A LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DEL GOBIERNO CANARIO Don ……, mayor de edad, con D.N.I. …… y domicilio en ……, calle ……, ante la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias. (Dirección Territorial) comparece y como mejor proceda en derecho DICE Que a medio del presente escrito, y al amparo de lo previsto en el artículo 70 y siguientes de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, formulo la SOLICITUD que se contienen en el cuerpo del mismo, que se basa en los siguientes HECHOS PRIMERO.- El/la dicente es Funcionario de Carrera/Interino perteneciente al Cuerpo de Maestros/Secundaria que presta servicios para la Consejería de Educación del Gobierno Canario con destino en el CEIP/IES/ADULTOS/EEOOII_________________________. SEGUNDO.- Que la Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público, reconoce el derecho del empleado público al percibo de dos pagas extraordinarias, que forman parte de las retribuciones básicas. Estas dos pagas extras vienen cuantificadas tanto en la Ley 2/2012, de 29 de junio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2012, como en la Ley 12/2011, de 29 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2012. TERCERO.- Que en fecha 15 de Julio de 2012 entra en vigor el Real Decreto Ley 20/2012 (BOE de 14 de Julio de 2012), cuyo artículo 2 acuerda suprimir la paga extraordinaria correspondiente al mes de Diciembre de 2012. CUARTO.- Que en la nómina correspondiente al mes de Diciembre de 2012, el/la dicente no ha percibido la paga extra correspondiente a este mes. QUINTO.- Que el/la compareciente, en su condición de empleado público ha visto no ya solo congeladas, sino incluso disminuidas sus retribuciones desde el año 2010 hasta la actualidad a través de las siguientes disposiciones legales: a.- El Real Decreto-Ley 08/2010, de 20 de mayo, por el que se adoptan medidas extraordinarias para la reducción del déficit público, que reduce el conjunto de las retribuciones de todo el sector público en un 5% en términos anuales respecto a las vigentes a 31 de mayo de 2010. b.- La Ley 39/2010, de 22 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2011. c.- Tanto en la Ley 2/2012, de 29 de junio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2012, como en la Ley 12/2011, de 29 de diciembre, de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma de Canarias para 2012, se congelan las retribuciones. Todo ello sin tener en cuenta la influencia del aumento anual experimentado por el IPC. QUINTO.- Entiende el/la compareciente que el artículo 2 el Real Decreto Ley 20/2012 es inconstitucional y, en consecuencia, tiene derecho a percibir la paga extra no abonada, en base a los argumentos que se ofrecen a continuación. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO.- Las razones que se presentan para acordar las medidas contenidas en Ley 20/2012, se basan primordialmente, según explica su Exposición de Motivos, en la necesidad de cumplimiento de las medidas de ajuste fiscal que son “imprescindibles en este momento como refuerzo de las ya incluidas en la última Actualización del Programa de Estabilidad y crecimiento 2012-2015 para garantizar que España cumple rigurosamente sus compromisos fiscales dentro del marco de Déficit Excesivo establecido por la Unión Europea. Más concretamente, la medida de supresión de la paga extra de Diciembre de 2012 se justifica con la siguiente argumentación: “La actual coyuntura económica y la necesidad de reducir el déficit público, sin menoscabar la prestación de los servicios públicos esenciales, hace necesario mejorar la eficiencia de las Administraciones Públicas en el uso de los recursos públicos, con objeto de contribuir a la consecución del inexcusable objetivo de estabilidad presupuestaria, derivado del marco constitucional y de la Unión Europea. El Gobierno ya ha adoptado medidas de contención de gastos de personal. Así, el Real Decreto-ley 20/2011, de 30 de diciembre, de medidas urgentes en materia presupuestaria, tributaria y financiera para la corrección del déficit público, establece que en el año 2012, las retribuciones del personal al servicio del sector público no podrán experimentar ningún incremento respecto a las vigentes a 31 de diciembre de 2011. Igualmente, durante el ejercicio 2012 no se podrá realizar aportaciones a planes de pensiones de empleo o contratos de seguro colectivos que incluyan la cobertura de la contingencia de jubilación. Por otro lado, a lo largo del ejercicio 2012 no se procederá a la incorporación de nuevo personal, salvo la que pueda derivarse de la ejecución de procesos selectivos correspondientes a Ofertas de Empleo Público de ejercicios anteriores, limitación que también alcanza a las plazas incursas en los procesos de consolidación de empleo previstos en la disposición transitoria cuarta del Estatuto Básico del Empleado Público, si bien la congelación de la oferta de empleo público no será de aplicación determinados sectores y administraciones en los que la tasa de reposición se