Lengua, nación y Estado: representaciones de la cultura lingüística en la normativa legal del primer y del segundo gobierno de Juan D. Perón (1946-1955) Mara R. Glozman maraglozman@hotmail.com I. PRESENTACIÓN En esta comunicación presentamos los resultados finales del proyecto de investigación “El concepto de nación en las leyes lingüísticas del primer peronismo (1946-1955)”, llevado a cabo bajo la dirección del Prof. Roberto Bein, en el marco de una adscripción a la Cátedra de Sociología del Lenguaje (FFyL-UBA). En este trabajo nos proponemos dar cuenta no solo de los resultados del proyecto sino también de las reformulaciones y ampliaciones que debieron realizarse en el transcurso de la investigación. Con tal fin, dividimos la comunicación en dos partes. En la primera incluimos los objetivos, hipótesis y corpus del proyecto inicial para luego revisarlos críticamente. En la segunda parte, exponemos los resultados alcanzados. II. EL DESARROLLO DEL PROYECTO A. RESUMEN DEL PROYECTO INICIAL Presentación y objetivos. El proyecto inicial proponía un estudio de la legislación político-lingüística del primer período peronista, esto es, de los dos primeros gobiernos de Juan. D. Perón (1946-1955) a partir de un eje temático central: el análisis del concepto de nación en esa legislación. Los objetivos principales del trabajo consistían en el estudio de la política lingüística estatal del período mencionado, particularmente a la luz de las modificaciones observables en cuanto al papel del Estado y a la extensión del alcance de su intervención en distintos ámbitos económicos y sociales. Además, la investigación se proponía analizar las representaciones sociolingüísticas plasmadas en los textos que constituían el corpus de análisis. La elección de textos legislativos para el análisis se vinculó principalmente con el estatuto de la legislación, puesto que esta se presenta como un instrumento central de las políticas estatales. Constitución del corpus. Inicialmente el corpus estaba conformado por textos normativos vinculados con los siguientes ámbitos de intervención: educación y cultura, inmigración y entorno lingüístico, e incluía, además de las secciones de Educación y Cultura de los Planes Quinquenales de la Nación y de la Constitución Nacional de 1949, Planes y Programas de estudio de Castellano, Literatura, Latín y Lenguas extranjeras. Hipótesis iniciales. 1. En la normativa lingüística del período se manifiesta una política de defensa y promoción de la variedad lingüística argentina. 2. En los textos legislativos la lengua es caracterizada a partir de una función integradora y cohesiva. 3. Entre el Primer Plan Quinquenal y el Segundo Plan Quinquenal hay un cambio en las representaciones del llamado “idioma nacional”. Metodología y plan de actividades. Inicialmente, establecimos tres etapas de investigación para el corpus planteado. En primer lugar, la búsqueda de legislación lingüística, que llevamos a cabo mediante el procedimiento de palabras clave en bases de datos sobre legislación y en los Anales de legislación. En segundo lugar, la complementación con otros documentos (planes y programas de estudio, entre otros) y la contrastación de otros documentos con sus respectivos antecedentes. Esto abarca tanto los planes y programas de estudio como la legislación lingüística general. Finalmente, la etapa de análisis, compuesta por dos líneas metodológicas: análisis con metodología glotopolítica para la legislación lingüística y técnicas del Análisis del Discurso, particularmente lexicología no cuantitativa y teorías de la enunciación. B. REFORMULACIONES Y AMPLIACIONES AL PROYECTO INICIAL Hipótesis iniciales Las primeras dos hipótesis iniciales incluidas en el apartado anterior no contemplaban políticas lingüísticas diferenciadas entre el primero y el segundo gobierno de Juan. D. Perón. En un comienzo, ambos gobiernos fueron considerados como un solo período integral, desde 1946 hasta 1955. Sin embargo, se pudo comprobar que en el primer gobierno de Juan D. Perón no hubo una política de defensa ni promoción de la variedad argentina. Además, la caracterización de la lengua como uno de los elementos que constituyen la unidad nacional aparece recién en una segunda etapa, ligada a la conformación del Segundo Plan Quinquenal. En el primer gobierno, en cambio, la función cohesiva e identitaria en términos de unidad nacional aparece vinculada a la cultura folklórica antes