sexaginta adversus huius tempestatis mathematicos atque philosophos. Sin embargo, dada la falta de encargos recibidos, emprende un nuevo viaje a Helmstedt, donde dicta a su discípulo J. Besler una serie de obras de índole mágica, con la esperanza de ser incluido en la “Academia Julia”, fundada por el duque Julio de Braunschwig; teseopress.com 114 • La concepción cusana de la potencia sin embargo, el duque muere a los pocos meses, y es en esta ocasión que Bruno pronuncia, en la Academia, la Oratio consolatoria. Debe, con todo, partir de la ciudad luego de recibir una excomulgación de la Iglesia luterana, por el pastor Gilbert Voët. En 1590 viaja a Francfort del Meno, con la intención de imprimir sus poemas latinos, escritos durante su estancia en Helmstedt: De triplici minimo et mensura ad trium speculativarum scientiarum et multarum activarum artium principia libri V, De monade, numero et figura liber consequens quinque De minimo magno y De innumerabilibus, immenso et infigurabilii, seu de Universo et mundis libri octo. No puede quedarse en esta ciudad por una orden de extradición emanada por el Senado, por lo que en 1591 viaja a Zúrich, donde da clases de filosofía y publica su última obra, De imaginum, signorum et idearum compositione ad omnia inventionum, dispositionum et memoriae genera libri tres. Mientras se hallaba en Francfort imprimiendo sus poemas, el Nolano había recibido dos cartas de un patricio véneto: Giovanni Mocenigo,7 quien aparentemente conoció el poema De minimo y se interesó por los conocimientos de Bruno de las técnicas mnemotécnicas, por lo que le ofreció hospedarlo a cambio de recibir sus clases. Luego de considerarlo, Bruno decidió ir.8 7 8 Este personaje resulta clave para el futuro de Bruno, no sólo en cuanto a su destino personal, sino también en lo referente a la proyección que tendría a la posteridad como, tal vez, el primer filósofo maldito de los tiempos modernos. Las razones de la decisión del retorno a tierras italianas son motivo de discusión: Ch. Bartholmess sostiene que lo impulsa la añoranza de la tierra italiana, V. Spampanato considera que nfluyó en su decisión la posición social de Mocenigo, que presumiblemente podía garantizarle protección, así como la independencia de la República Véneta respecto de Roma y la fama de apacibilidad del pontífice reinante en ese tiempo, Gregorio XIV, que moriría meses después, el 16 de octubre de 1591, así como los 15 años de peregrinaje por diversas tierras con problemas en cada una, R. Mondolfo resume las razones previas, y le añade la posibilidad de retornar al catolicismo. A. Corsano sostiene que hay un cambio en la actitud de Bruno, de un énfasis en lo teórico a uno en lo práctico, que es particularmente notable en las obras de teseopress.com Giordano Bruno • 115 Tras un período como huésped de Mocenigo, éste, aparentemente receloso de Bruno por considerar que no le enseñaba el verdadero arte de la magia, el 22 de mayo de 1592 lo encerró en una habitación, y al día siguiente presentó una denuncia en su contra en el inquisidor, la cual extendería en días sucesivos: 23, 25 y 29 de mayo de 1592. Dado el carácter confuso y disperso de estas denuncias, ofrecemos el resumen propuesto por el integrante del Santo Oficio Romano Giulio Monterenzi en 1597,9 en los siguientes 8 ítems: a) tener opiniones adversas a la Santa Fe y haber hecho afirmaciones contrarias a esta y a sus ministros; b) tener opiniones erróneas sobre la Trinidad, la divinidad de Cristo y la encarnación; c) tener opiniones erróneas sobre Cristo; d) tener opiniones erróneas sobre la transubstanciación y la Santa Misa; e) sostener la existencia de múltiples mundos y su eternidad; f) creer en la metempsicosis y la transmigración de las almas humanas en animales; g) ocuparse del arte adivinatoria y la magia y h) no creer en la virginidad de María; a estos habría que agregar otras tres acusaciones de las que Bruno se liberó con facilidad: el des- 9 magia: De vinculis in genere, Theses de magia y De magia mathematica, pues a través de los vinculi como la fe o el amor se opera en la potencia universal ínsita a todas las cosas; además, la concepción bruniana de la filosofía incluye la regeneración y pacificación del mundo a través de una reforma ética y social, por lo que la reflexión teórica (en cuanto tal, la estrictamente filosófica) incluye también necesariamente su aplicación a lo social (esto es, la religión); y, finalmente, tras la publicación de los poemas en Francfort habría decidido que era el momento de comenzar a dar una mayor propagación a esta verdad en un ámbito universal, y dado que el calvinismo estaba tomando posesión de las ciudades protestantes se vio forzado a esperar mayor apertura en el catolicismo. L. Firpo hace un relevamiento de todas las posiciones, incluyendo la de A. Corsano , y una referencia a una reseña de E. Garin que no comentamos porque no hemos tenido acceso a ella (pp. 10-14). G. Aquilecchia (1971), volviendo sobre una antigua tesis de G. Gentile, sostiene que lo impulsa fundamentalmente la búsqueda de una cátedra de matemática en la Universidad de Padua, la que obtendría más tarde G. Galilei. Esta lista se encuentra en Firpo (1949:16-17), en páginas sucesivas se resume otros aspectos de la acusación. Las denuncias completas se encuentran en Spampanato (1921:679-684). teseopress.com 116 • La concepción cusana de la potencia precio a los Doctores de la Iglesia (el Nolano se defendió haciendo hincapié en su admiración por Tomás de Aquino, acerca de cuya doctrina dio clases en Toulouse), el rechazo del castigo de los pecados (para argumentar que esta acusación carece de fundamento citó los diálogos De la causa y Del infinito como fuentes de su doctrina de la importancia de las buenas obras) y de haber tenido otros procesos inquisitoriales (acerca de lo cual admitió, además de la referida por Mocenigo, de marzo-abril de 1576 en Roma, otros procesos anteriores que lo obligaron a escapar de Nápoles en febrero de 1576, y tener una vida de peregrino hasta su estadía en Toulouse y luego París). Este recuento nos parece importante, por tratarse de aspectos que serán tenidos en cuenta hasta el final del proceso. A partir de la apertura del proceso por el tribunal véneto, se citó a numerosas personas conocidas por Bruno: Giovan Battista Ciotti, Giacomo Brictano (ambos libreros de Venecia), Andrea Morosini (a cuya academia filosófico-literaria Bruno había acudido), fray Dominico da Nocera (regente del Studium de Santo Domingo de Nápoles); a esto se sumó otra denuncia, aunque esta de pleno carácter teológico,10 de fray Celestino, que había compartido prisión en Santo Domingo de Castello con el Nolano a partir de septiembre de 1592 y aparentemente pensaba que Bruno lo había traicionado.11 Durante el proceso veneciano, que se conserva documentado, Bruno admitió algunos errores teológicos y justificó y defendió algunas de sus posturas; pero a partir de enero de 1593 el proceso daría un vuelco con su extradición a Roma. El proceso inquisitorial romano fue mucho más duro que el véneto, allí Bruno permanecería preso por siete 10 11 Esta denuncia puede ser leída en Firpo 1949: 47-49. Consideramos oportuno hacer notar que había sufrido un proceso de la Inquisición en 1589, en el cual abjuró, y en 1592 fue nuevamente encarcelado, para ser finalmente ejecutado el 16 de septiembre de 1599, es decir, 5 meses antes que lo fuera Bruno. teseopress.com Giordano Bruno • 117 años, y sufriría hostigamientos, torturas12 y, finalmente, el suplicio en la hoguera. El 14 de enero de 1599 le son leídas ocho proposiciones heréticas extraídas de sus obras, cuya formulación no se ha conservado.13 El 18 de enero se le conceden seis días para que tome una decisión sobre estas proposiciones, el 25 de enero afirma que defiende sus puntos de vista, aunque acepta la opinión del Papa, quien lo conmina a reconocer como heréticas las proposiciones en un plazo de cuarenta días. El 21 de diciembre Bruno afirma que no debe ni quiere retractarse. El 20 de enero de 1600 el Santo Oficio declara que Su Santidad Clemente VIII ha decretado que la causa se lleve a su extremo y se entregue al “hermano Jordanus” al brazo secular, lo cual sucede el 8 de febrero en la casa del cardenal Madruzzi, en Plaza Navona, donde se lee la sentencia,14 frente a lo cual él responde: “Tal vez ustedes pronuncian la sentencia con mayor temor que con el que yo la recibo”.15 Finalmente es ejecutado en la plaza Campo dei Fiori el 17 de febrero. 12 13 14 15 En el Sumario del proceso romano se anota que, en el decimoséptimo interrogatorio, Bruno fue interrogado bajo tortura (Firpo 1949:77-78). Como observa Rowland, los inquisidores sólo tenían autorizada la tortura en dos oportunidades: cuando el acusado continuaba negando que sostenía una opinión objetada, o bien cuando el acusado estaba claramente ocultando los nombres de sus complices; en el caso de Bruno no se aplica ninguno, pues siempre manifestó claramente sus opiniones, y siempre afirmó ser el único autor y responsable de las mismas, de modo que los inquisidores no tenían ninguna justificación para proceder a ese método. Rowland concluye que los cardenales, frustados por la intransigencia del filósofo, buscaban someterlo a través del ejercicio del poder sobre su persona física. Mondolfo (1954: 63-64) afirma que al menos dos son de carácter teológico (el repudio del dogma de la transubstanciación y la “herejía novaciana”, que piensa que puede ser la afirmación de la prioridad ideal y real del Padre respecto del Hijo, por proceder éste de un acto de voluntad del Padre, o bien la negación a los cristianos lapsi de la remisión de los pecados) y dos de carácter filosófico (la doctrina de la pluralidad de los mundos y la del alma presente en el cuerpo como el piloto en el barco). Puede leerse la misma en Firpo 1949:104-105. “Forse con maggior timore pronunciate contro di me la sentenza, di quanto ne provi io nel riceverla” (Firpo 1949:105). Esta cita proviene del cronista Kaspar Schoppe, en carta a Konrad Rittershausen donde narra el acontecimiento con visible hostilidad hacia el filósofo. teseopress.com 118 • La concepción cusana de la potencia 8.1. La recepción del pensamiento de Giordano Bruno Ya en tiempos de Bruno, contamos con el diario de Guillaume Cotin (el citado bibliotecario de la abadía de Saint Victor) y las cartas de Jacopo Corbinelli, un amigo de Giordano Bruno muy cercano al rey Enrique III, a Gian Vincenzo Pinelli, que datan de 1566 a 1587 y se conservan en la Biblioteca Ambrosiana. Luego de haber sido condenado por el catolicismo, las obras de Bruno (quien ya había sido condenado por luteranos y calvinistas) fueron quemadas y prohibidas, por lo que la circulación de su pensamiento se vio fuertemente restringida en el ámbito cristiano. En este contexto, Marin Mersenne caracteriza a Bruno como ateo en su libro L’impieté des déistes, athées et libertins de ce temps, combatuë et renversée de point en point par raisons tirées de la Philosophie et de la Theologie, publicado 1624. El segundo volumen de esta obra está directamente dirigido a Bruno, como indica su título: “Ensemble la refutation des ‘Dialogues’ de Iordan Brun, dans lequel il a voulu establir une infinité de mondes, et l’ame universelle de l’univers”. Entre los objetos de crítica principales se encuentran la teoría de la transmigración de las almas, la asimilación del alma humana a la de los animales y de las plantas, y a la limitación de la libertad de Dios implicada en la demostración de la infinitud del universo. En 1633, en París, se traduce por primera vez una obra de Bruno: su comedia Il Candelaio (1582) con el título Boniface et le pédant, comédie en prose imitée de l’ltalien de Bruno Nolano; en 1713 se traduce en Londres el Spaccio con el título The Expulsion of the Triumphant Beast, en una traducción anónima, pero que, según Granada16 podría ser de J. Toland o de su hermanastro W. Morehead, y la misma obra se traduce al francés en 1750 con el título Le ciel reformé, essai de traduction de partie du livre Italien “Spaccio della bestia trionfan16 Granada (1985: 78). teseopress.com Giordano Bruno • 119 te”: demus alienis obiectationibus veniam, dum nostris impetremus, Plin.. En 1712 aparece una nota sobre este diálogo en el periódico inglés The Spectator donde se afirma: “el autor es un profeso ateísta”.17 Charles Sorel (c. 1602 – 1674), prolífico historiador y novelista francés, fue autor de De la perfection de l’homme, où les vrays biens sont considérez, et spécialement ceux de l’âme, avec les méthodes des sciences (Paris, Robert de Nain, 1655), en una sección de la cual, “Novateurs”, trata detenidamente las tesis brunianas presentes en el De immenso, y, si bien cuestiona la infinitud del universo (por motivos teológicos: no puede aceptar la necesidad de la acción divina; y gnoseológicos: no podemos pronunciarnos acerca de lo que no conocemos), defiende la tesis de un mundo pluricéntrico, y afirma el parentesco de esta concepción con la cartesiana, como habían hecho Gottfried Wilhelm Leibniz y PierreDaniel Huet,18 si bien, como observa A. del Prete, en Ch. Sorel el tono no es tan malevolente con Descartes.19 Esta obra de Sorel fue una de las principales fuentes de Jordanus Brunus Redivivus, de autor anónimo, publicada en Francia en 1771, en el marco de un conjunto de “tratados clandestinos”.20 17 18 19 20 Cf. Singer (1950: 192); traducción nuestra. Para G. W. Leibniz, cf. Eruditorum Unicum Opticae, Catoptricae et Diotricae Principium. Autore G. G. L., “Acta eruditorum Anno MDCLXXXII publicata ac Serenissimo Fratri Pari, Dn. Johanni Georgio IV Electoratus Saxonici Haeredi, et Dn. Friderico Augusto, Ducibus Saxoniae etc. etc. etc. Principibus Juventutis dicata. Cum S. Caesareae Majestatis et Potentissimi Electoris Saxoniae Privilegis”, I, 1682, p. 187 y para P.-D. Huet, Censura Philosophiae Cartesianae, Lutetiae Parisiorum, D. Hortemels, 1689, pp. 215-216 y 218. Del Prete (2001: 345). Generalmente impresos en Zürich o Amsterdam y de allí llevadas a París, entre los que se cuentas obras como El filósofo y El examen de la religión de César Cheneau du Marsais, El tratado de los tres impostores, anónimo (originalmente publicado en 1719 y luego en 1721 como la segunda parte de otro tratado anónimo, con el título La vida y el espíritu de Spinoza), La carta de Trasíbulo a Leucipo, de Nicolás Fréret, la Carta sobre el alma (luego publicada como 13° carta), de Voltaire, entre otros. Acerca de los tratados clandestinos en general, recomendamos Thomson (1981); acerca del Jordanus Brunus Redivivus en particular, recomendamos Del Prete (1994). teseopress.com 120 • La concepción cusana de la potencia Es Pierre Bayle quien por primera vez señala la fuerte afinidad del pensamiento de Giordano Bruno con el de Baruch Spinoza. Esto lo encontramos en la nota ‘D’ de sus añadidos a la segunda edición, de 1702. Bayle realiza el siguiente resumen de la metafísica de Bruno: “Muestra en el tercer diálogo [del De la causa, principio y uno], que David de Dinant tenía razón al considerar la materia como una cosa divina. Sostiene que la forma sustancial no muere jamás, y que la materia y la forma no se distinguen más que la potencia y el acto: de donde concluye que todo el universo no es más que un ser. Muestra en el siguiente diálogo que la materia de los cuerpos no es distinta de la materia de los espíritus. Y en fin, en el quinto diálogo concluye que el ser realmente existente es uno, e infinito, e inmóvil, e indivisible (…) de donde parece que su hipótesis es en el fondo completamente semejante al spinozismo”.21 Más tarde, relevando el trabajo de Ch. Sorel, Bayle afirma: “[Giordano Bruno y Spinoza] son exagerados unitarios [unitaire outrés]; no reconocen más que una sola sustancia en la naturaleza”.22 21 22 “Il montre dans le troisième dialogue, que David de Dinant avait raison de considérer la matière comme une chose divine. Il soutient que la forme substantielle en périt jamais, et que la matière et la forme en diffèrent que comme la puissance et l'acte: d'où il conclut que tout l'univers n'est qu'un être. Il montre dans le dialogue suivant, que la matière des corps n'est point différent de la matière des esprits. Et enfin, dans le cinquième dialogue, il conclut que le être réellement existant est un, et infini, et immobile, et indivisible (…) d'où paraît que son hypothèse est au fond tout semblable au spinozisme” (Bayle: 175. Cursivas nuestras. Todas las traducciones de esta obra que citamos son nuestras.) “L'immensité de Dieu et le reste ne sont pas un dogme moins impie dans Jordanus Brunus que dans Spinoza: ces deux écrivains sont unitaires outrés; ils ne reconnaisent qu'une seule substance dans la nature” (Bayle: 177). Leibniz calificaría la doctrina de Spinoza en la Teodicea (1710) como “un Cartesianism outré” (§393, cit. en Solé 2011, p. 75). teseopress.com Giordano Bruno • 121 La lectura de Bayle no nos parece para nada desatinada, pues, como veremos, Bruno entiende que el ser es uno y la multiplicidad es producto de la mutación universal; las consecuencias de esta ontología no son menos “impías” que las de Spinoza: la acción divina es necesaria, por lo cual también se niegan los milagros, la materia es única, no hay premios ni castigos, ni fin de los tiempos. Esta es, hasta donde sabemos, la primera vez que se relaciona el pensamiento de Bruno con el de Spinoza, y dada la importancia que tuvo este Diccionario durante el siglo XVIII, consideramos que resulta fundamental para comprender que esta asimilación fuera un lugar común años más tarde, cuando pensadores como F. H. Jacobi o F. W. J. Schelling darán por asumidas las afinidades conceptuales entre ambos filósofos. El filósofo irlandés John Toland adquiere en 1698 los diálogos de Bruno, de quien traduce la epístola proemial a Del infinito, y probablemente sea también autor de la traducción del Spaccio. En este autor, en obras como Pantheisticon y Clidophorus, encontramos la clara recepción de doctrinas centrales del pensamiento bruniano, entre las que podemos citar la alternancia vicisitudinal de forma y materia y la distinción entre una doctrina exotérica y una esotérica, que lo lleva a tomar la figura del sileno, que Bruno utiliza en Spaccio, para referirse a buscar una manera de transmitir la verdad de forma disimulada. Johann Jakob Brucker fue el primer historiador que se tomó en serio a Bruno, integrándolo en la historia de la filosofía como un innovador, con un sistema propio y original.23 Friedrich Heinrich Jacobi introduce en el primero de los apéndices a sus Cartas sobre la doctrina de Spinoza al Sr. Moses Mendelssohn (1785) una traducción compendiada de De la causa. Esta traducción resulta clave en el contexto 23 Cfr. Catana (2008:35-36). El libro de Catana dedica el segundo capítulo a la exposición que J. J. Brucker hace de Bruno, donde caracteriza su sistema filosófico, y le da gran relevancia. teseopress.com 122 • La concepción cusana de la potencia especialmente por dos razones: a) es el primer autor que se focaliza la doctrina metafísica del nolano; y b) es por este medio que los autores idealistas alemanes tendrán un conocimiento directo de la doctrina bruniana, y que la juzgarán. La traducción que hace Jacobi brinda elementos para una sugerente lectura de Bruno en clave spinoziana. No creemos que su lectura, aunque parcial, sea desatinada. Así como encontramos similitudes: la identificación en Dios del entendimiento y la voluntad y la concepción de la potencia como su esencia; también advertimos que, mientras los atributos spinozianos son infinitos, la forma y la materia parecen agotar la acción del principio bruniano, y en éste, el principio que expresan la materia y la forma no es causa sui, sino que es causado por el primer principio, que permanece ajeno a todo conocimiento. En 1802, Friedrich Schelling publicará Bruno, oder, über das göttliche und natürliche Prinzip der Dinge: Ein Gespräch, donde desplegará un diálogo entre diversas doctrinas filosóficas, uno de cuyos protagonistas es el Nolano. Por otra parte, en Inglaterra, Samuel Taylor Coleridge ofrece una visión del pensamiento bruniano que resulta muy significativa por lo abarcativa y por lo perspicaz.24 Se concentra en dos aspectos que considera particularmente importante en Bruno: a) lo considera el primer exponente de una doctrina dinámica de la naturaleza, a partir de los estudios sobre la electricidad de Joseph Priestly, quien en las Disquisitions on Matter and Spirit (1777) se había referido a “the famous Jordano Bruno”25 como un precursor de Locke y Andrew Baxter en la consideración de la esencia divina de las potencias vitales de la materia; b) lo aproxima al misticismo del Parménides platónico y de Jakob Böhme. En este contexto comienzos del siglo XIX se realiza la primera edición crítica de los diálogos londinenses, por Adolf Wagner (Leipzig, 1830). Christian Bartholmess publi24 25 Cfr. Gatti (2010: 249-250). Asimismo, cfr. Snyder (1927). Citado en Gatti (2010: 249). teseopress.com Giordano Bruno • 123 cará una obra dedicada a la vida de Bruno entre 1846-1847, a la cual seguirán las obras de F. J. Clemens y F. Fiorentino, a las que hemos hecho referencia en el capítulo anterior. A fines del siglo XIX, los más importantes estudiosos de la vida y obra de Giordano Bruno serán autores italianos: Bertrando Spaventa, Domenico Berti, Felice Tocco (cuya obra acerca de las obras latinas e italianas de Bruno sigue siendo citada por la minuciosidad con que aborda cada aspecto). Es en este contexto que, entre 1879 y 1891 llevarán a cabo la edición completa de las obras latinas conocidas hasta el momento. Contemporáneamente, Paolo de Lagarde publicará una segunda edición crítica de los diálogos londinenses (Göttingen, 1888). A comienzos del siglo XX, entre los más importantes investigadores debemos nombrar a Vincenzo Spampanato, que en 1922 publicará una nueva biografía de Bruno, con documentos inéditos, Leo Olschki, quien estudió las vinculaciones de Bruno con la ciencia del Renacimiento, Emile Namer, quien en 1926 publicó su tesis doctoral acerca de la metafísica bruniana, y especialmente Giovanni Gentile, que realizó una edición (Bari, 1925) casi definitiva de los diálogos londinenses, divididos en “metafísicos” (los tres primeros) y “morales” (los tres últimos). En la segunda mitad del siglo XX, el investigador más importante fue sin dudas Giovanni Aquilecchia, que hizo una nueva edición de la obra de Bruno en 1957, a la que incorporó dos diálogos descubiertos por él. Por otra parte, en el marco del Instituto Warburg, del que también formó parte Aquilecchia, surgieron numerosas investigaciones acerca del pensador nolano, entre quienes cabe destacar A. Yates, cuya interpretación hermética y mágica de Bruno, expuesta en forma clásica en Giordano Bruno and the Hermetic tradition (1964) fue sumamente influyente. Esta interpretación recibió asimismo críticas, entre las que cabe destacar a Hilary Gatti, que confrontó esta interpretación haciendo hincapié en los aspectos protomodernos de la filosofía nolana. teseopress.com 124 • La concepción cusana de la potencia En nuestros tiempos, la investigación sobre Bruno se encuentra fuertemente impulsada en el ámbito italiano por un discípulo de Aquilecchia, Michele Ciliberto, quien preside el Istituto Nazionale di Studi sul Rinascimento, así como en el Warburg Institute. §9. La dimensión metafísica de la potencia en los diálogos londinenses 9.1 Antecedentes de la metafísica bruniana Antes de desarrollar su proyecto filosófico desplegado en los diálogos publicados en Londres entre 1584 y comienzos de 1585, Bruno compuso algunas obras en las que presenta notas características de su tono irreverente y su doctrina. Las obras previas que han llegado a nosotros26 son las siguientes: De umbris idearum (1582), Cantus circaeus (1582), De compendiosa architectura et complemento artis Lullii, Il candelaio (1582), Ars reminiscendi (1583), Triginta sigillorum explicatio (1583), Sigillus sigillorum (1583). Las seis obras tienen en común un fuerte interés por el arte combinatoria y mnemotécnica, sin embargo, tienen también importantes pasajes metafísicos que presentan los gérmenes que darán lugar a la doctrina de los diálogos italianos. En este sentido, consideramos oportuno ocuparnos de caracterizar la doctrina 26 A partir de las declaraciones de Bruno en el proceso de Venecia y de referencias externas, sabemos que compuso unas pocas obras previas, que se han perdido: El arca de Noé, compuesta durante su período de claustro en el convento dominico, según sus afirmaciones en el proceso véneto estaba dedicada al Papa Pío V, posiblemente de índole luliana; Dei segni dei tempi (1578), compuesta en Venecia, mientras escapaba de las acusaciones recibidas tras su formación como doctor en teología, según Mondolfo (1954: 45), probablemente trataba de astrología o del arte combinatoria o mnemotécnica; por último, Clavis magna (1579), compuesta en Toulouse, de temática luliana, como lo eran sus clases en la cátedra de filosofía de la universidad de dicha ciudad. teseopress.com Giordano Bruno • 125 metafísica presentada en De umbris idearum y en Sigillus sigillorum, pues consideramos que ofrecen dos estados previos de la evolución metafísica nolana. En De umbris idearum encontramos numerosos aspectos característicos de la filosofía de Giordano Bruno: la apropiación de símbolos y personajes míticos (Diana, Apolo, Osiris); la referencia a las doctrinas astrológicas, mágicas, herméticas y mnemotécnicas, a las que aquí dedica tres de las cinco partes que componen la obra (sin contar el diálogo inicial y los poemas); el diálogo entre personajes que representan posiciones, como hará en los diálogos italianos, entre otros. Ya al comienzo da lugar a la explicación del título de la obra: pues lo verdadero y lo bueno es lo Uno que escapa al hombre, la perfección de este, en el bien más preciado que puede haber en este mundo, es la sombra de lo Uno, en tanto el alma humana es capaz de alcanzarlo, no totalmente sino como sombra. Afirma Bruno: “Aun cuando no sea tan poderosa como para ser la imagen de aquello, sin embargo, es a su imagen mientras la diafanidad de la propia alma, limitada por la opacidad inherente al cuerpo, experimenta algo de esa imagen en la mente del hombre al impulsarse hacia ella; por el contrario, en los sentidos internos y en la razón, a los que estamos supeditados viviendo en la manera de los seres animados, no experimenta más que la sombra de esa imagen.”27 Para complementar dicha caracterización, Bruno introduce el concepto, clave en el desarrollo de su doctrina, de “vestigio”, al afirmar que la sombra no es las tinieblas sino “un vestigio de las tinieblas en la luz o un vestigio de la luz 27 [2009: 39 (De umbris idearum (St. 26))]: “qui et si tantum non habeat ut eius imago sit, ad eius tamen est imaginem, dum ipsius animae diaphanum, corporis ipsius opacitate terminatum, experitur in hominis mente imaginis aliquid quatenus ad eam appulsum habet; in sensibus autem internis et ratione, in quibus animaliter vivendo versamur, umbram ipsam.”