Sobre la inteligencia humana Willem Oltmans Vertaald door: Carlos Laguna Piorno bron Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana. Santillana, Madrid 1983 Zie voor verantwoording: http://www.dbnl.org/tekst/oltm003sobr01_01/colofon.php © 2016 dbnl / Willem Oltmans Stichting / Carlos Laguna Piorno 7 Prólogo Venezuela es el quinto país del mundo productor de petróleo. En 1980 los ingresos provenientes de la venta de crudos alcanzaron una cifra de 18,3 billones de dólares, lo que elevó la renta per cápita a 3.100 dólares, la más alta de Latinoamérica. Solamente en las industrias de construcción y servicios, Venezuela, una nación con 15 millones de habitantes, necesita un millón de nuevos empleos. El gobierno del presidente Luis Herrera Campins está elaborando un nuevo plan nacional destinado a crear puestos de trabajo. Algunos observadores optimistas, como Peter Passel, sugieren que Venezuela podría convertirse en la Arabia Saudita del aceite pesado, ya que las 15.000 millas cuadradas de terrenos pantanosos y jungla del cinturon de petróleo del Orinoco podrían producir perfectamente 900 billones de barriles de 'pesados', que, en teoría, llegarían a satisfacer las necesidades de todos los países no comunistas del mundo durante setenta y cinco años. No es de extrañar que, en medio de tan extraordinaria bonanza de energía, los venezolanos hayan empezado a plantearse si estaban preparados para controlar esta avalancha de riqueza y fortuna recién descubierta y, sin duda, si los 'cerebros' venezolanos estaban preparados para hacer frente a las innovaciones tecnológicas y económicas que han acompañado siempre a estos desarrollos en otros países, inclusive en las naciones miembros de la OPEP. En el verano de 1979, durante una reunión del Club de Roma en Salzburgo, Austria, un hombre se dirigió al conjunto de empresarios, expertos y magos de las finanzas allí reunidos para hablarles del tema de la 'inteligencia humana'. Este hombre era el profesor Luis Alberto Machado, quien, desde hacía cuatro meses, era ministro para el Desarrollo de la Inteligencia, del Gobierno de la República de Venezuela. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 8 Poco después, ese mismo verano de 1979, viajé a Caracas para estudiar el caso de cerca. Me entrevisté, en primer lugar, con el presidente Luis Herrera Campins, en la hacienda 'La Casona'. El es el primer jefe de Estado del mundo que se ha atrevido a emprender un programa tan audaz e innovador. Así mismo, fui a ver al profesor Richard J. Herrnstein, de la Universidad de Harvard, que es director de un equipo de asesores del Gobierno venezolano. A continuación mantuve una serie de conversaciones con especialistas en estos campos, y en 1980 y 1981 volví a Venezuela para observar los progresos conseguidos por el Ministerio del Dr. Machado. Mi trabajo incluye también algunas entrevistas con científicos soviéticos como, por ejemplo, Anatoli Alexandrov, presidente de la Academia de Ciencias de la URSS y científico atómico, quien inmediatamente manifestó un gran interés por la iniciativa venezolana. El profesor Alexandrov se mostró dispuesto a formar un equipo soviético que siguiese la línea del grupo de asesores de Harvard. El ministro Machado tiene programado viajar a Moscú en el otoño de 1981. Deseo expresar mi agradecimiento a todos los entrevistados, quienes se prestaron a hablar conmigo, a veces durante muchas horas, sobre estas cuestiones y a revisar y aprobar las conversaciones que componen este volumen. WILLEM OLTMANS Nueva York, agosto de 1981 Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 9 1 Luis Herrera Campins Presidente de Venezuela Primera conversación: verano de 1979. Cuando el 12 de marzo de 1979 fue nombrado Presidente de Venezuela, ¿a qué le dio usted más prioridad? A la educación, sin lugar a dudas. Es evidente que la creación de un Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia Humana representó una decisión política totalmente innovadora y única en el mundo. A mi entender, había que empezar por donde realmente estaba la causa de todos los problemas de Venezuela, es decir, por la educación. Pues a medida que ahondamos en el origen de nuestros problemas, nos vamos dando cuenta de que las deficiencias culturales son sus principales causantes. Por tanto, si realmente queremos resolver nuestras preocupaciones, tenemos que crear un ambiente social especial basado en la cultura, en el que el hombre pueda vivir a gusto y en el que pueda pensar y hacer planes. No hay duda de que las imperfecciones de nuestros experimentos políticos y democráticos son consecuencia de una lamentable carencia de educación. Del mismo modo, las deficiencias de producción y productividad tienen su origen en los defectos de un sistema educativo que no dirige y no orienta a los jóvenes hacia la ciencia y la investigación. Nuestra propia cultura, particularmente a nivel local y nacional, suele estar determinada por la falta de horizontes universales, a los que el individuo sólo puede acceder mediante una educación apropiada y correcta. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 10 Por eso, creo que debemos profundizar más en el área de la educación, por un lado, para mejorarla, especialmente a nivel social, y por otro, para transformarla radicalmente, convirtiéndola en un proceso permanente que vaya más allá de la escuela. En general, en nuestro antiguo sistema de escolarización no se tenían en cuenta las necesidades y el desarrollo de los niños y de los jóvenes. Les resultaba difícil aprender con rapidez. Creo que esto se debía principalmente al hecho de que no se ponía un empeño especial en enseñar a los niños el arte de pensar. Pues, si a los niños se les enseñara a pensar, utilizando el conocimiento ofrecido ahora por la ciencia, al hombre le sería fácil ampliar su panorama cultural, enriquecerlo con sus propios pensamientos, y eso es exactamente lo que significa desarrollar su propia inteligencia. No soy especialista en problemas psicológicos, pero basándome en mi propia experiencia, la de un hombre que se formó y se educó en un pueblecito de las llanuras venezolanas, creo que muchos de mis compañeros de escuela carecieron de un desarrollo adecuado de su talento e inteligencia. Muchos de ellos no continuaron sus estudios y nunca recibieron una educación fuera del colegio, por el simple hecho de que nadie se preocupó de ayudarles o de enseñarles a desarrollar su inteligencia. Por eso, creo que los planteamientos expuestos por el Dr. Luis Alberto Machado son muy oportunos y apropiados. ¿Por qué lo eligió a él? La verdad es que quien más se sorprendió de que lo eligiesen ministro para el Desarrollo de la Inteligencia fue el propio Dr. Machado. Desde luego, ya sabía que yo estimaba necesario que a su tesis, de la que se hablará más ampliamente en otras entrevistas de este volumen, se le debería dar una aplicación práctica, pero no creo que pensara que me iba a atrever a crear un Ministerio especial que se encargase de esta tarea, principalmente porque se daba cuenta de que, en general, a esta iniciativa se la consideraría como una especie de broma y no sería tomada muy en serio. ¿Esperaba usted encontrarse con una fuerte oposición? Mis colaboradores, especialmente en el terreno político, no creían que me iba a atrever a dar tal paso. Y seguían muy alarmados, y hasta escandalizados, aun cuando ya casi iba a anunciar mi decisión. Incluso minutos antes de que tuviera lugar la ceremonia, que se celebró en el palacio de Miraflores, en la que yo, como jefe del Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 11 Gobierno venezolano, tenía que hacer jurar sus cargos a mis ministros, todavía recibía consejos diciéndome: inómbrale lo que sea, pero que no se llame Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia! Sabía que se iban a dar reacciones de este tipo, pero a pesar de todo, yo estaba convencido y me decidí. Además, tenía el presentimiento de que con el tiempo la gente entendería la audacia de esta gestión. El caso es que varios países la aceptaron. Siempre confié, y la experiencia lo ha demostrado, en que mi decisión en seguida tendría un eco fuera del país. Por supuesto, la tesis del Dr. Machado fue muy discutida, empezando por los fanáticos que, por sistema, dan respuestas negativas. Pero yo adopté una posición objetiva al respecto, porque estamos presenciando un planteamiento que, sin duda, representa una innovación. Eso es un poco ambiguo, ¿no? Bueno, llegué a la conclusión de que lo peor que podía ocurrir es que los enemigos del proyecto lo considerasen pura fantasía y que entonces se le rechazase sin que hubiera tenido oportunidad de demostrar su validez. Por tanto, creé este Ministerio y se lo asigné al Dr. Machado. El ha conseguido difundir y fomentar sus ideas, y también ha realizado un interesante descubrimiento; como dice la Biblia, no hay nada nuevo bajo el sol. Desde hace siglos, los filósofos han estado reflexionando sobre el desarrollo de la inteligencia, pero ninguno ha investigado, seria y metódicamente, las posibilidades de desarrollarla. Y eso es precisamente lo que ha conseguido el Dr. Machado. Yo ya le había mencionado, mitad en broma, mitad en serio, que debíamos volver a la Grecia clásica, porque es muy posible que esta misma idea existiera ya, aunque fuese en estado embrionario, entre los antiguos griegos. Por supuesto, ahora hay muchos libros que propugnan que la inteligencia puede ser enseñada. Ya casi es un tema muy popular entre los científicos. En Francia ya no es a la denominada 'nueva izquierda' ni a los comunistas a los que se les considera un peligro para la humanidad, sino a los científicos que creen que, en principio, todos los individuos tienen los mismos derechos y las mismas oportunidades de desarrollo. Así que ahora se podría decir lo mismo de usted. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 12 Tendré cuidado con las críticas. Si las cosas fueran cada vez peor, si fracasáramos en conseguir enseñar cómo hacerse inteligente, estoy seguro de que se descubrirían otras formas de beneficiar a todos los seres humanos. Esto es en sí mismo un progreso para la humanidad. A mediados de los cincuenta, en la Universidad de Munich, en Alemania Occidental, me enseñaron varias teorías relativas a la educación prenatal, en otras palabras, a educar a los niños mientras están todavía en el seno materno. Recuerdo a un profesor que hablaba de ello con mucho entusiasmo. Más tarde, me di cuenta de que estos modelos, a pesar de ser bastante mecánicos, tenían mucha importancia a la hora de intentar mejorar a las personas. Hace ya bastante tiempo, leí en un libro hindú que a los niños les resultaba difícil dibujar líneas rectas, por su tendencia natural a trazar curvas; así que se sugirió que, en lugar de enseñarles a dibujar líneas rectas, deberían empezar aprendiendo las curvas y seguir luego con las rectas. En Venezuela tenemos una asignatura a la que denominamos 'palotes' o dibujar líneas. Recuerdo que para algunos resultaba fácil y para ot[ro]s difícil. Cuando mi hijo mayor tenía un año más o menos, yo, en base a lo que sabíamos entonces (se suponía que para que los niños desarrollasen su inteligencia había que enseñarles a diferenciar y reconocer las palabras escritas), le escribía en un papel la palabra 'ojo' y se la dejaba ver sólo un momentito. Luego, poco a poco, aumentaba el número de palabras hasta llegar a veinte. Muy pronto el niño podía distinguir perfectamente todas las palabras. Y mi hijo no es ningún genio, sino un niño normal. Hoy día disponemos de muchas más posibilidades. Por tanto, tenemos que enseñar a los padres, psicólogos, pedagogos y profesores a utilizar métodos con los que incrementen la capacidad de creación y asimilación. Todos los especialistas parecen estar de acuerdo en que los primeros seis años de vida son de especial importancia. Estamos diseñando una serie de programas orientados precisamente a ese respecto. Permítame que le interrumpa; pero, ¿qué es lo que le llevó a Munich? Estuve exiliado durante seis años en la época de la dictadura venezolana. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 13 Tengo entendido que el cuarenta por ciento de la población venezolana sólo disfruta del PNB en un siete por ciento. Por tanto, ¿sus programas irán dirigidos principalmente a los pobres? No, a todos los venezolanos. No existe ninguna casa o choza en toda Venezuela en la que no haya al menos un niño que vaya a la escuela superior. Después de todo, las personas poseen una inteligencia natural. Lo único que necesitan es que se la cultive. Recuerdo que, en un viaje que hice por el oeste de Venezuela durante mi campaña electoral, llegué a un aeropuerto donde un grupo de músicos tocaba en mi honor. Entre los instrumentos oí una trompeta, pero no veía ninguna. Entonces fui hasta el sitio donde estaba la orquesta y observé que el sonido de la trompeta lo producía un muchacho que había cortado el cristal de dos botellas con un alambre de hierro, mojándolo con alcohol y gasolina y prendiéndolo después, con lo que el cristal se rompía automáticamente. Había cubierto con papel de celofán lo que antes eran botellas de cerveza y así es como reproducía el sonido de la trompeta. Hablé con él y me interpretó algo. Se me ocurrió separar las botellas, pero el sonido, evidentemente, dependía del papel de celofán, pues como me mostró el muchacho, al ponerlo de una determinada forma reproducía un sonido similar al del saxofón. Ese incidente me demostró una vez más que la gente posee una extraordinaria capacidad para crear e inventar que sólo está esperando que se la desarrolle. Ahora estamos entrando en la fase más difícil de nuestro intento de estimular y desarrollar la creatividad y la inteligencia individual, pues se trata de descubrir métodos y medios de conseguirlo en la práctica. Desde mi punto de vista, la fase inicial de la batalla ya está ganada. Segunda conversación. Han pasado ya dos años desde nuestra primera conversación. ¿Sigue recibiendo muchas críticas con motivo del nombramiento del doctor Machado? Como ya dije en el Congreso Nacional de Venezuela: 'Cuando me hice cargo de la presidencia, una de las decisiones más delicadas que tuve que tomar, y muy criticada al principio, fue la creación del Ministerio del Estado para el Desarrollo de la Inteligencia.' Pero Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 14 en seguida encontré apoyo, y así... 'se han podido llevar a cabo muchos programas gracias a la colaboración de acreditadas universidades, eruditos, artistas y científicos sociales de todo el mundo'. Permítame mencionar a algunos de ellos: 'Dos de los más importantes psicólogos de nuestros días, B.F. Skinner y Jean Piaget, lo consideran un gran paso hacia adelante.' Y lo mismo han dicho científicos como: Reuven Feuerstein, Karl Pribram, José M.R. Delgado, Richard J. Herrnstein, Robert Sternberg, López Ibor, Barry Brazelton, Edward de Bono, José Luis Pinillos, Burton L. White, y artistas como Julio Le Parc y Yaacov Agan. También han expresado su apoyo: Buckminister Fuller, la Universidad de Harvard, que en este momento prepara un programa denominado 'Proyecto de la inteligencia'; el Club de Roma; el departamento de Psicología y Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, España; y miembros de las facultades de la Universidad de Bar-llan, de Israel; así como el rey de España y el primer ministro del Japón, Masayoshi Ohira. También se han interesado por esta idea la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que está considerando 'las medidas necesarias para preparar un proyecto estrictamente científico en su totalidad encaminado al desarrollo de la inteligencia en el sector laboral', y la UNESCO, que está cooperando con el Gobierno de Venezuela en esta ambiciosa y apasionante tentativa. Asimismo, ha recibido el apoyo de los ministros de Educación de Latinoamérica, quienes se han mostrado completamente de acuerdo con la 'Declaración de Madrid', en la que se reafirmó el desarrollo de la inteligencia como un derecho humano. En Dakar se llegó aún más lejos y se aprobó una declaración, según la cual el desarrollo de la inteligencia, además de ser un derecho humano, es también un deber social, no sólo de los países considerados individualmente, sino de toda la comunidad internacional. Recientemente el jefe del Departamento de Ciencias de la URSS, Anatoli Alexandrov, hizo unas declaraciones a la prensa en las que afirmó que esta decisión tenía gran importancia no sólo para Venezuela, sino también para toda la humanidad. Esta es la tercera vez que vengo aquí y me entrevisto con miembros destacados del equipo del Dr. Machado. Estoy muy impresionado por el entusiasmo que todos ellos parecen mostrar por estos proyectos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 15 Creo que deberíamos lanzar un llamamiento a las universidades, investigadores, científicos, políticos y organizaciones internacionales para que se unan a nosotros en esta revolución pacífica en busca del desarrollo completo de la humanidad. Nos proponemos llegar a todos los hombres, o como diría J. Bronowski, a 'la ascensión del hombre'. Teilhard de Chardin formuló este pensamiento como 'alcanzar el punto omega de la evolución'. Bueno, es una suerte que Venezuela pueda mantener un Gobierno democrático en un continente caracterizado por su inestabilidad política y social. La democracia y la tolerancia siempre tendrán que defenderse del ataque de supuestos censores severísimos, en los que no hay que confiar, y cuyas críticas son completamente efímeras. El incesante aumento de la polución está degradando el medio de una manera alarmante, dando lugar a que las posibilidades de una vida saludable sean cada vez menores. Las tensiones son abundantes y se convierten en dicotomías y dilemas sociales inevitables: padres e hijos, ricos y pobres, hombres y mujeres, trabajadores y empresarios, norte y sur, este y oeste, desarrollo y subdesarrollo, democracia y dictadura, pluralismo y totalitarismo. La inflación, a la manera de un reumatismo crónico, deambula por todas las articulaciones de las economías occidentales. El hombre es incapaz de enfrentarse de una manera racional con el problema del desempleo. La crisis energética, que ha adquirido un papel predominante a partir de finales de 1973, parece impulsar a los países a independizarse del petróleo y a buscar nuevas fuentes de energía, a la vez que se reactiva el uso del carbón. Se acelera el crecimiento urbano sin ninguna planificación en absoluto, y esto da lugar a la aglomeración, es decir, a la acumulación de gente y de problemas. Sigue sin valorarse el trabajo, sin considerársele algo digno. Tanto en el Este como en el Oeste, el bienestar social no se distribuye con justicia e igualdad, sino que lo detentan grupos privilegiados. No es democrático. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 16 Los valores y conceptos tradicionales se ponen en duda, y las instituciones están sujetas a una crítica persistente. Algunos países se sienten verdaderamente preocupados por la disminución de su población, mientras que para otros el crecimiento demográfico constituye un grave problema. El hambre, la escasez de alimentos y las limitaciones del desarrollo agrícola e industrial se extienden por el mundo. Como reacción a todas estas cuestiones que llegan a ser tan angustiosas, unos adoptan un pesimismo agresivo, mientras que otros tratan de superarlas amparándose en un optimismo ilusorio. También hay quien intenta que vivamos en un estado catártico permanente. En todos los países existen Casandras de la negación y el pesimismo, que hacen todo lo posible para suprimir cualquier intento de progreso. Es imposible que el hombre contemporáneo, tan afligido, deje de pensar lo peor. Sin embargo, lo más juicioso sería considerar las perspectivas de futuro que se le ofrecen a este abatido, desilusionado y fatigado mundo desde un nuevo continente. Así lo reconoce Alfred Sauvy cuando dice: ‘Aunque el hambre que amenaza a ciertas regiones mantenga su lóbrega promesa, aunque bajo el influjo de la miseria se acreciente la muerte y el ansia de venganza, el sufrimiento de los pobres sigue siendo el hecho más importante de nuestra era, porque se basan en la juventud, que es el único elemento vital. Necesitan vivir y lo conseguirán, pero no como les gustaría a los países ricos, que sólo desean que ocurra lo que en los cuentos: “vivieron felices y tuvieron muchos hijos”. Dominarán el destino por la fuerza, porque son jóvenes.’ Sería una presunción de mi parte suponer que con estas efímeras palabras voy a dar soluciones que sirvan de algo a la sabiduría y experiencia de todos aquellos que, aun cuando los problemas planteados conlleven controversias inevitables, trabajan para crear una clara conciencia del futuro. ¿Ahora que han pasado tres años desde su creación, siguen teniendo mucha fe en las próximas realizaciones de este nuevo Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia? Las primeras consecuencias derivadas de las iniciativas emprendidas por el Ministerio del Estado para el Desarrollo de la Inteligencia tienen tantas posibilidades que se hace imposible preverlas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 17 Esto ya se ha podido comprobar con los resultados experimentales obtenidos en el programa 'Aprender a pensar', que representa un intento de renovar el sistema educativo, basándose sobre todo en fomentar la creatividad. Esto crearía una nueva actitud, más consciente, racional y crítica hacia las realidades, problemas y perspectivas del mundo. Nuestra intención no era inventar algo que ya existía, sino más bien, partiendo de una utopía aparente que considerábamos podría impulsarnos a actuar, aprovechar y sistematizar las iniciativas y experiencias que habían surgido independientemente en diferentes naciones y que carecían de una organización precisa y una orientación global. Esta es la principal virtud de las iniciativas emprendidas en interés del desarrollo de la inteligencia y nos ha dado la oportunidad de explicar el asunto y de someterlo a la consideración de muchos países. Ahora se está produciendo un cambio de actitud, y lo que antes era escepticismo generalizado se está convirtiendo en admiración; así, vemos que se quieren desarrollar programas similares que significarían un retorno al dominio humano de la naturaleza y de los hechos sociales. Porque, en verdad, el hombre puede convertirse en una criatura cada vez más perfecta si está completamente decidido a lograrlo y si se establece un camino apropiado de autorrealización y de superación personal constantes. El 'Proyecto para la Inteligencia' ha sido elaborado por la Universidad de Harvard, en colaboración con un grupo de expertos venezolanos. Es evidente que los programas son factibles y que poseen una base científica. En nuestro continente se ha creado el Centro Latinoamericano para el Desarrollo de la Inteligencia (CELADI) y sus principios establecen lo siguiente: ‘por imperativo moral, así como por una serie de requerimientos prácticos y teóricos nuestra época exige la democratización de la inteligencia, que tiene que dejar de ser privilegio de un grupo de elegidos’. En el libro, de Jean-Jacques Servan, The World Challenge, al que hoy en día se le debería considerar como lectura obligatoria, se presenta el desarrollo de la inteligencia como el hecho más urgente e inevitable con el que se enfrenta la humanidad de nuestros tiempos. Hemos emprendido una acción masiva encaminada a dar a todos los padres las motivaciones emocionales necesarias, así como la enseñanza y conocimientos precisos para que desarrollen, desde el nacimiento e incluso antes, todas las potencialidades de sus Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 18 hijos, para así alcanzar una verdadera igualdad de oportunidades, que crearía la primera piedra del movimiento popular en la forja del destino de nuestra nación. Ya han sido adiestrados cuarenta y dos mil profesores para que puedan enseñar determinadas lecciones a más de 1.200.000 alumnos y les ayuden a desarrollar su capacidad de pensar de una manera crítica y creativa. Esto no es más que una simple etapa de todo un inmenso proceso que progresivamente se extenderá a todos los niveles educativos. Nos alegra observar lo bien que ha sido recibida esta empresa, tan difícil y delicada, por la comunidad internacional. Partiendo de nuestra propia iniciativa, el Gobierno chino ha creado un 'Grupo de Estudio para el Desarrollo de la Inteligencia' en la República Popular China. Además, recientemente han sido enviados a nuestro país tres cualificados científicos, con el fin de que durante un mes recojan tanta información como sea posible sobre los programas que estamos llevando a cabo en este campo, para progresivamente implantarlos en las naciones más densamente pobladas del mundo. Estos son hechos evidentes que tienen que ser enfrentados a las críticas malintencionadas. Los programas relativos al desarrollo de la inteligencia constituyen una iniciativa atrevida y revolucionaria, encaminada no sólo a mejorar la calidad de vida, sino también a acrecentar la esencia de su sujeto irremplazable, el hombre, dándole todavía más posibilidades de ser creador. ¿Por qué habla siempre de los pobres? Mi Gobierno está al servicio de todos los venezolanos, pero sobre todo, como siempre he dicho, al servicio de los menos privilegiados. Mi cometido va dirigido fundamentalmente a ellos. El objetivo de mi Gobierno consiste en promover al hombre; por tanto, todas nuestras acciones en el campo educativo tienen la máxima prioridad. Sabemos que la educación es lo que más posibilidades ofrece para darle a nuestro pueblo un futuro mejor. A nivel internacional hemos desarrollado una intensa y dinámica actividad diplomática en favor de los países en vías de desarrollo que carecen de recursos energéticos. El objetivo de nuestro empeño es poder garantizarles un suministro de hidrocarburos para disminuir el efecto del alza de los precios del petróleo y del difícil momento que atraviesa la economía mundial. De ahí que, como presidente de Venezuela, reitere constantemente la necesidad urgente de crear una democracia de los pobres, para que los países con escasez de recursos tengan Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 19 tanto derecho como las naciones industrializadas a disfrutar de la libertad, el bienestar, la prosperidad y un nivel de vida alto. Siguiendo este mismo planteamiento hemos trabajado en Latinoamérica para dar una nueva dimensión al Pacto Andino, basada en la cooperación y la solidaridad internacionales. ¿Cómo han reaccionado a su iniciativa los distintos países de Latinoamérica? Brasil, Uruguay, México, Argentina y otros países de la zona están siguiendo los pasos de Venezuela, y en Uruguay se ha llegado a crear el CELADI, una organización que en su declaración establece lo siguiente: ‘Nuestro cometido es promocionar el desarrollo de la inteligencia. En este momento la democratización de la inteligencia es un deber, tiene que dejar de ser un privilegio de una élite, tanto por motivos teóricos y prácticos como por imperativo moral. La dignidad del hombre se basa en su inteligencia, que da origen a la libertad, y que está integrada en todas las otras condiciones humanas, especialmente en la sensibilidad y los valores morales.’ Al hablar de Latinoamérica tengo que hacer referencia al entusiástico apoyo español expresado en una carta que me envió Su Majestad el Rey: ‘Como rey de todos los españoles estoy dispuesto a ofrecer todo mi apoyo a esta trascendental e histórica tentativa emprendida por Su Excelencia.’ Tengo la firme impresión de que, a pesar de los indicios negativos, tanto usted como el Dr. Machado creen en el futuro. Tengo una gran fe en el hombre, en su capacidad de perfeccionarse y de acometer una empresa que compromete a la totalidad de su destino. Porque es hombre con su voluntad, con su virtud, con su carácter, con sus pensamientos y con su decisión de superar la presente crisis que, aunque parezca estructural, es en realidad una crisis social; está motivada en gran parte por las dificultades humanas a las que hay que enfrentarse para hacer de cada uno una persona sana. Querer 'ser más' es a la vez una aspiración y una exigencia humana en la que es preciso fortalecer el espíritu mediante la práctica de la virtud, fortalecer el intelecto mediante el desarrollo de la inteligencia, aumentar la inventiva estimulando la creatividad y la imaginación, y endurecer la voluntad mediante la capacidad de tomar decisiones. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 20 Los instrumentos básicos para llevar a cabo esta transformación del hombre de manera que pueda solucionar la crisis actual son la educación, la ciencia, la cultura, las artes, la tecnología, los deportes; es decir, todo aquello que conduzca a perfeccionar la calidad ética y espiritual de la personalidad de cada hombre. De la misma forma, la aplicación práctica del conocimiento, adaptándole a los requerimientos sociales, permitirá obtener soluciones racionales que estarán basadas en fórmulas solidarias de enfrentarse al presente y conquistar el futuro. De acuerdo con las concepciones de nuestro libertador Simón Bolívar, América debería ser el continente de la Esperanza y el paraíso de la Libertad. Nosotros hacemos los mayores esfuerzos para conseguir el total resurgimiento de la libertad y para seguir siendo una tierra de esperanza, a pesar de todos los impedimentos al desarrollo de la bondad y capacidad humanas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 21 2 Luis Alberto Machado Ministro de Estado para el Desarrollo de la Inteligencia, Venezuela Al parecer, es usted el centro de una importante controversia. El desarrollo de la inteligencia constituye un tema muy controvertido. Es posible que sea el más controvertido de todos los que pueden someterse hoy día a la consideración pública. Y, precisamente, quizá sea esa la causa de que resulte tan apasionante. Es un tema controvertido hoy y lo será siempre, porque el desarrollo de la inteligencia es base de todos y cada uno de los problemas y actividades humanas, tanto desde un punto de vista individual como colectivo. Pero la personalidad humana no es solamente la inteligencia. Desde luego. Las facultades de la mente están interrelacionadas y se comunican unas con otras. No se puede intensificar una facultad sin incrementar al mismo tiempo las demás. Las personas nacen con una serie de potencialidades, un mecanismo biológico que les permite llegar a ser inteligentes. Esto significa que la inteligencia humana es una capacidad que se desarrolla a lo largo de la vida, de acuerdo a unas condiciones ambientales específicas. Esta capacidad está contenida en el código genético de todos los seres humanos normales. Pero nadie nace con una inteligencia formada. Hay personas que aprenden música de oído, de una manera espontánea, sin ningún sistema en particular. Pero todo lo que pueda ser desarrollado así, también puede desarrollarse sistemáticamente. Después de todo, el progreso de la humanidad no es más que una sistematización del conocimiento. En realidad, la ciencia es precisamente eso. Por consiguiente, si la inteligencia puede ser desarrollada de una manera asistemática, también puede serlo Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 22 sistemáticamente, y al conocer los métodos y fórmulas de desarrollarla, podremos enseñarlos y, por tanto, aprenderlos. Durante los últimos cincuenta mil años el código genético de la especie humana ha permanecido inalterado. La diferencia al nacer entre un hombre de las cavernas y un hombre de la era nuclear no es biológica, sino cultural. Seguramente, dentro de cincuenta mil años el código genético seguirá siendo el mismo. Sin embargo, ¿hasta dónde habrá llegado para entonces el ser humano normal en el desarrollo de sus potencialidades? Ultimamente habla usted mucho de la democratización de la ciencia. Desde tiempos muy remotos, a lo largo de nuestra historia, la cultura era obra de minorías e iba destinada a minorías. Eran muy pocos los que se beneficiaban de ella. Y así ha venido ocurriendo hasta el presente. Pero hoy, debido principalmente a los medios de comunicación, empieza a llegar a mucha más gente, aunque continúa siendo una obra de minorías. En el futuro próximo, que está empezando en este momento, la cultura puede convertirse en una obra de mayorías destinada a mayorías. La gente ya no tendrá que seguir representando el papel de espectadores pasivos. No son sólo unos pocos, como ha ocurrido hasta ahora, los que pueden alcanzar logros en el campo de las artes y las ciencias. El potencial genético de cualquier ser humano es la semilla de un fruto que representa mucho más de lo que nunca nadie haya podido imaginar. Después de la alocución que hizo en la reunión del Club de Roma en Caracas, en 1981, mi colega y amigo el editor indio Romesh Thapar señaló que lo que más le llamó la atención fue que Venezuela se interesaba especialmente por los pobres. Es que eso es exactamente lo que queremos hacer, centrarnos en los pobres de Venezuela y del mundo, que son los más necesitados de la acción de los gobiernos. Nuestros programas van dirigidos a toda la población venezolana. No tratemos de enfocarlos sobre determinadas minorías. Es un proceso democrático, y estamos interesados en la población en conjunto. Nuestros programas abarcan además toda la vida del ser humano, desde el momento del nacimiento hasta incluso el término de la vida. A veces utiliza usted la palabra 'revolución'. Sí. Lo que estamos haciendo es una revolución. Una revolución muy profunda. La más importante y profunda que se pueda concebir. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 23 Pero es una revolución pacífica, es una revolución en paz y por la paz. Hemos empezado una transformación radical del sistema educativo. En todo el mundo la educación significa la transmisión de información de hechos y datos. Deberíamos enseñar a las generaciones futuras a aprender a pensar. En realidad estamos introduciendo una asignatura totalmente nueva en el sistema educativo, desde el jardín de infancia hasta la universidad. Vamos a dar una hora de clase diaria, de lunes a viernes, en la que se transmitirá todo el conocimiento que posee hoy la ciencia, mediante el cual podemos aprender a desarrollar nuestras potencialidades humanas. Enseñaremos a los alumnos a pensar de una manera creativa, crítica y dialéctica. Además, también vamos a extender estos cursos a la población adulta, a los funcionarios, a los profesionales, a las Fuerzas Armadas, a los campesinos y a los obreros. Mediante este programa se enseñará inteligencia directamente a los trabajadores. Empezaremos con un programa piloto y, de acuerdo con los resultados, después lo generalizaremos. Las consecuencias no carecerán de importancia y dejarán sentir su influencia en muchas partes del mundo. ¿Representan sus programas una revolución a nivel de barrios? En efecto, vamos a entrar en las comunidades locales, también mediante el uso masivo de la televisión y la radio. Llegaremos a la población adulta en la mayor medida posible. Cuando enseñamos a los pobres en los barrios, en las fábricas, en las aldeas, a pensar de una manera crítica, estamos haciendo la mayor revolución que se puede concebir. Tratamos de hacer de todo esto un programa nacional. Y eso es exactamente a lo que yo llamo democratizar la ciencia, ponerla en manos del pueblo. ¿Estuvo usted en China? Sí. Los chinos han creado un grupo especial para el estudio de la inteligencia humana. Tres miembros del grupo estuvieron aquí durante cinco semanas. Dos psicólogos y un pedagogo del Instituto Pedagógico de Pekín. Les dimos todo tipo de información. Examinaron nuestros programas, tuvieron reuniones con nuestra gente y lo vieron todo. Un proyecto similar en China tendrá un impacto mundial. Los búlgaros también enviaron tres personas, dirigidas por el viceministro de Educación. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 24 En Uruguay, por iniciativa particular, se creó el Centro Latinoamericano para el Desarrollo de la Inteligencia (CELADI). Tienen personas muy calificadas, que están interesadas en desarrollar programas allí. En Argentina, Chile, Paraguay, México, Colombia y Ecuador se han formado grupos similares y se fundarán más centros. En Montevideo, Barcelona y en la Universidad Bar-llan de Israel, se han creado puestos para el desarrollo de la inteligencia humana. ¿Cómo se define la inteligencia? Es la capacidad que permite a los seres humanos relacionar las ideas. Esa es una forma de expresarlo. Hay muchas definiciones. Recordemos lo que decía Binet, el creador de los tests para medir el cociente intelectual (IQ). Según él, la inteligencia era 'lo que miden mis tests'. Y no era un simple subterfugio o una respuesta evasiva. Creo que es una contestación muy profunda, porque ¿qué es en realidad lo que miden los tests de inteligencia? No son más que un examen utilizado para evaluar la capacidad individual de relacionar ideas. Eso es lo que son. Si lo que se mide con ellos es la capacidad de relacionar ideas, entonces la inteligencia es exactamente esa capacidad de establecer relaciones entre las ideas. ¿Es la inteligencia la capacidad de aprender? El éxito de un proceso de aprendizaje se consigue precisamente mediante nuevas relaciones, las cuales a su vez se adaptan y son estructuradas en un proceso total de relaciones cada vez más complejas. La capacidad de relacionar ideas es justamente lo que se puede desarrollar mediante un proceso de aprendizaje. Ese es el objetivo de mi tarea: dar tantas oportunidades como sea posible al mayor número de individuos, para que puedan desarrollar esa capacidad específica que es inherente a ellos como seres humanos. Todo, absolutamente todo lo que estamos realizando, así como todo lo que hagamos en el futuro, es y será desarrollado con bases estrictamente científicas. No se va a hacer nada empíricamente. Hoy día, los conocimientos científicos son lo bastante exactos como para permitirnos sostener que el hombre puede desarrollar las capacidades que genéticamente posee, las cuales hasta ahora no han sido suficientemente desarrolladas. Las potencialidades inherentes al Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 25 cerebro humano normal trascienden todo lo que los hombres más geniales hayan podido realizar en el curso de sus vidas. Todos los seres humanos nacen con una enorme computadora equivalente a miles de millones de las más perfectas computadoras de hoy. Lo que deberíamos hacer es elaborar un manual de instrucciones que nos permita utilizar mejor esta computadora. Lo que distingue a los denominados genios del individuo normal no radica en las diferencias genéticas entre ellos, sino que tiene que ver con la forma en que viven, y recordemos que su vida empezó en el momento exacto en que fueron concebidos. La gente no se da cuenta de que de la misma manera que son similares los corazones y los pulmones, también los cerebros son similares. La inteligencia consiste en el uso que se haga de ese cerebro. Dice usted 'similar', no 'igual'. Por supuesto. Después de todo, también es imposible encontrar dos rosas que sean exactamente iguales. Es todavía más imposible que dos cerebros sean iguales. Pero sus funciones son similares. La ciencia médica es posible, precisamente, porque los mismos órganos realizan las mismas funciones. Es decir, que partiendo de potencialidades similares, las diferencias se originan a lo largo de la vida debido a las distintas circunstancias individuales. También es importante decir que, cuanto más inteligentes lleguen a ser los hombres, mayores serán las diferencias entre ellos. Existen más similitudes entre dos hombres torpes que entre dos inteligentes. Según se incrementa la inteligencia de los seres humanos, también lo hacen sus diferencias. Porque la inteligencia abre nuevos campos, permite un mayor número de hipótesis y amplía las opciones a otros. La naturaleza no ha creado seres humanos superiores ni inferiores. La naturaleza es democrática. Desde su punto de vista, ¿qué beneficios le reportaría una inteligencia desarrollada a la estructura social? Si llegáramos a la conclusión de que los niveles superiores de inteligencia darían como resultado un mayor grado de inmoralidad e injusticia, entonces también tendríamos que deducir que lo mismo ocurriría con las matemáticas, la química, la historia, la geografía o las humanidades. Si por este motivo no pudiéramos enseñar la inteligencia, ¿por qué enseñar entonces todo lo demás? Si el desarrollo intelectual del hombre le hiciera más infeliz desde un punto de vista individual y colectivo, entonces tendríamos que dar por supuesto que, en general, el hecho de educar es un error. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 26 La verdad conduce a la libertad. La sociedad siempre sacará provecho del verdadero conocimiento. Si considerásemos al hombre como una criatura que está natural y fundamentalmente orientada hacia el mal, entonces el hecho de tratar de hacerle más inteligente sería negativo y totalmente improductivo. Pero el hombre es un ser libre, capaz de elegir, y por eso la educación y el ambiente influencian sus acciones y su vida; y tenemos que darnos cuenta de que haciéndole más inteligente contribuimos a la felicidad presente y futura de nuestro mundo, porque sabrá emplear mejor su libertad. Todo esto depende de los conceptos que sustentemos o abriguemos con respecto al hombre, la sociedad y la historia. Mi posición, por supuesto, es una posición de esperanza. Llama la atención que una de las principales naciones de la OPEP, un prominente Estado de Latinoamérica, sea el primero del mundo que haya tomado esta singular iniciativa. El presidente Herrera Campins y yo estamos totalmente convencidos de que el desarrollo de un país va paralelo a su educación y a su desarrollo tecnológico y científico. Si echamos un vistazo al panorama mundial es evidente que las naciones más desarrolladas son las que han conseguido un nivel científico y tecnológico más alto. La ciencia y la tecnología son requisitos fundamentales en un proceso de desarrollo permanente, y junto con otras expresiones de la mente humana, constituyen un elemento indispensable en la cultura. Sin ciencia y tecnología, un país siempre estará culturalmente subdesarrollado, sin importar cuán brillantes pueden ser sus artistas, escritores o músicos, y a pesar de toda su herencia histórica. Las matemáticas que se enseñan en Harvard o en Moscú son las mismas que se enseñan en Caracas o Bogotá. Y también son absolutamente iguales las capacidades de todos los estudiantes, ¿Por qué entonces hay más ganadores del premio Nobel en las universidades americanas y occidentales que en las nuestras? Uno de los motivos, desde mi punto de vista, es el de que a los estudiantes de la mayoría de los países desarrollados se les enseña a pensar de diversas formas. Cualquier descubrimiento o invento es el resultado de los esfuerzos mentales realizados por hombres creativos. El factor fundamental debe buscarse en el funcionamiento de mentes creativas en acción. No importa lo ricos que seamos... En petróleo, por ejemplo. Sí, si carecemos de mentes creativas, nunca conseguiremos nuestro propio progreso científico. Tenemos que incrementar las habi- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 27 lidades del pensamiento en Venezuela y en todos los países del mundo. Sin una acción global en este sentido, nunca conseguiremos un desarrollo verdaderamente integral y seremos cada vez más dependientes, hasta llegar a un punto en el que incluso correremos el riesgo de perder nuestra libertad e identidad nacionales. Si las naciones en desarrollo no ejercen firmemente el derecho a ser inteligentes, no tendrán más remedio que resignarse a ser definitiva y permanentemente colonizadas. ¿Dispone su Ministerio de suficientes fondos? Yo soy un ministro de Estado sin cartera. No tengo ningún presupuesto y no deseo tenerlo. No tengo estructura administrativa y no deseo tenerla. No quiero crear un organismo paralelo a los ya existentes. Soy muy consciente de que mi tarea consiste principalmente en tratar de incitar a los demás a actuar, o a promocionar acciones a través de los organismos sociales permanentes, tanto públicos como privados. ¿Cuáles son los principios fundamentales de su nuevo Ministerio? 1. El respaldo científico. Todos los programas promovidos por el Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia tienen una base científica. 2. La despolitización. Los programas realizados en ningún caso serán utilizados para el beneficio específico de ningún partido o ideología política. 3. Popularización. Su funcionamiento beneficiará a toda la población, en particular a los menos privilegiados, tanto desde el punto de vista social como educativo. 4. La universalidad. Se intentará sobrepasar las fronteras nacionales con vistas a emplear al máximo los recursos disponibles a escala mundial, y promover el intercambio de experiencias que contribuyan al desarrollo de la capacidad mental de la especie humana. Todas las actividades de este Ministerio están encaminadas a conseguir la democratización de la ciencia, como requisito fundamental para la institucionalización de una democracia más participativa, en la que todo el mundo pueda beneficiarse de la ciencia, y, al mismo tiempo, jugar un papel activo en el desarrollo de la nación y en la determinación de su propio destino. Hablemos con más detalle de sus programas. Dígame algo sobre el Proyecto 'Familia'. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 28 En general, su objetivo es dar a todos los niños venezolanos, a través de sus respectivos grupos familiares, la oportunidad de un desarrollo óptimo de sus potencialidades, desde el estado prenatal hasta la edad de seis años. Lo que se pretende con ello es educar a las madres y a todos los adultos que viven con el niño, con el fin de que adquieran la motivación y el conocimiento necesarios para posibilitar un desarrollo integral del niño. El Proyecto 'Familia' está científicamente fundamentado en el empleo de las técnicas de estimulación temprana, cuya decisiva importancia, en este desarrollo integral, ha sido demostrada, a nivel internacional, en los últimos quince años. En el Primer Simposio Internacional sobre Nutrición e Inteligencia, que se llevó a cabo en julio de 1981 en Caracas, quedó suficientemente corroborado el valor preventivo y terapéutico de la estimulación adecuada en la problemática infantil relacionada con la desnutrición, el retardo mental, el aprendizaje y los factores afectivos e intelectuales. Para que un niño pase del II al III grado de desnutrición, 'se requiere que tenga baja estimulación disponible en el hogar y pobre relación madre-niño', según se afirma en las conclusiones de este simposio, en las cuales se asienta igualmente la reversibilidad del déficit en el desarrollo mental, 'cuando se rehabilitan los niños tanto en su nutrición como en su estimulación afectiva y cognoscitiva', la cual 'debe formar parte de todo programa de recuperación nutricional'. El Proyecto enfatiza la estimulación del lenguaje a través de técnicas afectivas, en razón de que el desarrollo intelectual está íntimamente relacionado con la habilidad para comunicarse. Asimismo, toma en cuenta el aspecto afectivo como factor de vital y decisiva importancia en el desarrollo cognoscitivo del menor. Ha sido diseñado y se ejecuta como un programa de educación no formal con tres vías de implementación: llega a las madres desde los servicios prenatales y las maternidades; penetra en las familias a través de la participación comunal y, finalmente, cubre a toda la población, mediante una expansiva utilización de los medios de comunicación social. A mediados del año pasado se inauguró formalmente el Proyecto 'Familia' en un acto que se realizó en la Maternidad Concepción Palacios, y al cual asistió el Jefe del Estado. A partir de entonces el Proyecto se ha implementado en todos los hospitales públicos de maternidad de la Zona Metropolitana de Caracas y de la ciudad de Maracaibo, en los cuales se ha atendido hasta el presente a más de cincuenta mil madres. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 29 Ya se ha iniciado la utilización de los medios de comunicación social, con el propósito de motivar e instruir a los adultos que rodean al niño en técnicas y procedimientos de estimulación y atención integral a través de microprogramas para la televisión y mensajes radiales. El objetivo es el de llegar con ellos a todos los hogares, aun los domiciliados en las áreas rurales más remotas. Para el aprendizaje de cualquier disciplina son indispensables ciertos procesos mentales que constituyen prerrequisitos para la asimilación de los conocimientos. Pero estos procesos no se desarrollan de manera óptima en forma espontánea, por lo que se hace necesaria la enseñanza y la práctica sistemática y deliberada de los mismos, a fin de incrementar las destrezas intelectuales y, como consecuencia, la capacidad de aprendizaje y el rendimiento escolar. Los contenidos cambian, los procesos permanecen. Lo importante es aprender a aprender. Por esta razón, actualmente se está ejecutando, en todos los niveles del sistema educativo, una acción que tiene por objeto incorporar el aprendizaje y ejercicio de habilidades para pensar, a través de metodologías, que además de servir de vehículo al desarrollo cognoscitivo, operen otros aspectos de la personalidad. Háblenos ahora del Proyecto en colaboración con Reuven Feuerstein. El programa 'Enriquecimiento instrumental' se basa en una metodología diseñada por el Dr. Reuven Feuerstein con el fin de incrementar los niveles de desarrollo cognoscitivo y, por consiguiente, la capacidad de aprender el nivel de rendimiento escolar de los niños que proceden de grupos sociales y culturales pobres. El programa se compone de quinientos ejercicios divididos en 'instrumentos'. Cada instrumento procura desarrollar una habilidad cognitiva específica, así como contribuir a la adquisición de otros prerrequisitos del proceso de aprendizaje. Su objetivo general es hacer que el bajo rendimiento individual se modifique de acuerdo con el origen de los estímulos, cuando se enfrentan experiencias académicas o personales. El Proyecto se encuentra en su segundo año de ejercicio, con un estudio piloto, en el cual participan mil cuatrocientos cincuenta y cuatro alumnos y cuarenta y tres maestros, de doce escuelas de Ciudad Guayana, y mil ochocientos setenta y dos alumnos y cuarenta maestros de veinticuatro escuelas de Caracas. Todas, por su ubicación, atienden niños provenientes de sectores socioeconómicos desfavorecidos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 30 La evaluación del programa se realiza en dos niveles simultáneamente: a nivel de los estudiantes, para los cuales se plantea aumentar su capacidad cognoscitiva tanto en el desempeño escolar como social, y a nivel de los docentes, en la orientación de sus acciones hacia el desarrollo de la inteligencia de los estudiantes, en vez de hacia la simple diseminación de conocimientos. Los resultados demuestran que en los niños se han producido cambios cualitativos en su capacidad de análisis y síntesis, en su habilidad verbal y su competencia para evaluar su conducta social. En los maestros se han registrado cambios importantes en lo que respecta a su actitud ante el proceso enseñanza-aprendizaje y ante las posibilidades de modificabilidad cognoscitiva de los alumnos. ¿Qué objetivos tiene el proyecto en colaboración con Yaacov Agam? El propósito del programa de 'Educación visual' es elaborar, aplicar y evaluar un curso de educación visual que, además de mejorar la memoria y la percepción, facilite la capacidad de relacionar ideas mediante percepciones visuales. El artista cinético, Yaacov Agam, es asesor de este programa, que abarca a todos los venezolanos en edad preescolar. Una vez que haya concluido la etapa de elaboración, el programa será evaluado mediante una prueba piloto de un año llevada a cabo en los jardines de infancia del Estado Zulia. De acuerdo con los resultados obtenidos y mediante su inclusión en el sistema educativo, la aplicación del programa se ampliará a todo el pais. ¿Por qué enseñan a jugar al ajedrez? El propósito del programa 'Ajedrez' es desarrollar la estructura mental específica, que se relaciona con el éxito en el juego del ajedrez, en los niños que tienen de siete a nueve años; detectar la estructura mental que rige este modo de pensamiento en estos niños y estudiar cómo podrían ser utilizados estos esquemas funcionales para resolver problemas pertenecientes a otras áreas. El ajedrez constituye una forma de pensamiento abstracto, en la que se exponen y resuelven problemas muy complejos, y cuya solución tiene que ser pensada antes de ser demostrada en la práctica. Está científicamente demostrado que jugar al ajedrez sistemáticamente acrecienta el nivel intelectual, en especial el de los niños. Este proyecto se está realizando en dos etapas. La primera es un proyecto de investigación con varios grupos de segundo curso (de siete a nueve años de edad) que provienen de diferentes escuelas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 31 Después de comparar los IQ de los niños del grupo de control y del experimental, se ha llegado a la conclusión de que la diferencia, estadísticamente significativa, que se había descubierto se debía, efectivamente, a la enseñanza metodológica del ajedrez. También se ha podido demostrar que el ajedrez representa un sistema de incentivos que es suficiente para acelerar el desarrollo intelectual de los niños de uno y otro sexos, provenientes de diferentes estratos económicos y sociales. ¿Pueden la música, el arte y la poesia desarrollar la inteligencia? El propósito del programa de 'Creatividad integral' es elaborar un curso en el que se enseñe a los estudiantes a interpretar piezas de música sinfónica y a desarrollar su creatividad en la composición musical, las artes plásticas y la poesía, y en la utilización de técnicas específicas para resolver problemas. Este experimento se realiza con la colaboración de la Orquesta Juvenil Nacional, y su principal objetivo es demostrar que cualquier persona normal es capaz de aprender o de adquirir todo tipo de habilidades creativas, en un período más corto del que se suponía normalmente, si se les enseña de una manera adecuada. A su debido tiempo, se evaluará el programa con el fin de extenderlo al resto del país. El desarrollo de una determinada habilidad fomentará el de todas las demás, y se obtendrán resultados más positivos si se desarrollan varias habilidades a la vez. El propósito de este proyecto es demostrar que no es necesario poseer capacidades distintas a las normales para producir los resultados que, en general, se piensa que son exclusivos de individuos especialmente dotados. Que lo más importante es el método de enseñanza utilizado en cada caso en particular, y que, por tanto, ejecutando planes adecuadamente concebidos y coordinados, todo el mundo puede proyectar en acciones concretas las inmensas potencialidades inherentes a todos y cada uno de los seres humanos. ¿Tiene proyectos con respecto a los trabajadores y a los campesinos? El Proyecto para los trabajadores tiene como objetivo desarrollar las capacidades humanas de todos los obreros de Venezuela, a través de la asimilación y práctica de sistemas de pensamiento que les permitan: tomar conciencia de sus propias capacidades y de la importancia social de la labor que realizan; adquirir las destrezas mentales que faciliten la solución de sus problemas, tanto familia- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 32 res como laborales, en procura de una creciente realización personal y una mayor confianza en el futuro; alcanzar una participación, consciente y voluntaria, cada vez más activa en el seno de las organizaciones que los representan; aumentar su aptitud para el razonamiento dialéctico, como instrumento fundamental para el logro de la reivindicación y el pleno ejercicio de sus derechos. A través del Proyecto 'Campesino' se ha iniciado una acción directamente encaminada a llevarle a toda la población rural los medios necesarios para el aprendizaje y subsiguiente aplicación de esquemas de pensamiento, a través de los cuales la familia campesina pueda mejorar su eficiencia en el uso de los recursos de que dispone para su actividad productiva; aumentar su capacidad para la solución de los problemas atinentes a su entorno, en la búsqueda de mejores condiciones de vida, y lograr una verdadera participación activa y consciente en el acontecer de la vida política, social y económica del país. Queremos también llevar a cada habitante de las comunidades urbanas, principalmente barrios, técnicas para el desarrollo del potencial intelectual, en especial las relacionadas con la toma de decisiones y resolución de problemas, mediante las cuales pueden encontrar las mejores alternativas de solución frente a la realidad cotidiana; orientarse en la utilización de los recursos que la propia comunidad les ofrece; asumir sus propias responsabilidades, desarrollando conductas de autogestión; participar activamente en la determinación y ejecución de los planes y acciones dirigidos al tratamiento de la problemática comunal. ¿Qué me dice de la educación superior? Para los estudiantes de educación superior se realiza el Proyecto 'Métodos y Sistemas de Pensamiento', el cual tiene como objetivo desarrollar e implementar cursos específicos, a través de los cuales incrementan sus capacidades intelectuales. Se trata de aplicar procesos de pensamiento relacionados primordialmente con el desarrollo de estrategias para la resolución de problemas y toma de decisiones que aseguren la consecución de resultados, con especial énfasis en el aprendizaje de los procesos mentales, en lugar de los contenidos. Para