que a la lengua. Con respecto a la última de las hipótesis inicialmente presentadas, se puede afirmar que existe un cambio en las representaciones de la lengua. En este sentido, mientras que en el Primer Plan Quinquenal hay una continuidad con relación a la tradición hispánica, en el Segundo Plan Quinquenal se pone en marcha en el plano de las representaciones una construcción de la lengua como espacio de constitución de la soberanía nacional, entendida como autonomía nacional (ver punto IV, “Resultados”). Corpus y materiales Los Planes Quinquenales funcionaron como orientación para la búsqueda de textos normativos y materiales complementarios, no incluidos en el proyecto inicial. a. Textos normativos Detallamos a continuación el tipo y número de norma incorporada al corpus inicial, se trata de Leyes, Decretos y Programas de estudio del nivel medio que no habían sido considerados en la formulación del proyecto de adscripción. Segundo Plan Quinquenal. Fue necesario buscar otra versión del Segundo Plan Quinquenal. La versión que se había tomado en la etapa inicial del proyecto, publicada en 1954 en formato de libro1, no estaba comentada. La segunda versión incorporada incluye el discurso pronunciado por Raúl Mendé, secretario de Asuntos Técnicos y responsable de la confección de la Ley, en la presentación oficial del Plan Quinquenal en el Congreso de la Nación. Por ello, esta versión permite analizar la fundamentación del proyecto de Ley. Normas regulatorias para las Academias Nacionales. La política cultural no formaba parte, como ámbito de intervención, del proyecto inicial. Solo se incluían en el corpus los fragmentos correspondientes de los Planes Quinquenales. Dentro de este ámbito se amplió el corpus con el agregado de textos normativos no específicamente lingüísticos pero que aparecían como parte de la polémica entre el gobierno y la Academia Argentina de Letras y que en la historia de esta Academia resultan importantes. Se incluyeron, pues, la Ley de Creación del Senado Académico (1948), la Ley 14007 (1950) y el Decreto 7500/52. Estos últimos regulan el funcionamiento de las Academias Nacionales y generaron la renuncia del Presidente y del Secretario General de la Academia Argentina de Letras. Programas de estudio. Agregamos programas escolares de todas las materias del área lingüístico-literaria correspondiente al nivel medio, particularmente del bachillerato: castellano, literatura, latín, idiomas extranjeros. 1 2° Plan Quinquenal de la Nación, Buenos Aires, Hechos e Ideas, 1954. b. Materiales complementarios Para analizar los discursos circulantes fue necesario rastrear qué ideas sobre el lenguaje circulaban en la coyuntura y ver qué otros lineamientos, no oficiales, de políticas lingüísticas, existían. Para ello, incluimos en el análisis los siguientes materiales: Discurso de Perón pronunciado en homenaje a Cervantes en la Academia Argentina de Letras el 12 de octubre de 1947. Periódicos peronistas. Incorporamos particularmente las ediciones de septiembre y octubre de 1954 de Mundo Peronista, El Laborista, Crítica, Noticias Gráficas, La Época. Diarios de sesiones parlamentarias: debates parlamentarios de las leyes del corpus, particularmente de los Planes Quinquenales de la Nación y de la Ley 14. 007. III. RESULTADOS ENCONTRADOS Los Planes Quinquenales, por su importancia, se tomaron como punto de partida y articulación de la investigación en su conjunto. A partir de ellos surgieron varias direcciones de investigación, más específicas, bien por el período que involucran, bien por el ámbito de intervención. Por un lado, expresan dos etapas en la política lingüística del primer peronismo que coinciden con la renovación del mandato de Juan D. Perón. Por el otro, articulan los distintos ámbitos de intervención glotopolítica: educación, inmigración, política cultural. Hemos podido distinguir dos etapas en la política lingüística del período, según distintos ejes de análisis: las concepciones sobre la lengua que emergen en los textos normativos, la función que se le otorga a la lengua y la orientación glotopolítica de la intervención, esto es, cuáles son los objetivos explicitados en las normas legales (conservar, defender, difundir la lengua nacional, entre otros). Primera etapa: políticas lingüísticas de conservación En la primera etapa, que comienza con la asunción de la primera presidencia de Perón y tiene su expresión más cabal en el texto