.. teseopress.com 126 • La concepción cusana de la potencia en las tinieblas”;28 esto es, el hombre no tiene acceso a la luz o las tinieblas en sí, sino a su vestigio, en tanto el alma humana es capaz de percibir la luz y las tinieblas. Esta es, probablemente, la mayor preocupación y lo que genera más interés en Bruno: cuanto más se acerca el hombre a la contemplación de lo uno y bueno más desarrolla sus potencialidades. Por otra parte, ya encontramos aquí un precedente de lo que en De la causa, principio e uno veremos que llama “causa formal”. Consideramos que esta idea se encuentra presente en el pasaje que hace referencia a que las formas de las cosas son las ideas del intelecto, existentes en sí de cierta manera y que se experimentan en la multiplicidad sensible. Afirma Bruno: “Las formas de las cosas están en las ideas, están en cierto modo en sí mismas (…) las cosas que realmente existen son sensibles e individuales, tal como cree quien por primera vez, principalmente y sobre todo las denomina substancias. De hecho, las cosas que realmente existen permanecen siempre, mientras que, según dicen, lo que está sujeto a la generación y la corrupción no existe realmente.”29 Un cuarto importante aspecto que ya podemos vislumbrar en esta obra anunciando uno de los ejes centrales de la doctrina bruniana es la noción de alternancia entre opuestos que constituyen una unidad. La unidad que Bruno afirma como lo más alto no es sino la variedad en la alternancia. Afirma así Bruno: “la belleza en la conexión de las varias partes, y en esta misma variedad estriba la belleza del 28 29 [2009: 40 (De umbris idearum (St. 26))]: “Non est umbra tenebrae, sed vel tenebrarum vestigium in lumine, vel luminis vestigium in tenebris”. [2009: 59 (De umbris idearum (St. 49-50))]: “Rerum formae sunt in ideis, sunt quodammodo in se ipsis (...) Non enim quae vere sunt, sensibilia ipsa sunt, atque individua, ut autumat qui haec primo, principaliter, et maxime substantias appellat. Quae enim vere sunt semper manent; quae autem generationi subiacent, atque corruptioni non vere dicuntur esse.” teseopress.com Giordano Bruno • 127 todo”.30 El todo aquí referido es, pues, un único ser animado, dotado de un orden que se despliega en la variedad y en la conexión de sus partes. Estas nociones serán desplegadas en el período londinense a través de los conceptos de “alternancia vicisitudinal” y de universo entendido como el ser animado que ordena la totalidad de lo real. Sigillus sigillorum nos ofrece un desarrollo más profundo de la doctrina metafísica del Nolano, si bien su foco central no es tampoco la cuestión ontológica, sino más bien la gnoseológica en el ascenso noético del alma.31 Como veremos más adelante, la teoría de la individuación en Bruno consta de dos elementos fundamentales: alma o forma y materia. Ambos elementos están presentes en Sigillus, si bien es en De la causa donde se desplegará minuciosamente el rol de cada uno en la conformación ontológica de la realidad. Bruno distingue dos tipos de capacidades imaginativas: a) la razonante en el alma, similar a la razón; b) principio vital que es el alma, falto de razón y en la base de los otros sentidos. Contra la opinión de los platónicos y aristotélicos, que afirman que en los animales brutos existe la segunda sin la primera, Bruno afirma que es más razonable que todas las cosas tienen un intelecto propio, fecundado por la mente indivisible presente en todo.32 Esta es la forma, distinta de la materia, pero resplandeciendo en las profundidades de ésta. Afirma Bruno: 30 31 32 [2009: 44-45 (De umbris idearum (St. 33))]: “In variorum ergo connexione partium pulchritudo manifestatur, et in ipsa varietate totius pulchritudo consistit.”. Catana (2005: 30). Cfr. Sigillus sigillorum (TV 174): “Facilius enim est carpere, quam demonstratione concludere intellectum in omnibus pro sua ratione non inditum et insitum, individuamque mentem magis intimam esse rebus quam ipsas dividuas sibi posse, eamque ita foecundam esse, ut in omnibus pro captu proprium pariat intellectum, quem libere sensum mentemve propriam vel instinctum possis appellare, dummodo bene sentias.”. teseopress.com 128 • La concepción cusana de la potencia “Ésta es la luz que resplandece en las tinieblas más densas, es decir, en la profundidad de la materia, y es demasiado potente para poder ser aprehendida y superada por las tenebrosidades; en la naturaleza sin embargo preserva cierta uniformidad y proporción, habida cuenta de las propiedades de las especies. Como sus tinieblas, así también su luz.”33 Mientras el alma del mundo es la razón seminal que produce la generación en la naturaleza,34 la materia es todas las potencialidades. Sin entrar en detalles sobre este complejo concepto, que desplegará arduamente en De la causa, Bruno adelanta que una única razón se despliega en tres momentos: a) el intelecto, que no es esencia ni acto de la materia; b) el alma, que se encuentra de modo seminal en la materia como acto y c) la forma sustancial del cuerpo, que se encuentra en la materia como esencia y como acto, de modo que quien asciende a lo más alto observa que esencia, potencia y acto coinciden en una misma raíz, de donde proceden todas las cosas. 9.2 La concepción metafísica en De la causa, principio e uno No es casual que el diálogo De la causa sea previo a la exposición de la teoría cosmológica, ética, epistemológica y psicológica, puesto que el pensamiento bruniano encuentra sus raíces en este escrito. Da testimonio de esto en la epístola proemial a Del infinito, donde afirma: 33 34 [2007: 27 (Sigillus sigillorum (TV 176))]: “Hic est lux, qui in densissimis tenebris, utpote in profundo materiae, lucet, et amplior quam ut a tenebris possit comprehendi et superari; in natura autem aequalitatem et proportionem quandam pro specierum capacitate servat; sicut enim tenebrae eius, ita et lumen eius.”. Cfr. Sigillus sigillorum (TV 174): “Mens enim, quae universi molem exagitat, est quae a centro semen figurat, tam mirabilibus ordinibus in suam hypostasim educit, adeo egregiis technis intexit, exquisitissime plantas lapidumque adhuc spiritu vitae non carentium venas characterizat et impingit, a quibus omnibus animales virtutes effluere satis est compertum iis, qui in naturalium consideratione non caecutiunt.”. teseopress.com Giordano Bruno • 129 “Otros muchos son los dignos y honrosos frutos que se cogen de estos árboles, otras las mieses preciosas y deseables que puede reportar esta semilla esparcida (…) que las dejamos comprender por el juicio de quienes pueden comprender y juzgar. Ellos podrán levantar fácilmente por sí mismos, a partir de estos fundamentos que hemos puesto, el entero edificio de nuestra filosofía, cuyos miembros (…) reduciremos a la tan ansiada perfección, a fin de que lo que está sembrado en los diálogos De la causa, principio y uno germine por otros, por otros crezca, por otros madure, por otros nos enriquezca mediante una cosecha singular, y en la medida de lo posible nos contente, mientras (tras haberlo limpiado de arvejas, luellos y de las cizañas reunidas) colmamos el granero de ingenios estudiosos con el mejor trigo que puede producir el terreno de nuestro cultivo”.35 Este diálogo presenta el despliegue maduro de la metafísica bruniana, y lo presenta en un profundo nivel de abstracción, que lo hace necesario para poder comprender la doctrina ontológica supuesta en las siguientes obras. Nos ocuparemos, tras exponer la distinción entre “principio” y “causa”, de los conceptos claves de forma y materia, y del lugar que ocupa la potencia como expresión de lo absoluto. 35 [1993: 93-94 (Del infinito (GA, p. 362-363))]: “Altri molti sono i degni ed onorati frutti che da questi arbori si raccoglieno, altre le messe preciose e desiderabili che da questo seme sparso riportar si possono. Le quali, per non più importunamente sollecitar la cieca invidia de gli nostri adversarii, non ameniamo a mente, ma lasciamo comprendere dal giudizio di quei che possono comprendere e giudicare. Li quali, da per se medesimi, potranno facilmente a questi posti fondamenti sopraedificar l'intiero edificio de la nostra filosofia; gli cui membri, se cossí piacerà a chi ne governa e muove, e se l'incominciata impresa non ne verrà interrotta, ridurremo alla tanto bramata perfezione, a fine che quello che è seminato ne gli dialogi De la causa, principio ed uno, per altri germoglie, per altri cresca, per altri si mature, per altri, mediante una rara mietitura, ne addite e, per quanto è possibile, en contente; mentre (avendolo sgombrato de le veccie, de gli lolii e de le raccolte zizanie) di frumento meglior che possa produr terreno de la nostra coltura, verremo ad colmar il magazzino de studiosi ingegni.”. teseopress.com 130 • La concepción cusana de la potencia 9.2.1. Causa y principio La primera distinción importante que debemos tener en cuenta para el estudio de la metafísica nolana es la distinción entre principio y causa. Giordano Bruno llama principio a aquello que constituye la cosa desde dentro y permanece en el efecto, mientras que la causa es aquello que produce la cosa exteriormente y permanece fuera de ésta. En Dios, de un lado, principio y causa refieren a lo mismo de distintas maneras [raggioni]: es llamado primer principio en tanto todas las cosas vienen después de él en un orden de correlación (anterioridad y posterioridad), por su naturaleza [natura], su duración [durazione] o su dignidad [dignità]; pero es llamado causa en tanto todas las cosas son distintas (esto es, separadas) a él como el efecto a su causa eficiente y la cosa producida de su productor. En la naturaleza, de otro lado, refieren a distintas cosas de distintas maneras: principio es un concepto más general que causa, pues es lo que contribuye intrínsecamente a la constitución de las cosas y permanece en sus efectos, son los elementos de los que una cosa se compone;mientras que la causa es lo que contribuye externamente a la producción de una cosa (causa formal), existe por fuera del compuesto (causa eficiente) y es el fin al que la cosa producida se dirige (causa final).36 Esta distinción le permite separar la filosofía de la teología, pues, mientras esta última se ocupa de la verdad revelada, y utiliza la fe como herramienta, la filosofía se ocupa de seguir la cadena de signos naturales para alcanzar el conocimiento del principio del universo, no de su causa. Esta dicotomía resulta sumamente oportuna a los fines de comprender la relación de las cosas particulares entre sí y respecto del universo. No obstante, veremos que la aplicación de esta distinción al fundamento ontológico de la realidad resultará en una abstracción, dado que, si la esencia de 36 Cf. De la causa (A 65-66). teseopress.com Giordano Bruno • 131 Dios está en su explicación, y nosotros lo conocemos sólo por medio de sus dos principios, materia y forma, podemos considerar que conocemos a Dios en su explicación, si bien en un nivel filosófico, no teológico. 9.2.2. La forma Uno de los principios que el Nolano considera constituyente de la realidad es la forma. En su análisis, consideramos necesario distinguir dos niveles: 1) el alma del mundo como “principio”; 2) los puntos de vista respecto de este principio, que se dividen en causa formal, causa eficiente y causa final. Nos ocuparemos de estos niveles por separado. 9.2.2.1. La forma como principio: alma del mundo Las principales influencias que recibe Bruno en cuanto a su concepción del “alma del mundo” son las formulaciones de Platón en el Timeo y de Plotino en las Enéadas. No obstante, consideramos que en esta concepción persisten poco más que los nombres tradicionales, en la formulación de un sistema que se caracteriza, frente al platónico y neoplatónico, por la homogeneidad de las instancias ontológicas.37 Platón es uno de los primeros en establecer la doctrina del “alma del mundo” en el Timeo, donde explica que es una clase intermedia de ser que surge producto de un triple proceso de mezcla hecha por Dios: a) entre el ser indivisible [οὐσία] y lo divisible de los cuerpos; b) entre lo mismo indivisible y lo mismo divisible; c) entre lo otro indivisible y lo 37 Como observa F. Papi (1968: 51) la recepción de teorías pitagóricoplatónicas del Timeo (la concepción del “todo en el todo” y del Nous, entre otras) y del neoplatonismo plotiniano (y ficiniano, puesto que el acceso de Bruno a Plotino estuvo mediado por la traducción y comentarios del florentino a las Enéadas) en términos de un Uno, un alma y una inteligencia, no implica la aceptación de una distinción de valor ontológico entre las “hipóstasis” plotinianas, que en Bruno constituyen, como veremos, principios constituyentes de la realidad, que confluyen en la misma esencia: la Naturaleza o universo. teseopress.com 132 • La concepción cusana de la potencia otro divisible, dando lugar a: un ser intermedio, una mismidad intermedia y una alteridad intermedia, las cuales se combinan en el Alma del mundo.38 Plotino caracteriza el alma como la unidad múltiple, divisible e indivisible, pues, siendo una, se encuentra entera en todas las partes del universo.39 Del mismo modo, como veíamos en el capítulo anterior, para el Cusano, siendo el universo contracto en cada existente en acto, es todos en cada uno y cada uno o en todos, o, como lo formula en el capítulo quinto del segundo libro de De docta ignorantia, como “cualquiera en cualquiera”.40 Para Bruno no debe pensarse la forma como exterior a la materia, sino como contenida dentro de ésta. Así, afirma el Nolano: “la sustancia espiritual no puede ser superada por la material, sino que más bien la contiene [a ésta] dentro de sí.”41 Dado que lo que limita y lo limitado deben ser la misma substancia, la propuesta consiste, entonces, en unificar la forma y la materia (potencia de hacer y potencia de ser hecho), sin reducir la una a la otra. En la naturaleza, el alma del mundo actúa infundiéndose sobre la materia, como parte intrínseca de ésta, y configura desde dentro la materia infinita: es en todo y mueve la materia que fecunda. El alma del mundo, que es en todas las cosas y las colma, es uno de los principios constitutivos del universo, siendo el otro la materia, que estudiaremos en el siguiente 38 39 40 41 Seguimos aquí la interpretación que ofrece Eggers Lan (2005: 115). Cfr. Enéadas IV, 2, 1. Cfr. De docta ign. II, c.5 (h I n.118): “Unde, cum universum in quolibet actu existenti sit contractum, patet Deum, qui est in universo, esse in quolibet et quodlibet actu existens immediate in Deo, sicut universum.”. [2010: 86 (De la causa (A 78))]: “la sustanza spirituale dalla materiale non può essere superata: ma piú tosto la viene a contenere<.>” teseopress.com Giordano Bruno • 133 punto.42 Para el Nolano, este “principio intrínseco formal, eterno y subsistente” [principio intrinseco formale, eterno, e subsistente] es incomparablemente mejor que aquel que tenían los “sofistas” [sofisti], quienes entendían que la sustancia resultaba de la composición (entendemos que se refiere aquí a la concepción aristotélica de la ousía como compuesto de forma y materia),43 siendo que este compuesto considerado desde la perspectiva del alma del mundo se resuelve en una nada.44 Aquello que los sofistas entienden que realmente existe, y por lo que temen a la muerte, es una nada: de aquí que el temor a la muerte sea vano y fruto de la ignorancia. El alma del mundo permanece bajo la multiplicidad de figuras y de cambio, si desapareciera con los cuerpos singulares que configura, desparecería el mundo. No hay una infinidad de almas que anime una infinidad de seres, sino un alma del mundo única para todos y la misma indivisiblemente en cada uno de ellos, está toda entera en cada cuerpo. Respecto de la indivisibilidad del alma del mundo, surgen dos planteos de los interlocutores del diálogo: a) Polimnio pregunta de qué modo el alma del mundo está en todas partes si es indivisible; b) Gervasio recuerda una iglesia donde se encuentra un crucifijo que ocupa toda su dimensión. Para responder a Polimnio y mostrar que la presencia del alma no es una presencia material, utiliza la analogía de una voz que se hace entender en una sala: toda la voz está en toda la sala y en cada una de sus partes, de tal suerte que cualquier oyente la percibirá en totalidad; y si esta voz fuera lo suficientemente fuerte abarcaría todo el universo, estaría 42 43 44 Aquí se plantea un problema del cual no podríamos, por el momento, aventurar una respuesta: ¿la forma y la materia son expresiones de una misma substancia o, como afirma Namer (1926: 32), dos principios subsistentes de manera independiente? En diversos pasajes Bruno se refiere a Aristóteles y a Platón como “sofistas”. En esta misma obra, lo hacía ya en la presentación del undécimo argumento del segundo diálogo (De la causa A 10). Cf. De la causa (A 80). teseopress.com 134 • La concepción cusana de la potencia entera en todo y en cada una de sus partes. Por tanto, concluye que el alma del mundo es indivisible no como el punto, sino como la voz. Acerca del caso del crucifijo, advierte Bruno que no se trata de una comparación exacta, dado que el crucifijo no está todo en toda la iglesia, sino que cada parte está en un lugar distinto. Ahora bien, ¿cómo se relaciona el alma del mundo con las almas singulares de cada uno de los objetos que anima? Consideramos, como ha mostrado A. Guzzo, que el alma del mundo no es para Bruno, como en Plotino, una hipóstasis, sino el principio que hace intrínsecamente y formalmente los seres.45 Las almas particulares y los cuerpos particulares son sus modos y accidentes. Las almas individuales no son realidades subsistentes, sino aspectos singulares y múltiples del alma universal. El alma del mundo es una e indivisa en todas las cosas particulares.46 En este sentido, el alma del mundo es caracterizada como una forma que es la eterna compañera de la materia, por contraposición a la “forma material”, que no tiene acción por sí misma, sino que depende de la configuración que la materia recibe.47 La presencia del alma del mundo en todas las cosas supone una consecuencia que desconcierta a Dicson, el principal interlocutor de Teófilo: todas las cosas son animadas. En efecto, todas las cosas del universo, aunque no sean animales, tienen vida en virtud de su principio.48 Por este motivo, de acuerdo a lo advertido previamente en torno al vano temor de la muerte, el alma del mundo es eterna, no puede ser disuelta, no cambia, ni se forma ni se deforma, ni puede morir, porque la muerte es la separación de partes 45 46 47 48 Guzzo (1967: 45). Seguimos en este aspecto a Namer (1926: 40). No obstante, F. Tocco (1889: 387) y R. Charbonnel (1919: 202), entre otros, consideran que sí puede hablarse de almas indiviudales. Cfr. De la causa (A 81). En este respecto, consideramos oportuno hacer notar que Bruno introduce una breve referencia a la legitimidad de la magia, que se basa en el principio de que todo lo que contiene el universo está animado por el principio formal. Cf. De la causa (A 77). teseopress.com Giordano Bruno • 135 juntas en un compuesto. Lo que llamamos nacimiento es el despliegue de cierta configuración de la materia por el alma del mundo, y su muerte el repliegue de esta configuración, para hacer otra, mientras el principio se mantiene el mismo. Bruno distingue tres tipos de formas: a) una forma material, la cual informa todo, se extiende a todo y depende de las partes a las que anima; b) una forma vegetativa que también informa todo y depende de las partes que anima, pero no se extiende; y c) una forma intelectiva que perfecciona el todo, pero no se extiende ni depende. Las formas “b” y “c” constituyen el alma del mundo desde el punto de vista particular y universal, respectivamente; mientras que la forma “a” debe ser entendida como la “forma material”, en tanto es ínsita a la materia que informa. Son, pues, tres aspectos para considerar un mismo principio universal. 9.2.2.2. La forma como causa eficiente, formal y final Además de referirse al alma o forma como principio constitutivo de la realidad, Bruno se refiere a su aspecto de causa. Como decíamos en 9.2.1, esta distinción entre principio y causa, efectiva en lo que se refiere a los objetos singulares, no es más que una distinción de aspectos en lo que se refiere al intelecto universal (que consiste en el principal modo de actuar del alma del mundo, su causa eficiente), que es a la vez causa y principio. En tanto causa eficiente, no se confunde con sus compuestos y los efectos que produce, pues su ser es diferente de los seres transitorios y corruptibles. Pero en tanto causa intrínseca, en lo que opera, no es un autor exterior a la materia, sino interno. La distinción entre causa y principio resulta, pues, una distinción abstracta, en el sentido de que no se puede realmente distinguir una del otro. La causa es el eficiente desde donde las ideas dirigen el desarrollo de los seres, y el principio, el principio formal en que esos seres son constituidos. teseopress.com 136 • La concepción cusana de la potencia Al analizar el modo en que opera el alma del mundo, Bruno despliega tres tipos de causas que consisten en aspectos del funcionamiento de un mismo principio: a) la causa eficiente, b) la causa formal y c) la causa final serán los tres aspectos de la actividad de la inteligencia. A) La causa eficiente (o intelecto universal) consiste para Bruno en la principal forma de actuar del alma del mundo, que modela la materia infundiéndose en ella desde dentro. Esta causa no es exterior a la naturaleza, sino interior a ésta. En este sentido, Bruno caracteriza al intelecto universal como aquello que “impregna la materia”: “Este intelecto, infundiendo y alojando algo de suyo en la materia, estando él quieto e inmóvil, todo lo produce (…) él es quien impregna la materia de todas sus formas, y según el modo y naturaleza de éstas, configura, forma y entreteje la materia en órdenes tan admirables, que en manera alguna pueden atribuirse al azar ni a cualquier otro principio que no tenga en sí la aptitud de diferenciar y ordenar.”49 Debemos tener presente que se trata de la abstracción dentro de lo que ha llamado “alma del mundo”, que actúa ante todo modelando la materia, pero a su vez requerirá una “guía” para actuar (la causa formal) y un impulso para agotar todas las formas (la causa final). Observemos, también, que el principio de su acción no es el azar, sino, como veremos más abajo, lo que llamará la vicisitud universal. El Nolano demuestra la existencia del intelecto universal por un razonamiento analógico: 49 [2010: 75 (De la causa (A 67-68))]: “Questo intelletto, infondendo e porgendo qualche cosa del suo nella materia: mantenendosi lui quieto et inmobile, produce il tutto (…) lui è quello che impregna la materia di tutte forme, e secondo la raggione, e condizion di quelle, la viene a figurare, formare, intessere: con tanti ordini mirabili, li quali non possono attribuirsi al caso, né ad altro principio che non sa distinguere, et ordinare.” teseopress.com Giordano Bruno • 137 “Ahora bien: si estamos lejos de creer que sin reflexión e inteligencia ha sido producida la obra en apariencia inerte que sabemos fingir con cierto orden y cierta imitación en la sueprficie de la materia cuando, descortezando y esculpiendo un leño, hacemos aparecer la imagen de un caballo, por cuánto más grande no hemos de tener aquel intelecto artífice que desde lo interior de la materia germinal suelda los huesos, extiende los cartílagos, cava las arterias, abre los poros, teje las fibras, ramifica los nervios y [finalmente] con arte tan admirable todo lo dispone.”50 Así como no creemos producida sin inteligencia la figura que sabemos grabar en una placa de madera, con mucha más razón debemos reconocer una inteligencia universal que, toda entera en todo, guíe la producción de los seres vivientes, desde la materia seminal y realice, en su plenitud, todos los cambios que se producen en el universo. El intelecto universal llena el universo, lo ilumina y lo guía en la producción de las cosas que lo componen. Por medio de Teófilo, el Nolano reseña brevemente el conocimiento que antiguos filósofos habían poseído ya de este intelecto universal: para los pitagóricos, era el motor y agitador del universo; para los platónicos, el forjador del mundo, haciendo del mundo superior el modelo del sensible, y haciéndose participar la materia de esta inteligencia, sin hacerle perder su quietud e inmovilidad; para los magos, era “fecundo en gérmenes” o “sembrador”, en virtud de que impregna la materia de todas las formas; para Orfeo, era el ojo del mundo, que ve la proporción de todas las cosas, tanto dentro como fuera; para Empédocles, era el “diferencia- 50 [2010: 76 (De la causa (A 69)]: “Or se credemo non essere senza discorso et intelletto prodotta quell'opra come morta che noi sappiamo fengere con certo ordine, et imitazione ne la superficie della materia, quando scorticando, e scalpellando un legno, facciamo apparir l'effige d'un cavallo: quanto credere debbiamo esser maggior que<l>l'intelletto artefice; che da l'intrinseco della seminal materia, risalda l'ossa, stende le cartilagini, incava le arterie, inspira i pori, intesse le fibre, ramifica gli nervi; e con sí mirabile magistero dispone il tutto?” teseopress.com 138 • La concepción cusana de la potencia dor”, que desarrolla las formas confusas de la materia y hace nacer una cosa de la corrupción de otra; por último, Plotino lo calificaba de padre y progenitor, pues distribuye las semillas en el campo de la naturaleza. En Bruno, el intelecto es, ante todo, el artista interior de la naturaleza.51 No se impone como un agente externo, sino que desarrolla las formas diversas de sus cuerpos dentro de la naturaleza. En tanto causa eficiente, no es diferente de su efecto ni del alma del mundo. El intelecto no sólo suscita las cosas de la materia, sino que produce los seres como nosotros imaginamos y concebimos nuestras ideas, pues para él pensar es formar la naturaleza. El intelecto universal es “progenitor” porque describe diversas configuraciones en el seno de la materia, al modo en que el semen fecunda el óvulo, como la semilla se desarrolla en tronco, del interior de éste se desprenden las ramas, de éstas las ramitas, y de éstas las hojas, flores y frutos. En los ejemplos que ofrece Bruno (comienza ejemplificando en la Naturaleza, pero luego en las semillas de un árbol, luego en germen, en un cuerpo orgánico) podemos ver la progresiva acción del alma en todos los ámbitos de la naturaleza, desde el más general al más particular. B) La causa formal o razón ideal es el conjunto de las ideas del intelecto universal, consideradas antes de ser cosas. Así como un escultor debe imaginar las diversas formas antes de producir las estatuas, el intelecto universal debe poseer en sí las ideas que va a actualizar en el universo. De este modo, consiste en la forma que recibirán los productos del intelecto universal, que preexiste a las cosas que serán hechas. C) La causa final consiste en la perfección o plenitud de la naturaleza. Para Bruno, la perfección del universo consiste en desplegar todas las formas posibles, para que tengan una existencia actual en las diversas partes del universo. El intelecto se complace en este fin, y jamás deja de susci51 Cf. De la causa (A 67-68). teseopress.com Giordano Bruno • 139 tar toda clase de especies de la materia. Como observa E. Namer, la importancia de este concepto de causa final, si bien es enunciado en pocas líneas, radica en que nos da la razón de la variedad natural.52 El intelecto se propone realizar todas las formas posibles. 