fija en el 10 por ciento. Además, fija la jornada de trabajo del sector público estatal en treinta y siete horas y media semanales de trabajo efectivo de promedio en cómputo anual. La Ley 2/2012, de 29 de junio, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2012 incide en estas mismas medidas. En la actualidad, el proceso de consolidación fiscal y de sostenibilidad de las cuentas públicas exige de las Administraciones Públicas continuar adaptando una serie de medidas extraordinarias y cuya adopción debe ser urgente, dirigidas a racionalizar y reducir el gasto de personal de las Administraciones Públicas y a incrementar la eficiencia de su gestión. El Programa Nacional de Reformas 2012 es el marco en el que se debe comprender este proceso de modernización y racionalización de las Administraciones Públicas, como complemento a los ajustes exclusivamente fiscales y la reducción de estructuras administrativas. Se deben adoptar medidas que ahorren gastos de personal e, incrementen la calidad y productividad del empleo público. Por ello, se adoptan diversas medidas que avanzan en la optimización de recursos, la mejora en la gestión y en la transparencia de la Administración y el incremento de la productividad de los empleados públicos. Se trata por tanto de acometer una serie de reformas cuya necesidad es extraordinaria, dada la propia naturaleza de esta crisis y efectos sobre la economía, el mercado de trabajo y las finanzas españolas, y urgente por la celeridad con que se deben acometer las reformas estructurales en nuestro sistema de empleo público que contribuya a reforzar tanto la garantía de cumplimiento de los compromisos adquiridos por España en materia de gasto público y déficit como la mejora de la eficiencia, productividad y competitividad de nuestra economía. Se trata de medidas que se deben adoptar de manera conjunta para ofrecer un cambio estructural y coherente que permita, contemplado en su totalidad, la satisfacción de los mencionados objetivos de austeridad y eficiencia en las Administraciones Públicas. Muchas de estas medidas, aparecen recogidas en los Planes EconómicoFinancieros de Reequilibrio 2012-2014 de las Comunidades Autónomas aprobado en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera. El presente Real Decreto-Ley adopta una serie de medidas que persiguen la consecución de los efectos indicados.” Se pretende, por tanto, con la decisión de supresión de la paga extra, contribuir a la reducción del déficit público a través de privar al compareciente de la retribución a la que tiene derecho legalmente y que forma parte de su salario anual, que constituye la base de su subsistencia. Conviene recordar, en este sentido, que la paga extraordinaria viene configurada legalmente como salario básico y que su cuantía constituye una parte significativa de la retribución anual. A nuestro juicio, la medida en discusión resulta inconstitucional pues vulnera los siguientes preceptos de la Constitución Española: a.- El artículo 9.3 de la Constitución garantiza, entre otros, el principio de la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales y el de seguridad jurídica. La supresión de la paga extra supone, por un lado, la quiebra de la seguridad jurídica, pues frustra las expectativas fundadas de percibir la retribución total anual prevista tanto en el Estatuto Básico del Empleado Público, como en las distintas Leyes de Presupuestos Estatales y Autonómicas, y su supresión puede originar o acentuar las dificultades para subsistir dignamente y comprometer el cumplimiento de las obligaciones de todo tipo contraídas por el/la compareciente. Por otro lado, supone la quiebra del principio de irretroactividad de las normas, pues el Real Decreto Ley 20/2012, a pesar de adquirir vigencia el día 15 de Julio de 2012, extiende su efecto a periodos anteriores a esta fecha, afectando a derechos retributivos del compareciente generados en el periodo comprendido entre el día 1 de Junio y el 14 de Julio de 2012, ambos inclusive. A este respecto, el Tribunal Constitucional en su Auto 184/2011, al analizar la constitucionalidad de la reducción de retribuciones impuesta por el Real Decreto Ley 8/2010, de 20 de Mayo, señala que su artículo 1 no constituye una vulneración de los derechos económicos adquiridos por los funcionarios, porque “afecta a derechos económicos aún no devengados por corresponder a mensualidades en las que aún no se ha prestado el servicio público y, en consecuencia, no se encuentran incorporados al patrimonio del funcionario, por lo que no cabe hablar ….. de una regulación que afecta retroactivamente a derechos ya nacidos”. A sensu contrario, en el presente caso la supresión de la paga extra, en la proporción generada en el periodo anteriormente señalado, debe entenderse inconstitucional, pues corresponde a un periodo en el que ya se ha prestado el servicio público. b.