CARLO GOLDONI (1707/1793) Nacido en Venecia, tras abandonar

CARLO GOLD ONI (1707/1793) Nacido en Venecia, tras abandonar los estudios de filosofía escolástica y medicina,
inicia Derecho en Pavía, tras varios avatares y la muerte de su padre, se licencia en
1731 en Padua y comienza su carrera de abogado en Venecia. Tiene que huir a Milán a
causa de un affaire amoroso y de vuelta a Venecia en 1734, inicia paralelamente a su
profesión, su prolífica carrera de autor dramático.
Durante los 14 años siguientes, alterna su labor de abogado con las primeras obras de
teatro. Es un periodo preparativo en su carrera, contrae matrimonio y por nuevas
complicaciones y apuros, ha de alejarse de nuevo por tierras de Romaña, Toscana y
Pisa.
De regreso a Venecia, inicia su periodo de madurez y frenética actividad creativa,
donde arranca su Reforma del Teatro, eliminando la influencia de la Commedia dell’Arte
e iniciando la nueva comedia burguesa. Al compás de sus coetáneos del periodo de la
Ilustración, este giro supone la liquidación definitiva del arte cortesano en el
pensamiento, la pintura, la ópera, la literatura, …, a la par, que anuncia el final del
antiguo régimen absolutista.
En este, su último periodo en Venecia, que abarca desde 1748 al 62, es cuando su teatro
de caracteres logra su cenit, pese a la encarnizada rivalidad con el abate Chiari y sobre
todo con Carlo Gozzi.
Al ser contratado para dirigir el Théâtre Italien de Paris, se instala en la capital francesa
hasta el final de su vida. Tras dos años de frustrada actividad teatral (su misión era
revitalizar aquel teatro que él había superado), se traslada a Versalles, donde da clases
de italiano a la hija de Luis XV y se le asigna una pensión vitalicia; de regreso a París
escribe nuevas comedias, sin lograr el esplendor de su último periodo veneciano.
Retorna a Versalles, esta vez las clases son impartidas a las hermanas de Luis XVI.
En sus últimos años coincide su inactividad con las turbulencias políticas de la
Revolución francesa, a raíz de la cual, es suprimida su pensión; curiosamente, le es
restituida el mismo día de su fallecimiento.
Dos rasgos esenciales definen a este escritor veneciano: fue el reformador del teatro
italiano y su considerado “feminismo”.
Respecto a lo primero, logró elevar la comedia al rango de arte, dotando de
consideración y respeto, ya que en la anterior etapa, el barroco, solamente la tragedia
era digna de ser representada y elogiada (exceptuando a Molière, claro). Así mismo,
fue despojando al teatro, de tradición italiana, denominado Commedia dell’Arte de sus
máscaras y estereotipos. Por un lado, se distanció de los grandes temas y personajes
mitológicos e históricos del Barroco, por otro, de las bufonadas tan manidas de sus
paisanos, creando un teatro con personajes imitando a personas reales y situaciones de
la vida cotidiana. Representa una de tantas manifestaciones artísticas o filosóficas del
siglo de las luces, del nacimiento del teatro y el arte burgués.
Esta nueva visión del personaje-persona con sus rasgos psicológicos, sus pasiones, sus
debilidades, es especialmente sobresaliente en el tratamiento de los personajes
femeninos, dotándolos de autonomía propia, tanto en el plano formal, como moral,
dignificando y elevando el peso de la mujer en sus dramas y en su concepción dentro
de la sociedad. De forma similar a George Cukor, el cineasta americano (llamado
“director de mujeres”), Goldoni sabe retratar como pocos el perfil psicológico de la
mujer en pleno siglo XVIII.