9.2.3. La materia Bruno considera que la materia es, junto a la forma, uno de los principios constitutivos de la realidad: es necesario que haya una potencia activa que actúa y transforma, y un sujeto pasivo, que es sometido a la transformación. A fin de hallar la novedad ofrecida por la concepción bruniana de la materia, resulta importante considerar, como el Nolano hace, las concepciones presentes en autores de la tradición. Lo que Aristóteles y sus discípulos llaman “formas sustanciales”, son para Bruno ordenaciones de accidentes. Así, si se le pregunta a un peripatético cuál es la forma sustancial de la madera, dirá la “ligneidad”, y si se le pide que haga abstracción de la materia común al hierro, la madera y la piedra, tan sólo nombrará accidentes, puesto que el único modo en que su materia se vuelva acto es por medio de la aplicación de una forma.53 Lo que subsiste a través de la generación y la corrupción es la materia absoluta, pero la esencia del compuesto es la forma, sin la cual la materia es sólo una “idea lógica”.54 Por su parte, en Plotino encontramos la distinción entre materia corporal y materia inteligible. Haciendo una analogía del cosmos sensible al inteligible, afirma que, dado que éste tiene un sustrato de las formas que es la materia corporal, aquél debe tener un sustrato análogo que sea materia inteligible, que, a pesar de ser indivisa, es múltiple, 52 53 54 Namer (1926: 59). Cf. De la causa (A 101). [2010: 112 (De la causa (A 102))]: “logica intenzione”. teseopress.com 140 • La concepción cusana de la potencia porque contiene alteridad de formas. Vemos, pues, que en Plotino la materia inteligible supone una analogía aunque no una asimilación a la materia sensible: si bien ambas son principios de indeterminación en sus respectivos dominios, la inteligible es substancia y vida, mientras que la corporal es apariencia y cadáver.55 En último término, Bruno encuentra precursores de su teoría en Ibn Gabirol y David de Dinant, quienes según la perspectiva escolástica habían fusionado la forma y la materia en una unidad.56 El Nolano considera que toda potencia, tanto activa como pasiva, es materia, tanto en el caso de entidades corpóreas como inteligibles. Como observa F. Papi, Bruno hace caso omiso de la distinción plotiniana entre materia sensible y materia inteligible, y le asigna la característica que Plotino da a la materia inteligible, el ser sustrato de una sustancia, a la materia en general. De este modo, para Bruno hay una única materia, que se particulariza en diversas configuraciones.57 Puesto que esta materia es una, tanto corpórea como incorpórea, no se puede hablar de diversas sustancias, una por cada configuración de la materia, sino de una única sustancia, que sería la materia en su totalidad. Para pensar la materia en sí y distinguirla de las formas accidentales y de la forma en sí o alma del mundo, propone recurrir a una comparación, como la ebanistería, la cual tiene, para sus trabajos y ornamentos, un mismo sustrato que 55 56 57 Cf. Enéadas II, 4, 5. Nos referimos a la perspectiva escolástica, porque Bruno no los conoció de forma directa, sino a través de los comentario de los filósofos escolásticos. Para la referencia a David de Dinant: De la causa (A 140-141): “Una cosa imperfetta come è la forma de cose sensibili la quale sempre è in moto, ad un'altra tanto perfetta, che se ben si contempla è uno esser divino nelle cose, come forse volea dire David de Dinanto, male inteso da alcuni che riportano la sua opinione?”. Para Ibn Gabirol: De la causa (A 125): “Appresso che cosa ne impedisce (disse Avicebron) che sí come prima che riconosciamo la materia de le forme accidentali, che è il composto, riconoscemo la materia della forma sustanziale che è parte di quello” Cf. Papi (1968: 80-81). teseopress.com Giordano Bruno • 141 es la madera. Del mismo modo, en la naturaleza hace falta un sustrato sobre el cual pueda efectuar sus operaciones, y en el cual cree la rica variedad de seres que se ofrecen a nuestro cuidado. Es una materia amorfa y desprovista de toda cualidad sensible. Del mismo modo que la madera bruta no tiene forma artística antes de ser trabajada, pero puede asumirla gracias al ebanista, la materia de todas las cosas no tiene originalmente ninguna determinación, pero las puede tener todas por la acción de la naturaleza.58 Ahora bien, si la materia es un sustrato material que existe actualmente, es todas las cosas simultáneamente. Afirma Bruno: “Aquella materia, por ser actualmente todo lo que puede ser, posee todas las medidas, todas las especies de formas y dimensiones; y porque las posee todas no tiene ninguna [en particular], pues lo que es tantas cosas diversas es preciso que no sea ninguna de ellas en particular.”59 Esta materia es la unidad indiferenciada que contiene todo. Llegamos, de este modo, a la concepción de la materia como potencia de todas las cosas, puesto que es todo lo que 58 59 En ese sentido, se puede sostener que la materia tiene los atributos de la divinidad, cf. Meier-Oesen (1987: 244-245): “Er nimmt hier - zumindest an einigen Stellen - eine hierarchische Folge von posse facere, posse fieri und posse factum an, deren erstes Glied, die göttliche Omnipotenz, von den beiden übrigen durch den Hiatus des nihil abgesetzt ist. Jenem allein gebührt das Attribut der aeternitas. Dagegen die Ewigkeit des posse fieri anzhunehmen wäre, wie er mit Verweis auf Thomas’ Verdikt gegen die Ewigkeit der potentia passiva ausführt, Häresie. Genau dieser "Häresie" sich schuldig gemacht zu haben, ist das weitverbreitete, weil naheliegende Interpretament, mit welchem in vergleichenden Betrachtungen Bruno in deutliche Distanz zu Cusanus gestellt wird. Durch die Aufhebung der scheinbar radikalen Trennung von posse facere und posse fieri, von göttliche Omnipotenz und materieller Potentialität, wird die Materie mit göttliche Attributen versehen und die Transzendenz Gottes - so eine gängige These der Brunointerpretation - in der Hinwendung zur Welt aufgehoben.”. [2010: 142-143 (De la causa (A, 130-131))]: “Quella materia per essere attualmente tutto quel che può essere, ha tutte le misure, ha tutte le specie di figure e di dimensioni, e perché le have tutte, non ne ha nessuna, perché quello che è tante cose diverse, bi- sogna che non sia alcuna di quelle particolari.”. teseopress.com 142 • La concepción cusana de la potencia puede ser; de hecho, llamará a la potencia “la esencia de la materia” [raggione di materia].60 No se trata, entonces, de una potencia pasiva de ser hecho, sino la pura identidad de todo lo que puede hacerse y todo lo que puede ser hecho. 9.2.4. La potencia Al abordar la materia en tanto potencia afirma que no hay nada a lo que se puede atribuir el ser a lo cual no se le pueda atribuir el poder ser. En un razonamiento cercano al presentado por el Cusano en De possest, afirma Bruno la posibilidad absoluta como condición de la actualidad: “Pues la absoluta posibilidad a favor de la cual las cosas que son en acto pueden ser no es anterior a la actualidad ni tampoco posterior a ella. Además, el poder ser se da con el ser en acto, y no lo precede; pues si aquello que puede ser se hiciese a sí mismo, sería antes de ser hecho.”61 La potencia de ser hecho se corresponde perfectamente, así, con la potencia de hacer; por lo tanto, la potencia pasiva no implica debilidad en aquello a lo que es atribuido, sino que confirma su virtud y eficacia. Pues la posibilidad absoluta, por la cual todas las cosas que son en acto pueden existir, ni precede ni es posterior a la actualidad, porque si lo que puede existir se hiciera a sí mismo, sería antes de ser hecho. Toda potencia que en el principio se encuentra complicada, unida y única, se explica, dispersa y multiplica en otras cosas. El universo es todo lo que puede la totalidad de la materia, a la que nada es añadido, nada quitado, de forma completa y unificada. Pero, al mismo tiempo, puesto que contiene diferencias, particulares, individuos, no es todo lo 60 61 [2010: 125 (De la causa (A, 114))]. [2010: 120 (De la causa (A, 109))]: “Per che la possibilità assoluta per la quale le cose che sono in atto, possono essere, non è prima che la attualità, né tampoco poi che quella: oltre il possere essere, è con lo essere in atto, e non precede quello; per che se quel che può essere facesse se stesso, sarebe prima che fusse fatto”. teseopress.com Giordano Bruno • 143 que puede ser. Puesto que no se puede postular la potencia pasiva sin la activa, y viceversa, el poder ser hecho y el poder hacer, coinciden. Y dado que esto implica absoluta realidad, no puede no pertenecer al primer principio, que es todo lo que puede ser, mientras las demás cosas que, aunque son lo que pueden ser, podrían ser otras cosas, es decir que su existencia no implica necesidad, como en el caso del primer principio. De este modo, mientras en el absoluto vemos la identidad entre el poder hacer y el ser hecho, entre la potencia y el acto; en su explicación a través de particulares vemos la determinación de la potencia en acto. Por este motivo, si bien el universo es todo lo que puede ser, no lo es al modo en que lo es el primer principio, pues lo es de un modo “explicado, disperso y distinto” [esplicato, disperso, distinto], mientras que su principio “es único e indistinto” [è unitamente et indifferentemente].62 La potencia absoluta es lo mayor que todas las cosas pueden ser, y no es ninguna cosa particular, de modo que es “tamaño máximo, mínimo, infinito, indivisible y de toda medida”.63 Para mostrar la forma en que esta potencia es en las cosas particulares pero sin agotarse, el Nolano hace una comparación con el Sol: “He aquí el Sol: él no es todo lo que el Sol puede ser, no está en todas las partes donde puede estar el Sol, porque cuando está en el oriente no está en occidente, en el meridiano ni en ningún otro punto. Si queremos mostrar ahora cómo Dios sería Sol, diremos (ya que él es todo lo que puede ser) que se a la vez naciente, poniente, meridiano, de media noche y que alumbra cualquiera de los puntos de la convexidad de la tierra (…) La 62 63 Cfr. De la causa (A, 110): “Oltre che in quel modo specifico che abbiamo detto, l'universo è tutto quel che può essere, secondo un modo esplicato, disperso, distinto. Il principio suo è unitamente et indifferentemente; perché tutto è tutto, et il medesmo semplicissimamente, senza differenza e distinzione.”. [2010: 122 (De la causa (A, 111))]: “è grandezza massima, minima, infinita, impartibile, e d'ogni misura”. teseopress.com 144 • La concepción cusana de la potencia potencia de tal manera absoluta no es sólo lo que el Sol puede ser, sino lo que es y lo que puede ser todo lo que hay; potencia de todas las potencias, acto de todos los actos, vida de toda vida, alma de todas las almas, ser de todo el ser.”.64 Ahora bien, puesto que este primer principio no puede ser conocido, porque la razón humana no puede elevarse por sobre las cosas naturales, hay que elevarse al principio del universo, que puede inferirse por analogía con el primer principio, que es “idéntico e indistintamente material y formal, absoluta potencia y acto”.65 Como observa Fulvio Papi, este recurso permite a Bruno solucionar el problema del estatuto ontológico de la unión entre forma y materia, pues en el Universo no se diferencia la potencia del acto, lo compuesto de lo simple, la forma de la materia.66 Del mismo modo dice en Del infinito: “Es [el universo], por el contrario, un retrato grandísimo, una imagen admirable, una figura excelsa, un vestigio altísimo, un representante infinito de un representado infinito y un espectáculo apropiado a la excelencia y eminencia de quien no se puede ser captado, comprendido, aprehendido”.67 64 65 66 67 [2010: 123-124 (De la casua (A, 112-113))]: “Ecco il sole, non è tutto quello che può essere il sole, non è per tutto dove può essere il sole, per che quando è oriente a la terra, non gli è occidente, né meridiano, né di altro aspetto. Or se vogliamo mostrar il modo con il quale Dio è sole, diremo (perché è tutto quel che può essere) che è insieme oriente, occidente, meridiano, merinozziale, e di qualsivoglia di tutti punti de la convessitudine della terra (…) La potestà sí assoluta, non è solamente quel che può essere il sole, ma quel che è ogni cosa, e quel che può essere ogni cosa. Potenza di tutte le potenze, atto di tutti gli atti, vita di tutte le vite, anima di tutte le anime, essere de tutto l'essere”. [2010: 126 (De la causa, (A 115))]: “un primo principio che medesmo se intenda non piú distintamente materiale e formale; che possa inferirse dalla similitudine del predetto, potenza absoluta et atto.”. Cf. F. Papi (1968: 78-88). Para las referencias a los diálogos del Nolano, con excepción de De la causa y La cena, seguimos la edición crítica de Dialoghi italiani, nuovamente ristampati con note da Giovanni Gentile, terza edizione a cura di G. Aquilecchia, Firenze, Sansoni 1985 (=GA). [1993: 92 (Del infinito (GA 361-362))]: “ma è un grandissimo ritratto, mirabile imagine, figura eccelsa, vestigio altissimo, infinito teseopress.com Giordano Bruno • 145 Hecha esta distinción, creemos que puede afirmarse que la representación nocional bruniana de la absoluta identidad entre potencia y acto no se da en el primer principio, que escapa a todo intelecto particular, sino al universo. Afirma Bruno: “Y pues el infinito es todo lo que puede ser, es inmóvil; porque en él todo es indistinto, es uno; y porque posee toda la magnitud y la perfección que pueda darse, es máximamente y óptimamente inmenso. Si el punto no difiere del cuerpo, ni el centro de la circunferencia, ni lo finito de lo infinito, lo máximo de lo mínimo, podemos afirmar con certidumbre que el Universo es todo él centro o que el centro del Universo está en todas partes, y que la circunferencia no existe en parte alguna, en tanto que distinta del centro; o bien que la circunferencia está en todas partes y el centro no se halla [en parte alguna] como distinto de aquella. He aquí cómo no es imposible, sino necesario, que lo óptimo, lo máximo, lo inaprehensible sea todo, esté por todas partes y en todo; pues, como simple e indivisible [que es], puede serlo todo, estar por todas partes y en todo (…) es el centro de [todo] lo que tiene ser, es uno en todo, y aquel por quien todo es uno. El cual, siendo todas las cosas y conteniendo en sí todo el ser, hace que todo esté en cada cosa”68. 68 ripresentante di ripresentato infinito, e spettacolo conveniente all'eccellenza ed eminenza di chi non può esser capito, compreso, appreso.”. Y también en Spaccio: “aquel dios, en tanto que absoluto, nada tiene que hacer con nosotros, sino en la medida en que se comunica a los efectos de la naturaleza y es más íntimo a ellos que la naturaleza misma, es sin duda la naturaleza de la naturaleza y es el alma del alma del mundo, si no es el alma misma. (Spaccio (GA 783): “quel dio, come absoluto, non ha che far con noi; ma per quanto si comunica alli effetti della natura, ed è piú intimo a quelli che la natura istessa; di maniera che se lui non è la natura istessa, certo è la natura de la natura; ed è l'anima de l'anima del mondo, se non è l'anima istessa”.) [2010: 160-161 (De la causa (A 144-145))]: “l'universo è ancor uno immobile. Questo perché comprende tutto, e non patisce altro et altro essere, e non comporta seco, né in sé<,> mutazione alcuna: per consequenza è tutto quello che può essere; et in lui (come dissi l'altro giorno) non è differente l'atto da la potenza. Se dalla potenza non è differente l'atto, è necessario che in quello il punto, la linea, la superficie, et il corpo non differiscano; perché cossí quella linea è superficie: come la linea movendosi può essere superficie; cossí que- teseopress.com 146 • La concepción cusana de la potencia El universo, por lo tanto, que en tanto es proporcionable es cognoscible por el intelecto humano, expresa no obstante en su totalidad la coincidencia de los opuestos, la identidad de acto y potencia, pues consiste en la pura actividad que llena todo en todo. 9.2.5. La alternancia vicisitudinal de materia y forma El concepto de vicissitudine atraviesa la obra de Giordano Bruno en diversos planos: el metafísico, el gnoseológico, el histórico, el estético y el político.69 La vicisitud universal es el medio a través del cual el universo despliega la totalidad de la esencia divina, haciendo posible la realidad efectiva de los contrarios en el curso del despliegue de la naturaleza. Es en este sentido que creemos debe entenderse la noción de “causa final” que hemos mencionado en el punto relativo al “alma”: la causa final es el despliegue absoluto de la potencia divina, la cual sólo puede darse en la infinitud en el tiempo y 69 lla superficie è mossa et è fatta corpo: come la superficie può moversi, e con il suo flusso può farsi corpo. È necessario dumque che il punto ne l'infinito non differisca dal corpo: per che il punto scorrendo da l'esser punto si fa linea, scorrendo da l'esser linea si fa superficie: scorrendo da l'esser superficie, si fa corpo (…) Perché dumque l'infinito è tutto quello che può essere, è inmobile. Perché in lui tutto è indifferente: è uno; e perché ha tutta la grandezza, e perfezzione che si possa oltre et oltre avere: è massimo, et ottimo immenso. Se il punto non differisce dal corpo, il centro da la circonferenza, il finito da l'infinito, il massimo dal minimo: sicuramente possiamo affirmare che l'universo è tutto centro, o che il centro de l'universo è per tutto: e che la circunferenza non è in parte alcuna, per quanto è differente dal centro; o pur che la circonferenza è per tutto, ma il centro non si trova in quanto che è differente da quella. Ecco come non è impossibile, ma necessario che l'ottimo, massimo, incomprehensibile, è tutto, è per tutto, è in tutto, perché come semplice et indivisibile può esser tutto, esser per tutto, essere in tutto (…) è centro de ciò che ha l'essere: uno in tutto, e per cui uno è tutto. Il quale essendo tutte le cose e comprendendo tutto l'essere in sé, viene a far che ogni cosa sia in ogni cosa”. Granada (2005: 245-248) ha estudiado la historia de este concepto, y ha escrito diversos estudios sobre el concepto, como “Universo infinito, vicissitudine y <<verdadera moralidad>>” (2005: 215-242), y “La perfección del hombre y la Filosofía” (2002: 297-329), entre otros. Asimismo, acerca de este concepto, cfr. M. Ciliberto (1986: 123-126). teseopress.com Giordano Bruno • 147 el espacio. Por este motivo, Bruno caracteriza la acción del intelecto universal como una incansable suscitación de formas: “El fin y la causa final que la [causa] eficiente se propone es la perfección del Universo, perfección que consiste en que en las distintas partes de la materia la totalidad de las formas tenga existencia actual. El intelecto tanto se complace y deleita con este fin, que nunca se cansa de suscitar toda clase de formas de la materia, como también parece que lo entendió Empédocles.”70 Cuando Bruno despliega su primera caracterización del intelecto universal, que hemos citado más arriba, advierte que los órdenes que éste establece en la materia son tan admirables que “en manera alguna pueden atribuirse al azar”.71 Más adelante precisará el nombre de este principio que regula de modo necesario el actuar del alma del mundo a través de su intelecto: vicisitud universal. En Del infinito caracteriza al propio azar como necesario, al establecer una sinonimia entre providencia, suerte y hado: “porque la providencia, hado o suerte que dispone de las vicisitudes de nuestro ser particular no quiere ni permite que sepamos de lo uno más que de lo otro (…) Pero mientras consideramos más profundamente el ser y la sustancia de aquel en el que somos inmutables, hallaremos que no existe la muerte, no sólo para nosotros, tampoco para ninguna sustancia, mientras nada disminuye sustancialmente, sino que todo cambia de rostro discurriendo por el espacio infinito.”72 70 71 72 [2010: 77-78 (De la causa (A 70))]: “Il scopo, e la causa finale la qual si propone l'efficiente, è la perfezzion dell'universo la quale è che in diverse parti della materia tutte le forme abbiano attuale existenza: nel qual fine tanto si deletta e si compiace l'intelletto che mai si stanca suscitando tutte sorte di forme da la materia, come par che voglia ancora Empedocle.”. [2010: 75 (De la causa (A 68))]: “con tanti ordini mirabili, li quali non possono attribuirsi al caso”. [1993: 89-90 (Del infinito (GA 360))]: “perché la providenza o fato o sorte, che dispone della vicissitudine del nostro essere particolare, non vuole nè permette che piú sappiamo dell'uno che ignoriamo dell'altro (…) Ma mentre teseopress.com 148 • La concepción cusana de la potencia La realidad está regida por este principio de la alternancia vicisitudinal en su conformación ontológica (relación alma-materia), en la historia, en su antropología (la búsqueda de lo divino en el hombre), en la organización política o en la expresión artística. Podemos expresar este principio, reiterado por el Nolano en numerosas ocasiones, con la siguiente afirmación: todo cambia, nada permanece, y este cambio no sigue un orden azaroso, sino la regla de la alternancia de los contrarios, por la cual lo oscuro va hacia la luz, y esta vuelve a lo oscuro, el mal al bien, etc. En De la causa, Bruno afirma que los principios que ordenan el universo son dos: alma o forma y materia, y estos permanecen siempre iguales a sí mismos, pero con permanente cambio dentro suyo. Así, afirma Bruno: “Entiendo que hay una [forma única] de todas las cosas, pero que según la distinta disposición de la materia y la eficacia del poder de los principios materiales activos y pasivos produce diversas configuraciones (…) esta forma, cambiando asiento y [padeciendo] vicisitudes, es imposible que se aniquile, pues la sustancia espiritual no es menos subsistente que la material. Por tanto, sólo las formas externas cambian, y hasta se aniquilan, ya que no son cosas, no son sustancias, sino accidentes y circunstancias de las cosas y las sustancias”.73 73 consideramo piú profondamente l'essere e sustanza di quello in cui siamo inmutabili, trovaremo non esser morte, non solo per noi ma né per veruna sustanza; mentre nulla sustanzialmente si sminuisce, ma tutto, per infinito spacio discorrendo, cangia il volto.”. Hemos hecho la siguiente modificación a la traducción de Granada: donde Bruno dice “vicissitudine”, Granada tradujo “avatares” (1993: 89), nosotros, con Capeletti (2008: 22), traducimos “vicisitudes”. [2010: 87 (De la causa (A 79)); cursiva nuestra]. “Questa intendo essere una di tutte le cose; la qual però secondo la diversità delle disposizioni della materia, e secondo la facultà de principii materiali attivi e passivi, viene a produr diverse figurazioni (…) Cossí mutando questa forma sedie, e vicissitudine, è impossibile che se annulle: perché non è meno subsistente la sustanza spirituale, che la materiale. Dumque le formi esteriori sole si cangiano, e si annullano ancora, perché non sono cose; ma de le cose: non sono sustanze; ma de le sustanze sono accidenti, e circostanze.” (A, p. 79). teseopress.com Giordano Bruno • 149 A pesar de esta relación entre la forma y la materia, entonces, hay una única sustancia, que es lo plenamente existente, igual a sí misma, eterna e infinita. Esta sustancia se expresa dentro de sí en el despliegue de la alternancia vicisitudinal en la configuración de sus partes. En el último diálogo de esta obra, que se dedica al Universo entendido como sustancia infinita, eterna, en la que el acto y la potencia se identifican, dice Bruno: “es manifiesto que no sólo los dos máximos coinciden, alguna vez, en la oposición, y los dos mínimos en la concordancia, sino que [coinciden] etiam el máximo y el mínimo por la vicisitud de las transformaciones”.74 Bruno incluso explica el que la alternancia vicisitudinal se da en forma “circular” [circolari] porque el principio y el fin se identifican en la unidad de la sustancia. Vemos, pues, que la alternancia vicisitudinal es, efectivamente, un concepto clave para la comprensión de la metafísica nolana. A este respecto nos parecen sumamente significativas también las palabras que Bruno afirma en labios de Filoteo en su diálogo Del inifinito: “si esta tierra es eterna y perpetua no lo es por la consistencia de sus mismas partes y de sus mismos individuos, sino por la alternancia vicisitudinal de las partes que difunde y de aquellas otras que le advienen en lugar de ellas, de modo que, aun perseverando la misma alma e inteligencia, el cuerpo se va cambiando y renovando constantemente partícula a partícula”.75 74 75 [1997: 155 (De la causa (A 161)]: “Quindi è aperto che non solo ocorreno talvolta i cui massimi, nella resistenza, e li dui minimi nella concordanza; ma etiam il massimo et il minimo per la vicissitudine di trasmutazione.” Del infinito (GA 412): “Onde questa terra, se è eterna ed è perpetua, non è tale per la consistenza di sue medesime parti e di medesimi suoi individui, ma per la vicissitudine de altri che diffonde, ed altri che gli succedeno in luogo di quelli; in modo che, di medesima anima ed intelligenza, il corpo sempre si va a parte a parte cangiando e rinovando.”. Cfr. Del infinito (GA 413). teseopress.com 150 • La concepción cusana de la potencia §10. La dimensión cosmológica de la potencia en los diálogos londinenses 10.1. Homogeneidad de la materia y necesidad de la acción divina Hay una razón esencial para la presencia de este concepto en un diálogo cosmológico, y es que la concepción de la potencia como expresión de lo absoluto permite a Bruno formular una defensa de este concepto sin recurrir a la discusión de un concepto aristotélico (como hace al comienzo de Del infinito al plantear los problemas de la definición aristotélica de “lugar” y ofrecer una nueva alternativa) ni basándose en la concepción epistemológica bruniana (como el argumento que se basa en la distinción entre sentido vulgar y sentido regulado por la razón), sino en la noción de Dios como primer principio infinito, simplísimo e indistinto, que es común a las definiciones generalmente aceptadas, aun por quienes defienden posturas aristotélicas: si Dios se explica en el universo, que es su simulacro, ¿por qué motivo sería limitado y tendría un sólo mundo, no habiendo razón para que no sea ilimitado y tenga muchos, e incluso innumerables mundos? De esta concepción se desprenden dos características fundamentales y, en nuestra opinión, particularmente revolucionarias en la metafísica bruniana: la homogeneidad del espacio y la necesidad de la acción divina. a) la homogeneidad del espacio ya era sostenida en La cena, cuyo quinto diálogo comienza del siguiente modo: “Porque las estrellas no están ni más fijas ni fijas de manera diferente a como lo está esta estrella nuestra (la Tierra) en el mismo firmamento que es el aire. Y no es más digno de recibir el nombre de octava esfera el lugar donde está la cola de la Osa, que el lugar donde está la Tierra en que nos encontramos, puesto que estos cuerpos están distribuidos por una teseopress.com Giordano Bruno • 151 misma región etérea como a lo largo y ancho de un mismo gran espacio y campo, y se encuentran separados los unos de los otros por las distancias apropiadas”.76 Bruno afirma en este pasaje sobre las estrellas llamadas fijas y la tierra: a) que se mueven; b) que se componen de la misma materia; c) que ocupan el mismo espacio y están rodeadas por el mismo aire; d) que no hay diferencia de esferas entre ellas; y e) que hay distancias arbitrarias que las separan (no hay, por tanto, órbitas circulares perfectas, como seguía habiéndolas en el modelo copernicano). Esta doctrina se prueba por el siguiente argumento: el espacio que contiene el mundo que conocemos tiene tanta capacidad para contener como el espacio que excede al de este mundo, y asimismo, así como está bien que el espacio que ocupa este mundo esté lleno, también debe serlo el resto de los espacios.77 b) la necesidad de la acción divina se demuestra por dos vías: a) la potencia pasiva del universo, que se despliega a través de la redefinición de la noción de ‘lugar’, de su concepción aristotélica a la de un espacio que es un receptáculo homogéneo e indiferente; y b) la potencia activa del eficiente,78 que consiste en la oposición a la distinción entre la potentia absoluta y la potentia ordinata. Esta división, que 76 77 78 Para las referencias al diálogo La cena del Nolano seguimos la edición crítica de La cena de le ceneri, a cura di G. Aquilecchia, Einaudi, Torino 1955 (=A). [1984: 163 (La cena (A 204))]: “Perché non son piú, né altramente fisse le altre stelle al cielo, che questa stella che è la terra è fissa nel medesmo firmamento che è l'aria. Et non è piú degno d'esser chiamato ottava sfera dove è la coda de l'Orsa, che dove è la terra, nella quale siamo noi: per che in una medesma eterea reggione come in un medesmo gran spacio, et campo, son questi corpi distinti: et con certi convenienti intervalli allontanati gli uni da gli altri.”