- El párrafo 1, del artículo 31 de la Constitución Española (CE), según el cual “Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio.”, en relación con el artículo 14 de la CE, que prohíbe el trato discriminatorio La vulneración que alegamos resulta del distinto trato que recibe el empleado público con respecto al resto de ciudadanos españoles, pues estos últimos contribuyen a cumplir las medidas de reducción del déficit público a través de sus impuestos, en tanto que a los empleados públicos se les impone, además, para conseguir la misma finalidad, la supresión de parte de su remuneración directa. El principio de igualdad en el sostenimiento de los gastos públicos, en cuanto manifestación específica del principio de igualdad, constituye un necesario parámetro de actuación del legislador y debe ser observado cuando decide reducir el déficit público para salvaguardar la sostenibilidad del Estado. Si la obligación de soportar los gastos del estado recae sobre todos los ciudadanos, según su capacidad económica, la medida de reducir las retribuciones tan solo de los empleados públicos, para evitar una situación de amenaza de incumplimiento del déficit público, supone ignorar los límites impuestos por el principio de igualdad en el sostenimiento de los gastos públicos. Entendemos, en definitiva, que la decisión de suprimir la paga extra de Diciembre de 2012 impone una distribución desigual de los sacrificios con el fin de reducir el déficit público y constituye un esfuerzo adicional que se pide solo al empleado público. Además, como ya se dejó señalado, no es la primera vez que el/la compareciente experimenta congelaciones anuales en sus retribuciones e, incluso, disminución de las mismas, decididas por el legislador y que no afectaban al resto de los ciudadanos; de manera que, para el caso de que se entienda que lo hasta ahora expuesto no constituye desigualdad por no partir de situaciones iguales, entendemos que la igualdad jurídica es siempre una igualdad proporcional, por lo que la desigualdad justificada por la diferencia de situaciones no es inmune a un juicio de proporcionalidad. En este sentido, la dimensión de la desigualdad de trato tiene que ser proporcionada a las razones que justifican ese tratamiento desigual, no pudiendo manifestarse de manera excesiva. Los sacrificios que se ha exigido hasta ahora, desde el comienzo de la crisis, a los empleados públicos, con las sucesivas congelaciones y reducciones de salarios, conjugado con el fenómeno inflacionista, no han sido sufridos por la mayoría de ciudadanos que perciben sus retribuciones de otras fuentes. La diferencia de trato es tan acentuada y significativa que las razones de eficacia de la medida adoptada para conseguir el objetivo de reducir el déficit público, no pueden justificar una diferencia de trato de tal dimensión, ni servir de fundamento para dispensar al legislador de la observancia de los derechos y principios estructurales del Estado de Derecho, entre los que se incluye el principio de igualdad proporcional. Por otro lado, entendemos que la medida de supresión de la paga extra tiene efectos confiscatorios, porque no es que se difiera en el tiempo su abono, sino que nunca se percibirá. La Ley se limita a señalar que la cantidad correspondiente a la paga extra suprimida “se destinará en ejercicios futuros a realizar aportaciones a planes de pensiones o contratos de seguro colectivo que incluyan la cobertura de la contingencia de jubilación”. En base al argumento ofrecido por el Auto 184/2011 del Tribunal Constitucional antes señalado, entendemos que el artículo 2 ahora recurrido, al afectar a derechos económicos ya devengados por corresponder a mensualidades en las ya se prestó el servicio público y, en consecuencia, se encuentran incorporados al patrimonio del funcionario, tiene carácter confiscatorio porque, no solo resulta excesiva la supresión de la paga extra, pues supera el límite de lo razonable y provoca la sustracción de una parte sustancial del salario anual del/la compareciente, sino además se produce sin indemnización alguna. En este sentido, el destino futuro que se pretende dar a la cantidad correspondiente a la paga extra suprimida no constituye una indemnización, pues su redacción es inconcreta y frágil y contiene una incierta garantía en relación con la certeza inmediata de la pérdida de la paga extraordinaria, según señala la Resolución adoptada por la Defensora del Pueblo con motivo de la solicitud de interposición de Recurso de Inconstitucionalidad contra el Real Decreto Ley 20/2012, de 13 de Julio, de Medidas para Garantizar la Estabilidad Presupuestaria y de Fomento de la Competitividad, de fecha 15 de Octubre de 2012. Por lo expuesto, SOLICITO: Que por presentado este escrito, se sirva admitirlo y, en su virtud, previos los trámites legales pertinentes, se sirva dictar Resolución en la que se acuerde abonar al/la dicente la cuantía correspondiente a la paga extra de Diciembre de 2012 o, subsidiariamente, la parte proporcional de dicha paga extra correspondiente al periodo comprendido entre el día 1 de Junio al 14 de Julio de 2012, ambos inclusive. Canarias, a ____ de _______________________de 2013