Ramona Maneiro confiesa que ayudó a morir a Ramón Sampedro La revelación se produce siete años después de la muerte del tetrapléjico sonense, cuando el delito ya ha prescrito. Lunes, 10 de enero de 2005. EUROPA PRESS Ramona Maneiro, amiga del tetrapléjico Ramón Sampedro, ha reconocido para que dejen de especular que fue ella quien le dio el vaso con una solución de agua con cianuro, que le causó la muerte. Pongo en el vaso la cantidad de agua que él me decía y le echo aquella cantidad de cianuro en el vaso, le pongo la pajita y se lo pongo donde él quería ha explicado. En declaraciones a 'El programa de Ana Rosa', de Telecinco, se ha lamentado de que el tetrapléjico no tuviera "la muerte ideal de la que hablaba tanto" debido al sistema elegido ya que ella ha reconocido que seguramente sufrió en sus últimos momentos. Maneiro ha relatado que Sampedro "se despidió de una serie de gente. Les decía que se marchaba de viaje y eso fue lo que me quedó a mí". Respecto al momento de preparar la mezcla letal de agua y cianuro, ha dicho: "hago una serie de reparticiones con el cianuro que tenía allí, el vaso en la cocina con la cantidad de agua que él me decía y le echo aquella cantidad de cianuro en el vaso, le pongo la pajita y se lo pongo donde él quería. Yo me quedo allí, detrás de la cámara, y al final me dijo: 'después de que yo beba no me des un beso en los labios". La amiga del tetrapléjico cuya historia es ahora mundialmente conocida a través del cine, ha admitido que "a lo mejor" no se trató de "la muerte ideal de la que él hablaba tanto". En este sentido, ha contado que ella misma no pudo resistir presenciar los últimos momentos de Ramón Sampedro y abandonó la habitación. "Yo estaba detrás de la cámara, y hasta que me miraba y nos mirábamos estuve allí -ha insistido-. Yo pensaba que al cerrar los ojos se dormiría, como siempre se pensó. No sé quien le aconsejó", ha dicho expresando sus dudas sobre el método elegido. En este sentido, ha reconocido que cree que sí sufrió en el momento de su muerte. "Me tuve que escapar al cuarto de baño”. Cuando cerró los ojos y ya dejó de mirarme, esperé un ratito y yo no podía soportarlo. De hecho dijeron que se escuchaban (en el vídeo que se grabó con su muerte) unos gemidos o algo. Yo lo único que le decía era 'hasta luego cariño' y cosas así", ha recordado. Reflexionando sobre su acto, Maneiro ha dicho: "No soy un samaritana ni una Teresa de Calcuta" y ha agregado que en su vida estar con Ramón fue una de las dos cosas que hizo por amor, además de tener a su hijo. "Siempre estará en mi corazón", ha afirmado. Ramona Maneiro fue señalada desde el primer momento como la persona que podría haber ayudado a Sampedro a morir, pero nunca lo confirmó. Fue detenida y puesta después en libertad sin cargos porque nunca hubo pruebas contra ella, aunque siguió imputada por un delito de "cooperación necesaria al suicidio". Según fuentes jurídicas, el delito del que podría acusarse a Maneiro, habría prescrito.