. Por este motivo funciona también como argumento para la infinitud del universo: sabemos que parte del espacio tiene capacidad para recibir cuerpo, y puesto que no hay distinción entre distintos niveles de espacio, cada parte de éste tiene la misma capacidad para recibir la potencia infinita divina que cualquier otra. De l'infinito (G-A 351): “Nella seconda parte di questo dialogo, quello ch'è dimostrato per la potenza passiva de l'universo, si mostra per l'attiva potenza de l'efficiente”. teseopress.com 152 • La concepción cusana de la potencia alcanza su forma clásica a mediados del siglo XIII, responde al problema que se plantea a la doctrina de la omnipotencia divina con la aparición en el mundo latino de textos aristotélicos del contexto árabe que formulan la eternidad y necesidad del mundo,79 se encuentra presente en autores como Pedro Lombardo (1100-1160),80 Hugo de San Victor (c. 1096-1141)81 o Bernardo de Claraval (1090-1153),82 establece dos maneras de referirse al poder divino, que es uno: a) potentia absoluta: todas las posibilidades presentes a Dios (exceptuadas las auto-contradictorias); b) potentia ordinata: las posibilidades efectivamente realizadas por Dios. De este modo, se fundamenta el carácter contingente del mundo, en contraste con la doctrina necesitarista83 defendida por Pedro Abelardo, que sostenía la necesariedad de la creación por la voluntad divina: “quae [Deus] vult, necessario velit, et quae facit, necessario faciat”.84 Cercano a la posición abelardiana, Bruno afirma que del principio infinito sólo puede seguirse un efecto infinito por absoluta necesidad porque la infinita potencia divina se encuentra totalmente actualizada. Citaremos el pasaje en que Bruno afirma esto para detenernos en la concepción de lo absoluto supuesta: “Pues es inmutable, no tiene contingencia en su acción ni en su eficacia, sino que de su eficacia determinada y cierta depende inmutablemente un efecto determinado y cierto, por lo cual no puede ser distinto de como es, no puede ser como 79 80 81 82 83 84 Cfr. Oakley (2002: 3). Cfr. Libri sententiarum I, dist. 42-44. Cf. Van den Brink (1993: 71-72). De gratia, 188, citado en MacGregor (2006: 62): “Potentia dei absoluta extendit se ad omnia illa quae non implicant contradictionem fieri. Potentia vero ordinate est conformis legi ordinate quod nobis constat per scripturam vel revelationem”. Esta doctrina necesitarista es uno de los objetos de la condena de 219 proposiciones promulgadas en la Universidad de París el 7 de marzo de 1277 por el obispo Tempier. Como afirma E. Grant, muchos de estas proposiciones afirman el infinito poder divino, y su absoluta potencia creadora contra los que reducen la creación a términos naturales. Cfr. Grant (1981: 108). Theologia christiana V, col. 1329, citado en Granada (1993: 40). teseopress.com Giordano Bruno • 153 no es, no puede poder otra cosa que lo que puede, no puede querer sino lo que quiere y necesariamente no puede hacer otra cosa que lo que hace, dado que el tener una potencia distinta del acto conviene únicamente a las cosas mudables.”85 Hemos visto, en el apartado anterior, la caracterización del universo como una unidad inmóvil, que contiene todas las cosas en materia y forma. Ahora podemos ver mejor de qué modo las contiene: como el despliegue necesario de la potencia del principio divino en una cadena de causas y efectos en la que cada potencialidad resulta actualizada. De este modo, el universo infinito consiste en el despliegue total de la potencia absoluta. Dios, por tanto, actualiza totalmente su potencia en el universo. Pero no por eso se elimina la diferencia entre Dios y el universo: Bruno distingue entre Dios, que es “todo infinito”, porque excluye todo límite y cada atributo suyo es uno e infinito, del universo, que es “todo infinito” porque no tiene límites, aunque cada una de sus partes es finita. La infinitud del universo plantea el siguiente problema, que ya ha observado Hans Blumenberg: ¿es una consecuencia extrema de la filosofía del Cusano, o bien es producto de que el universo pase a ocupar el lugar de Dios?86 Creemos que tendremos elementos para observar las condiciones de posibilidad de una respuesta sólo después de haber abordado el tratamiento de la visión humana de lo divino en Eroici Furori. 85 86 [1993: 117-118 (De l'infinito (G-A 383-384))]: “Perché è inmutabile, non ha contingenzia nella operazione, né nella efficacia, ma da determinata e certa efficacia depende determinato e certo effetto inmutabilmente; onde non può essere altro che quello che è; non può esser tale quale non è; non può posser altro che quel che può; non può voler altro che quel che vuole; e necessariamente non può far altro che quel che fa; atteso che l'aver potenza distinta da l'atto conviene solamente a cose mutabili.”. Cfr. Blumenberg (2008: 26), si bien no especifica que se refiera a nuestros autores. teseopress.com 154 • La concepción cusana de la potencia 10.2. La infinitud Giordano Bruno hizo de la postulación del universo infinito una de sus principales divisas, a tal grado que puede ser llamado, como sostiene M. A. Granada, “filósofo del infinito”.87 En Del infinito propone un conjunto de argumentos para defender la existencia de un universo infinito. De estos, consideramos que el principal es el que afirma la infinitud del universo a partir de la absoluta potencia divina, y la identificación de ésta con su esencia. Proponemos agruparlos en tres:88 1) por la identidad de potencia y acto en la esencia de Dios, que implica, como hemos visto en el punto anterior a) la homogeneidad del espacio en el universo (y por lo tanto, la pluralidad de mundos, ya que el espacio es igualmente apto para recibir este mundo como otros innumerables); b) la necesidad de la acción divina. 2) por la fuerza [vis] o potencia [potentia] de la imaginación89 para rebasar todo límite dado. No podemos conocer el infinito por medio de los sentidos, pero no porque el infinito no exista, sino por la debilidad del testimonio meramente visual: necesitamos contar con una elaboración intelectual del material sensible.90 La base de nuestro conocimiento depende del tratamiento que damos a la percepción sensible, la cual es elaborada en primer término por 87 88 89 90 Granada (2002: 65). Cfr. la categorización propuesta por Granada (2002: 72), en la que nos basamos. Como observa Granda (2002: 73-74), el papel de la imaginación cobra en Bruno un doble vuelco: por un lado, así como la materia se homogeniza, las facultades del alma también convergen; por otro, considera, como los aristotélicos y escolásticos, que el conocimiento empieza por la sensación y que el mismo inteligir requiere la imaginación y recordar requiere imágenes. Por eso, frente a la abstracción lógica del aristotelismo y del ramismo, Bruno propone una aproximación por medio de la vinculación entre el sentido y el intelecto, así como una mnemotécnica basada en la asociación de imágenes a conceptos. De aquí se desprende la importancia de la imaginación para el conocimiento en el Nolano. Cf. Del infinito (GA 369). teseopress.com Giordano Bruno • 155 la imaginación: en el aristotelismo, la imaginación estaba desvinculada de la razón y del intelecto, por lo que asumía la apariencia manifiesta al sentido como la verdad misma. Bruno entiende que esto es una fantasía: una esfera última que cierra el universo finito, lo cual también infiere de la aparente ausencia de cambios en el cielo, frente a los procesos de generación y corrupción que se observan en la tierra. El uso correcto de la imaginación, que es el criterio de verdad para Bruno y lo llama “sentido regulado” [senso regolato] requiere la guía del intelecto para una elaboración crítica de la experiencia, pues el intelecto juzga y da razón de las cosas ausentes y separadas por distancia de tiempo e intervalo de espacio.91 3) por el “omnicentrismo”,92 el carácter relativo de las determinaciones de centro y periferia, en virtud del paso, a través de la imaginación, de la visión terrestre al plano cosmológico. Como observará en De immenso al referir recuerdos de su niñez, cuando, acostumbrado al monte Cicada conoció el Vesubio, y supo que el mundo era mucho más rico de lo que creía.93 En efecto, los hombres creen llevar consigo el centro adonde sea que se desplacen, con un horizonte que parece cerrar el espacio, pero se trata sólo de una apariencia, como se nota por el hecho de que cambia por el desplazamiento. Así como ocurre en la tierra, esta apariencia también se produce respecto al cosmos, por lo que el aristotelismo extrapoló su visión del cielo como una bóveda de estrellas fijas. Giordano Bruno dice que, así como en la tierra corregimos continuamente la apariencia de un horizonte con las nuevas apariencias que se nos presentan, debemos suponer que lo mismo ocurre en el cosmos. El Nolano lo expresa de la siguiente manera: 91 92 93 Cf. Del infinito (GA 369). Tomamos este término de Guzzo (1967: 16) y Del Prete (2008). Cfr. De immenso (F 121-123). teseopress.com 156 • La concepción cusana de la potencia “puesto que sabemos por experiencia que nos engaña [el sentido] en la superficie de este globo en el que nos hallamos, debemos tenerlo por mucho más sospechoso en lo que se refiere a ese límite que nos da a entender en la concavidad estelar”.94 10.3. El alma del universo Giordano Bruno considera, como Platón en el Timeo, y contra la teoría aristotélica del primer móvil, que el mundo tiene un principio de movimiento intrínseco. Como veremos en el próximo punto (10.4), si el movimiento de los mundos es intrínseco, es natural. Este principio del movimiento del mundo es su alma. La concepción bruniana del mundo como un ser viviente se encuentra en una tradición que integran, entre otros, el Timeo de Platón, quien caracteriza al mundo como un ser viviente [phýsin zóa],95 y las Enéadas de Plotino, quien considera las oposiciones en el universo como las diversas partes del animal uno y universal.96 Así también Bruno afirma que los astros, como la Tierra, deben constituir auténticos cuerpos vivientes: “Desde allí, bajando los ojos, se ve el conjunto de vientos, nubes, nieblas y tempestades, flujos y reflujos que proceden de la vida y respiración de este gran animal y numen que nosotros llamamos Tierra (…) ¿Quién seguirá creyendo que no es verdad (…) la opinión de Platón, aprendida de Timeo, de Pitágoras y otros, que hace manifiesto que nosotros habitamos en el interior oscuro de la tierra (…)?”97 94 95 96 97 [1993: 103 (Del infinito (GA 369))]: “come abbiamo per esperienza, che ne inganna nella superficie di questo globo in cui ne ritroviamo, molto maggiormente doviamo averlo suspetto quanto a quel termine che nella stellifera concavità ne fa comprendere.” Cfr. Timeo 31a. Cfr. Enéadas III, 2, 16. [1993: 178-179 (Del infinito (GA 455-456))]: “onde, abbassando gli occhi, si vede l'università di venti, nubi, nebbie e tempeste, flussi e reflussi che procedeno dalla vita e spiramento di questo grande animale e nume, che chiamia- teseopress.com Giordano Bruno • 157 En el apartado previo hemos caracterizado el alma del mundo como lo que configura y entreteje la materia. En Del infinito, Bruno distingue dos principios de movimiento: el movimiento finito de cada cuerpo en relación a los otros, y el movimiento infinito producto del alma del mundo, que es el principio infinito de movimiento de todos los cuerpos: “en las cosas hay que tener en cuenta, si así lo quieres, dos principios activos de movimiento: el uno finito según la condición del sujeto finito, y este principio mueve en el tiempo; el otro infinito en virtud del alma del mundo o bien de la divinidad, que es como el alma del alma, la cual está toda en todo y hace que el alma esté toda en todo; y este principio mueve instantáneamente.”98 Así como veíamos en el Cusano, las revoluciones de los astros y sus cambios tienen como fin su conservación. Como observa E. Namer,99 no es por una necesidad mecánica, sino vital que Bruno rinde cuenta del movimiento diurno y del movimiento anual de la tierra. La razón para que la tierra se mueva es la renovación de su masa. Los seres se perpetúan a través del cambio de sus configuraciones, pese a contener la misma materia. La materia, como hemos visto, contiene todas las formas posibles al mismo tiempo, pero cada una de sus partes es distinta de las otras. Es nece- 98 99 mo Terra (…) Chi crederà oltre non esser proposito di veritade (…) la sentenza di Platone appresa dal Timeo, da Pitagora ed altri, che dechiara noi abitare nel concavo ed oscuro de la terra”. Si bien en este pasaje se refiere a la Tierra, encontramos en la misma obra referencias a los otros astros como animales (cf. Del infinito GA 527). [1993: 125 (Del infinito (GA 391))]: “che nelle cose è da contemplare, se cossí volete, doi principii attivi di moto: l'uno finito secondo la raggione del finito soggetto, e questo muove in tempo; l'altro infinito secondo la raggione dell'anima del mondo, overo della divinità, che è come anima de l'anima, la quale è tutta in tutto e fa esser l'anima tutta in tutto; e questo muove in istante.”. Namer (1926: 23). teseopress.com 158 • La concepción cusana de la potencia sario que los astros se renueven poco a poco y que cada parte ocupe sucesivamente el lugar de las otras. En el diálogo La cena, dice Bruno: “La causa [final] de dicho movimiento [de la Tierra] es la renovación y el renacimiento de ese cuerpo, incapaz de perpetuarse en la misma disposición, tal y como las cosas que no pueden perpetuarse individualmente (por hablar vulgarmente) se hacen perpetuas a través de la especie o las sustancias que no pueden perpetuarse bajo un mismo rostro van cambiando, sin embargo, de faz, puesto que la materia y sustancia de las cosas es incorruptible y debe ser en todas las partes sujeto de todas las formas, con el fin de que en todas las partes (y en la medida de lo posible) se haga todo, sea todo, si no en un mismo momento e instante de eternidad cuanto menos en momentos diversos, en instantes diferentes de eternidad, de manera sucesiva y por permutación, puesto que si bien es cierto que toda la materia es capaz de todas las formas juntas, sin embargo, cada una de las partes de la materia no puede ser capaz de todas ellas a la vez.”100 Consideramos que este pasaje muestra con extrema claridad el modo en que cooperan la metafísica y la cosmología bruniana. La materia se hace todo y es todo de modo diverso y en diversos momentos. En el pasaje menciona la forma “común” de referirse a las configuraciones de 100 [1984: 174 (La cena (A 215-216))]: “La caggione di cotal moto è la rinovazione e rinascenza di questo corpo; il quale, secondo la medesma disposizione, non può essere perpetuo; come le cose che non possono essere perpetue secondo il numero (per parlar secondo il comune) si fanno perpetue secondo la spezie, le sustanze che non possono perpetuarsi sotto il medesmo volto, si vanno tutta via cangiando di faccia. Perché, essendo la materia e sustanza delle cose incorrottibile, e dovendo quella secondo tutte le parti esser soggetto di tutte forme, a fin che secondo tutte le parti, per quanto è capace, si fia tutto, sia tutto, se non in un medesmo tempo ed instante d'eternità, al meno in diversi tempi, in varii instanti d'eternità successiva- e vicissitudinalmente; perché, quantunque tutta la materia sia capace di tutte le forme insieme, non però de tutte quelle insieme può essere capace ogni parte della materia”. teseopress.com Giordano Bruno • 159 la materia como si fueran capaces de subsistencia independiente, y creemos que eso tiene implica una afirmación de un fuerte monismo en el pensamiento bruniano. 10.4. El movimiento La teoría copernicana de un sistema heliocéntrico debió enfrentarse frente a los defensores de la cosmología aristotélica-ptolemaica a una serie de complejas objeciones producto de la teoría aristotélica del movimiento. A continuación resumimos las tres principales objeciones: (1) puesto que, según afirma Aristóteles, todas las cosas tienen por naturaleza un lugar de movimiento y reposo,101 el movimiento de un cuerpo simple, dado que resulta de la naturaleza del cuerpo, es simple, sólo puede ser rectilíneo o circular, y de los rectilíneos, uno es hacia arriba y el otro hacia abajo, por lo que los elementos graves (tierra y agua) se dirigen hacia abajo, y los elementos leves (aire y fuego) se dirigen hacia arriba;102 (2) las cosas que caen libremente no lo harían en vertical al punto del que salieron, pues dicho sitio se habría retirado de debajo de ellas; (3) las nubes y todas las cosas que flotan se dirigirían siempre hacia Occidente; (4) si la tierra girara al menos con una revolución diaria, el movimiento debería ser impetuoso y de una velocidad insuperable, y puesto que las cosas movidas por rotación violenta son incapaces de reunirse, se dispersarían, a menos que una fuerza las mantenga unidas. A estos problemas Copérnico intenta responder del siguiente modo: (1) al ser el movimiento de la tierra natural, anima a todos los cuerpos de naturaleza y procedencia terrestre, aun cuando no están físicamente unidos a ella, y 101 102 Aristóteles, Física II, 1 192b14. Para el aristotélico el movimiento expresa la naturaleza del móvil, cuando llega al punto al que se mueve retorna a su centro. Por eso, si se mueve en una línea recta y cuando cae la tierra se ha movido, caerá en otro punto, porque su movimiento no está unido a la tierra sino a su propia naturaleza. Cfr. al respecto Koyré (1980: 156-157). teseopress.com 160 • La concepción cusana de la potencia puesto que el movimiento circular de la tierra es natural, no puede producir los desastrosos efectos de los que habla Ptolomeo (un movimiento natural no puede destruir la propia naturaleza del móvil)103 (2) el movimiento de los cuerpos será mixto de rectilíneo y circular, pues las cosas que son llevadas abajo son terrosas, y las que son llevadas arriba son ígneas;104 (3) el aire cercano a la tierra permanece siempre en reposo a menos que sean empujadas por el viento u otra fuerza, bien porque el aire cercano a la tierra, mezclado a materia terrestre y acuosa, tenga la misma naturaleza que la tierra, o bien porque el movimiento del aire es un movimiento adquirido del que participa por la proximidad y el movimiento perpetuo de la tierra, esto permitiría explicar los movimientos de las nubes y los cometas.105 103 104 105 Para las referencias a las obras de Copérnico, seguimos la edición de Nüremberg, Nicolaus Copernicus, De revolutionibus orbium coelestium, Norimbergae: apud Ioh. Petreium, 1543. En adelante citaremos esta obra como De revolutionibus, junto al libro, capítulo, y hoja. De revolutionibus, I, VIII, 5: “Verum si quispiam volvi terram opinetur, dicet utique motum esse naturalem, non violentum. Quae vero secundum naturam sunt, contrarios operantur effectus his quae secundum violentiam. Quibus enim vis vel impetus infertur, dissolvi necesse est, et diu subsistere nequeunt: quae vero a natura fiunt, recte se habent, et conservantur in optima sua compositione.” (I, VIII, 5). De revolutionibus, I, VIII, 6: “Cadentium vero et ascendentium duplicem esse motum fateamur oportet mundi comparatione, et omnino compositum ex recto et circulari. Quandoquidem quae pondere suo deprimuntur, cum sint maxime terrea, non dubium, quin eandem servent partes naturam, quam suum totum. Nec alia ratione contingit in iis, quae ignea vi rapiuntur in sublimia. Nam et terrestris hic ignis terrena potissimum materia alitur, et flammam non aliud esse definiunt quam fumum ardentem. Est autem ignis proprietas, extendere quae invaserit, quod efficit tanta vi, ut nulla ratione, nullis machinis possit cohiberi, quin rupto carcere suum expleat opus. Motus autem extensivus est a centro ad circumferentiam, ac perinde si quid ex terrenis partibus accensum fuerit, fertur a medio in sublime.”. De revolutionibus, I, VIII, 6: “Quid ergo diceremus de nubibus, caeterisque quomodolibet in aere pendentibus, vel subsidentibus, ac rursum tendentibus in sublimia? nisi quod non solum terra cum aqueo elemento sibi coniuncto sic moveatur, sed non modica quoque pars aeris, et quaecunque eodem modo terrae cognationem habent. Sive quod propinquus aer terrea aqueave materia permixtus, eandem sequatur naturam quam terra, sive quod acquisiticius sit motus aeris, quem a terra per contiguitatem perpetua revolutione ac absque resistentia participat. Vicissim non dispari admiratio- teseopress.com Giordano Bruno • 161 En las respuestas de Copérnico se pueden observar los siguientes problemas: a) el movimiento de la Tierra no produce los efectos que experimentamos cuando ejercemos un movimiento violento debido a que es natural, por lo cual no podemos explicarlo con el ingenio humano; b) si el movimiento de Occidente a Oriente es natural a todos los cuerpos terrestres, ¿cómo esto no estorba sus movimientos de Oriente a Occidente? ¿Por qué las nubes, los pájaros o los cuerpos lanzados al cielo no se ralentizan al menos al hacer un recorrido de Oriente a Occidente?106 Giordano Bruno responderá con notable éxito a estos problemas. Bruno no acepta la delimitación entre un movimiento “natural” y uno “violento”: el movimiento es siempre natural. Al encontrarse el aire que circunda la tierra llevado por el movimiento de ésta, los movimientos de los vientos, de las nubes, de los pájaros se efectúan exactamente de la misma manera que en el aire inmóvil. Para el argumento de la caída en vertical, ofrece una comparación con un navío en el agua: hay una diferencia entre el movimiento de la tierra respecto del sol con el de los objetos dentro de la tierra, de la misma manera que hay una diferencia entre el movimiento del navío en el agua y de los cuerpos dentro de éste; si así no fuera, no se podría lanzar algo en línea recta de una borda a otra del navío, ni nadie podría saltar y volver a caer en el sitio desde donde se elevó. Aquí encontramos un aspecto novedoso en la teoría de Bruno: no hay un movimiento que pertenezca a la esencia de las cosas, sino que éstas se mueven porque se encuentra, como dice Koyré, en un sistema mecánico, entendido como un “con- 106 ne supremam aeris regionem motum sequi caelestem aiunt, quod repentina illa sydera, Cometae inquam et Pogoniae vocata a Graecis, indicant, quarum generationi ipsum deputant locum, quae instar aliorum quoque syderum oriuntur et occidunt. Nos ob magnam terrae distantiam eam aeris partem ab illo terrestri motu destitutam dicere possumus. Proinde tranquillus apparebit aer, qui terrae proximus, et in ipso suspensa, nisi vento, vel alio quovis impetu ultro citroque, ut contingit, agitentur.” Cfr. Koyré (1980: 157-158). teseopress.com 162 • La concepción cusana de la potencia junto de cuerpos unidos por su participación en un movimiento común”, lo cual sería impensable en una doctrina del movimiento de índole aristotélica.107 Es decir, Bruno piensa el movimiento no en términos de la pertenencia de una cosa a un ámbito elemental (teoría de matriz aristotélica, pero presente también, como hemos visto, en el Cusano, y que también está presente en Copérnico, y en copernicanos contemporáneos a Bruno como Thomas Digges), sino de un impulso, una fuerza vital presente en todas las cosas, producto del animismo universal que hemos estudiado en el apartado anterior. Citaremos a continuación el pasaje bruniano pues consideramos que clarifica la novedad de su planteo: “Si hay dos personas, de las cuales uno está dentro de la nave en movimiento y el otro fuera de ella; si tanto el uno como el otro tienen la mano en el mismo punto del aire y desde ese lugar, y en el mismo instante además, deja caer el uno una piedra y el otro otra, sin darles impulso alguno, la del primero llegará al lugar determinado sin perder un punto y sin desviarse de la línea, mientras que la del segundo se quedará atrás. Esto no resulta sino de que la piedra que sale de la mano de quien se encuentra en la nave y, por tanto, se mueve con el movimiento de ella, posee una fuerza impresa que no posee la que procede de la mano del que está fuera de la nave, aunque las dos piedras tengan el mismo peso, el mismo aire intermedio, partan (si es posible) del mismo punto y experimenten el mismo impulso. La única explicación que podemos dar de esa diferencia es que las cosas que están fijas o pertenecen a la nave se mueven con ella y que una de las dos piedras lleva consigo la fuerza del motor que se mueve con la nave y la otra del que no participa de dicho movimiento.”108 107 108 Koyré (1980: 161-162). [1984: 144 (La cena (A 180-181))]: “se dunque saranno dui, de' quali l'uno si trova dentro la nave che corre, e l'altro fuori di quella, de' quali tanto l'uno quanto l'altro abbia la mano circa il medesmo punto de l'aria, e da quel medesmo loco nel medesmo tempo ancora l'uno lascie scorrere una pietra e l'altro un'altra, senza che gli donino spinta alcuna, quella del primo, senza perdere punto né deviar da la sua linea, verrà al prefisso loco, e quella del teseopress.com Giordano Bruno • 163 10.5. Consideraciones acerca de la cosmología de Giordano Bruno El hecho de que el filósofo que más ardua y apasionadamente defendió el atributo de la infinitud del universo y la pluralidad de los mundos, Giordano Bruno, haya sido encarcelado, torturado, juzgado y ejecutado por la Iglesia Católica en el intervalo temporal que media entre la publicación del De revolutionibus orbium coelestium (1543) de Nicolás Copérnico y el Sidereus Nuncius (1610) de Galileo Galilei ha dado la impresión a numerosos historiadores de que su condena tuvo que ver con la defensa del copernicanismo. Esta visión se vio acentuada en el contexto del resurgimiento de su filosofía a partir del idealismo alemán (Jacobi, Schelling y Goethe especialmente) y la identificación que historiadores con tendencias marcadamente positivistas acerca del progreso de la filosofía en el siglo XIX (F. Tocco, B. Spaventa) encontraron en la figura del Nolano un mártir de la ciencia moderna. No es este el lugar en el que pueda establecerse si Giordano Bruno fue o no condenado a causa de las posiciones cosmológicas que defendía (se trata de una cuestión en debate, en tanto el documento de la condena se ha perdido); con todo, entendemos que la intrínseca unidad sistemática entre la metafísica y la cosmología del Nolano hicieron entender a los inquisidores que sostener esta doctrina era riesgoso para su concepción de la religión y de la realidad, de modo que, cuando Galileo llevó a cabo experimentos secondo si trovarrà tralasciata a dietro. Il che non procede da altro, eccetto che la pietra, che esce dalla mano de l'uno che è sustentato da la nave, e per consequenza si muove secondo il moto di quella, ha tal virtú impressa, quale non ha l'altra, che procede da la mano di quello che n'è di fuora; benché le pietre abbino medesma gravità, medesmo aria tramezzante, si partano (se possibil fia) dal medesmo punto, e patiscano la medesma spinta. Della qual diversità non possiamo apportar altra raggione, eccetto che le cose, che hanno fissione o simili appartinenze nella nave, si muoveno con quella; e la una pietra porta seco la virtú del motore il quale si muove con la nave, l'altra di quello che non ha detta participazione.”