del Primer Plan Quinquenal, podemos identificar en la normativa legal una orientación conservadora de la intervención glotopolítica del gobierno nacional que se cristaliza en políticas de defensa de las variedades lingüísticas. Esta política de defensa se presenta en términos duales. Por un lado, la defensa de los idiomas americanos y, por el otro, representaciones sociolingüísticas que remiten a la tradición del purismo hispánico que reconoce como centro del idioma a España. Postulamos que no se trata de una tensión o de una contradicción sino de un discurso que permite articular la construcción de una identidad cultural y lingüística nacional, es decir, argentina, con una inclusión en el mundo hispánico como espacio cultural y lingüístico de pertenencia de la nación argentina. En este sentido, la organización textual de la sección “Cultura” del Primer Plan Quinquenal resulta significativa. La “cultura nacional” se presenta a partir de dos clases o tipos de prácticas culturales, que se pueden distinguir según su origen. Por una parte, existe una cultura heredada de España, dentro de la cual los elementos más destacados son la lengua y la religión. Por otra parte, hay una cultura autóctona argentina, conformada por elementos populares folklóricos, en los que confluyen la poesía gauchesca y las lenguas indígenas. Respecto del primer tipo de cultura hay una política explícita de conservación, hacia la segunda serie de elementos culturales, se propone, además, una política de difusión. Esta segunda serie es lo que permite constituir una cultura propiamente argentina pues es lo que diferencia a la “cultura nacional” de otras manifestaciones culturales hispánicas y, consecuentemente, se le asigna una función cohesiva, integradora. En esta segunda serie se inscriben las “lenguas indígenas” o “idiomas americanos”, elementos culturales cuya promoción y defensa forman parte de las funciones del Ministerio de Educación. Con respecto al “idioma nacional”, no se plantean modificaciones significativas con relación a la tradición previa: la lengua se considera una herencia de la conquista española. En este sentido, el discurso pronunciado por el presidente Perón el 12 de octubre de 1947 en la Academia Argentina de Letras, titulado “La fortaleza de nuestra raigambre hispánica” condensa la orientación político lingüística de los primeros años de su gobierno. A través de las representaciones hispanistas de la lengua, de la construcción épica de la conquista española de América Latina y de la designación de España como la “Madre Patria” se genera un efecto de comunión entre el discurso gubernamental y las orientaciones glotopolíticas de la Academia Argentina de Letras. El discurso de Perón fue incluido en un número especial de los Boletines de la Academia, dedicado a la sesión de Homenaje a Cervantes, realizada en la sede de la Institución el 12 de octubre de 1947 en conmemoración al llamado “Día de la Raza” y el aniversario de la muerte de Cervantes. Esta cercana relación del gobierno peronista con la Academia Argentina de Letras llegará a su fin pocos años más tarde con la implementación de la Ley de Regulación de las Academias Nacionales (Ley 14007, de 1950, y Decreto 7500/52). Segunda etapa: variedades lingüísticas y soberanía nacional El Segundo Plan Quinquenal presenta un punto de inflexión no solo en relación con el primer gobierno de Juan D. Perón sino también en comparación con la legislación precedente. Respecto de la concepción de cultura, en este Segundo Plan ya no aparece la distinción entre los dos tipos de cultura, pues no se menciona la cultura heredada por España y el idioma nacional se aleja de la representación hispánica. El distanciamiento de la representación hispánica de la lengua y la distinción entre la variedad “oficial” del español, asociada en el texto con la Real Academia Española, y la variedad lingüística “nacional” constituyen los rasgos más sobresalientes de los cambios en la orientación de la política lingüística gubernamental. En los textos normativos que el Segundo Plan articula, lengua, soberanía – política, económica y cultural– y justicialismo conforman los ejes del proyecto de unidad nacional que se plasma en la legislación lingüística. La lengua se presenta en este marco como un ámbito de intervención política cuya configuración forma parte de la nueva coyuntura sociopolítica y del proyecto de constitución de la unidad nacional. En