. teseopress.com 164 • La concepción cusana de la potencia que demostraban el principio de inercia (aunque habría que esperar a Descartes para que fuese formulado como tal), los cráteres de la luna, entre otros, el cardenal Roberto Bellarmino, que había condenado a Bruno, no dudó en acusar a Galileo de herejía. La posición de Bruno respecto del infinito no podía ser defendida abiertamente por nadie que quisiera tener una reputación intelectual en el contexto del siglo XVII; no obstante, encontramos en Charles Sorel, en Isaak Beekman y en el propio G. W. Leibniz, defensores más o menos abiertos de las teorías brunianas. En el año 1702, con la publicación de los apéndices al Dictionnaire de Pierre Bayle en los que se pronuncia, en términos despectivos, una identificación entre la doctrina monista de Bruno y la de Spinoza, se sientan las bases para que en el año 1789, con la publicación de la segunda edición de Über die Lehre des Spinoza in Briefen an den Herrn Moses Mendelssohn de F. H. Jacobi, la teoría bruniana recuperase un importante lugar en el ambiente de la filosofía idealista alemana. §11. La dimensión antropológica de la potencia en los diálogos londinenses Consideramos que hay dos aspectos particularmente relevantes a tener en cuenta para abordar la antropología bruniana: de un lado, el hombre aparece como una configuración más de la materia en la infinita configuración del universo; de otro, el hombre es capaz de ascender a la contemplación de sí mismo como una parte de la naturaleza, de modo que se percibe como parte de la divinidad. 11.1 El puesto del hombre en el universo Cuando consideramos las características de la metafísica de Giordano Bruno, debemos advertir las razones de que, como dice H. Blumenberg, no haya una antropología autó- teseopress.com Giordano Bruno • 165 noma.109 El hombre se reintegra a sí mismo en el proceso universal, el cual realiza a su manera. Lo que caracteriza al hombre no es solo su capacidad contemplativa, sino también su capacidad de trabajos manuales. Así, en Spaccio cuestiona el estatuto de la Edad de Oro, caracterizándola como ociosa, puesto que los hombres disponen del entendimiento y de las manos para actuar no sólo siguiendo la naturaleza y el orden natural, sino yendo más allá de las leyes de la naturaleza, a fin de producir otro curso de acontecimientos, de modo que el hombre puede ser un dios de la tierra. Afirma Bruno: “Y añadió [ Júpiter] que los dioses habían dado al hombre el intelecto y las manos y lo habían hecho semejante a ellos, concediéndole un poder sobre los demás animales, el cual consiste en poder actuar no sólo según la naturaleza y lo ordinario, sino además fuera de las leyes de ella a fin de que (formando o pudiendo formar otras naturalezas, otros cursos, otros órdenes con el ingenio, con esa libertad sin la cual no poseería dicha semejanza) viniera a conservarse dios en la tierra. (…) Por eso ha establecido la providencia que se ocupe en la acción con las manos y en la contemplación por el intelecto, de manera que no contemple sin acción y no actúe sin contemplación.”110 109 110 Blumenberg (2008: 589). [1985: 227 (Spaccio (GA 732-733))]: “E soggionse che gli dei aveano donato a l'uomo l'intelletto e le mani, e l'aveano fatto simile a loro, donandogli facultà sopra gli altri animali; la qual consiste non solo in poter operar secondo la natura ed ordinario, ma, ed oltre, fuor le leggi di quella"; acciò, formando o possendo formar altre nature, altri corsi, altri ordini con l'ingegno, con quella libertade, senza la quale non arrebe detta similitudine, venesse ad serbarsi dio de la terra. (…)E per questo ha determinato la providenza, che vegna occupato ne l'azione per le mani e contemplazione per l'intelletto; de maniera che non contemple senza azione, e non opre senza contemplazione.”. teseopress.com 166 • La concepción cusana de la potencia En la Edad de Oro, los hombres eran como bestias, de modo que no eran virtuosos, sino que carecían de vicios.111 Sólo a través del conocimiento de la naturaleza y la praxis el ser humano es capaz de dominar los demás órdenes de la naturaleza a la que pertenece, a través de construcciones realizadas a partir de su propio intelecto (ciencia, filosofía) y manos (edificios, herramientas). La naturaleza humana dispone, como señala Saverio Ansaldi, de una potencia cognitiva y práctica para, a su manera particular, integrar el orden natural.112 Y del mismo modo en que la materia que conforma al hombre y al resto de la naturaleza es la misma, tanto ocurre con el alma, como dice Bruno en la Cabala: “La del hombre es la misma en esencia específica y genérica que la de las moscas, ostras marinas y plantas y de cualquiera cosa animada o que tenga alma, igual que no hay cuerpo que no contenga en su interior la presencia más o menos vivaz y perfecta del espíritu. Pues bien, tal espíritu se une –según el destino o providencia, orden o fortuna- ora a una especie de cuerpo ora a otra y adquiere diversos grados y perfecciones de ingenio y actuaciones en razón de la diversidad de complexiones y de miembros.”113 De esta manera, el hombre está integrado a la naturaleza por estar compuesto de la misma materia, en diversas configuraciones. Lo que caracteriza al hombre respecto de 111 112 113 Cfr. Spaccio (GA: 734-735). Papi (1968: 346), sostiene que aquí Bruno hace una referencia crítica a Montaigne, quien en su ensayo Des cannibales, había defendido la virtud de los americanos contra los europeos. Ansaldi (2006: 149). [1990: 120 (Cabala (GA 885))]: “Quella de l'uomo è medesima in essenza specifica e generica con quella de le mosche, ostreche marine e piante, e di qualsivoglia cosa che si trove animata o abbia anima: come non è corpo che non abbia o piú o meno vivace- e perfettamente communicazion di spirito in se stesso. Or cotal spirito, secondo il fato o providenza, ordine o fortuna, viene a giongersi or ad una specie di corpo, or ad un'altra; e secondo la raggione della diversità di complessioni e membri, viene ad avere diversi gradi e perfezioni d'ingegno ed operazioni.”. teseopress.com Giordano Bruno • 167 los otros seres vivos es su particular configuración de la materia, que lo hace capaz de desarrollar ciertos determinados actos que no podría hacer con otras configuraciones. De este modo, afirma Bruno en la Cabala: “si fuera posible u ocurriera de hecho que la cabeza de una serpiente se formara y cambiara en la figura de una cabeza humana y el busto creciera en tanta cantidad como puede contenerse en la condición de tal especie, la lengua se le ensanchara, se le ampliaran las espaldas, se le ramificaran los brazos y las manos y en el lugar donde se encuentra la cola vinieran a juntarse las piernas, entendería, se mostraría, respiraría, hablaría, actuaría y caminaría igual que un hombre, porque no sería sino un hombre.”114 El hombre es hombre, y no mosca o serpiente, porque la materia está configurada de tal manera que lo habilita a realizar lo que le es propio, lo que le da su carácter específico: el intelecto y las manos. Si el hombre dispusiera del doble de inteligencia, pero careciera de manos, perdería la capacidad de construir una sociedad superior a la de los animales, sería incapaz de producir aquellas cosas que nos indican la excelencia humana, como sus doctrinas, disciplinas y edificios.115 Como indica F. Papi, el contenido de la esencia humana se ofrece en el ejercicio de las cualidades naturales, en el despliegue teórico-práctico de éstas, por lo que la superioridad o la inferioridad de los diversos seres se da en virtud de las posibilidades que ofrece su constitución material: cuanto mayores frutos pueden extraer de los 114 115 [1990: 120 (Cabala (GA 885-886))]: “che, se fusse possibile, o in fatto si trovasse che d'un serpente il capo si formasse e stornasse in figura d'una testa umana, ed il busto crescesse in tanta quantità quanta può contenersi nel periodo di cotal specie, se gli allargasse la lingua, ampiassero le spalli, se gli ramificassero le braccia e mani, ed al luogo dove è terminata coda, andassero ad ingeminarsi le gambe; intenderebbe, apparirebbe, spirarebbe, parlarebbe, oprarebbe e caminarebbe non altrimente che l'uomo; perché non sarebbe altro che uomo.”. Cfr. Cabala (GA 887). teseopress.com 168 • La concepción cusana de la potencia instrumentos que su respectiva naturaleza les ofrece, tanto diversas y mayores son las operaciones que el organismo puede desempeñar.116 El lugar del hombre para Bruno entonces no es especial dentro de la naturaleza, sino que realiza a su manera el proceso de alternancia vicisitudinal que conforma todo el universo, y el modo en que integra este proceso es por medio del trabajo. No obstante, el alma es capaz de un proceso de ascensión para la contemplación de la unidad en la que, como veíamos al analizar De la causa, coinciden lo máximo y lo mínimo, la potencia y el acto. 11.2. La ascensión del alma en Eroici Furori El camino de ascenso del alma se despliega en la última obra compuesta por Giordano Bruno en lengua italiana, Eroici Furori, en la cual expone a través de diez diálogos, divididos en dos partes con cinco cada una, comentarios a diversos poemas. En esta obra, como explica el mismo Bruno en la introducción, si bien usa muchas veces alegóricamente la belleza de las mujeres, no debe creerse que se trata de amores vulgares y naturales (amori volgari e naturaleschi), sino que utiliza estas imágenes para hacer referencia a objetos heroicos.117 Como observa J. Nelson, el amor, que es la búsqueda de la divinidad, requiere previamente una transformación del buscador que culmina en su transformación en dios.118 No 116 117 118 Cfr. Papi (1968: 238). Cfr. Eroici Furori (GA 932): “Voglio finalmente dire, che questi Furori eroici ottegnono suggetto ed oggetto eroico, e però non ponno piú cadere in stima d'amori volgari e naturaleschi”. Nelson (1958: 210). teseopress.com Giordano Bruno • 169 se trata de un amor sensual, sino de una especie de ascesis de inspiración platónica, que supone la capacidad del intelecto humano de ascender a lo divino.119 Como hemos visto, la materia es una sola, que recibe diversas configuraciones del alma. En el ejercicio de ascensión del alma, entonces, lo que se produce es el despertar de ésta a su propio origen, que no reside en el sometimiento a la materia, sino en buscar el retorno a sí misma. Este es el objeto de la última obra compuesta por Bruno en Londres, que se plantea en el tercer diálogo de la primera parte de la siguiente manera: “Cicada: (…) ¿cómo entiendes que este número moviente lleno de nobleza que es el alma pueda desligarse del número innoble que es el cuerpo? Tansillo: No ha de entenderse, ciertamente, que pueda desligarse según un modo especial, sino según el modo propio de aquellas potencias que, no estando encerradas ni cautivas en el seno de la materia, se encuentran a veces como adormecidas y amodorradas, ocupadas en la formación de la materia y en la vivificación del cuerpo, y a veces, como despertadas, acordándose de sí mismas y reconociendo su principio y origen, se vuelven hacia las realidades superiores, se dirigen al mundo inteligible como a su lugar natal, de donde se alejaron, por conversión al mundo inferior, para someterse al destino y a las necesidades de la generación.”120 119 120 En Sigillus sigillorum Bruno había presentado un camino de ascenso a lo Uno a través de quince contracciones, que suponen el inicio del ascenso en el sentido [sensus]; luego en la imaginación [imaginatio], que recibe la información de los sentidos y las ordena de modo discursivo; en tercer lugar, la razón [ratio], que opera ordenando los datos de la imaginación; el intelecto [intellectus], que pasa asciende del discurso racional a la comprehensión intuitiva de lo mente; y puede apreciarse un quinto y úlitmo nivel en la unión con lo Uno. Para un comentario de estos pasajes, cfr. Catana (2005: 24-25). [2011: 313 (Eroici Furori (GA, 1001))]: “Cicada. (…) Or questo numero nobilissimo movente, ch'è l'anima, come intendete che sia disciolto da l'ignobil numero, ch'è il corpo? Tansillo. Certo non s'intendeva secondo alcun modo di questi; ma secondo quel modo con cui le potenze che non son comprese e cattivate nel grembo de la materia, e qualche volta come sopite ed inebriate si trovano quasi ancora esse occupate nella formazion della materia e vivifi- teseopress.com 170 • La concepción cusana de la potencia Las almas se mueven en un doble movimiento de ascenso y descenso, que sigue el orden de la alternancia de los contrarios. Veremos que el cierre del diálogo retoma este planteo, pero ya desde una perspectiva de lo absoluto, y no antropológica. 11.2.1. La visión A lo largo de Eroici Furori encontramos diversas alusiones al tópico de la visión, que podemos separar en a) el mito de Acteón, donde se encuentra la visión como metáfora del conocimiento de la divinidad; b) la primera alegoría de nueve “ciegos”, que describe distintos tipos de escollos para la captación de la verdad; y c) la alegoría de los nueve ciegos que cierra el diálogo en un éxtasis donde las dos divinidades, la causa y el efecto, se encuentran a la par. 11.2.1.1. Mito de Acteón Se trata de un mito que nos llega a través de varias fuentes, como Eurípides,121 Diodoro Sículo,122 y, de modo más célebre y canónico, Ovidio.123 De acuerdo a la historia que relata el poeta romano, Acteón, nieto de Cadmo, era un cazador que en una expedición descubrió accidentalmente a la diosa Diana cuando ella se bañaba en el río del valle Gargafia, acompañada de sus ninfas, y tras verla y ser visto por ella, fue convertido por la diosa en ciervo. Tras esta metamorfosis, sus propios perros le dieron caza y mataron. 121 122 123 cazion del corpo; talor come risvegliate e ricordate di se stesse, riconoscendo il suo principio e geno, si voltano alle cose superiori, si forzano al mondo intelligibile, come al natio soggiorno; quali tal volta da là, per la conversione alle cose inferiori, si son trabalsate sotto il fato e termini della generazione.”. Para esta obra seguimos dos traducciones, en cada caso aclaramos entre corchetes según el año de publicación la traducción correspondiente. Bacantes, v. 337. Biblioteca Histórica, 4.81.4. Metamorfosis, L. III, vv. 138-252 teseopress.com Giordano Bruno • 171 Bruno cuenta esta historia en un poema con el que abre el diálogo cuarto de la primera parte de los Eroici Furori.124 Luego de presentarla, propone el siguiente análisis: “Acteón simboliza el intelecto que se aplica a la caza de la divina sabiduría, a la aprehensión de la hermosura divina. Él lanza los mastines y lebreles, éstos más rápidos, aquéllos más robustos, ya que la operación del intelecto precede a la operación de la voluntad, si bien ésta es más vigorosa y eficaz que aquélla, dado que al intelecto humano le es más fácil amar la bondad y la belleza divinas que comprenderlas, además de que el amor es lo que mueve e impulsa al intelecto a fin de que, como linterna, lo preceda. (…) Esas fieras son las especies inteligibles de los conceptos ideales, las cuales están escondidas, pocos las persiguen, poquísimos las visitan, y no se ofrecen a todos los que las buscan. Ve en las aguas, es decir, en el espejo de las similitudes, en las obras donde reluce la eficacia de la bondad y el esplendor divinos, obras que son significadas por el símbolo de las aguas superiores e inferiores que están por encima y debajo del firmamento. (…) Ve el gran cazador: ha comprendido en cuanto le es posible, y vuélvese caza: se preparaba para hacer presa y vuélvese presa este cazador, mediante la operación del intelecto, que convierte en sí mismo las cosas que aprehende.”125 124 125 Cfr. Eroici Furori (GA 1005-1006): “Alle selve i mastini e i veltri slaccia / Il giovan Atteon, quand'il destino / Gli drizz'il dubio ed incauto camino, / Di boscareccie fiere appo la traccia. / Ecco tra l'acqui il piú bel busto e faccia, / Che veder poss'il mortal e divino, / In ostro ed alabastro ed oro fino / Vedde; e'l gran cacciator dovenne caccia. / Il cervio ch'a' piú folti / Luoghi drizzav'i passi piú leggieri, / Ratto vorâro i suoi gran cani e molti. / I' allargo i miei pensieri / Ad alta preda, ed essi a me rivolti / Morte mi dàn con morsi crudi e fieri.”. [2011: 316-317 (Eroici Furori (GA 1006-1007))]: “Atteone significa l'intelletto intento alla caccia della divina sapienza, all'apprension della beltà divina. Costui slaccia i mastini ed i veltri. De quai questi son piú veloci, quelli piú forti. Perché l'operazion de l'intelletto precede l'operazion della voluntade; ma questa è piú vigorosa ed efficace che quella; atteso che a l'intelletto umano è piú amabile che comprensibile la bontade e bellezza divina, oltre che l'amore è quello che muove e spinge l'intelletto acciò che lo preceda, come lanterna. (…) la traccia di boscareccie fiere, che sono le specie intelligibili de' concetti ideali; che sono occolte, perseguitate da pochi, visitate da rarissimi,e che non s'offreno a tutti quelli che le cercano. Ecco tra l'acqui, teseopress.com 172 • La concepción cusana de la potencia El “cazador”, Acteón, que simboliza el intelecto humano en busca de la verdad, cuenta con dos elementos para lograr su objetivo: el entendimiento y la voluntad, y si éste precede a aquella, es la segunda la que tiene mayor fuerza, porque, como veíamos en el punto anterior, el amor es lo que impulsa la búsqueda de lo divino. Impulsado por el amor, el intelecto del cazador de la divina sabiduría envía sus perros a dar caza a la presa, es decir, sus ideas que buscan la verdad. Pero este “cazador” se vuelve él mismo la “presa” de sus propios perros; es decir, el objeto de estas ideas se encuentra en él mismo, el que busca el conocimiento divino encuentra en sí mismo su propio objeto. En este marco, nos interesa detenernos en el momento en que Acteón y Diana se ven el uno al otro.126 Puesto que la verdad, en tanto primera contracción de la divinidad,127 resulta inalcanzable por sí misma, sólo puede ser alcanzada a través de su imagen infinita, la cual se da en eterna alternancia vicisitudinal. Así afirma Bruno: “algunos teólogos, nutridos en las enseñanzas de diversas sectas, buscan la verdad de la naturaleza en todas las formas naturales específicas, donde estiman hallar la esencia eterna y el perpetuador -en especie y sustancia- de la sempiterna generación y vicisitud de las cosas, llamadas a la existencia por sus creadores y fabricantes y sobre las cuales impera la forma de las formas, la fuente de la luz (…) Esta verdad es buscada como cosa inaccesible, como objeto se que se halla no 126 127 cioè nel specchio de le similitudini, nell'opre dove riluce l'efficacia della bontade e splendor divino: le quali opre vegnon significate per il suggetto de l'acqui superiori ed inferiori, che son sotto e sopra il firmamento (…) Vedde il gran cacciator: comprese, quanto è possibile e dovenne caccia: andava per predare e rimase preda questo cacciator per l'operazion de l' intelletto con cui converte le cose apprese in sé.”. S. Manzo (2005: 387) hace hincapié en este aspecto de la doble visión de Acteón de Diana y de Diana de Acteón. Cfr. Spaccio (GA 646) [1985]: “Sopra tutte le cose, o Saulino, è situata la verità; perché questa è la unità che soprasiede al tutto, è la bontà che è preeminente ad ogni cosa; perché uno è lo ente, buono e vero; medesimo è vero, ente e buono.”. teseopress.com Giordano Bruno • 173 solamente más allá de toda comprensión, sino también más allá de toda observación. Por ello, ninguno cree posible ver el sol, el universal Apolo y luz absoluta, excelentísima y suprema especie; mas sí ciertamente su sombra, su Diana, el mundo, el universo, la naturaleza que se halla en las cosas, la luz que se oculta en la opacidad de la materia (…) los canes, pensamientos de cosas divinas, devoran a este Acteón, haciendo que muera para el vulgo, para la multitud, liberado de las trabas de los sentidos perturbados, libre de la carnal prisión de la materia; no verá ya más a su Diana como a través de orificios y ventanas, sino que, habiendo echado por tierra las murallas, es todo ojos a la vista del horizonte entero”.128 Así pues, la verdad no es conocida de manera desvinculada de la pluralidad, sino que la misma pluralidad infinita de espacio, cuerpos y planetas, es la misma divinidad en tanto se muestra a través de la alternancia vicisutinal en tiempo y en espacio. El cazador de la sabiduría, de acuerdo a la propuesta bruniana, es aquel que se libera de la “prisión” carnal, que lo somete a los prejuicios de los sentidos y acepta que la divinidad está en sí mismo y en la naturaleza.129 128 129 [1987: 182-183 (Eroici Furori (GA 1123-1125); cursivas nuestras]: “alcuni teologi, nodriti in alcune de le sette, cercano la verità della natura in tutte le forme naturali specifiche, nelle quali considerano l'essenza eterna e specifico sustantifico perpetuator della sempiterna generazione e vicissitudine de le cose, che son chiamate dei conditori e fabricatori, sopra gli quali soprasiede la forma de le forme, il fonte de la luce, verità de le veritadi, dio de gli dei, per cui tutto è pieno de divinità, verità, entità, bontà. Questa verità è cercata come cosa inaccessibile, come oggetto inobiettabile, non sol che incomprensibile. Però a nessun pare possibile de vedere il sole, l'universale Apolline e luce absoluta per specie suprema ed eccellentissima; ma sí bene la sua ombra, la sua Diana, il mondo, l'universo, la natura che è nelle cose, la luce che è nell'opacità della materia (…) gli cani, pensieri de cose divine, vórano questo Atteone, facendolo morto al volgo, alla moltitudine, sciolto dalli nodi de perturbati sensi, libero dal carnal carcere della materia; onde non piú vegga come per forami e per fenestre la sua Diana, ma avendo gittate le muraglie a terra, è tutto occhio a l'aspetto de tutto l'orizonte.” (pp. 1123-1125). Aquí consideramos conveniente recordar que, como observábamos en 9.2.4, Bruno advierte en De la causa que, a partir del despliegue infinito del universo, puede inferirse uno que lo precede, como absoluta potencia y acto. Cfr. De la causa (A 115). teseopress.com 174 • La concepción cusana de la potencia 11.2.1.2. Primera alegoría de los nueve ciegos En este caso nos encontramos con un tema más propiamente bruniano. Se trata de referir alegóricamente a los nueve límites para la comprensión humana de lo divino, a los cuales Bruno caracteriza como: “las nueve razones de la ineptitud, improporcionalidad y defecto de la humana mirada y de la potencia aprehensora de las cosas divinas”.130 Nos parece importante destacar este texto por tratarse de una aproximación al tópico de la visión desarrollado precisamente antes del diálogo en el que nos centraremos, si bien Bruno dice explícitamente que no se trata de los mismos ciegos.131 Las nueve formas de “ceguera” son simbolizadas en un mismo número de “ciegos”: (a) el primer ciego lo es de nacimiento, y su ceguera descansa en la naturaleza la especie, que aspira más alto de lo que puede; (b) el segundo recibió una infección de la serpiente de los celos, por lo que la ceguera es causada por perturbaciones producidas por afectos perturbados [perturbata affezione], como los celos respecto del amor; (c) el tercero ascendió repentinamente de las tinieblas a la luz; esta ceguera procede de que la verdad se muestre súbita e inmediatamente, y no a lo largo del tiempo; (d) el cuarto, habituado a la contemplación de la única luz, fuente de las otras, dejó de ser sensible a toda otra luz; por deberse al hábito de la contemplación de lo verdadero, la llama “ceguera heroica” [cecità eroica]; (e) el quinto nubló sus ojos con lágrimas, por lo que ya no puede ver, es una ceguera que proviene de la improporcionalidad de los medios de nuestra naturaleza para el conocimiento de 130 131 [1987: 18 (Eroici Furori (GA 942)]: “(…) le nove raggioni della inabilità, improporzionalità e difetto dell'umano sguardo e potenza apprensiva de cose divine.”. Cfr. Eroici Furori (GA 943): “questi nove ciechi, come in forma d'ufficio e cause esterne, cossí con molte altre differenze suggettive correno con altra significazione, che gli nove del dialogo precedente”. teseopress.com Giordano Bruno • 175 lo cognoscible, lo cual lleva a la necesidad de la recurrencia a figuras y similitudes que nos acerquen a lo por conocer, y se emparenta con la teología negativa del Cusano, afirma Bruno: “el más elevado y profundo conocimiento de las cosas divinas viene dado por negación y no por afirmación”;132 (f) al sexto se le ha secado todo humor y el mismo cristal por haber gastado todas las lágrimas; su causa radica en la continua mutación y alteración según la ley de alternancia vicisitudinal que rige el cuerpo, que hace imposible que capte lo verdadero, inmóvil, uno. En ese sentido dice Bruno: “¿Cómo quieres que la inmovilidad, la subsistencia, la entidad, la verdad, sean comprendidas por lo que continuamente es otro de otro, y siempre hace y es hecho otro y diversamente?”133; (g) en el séptimo, el fuego proveniente del corazón lo convirtió en átomos dispersos que ya no pueden reunirse; al hacer preceder la afección sobre el intelecto, provoca que las cosas se les aparezcan según el color de la afección; (h) el octavo sufrió un flechazo de Amor directamente en el corazón; aquí se produce una ceguera del intelecto causada por 132 133 [1987: 209-210 (Eroici Furori (GA 1158))]: “la piú alta e profonda cognizion de cose divine sia per negazione e non per affirmazione”. Esta afirmación podría ser puesta en relación con De docta ign. I c.26 (h I n.87): “Docuit nos sacra ignorantia Deum ineffabilem; et hoc, quia maior est per infinitum omnibus, quae nominari possunt; et hoc quidem quia verissimum, verius per remotionem et negationem de ipso loquimur, sicuti et maximus Dionysius, qui eum nec veritatem nec intellectum nec lucem nec quidquam eorum, quae dici possunt, esse voluit; quem Rabbi Salomon et omnes sapientes sequuntur.”. [1987: 212 (Eroici Furori (GA 1161)); hemos modificamos la traducción]: “Come volete voi che la immobilità, la sussistenza, la entità, la verità sia compresa da quello che è sempre altro ed altro, e sempre fa ed è fatto altried altrimente?”. Consideramos que podría ser objeto de una investigación futura abordar una posible relación entre este pasaje y la doctrina expuesta por el Cusano en De li non aliud. teseopress.com 176 • La concepción cusana de la potencia la excelencia del objeto inteligible,134 lo cual produce los llamados vestigios [vestigio], sobre los cuales, por haber sido formados por una causa absolutamente desproporcionada respecto de sus potencias, no tiene facultad para recibir otra marca; (i) el noveno es además mudo por lo que el guía es quien pide paso, procede de la pobreza de espíritu o falta de confianza en sí mismo, por temer que sería osadía dirigirse al conocimiento del objeto más alto. 11.2.1.3. Segunda alegoría de los nueve ciegos El quinto y último diálogo de Eroici Furori destaca formalmente por tratarse de ser el único cuyos interlocutores son mujeres135 y por ser el único en el que no se produce propiamente un diálogo, sino un monólogo, pues la segunda interlocutora (Giulia) sólo pronuncia unas pocas palabras en el cierre. Laodamía, la principal interlocutora, narra la siguiente historia: nueve jóvenes apuestos y enamorados, tras haber sido cautivados por la belleza de Giulia, y sabiendo imposible alcanzar su objeto de amor, emprendieron un viaje jurándose buscar una belleza superior o semejante a la de su amada. Al tercer día se acercaron al cabo Circeo, ubicado a las orillas del Golfo de Gaeta. Allí, el más osado de los nueve pidió a los cielos por una Circe que pusiera fin a su pesar. Al momento emergió un palacio que no podía ser producto de manos humanas ni naturales, y los nueve entraron, pensando que debía ser obra de un dios. Allí encontraron una sala muy majestuosa, en la que encontraron a Circe, llamada hija de Apolo.136 La hechicera abrió un cofre, les asper134 135 136 Aquí hallamos otra referencia al tercer libro de las Metamorfosis de Ovidio, donde se cuenta que Sémele pierde la vista tras contemplar la verdadera figura de Júpiter (vv. 290-305). Como veremos. Bruno considera que el que sean mujeres le da un carácter enigmático al relato, en virtud de la afinidad de las mujeres con las artes proféticas. Virgilio la llama “Solis filia” en el v. 11 del libro VII de la Eneida. También Ovidio la llama así en los vv. 966-968 del libro XIII de las Metamorfosis. teseopress.com Giordano Bruno • 177 gió agua y pronunció un conjuro que los convirtió en ciegos. Luego de que ellos intentaran con ruegos convencerla de que les devolviera la vista, Circe les entregó otro cofre, que no podía abrir con sus propias manos, diciéndoles que debían peregrinar a lo largo del mundo para intentar hallar quien le aplique las manos, juntando sabiduría, noble castidad y belleza: si esas manos los aspergieran, podrían ver “las dos estrellas más hermosas del mundo”, y “probar la virtud divina”.137 Llegados los nueve ciegos a Londres, hallaron a las ninfas del Támesis, entre las cuales la principal pudo abrirlo sin esfuerzo. Así, los ciegos pudieron abrir los ojos y contemplar los dos soles, y no sólo pudieron recuperar su antigua vista, sino además obtener la que les permitía ver la imagen del supremo bien en la tierra [l'imagine del somo bene in terra]. En este punto, los videntes, llamados ahora “furiosos embriagados” [furiosi debaccanti], se ordenaron en círculo y entonaron una sextina cada uno, ordenadas de tal forma que el primer verso de uno repetía el último verso del anterior, y el último verso del noveno repetía el primer verso del primero. Bailaron luego todos en círculo en torno de la ninfa que abrió el cofre y entonaron la “Canción de los Iluminados”,138 con la cual cierra el diálogo. En esta canción, el padre Océano afirma no envidiar el firmamento de Júpiter, pues se basta con su propio imperio, a lo cual Júpiter lo acusa de soberbio. Pero Océano afirma tener en su región el feliz Támesis y las más bellas ninfas, que brillan más que el propio sol de Júpiter. Éste no admite que halla alguien más poderoso que él, por lo que llama a que corran parejos los dos tesoros y afirma: 137 138 Cfr. Eroici Furori (GA 1171) “Allor, s'avvien ch'aspergan le man belle/Chiunque a lor per remedio s'avicina,/Provar potrete la virtú divina/Ch'a mirabil contento/Cangiando il rio tormento,/Vedrete due piú vaghe al mondo stelle.”. [1987: 223 (Eroici Furori (GA 1176)]: “Canzone de gl'illuminati”. teseopress.com 178 • La concepción cusana de la potencia “Valga el sol por ella entre tus ninfas, / Y en virtud de sempiternas leyes, / Trocando las moradas, / Valga ella por sol entre mis astros”.139 El propio Bruno nos ofrece un comentario sobre su alegoría, en su introducción al diálogo. En primer lugar, afirma que las interlocutoras son mujeres, pues a estas corresponden las artes vinculadas con las profecías, no con el ingenio y la doctrina. Por tanto, lo incluido en este pasaje tiene un valor simbólico, que debe ser rescatado con el ingenio con el que las mujeres que lo narran no cuentan. En segundo lugar, se refiere a los ciegos, que muestran la diversidad de las cosas en la unidad, como una alegoría de las nueve esferas de la cosmología aristotélico-ptolemaica. En este sentido, como había hecho en el Spaccio,140 el Nolano recupera un elemento de la doctrina que rechaza para integrarla alegóricamente a la exposición de su propia doctrina. Bruno los caracteriza del siguiente modo: “muestran el número, orden y diversidad de todas las cosas comprendidas bajo la absoluta unidad, en las cuales y por encima de las cuales se hallan ordenadas las correspondientes inteligencias, que -según cierta similitud astrológica- dependen de la primera y única”.141 A continuación, nombra una serie de sectas religiosas y filosóficas: cabalistas, caldeos, magos, platónicos, teólogos católicos, que afirman que el número nueve da razón de los múltiples niveles de perfección del número que gobierna todas las cosas, pues resulta el cuadrado del número tres, que indica la divinidad. Nos parece, en este momento, importante destacar, con H. Gatti, que Bruno no parece 139 140 141 [1987: 224 (Eroici Furori (GA 1177)]. “Vagl'il sol tra tue ninfe per costei;/E per vigor de leggi sempiterne,/De le dimore alterne,/Costei vaglia per sol tra gli astri miei.” Abordaremos esta cuestión en el próximo apartado. [1987: 20 Eroici Furori (GA 943)]: “mostrano il numero, ordine e diversità de tutte le cose che sono subsistenti infra unità absoluta”. teseopress.com Giordano Bruno • 179 sostener estas opiniones como verdaderas, sino que cita a estos autores con un tono despectivo, lo cual se percibe en su referencia usando el pronombre “ellos” [queste].142 Luego Bruno, continuando sus alusiones a “ellos”, habla de los que reconocen en esas inteligencias un círculo de ascenso y de descenso, citando a los platónicos, a Virgilio y al libro del Apocalipsis; dicho ciclo tendría lugar, para todos, “bajo el destino del tiempo y la mutación”.143 Destaca, luego, entre los filósofos, a Plotino, y entre los teólogos, a Orígenes,144 quienes habrían afirmado la eternidad de la revolución vicisitudinal. Llegado a este punto, Bruno comienza su análisis del texto propiamente dicho de la alegoría. Comienza llamando la atención respecto de que los nueve fueron: “ora videntes, ora ciegos, ora iluminados”.145 Mientras estaban en la primera condición, llegaron al palacio de Circe, que personifica la materia progenitora de todo, y que es llamada hija del Sol porque éste es padre de las formas, que le deja en herencia a ella. Estas formas, por el acto de generación (simbolizada en la aspersión de las aguas) y la armonía oculta de la razón (simbolizada en el arte de magia), alteran todo, en el seno mismo de la materia, de modo que vuelven ciegos a los que ven.146 142 143 144 145 146 Cfr. Gatti (2011: 271). [1987: 20 (Eroici Furori (GA 943)); hemos modificado la traducción]: “sotto il fato del tempo e mutazione”. Gatti cita el De principiis, III, V, 3, como posible fuente, pues allí se afirma que este mundo tuvo comienzo, pero luego de este habrá otro como, así como hubo otros antes de este. En este pasaje de Orígenes se citan, siempre según Gatti, a Isaías, 66, 22; y, fundamental para Bruno (que lo cita numerosas veces), Eclesiastés, 1, 9-10. Cfr. Gatti (2011: 272). [1987: 22 (Eroici Furori (GA 945); hemos modificado la traducción]: “or vedenti, or ciechi, or illuminati”. Téngase presente el nivel ontológico en que aquí se está expresando Bruno: recordemos la concepción ontológica bruniana, según la cual la materia permanece pese a las alteraciones [mutazioni] en la configuración de las formas; aquí vemos que este esquema se mantiene idéntico: la materia es la que se altera en sí misma, permaneciendo idéntica a sí en su totalidad. teseopress.com 180 • La concepción cusana de la potencia Circe, es decir la materia, tras volverlos ciegos, les entrega otro cofre que les devolverá la vista, pues, dice Bruno: “un contrario se halla originalmente en el otro, aun cuando no esté en él efectivamente”.147 Su llamado a los jóvenes a peregrinar a lo largo del mundo muestra que no hay un progreso inmediato de una forma a otra, ni un regreso a la primera, sino que es necesario recorrer un gran número de las especies naturales. En cuanto a su liberación, el objeto que puede hacerlo debe contener las tres perfeccionse: belleza, sabiduría y verdad. Las ninfas representan las inteligencias divinas, que sirven a la inteligencia primera, que tiene un triple poder que le permite abrir todo sello, y a la cual compara con la diosa Diana. Queremos destacar que, como dice Gatti, esta “iluminación” no se da tras un quiebre en la continuidad narrativa, sino que se afirma que la propia ninfa que les devuelve la vista es “el sumo bien en la tierra”.148 Esto mismo parece indicarnos el que el cofre que contiene su liberación de la ceguera se los dé la propia Circe, esto es, la materia: el contenido que Bruno llama espiritual parece estar así contenido en la materia misma, o bien contenerla. Tras la apertura del cofre hay música y canto que siguen el orden de la esfera: cantan los nueve jóvenes en una armonía continua, cuyo último verso coincide con el primero, para que no haya un vacío o una ruptura en el círculo, pues, dice Bruno: “una sola y misma cosa es lo más claro y lo más oscuro, principio y fin, altísima luz y profundísimo abismo, infinita potencia e infinito acto”.149 147 148 149 [1987: 23 (Eroici Furori (GA 945))]: “perché un contrario è originalmente nell'altro, quantunque non vi sia effettualmente”. Cfr. Gatti, p. 273. [1987: 24 (Eroici Furori (GA 947))]: “Perché medesimo è piú chiaro e piú occolto, principio e fine, altissima luce e profondissimo abisso, infinita potenza ed infinito atto, secondo le raggioni e modi esplicati da noi in altri luoghi.” teseopress.com Giordano Bruno • 181 De esta forma se produce la armonía en todas las esferas e inteligencias, en una misma alternancia vicisitudinal que mantiene, sin cortes, la misma corriente de las aguas más altas a las más bajas. La “Canción de los Iluminados”, que cierra la alegoría, no es comentada por Bruno, pero creemos que puede ser interpretada a la luz de sus comentarios previos: encontramos allí dos divinidades, una celestial, Júpiter, y otra terrenal, el Océano, la segunda de las cuales afirma frente a la primera su independencia. No niega a la otra el deberle su origen, pero afirma que sus propios dominios, los que alcanzó por sí mismos, le son suficientes, de modo que ya no necesita recurrir al otro, sino que en sí encuentra su propia divinidad. Esta nos parece una referencia a la infinitud del universo, que encontrábamos en el último diálogo del De la causa como uno e infinito, y en el cual parecen depositadas todas las características que podríamos hallar en la divinidad. Si volvemos ahora al tercer diálogo de la primera parte de esta obra, al momento en que Tansillo describe el movimiento del alma de ascenso y descenso a lo inteligible, encontraremos que se describe precisamente este movimiento que se plantea en la alegoría de los ciegos que fueron iluminados: “En la naturaleza hay una revolución y un ciclo en virtud de los cuales, para perfección y socorro de lo otro, las cosas superiores se inclinan a las inferiores, y las cosas inferiores, para su propia excelencia y felicidad, se elevan a las superiores. Por ello los pitagóricos y platónicos pretenden que las almas –no sólo a causa de la voluntad espontánea que las lleva a comprender la naturaleza, sino incluso por la necesidad de una ley interna, escrita y registrada por decreto del hadoencuentran, en ciertos tiempos, su propia suerte justamente determinada. Y dicen incluso que si las almas se alejan de la divinidad no es tanto, como rebeldes, por decisión de su propia voluntad cuanto por un cierto orden, en virtud del cual sienten afecto o se inclinan hacia la materia: de suerte que teseopress.com 182 • La concepción cusana de la potencia su caída no viene a ser el resultado de una libre intención, sino de una oculta consecuencia. Ésta es la razón por la que se sienten inclinadas, como a un bien menor, a la generación. (…) Encontrándose en tal generación, las almas (por la conversión que vicisitudinalmente sucede) retornan de nuevo a los hábitos superiores.”150 La relación alma-materia se da en virtud del ordenamiento de la alternancia de los contrarios. Debemos entender este “bien menor”, que es la generación, no como una degradación de la materia en sentido absoluto, sino como el punto de vista particular del alma. Desde el punto de vista del ordenamiento total, como hemos podido ver, es todo justo, porque sigue la ley decretada por el hado, que rige la alternancia vicisitudinal. Y a causa de esta alternancia, la conformación del todo se produce de forma dinámica: las almas no se alejan de la divinidad por un principio autónomo, sino que es el orden de la alternancia vicisitudinal el que las hace descender a la materia, de manera que se unen y separen en las diversas configuraciones. 11.3. Aspectos de la antropología bruniana ¿Cuál es, entonces, el lugar del hombre en la filosofía de Bruno? Como hemos visto, el hombre no ocupa un lugar especial en el universo, sino que, al igual que el resto de los 150 [2011: 314 (Eroici Furori (GA, 1002)]: “Nella natura è una revoluzione ed un circolo per cui, per l'altrui perfezione e soccorso, le cose superiori s'inchinano all'inferiori, e per propria eccellenza e felicitade le cose inferiori s'inalzano alle superiori. Però vogliono i pitagorici e platonici esser donato a l'anima, ch'a certi tempi non solo per spontanea voluntà, la qual le rivolta alla comprension de le nature; ma ed anco della necessità d'una legge interna scritta e registrata dal decreto fatale vanno a trovar la propria sorte giustamente determinata. E dicono che l'anime non tanto per certa determinazione e proprio volere, come ribelle, declinano dalla divinità, quanto per certo ordine per cui vegnono affette verso la materia: onde, non come per libera intenzione, ma come per certa occolta conseguenza vegnono a cadere. E questa è l'inclinazion ch' hanno alla generazione, come a certo minor bene. (…) Nella qual generazione ritrovandosi (per la conversione che vicissitudinalmente succede) de nuovo ritornano a gli abiti superiori.” teseopress.com Giordano Bruno • 183 entes, se compone de exactamente la misma materia que el resto del universo, la cual adquiere configuraciones. Ahora bien, en tanto esta materia se encuentra configurada, tiene modos de actuar de acuerdo a su naturaleza. Y la naturaleza del hombre se caracteriza: a) por el trabajo (intelectual y manual); b) por la búsqueda de la sabiduría. A partir del desarrollo de las posibilidades intrínsecas a su naturaleza, el hombre, por medio del trabajo, es el único ser capaz de alterar el proceso cíclico de alternancia en la naturaleza, a partir de la producción de cultura.151 Y es por medio del amor, en tanto impulsor del entendimiento, que el hombre puede, a diferencia de los otros seres del universo, entender la divinidad de la naturaleza que integra. Pero no se trata de una divinidad del hombre como tal, sino de la naturaleza, de la que el hombre forma parte, y de la cual toma conocimiento al captar la unidad absoluta de la que todo proviene y la universalidad de la materia. En este aspecto adquiere nuevamente relevancia la alternancia vicisitudinal. En la segunda alegoría de los nueve “ciegos” se muestra, como hemos visto, las nueve inteligencias motrices de las esferas ptolemaicas, las cuales se enceguecieron producto del error de la doctrina que sostienen, pero en el curso de la liberación que reciben de las ninfas del Támesis recuperan la visión, y no del modo en que la tenían antes de enceguecerse por el aristotelismo, sino ya con el conocimiento del mayor bien en la Tierra. Nos parece importante destacar el papel de la actividad del hombre en relación a la divinidad. Como observa S. Ansaldi, el acercamiento a la divinidad es producto de una construcción humana, a través de la civilización y en torno al despliegue de las facultades intelectuales y práctico- 151 Cfr. Papi (1968: 204). teseopress.com 184 • La concepción cusana de la potencia manuales, que son lo que distingue al hombre de las bestias.152 En el próximo apartado nos detendremos en los aspectos sociales que van relacionados a esta antropología. §12. La dimensión socio-política de la metafísica de la potencia en los diálogos londinenses Giordano Bruno se comprende a sí mismo como el encargado de liberar a la humanidad de la situación de ceguera, fanatismo y error en que se encuentra sumergida especialmente por el aristotelismo y el cristianismo. El conjunto de los diálogos londinenses puede ser visto como una propuesta de reforma de la metafísica, de la cosmología, de la ética, y también de la sociedad contemporánea. Ya en el primero de estos diálogos, que funciona como presentación del filósofo nolano en la corte isabelina, se describe en los siguientes términos: “El Nolano (…) ha liberado el ánimo humano y el conocimiento que estaba encerrado en la estrechísima cárcel del aire turbulento, donde apenas, como por ciertos agujeros, podía mirar las lejanísimas estrellas (…) liberándose de las quimeras introducidas por aquellos que (salidos del fango y cavernas de la Tierra, pero presentándose como Mercurios y Apolos bajados del cielo) con multiforme impostura han llenado el mundo entero de infinitas locuras, bestialidades y vicios como si fueran otras tantas virtudes, divinidades y disciplinas, aniquilando aquella luz que hacía divinos y heroicos los ánimos de nuestros padres, aprobando y confirmando las tinieblas caliginosas de sofistas y asnos.”153 152 153 Ansaldi (2006: 156). [1984: 75 (La cena (A 97))]: “Il Nolano (…) ha disciolto l'animo umano e la cognizione, che era rinchiusa ne l'artissimo carcere de l'aria turbulento; onde a pena, come per certi buchi, avea facultà de remirar le lontanissime stelle (…) e liberarse da le chimere di quei, che, essendo usciti dal fango e caverne de la terra, quasi Mercuri ed Apollini discesi dal cielo, con moltiforme impostura han ripieno il mondo tutto d'infinite pazzie, be-stialità e vizii, teseopress.com Giordano Bruno • 185 La empresa del Nolano no es pues, de índole meramente teórica. Las “locuras”, “bestialidades” y “vicios” que encuentra en la metafísica y en la cosmología de la época llenan el mundo, disfrazadas de lo contrario de lo que son,154 pervirtiendo así la naturaleza, lo cual afecta directamente el modo en que el hombre se concibe a sí mismo y a la divinidad. De este modo, luego de ocuparse en los primeros tres diálogos de proponer sus críticas a la metafísica y la cosmología de su tiempo, en el Spaccio presenta una “fábula”155 en la que despliega un concilio de dioses en el Olimpo, a fin de que expulsar las tradicionales 48 constelaciones,156 154 155 156 come di tante vertú, divinità e discipline, smorzando quel lume, che rendea divini ed eroici gli animi di nostri antichi padri, approvando e confirmando le tenebre caliginose de' sofisti ed asini.”. Bruno introduce en este sentido el tópico de los silenos de Alcibíades. En el Banquete, Platón presenta a Sócrates, en palabras de Alcibíades, como un sileno, que exteriormente resulta feo, pero encierra una gran belleza interior. Los modernos silenos, según Bruno, son aquellos que presentan la apariencia de la sabiduría y belleza pero encierran la ignorancia y superstición. Granada (1985: 26-27) señala que se trata de una fábula por dos razones: por el motivo de Júpiter sustituyendo en el cielo vicios por virtudes y por la estructura cosmológica en la que se desarrolla la narración, que es la ptolemaica-copernicana, con las 48 constelaciones de estrellas fijas. El primer autor que fijó las 48 constelaciones de un modo estándar (entre los intentos previos de lograr dicha categorización se encuentran los Phaenomena de Arato, los Catasterismos –Καταστερισμοί- de Pseudo Eratóstenes, el Poeticon astronomicon, posiblemente de Higino, la Astrología de Manilio, y los Escolios a los Phaenomena de Arato por Germánico, entre otros) fue Ptolomeo, en el catálogo estelar del Almagesto (libros VII-VIII), donde presenta la siguiente lista: 1) Ursa minor; 2) Ursa major; 3) Draco; 4) Cepheus; 5) Bootes; 6) Corona; 7) Engonasis; 8) Lyra; 9) Cygnus; 10) Cassiopeia; 11) Perseus; 12) Auriga; 13) Serpentarius; 14) Serpens; 15) Sagitta; 16) Aquila; 17) Delphinus; 18) Equuleus; 19) 20) Andromeda; 21) Triangulum; 22) Aries; 23) Taurus; 24) Gemini; 25) Cancer; 26) Leo; 27) Virgo; 28) Libra; 29) Scorpio; 30) Sagittarius; 31) Capricornius; 32) Aquarius; 33) Pisces; hemisferio austral: 34) Cetus; 35) Orion; 36) Eridanus; 37) Lepus; 38) Canis major; 39) Canis minor; 40) Argo; 41) Hydra; 42) Crater; 43) Corvus; 44) Centaurus; 45) Fera; 46) Ara; 47) Corona australis; 48) Piscis Notius. Este mismo catálogo encontramos en De revolutionibus de Copérnico, sin diferencias en cuanto al orden y al nombre de las constelaciones (Cfr. N. Copérnico [1987: 117-147], libro II, cap. XIIII). Giordano Bruno respeta este orden, excepto por la eliminación de la constelación 18 (Equuleus o cabeza de caballo), probablemente por la falta de tradición mitológica al respecto, y la unificación de las conste- teseopress.com 186 • La concepción cusana de la potencia que representan vicios, por otras tantas que representen virtudes. Tomando como base la doctrina expuesta en los diálogos previos, Giordano Bruno formula aquí una propuesta de reforma moral, para así establecer el modo en que seres humanos debe comportarse de acuerdo a su lugar en la naturaleza. 12.1. Religión y filosofía Giordano Bruno formula un concepto de religión civil según el cual la religión no supone ninguna revelación sobrenatural, ni ninguna trascendencia respecto de la naturaleza, sino que procede de un estadio de contracción natural de lo divino. Puesto que lo inferior no puede dar nada a lo superior, su finalidad no es que los dioses reciban algo de los hombres. De este modo cuestiona: a) la concepción de la religión como obligación para con Dios y; b) la interpretación de la naturaleza humana como permanente glorificación de Dios. La finalidad de esta religión es el beneficio y utilidad humanos, de modo que se opone a la concepción cristiana, especialmente la luterana, pues hace énfasis en la actividad exterior de los seres humanos, así como en su vida interior. laciones 13 y 14 en la serpiente, puesto que la tradición las toma como una unidad. Para interpretar dichas constelaciones, Bruno se sirve de una importante red de fuentes greco-romanas y cristianas, entre las que podemos mencionar como más relevantes, en términos de número de citas e importancia de las mismas: el Poeticon astronomicon de Higinio, los Fenómenos de Arato, los Escolios a dicha obra de Germánico César, las Metamorfosis de Ovidio; De la naturaleza de las cosas de Lucrecio, las Bucólicas y la Eneida de Virgilio, los Adagia de Erasmo de Rotterdam, la Ciudad de Dios de Agustín de Hipona, De libero arbitrio de Erasmo de Rotterdam, De servo arbitrio de Martín Lutero y los Discorsi de Nicolás Maquiavelo. Cfr. Granada (1985: 53-54). teseopress.com Giordano Bruno • 187 12.1.1. Crítica al cristianismo El Nolano considera que la situación en que se encuentra la civilización contemporánea se debe en gran medida a la transvaloración que produjo el cristianismo, y especialmente la reforma luterana y calvinista. El hombre antiguo (Bruno recupera en este sentido el valor de la religión y sabiduría egipcias) se vinculaba de modo directo con la divinidad en la naturaleza. Lo que inauguró el cristianismo fue la concepción del hombre sumido en el pecado, que es rescatado por la gracia divina, lo cual lo vincula a un Dios trascendente que se distingue y desvincula de la naturaleza y cuya única mediación se da a través de la figura de Cristo. Por este motivo, Bruno dedicará diversos pasajes de la obra a referencias irreverentes al cristianismo: las referencias a Ganímedes, a Hércules, a Orión y al centauro Quirón, entre otros.157 Estas últimas dos referencias nos parecen particularmente importantes, porque contienen el conjunto de lo que se critica, y porque confluyen en la tercera parte del tercer diálogo, que cierra la obra. El siguiente pasaje comienza con una descripción del carácter transvalorizador del cristianismo, que se encuentra alegorizado en la constelación de Orión: “Este, porque sabe hacer maravillas y (…) puede caminar sobre las olas del mar sin hundirse, sin mojarse los pies, y con eso consiguientemente podrá hacer otras muchas bellas gentilezas, enviémosle con los hombres y hagamos que les dé a entender todo aquello que a nosotros nos parezca y guste, haciéndoles creer que lo blanco es negro, que el intelecto 157 Para Ganimedes cfr. (GA 585), para Hércules (GA 626-627), para Orión (GA 803-806) y para Quirón (GA 823-825). teseopress.com 188 • La concepción cusana de la potencia humano allí donde mejor le parece ver es una ceguera y que lo que según la razón parece excelente, bueno y óptimo es vil, perverso y extremadamente malo”.158 Orión, figura en la que el Nolano alude a Cristo, es presentado como un personaje que pervierte la verdad y los valores de la naturaleza. Un combate de los errores de los aristotélicos-ptolemaicos, entonces, no puede ser completo sin una ofensiva contra el cristianismo, que restituya la verdad y los valores de cada cosa. Esta transvaloración de los valores, que constituye el principal problema que provoca el cristianismo, es aquello que Bruno afirma querer remediar en la epístola proemial de esta obra: “Aquí Giordano habla claramente [per volgare], nombra libremente, a cada cosa a la que la naturaleza ha dado un ser determinado le da el nombre apropiado”.159 En este sentido, es sumamente significativo que el Spaccio prácticamente concluya con la referencia crítica a la unión de dos sustancias en la figura del centauro Quirón. El personaje que lleva la voz principal de las ásperas críticas brunianas, Momo, pregunta: “¿Qué vamos a hacer con este hombre insertado en una bestia o de esta bestia soldada a un hombre, en la que una persona está hecha de dos naturalezas y dos sustancias concurren en una unión hipostática? Aquí dos cosas se unen para hacer una tercera entidad y de esto no hay duda alguna. Pero en eso mis- 158 159 [1985: 281-282 (Spaccio (GA 803-804))]: “Questo, perché sa far de maraviglie, e (…) può caminar sopra l'onde del mare senza infossarsi, senza bagnarsi gli piedi; e con questo consequentemente potrà far molte altre belle gentilezze; mandiamolo tra gli uomini; e facciamo che gli done ad intendere tutto quello che ne pare e piace, facendogli credere che il bianco è nero, che "l'intelletto umano, dove li par meglio vedere, è una cecità"; e ciò che secondo la raggione pare eccellente, buono ed ottimo, è vile, scelerato ed estremamente malo”. [1985: 90 (Spaccio (GA 551))]: “Qua Giordano parla per volgare, nomina liberamente, dona il proprio nome a chi la natura dona il proprio essere”. teseopress.com Giordano Bruno • 189 mo consiste la dificultad, esto es, si tal tercera entidad produce algo mejor que la una y la otra o que una de las dos partes, o bien más vil.”160 A la falta de una comprensión del modo en que están unión se da, Júpiter, quien preside el Concilio, le dice a Momo que es un asunto demasiado oculto y grande para que pueda entenderlo, de modo que debe creer.161 Y concluye que, a falta de otro sacerdote, van a mantener a Quirón.162 Esto podemos entenderlo del siguiente modo: el dogma de la Trinidad, que supone la unión hipostática de la naturaleza divina y la naturaleza humana, resulta, desde la perspectiva de Bruno, ininteligible de modo racional, y sólo puede se aceptado por la fe; en tanto no sea perjudicial para la comprensión del universo y el mantenimiento de la sociedad, es conveniente aceptarlo. Ahora bien, al volcar el problema al campo de la fe, Bruno lo ubica en la teología, no en la filosofía. Vemos de esta manera operar el principio de distinción entre la teología y la filosofía expuesto en el apartado 9.2.1. 