esta segunda etapa se incluyen, entre otras, leyes educativas que regulan los contenidos de los libros de texto escolares. La función integradora con la que se caracteriza la lengua en el Segundo Plan Quinquenal aparece también en los requisitos para la nacionalización por opción (Ley 14.354; 1954). La incorporación de conocimientos de idioma nacional para la naturalización por opción –junto con el conocimiento de “la organización política y social de la Nación, así como de su historia y geografía”– da cuenta de ello. Con respecto a las lenguas en la educación, en los objetivos específicos del Segundo Plan Quinquenal se manifiesta la obligatoriedad de la adaptación de los programas de estudio a los contenidos enunciados en el texto legal. Así, en 1953 se incorporan al programa de Castellano para el bachillerato el diccionario de argentinismos y la noción de configuración nacional de la lengua, no presentes en el programa equivalente de 1949. Asimismo, las modificaciones introducidas en relación con los libros de texto para la escuela media manifiestan una ampliación de la nacionalización de los contenidos –ya presente desde 1942, es decir, desde antes del gobierno peronista– y su vinculación con la nueva coyuntura política. Son dos los textos normativos que intervienen en este sentido: la Ley 14.126, que establece la incorporación de La razón de mi vida, de Eva Duarte de Perón, como texto de lectura obligatoria, y el Decreto 6781/55, que prescribe los requisitos de aprobación de los libros de texto para la escuela media. Entre las asignaturas que deben incluir reformulaciones en este sentido se encuentra Castellano. En ambas normas se presentan especificaciones particulares para los libros de idiomas extranjeros. En el Segundo Plan Quinquenal no se trata específicamente de la promoción de la variedad argentina, tal como se proponía en las hipótesis iniciales, sino de otorgar legalidad, y legitimidad, al poder gubernamental para intervenir en el ámbito lingüístico, a través de los dos objetivos principales del apartado “cultura lingüística”: la configuración nacional de la lengua y la creación de una Academia Nacional de la Lengua, que se dedique a confeccionar el Diccionario Nacional. La inclusión de objetivos lingüísticos en el Segundo Plan Quinquenal genera posiciones polémicas durante el debate parlamentario, que se concentran en la aceptación o el rechazo de la posibilidad de que las instituciones políticas intervengan en el campo lingüístico. La posición del bloque minoritario, que rechaza la intervención estatal en el plano lingüístico, se fundamenta en una concepción liberal y autonomista del lenguaje. IV. REFLEXIONES FINALES Entre el Primer y el Segundo Plan Quinquenal hemos podido distinguir transformaciones significativas respecto de las concepciones de lengua y de cultura. En el Primer Plan Quinquenal, si bien hay una valoración de las lenguas de los pueblos originarios, dominan las representaciones hispánicas de la lengua y el vínculo con un espacio lingüístico mayor: la comunidad hispanoamericana, cuyo centro cultural es España. En el Segundo Plan, en cambio, la lengua aparece como uno de los elementos que conforman un espacio simbólico de soberanía nacional y el Estado argentino se consideras soberano para intervenir sobre la lengua. Además, hemos podido distinguir transformaciones en las modalidades de intervención: el Estado conservador deviene un Estado competidor en el monopolio de las políticas lingüísticas. En este marco se insertan los avances del Poder Ejecutivo en el ámbito de las instituciones culturales tradicionales, como las Academias Nacionales. La normativa legal que reglamenta el funcionamiento de las academias científicas y culturales, la ley 14. 007 (1950) y el decreto 7. 500/52, otorga un lugar central al gobierno nacional en la organización de estas instituciones. Ante la división dicotómica del campo político, social y cultural, las Academias Nacionales quedan asociadas, en el discurso gubernamental, a los espacios oligárquicos y elitistas de conformación cultural tradicional. A partir de las conclusiones obtenidas en esta investigación, restaría por estudiar la articulación de las políticas lingüísticas con otros lineamientos de políticas culturales durante el período 1946-1956 e incluir en el corpus de análisis documentos políticolingüísticos de otros aparatos estatales, tales como la Academia Argentina de Letras.