12.1.2. Religión civil La función de la religión es ofrecer una ley civil, un ordenamiento que sirva al pueblo para ordenarse moralmente en la sociedad. En este sentido, ya afirmaba en Del infinito que algunos, comprensiblemente, no quieren difundir la teoría metafísica y cosmológica verdadera entre el vulgo, pues 160 161 162 [1985: 298 (Spaccio (GA 823))]: “Or, che vogliamo far di quest'uomo insertato a bestia, o di questa bestia inceppata ad uomo, in cui una persona è fatta di due nature, e due sustanze concorreno in una ipostatica unione? Qua due cose vegnono in unione a far una terza entità; e di questo non è dubio alcuno. Ma in questo consiste la difficultà; cioè, se cotal terza entità produce cosa megliore che l'una e l'altra, o d'una de le due parti, overamente piú vile.”. Cfr. Spaccio (GA 824): “- Momo, Momo, rispose Giove, il misterio di questa cosa è occolto e grande, e tu non puoi capirlo; però, come cosa alta e grande, ti fia mestiero di solamente crederlo.”. Cfr. Spaccio (GA 825). teseopress.com 190 • La concepción cusana de la potencia podría malinterpretarse de modo que se perdiera el sentido de la justicia y la libertad; esto es, que la verdad, en manos equivocadas, puede dar lugar a la corrupción de las sociedades: “Estos silogismos, aunque no son simples, son demostrativos. Sin embargo, yo alabo que algunos dignos teólogos no los admitan, porque considerando prudentemente saben que con esa necesidad los pueblos rudos e ignorantes terminan por no poder concebir cómo puede darse la libertad y la dignidad y méritos de justicia, por lo cual confiados o desesperados bajo un destino seguro resultan necesariamente malvadísimos. (…) Por eso, ante los sabios el modo de hablar contrario no resulta tan escandaloso y tan difamante de la grandeza y excelencia divinas como pernicioso para la convivencia civil y contrario al fin de las leyes resulta el modo de hablar verdadero, no por ser verdadero, sino por ser entendido mal tanto por quienes maliciosamente lo tratan como por quienes no son capaces de entenderlo sin detrimento de las costumbres.”.163 En razón de estas consideraciones, si de un lado se encuentra la religión cristiana, que impone leyes contrarias a la naturaleza e introduce a Cristo como mediador entre el hombre y la naturaleza; de otro lado se encuentra una religión natural como la egipcia, que permitió al hombre vincularse directa e inmediatamente con la naturaleza. La manera en que los egipcios veneraban la divinidad en la naturaleza 163 [1993: 120-121 (Del infinito (GA 385-386))]: “Questi, se non son semplici, sono demostrativi sillogismi. Tutta volta lodo che alcuni degni teologi non le admettano; perché, providamente considerando, sanno che gli rozzi popoli ed ignoranti con questa necessità vegnono a non posser concipere come possa star la elezione e dignità e meriti di giusticia; onde, confidati o desperati sotto certo fato, sono necessariamente sceleratissimi. (…) Però non tanto il contrario dire appresso gli sapienti è scandaloso e detrae alla grandezza ed eccellenza divina, quanto quel che è vero, è pernicioso alla civile conversazione e contrario al fine delle leggi, non per esser vero, ma per esser male inteso, tanto per quei che malignamente il trattano, quanto per quei che non son capaci de intenderlo senza iattura di costumi.”. teseopress.com Giordano Bruno • 191 le parece a Bruno una demostración de la sabiduría de los antiguos, que antes de la perversión impuesta por el cristianismo, tenían una religión acorde con la naturaleza. Con el propósito de incluir la voz de los egipcios en el diálogo, introduce el personaje de Isis, la divinidad egipcia de la naturaleza, quien, en el contexto de la constelación de Capricornio, dice a Momo: “Por eso aquellas ceremonias no eran vanas fantasías, sino voces vivas que tocaban los mismos oídos de los dioses: aquellos cultores –al igual que nosotros queremos ser entendidos por ellos no por voces de una lengua que ellos sepan reproducir, sino por voces de efectos naturales- quisieron también hacerse entender por nosotros mediante actos ceremoniales sobre aquellas voces vivas, pues de lo contrario hubiéramos sido tan sordos a sus ruegos como un tártaro a la legua griega que jamás escuchó. Sabían aquellos sabios que Dios estaba en las cosas y que la divinidad, latente en la naturaleza, actuándose y refulgiendo de forma diversa en diversos individuos, por diversas formas físicas, con ciertos órdenes, viene a hacer partícipes de sí, esto es, del ser, de la vida y del intelecto.”164 Los ritos de los egipcios no eran vanas fantasías [vane fantasie], como los que llevan a cabo los cristianos, sino voces vivas [vive voci], que comunicaban al hombre direc- 164 [1985: 259 (Spaccio (GA 778))]: “Là onde que' ceremoni non erano vane fantasie, ma vive voci che toccavano le proprie orecchie de gli Dei; li quali, come da lor vogliano essere intesi non per voci d'idioma che lor sappiano fengere, ma per voci di naturali effetti, talmente per atti di ceremoni circa quelle volsero studiare di essere intesi da noi: altrimente cossí fussemo stati sordi a gli voti, come un Tartaro al sermone greco che giamai udío. Conoscevano que' savii dio essere nelle cose, e la divinità, latente nella natura, oprandosi e scintillando diversamente in diversi suggetti, e per diverse forme fisiche, con certi ordini, venir a far partecipi di sé, dico de l'essere, della vita ed intelletto”. teseopress.com 192 • La concepción cusana de la potencia tamente con la divinidad en la naturaleza, haciendo a los hombres partícipes del ser, la vida y el intelecto [de l'essere, della vita ed intelletto].165 Si la función de la religión es ordenar la sociedad, y no enseñar, no debe usarse las Escrituras para contradecir la filosofía. Por ejemplo, cuando en Eclesiastés I, 5 se afirma que el sol sale y se pone, sería absurdo que allí se explicara que es la Tierra la que se mueve de Oriente a Occidente, porque en tal caso habrían tenido por loco al que hablaba. Por eso dice Bruno en La cena que se debe dejar las cuestiones relativas a las Escrituras estrictamente en el plano teológico o en el moral: “[C]reedme que si los dioses se hubieran dignado enseñarnos la teoría de las cosas naturales, al igual que nos han hecho el favor de proponernos la conducta moral, yo mismo abrazaría antes la fe de sus revelaciones que avanzar un solo paso guiado por la certeza de mis razones y de mis propias opiniones. Sin embargo, como todo el mundo puede ver clarísimamente, los libros divinos concedidos al servicio de nuestro entendimiento, no se ocupan de demostraciones y especulaciones sobre las cosas naturales, como si de filosofía se tratara, sino que establecen mediante leyes, en beneficio de nuestra mente y ánimo, la conducta en lo relativo a las acciones morales. (…) Muchas veces, por tanto, y en muchas situaciones, es de tontos e ignorantes referir las cosas según la verdad y no según la ocasión y la comodidad. Si cuando el sabio dijo <<nace el Sol y se pone, gira al mediodía y dobla hacia el Norte>>, hubiera dicho que la Tierra gira hacia el Oriente y deja detrás al sol poniente, dobla hacia los dos trópicos, el de Cáncer al Sur 165 Cfr. en este aspecto, la posición de Corsano (1940: 194), si bien consideramos oportuno hacer la precisión de que, si bien es cierto que Bruno considera que los egipcios tenían una religión acorde con la naturaleza, a diferencia de la cristiana, y en este sentido tenían mejores leyes, la función de la religión no consiste en aportar conocimiento sobre la naturaleza, para lo cual la herramienta es la filosofía, sino en aportar normas para la vida en sociedad; de modo que, si la religión egipcia es superior a la cristiana no es porque ofrezca una visión más adecuada a la naturaleza, sino porque sus leyes son más acordes con ella. teseopress.com Giordano Bruno • 193 y el de Capricornio al Norte, los oyentes se hubieran parado a pensar preguntándose: ¿Cómo es que éste dice que la Tierra se mueve? ¿Qué fábulas son éstas? Al final lo habrían tenido por loco y no cabe duda de que efectivamente lo habría sido.”166 Si ciertas creencias, no obstante falsas, no obstaculizan el gobierno y la educación del vulgo en el estado, no ocurre lo mismo con el dogma capital de la Reforma: la justicia de la fe y el nulo valor meritorio de las obras. Se plantea en este aspecto el debate con los luteranos y calvinistas, que sostienen la salvación por la fe, frente a los católicos, entre los que destacan Erasmo de Rotterdam, que defienden que para la salvación también son necesarias las obras. Al plantearse este problema, Bruno no duda en afirmar la peligrosidad que implica para toda civilización el desprecio de la acción: “Bastará con que ponga fin a esa holgazana secta de pedantes que sin obrar bien según la ley divina y natural se creen y quieren ser creídos religiosos gratos a los dioses y dicen que el obrar bien está bien, el obrar mal está mal, pero que no se llega a ser digno y grato a los dioses por el bien que se haga o 166 [1984: 145-147 (La cena (A 182-184))]: “Or, quanto a questo, credetemi che, se gli Dei si fussero degnati d'insegnarci la teorica delle cose della natura, come ne han fatto favore di proporci la prattica di cose morali, io piú tosto mi accostarei alla fede de le loro revelazioni, che muovermi punto della certezza de mie raggioni e proprii sentimenti. Ma, come chiarissimamente ognuno può vedere, nelli divini libri in servizio del nostro intelletto non si trattano le demostrazioni e speculazioni circa le cose naturali, come se fusse filosofia; ma, in grazia de la nostra mente ed affetto, per le leggi si ordina la prattica circa le azione morali. (…) Molte volte, dunque, ed a molti propositi, è una cosa da stolto ed ignorante piú tosto riferir le cose secondo la verità, che secondo l'occasione e comodità. Come quando il sapiente disse, "nasce il sole e tramonta, gira per il mezo giorno, e s'inchina a l'Aquilone", avesse detto: la terra si raggira a l'oriente, e si tralascia il sole, che tramonte, s'inchina a' doi tropici, del Cancro verso l'Austro, e Capricorno verso l'Aquilone, sarrebbono fermati gli auditori a considerare. - Come, costui dice la terra muoversi? che novelle son queste? - L'arrebono al fine stimato un pazzo, e sarrebe stato da dovero un pazzo.”. teseopress.com 194 • La concepción cusana de la potencia el mal que no se haga, sino por esperar y creer según su catecismo. Ved, dioses, si hubo jamás bellaquería más manifiesta que ésta, que sólo no la ven los que no ven nada.”167 A Bruno la salvatio sola fidei le parece una herejía de terribles consecuencias, puesto que la función de la religión es, precisamente, dar leyes al pueblo, por lo que el énfasis de la religión debe estar enfocado en las acciones, no en la interioridad de la fe y en la esperanza de que Dios nos inspire la gracia.168 12.2. La ley natural En De la causa, Giordano Bruno había establecido la unidad de lo que es; en Spaccio la identidad de lo que es, lo bueno y lo verdadero es el punto de partida de las consideraciones. En este sentido debe entenderse que la voz principal del diálogo la tenga el personaje “Sofía”, que representa la sabiduría del universo. A partir de una figura alegórica, el Nolano nos presenta, al comienzo del segundo diálogo, la Ley ubicada junto a la Verdad, la Providencia-Prudencia, la Sabiduría y el Juicio. La Verdad se ubica por sobre todo, porque se identifica con la unidad de lo que es, dado que sería impensable algo no verdadero que exista, no existe nada previo, ni nada posterior a la verdad, sino que ésta es la sustancia [sustanza] de las cosas. Nosotros percibimos esta verdad, que es la sustancia 167 168 [1985: 148 (Spaccio (GA 623))]: “Bastarà che done fine a quella poltronesca setta di pedanti, che senza ben fare secondo la legge divina e naturale, si stimano e vogliono essere stimati religiosi grati a' dei, e dicono che il far bene è bene, il far male è male; ma non per ben che si faccia o mal che non si faccia, si viene ad essere degno e grato a' dei; ma per sperare e credere secondo il catechismo loro. Vedete, dei, se si trovò mai ribaldaria piú aperta di questa, che da quei soli non è vista, li quali non veggon nulla.”. Encontramos una referencia irónica a esta posición fideísta luterana en la Cabala, donde Bruno hace referencia a un tipo de ignorancia que consiste en no usar el propio entendimiento, sino una inteligencia superior, “perché gli sopramonta quello, senza il qual sopramontante non è chi condurvesi vaglia” (Cabala (GA 875)). teseopress.com Giordano Bruno • 195 de la primera unidad, como ya observaba en De la causa, en su imagen.169 Junto a la diosa Verdad se encuentra la Providencia o Prudencia, que recibe un nombre doble según se la vea desde el punto de vista de la unidad absoluta o desde el punto de vista de la multiplicidad sensible desde la que nos encontramos. De este modo, la Providencia se identifica con la libertad y con la necesidad, puesto que es la actualización plena de la potencia divina. Afirma así Bruno: “La providencia, por tanto, se dice de las cosas superiores y es compañera de la verdad; no está nunca sin ella y es la libertad misma y la misma necesidad, de manera que la verdad, la providencia, la libertad y la necesidad, la unidad, la verdad, la esencia, la entidad, todas son una unidad absolutísima, tal como en otra ocasión te haré entender mejor.”170 La providencia expresa la verdad, la necesidad y la unidad en su dimensión absoluta, y en nosotros produce la prudencia, que es un discurso que versa acerca de los principios metafísicos del conocimiento o las deliberaciones. La Sabiduría tiene también dos dimensiones: una superior, que se identifica con la providencia y la verdad, y otra inferior que participa y depende de la verdad. La Sofía que conduce el diálogo a lo largo de toda la obra es la sabiduría mundana, que es la única posible vía de acceso a la Sabiduría superior. En la alegoría que nos presenta Bruno, la Ley es la hija de la Sabiduría, y es a través de la cual ella actúa. Afirma Bruno: 169 170 Cfr. Spaccio (GA 647). [1985: 164-165 (Spaccio (GA 648))]: “La providenza, dunque, se dice nelle cose superiori, ed è compagna della verità, e non è senza quella, ed è la medesima libertà e la medesima necessità; di maniera che la verità, la providenza, la libertà e necessità, la unità, la verità, la essenzia, la entità, tutte sono uno absolutissimo, come altre volte ti farò meglio intendere.”. El lugar donde continuará explicándose sobre la cuestión puede ser el diálogo De los heroicos furores, o bien el poema latino De immenso, I, 11, donde retomará la caracterización de la necesidad como idéntica a la libertad en la esencia divina. teseopress.com 196 • La concepción cusana de la potencia “La ley, adaptándose a la complexión y costumbres de pueblos y naciones, reprime la audacia con el temor y hace que la bondad esté segura entre los malvados; ella es la causa de que en los malos se dé siempre el remordimiento de conciencia junto con el temor de la justicia y la espera de aquel suplicio que expulsa la orgullosa osadía e introduce la humilde conformidad con la ayuda de sus ocho servidores, que son: el talión, la cárcel, los golpes, el exilio, la ignominia, la servidumbre, la pobreza y la muerte.”.171 De este modo vemos que la justicia se realiza a través de la puesta en práctica de la ley. Al enunciar que la ley es “hija” de la sabiduría, Bruno establece que la primera depende y proviene de la verdad, puesto que la sabiduría mundana es la vía que tenemos para, por medio de nuestro intelecto, contemplar la verdad en su imagen. Conforme a la disposición con que la naturaleza se rige, el Nolano afirma que el principio de funcionamiento de la aplicación de esta ley es la alternancia de contrarios: “Júpiter la ha colocado de nuevo en el cielo y la ha exaltado con la condición de que haga que los poderosos no estén seguros en su preeminencia y fuerza, sino que remitiendo todo a una mayor providencia y a una ley superior (por la cual –en tanto que divina y natural- se regule la ley civil), haga saber que para los que se salen de las telas de araña están dispuestas redes, lazos, cadenas y cepos, ya que por orden de la ley eterna se ha decretado que los más poderosos sean ence- 171 [1985: 167 (Spaccio (GA 652))]: “Questa, adattandosi alla complessione e costumi di popoli e genti, reprime l'audacia col timore, e fa che la bontade sia sicura tra gli scelerati; ed è caggione, che ne gli rei sempre sia il rimorso della conscienza, con il timore della giustizia ed aspettazione di quel supplicio che discaccia l'orgoglioso ardire, ed introduce l'umile consentimento con gli suoi otto ministri, che sono taglione, carcere, percosse, esilio, ignominia, servitú, povertade e morte.”. teseopress.com Giordano Bruno • 197 rrados y sometidos más poderosamente, si no bajo un manto y dentro de una estancia, sí bajo otro manto y en otra estancia que será peor.”.172 Así vemos que hay una ley divina y natural, que no es otra que el hado de la mutación que se ejerce en el universo de forma natural, puesto que la materia, como hemos visto en el apartado segundo, se configura en infinitas formas a lo largo del tiempo siguiendo la ley de la alternancia vicisitudinal de los contrarios, en un proceso que se llama metemsomatosis. Esta ley natural debe ser el principio regulador de la ley civil. El Juicio fue situado al lado de la ley para premiar a los que obran bien y castigar a los que actúan mal, a fin de destruir la ley falsa, dictada por “genios perversos” [genii perversi],173 que son a los que se refiere en el “lamento” del Asclepio como “ángeles nocivos”, incitando a las personas a actuar en beneficios de las sociedades. 12.3. Necesidad y fortuna En la determinación metafísica de la concepción de lo absoluto, hemos visto como una nota esencial la necesidad. A partir de la identificación de la potencia con el acto en lo absoluto, se desprende que todo se realiza agotando todas las posibilidades en acto, esto es, en necesidad. En el Spaccio esto se verá en la caracterización que realiza de la Fortuna. Pero antes de detenerse en ese aspecto, Bruno señala el absurdo de pretender que lo absoluto se personifique en un 172 173 [1985: 168 (Spaccio (GA 652-653))]: “Giove l'ha riposta in cielo ed essaltata con questa condizione, che faccia che gli potenti per la lor preeminenza e forza non sieno sicuri; ma referendo il tutto a maggior providenza e legge superiore (per cui, come divina e naturale, si regole la civile), faccia intendere, che per coloro ch'esceno dalle tele d'aragne, sono ordinate le reti, gli lacci, le catene ed i ceppi, atteso che per ordine della legge eterna è sancito, che gli piú potenti sieno piú potentemente compresi e vinti", se non sotto un manto e dentro una stanza, sotto altro manto ed altra stanza, che sarà peggiore.”. Cfr. Spaccio (GA 655). teseopress.com 198 • La concepción cusana de la potencia Dios o dioses que se preocupen por las acciones de los hombres. Los dioses actúan con necesidad, no arbitrariamente, y no recompensan ni castigan a los hombres, ni les importan sus alabanzas. Dice Bruno: “es indigno, necio, profano y censurable pensar que los dioses buscan la reverencia, el temor, el amor, el culto y el respeto de los hombres por otro fin y utilidad que el de los hombres mismos”.174 A raíz de este carácter necesario de la acción divina en el universo, nos detendremos en la consideración que presenta Bruno respecto de la Fortuna. Ésta es caracterizada en el Spaccio como la dispensadora de bienes y males, que administra de forma incierta, no sólo entre hombres, sino incluso entre divinidades (que Bruno presenta de modo alegórico como la Razón, la Verdad, la Sabiduría y la Justicia). Frente a la acusación de ser merecedora de la expulsión del cielo por los delitos cometidos, precisamente por la incierta administración entre bienes y males, ella se defiende afirmando que su naturaleza consiste en cumplir el hado, que no es bueno ni malo por sí, y afirmando la relatividad de las calificaciones de “bueno” y malo”, en los siguientes términos: “Además, nada es absolutamente malo, porque la víbora no es mortal ni tóxica para la víbora (…) sino que cualquier cosa es mala para alguna otra, como vosotros, dioses virtuosos, sois malos para los viciosos, los del día y de la luz son malos para los de la noche y oscuridad. Y vosotros sois buenos entre vosotros y ellos entre ellos, igual que ocurre también entre las sectas enfrentadas del mundo, donde los contrarios se llaman entre ellos hijos de los dioses y justos; y no menos los unos 174 [1985: 172 (Spaccio (GA 656-657))]: “Per tanto è cosa indegna, stolta, profana e biasimevole pensare che gli dei ricercano la riverenza, il timore, l'amore, il culto e rispetto da gli uomini per altro buon fine ed utilitade che de gli uomini medesimi”. teseopress.com Giordano Bruno • 199 que los otros, todos llaman a los mejores y más honorables peores y más réprobos. Por tanto yo, la Fortuna, aunque para algunos sea réproba, para otros soy divinamente buena”.175 Frente a esto se plantea el problema de si la Fortuna es mera incertidumbre o si actúa según cierta dirección. Puesto que es acusada de ser ciega, responde que su ceguera es motivo de su grandeza, en tanto hay formas de conocimiento que no dependen de la vista, y que se ven de hecho beneficiadas por no ser entorpecidas por las diferencias superficiales que ésta comporta. En este sentido, puesto que lo que existe, es en substancia uno, la vista sólo la llevaría a error. La Fortuna es “justa” en tanto trata del mismo modo a todos los individuos, puesto que todo lo que es, es uno: “yo soy una justicia que no debe distinguir, que no debe hacer diferencias, sino que igual que todos son principal, real y finalmente un solo ente, una misma cosa [porque lo ente, lo uno y lo verdadero son la misma cosa], así también yo tengo que poner a todos en una cierta igualdad, estimar a todos por igual, considerar a todas las cosas como una sola y no estar más dispuesta a mirar, a llamar a uno que a otro ni más dispuesta a dar a uno que a otro, ni más inclinada al próximo que al lejano. (…) De esta forma dentro de la urna de la Fortuna no es diferente el más grande del más pequeño; incluso todos son allí igualmente grandes e igualmente pequeños, porque en ellos las diferencias las establecen otros y no yo, esto es, antes de que entren en la urna y después de que salen de la urna. (…) yo que echo a todos en la misma urna de la mutación y del movimiento, que soy igual para todos, a todos 175 [1985: 193-194 (Spaccio (GA 686))]: “Oltre che nessuna cosa è absolutamente mala; perché la vipera non è mortale e tossicosa a la vipera; né il drago, il leone, l'orso a l'orso, al leone, al drago; ma ogni cosa è mala a rispetto di qualch'altro; come voi, dei virtuosi, siete mali ad riguardo de viziosi, quei del giorno e de la luce son mali a quei de la notte ed oscuritade: e voi tra voi siete buoni, e lor tra loro son buoni; come aviene anco ne le sette del mondo nemiche, dove gli contrarii tra essi se chiamano figli de dei e giusti; e non meno questi di quelli, che quelli di questi, li piú principali e piú onorati chiamano peggiori e piú riprovati. Io, dunque, Fortuna, quantunque a rispetto d'alcuni sia reproba, a rispetto d'altri son divinamente buona”. teseopress.com 200 • La concepción cusana de la potencia atiendo por igual o no atiendo a ningún particular más que a otro, vengo a ser justísima, aunque a todos vosotros os parezca lo contrario. (…) De vosotros, de vosotros, digo, proviene toda desigualdad, toda iniquidad, porque la diosa Bondad no se da a todos por igual, la Sabiduría no se comunica a todos en la misma medida, la Templanza se encuentra en pocos, la Verdad se muestra a poquísimos.”176 El discurso que despliega la Fortuna se dirige contra la interpretación de la predestinación. Frente a esa visión de reparto de roles prefijado por un Creador, Bruno presenta a la naturaleza como auto productora de su propia alternancia vicisitudinal, en la que todo es uno, pero se da de un modo desplegado con mayores o menores niveles de belleza, sabiduría, templanza y verdad. Por eso, la naturaleza despliega un reparto ciego, y por lo tanto justo, de vicios y virtudes, sin añadir nada, puesto que nada se aniquila, todo se reparte en diversos grados. De esta forma, el destino o Hado se convierte en algo impersonal, e integrado en un único proceso natural, del que todo lo que existe forma parte. 176 [1985: 196-197 (Spaccio (GA 690-692))]: “Gli occhi son fatti per distinguere e conoscere le differenze (non voglio per ora mostrar quanto sovente per la vista sono ingannati quei che giudicano); io sono una giustizia che non ho da distinguere, non ho da far differenze; ma come tutti sono principalmente, realmente e finalmente uno ente, una cosa medesima (perché lo ente, uno e vero son medesimo), cossí ho da ponere tutti in certa equalità, stimar tutti parimente, aver ogni cosa per uno, e non esser piú pronta a riguardare, a chiamar uno che un altro, e non piú disposta a donar ad uno che ad un altro, ed essere piú inclinata al prossimo che al lontano. (…) In questo modo, dentro l'urna de la Fortuna non è differente il piú grande dal piú picciolo; anzi là tutti sono equalmente grandi ed equalmente piccioli, perché in essi s'intende differenza da altri che da me: cioè prima che entrino ne l'urna, e dopo che esceno da l'urna. (…) io che getto tutti nella medesima urna della mutazione e moto, sono equale a tutti, tutti equalmente remiro, o non remiro alcuno particulare piú che l'altro, vegno ad esser giustissima" ancor ch'a tutti voi il contrario appaia. (…) Da voi, da voi,dico, proviene ogni inequalità, ogni iniquitade; perché la dea Bontade non equalmente si dona a tutti; la Sapienza non si communica a tutti con medesima misura; la Temperanza si trova in pochi; a rarissimi si mostra la Veritade.”. teseopress.com Giordano Bruno • 201 12.4. La alternancia vicisitudinal en la historia En su diálogo Spaccio, dedicado explicitar la necesidad de una reforma ética en la sociedad contemporánea, Bruno dedica páginas centrales al concepto de vicissitudine, que tiene también aspectos metafísicos y antropológicos. Al comienzo mismo de la obra se afirma que todo lo bueno consiste en un tránsito desde un aspecto malo: así, no hay deleite sin dolor, no hay justicia sin error. Por este motivo, la interlocutora principal, que lleva el significativo nombre de Sofía afirma que, tras ser la verdad durante mucho tiempo ocultada, hundida y sumergida, era el momento de que ella, la sabiduría mundana, retornara de una forma inversamente proporcional a las adversidades enfrentadas. Así es como comienza el primer diálogo de la obra: “Sofía: De manera que si en los cuerpos, en la materia y en el ente no hubiera mutación, variedad y alternancia vicisitudinal nada sería apropiado, nada bueno, nada deleitable. Saulino: Lo has mostrado muy bien, Sofía. Sofía: Vemos que todo deleite no consiste sino en un cierto tránsito, camino y movimiento, dado que enojoso y triste es el estado del hambre, desagradable y pesado el de la saciedad, mas lo que nos deleita es el movimiento del uno al otro. El estado de ardor venéreo nos atormenta, el de deseo satisfecho nos entristece, mas lo que nos contenta es el tránsito de un estado al otro. En ninguna situación presente se halla placer si la anterior no nos ha resultado fastidiosa. El esfuerzo no nos gusta sino en un principio, tras el reposo; y a no ser en un principio, tras el esfuerzo, no hay deleite en el reposo.”177 177 [1985: 109-110 (Spaccio (GA 571-572))]: “Sofia. Talché, se ne li corpi, materia ed ente non fusse la mutazione, varietade e vicissitudine, nulla sarrebe conveniente, nulla di buono, niente delettevole. Saulino. Molto bene l'hai dimostrato, Sofia. Sofia. Ogni delettazione non veggiamo consistere in altro, che in certo transito, camino e moto. Atteso che fastidioso e triste è il stato de la fame; dispiacevole e grave è il stato della sazietà: ma quello che ne deletta, è il moto da l'uno a l'altro. Il stato del venereo ardore ne tormenta, il stato dell'isfogata libidine ne contrista; ma quel che ne appaga, è il transito teseopress.com 202 • La concepción cusana de la potencia Afirma aquí Sofía que el destino [fato]178 es el que ordena el tránsito de un momento histórico a otro. En los términos del presente diálogo, la alternancia se da por el paso de una época en la que se venera una religión falsa, que supone una noción falsa de Dios y del hombre y su relación con Él, así como una falsa imagen del universo y una falsa visión de las religiones paganas. En este contexto es que Bruno hace una cita del Asclepius, atribuido por él, como por otros renacentistas y medievales, a Hermes Trimegisto, en la que Asclepio lamenta la pérdida de la religión y culto egipcios. Nos parece importante resaltar este aspecto, porque ya no es sólo Bruno insistiendo en la ley de alternancia vicisitudinal con sus propias palabras, sino que aquí se esfuerza en traducir este pasaje del texto hermético179 para dar cuenta de una autoridad que él cree que respalda su concepción: “Las tinieblas se antepondrán a la luz, la muerte será juzgada más útil que la vida, nadie elevará los ojos al cielo, el religioso será estimado loco, el impío será juzgado prudente, el furioso fuerte, el pésimo bueno (…) Pero no temas, Asclepio, porque después de que hayan sucedido estas cosas, entonces el señor y padre Dios, gobernador del mundo, el omnipotente proveedor, mediante diluvio de agua o de fuego, de enfermedades o 178 179 da l'uno stato a l'altro. In nullo esser presente si trova piacere, se il passato non n'è venuto in fastidio. La fatica non piace, se non in principio, dopo il riposo; e se non in principio, dopo la fatica, nel riposo non è delettazione.”. Cfr. Spaccio (GA 574). La traducción de Bruno no es ingenua, como ha demostrado M. Ciliberto, (1986: 160-162), quien compara el texto latino y la traducción bruniana. Muestra allí que hay añadidos de Bruno para introducirse a sí mismo como “profetizado” por Hermes. Específicamente, las palabras “o altri ministri della sua giustizia misericordiosa” es agregado bruniano, con la evidente intención de añadirse a sí mismo como uno de los agentes de la restitución de la antigua religión. Asimismo, Bruno descarta traducir numerosos pasajes del texto hermético. teseopress.com Giordano Bruno • 203 de pestilencias, u otros ministros de su justicia misericordiosa, sin duda alguna pondrá fin a semejante mancha, llamando de nuevo el mundo a su antiguo rostro”.180 A pesar de que aquí no se encuentre expresado el término vicissitudine (recordemos que no son palabras de Bruno), creemos que encontramos claramente el mismo concepto, sólo que destacado, por tratarse de una cita relativamente extensa (las citas de Bruno, cuando se hacen explícitas, suelen reducirse a unos pocos versos de autores clásicos o contemporáneos), y en el contexto del debate clave por la naturaleza de la manifestación de lo divino en lo natural (este contexto explica la referencia a la religión egipcia, que supo ver en lo natural una directa expresión de lo divino, sin necesidad de recurrir a profetas). La alternancia se da desde un período de oscuridad y error a un período de luces y verdad. Esto, que se produce en un nivel ontológico como mutación [mutazione] de la forma en la materia, en un nivel cosmológico, como la salida de la cárcel del error, y en un nivel antropológico en la ascensión a la contemplación de lo divino, puede verse entonces, también, en lo social. Y nos parece que esto podemos constatarlo a partir, no sólo de las referencias hechas previamente, sino particularmente en las palabras que Júpiter pronuncia al comienzo del Concilio de dioses: 180 [1985: 265-266 (Spaccio (GA 785-786))]. “Le tenebre si preponeranno alla luce, la morte sarà giudicata piú utile che la vita, nessuno alzarà gli occhi al cielo, il religioso sarà stimato insano, l'empio sarà giudicato prudente, il furioso forte, il pessimo buono (…) Ma non dubitare, Asclepio, perché, dopo che saranno accadute queste cose, allora il signore e padre Dio, governator del mondo, l'omnipotente proveditore, per diluvio d'acqua o di fuoco, di morbi o di pestilenze, o altri ministri della sua giustizia misericordiosa, senza dubbio donarà fine a cotal macchia, richiamando il mondo all'antico volto.”. teseopress.com 204 • La concepción cusana de la potencia “Que pase, que pase esta noche negra y oscura de nuestros errores porque la hermosa aurora del nuevo día de la justicia nos llama; y dispongámonos de manera tal al sol que está a punto de salir que no nos descubra tan inmundos como somos.”181 Esta metáfora del paso de la noche al día puede vincularse al segundo soneto que antecede al comienzo del diálogo Del infinito: “Salido de prisión estrecha y negra, / donde me ató el error por tantos años / dejo aquí la cadena que me impuso / la mano hostil de mi enemiga fiera. // Hundirme en noche lóbrega y sombría / ya no podrá, porque quien ha vencido / al gran Pitón y con su sangre el agua / tiñó del mar, redujo a mi Megera.”182 La relación de la religión y la filosofía entonces, no es de absoluta autonomía, sino de relativa dependencia, dado que a partir de una filosofía verdadera se puede fundar una religión acorde con la naturaleza, mientras que, a partir de los fundamentos de una filosofía falsa, se desprende una religión que transvalora la naturaleza.183 181 182 183 [1985: 138 (Spaccio (GA 611))]: “Che passe, che passe questa notte atra e fosca di nostri errori, perché la vaga aurora del novo giorno de la giustizia ne invita; e disponiamoci di maniera tale al sole, ch'è per uscire, che non ne discuopra cossí come siamo immondi.”. [2008: 26 (Del infinito (GA 364))]: “Uscito de priggione angusta e nera, / Ove tant'anni error stretto m'avinse, / Qua lascio la catena, che mi cinse / La man di mia nemica invid'e fera. / Presentarmi a la notte fosca sera / Oltre non mi potrà, perché chi vinse / Il gran Piton, e del suo sangue tinse / L'acqui del mar, ha spinta mia Megera.” La siguiente es la traducción de M. A. Granada [1993: 97]: “Salido de prisión angosta y negra, / donde por luengos años error me tuvo atado, / aquí dejo las cadenas que me impuso / la mano de mi enemiga cruel y fiera. // Entregarme a la noche tarde oscura / ya no podrá, pues quien venció / al gran Pitón y con su sangre tiñó / las aguas del mar, ha apagado mi Megera.”. Cfr. Ciliberto (1986: 111-112), que plantea la dualidad de las Escrituras respecto de la filosofía, en tanto, en su opinión, Bruno propone en La cena un punto de unión entre religión y filosofía que sería la idea de metáfora de las Escrituras, que, tomadas en sentido literal, generan desacuerdos. Esta idea, teseopress.com Giordano Bruno • 205 Hemos visto que Bruno se identifica a sí mismo como el profeta de los tiempos nuevos. En La cena destaca con las siguientes palabras la importancia de su filosofía para los aspectos no sólo metafísicos y cosmológicos, sino también sociales, de la civilización: “No cabe abrigar temor alguno de la censura de espíritus honorables, verdaderamente religiosos y asimismo hombres de bien por naturaleza, amigos de la convivencia civil y de las buenas doctrinas, pues cuando la hayan examinado correctamente verán que esta filosofía no sólo contiene la verdad, sino que incluso favorece la religión más que cualquier otra clase de filosofía, como por ejemplo, esas que afirman que el mundo es finito, que el efecto y la obra de la potencia divina son finitos, que las inteligencias y naturalezas intelectuales tan sólo son ocho o diez, que la sustancia de las cosas es corruptible, que el alma es mortal por consistir más bien en una disposición accidental y en el efecto de la complexión, en un temperamento susceptible de disolución y en una armonía, siendo por consiguiente nulo el poder de la justicia divina sobre las acciones humanas, y que el conocimiento de los particulares está completamente alejado de las causas primeras y universales; y otros muchos absurdos que no sólo ciegan como falsos la luz del entendimiento, sino que incluso apagan con su indolencia e impiedad el fervor de los buenos sentimientos.”.184 184 en nuestra opinión, sería un corolario de la idea de que toda religión debe dar un orden moral, y no contradice la idea presentada en el Spaccio de que de una filosofía verdadera se desprende una religión acorde con la moral. [1984: 150-151 (La cena (A 187-188))]: “Dalla censura di onorati spirti, veri religiosi, ed anco naturalmente uomini da bene, amici della civile conversazione e buone dottrine non si de' temere; perché quando bene arran considerato, trovaranno che questa filosofia non solo contiene la verità, ma ancora favorisce la religione piú che qualsivoglia altra sorte de filosofia; come quelle che poneno il mondo finito, l'effetto e l'efficacia della divina potenza finiti, le intelligenze e nature intellettuali solamente otto o diece, la sustanza de le cose esser corrottibile, l'anima mortale, come che consista piú tosto in un'accidentale disposizione ed effetto di complessione e dissolubile contemperamento ed armonia, l'esecuzione della divina giustizia sopra l'azioni umane, per consequenza, nulla, la notizia di cose particolari a fatto rimossa teseopress.com 206 • La concepción cusana de la potencia La filosofía, en tanto es un conocimiento del orden natural del universo, es la vía adecuada para el acceso a la divinidad, que es la unidad absoluta. A partir de este conocimiento de la ley natural que rige todo, puede establecerse una ley civil, o religión, que sea acorde con la naturaleza. Por eso es que reivindica a los egipcios, que desprendían su moral de la divinidad de la naturaleza; lo mismo ocurre con las Metamorfosis de Ovidio, que el Nolano entiende como una derivación del mismo principio. 12.5. Consideraciones acerca del orden natural y humano del mundo El mayor daño que Bruno considera produjo el cristianismo es la destrucción del lazo entre naturaleza y divinidad. Por ese motivo ve la antigua religión egipcia como una tradición que debe ser recuperada, en tanto veía en la naturaleza la manifestación de la divinidad. La separación operada por el cristianismo de un dios trascendente y la naturaleza se formula en términos filosóficos185 como el sometimiento de la potencia absoluta [potentia absoluta] de Dios en la potencia ordenada [potentia ordinata] de la naturaleza. Las implicaciones y los fundamentos de esta separación se encuentran en la concepción de la potencia divina, y en los peligros que ésta plantea a la concepción cristiana del Dios creador. Frente al orden jerárquico de la Creación de la tradición cristiana, podemos distinguir, siguiendo a S. Ansaldi, tres niveles de orden en la formulación nolana:186 185 186 dalle cause prime ed universali, ed altri inconvenienti assai; li quali non solamente, come falsi, acciecano il lume de l'intelletto, ma ancora, come neghittosi ed empii, smorzano il fervore di buoni affetti.” Como señalábamos en 10.1 b. Cfr. Ansaldi (2006: 153-154). teseopress.com Giordano Bruno • 207 1. el orden necesario de la producción natural, que consiste en el despliegue de la forma como intelecto universal en la materia, la cual se individualiza a partir de su configuración, siguiendo el principio de la alternancia vicisitudinal. Cada individuo se distingue por la configuración particular que recibe, con un órgano que le permite desplegar su esencia específica; 2. el orden de las especies naturales, que consiste en el despliegue de parte de cada individuo de su propio órgano; 3. el orden moral o mundano que deriva de la utilización de estas configuraciones corporales. El hombre construye su mundo moral a partir del uso que despliega de sus facultades intelectuales y prácticas en la construcción de una civilización. La civilización nunca se presenta de modo completo, es un proceso dinámico que se construye a partir del despliegue que el hombre realiza de su propia naturaleza, adecuando su entorno. Esta dinámica da razón de la relación libertad-necesidad: en Dios ambas se identifican; en el hombre hay dos alternativas: de un lado, permanecer ignorantes y ociosos, del otro, investigar los principios naturales de las cosas y actuar para modificarlos. Este proceso se da en un marco de alternancia de contrarios, que describe los procesos de cambio en la historia. De este modo, encontramos períodos de grandes luces, con hombres intrépidos, activos y brillantes, y períodos de oscuridad, ignorancia y quietismo. 187 Del infinito (GA 369). 187 Cf. teseopress.com teseopress.com Consideraciones finales En las páginas precedentes hemos intentado presentar el concepto de potencia, tal como se despliega en las diversas dimensiones metafísicas, cosmológicas, antropológicas y político-históricas en los umbrales de la filosofía moderna en el pensamiento de Nicolás de Cusa y Giordano Bruno. En virtud de ello, presentamos, en primer lugar, la concepción metafísica de la potencia en el pensamiento temprano de Nicolás de Cusa. Allí quisimos mostrar la fundamentación de lo que es en tanto lo máximo, uno, absoluto, acto de toda potencia y necesidad. En el primer libro de De docta ignorantia veíamos que, dado que la razón humana no nos permite alcanzar lo máximo tal como es en sí, sólo es comprehensible incomprehensiblemente. Pero a partir de la capacidad de la mente para progresar numéricamente en la comprensión de lo real, podíamos retrotraernos a la unidad absoluta [absoluta unitas], que en tanto principio de todo número, es mínimo y al mismo tiempo máximo, es complicación de todo número. A partir de esta unidad es posible avanzar en el despliegue de la Trinidad de lo máximo en tanto el momento de igualdad [aequalitas] de la unidad y de unión de una y otra en la conexión [connexio]. Fue en los opúsculos de senectud donde encontramos un despliegue más importante del concepto de absoluto como potencia. Con la presentación del concepto possest el Cusano formula un enigma para la dirección de la especulación con vistas a la superación de la dualidad aristotélica entre acto y potencia: el possest nombra el principio fundante de toda actualización y de toda potencialidad dadas en el mundo, en tanto es complicación absoluta de todo. En la formulación del posse en el Compendium podíamos apreciar el valor sistemático que ocupa el pensamiento del poder en el Cusano: se trata del objeto de todo conocimiento humano, que se teseopress.com 209 210 • La concepción cusana de la potencia muestra en su semejante como aquello que fundamenta lo que conocemos. Hemos visto, sin embargo, que luego, en De apice theoriae, considera haber superado este concepto con el de posse ipsum. Este concepto implica también, como el possest, un enigma que orienta la especulación a lo absoluto como potencia de todo lo que es, pero lo hace retrotrayendo la mente a la unidad previa a todo, y creemos que en esto precisamente reside su valor. Puesto que la unidad expresa de mejor modo lo máximo, lo cual vemos en la insistencia respecto del axioma de que la unidad es todo lo que es, y sin la cual nada es, consideramos que el posse ipsum despliega el mismo valor ontológico que el possest (esto es, es todo lo que puede ser de modo complicado), pero de un modo más originario. A partir de esto, avanzamos, en segundo lugar, sobre la concepción cusana del universo. Allí quisimos evaluar de qué modo cada creatura es, en el universo, una unidad contracta en la que reluce la semejanza de lo máximo y, en tanto tal, expresa en la medida en que puede la potencia divina. La limitación que recibe el universo se da por la materia, que es posibilidad en un sentido pasivo, en tanto recibe las formas. Hemos visto, por otra parte, que el Cusano formula un conjunto de tesis acerca del universo que, si bien se basan en su metafísica, dan cuenta de una nueva concepción cosmológica: no existe un movimiento mínimo ni máximo, de modo que todo, incluidos los astros, se mueve; no hay límites, de modo que el universo es privativamente infinito o ilimitado; no hay centro, o cada punto del universo es un centro respecto de la totalidad. Luego de haber abordado los aspectos cosmológicos de la doctrina cusana de la potencia, consideramos el carácter dinámico de la humana mens y la caracterización del hombre en el cuerpo doctrinal del Cusano. Mostramos que Nicolás concibe a la mente humana en De coniecturis como creadora de un mundo conjetural, así como la mente divina lo es del real. En De mente caracteriza al hombre, en virtud del poder de su mente, como viva imago dei, pues el hombre, teseopress.com Consideraciones finales • 211 que es imagen de Dios, crea sus propias nociones, a partir de las cuales comprende lo real. En este sentido, Blumenberg observa que la antropología cusana está “empapada en el pensamiento del poder”,1 precisamente por la capacidad que el hombre tiene de, al ser imagen de Dios, crear, con la imaginación, nociones, las cuales le permiten conocer, a pesar de la inexactitud de todo conocer humano frente a lo divino. En última instancia, en el abordaje del Cusano, nos hemos ocupado de la teoría social que alberga una dinámica que aboga por la paz perpetua. La propuesta cusana nos ofrece la posibilidad de comprender la tarea de la realización del debate entre ritos, no como algo que pudiese concretarse de modo definitivo, sino como algo sólo posible a través de la disposición de los hombres en torno a esta actividad, al mismo tiempo que se comprende al hombre como imagen de la potencia infinita divina, en el cual resplandece la virtud de su Creador, que lo lleva a querer alabarlo en diversos ritos. El Cusano insistía en el valor de la diversidad pues, cuanto más diversamente se expresa, más cercano se encuentra a la verdad. Con estos elementos en lo que concierne a las diferentes dimensiones del concepto de potencia en Nicolás de Cusa, abordamos su estudio en el pensamiento de Giordano Bruno, buscando la continuidad y ruptura respecto del Cusano. Así, al estudiar la concepción metafísica de la potencia en los diálogos londinenses mostramos que en el universo la potencia divina se actualiza totalmente, de modo que todo lo que es, es en la unidad eterna e infinita. Ahora bien, esta unidad es un simulacro de la primera unidad divina, que ya no sólo es inabarcable, sino que ni siquiera resulta objeto de 1 Cf. Blumenberg (2008: 507). teseopress.com 212 • La concepción cusana de la potencia la filosofía: el Dios causa es objeto de la revelación.2 Pudimos, en este sentido, advertir que la unidad máxima que despliega la totalidad de lo real es el único interés del filósofo, porque es lo único que lo afecta, no siendo la verdadera fuente de todo lo que es de interés para quien quiere conocer la conformación de lo que existe. Es en esta unidad universal, y no en una dimensión ab-soluta (desvinculada) trascendente, donde Bruno encuentra la identidad de acto y potencia en simplísima unidad. Podemos considerar que en el despliegue cusano de la concepción del possest se distingue el principio trascendente de toda potencia y acto, que es Dios, y es lo único que es lo que puede ser, de la existencia finita de los seres del universo, que pueden no ser lo que son; sin embargo, ya en esta noción cusana de la indistinción de acto y potencia vemos que el principio de todo ser y poder ser impregna el universo, como señala Hua Li,3 de la vida de Dios. En cuanto a la conceptualización nolana del universo, si bien Bruno, como el Cusano, también lo caracteriza como semejanza, imagen o simulacro de lo absoluto, considera, no obstante, que al ser imagen de lo potentísimo, es también potentísimo. Y, su potencia se muestra de modo activo en la materia, que no recibe un carácter meramente pasivo, sino activo, pues es todo en todo. De este modo apreciamos la proximidad y la distancia que se establece entre ambos autores, dado que, si consideramos que en el Cusano el intelecto era todo en todo, para Bruno lo es la materia. Esto nos parece fundamental para entender la diferencia entre la concepción del universo de ambos autores. Nos podemos en este punto plantear la siguiente pregunta: ¿la homo- 2 3 Consideramos al respecto muy valiosa la analogía que Bruno nos propone con Helena retratada por Apeles, y con Apeles el pintor, que es la causa del retrato de Helena. Así como no podemos conocer a Apeles a partir del retrato de Helena, menos podemos conocer a Dios, que es causa infinita, por su efecto, que es el universo, sino en medida de sombra, simulacro, vestigio o enigma. Li (2013: 158): “Das Universum ist von Gottes Leben durchgedrungen.”. teseopress.com Consideraciones finales • 213 geneidad de la materia y la necesidad de la acción divina, conceptos claves de la concepción del universo en Bruno, existen en la doctrina cusana de modo efectivo, o al menos, sugeridas? Hemos visto que el Cusano equipara a la Tierra con las estrellas, lo cual supone la aceptación implícita de una homogeneidad en el ámbito de los astros. Si bien el Cusano no desarrolla esta cuestión, la formulación de su metafísica lleva ya implícito el quiebre de la separación entre mundo supralunar y mundo sublunar. Respecto de la necesidad de la acción divina, hemos visto que es una característica central que se establece no sólo respecto del maximum absolutum, en la temprana metafísica cusana, sino también en el possest y en el posse ipsum: es, pues, un rasgo distintivo de lo absoluto el que su querer y su hacer se identifiquen en la absoluta necesidad. Pero no, como ocurre en Bruno, en el ámbito del universo, ya que en lo contracto toda posibilidad se encuentra determinada. Ante la pregunta que encontrábamos en Blumenberg,4 acerca de si la infinitud del universo en Bruno suplanta a la divinidad, debemos decir que entendemos que la conceptualización bruniana del universo como una divinización de la naturaleza; ahora bien, esto no implica que el universo suplante a Dios, sino que adquiere una autonomía ontológica que le permite tener los atributos que en la doctrina cusana eran reservados a la divinidad: infinitud, eternidad, coincidencia de los opuestos. Por lo que se refiere a la conceptualización de Giordano Bruno respecto del hombre, en primer lugar advertimos su importante distancia en lo que se refiere a su lugar específico en el universo, aunque no lo sea en cuanto a su productividad, dado que Bruno entiende al hombre como un componente más de la naturaleza. No obstante, el hombre es capaz de ascender a la contemplación de lo absoluto y la comprensión de su propio lugar en el universo. El hombre dispone de la potencia de su intelecto y sus manos para, 4 Cfr. Blumenberg (2008: 26). teseopress.com 214 • La concepción cusana de la potencia como veíamos, modificar su entorno, construir conceptos, ideas, científicos y filosóficos, pero también usar herramientas y construir edificios. Tiene, por tanto, la potencia de modificar la naturaleza y construir, a la manera de un segundo dios, una segunda naturaleza. Así como, también, el ser humano es capaz de comprenderse a sí en la universalidad de la naturaleza, en tanto una segunda divinidad, tan significativa como la primera, dado que todo es afectado por la alternancia de los contrarios. A partir de lo abordado en lo referente a la consideración bruniana respecto del hombre como integrante de la naturaleza, mostramos un sentido en el cual el hombre puede modificar el curso de la historia que él integra, de modo que encontramos: a) un orden natural, en el que se despliega necesariamente el efecto de la absoluta potencia divina; b) un orden que procede del producto que cada especie realiza a partir de lo que la individualiza como tal (en el caso del hombre, el intelecto y las manos); c) un orden moral, resultado del efecto de los productos especulativos y prácticos del hombre en la naturaleza, que dan lugar a una segunda naturaleza o civilización. Con esto, hemos querido poner de manifiesto el carácter dinámico de la propuesta filosófica del Cusano y del Nolano, y el modo en que, en los albores de la modernidad, y en contextos históricos diversos, ubican como uno de sus focos de preocupación la problemática de la potencia. No obstante sus diferencias, entendemos que son dos pensadores que ofrecen perspectivas similares y en diálogo con una tradición que abreva de fuentes neoplatónicas. A pesar de los destinos diversos que tomaron sus vidas, el Cusano y el Nolano son filósofos afines por sus doctrinas metafísicas y cosmológicas, y si tuvieron diferencias en su visión del mundo y de la religión, consideramos que en ambos primó el interés por mostrar la potencia del hombre en su comprensión de sí mismo y de la unidad absolutamente potente. teseopress.com Bibliografía Fuente Fuentes primarias Giordano Bruno ___. De la causa.: De la causa, principio et uno, a cura di G. Aquilecchia, Einaudi, Torino 1973 (A) ___. Dialoghi italiani, nuovamente ristampati con note da Giovanni Gentile, terza edizione a cura di G. Aquilecchia, Firenze, Sansoni 1985 (=GA) ___. La cena: La cena de le ceneri, a cura di G. 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