este fin se están aplicando diversas metodologías, algunas de ellas ya ensayadas y validadas en otros niveles educativos, que rompen patrones tradicionales de pensamiento, encauzan la actividad misma de pensar hacia la búsqueda de nuevas metodologías y combinan el pensamiento lógico (aquel que permite derivar las Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 33 conclusiones de una premisa) con el creativo (aquel que facilita el proceso para concebir esa premisa). Se pretende, además, contribuir a la creación de un marco referencial para la docencia y la investigación. ¿Qué piensan hacer con la burocracia? Incorporado al Sistema Nacional de Adiestramiento, se ha instrumentado el Proyecto 'PDP Administración Pública', dirigido a los servidores del Estado, en el cual se han integrado, para el entrenamiento de destrezas de pensamiento, las más avanzadas técnicas de toma de decisiones, procesos de eficiencia, sistemas de creatividad, motivación al logro y otras importantes proyecciones del potencial humano. ¿Qué me dice de las Fuerzas Armadas? El Proyecto 'PDP Fuerzas Armadas' ha comenzado a través de la Academia Militar de Venezuela. Allí se lleva a cabo un ensayo en el que se han obtenido logros altamente significativos. Se tiene el propósito de que, en todos los centros de formación de nuestras Fuerzas Armadas, se incluyan cursos destinados al aprendizaje de estrategias de pensamiento aptas para la resolución de problemas y la toma de decisiones, así como para el aumento de la creatividad. El objetivo final de este programa es el de que lleguen a implementarse institucionalmente los mecanismos necesarios para que en todos los niveles de las Fuerzas Armadas nacionales puedan asimilarse y ejercitarse metodologías y sistemas ideados para lograr el desarrollo de la inteligencia. ¿Cómo resumiria usted sus ideas? Soy un político que ha pasado mucho tiempo pensando en el significado especial que, desde un punto de vista político, tienen las investigaciones realizadas en torno al tema del cerebro humano para todos los países del mundo. Estoy seguro de que merece la pena estudiar el desarrollo de la inteligencia humana. Y también estoy plenamente convencido de que los programas de investigación más importantes que se están llevando a cabo hoy día están conectados, de una forma o de otracon la manera de utilizar al máximo las capacidades del cerebro humano. Por primera vez en la historia, el hombre parece capaz de confeccionar su propio destino. Los gobiernos, la opinión públi- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 34 ca y los dirigentes, en todos los campos y en todos los países, tienen que darse cuenta de que esto es así. A nuestro siglo se le conocerá como el del 'boom del cerebro', más que por cualquier otro acontecimiento que haya ocurrido u ocurra a lo largo de estos años. Detrás de nosotros tenemos miles de años de cultura e historia: Grecia, Roma, la Edad Media, el mundo moderno. Pero un niño de una cultura primitiva puede atravesar diez mil años de historia en diez horas de vuelo en un avión. Puede convertirse en un hombre del siglo XX al llegar a otra zona de dicho siglo. El supuesto hombre primitivo podría haber alcanzado todo el progreso de nuestros días en una sola generación, si hubiera tenido a alguien que le enseñara cómo hacerlo. La clave de todo esto reside en la educación; en el proceso de enseñanza. El cerebro de una persona actual es básicamente el mismo que el de un hombre del principio de la historia de la humanidad; desde entonces no ha sufrido ningún cambio sustancial, lo que ha cambiado es la educación, las enseñanzas que se transmiten de una generación a otra. En la inteligencia lo único innato es la capacidad de adquirir inteligencia, y pasa exactamente igual que con la capacidad de adquirir el lenguaje. Ambos, lenguaje e inteligencia, tienen que ser adquiridos a través del aprendizaje, y se han descubierto fórmulas para ayudar a los hombres a desarrollar su inteligencia de una manera sistemática. ¿Qué me dice de la educación? Hasta ahora, la educación se ha basado en que es posible enseñar información y reglas de conducta, pero no inteligencia, porque a lo largo de la historia se ha creído que nadie podía aprender sistemáticamente a ser inteligente. A través de los siglos, a la gente se le ha enseñado conocimiento, pero no a pensar. Incluso se les ha enseñado dónde y cómo descubrir conocimientos, pero no a combinar esos conocimientos para alcanzar otras ideas. Se han enseñado las reglas del pensamiento lógico, pero no las reglas para producir nuevos conceptos. Se ha enseñado la cultura, pero no la originalidad. Se han enseñado los frutos de la inteligencia, pero no a tener más inteligencia. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 35 ¿Por qué se ha prestado tan poca atención hasta ahora al conocimiento de los mecanismos de la mente humana, a la forma en que se producen las ideas, a los motivos por los que hay hombres más capacitados que otros para la inventiva, a las características mentales de los creadores artísticos, científicos, y al trabajo mental de los que son denominados genios? ‘Si vas por la orilla del mar y te encuentras con un hombre que tiene hambre, no le des un pez, enséñale a pescar.’ Con respecto al mayor tesoro que poseemos en la tierra, la mente humana, a las personas se les han dado peces, pero no se les ha enseñado a pescar. ¿Su orientación es científica, filosófica o política? He enfocado este problema desde un punto de vista político. Si la inteligencia puede ser desarrollada sistemáticamente, entonces se trata de una cuestión de tal magnitud e importapcia para el destino de la humanidad, que no puede quedarse solamente en manos de los científicos o los investigadores universitarios. Es un problema político. Les incumbe a los líderes de la sociedad, a todos los niveles. Es algo de lo que todos los países deberían tomar conciencia, a través de sus sectores más influyentes, y principalmente a través de todas las personas que puedan decidir el curso que deberá seguir la educación. Incluso los científicos deberían tomar la decisión política de presionar a los funcionarios del Gobierno para que adopten las medidas necesarias, lo más pronto posible, a fin de transformar desde su base la totalidad del sistema educativo. Pues esta transformación representa la necesidad más urgente de nuestra época. Franklin D. Roosevelt ordenó la construcción de la bomba atómica debido a una carta de Einstein. Se hizo por motivos bélicos. Los científicos de hoy deberían intentar algo similar por la paz. Creo que es su deber. Se deberían emprender acciones a escala mundial encaminadas a ese fin. Tenemos que decidir si vamos a dejar que la inteligencia siga evolucionando espontáneamente y al azar, como ha hecho hasta ahora, o si vamos a intentar perfeccionarla de una manera sistemática. De la misma forma que se planean las inversiones de recursos y las estrategias políticas, también deberían las diferentes naciones, mediante un esfuerzo común, planear la obtención de un mayor grado de inteligencia en el menor tiempo posible, y para toda la humanidad. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 36 No será más que una racionalización de los medios de conseguir este fin. El conocimiento desarrollado últimamente en organizaciones, sistemas, cibernética, biónica e informática, debería ponerse al servicio de este importante objetivo. No habrá otra transformación más importante una vez que comience el proceso educativo de la humanidad. En ninguna parte se podrá emprender un hecho más grande; ningún Gobierno podría desear un programa más trascendental. En el futuro próximo el poder de las naciones se medirá por el número de mentes con capacidad desarrollada que posean, porque esto determinará su grado de progreso. Y los dirigentes políticos que no se den cuenta a tiempo de la magnitud de este cambio, no podrán evitar que sus países, por muy importantes que sean, se queden atrás irremediablemente. ¿Qué espera usted para el mundo? Cuando en todo el mundo se hayan organizado los mecanismos necesarios para mejorar sistemáticamente la inteligencia del mayor número posible de personas, la raza humana habrá dado un gran paso hacia el progreso. Entonces se conseguirá la revolución más grande de la historia. Una revolución pacífica. En mi país estamos tratando de empezarla. Tenemos esperanza y trabajamos con el propósito de que todos los demás gobiernos del mundo sigan el mismo camino. Para alcanzar esta meta buscamos sentar las bases para la creación de una 'Alianza Internacional para el Desarrollo de la Inteligencia'. Vamos a transformar completamente nuestro sistema educativo. Vamos a enseñar a desarrollar la inteligencia todos los días, desde el jardín de infancia hasta la universidad. Y vamos a educar a los padres, especialmente a las madres, para que enseñen a sus hijos, desde que nacen e incluso antes, a desarrollar todas sus capacidades. Queremos transformar a nuestro pueblo, y ya lo estamos haciendo. Queremos transformar nuestra sociedad. A través del desarrollo de la inteligencia de toda la población del mundo, todos juntos podamos ofrecerle a todas las gentes la posibilidad cierta de un destino mejor. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 37 3 Jose M.R. Delgado Neurofisiólogo, Centro Ramón y Cajal, Madrid, España El doctor R.D. Laing (véase entrevista) ha dicho, con cierto aire retador, que usted se llama a sí mismo experto. Me sorprende mucho, porque nadie me lo ha llamado y yo tampoco lo he hecho. No soy un embriólogo ni un especialista en los campos en los que el doctor Laing dice que no soy un experto. Y, desde luego, nadie debería expresar sus ideas de una manera tan autoritaria. Lo único que hago es hablar de una serie de hechos, que yo y la mayoría de los científicos, incluyendo al doctor Laing, deberíamos conocer. Cuando tomo un libro de texto de anatomía o embriología, lo que leo sobre el número de neuronas desarrolladas en el cerebro de un niño al nacer difícilmente es algo que yo haya descubierto: es un conocimiento común. Mi interpretación profesional es la de un neurofisiólogo. Todo el mundo sabe que el cerebro de un niño recién nacido es inmaduro. En el momento del nacimiento sólo están formadas alrededor del diez por ciento de las neuronas, y el noventa por ciento se desarrollan más tarde. Mientras se produce este tremendo crecimiento, el recién nacido es incapaz de un pensamiento abstracto. Es incapaz de hablar, de elegir su medio ambiente, de seleccionar sus propios estímulos sensoriales, y de alimentarse, tanto corporal como mentalmente. Por tanto, lo único que hago es advertir las consecuencias de poseer un cerebro inmaduro. Las cualidades con las que definimos al ser humano, tales como el uso del lenguaje, la planificación del futuro, la toma de decisiones, dependen de la experiencia o aprendizaje que se almacena en el cerebro en forma de memoria. Estas cualidades no están presentes en el momento del nacimiento ni poco después. Evidentemente, un niño posee la ca- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 38 pacidad de convertirse en un ser humano, si recibe los cuidados adecuados, pero investigaciones recientes han demostrado que el enriquecimiento anatómico y químico del cerebro depende del medio ambiente. En otras palabras, el crecimiento neuronal está determinado por la cantidad y cantidad de estímulos sensoriales recibidos por el niño. No hay que ser un experto para saber esto. ¿Cuáles son las consecuencias de este proceso? Que la estructura anatómica y la composición química del cerebro son modeladas en gran parte -es decir, determinadas- por los estímulos recibidos durante la infancia. La herencia genética ofrece muchas potencialidades y posibilidades, y luego, de acuerdo con las circunstancias, unas neuronas se desarrollan y otras se inhiben. El niño no toma parte en este proceso de una manera consciente, ya que todavía no posee la capacidad de elegir sus propios modelos de vida. Estos llegan del exterior a través del medio ambiente, los padres, los profesores... Es un círculo vicioso en el que ha caído todo el mundo desde tiempos inmemoriales. No hay manera de escapar de este proceso. Así como el niño necesita oxígeno para vivir, también necesita información para desarrollarse. Sin la entrada de estímulos, el cerebro no se estructurará. Entonces, ¿se podría decir que cada nueva generación es sometida a un completo lavado de cerebro por la generación anterior? Lo único que espero y aconsejo es que nos guiemos con inteligencia. Tenemos dos soluciones: desentendernos, dejando el desarrollo al azar, o intervenir tan sabiamente como sea posible, utilizando nuestros conocimientos actuales sobre la psicología del cerebro. Ya estamos intentando intervenir en nuestros sistemas educativos, pero los resultados son pobres y las consecuencias están aumentando las crisis de la humanidad. Entonces, ¿usted piensa que debemos dirigir inteligentemente lo que se va a poner en las mentes de los niños? Si nadie se ocupase del futuro de los seres humanos, sobrevendría un caos total. La complejidad del mundo actual exige una cuidadosa planificación del futuro incluyendo el desarrollo material y mental. Debido a las crecientes presiones de la sociedad, muchas personas se sienten infelices, desconcertadas, y caen en un estado men- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 39 tal enfermizo. El ministro venezolano para el Desarrollo de la Inteligencia, Luis Alberto Machado, propone que utilicemos la inteligencia para estructurar la mente humana. Volvamos al niño recién nacido, cuya mente está vacía. Cuidado con confundir las cosas. En realidad, si el cerebro de un niño recién nacido estuviera vacío, retrocederíamos a la idea aristotélica de la 'tabula rasa' - que es en lo que cree mucha gente, aunque no es del todo correcta. Deberíamos plantearlo diciendo que los niños recién nacidos están tremendamente inmaduros, mucho más que otros animales. Un corderito sabe andar, conoce a su madre y sabe ir hacia ella en busca de alimento. El cerebro del cordero está mucho más maduro en el momento del nacimiento que el cerebro humano. Pero, ¿no está completamente vacío el cerebro de un niño? Mientras está en el útero, el feto recibe algunos estímulos sensoriales provenientes de su madre. En el momento del nacimiento algunos sistemas humanos, como la respiración y la regulación térmica, ya están desarrollados y pueden funcionar, porque están genéticamente determinados. Sin embargo, no existen mecanismos programados similares con respecto al pensamiento o el habla. El recién nacido es incapaz de hablar, todavía no ha adquirido la capacidad de utilizar el lenguaje: en este momento los mecanismos neurofisiológicos secundarios no existen, y lo que es más importante, en la ausencia de estímulos sensoriales no se desarrollarán. Si se somete a un niño a un estado de privación sensorial en el que no oiga ninguna conversación humana, no sabrá hablar. ¿Qué me dice de la aparición o la existencia del alma? ¿Cómo describiría usted el alma? Considero al alma como la interpretación metafísica de la mente, basada en la revelación y la fe, que se debe aceptar de acuerdo con las creencias religiosas de cada uno. Como biólogo me es imposible aceptar o negar la existencia del alma. Para discutir este tema necesitaríamos un modelo de pensamiento filosófico o teológico. Cometeríamos un error si quisiéramos estudiar el alma mediante técnicas de comprobación experimental biológicas, que sólo son aplicables a materiales vivos. Es un error muy corriente estudiar una entidad con herramientas inadecuadas. Por ejemplo, no se puede explicar el impacto psicológico de la música en términos de la estructura atómica de la materia: son disciplinas diferentes. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 40 Entonces, ¿el alma es más que mente? No, el alma es diferente de la mente. Desde siempre, al alma se la ha considerado como inmaterial, mientras que la mente tiene propiedades como la memoria y la voluntad, que se pueden investigar de una manera experimental. Entonces, ¿la mente está en el cerebro? No, la mente es el funcionamiento del cerebro. No se puede identificar a la actividad con el órgano que la mantiene, de la misma forma que la presión sanguínea no es sinónimo del corazón. Alma, mente, cerebro -los elementos esenciales de la vida humana-, son conceptos que forman nuestra 'máquina' y, sin embargo, sabemos muy poco de ellos. Además, están los símbolos, las fantasías, etc. ¿Cómo podemos llegar a una ecología de la mente? Distingamos entre fantasía, símbolos y realidad. ¿Por qué? Porque, aunque los símbolos puedan expresar la fantasía o la realidad, la realidad puede ser tratada experimentalmente, mientras que las fantasías sólo están en nuestra imaginación. Santa Claus sólo existe en la imaginación, está inventado por el hombre y es pura fantasía. Ouizás me salga un poco de la cuestión, pero ¿por qué los franceses no utilizan ya un símbolo como el de rey, mientras que los británicos parecen seguir apegados a la realeza para siempre? El problema reside en la manera de utilizar la palabra símbolo. En primer lugar, toda la realidad recogida a través de los sentidos debe ser codificada, es algo de lo que no se puede escapar. A menos que la información sea codificada, el cerebro no puede utilizarla. Esta codificación puede ser muy simple o muy compleja, con muchas subcodificaciones. Algunas son fundamentales y otras no son necesarias para la función del cerebro. Tomemos esta mesa. Se la puede codificar semánticamente con la palabra 'mesa', o se puede decir 'esta mesa metálica', o 'esta mesa metálica diseñada por un determinado artista'; lo que significa que constantemente se están añadiendo detalles simbólicos que enriquecen el concepto de la realidad considerada. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 41 Pero, yo me pregunto, ¿qué es lo que hace que un rey sea inevitablemente un símbolo? El rey es un símbolo que se ha enriquecido y modificado al ir añadiéndole hechos históricos: así, tenemos al rey de Inglaterra o al rey de España. Pero lo que yo me preguntaba era por qué los ingleses siguen necesitando a un rey y los franceses y los alemanes no. De lo que está usted hablando ahora es de la cultura, la tradición, y la conformación psicológica de determinados grupos de gente, que en este caso sostienen la imagen real en Inglaterra. ¿Quién dice que es por eso? Yo no. Son la biología y la psicología del hombre las que dirigen estos procesos. Así que, ¿el hombre no puede vivir sin totems? El hombre primitivo necesitaba de los totems para dar un significado a lo desconocido, mientras que ahora tratamos de descubrir las bases y las leyes que rigen el mundo que nos rodea. Pero, ¿por qué necesitaban las tribus un signo materno o paterno? Aclaremos dos conceptos diferentes. Una cosa es el código de símbolos de cualquier realidad, como una mesa o un rey de verdad, y otra completamente distinta es la necesidad de las fantasías, que son hechos no existentes, creados en nuestras mentes. Se pueden añadir interpretaciones fantásticas a cualquier realidad, pero en cualquier caso, nuestros procesos de pensamiento requieren códigos neurofisiológicos adecuados. Entonces, el cerebro no puede funcionar apropiadamente sin codificar la realidad mediante símbolos. En efecto. Cada símbolo posee diferentes representaciones. El problema es que llamamos símbolo al rey. ¿Y qué otra cosa es la reina Beatriz de Holanda, sino un símbolo? Le está dando distintos significados a la misma palabra. La reina Beatriz es una persona, un poder, tradición, historia y fantasía. No es eso de lo que ahora estamos hablando. Lo que discutimos son los códigos que pasan a través de sus oídos y ojos, cuan- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 42 do elige un símbolo. Toda la realidad debe ser codificada para que el cerebro la pueda utilizar. El código inicial puede tener subcódigos emocionales adicionales. A los códigos se les pueden dar distintos significados, según la experiencia y el aprendizaje individuales. Pero, usted se pregunta sobre el significado de un código simbólico en particular. ¿Cuál? Mencionó a la reina Beatriz. ¿Puede usted mirar a la reina sin recibir un impacto óptico que golpee su retina y produzca impresiones en su cerebro? No. Por tanto, usted confiere una serie de características adicionales a esta figura humana, y mira a la reina de Holanda con todas las implicaciones históricas y políticas que recoge en su propio almacén de memoria. La realidad codificada puede tener significados muy diferentes de acuerdo con la cultura. El símbolo original se ve influenciado por las emociones y otros elementos. Cuando digo 'rojo', existe un código en mi ojo, oído y cerebro. Para una persona que viva en una sociedad de derechas, esta palabra puede tener un sentido despectivo, significando que es un rojo, un comunista; mientras que en un país socialista la misma palabra tiene otro significado, ya que rojo significa patriota. Inicialmente, el código del color rojo carece de emocionalidad en el cerebro: la experiencia personal formará el bagaje cultural de los códigos. Debemos diferenciar entre los códigos originales y los significados añadidos a ellos después, mediante el aprendizaje y la cultura. Pero, ¿podrían estar el aprendizaje y la cultura total y desesperadamente en contradicción con las realidades de la era nuclear? Por supuesto que se podrían aprender interpretaciones completamente erróneas. Entonces, ¿qué es lo primero? Lo primero es la codificación inicial, que es la misma en un ser humano que en un gato. Después de repetidas asociaciones entre un código y la realidad, se llega a un significado, que se enriquece progresivamente. Pero estos significados los programan principalmente y, sin ningún rigor, los padres y los profesores. Efectivamente. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 43 Entonces, supongamos que mis padres no me han transmitido su veneración por la reina. Yo no formaría parte de ese círculo vicioso que viene desde los tiempos de los faraones de Egipto. ¿Cómo puedo comprobar la realidad, o mejor dicho, mis códigos y el significado de la realidad, y producir cambios en el concepto? Un momento. Tomemos a un niño recién nacido que mira la cara de su madre. Lo que ve el niño no tiene ningún significado, no lo entiende; la realidad no tiene ningún significado para él. Así que, para empezar, existe la codificación de un estímulo sensorial sin significado. Este se codifica psicológicamente en el cerebro a través del nervio óptico. Si un gato mira a la misma persona, también se registra una impresión sensorial en su cerebro, de la misma forma en que cuando yo hablo en esta cinta magnetofónica se está impresionando un código. Cuando un estímulo sensorial se repite una y otra vez, en la memoria queda almacenada una huella, y llegado el momento, aprendemos a reconocer que el estímulo que vemos hoy es similar al que experimentamos la noche pasada, hace dos días, o hace dos meses. Así, se forma una estructura de referencia a través de la cual comprendemos la realidad. Todo está codificado: la música, las flores y las palabras no pueden pasar directamente al cerebro. Sólo sus símbolos codificados alcanzan nuestras neuronas. Volviendo a su pregunta, el significado de las realidades puede ser muy distorsionado por la emoción, y éste es un problema inevitable en la enseñanza. Entonces, ¿qué es lo que intenta hacer el ministro Machado?, ¿limpiar los códigos? No. Lo que tratan de hacer el ministro Machado y los venezolanos es acelerar o redirigir las técnicas de aprendizaje. Intentan mejorar la inteligencia. Pero si lo hacemos con niños cuyos conceptos básicos son erróneos y confusos, seguiremos estando en una casa de locos. En efecto, pero cambiar la estructura de referencia es sólo una cuestión de tiempo e inteligencia. Lo dice como si la raza humana tuviera tiempo suficiente para recobrar su juicio. Desde este mismo momento deberíamos empezar a evitar que el absurdo entre a formar parte del marco de referencia de los niños. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 44 Eso es imposible, porque para reestructurar la educación tenemos que hacer una serie de juicios de antemano, con los que corremos un riesgo. ¿Quién puede determinar lo que está bien y lo que está mal? Pero, ¿podemos permitirnos dejar que entren conceptos dañinos en las mentes de los niños? ¿Vemos una reina montada en una carroza de oro, o nos preguntamos si queremos ver una reina? ¿No podría ser, quizá, una mujer como cualquier otra de la nación? Su reina tiene una realidad física y una realidad histórica. ¿Qué quiere decir con realidad? ¿Se falsifican los documentos para darle un nombre directamente conectado con Guillermo de Orange! ¿Cambia eso las cosas? Sí, porque es una mentira, no es cierto. Entonces, lo que hay que hacer es modificar la educación que se da a los niños, enseñarles a encontrar la verdad. Y la cuestión es: ¿para qué sirve la educación? Los niños deberían ser libres. ¿Quién quiere manipularlos? ¿Está usted diciendo que los niños son libres ahora y que siempre lo han sido? ¡Cielos! Se les ha estado lavando el cerebro, en el más amplio sentido de la palabra, con dioses, reyes, totems y tabúes. De acuerdo, si se supone que la sociedad es la responsable de educar y formar los cerebros de las generaciones futuras, deberíamos ser conscientes de la clase de seres humanos que nos gustaría tener o modelar. Se podría decir: construir. Pero todo el mundo tiene miedo de contestar a esa pregunta. ¿Por qué? ¿Qué hay de espantoso en ello? De lo que yo tengo miedo es de las bombas H, de las bombas de neutrones y de los misiles 'Cruise', con los que estamos llenando los arsenales del mundo. ¿Por qué tener miedo de lo que realmente somos? Venimos del fondo de los océanos, de los peces y los gusanos. ¿Quién inventó el cuento de hadas de que nosotros estamos creados a imagen y semejanza de Dios, o que su hijo fue enviado para redimirnos de nuestros pecados? ¿Por qué seguir poniendo esto en la mente de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 45 las personas? El pecado es ignorar la programación de nuestra única y verdadera 'máquina', cuando sabemos lo que es bueno y lo que es malo. Todo lo que ha dicho usted se relaciona con la evolución histórica. Sí, me doy cuenta de ello, sé que es la historia de la última cena. Pero, es que seguimos hablando de hadas. Usted sigue hablando de códigos y realidad. ¿Pero qué tiene que ver todo esto con la realidad de la era nuclear, en la que hemos llegado a ser tan inteligentes que estamos a punto de hacer estallar el planeta? No puedo estar de acuerdo con un punto de vista tan pesimista. Debemos tratar de controlar nuestro destino, y para hacerlo hemos de tener en cuenta todas las posibilidades y límites del cerebro humano, y conocer qué direcciones podemos tomar y cuáles no. Necesitamos considerar el pasado, nuestra herencia cultural, incluyendo a los faraones, reyes, totems, tabúes, y proyectarlo en el futuro. Sí, claro. Y también tenemos que aprender todo lo poslble sobre el Tutankhamon de la decimoctava dinastía egipcia del siglo XIV antes de Cristo. Simplemente para saber cuántos antecesores esquizofrénicos han tenido Jimmy Carter y Leónidas Brezhnev. En lo que deberíamos ponernos de acuerdo, por encima de todo, es en cómo utilizar los poderes que hemos acumulado: con qué fines. Deberíamos preguntarnos: ¿Cuál es el sentido de la existencia de la mente? ¿Por qué pueden arrojarse bombas los rusos y los americanos? ¿Queremos un sistema para dominar a todo el planeta? ¿Por qué hay personas que pretenden extender su religión por todo el mundo como si fuera la única respuesta? ¿Debería ser ese nuestro objetivo? Estamos otra vez en el círculo vicioso; los que nos programan a nosotros han sido programados de la misma manera. Si no hubíera nadie que se ocupase de seleccionar la información que hay en la mente, lo haría el azar. Los faraones egipcios se comportaban como esquizofrénicos escuchando voces de dioses que no existían. A nosotros nos pasa lo mismo. La lección número siete del curso de Delgado sobre psicocivilización trata de lo que yo llamo desautomatización del cerebro. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 46 Bueno, yo he estado asistiendo a sus cursos durante unos diez años. Sigo pensando que debemos seguir enseñando la conciencia, el autocontrol, la sensibilidad, la ética y la libertad, a la vez que la historia, las matemáticas y la química. ¿De qué manera cree usted que afectarán las máquinas a la humanidad? El desarrollo de la microelectrónica es muy importante, quizá tanto como la revolución industrial. Se está dando paso a una nueva tecnología que aumenta considerablemente el potencial del cerebro humano. ¿Cree usted que todo, y quiero decir absolutamente todo, lo que ha ocurrido se registra en el cerebro en forma de huellas de memoria? Permítame que haga la pregunta al revés: ¿Cree usted que se puede pensar en algo que no haya sido codificado en el cerebro? Todo parece estar codificado, sí. Pero el cerebro humano no puede recordar a voluntad todo lo que hay en él, mientras que las máquinas sí pueden. Un momento. No. Algunas cualidades nunca llegarán a formar parte de las máquinas. Como dijo Bárbara Ward: ‘Las máquinas no sienten vergüenza.’ Exacto. Con las máquinas trabajamos en términos puramente físicos. Sólo cambia el sustrato material. Pero el cerebro también es físico. Aunque la base de la función cerebral sea principalmente química y física, también hay otros elementos involucrados, como los sentimientos, las percepciones y los instintos. Todavía se sabe muy poco sobre el funcionamiento del cerebro. No puedo decir que nunca llegaremos a entenderlo, pero sigue habiendo una impresionante laguna en nuestra comprensión del hombre: ni siquiera sabemos cómo percibimos o cómo sentimos. Por supuesto, todo ocurre en el cerebro. Sí. ¿Cómo sentimos la sensación de 'azul'? No lo sabemos. Algunos de los problemas relativos a la mente y el cerebro se podrían esclarecer con mi concepto de 'entidades transmateriales'. Los Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 47 códigos transmiten mensajes que van a través de un portador material al siguiente, y así sucesivamente. Un mensaje óptico, mirar una mesa, por ejemplo, atraviesa muchas etapas en el ojo y en el sistema óptico, produciendo muchas reacciones químicas y eléctricas codificadas, viajando a través de las membranas y la sinapsis, cambiando de transportadores, pero preservando su significado. Estos códigos tienen una base material, pero la codificación es transmaterial, porque el mismo mensaje se transmite por vía de diferentes órganos y medios. El próximo paso sería explicar qué es lo que hace que estas entidades transmateriales se sientan como sensaciones. ¿Cómo me siento feliz?, ¿cómo percibo un color? ¿Sigue faltando algo? Las computadoras y las máquinas no sienten como nosotros: carecen de percepción y sentimiento. Pero, ¿no sienten las computadoras modernas? Tienen sensores. Si una computadora tiene visión, tiene sentidos. No, se está usted refiriendo a los sensores, no a los sentidos. Comprender la sensación interior del sentimiento es una barrera que los diseñadores de computadoras no han podido sobrepasar. De la misma forma, no sabemos nada acerca del principio del tiempo o el origen de la materia. Algunas personas lo explican diciendo que es obra de Dios, pero esta afirmación no esclarece el misterio. Podríamos decir que es obra de la naturaleza, o que no tenemos la más remota idea. Por supuesto, todo el mundo es libre de dejar el misterio en manos de Dios, o de ser agnóstico. No se puede decir a nadie que esté equivocado cuando se está planteando la esencia, el origen y el objetivo de la naturaleza; porque no tenemos ninguna posibilidad de responder a estas cuestiones, ni siquiera en el futuro más lejano. Robert Yastrow dice que la gente tiene defectos en su instalación eléctrica y las computadoras no. Y ¿qué? Pues que las computadoras no tienen estos defectos. El mal funcionamiento se da tanto en los mecanismos físicos como en los biológicos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 48 Yastrow postula que el universo llegará a estar poblado por seres electrónicos, cuando las computadoras hayan acabado y aniquilado a los humanos. Es gracioso. Pero hablemos en serio. El gran error de las personas que se dedican a la electrónica, incluyendo a los ingenieros microelectrónicos, es que comparan a las máquinas y a las computadoras con las neuronas. La cantidad de conocimientos almacenada en las máquinas ha aumentado mucho, pero siguen trabajando sobre bases digitales de 'sí y no'. Y no 'quizá'. Sí, pero la falacia consiste en comparar el número de elementos de decisión de las computadoras con el número de neuronas del cerebro. No comprendo por qué se perpetúa este error. ¿Se puede comparar al elemento de una máquina con una neurona? Quizás con una sinapsis. Una conexión sináptica con su complejidad eléctrica y neuroquímica, no se puede comparar con la simplicidad digital de las computadoras. Una sola neurona tiene tanta riqueza como una inmensa computadora. Pero las computadoras piensan. Sí, si se define al pensamiento como una correlación de información. Una computadora también puede ser creativa, pero no tiene la riqueza de posibilidades del cerebro. Existen diferencias fundamentales en sus estructuras y en sus funciones. Pero, al contrario que el cerebro, las máquinas parecen tener una memorila perfecta. En determinados aspectos, como recordar o calcular, la computadora es mucho mejor que el cerebro, pero no cuando se tienen en cuenta todas las posibilidades. ¿Qué papel juega la inteligencia en todo esto? La inteligencia es la consciencia, y no sólo el filtrado y selección automáticos de información; es la capacidad de correlacionar la información adecuada - porque algunos datos son relevantes y otros tienen que ser desechados. ¿Qué papel juega en todo esto el programa del doctor Machado? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 49 Luis Alberto Machado Intenta incrementar nuestro nivel mental y nuestra libertad. Se ha propuesto una gran empresa, que consiste en hacer prosperar la inteligencia humana mediante nuevas técnicas de enseñanza. Con bastante razón, cree que al hombre se le puede enseñar casi todo, que la condición humana debe ser elevada con la intervención de profesores cualificados. En su cantidad de ministro para el Desarrollo de la Inteligencia, Machado está haciendo que el Gobierno se interese en la organización de programas de educación en muchos campos y niveles. En el pasado, otras personas se propusieron fines similares, pero no encontraron el apoyo de los niveles políticos más altos. Debido a su posición clave, el doctor Machado tiene la oportunidad de crear programas para la formación de profesores y estudiantes. Y sus esfuerzos han conseguido que la comunidad internacional se interese y coopere con él. Cuando estuve en Caracas el año pasado, hablé largo y tendido con el equipo del doctor Machado y con el presidente de Venezuela, señor Herrera Campins, quien expresó su completo apoyo a los programas de Machado. ¿Por qué nos vamos hasta Júpiter y hacemos 32.000 fotos en color de este planeta, mientras que el espacio interior de nuestras mentes sigue siendo 'tierra incógnita'? Porque tenemos fa metodología necesaria para ir a Júpiter, mientras que no disponemos de la tecnología adecuada para explorar muchos aspectos de las funciones del cerebro. Huimos de las realidades del cerebro y en su lugar vamos hasta Júpiter. Creo que no. Se trata de que es más fácil ir a Júpiter. Es más fácil ir hacia fuera que hacia dentro. ¿No es una característica humana el posponer lo que más nos asusta? Sí, es natural mirar antes hacia fuera; es un hecho biológico. Los niños empiezan explorando el mundo exterior. Sólo más tarde toman conciencia de ellos mismos y de su interior. Nuestros estímulos sensoriales nos dan primero información sobre el medio ambiente. Para pensar sobre nosotros mismos necesitamos desarrollar una disposición especial. En su infancia, la humanidad se interesaba más por el medio ambiente, porque se le podía percibir, tocar y modificar. El cerebro era un gran misterio que se ha ido desvelando poco a poco en nuestro tiempo. Ahora es la empresa más trascendental en la que estamos implicados: no sólo para obtener conoci- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 50 miento, sino para pianificar la estructuración y la educación de los seres humanos futuros: seres humanos psicocivilizados, conscientes de su historia bioiógica, con una nueva clase de inteligencia capaz de solucionar conflictos innecesarios. No es un sueño utópico: es lo que debemos conseguir mediante la utilización de los actuales conocimientos psicológicos y biológicos, con el fin de promover al máximo la libertad y la integración sociológica del individuo. La exploración e investigación del espacio interior del hombre debería ir pareja con nuestros esfuerzos por explorar el espacio exterior. Ya hemos alcanzado una etapa en la ciencia, que nos permite mirar hacia dentro; por tanto, no sólo estamos modificando el medio ambiente, sino que hemos empezado a modificar al hombre mismo. ¿Es posible entrar en el cerebro de las personas y modificar la estructura de sus mentes? No se trata de que los científicos reformen las mentes, sino de conseguir que las personas reciban información sobre los recientes descubrimientos científicos en el campo de la biología humana, de democratizar el conocimiento psicológico, y de darle a cada individuo una mejor comprensión de sus mecanismos cerebrales, sus necesidades básicas y su propia personalidad. Cuanto más sepamos sobre cómo funcionamos y sobre cómo somos moldeados por la cultura, más difícil será manipularnos, y mayores oportunidades tendremos para determinar nuestro propio desarrollo, nuestro propio futuro. No es sólo cuestión de influenciar las mentes de los jóvenes. Deberíamos llegar también a las personas de treinta, sesenta y setenta años, para hacerles conscientes de su propia conducta y su propio potencial creativo. Ayudarles a cambiar sus perspectivas sobre la vida, a modificar su concepto de la identidad personal, a compensar la rigidez de su educación, a abrirles a nuevas ideas, nuevas posibilidades... A todo el mundo le atañen estos problemas, pero casi nadie busca soluciones. Las preguntas clásicas deberían ser planteadas bajo un punto de vista más científico: ¿a dónde nos lleva la vida? Lo primero que tenemos que hacer es evaluar nuestro potencial biológico y entonces podremos analizar nuestra capacidad para influenciar el futuro. Pero, ¿cómo desprogramar, descodificar, algunos de los absurdos que se han implantado en la mente de las personas? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 51 Lo que se haya impresionado en una edad temprana (de cero a diez años) será difícil de borrar. Podemos tratar de modificar la programación inicial, pero no podemos eliminaria completamente. Si hemos aprendido inglés o español, pero lo hemos olvidado por no utilizarlo, será más fácil reaprender estas lenguas que otras nuevas. Sin embargo, aigunos determinantes biológicos no se pueden cambiar: por ejemplo, la necesidad de oxígeno es un requisito metabólico fundamental para la vida. Las neuronas del cerebro necesitan desarrollar una actividad química y eléctrica para poder funcionar. Algunas experiencias impresionadas en la infancia también quedarán para siempre. Tenemos dos alternativas: o seleccionar la información que se le dé al niño, o modificar las impresiones iniciales después. Estas modificaciones pueden ser dirigidas por una autodeterminación consciente. Pero, ¿no sería muchísimo mejor no impresionar absurdos desde el primer momento? No podemos obstruir la historia. Todo el mundo está influenciado por la cultura en la que ha nacido. Pero los mitos y los prejuicios se podrían presentar como historia, y no como hechos que sirvan para moldear el pensamiento humano. No se puede cambiar totalmente la organización ideológica del mundo: en todos los lados chocaríamos con la religión y la política. Eso no es inteligente. Debemos ser realistas respecto al acuerdo cultural, coincidir cuando podamos, y entonces analizar con todo cuidado las áreas en las que exista un desacuerdo emocional e intelectual. Un programa internacional, para esclarecer y resolver los conflictos humanos, no se puede basar en la teología o la antirreligión, fracasaría. Es preferible identificar lo que compartimos, y la base común es biológica. Mi propósito es promover la comprensión de la base común, de toda la humanidad, que no es ideológica, sino biológica. Podemos empezar por catalogar las necesidades esenciales de los seres humanos, Identificar las áreas de interés común que, además de la alimentación y el cobijo, incluyen el procesamiento de información, el pensamiento y las recompensas. De esta forma se puede estructurar un medio de incrementar la identidad personal y la libertad. Después de alcanzar estos acuerdos básicos podemos explorar otros campos para crear un entendimiento, un acuerdo. No vamos a convencer a los soviéticos de que acepten el capitalismo Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 52 o a los protestantes a aceptar el catolicismo romano. Sin embargo, los libros de anatomía, fisiología y farmacología, que se estudian en las escuelas médicas de todo el mundo, son similares. Pero, ¿es útil enseñarles a los niños que vayan a poner flores sobre la tumba de Lenin en el día de su boda? El culto a la rememoración de la muerte es como una religión. Por lo visto la gente necesita algo en lo que apoyarse. Pero, ¿por qué no se reemplazan los totems desfasados, la Casa Blanca, Lenin y la reina Isabel, por el conoclmiento de la biología, las realidades del Cosmos y las leyes de la naturaleza? Los vínculos emocionales forman parte de la educación y no deberíamos enfrentarnos directamente a todos los valores establecidos. Pero, ¿qué me dice de los niños de cero a seis años?, ¿y si no se les enseñara ningún mito y símbolo en absoluto? Los sistemas de valores son básicos a todas las culturas. ¿Eliminaría todas las historias, todo el pensamiento abstracto? Pero, ¿por qué hay que contarles cuentos de lobos que se comen a las abuelitas? No sea ingenuo. La verdad no es suficiente. En un caso determinado, puede que tenga razón, pero tener razón y no ser hábil destruye su propósito. Tan importante es lo uno como lo otro. Poniendo en un aprieto o insultando a una persona que no comparta su punto de vista, no la va a persuadir. Necesita razones. Es importante estar abierto: ¿qué es lo que queremos conseguir? Enseñar la realidad, enseñar a la gente lo que son. Y no que son hijos de una docena de dioses diferentes. Pero las personas no son nada sin la ética, las artes, la historia y los sueños. Entonces deberían saberlo y debería enseñárseles la libertad, el desarrollo de la individualidad y la personalidad; pero de todo esto ya se ha hablado muchas veces. 'Ego', 'felicidad', no son más que palabras. ¿Qué se nos está olvidando? El aspecto más importante: el objetivo de todo. ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Somos el tipo de personas que nos gustaría ser? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 53 ¿Podríamos cambiar? ¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos? ¿Tenemos alternativas? Deberíamos intentar dar soluciones. Si no abordamos las cuestiones fundamentales, no conseguiremos nada. No deberíamos dicotomizar los problemas de la humanidad en términos de capitalismo y marxismo; tienen muchos elementos en común. Todas las personas del mundo quieren disfrutar de un buen nivel de vida. La salud, el ocio y la compañía son indispensables para lograr el bienestar personal. Algunas manifestaciones de la conducta no están determinadas genéticamente. La información no está programada de antemano en la mente del recién nacido. La educación suministra las piezas necesarias para construir la personalidad, que se expresará a sí misma de acuerdo a la estructura que se ponga en la mente durante la infancia. ¿No se puede heredar la musicalidad? Se puede heredar la propensión, la facilidad de convertirse en un músico, pero no las habilidades de tocar y componer. ¿La posee todo el mundo? No, es evidente que no. La determinación genética suministra sólo opciones. Si sus padres y abuelos fueron músicos destacados, su cerebro puede que tenga la disposición a aprender sinfonías con mucha facilidad, pero no sabrá tocar el piano: tiene que estudiar música y familiarizarse con los instrumentos. Con un ambiente adecuado y con entrenamiento, sus aptitudes 'naturales' podrán florecer. Si usted vive en el río Amazonas y nunca ha oído hablar de los judíos o los árabes, no tendrá ningún tipo de sentimiento hacia ese conflicto. Ninguna cultura, ninguna idea, es intrínseca en el cerebro. ¿Cuál es el fondo educativo común a todas las mentes? ¿Será posible, a pesar de las ideologías totalitarias, encontrar unas bases tecnológicas y de conducta comunes? ¿Es una idea utópica e imposible hoy por hoy - o lo será siempre -, la identificación de los aspectos universales de la educación? Muchos hechos básicos de este mundo, incluyendo la biología y ecología humanas, son igualmente válidos y deberían ser compartidos por todas las personas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 54 Sí, y en todos los países se debería enseñar la psicología humana de una manera similar: el funcionamiento del corazón y el cerebro, el amor y el odio, la cólera y el miedo, el control emocional. La biología es nuestra mejor defensa contra la manipulación, y nuestra esperanza de incrementar la comprensión universal de la conducta humana. Los tabúes que han esclavizado a los pueblos en el pasado pueden y deben ser evitados en el futuro: el ciclo de la ignorancia y el miedo, el odio y la violencia, lleva a las masas hacia la guerra. Los mitos sobre la superioridad de una raza, la negación de la educación a determinados grupos para mantenerlos subordinados - 'en su sitio' -, deben ser contrarrestados mediante la enseñanza de la biología humana, ya que la enseñanza de la historia sigue siendo partidista, influenciada por la cultura. Es distorsionada inevitablemente por la educación. Los héroes de un grupo son monstruos para otro. Pero si las personas toman conciencia de los engaños a que les somete la cultura, no aceptarán tan fácilmente las noticias controladas. Entonces, deberíamos programar los elementos esenciales en las computadoras de aprendizaje. En efecto: si pudiéramos comunicar las necesidades y los deseos que comparten la mayoría de los países, entonces podríamos dar un paso adelante y considerar lo que no se comparte y por qué no se comparte. El objetivo de la vida varía según los sistemas religiosos y políticos impuestos. Pero podemos suministrar al público en general una información que no esté influenciada. Incluso si determinados Estados quisieran suprimir una serie de hechos biológicos, porque fuesen políticamente peligrosos, podríamos descubrir su falsedad y el futuro próximo proporcionará los medios de comunicar la realidad científica por televisión, vía-satélite, a todo el mundo. La tecnología está haciendo que todo esto no sólo sea posible, sino inevitable. No existen fronteras nacionales en el espacio. Vayamos un poco más atrés: el alimento es una necesidad básica que todo el mundo comparte. Somos, hasta cierto punto, lo que comemos. La falta de una alimentación adecuada no sólo mata millones de personas, sino que deja también a un significativo porcentaje de los supervivientes en áreas empobrecidas, en las que sufren daños cerebrales definitivos. Los denominados alimentos básicos son muy diferentes de acuerdo con las distintas regiones de la Tierra: el pan, que en Occidente se considera 'la materia de la vida', no existe en China, donde también Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 55 se desconoce la leche de vaca y casi no puede ser digerida a causa de una falta de enzimas apropiadas en el sistema gastrointestinal. La mayoría de las personas se mantienen a base de unas dietas muy limitadas de alimentos e ideas y tienen muy pocas oportunidades o capacidades de reflexión. Esta es un lujo. Idealmente las personas deberían saber lo que van a hacer con sus vidas. Pero, ¿hay alguien que pueda contestar a esta pregunta? Todo el mundo debería contestar por sí mismo. Actualmente la mayoría de la gente no puede, debido principalmente a una falta de información y reflexión. Existen demasiadas fuerzas que las controlan. En efecto. Necesitamos opciones. Deberíamos analizar estas fuerzas, saber que muchas de ellas están más allá de nuestro control, y tratar de apreciar las cosas en su justo vaior, y de esta forma conseguir más libertad de conducta. De lo contrario, iremos por la vida sin pensar, esclavizados por los determinantes desconocidos del azar natural. Como una hoja arrastrada por la corriente. La mayoría de nuestras reacciones son automáticas, y, por tanto, debemos tratar de construir automatismos útiles. El entrenamiento y el aprendizaje crean una sensación de satisfacción que es beneficiosa para el individuo y para la sociedad. Tomar conciencia de la realidad y pensar en las opciones, posibilita el cambio personal. Los individuos deberían ser receptivos a la información y a las nuevas ideas. Naturalmente, la receptividad depende del aprendizaje. Si se nos enseña que las mujeres de los esclavos no tienen alma ni derechos, no podremos creer lo contrario. Sin embargo, si se nos ha educado para escuchar y evaluar diferentes opiniones, podremos decidir lo que es justo o equivocado, y estos juicios de valor personales influenciarán más tarde el desarrollo mental. Las decisiones pueden ser simples, relativas a un acto específico, o pueden ser complejas, empeñadas en ambiciosos programas para cambiar el mundo entero. La libertad tiene niveles muy diferentes, de la misma forma que la personalidad puede ser muy fuerte o estar muy limitada. El incremento de la libertad personal depende de la exposición a diferentes ideas y de la oportunidad de actuar sobre ellas y comunicárselas a los demás. Esta retroalimentación da una sensación de transmitir algo valioso. Las ideas no son posesiones individuales, sino com- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 56 binaciones de estímulos que provienen de la cultura y que son procesados y vueltos a integrar en la cuitura otra vez. Una persona que transmita mensajes de utilidad para los demás, morirá más lentamente debido a la prolongación, a la vida posterior de su propia creatividad. La comunicación da satisfacción personal. Este es el privilegio básico de la libertad. Raras veces se considera a la libertad desde un punto de vista biológico. Debemos distinguir entre los mecanismos necesarios para la conducta libre, el ejercicio de la libertad y el propósito de las actividades libres. ¿Podría existir la libertad sin una base neuronal? No, porque atañe al pensamiento y la conducta. La libertad tiene posibilidades y restricciones, igual que los demás tipos de conducta. Tiene que aprenderse y, por tanto, requiere la entrada de la información, el procesamiento de los datos, y las respuestas conductuales. En términos biológicos, la libertad es un aspecto de la conducta aprendida. En ausencia de estímulos sensoriales estamos privados de establecer los mecanismos necesarios. Sin información, no hay sentimiento, pensamiento o conducta. Se trata de algo más que de privación de la libertad: estamos bloqueados para adquirir los mecanismos con los que ejercer la conducta o el pensamiento libres. Eso es por lo que los mecanismos de conducta libre no aparecen en un Estado totalitario como Polonia. En su trágico pasado, los polacos no han estado totalmente aislados. Han tenido oportunidad de pensar. Han estado expuestos a diferentes ideologías mientras los ejércitos del Este y el Oeste marchaban sobre ellos. Ahora están reuniendo fuerzas para actuar con un propósito unificador. Están utilizando los medios que tienen a mano, a través de sindicatos, medios de comunicación y contactos con la Iglesia, el ejército, la policía y los funcionarios del Gobierno. Para alcanzar este nuevo objetivo específico de incrementar su libertad, utilizan mecanismos establecidos. Podríamos tener los mecanismos necesarios para el pensamiento y la conducta libres y dirigir nuestras acciones - el ejercicio de la libertad - con diferentes propósitos. Por ejemplo, si tenemos un revólver, para poder utilizarlo necesitamos aprender la técnica. Cuando procesemos esta información, podremos ejercer la libertad de disparar el revólver. Ahora necesita un propósito: matar un conejo. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 57 Sí, o matar a una persopa. El establecimiento de los mecanismos, el ejercicio de las acciones y el propósito de la conducta. Estas son las tres etapas distintas de la libertad. En la URSS no se enseñan los mecanismos de la libertad como parte de la conducta. Ni en la mayoría de los países. Y recuerde que los deseos son creados. Así, la gran industria americana de automóviles persuade a millones de personas para que compren sus productos: '¿No preferiría tener realmente un Buick?' La gente no se da cuenta de cómo la publicidad de masas manipula su conducta. En una sociedad flexible se pueden poseer los requisitos indispensables para la conducta libre, pero estar bloqueados debido a una situación política que prohíbe la libre expresión. Hoy día, este problema está muy extendido en algunos países de Sudamérica, donde las manifestaciones libres se prohíben a la fuerza. En los países totalitarios se mantiene a las masas intelectualmente aisladas. Y los individuos no poseen la información ni los mecanismos mentales de la libertad. Así, el Estado no necesita de la fuerza para impedir el ejercicio de la libertad. Excepto en el caso del exiliado Andrei Sajarov. Pero, desde el punto de vista de los controladores, es un problema menor y poco importante, porque hay muy pocos disidentes de este tipo. En Rusia, la conducta de las personas tiene menos alternativas que en Occidente, debido a la censura y a la prohibición de viajar. ¿Diría usted que el ejercicio de la libertad es una habilidad que puede o no desarrollarse? Exacto. La falta, el error que se ha cometido siempre ha sido considerar la libertad como una propiedad del cerebro, como un derecho humano inalienable e innato. Eso no es verdad. La libertad no viene establecida por los genes. La conducta libre tiene que ser aprendida. Es una habilidad que atañe a la conciencia, al pensamiento complejo, a la valoración de datos, a la capacidad de generar y elegir entre conceptos en conflicto. Existen muchos niveles de libertad: algunas personas deciden morir por una cuestión de fe. El idealismo, el fanatismo, pueden conducir a los individuos a acciones extremas. Por un lado, escuchar la voz de Dios, las 'voces interiores', o nuestra conciencia, puede llevarnos a cometer actos de increíble heroísmo; esta idea también puede ser la chispa que prende en asesinatos, linchamientos, masacres, inquisiciones y el holocausto. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 58 Entonces, ¿cuáles son los limites de la libertad? Mire lo que le está pasando al mundo con su deprimente exceso de libertad. Entonces, ¿por qué no enseñar simultáneamente las técnicas y los límites de la conducta libre? Ahora estamos hablando de algo más. Evidentemente en el ejercicio de la libertad tenemos posibilidades biológicas y límites sociales. La educación puede suministrar directrices en ambos aspectos. La educación, sí; pero, ¿qué pasa con la programación? Hay a quien le gusta todavía menos el término 'control de la conducta', porque lleva a la cuestión de '¿quién controlará?' Pero, de una manera o de otra, la juventud aprenderá, y se le debería enseñar de la mejor manera posible. Tienen derecho a la información. La inteligencia no sólo puede, sino que debe ser enseñada. Si no fuera así, no pasaríamos entre diez y veinte años aprendiendo primero cómo aprender, y elaborando progresivamente un repertorio de respuestas y habilidades automáticas. Al contrario que a los animales, se nos tiene que enseñar todo, y el potencial intelectual puede ser destruido no sólo por la falta de alimento, sino también por el aislamiento sensorial o los malos tratos. Se le debería dar a la gente la oportunidad de dirigir sus propias vidas - controlar su propia conducta -, y esto supone años de aprendizaje. El grado de libertad que consigan estará directamente relacionado con la cantidad de enseñanza eficaz - o control de la conducta - suministrado por los que se encargan de la educación. Todo el mundo sabe que en algunos países la educación está cuidadosamente estructurada de modo que las personas no alcancen poder o libertad. Sea cual fuere la cultura a la que pertenezcamos, se nos enseña, se nos entrena y se nos programa, tanto si nos gusta como si no. La programación es un aspecto cada vez más importante de la civilización moderna. ¿Cómo se puede vincular la felicidad a la libertad? No están necesariamente relacionadas, pero la felicidad también tiene que ser programada. Algunas personas se sienten felices con una simple escudilla de arroz, mientras que otras necesitan una comida de cinco platos. Pero, ¿es eso la felicidad? La felicidad tiene diferentes significados, de acuerdo con los distintos marcos de referencia culturales. En los Estados totalitarios, hay personas que cumplen con su parte de trabajo y son felices. Incluso se les da una medalla por ello. No Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 59 piensan en unas vacaciones en el Caribe: esa opción no existe para ellos. Así que, hay diferentes niveles de felicidad. Exacto, pero, ¿cómo se establecen esos niveles? Mediante la programación. Entonces, según su concepción, ¿la libertad es una variedad máxima de opciones? Sí, pero las personas no pueden ser conscientes de su conducta en todo momento es demasiado agotador - . La toma de decisiones exige un esfuerzo; por tanto, aprendemos a dar la mayor cantidad posible de respuestas conductuales automáticamente, utilizando la elección libre para la consideración de los temas complejos. ¿Qué qulere usted decir? Hay personas que prefieren ser menos responsables y se sienten más a gusto sin el esfuerzo que supone tomar decisiones. Debido a nuestra inconsciencia, podemos tener una falsa sensación de libertad, ya que no conocemos los determinantes de nuestra conducta. Nos podemos sentir libres porque no sabemos, pero también podemos aprender a ser más libres, si sabemos algo sobre cómo y por qué tomamos las decisiones. Estamos al borde de un nuevo tipo de libertad de la que ya he hablado con el doctor Machado - la libertad de la inteligencia, la libertad de la conciencia, de la conducta responsable. ¿Qué pocas personas se dan cuenta de que están totalmente programadas! Se les puede programar para ser esclavos o para ser libres. Si a una persona media de la calle se le dijese que tiene que ser programada para poder ser libre, se alzaría de brazos. Se podría preguntar a las personas corrientes, si ellas o ellos, eligieron a sus padres, sus genes, su lugar de nacimiento, su lenguaje, y las experiencias iniciales que estructuraron su personalidad. Es evidente que la educación es esencial para desarrollar la reactivación emocional y la toma de decisiones. En realidad, la educación es la programación de las respuestas conductuales. Sin ella, la mente carece de flexibilidad y, por tanto, se perjudica a la libertad. Lo que pasa es que todos los procesos de aprendizaje a que se somete a los niños en nuestros días son completamente medievales y no tienen nada que ver con la era nuclear. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 60 La educación casi siempre va retrasada. Por desgracia, a los niños se les da una información parciai y a veces perjudicial. No se les educa adecuadamente. E incluso temas que podrían ser fascinantes, se presentan bastante mai. Sabemos que aun los mejores profesores no pueden estar inspirados e inspirar continuamente. Las técnicas de enseñanza por computadora y vídeo están provocando nuevos desarrollos que liberarán a los profesores de las importantes tareas de la socialización y la supervisión. La televisión supone un medio de llegar a millones de personas, de hacerlas conscientes de sus problemas y potenciales comunes. Las mentes de las generaciones futuras - de los que yo con toda esperanza llamo hombres psicocivilizados - tienen que ser estructuradas para que funcionen mejor. Las personas reciben muy escasa información sobre ellas mismas: cómo aprenden, de dónde vienen sus ideas, cómo pueden evitar o controlar las emociones desagradables o perjudiciales y disminuir el sufrimiento. Es muy corriente identificar la autodisciplina con la autonegación, cuando en realidad es fundamental para el aprendizaje de cualquier habilidad: la concentración mental y el esfuerzo físico siempre son necesarios. Sólo adquiriendo diversas habilidades, el hombre desarrollará un repertorio de conducta efectivo, que le permita incrementar sus alternativas y libertad. Por tanto, usted suministraría a los niños la tecnología necesaria para manejar esta avalancha de información. Añada a eso clases sobre inteligencia y habremos puesto manos a la obra. Sería un buen comienzo. La mayoría de los conceptos de libertad se centran en la autoexpresión: se refieren a nuestra 'identidad personal' y a 'encontrarnos a nosotros mismos', y consideran que la mayoría de los determinantes provienen de nuestras propias mentes. Como si lo que somos se generase allí. Exacto, el problema del yo es que la gente supone que es fijo o estático, sin darse cuenta de que el yo no es una propiedad exciusivamente nuestra, sino que lo forma y lo crea lenta y progresivamente la experiencia. No está formado de antemano en el óvulo fecundado - no es una entidad generada independiente o espontáneamente - . El yo está estructurado por la cultura. La identidad personal es como un rompecabezas y podemos encontrar los orígenes de sus muchas partes. Es el resumen dinámico del procesamiento intracerebral y la información extracerebral que moldea la masa inicial del cerebro, determinada genéticamente, al darle una Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 61 forma única. Somos influenciados constantemente por el medio ambiente, y en realidad, somos una parte de él. ¿No está usted destruyendo la individualidad, el crecimiento individual? Al contrario, trato de reforzar la personalidad y la individualidad, identificando sus componentes y dirigiendo su desarrollo de una manera consciente e inteligente. La individualidad no se puede desarrollar si no somos más que una parte pasiva del medio ambiente. Sólo dándonos cuenta de que tenemos el poder dentro de nosotros mismos de formar nuestros propios yoes, podremos adquirir una nueva perspectiva y mejorar nuestras posibilidades de ser más libres. La religión les ofrece a las personas un objetivo divino; sus problemas se solucionan mediante la fe, la esperanza.?No está usted cambiando de roles, diciendo que no se tiene que hacer por medlo de Dios, que se debe hacer por medio del hombre? No, porque la inteligencia humana no está hecha por el hombre. Sólo estamos descubriendo y desarrollando nuestro potencial, que no hemos creado nosotros. La inteligencia humana y el propósito no son entidades teológicas; son sólo productos de la psicología del cerebro. En lugar de que Dios nos creara a nosotros, nosotros creamos a Dios. En lugar de que Dios crease la vida, nosotros creamos la vida; por tanto, nosotros matamos a Dios. No, es usted muy agresivo, la creatividad mental debería ser pacífica. Sólo intento matar a los totems imaginarios. No es necesario matar. Es preferible comprender, y luego modificar los conceptos humanos. No alienemos innecesariamente a una gran parte de la población; expliquémosles lo que son ellos mismos; un poco de psicología del cerebro hace maravillas en los fanáticos. Hay miedo de que un grupo totalitario, una élite pequeña, la aristocracia científica, pueda dirigir y manipuiar a todos los demás. Nuestro objetivo es lo contrario: suministrar no sólo a la élite, sino también a las masas, el conocimiento que les capacite para resistir a la manipulación. Debemos aprender no sólo a seguir órdenes, sino a pensar por nosotros mismos, y a no ser programados en contra de nuestra voluntad. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 62 Este es un enfoque liberal, porque fundamentalmente promueve la independencia la libertad - . Los regímenes autoritarios hablan de educar a las masas y de asegurar su bienestar, pero sus objetivos son muy diferentes. Creemos que la felicidad, que la autorrealización, no puede estar legislada por el Estado y que, por el contrario, la personalidad es dinámica. Si bien el desarrollo individual necesita inicialmente la intervención del Estado y la familia, en la vida adulta debería ser una responsabilidad personal. Entonces, el rol del individuo se refiere a si debería servir al Estado. Esto debe ser esclarecido políticamente. Mientras tanto, si podemos democratizar la ciencia y hacer que el conocimiento sea accesible a todos, la gente tendrá una gama de oportunidades de desarrollo más amplia. No sólo conseguirán un nivel de felicidad personal más alto, sino que también serán capaces de servir al Estado -y a la humanidad- con más eficacia. Habla usted muchas veces de la humanización del hombre. Pero, ¿qué me dice de la afectividad? La afectividad, como la libertad, es un tipo de conducta aprendida y no está genéticamente determinada. El cariño maternal y el comportamiento sexual son instintivos, pero la afectividad es algo que se puede adquirir o no. Su aprendizaje se produce en una edad muy decisiva que va de los cero a diez años. Si no se nos estructura para llegar a ser afectivos, no sabremos amar o recibir amor. La capacidad de amar representará un papel muy importante en nuestro futuro. ¿La afectividad es un ingrediente del equilibrio de una persona? No necesariamente. Es una cualidad conductual, como muchas otras. ¿Cree usted que los modelos básicos necesitan ser desarrollados entre los cero y diez años? Sí, por supuesto. Pero, ¿los padres son conscientes de esto? Creen tratar a los niños con cariño y con amor, pero en general no se dan cuenta de que no sólo son amables con las criaturas desamparadas, sino que también están enseñándoles las respuestas necesarias para un desarrollo normal. Algunos animales de las especies más bajas muestran afectividad hacia su progenie durante un Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 63 breve período; por tanto, es probable que haya un cierto valor instintivo en las diferentes especies. En el hombre, el valor social de la afectividad es enormemente importante para el cerebro. ¿Para el cerebro? Sí, para la función del cerebro, porque si no se nos enseña, la afectividad será un lenguaje que no podremos hablar. El amor no aparece por generación espontánea. Requiere experiencia emocional, símbolos e imitación de la conducta. ¿No fue el doctor Harlow quien realizó una serie de experimentos con monos sin madre? Sí, y esos monos, aislados de sus madres, se volvieron neuróticos y desarrollaron una conducta sexual, social e individual anormal, porque estuvieron privados de afectividad cuando eran recién nacidos. La impresión neuronal de la conducta tiene lugar en determinadas etapas de la vida infantil. Eso significa que durante ciertos períodos del desarrollo cerebral, poseemos la capacidad de aprender respuestas específicas. Es bien conocido que los idiomas se adquieren con facilidad antes de los quince años, mientras que es mucho más difícil para los adultos. También es importante que la exposición de las ideas abstractas y la geometría tengan lugar durante los primeros años. A las personas que pertenecen a culturas muy primitivas se les puede enseñar muchas habilidades, sin embargo, es muy difícil que capten conceptos geométricos o abstractos. Necesitamos aprender a utilizar nuestros sentidos. No crea que estas capacidades están determinadas genéticamente. Necesitamos aprender a utilizar nuestros ojos, nuestra boca y nuestras manos. Si no aprendemos las habilidades especiales durante el período crucial en que nuestro cerebro es flexible y receptivo, puede que sea demasiado tarde. Un ejemplo puede ser la visión binocular, la utilización de los dos ojos. Podemos apreciar la profundidad porque la percepción angular es ligeramente diferente en cada ojo. Creemos que el uso de ambos ojos es espontáneo. Sin embargo, no es así. Tenemos que aprenderlo antes de los seis o siete años. Algunos niños pequeños son bizcos. Tienen una visión doble, que es muy desagradable, y sus cerebros aprenden a suprimir una de las imágenes, lo que quiere decir que en realidad son funcionalmente ciegos del ojo que no utilizan: sus mensajes no son procesados por las neuronas correspondientes. Mediante la cirugía se pueden tensar los músculos orbitarios de modo que ambos ojos pueden ser utili- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 64 zados conjuntamente, y así, recobrar la visión binocular. Sin embargo, si esta operación no se realiza pronto, el niño tendrá corregida la convergencia ocular, pero no su ceguera funcional, ya que ésta se encuentra en el cerebro. Los niños que nacen con cataratas congénitas y son ciegos, hasta que recuperan la vista mediante una operación quirúrgica a los diez años más o menos, experimentan mucha dificultad para 'ver'; tienen que tocar los objetos para poder identificarlos, porque su corteza visual no ha sido adiestrada para procesar la información que proviene de sus ojos. Nunca aprenderán a utilizar sus ojos normalmente. Es asombroso. Hay otro problema aún más dramático. Estudios recientes han revelado que incluso nuestra orientación sexual no está predeterminada: cuando un niño nace se le identifica como varón o hembra, pero, al parecer, el cerebro tiene que ser influido por las hormonas sexuales durante las primeras semanas de vida para poder fijar la orientación sexual del adulto. Los varones que al nacer carezcan de testotesterona circulante, pueden tener tendencias homosexuales cuando sean adultos. Lo que significa que las neuronas del cerebro tienen una estructuración hormonal que condiciona el procesamiento de la información sensorial y la atracción sexual. Nacemos muy inmaduros, muy frágiles, y los efectos del medio ambiente son decisivos en la formación de nuestro futuro. Pero usted parece ser optimista con respecto a nuestras posibilidades. Sí, porque poseemos una considerable capacidad de aprender y de cambiar. En último término, depende de cada uno de nosotros. Algunas personas son mentalmente viejas cuando tienen veinte años. Otras se mantienen jóvenes, flexibles y se esfuerzan por seguir aprendiendo durante toda su vida. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 65 4 Philip Handler Presidente de la Academia Nacional de Ciencias, Washington (1969-1981)(1) Considerando los doce años en que fue usted una especie de papa para los científicos americanos, ¿cuál diría que es su mayor preocupación? Una de las cosas que más me inquietan es la carrera armamentista. Los rusos han invertido gran cantidad de medios a ese respecto, y nosotros también lo estamos haciendo. Me es imposible imaginar una carrera armamentista cuyo final no sea el empleo de las armas. En general, creo que el mundo se ha vuelto loco. Lo cual convierte en un asunto de máxima urgencia la iniciativa venezolana encaminada a intentar cambiar el curso de las cosas y a hacer algo en cuanto al desarrollo de la inteligencia. El problema de marcos teóricos, tal como el programa venezolano para el desarrollo de la inteligencia, es que algunos de nosotros no estamos bastante seguros de que la base científica sirva para el estudio de la mente; mientras que ellos parecen sugerir que sería provechoso o incluso posible. Ese es el problema que se me planteó cuando se me informó sobre esta iniciativa de Caracas. ¡Ojalá pudiera creer que este proyecto se sustenta exclusivamente sobre datos científicos fundados! Una vez que la Información ha sido codificada dentro del cerebro, en las neuronas, al parecer ya no se la puede borrar. Sin embargo, (1) Algunas partes de esta entrevista también aparecen en A life of Science, un libro de entrevistas que el autor preparó en colaboración con el doctor Handler para que fuese publicado en 1982. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 66 especialistas como Delgado, Feuerstein y Herrnstein, parecen estar unánimemente de acuerdo en que la transformación de las personas resulta posible. Quizá, pero en la ciencia en sí misma no se puede encontrar nada que sirva de base a los principios éticos y morales. Pero, ¿por qué no se codifican en las mentes o, mejor dicho, en las neuronas de los bebés y de los niños algunos de los hechos de la vida, lo que verdaderamente somos, de dónde venimos, el universo, los océanos, y se intenta que tomen conciencia de la realidad y la acepten tal como es? Seguramente se les podría explicar lo que somos, lo que son nuestros hechos biológicos, incluso los del cerebro; pero, ¿cómo decirles lo que es bueno y lo que es malo? Sí, claro, pero es evidente que tampoco sirve de nada decirles que Cristo o cualquier otro mesías dijo tal o cual cosa. Incluso el Libro Rojo de Mao no dio resultado. Si no se puede deducir lo que es bueno o malo a partir de principios primarios, tal como hacemos en matemáticas o física, y los principios éticos y morales no se pueden obtener de esa forma, entonces se necesita hacer uso de la autoridad. No se me ocurre ninguna otra cosa. ¿Cómo explicar a los niños que no tienen que matar? Sukarno, el presidente de Indonesia, siempre le decía a su hija pequeña, Sukmawati, que no matase a las libélulas que entraban en su estudio, sino que las cogiera y las echase fuera. La niña nunca lo olvidó. ¿Necesitamos en realidad una Biblia o Corán para aprender esto? No obstante, ¿en qué se basarían entonces mis argumentos, cuando les dijera a mis nietos que no deben hacer daño a las cosas, que es mejor amar que odiar?, ¿en qué se basarían realmente? A este respecto, la Biblia siempre ha sido el vehículo de la verdad y la realidad. Creo que a lo largo de estos dos mil años hemos estado equivocados tratando de lograr un resultado positivo mediante tan ingenua mnemotecnia. Al parecer, el cerebro no comprende realmente, puesto que no estamos mucho más desarrollados que cuando los cristianos asediaron Constantinopla, en el nombre de Cristo, para degollar a los musulmanes, que se suponía eran paganos. Vietnam fue una repetición de esa estupidez. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 67 Se podría decir, como hace mucha gente, que la religión es un mito, o que verdaderamente no tiene nada que ver con la realidad. Pero proporciona las bases para los principios éticos y morales, y esas bases son necesarias. ¿No podríamos inventar nuevas formas de educar a los niños? Ya que, después de todo, enseñarles la Biblia o cualquier otra religión mucho antes de que puedan valerse por sí mismos para asearse o comer con cubiertos, es tan adoctrinante como el hecho de que a los niños soviéticos, ya en el jardín de infancia, se les inculque la idea de que Lenin es el padre del Estado. En las granias cooperativas de Ucrania he visto cómo les mostraban fotos de Lenin con un gato en su regazo. A Lenin le gustaban los gatos, por tanto, como a los niños les gustan los animales, Lenin también les gusta. Por fin, los venezolanos se han decidido conscientemente a tratar de mejorar la calidad del producto: la raza humana. Lo hacen con el asesoramiento de, entre otros, equipos de Harvard, Cambridge, Barllan, etc., y afirman que se pueden mejorar las habllidades del pensamiento de la misma forma que se puede enseñar a nadar o a tocar el piano (2). Hasta cierto punto, quizá sea verdad que esto se pueda hacer. Pero se tiene que madurar mucho en la vida antes de que las relaciones cariñosas y sencillas se hagan evidentes. Cuando mi nieta, la niña que vino aquí hace un momento, entra por la mañana en mi habitación para darme un beso y despertarme, creo que merece la pena vivir. Pero no estoy seguro de que sintiese lo mismo cuando tenía quince años. Lo dudo mucho. Pero a los niños pequeños se les abruma con cuentos de hadas, príncipes y princesas que viven felices para siempre y con Dios sabe qué cosas más. ¿Cuántas perturbaciones, llantos y otros daños se produce a las criaturas que se están formando antes de que lleguen a ser completamente conscientes del mundo real? ¿No sería mucho mejor enseñarles un modelo del mundo más realista, sobre todo en la era nuclear, que volver a repetir las trilladas historias de los cuentos? Sí, creo que sí. Hablando de la carrera armamentista, usted mismo dijo que sólo la humanidad podía parar esa locura. Advirtió que nadie sabe cómo (2) Véase también la entrevista con Arthur Whimby, pág. 161. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 68 frenar tal insensatez. Pero los venezolanos, al menos, han dado un primer paso para abordar la cuestión. Bruno Bettelheim, bajo el supuesto de que tratamos a los niños como si fueran 'idiotas', hizo hincapié en que en la Unión Soviética, por lo menos, consiguieron que el primer día del curso los alumnos fueran al colegio con flores para sus maestros. En Nueva York, el alcalde Koch hizo publicar una ley por la que se prohibía que los niños llevasen revólveres y otras armas a las escuelas, porque mataban a muchos profesores. Por lo menos, en la Unión Soviética parece que se ha conseguido inculcar a los niños el respeto por la ciencia. Probablemente no se trate de algo pasajero. Hubo un tiempo en que, en este país, nos comportábamos de una manera similar. El profesor de escuela de un pueblo pequeño solía ser la personalidad más estimada y, a menudo, también era la más educada. Pero ahora eso ha cambiado y, lamentablemente, no para mejor. ¿Cuál es la explicación? No hay muchas, y las que hay no son muy buenas. En primer lugar, está el plano puramente económico: pagamos muy mal a los profesores en relación con el resto de la sociedad. No se les puede pedir mucho si no se les paga. Por lo visto, en el ejército se da el mismo problema; los especialistas se van a la industria privada, donde ganan dos veces más. Por supuesto, se trata de lo mismo. Y, claro, la enseñanza, por lo general, era una profesión estrictamente femenina. Las mujeres no tenían muchas otras salidas. Por tanto, las que eran muy inteligentes, elegían esa carrera. Existía una selectividad muy fuerte, que ya no es fiable. Supongo que el nivel general de aprendizaje en todo el mundo, incluyendo nuestro país, era mucho más bajo que ahora. Un título superior significaba algo, y ahora no es nada. Pero, no está claro por qué es así, por qué gastamos constantemente más dólares por niño, y aún seguimos más descontentos con los resultados que en cualquier otro momento. La verdad es que no conozco la respuesta. La falta de disciplina es una de las causas. La permisividad del sistema escolar, el fracaso para mantener modelos, son algunos aspectos del problema, pero ninguno de ellos da verdadera cuenta de él. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 69 Un amigo mío, hijo de Yale Dean, que se doctoró en filosofía, en la Universidad de Colorado, con muy buenas notas, acabó siendo carpintero en Illinois. ¿A qué se debe esta tendencia a apartarse del trabajo intelectual? Lo que hizo su amigo fue buscar fines y propósitos; fue descubrir que, después de todo, lo que había ganado en la vida no valía la pena. En cierto sentido, representa una decisión muy saludable, porque significa que hay muchos seres humanos que no se limitan a andar a tientas e inseguros, sino que encuentran la oportunidad de actuar y saben hacer los cambios necesarios. Su vida no se quedó estancada a los quince años. Y creo que eso es saludable. Por supuesto, un país como Venezuela, con lo que supone la entrada en su tesoro de un flujo repentino y continuo de billones de dólares en ingresos de petróleo, comienza a plantearse la mejor manera de elevar el nivel educativo, y de esta forma la inteligencia de las masas, para poder hacer frente a la avalancha de nuevas tecnologías. Lo que distingue a Venezuela y otros países es que son ricos. No recuerdo en qué año fue, 1968 o así, fui a Chile para inaugurar un nuevo telescopio en una montaña y pasé allí toda la noche con el presidente Eduardo Frei. Mirábamos por el telescopio y dialogábamos. Recuerdo que en un determinado momento, el Presidente sugirió que Chile tendría que emplear a ingenieros, científicos y físicos altamente cualificados. Me mostró un montón de grandes cajas, que había allí al lado, llenas de equipo americano recién recibido. ‘Ni siquiera tenemos gente que abra estas cajas y arme todo el equipo’, dijo. Creo que ese es también el caso de Venezuela. Sólo se les puede desear lo mejor, siendo un poco irónicos en cuanto al resultado. Quizá, lo único que puedan hacer es acelerar el proceso. Bueno, incluso el Gobierno de Pekín ha enviado ya una misión y está experimentando con unos sesenta millones de niños chinos en edad escolar, basándose en lo que se está haciendo en Venezuela. Puede que haya muy buenas razones para intentar todo esto, pero no puedo opinar porque no sé nada de ello. Es un tema que no he estudiado detenidamente. Simplemente, tengo la sensación de que, en efecto, parece que queremos conseguir la perfección de los seres humanos, y por eso en este momento ya se han iniciado estos programas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 70 Desde luego, no tenemos ningún motivo para pensar que la capacidad de las neuronas, que constituyen el cerebro, esté saturada. No hay ninguna razón para creerlo. Margaret Mead me dijo: ‘esta es la década del cerebro’(3). Es como si realmente la supervivencia de la raza humana dependiera cada vez más de la forma en que utilicemos las tres libras de protoplasma de nuestras cabezas(4). Me parece verdaderamente horrible. ¿Porque cree que es clerto? No, horrible en el sentido de que, si recapacita en lo que acaba de plantear, está usted diciendo en realidad que las decisiones más importantes referentes a la vida en este planeta, al futuro de la humanidad, van a depender de lo que enseñemos a los niños. Eso es, ni más ni menos, lo que afirma. Y si todos los niños se amasen, si el odio fuera desconocido, si se hiciera hincapié en la racionalidad o en la bondad, cualquier cosa que pueda ser ésta, no tendríamos que preocuparnos por los misiles nucleares ni por los submarinos 'Trident'. Pero, el problema reside en que, cualquiera que sea el sitio donde estemos, a la mayoría de la gente no se le puede otorgar la inmensa cantidad de confianza que hay que poner en las personas que están al cargo de los niños, y no me refiero a sus padres, sino al sistema escolar, la Iglesia, etc. Sigo pensando que no podemos seguir llenando de absurdos el cerebro humano. Lo primero que tenemos que comprender es que una sola neurona de nuestro sistema nervioso central, puede tener muchas sinapsis, cada una de las cuales le da una instrucción. Al final puede activarse o no. Integrará todas esas informaciones, y todas ellas serán clasificadas. Algunas son fuertes y otras débiles. Esa es la realidad de la existencia humana. Sin embargo, es todo este activar y no conseguir activar que hay en la masa cerebral de nuestras cabezas, lo que determina la clave de la supervivencia de las especies. (3) On Growth, vol. I, Willem Oltmans, Putnam & Sons, 1974, págs. 18-26. (4) The Brain, the last frontier, Richard M. Restak, Doubleday and Co., 1979, pág. 9. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 71 Pero también hace que sea muy difícil confiar en cualquier sistema educativo ideado o hecho por el hombre. Pero, ¿qué es lo que tenemos ahora? Un no-sistema de educación totalmente anticuado. Sí, es verdad, ¿se refiere usted a lo que pasa en lrlanda, por ejemplo, no? Sí, o fijese en nosotros mismos, con nuestra desconfianza y odio a los comunistas y los rusos. La supervivencia parece depender de la preparación de las generaciones futuras para vivir en armonía en este pequeño planeta, y para descubrir formas de conciencia y de abordar la realidad completamente nuevas. En este reducido planeta, que de todos modos permite que dos naciones se destruyan de una manera por completo incomprensible, de una manera que es una verdadera locura. Hace algunos años, el doctor Laing me dijo que la humanidad se había vuelto completamente loca. Me doy cuenta de que a sus amigos Machado, Delgado, Feuerstein y todos los demás, les gustaría modificar la conducta y mejorar el aprendizaje de los seres humanos para que cuando lleguen a adultos sean personas responsables, sensatas y quizá, incluso, amables y útiles. Pero yo no sé cómo se puede hacer esto. Pero, ¿no cree que debemos darnos prisa y buscar una forma de conseguirlo? Lo que quiero decir es que la tarea es mucho más difícil de lo que nunca nadie imaginó. El cerebro es bastante más complicado de lo que creíamos. Pues ellos creen que se pueden mejorar los 'engranajes' de los cerebros. No se engañe. Por el hecho de que los ordenadores y sistemas de computadoras tengan procesos que parecen análogos a los del cerebro, no debería usted pensar que son semejantes. El cerebro no es una computadora, y no funciona como tal, la única razón por la que parece haber cierta analogía, está en que la unidad fundamental, la neurona, es como el elemento fundamental de una Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 72 computadora, que puede decir 'sí' o 'no'. Está encendido o apagado, uno o cero, según la notación que se quiera utilizar. Y en el cerebro, una neurona se activa o no se activa. Pero las computadoras no tienen esa increíble riqueza de conexiones con subconexiones que a su vez tienen otras subconexiones y así sucesivamente. En el fondo, no hay ninguna razón para pensar que el cerebro se parezca de alguna forma a una computadora, o que lo que se aprenda mediante la manipulación de la información de las computadoras vaya a mejorar necesariamente la capacidad de apreciar el cerebro o vaya a afectar la conducta. La importancia de las computadoras radica en que son un instrumento para tratar de comprender el cerebro. Es algo muy importante, pero no debemos engañarnos creyendo que estamos estudiando un modelo del cerebro, porque no lo es. Por lo que he podido hablar con ellos, sé que los científicos que trabajan en el proyecto venezolano son muy conscientes de este hecho. Pero, me gustaría preguntarle: ¿no son los genes los que transportan la información? Claro que los genes transportan la información, ¿qué otra cosa van a llevar? En un sentido general, podríamos decir que esa es su misión. Usted nació con una información que contenía toda una serie de instrucciones para que ese huevo fertilizado al crecer se convirtiera en Willem Oltmans. Es el fenómeno más sorprendente y extraño del universo. No hay ninguna otra cosa semejante. Entonces, estamos predestinados. Una vez que la fertilización ha tenido lugar, sabemos que surgirá un nuevo individuo. ¿Cuántas veces ha recalcado usted que este mundo lo hace la gente! El cerebro es todo lo que tenemos, es nuestro último árbitro. Sin embargo, apenas estamos familiarizados con sus hechos biológicos. ¿Hasta cuándo vamos a poder seguir jugando a la ruleta rusa con la vida? Tiene gracia. ¿Qué? Tiene gracia. Lo que quiero decir es que con la palabra 'jugarse', expresamos un proceso aleatorio. Nos unimos a las personas de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 73 manera fortuita y salimos de esa mala relación yéndonos al otro extremo, otro hombre, otra persona. No me imagino una solución mejor. Puedo pensar en la ingeniería genética tratando de librarnos de las enfermedades genéticas. Eso sí me lo imagino. Lo que no me puedo imaginar es una forma más positiva de crear un nuevo tipo de personas. ¿Qué es lo que habría que codificar? No lo sé exactamente. Sin embargo, no somos animales. Somos capaces de reflexionar sobre lo que Albert Camus denominó 'La condition humaine'. Aunque, ¿de qué sirve reflexionar si no utilizamos correctamente la maquinaria con la que estamos dotados? Acaba usted de describir la forma en que desaprovechamos nuestras capacidades, eso es lo que acaba de decir. Sólo que no sé muy bien cuáles son las limitaciones que la naturaleza y la infinita magnitud del cerebro imponen a las realizaciones humanas. Lo que está muy claro es que todavía tenemos mucho camino que recorrer. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 74 5 Anatoli Alexandrov Presidente de la Academia de Ciencias de la URSS, científico atómico, Moscú El difunto presidente de la Facultad de Psicología de la Universidad de Moscú, profesor A.N. Leontiev, me dijo, a principios de los setenta, que en la Unión Soviética se estaba empezando a prestar más atención a las ciencias de la conducta. Sí, así es. Probablemente, nuestra investigación científica ha descuidado estos aspectos. Pero esta negligencia se dio en muchos países. Quizá se ha tomado más conciencia debido al incremento del crimen y la alteración del orden público. Después de todo, no existe una razón fundamental en las sociedades opulentas para la criminalidad juvenil y, sin embargo, vemos que en general es en las naciones con mayor riqueza material donde los jóvenes infringen y violan más las leyes. Por si esto fuera poco, suelen ser los hijos de familias acomodadas los que cometen más delitos. Se ha hecho necesario que prestemos una atención especial a estos acontecimientos. Pues significan que, al parecer, hay una serie de factores incontrolados que estimulan o determinan esta especie de lado enfermizo de la naturaleza humana. Es evidente que deberíamos de prestar más atención a estos síntomas asociales de la conducta. ¿Cuál es la causa de estos lamentables sucesos? No soy especialista en este campo y, por tanto, me es muy difícil evaluar y juzgar la situación. ¿Ha visitado usted nuestras guarderías y jardines de infancia? Sí, incluso visité numerosos Palacios del Pionero(1) en lugares tan lejanos como Armenia, Kazakstan y Siberia. Entonces, habrá visto usted que nuestros niños, al menos en mi opinión, reciben una educación excelente. A veces, incluso mis (1) En la URSS, centros de enseñanza para niños que se destacan en alguna materia en especial. (N. del T.) Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 75 nietas pequeñas intentan enseñarme a utilizar técnicas que aprenden en la escuela. Sin embargo, en una etapa posterior de sus estudios, de repente, manifiestan unas maneras inaceptables, y entonces nosotros nos preguntamos: ¿qué es lo que hicimos mal? Es posible que la ciencia no sepa todavía lo suficiente sobre la mente humana. Por supuesto, nuestros conocimientos son limitados. Pero todos los problemas o desviaciones que provocan estas perturbaciones sociales empiezan realmente en el cerebro. Seguramente. Pero nosotros, los seres humanos, influenciamos continuamente este cerebro. De momento, incluso no conocemos cuál puede ser el resultado de estas influencias. Por ejemplo, no sabemos absolutamente nada sobre el ruido, ese ruido colosal que origina el tráfico moderno en las ciudades. ¿Cómo influencia o perjudica a la mente?, ¿qué tensiones originan en la mente humana los efectos de la luz? Hoy día, la mente humana es un receptor de todo tipo de ondas y frecuencias de radio. José M.R. Delgado afirmó que la televisión influencia la neuroquímica del cerebro, y origina y produce cambios en nuestro marco de referencia sin que nos demos cuenta de ello. Es un problema que, seguramente, será muy difícil de examinar. En cualquier caso, no tenemos la más remota idea de hasta qué punto los progresos de la sociedad moderna han influenciado nuestro cerebro a lo largo de los últimos veinte o treinta años, ni qué daños han producido, o producen. Por supuesto, es una cuestión sumamente importante y, en mi opinión, todos los científicos del mundo deberían empezar, urgentemente, a interesarse por estos problemas. Quizá haya oído usted que el presidente de Venezuela, señor Herrera Campins, nombró recientemente un Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia. No lo sabía. ¿Cree usted que se podría hacer? Hasta cierto punto representa una iniciativa sensata y útil. Pero, por encima de todo, a la hora de educar a los niños, el momento verdaderamente crucial en que se forman y programan sus caracte- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 76 rísticas básicas son los primeros años de vida, cuando son todavía muy, muy pequeños. Por tanto, creo que en realidad sería mejor prestar más atención a este proceso del desarrollo de los niños en las edades más tempranas. Tengo entendido que, en Venezuela, existen niveles educativos muy diferentes, y eso es lo que habrá llevado al Gobierno a dar este paso tan importante. Tradicionalmente, este tipo de programas se habría puesto en manos del ministro de Cultura o del de Educación, o de los dos. Pero, es evidente, que un ministro de Educación y Cultura no es la persona más adecuada para tratar este tipo de problemas tan sumamente complicados. Es cierto que un Ministerio, como usted dice, para el Desarrollo de la Inteligencia, se enfrenta con numerosos aspectos de la conducta humana, de la mente humana, que son desconocidos incluso para la ciencia moderna. El ministro venezolano doctor Machado ha firmado un contrato con un equipo de especialistas de la Universidad de Harvard, dirigido por Richard J. Herrnstein, un psicólogo genético. En mi opinión, a algunos de nuestros científicos les interesarían estas cuestiones, y podrían contribuir a la investigación de este área del esfuerzo humano. Desde luego, yo, por mi parte, lo considero un campo sumamente interesante para la cooperación científica. Porque, después de todo, no se trata de un problema que le importe o interese sólo y exclusivamente a Venezuela. Todas las naciones en desarrollo, y en realidad todo el mundo, debería estar interesado. Incluyendo a las naciones industrializadas y ricas. Por supuesto, pero las naciones ricas tendrían que enfocarlo con una perspectiva y un esquema completamente diferentes. En los países altamente desarrollados los contrastes no son tan agudos y distintos, mientras que en las naciones en desarrollo son colosales. Por tanto, en las naciones ricas de todo el mundo se tendría que operar a un nivel diferente. También daría la oportunidad de estudiar por qué se incrementa el crimen entre los hijos de familias acomodadas. Exactamente. Pero, al mismo tiempo, estos son acontecimientos que, de alguna manera, están un poco al margen de la vida social en general. Es posible que requieran una atención especial, pero no se les puede considerar como normales. Al menos, yo estoy muy satisfecho con la conducta de todos mis hijos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 77 Al parecer, en la URSS el crimen está bajo control, pero no ocurre lo mismo en los demás sitios. He visto algunas estadísticas sobre el crimen en los Estados Unidos, y debo decir que, en ese país, parece ser un problema realmente grave. Yo he vivido durante treinta años en Nueva York. No se puede comparar en absoluto con ningún otro lugar del mundo. Ultimamente lo más preocupante son las drogas duras. Ahora son un problema incluso en Amsterdam. Afortunadamente, aquí los narcóticos no se han puesto de moda. Pero, si vueive usted a ver al ministro Machado, dígale que me gustaría mucho conocerle. Ya estuvo en Moscú, y habló con el ministro de Educación, Michael Prokoviev. Tenga, mi tarjeta de visita. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 78 6 Jose Dominguez Ortega Asesor General del ministro de Estado para el Desarrollo de la Inteligencia. Profesor de Derecho en la Universidad Católica Andrés Bello, Caracas, Venezuela Como ya se dará usted cuenta, después de hablar con tantos especialistas, se me ocurren muchas preguntas. Una de las cosas que mayor discusión ha provocado, por empezar de alguna forma, fue el experimento realizado con los niños indios que interpretan a Beethoven. Cuando hablé con el profesor Alan Dundes, antropólogo de Berkeley, California, igual que R.D. Laing, éste se mostraba realmente enfadado por ello. La cultura es universal. Todas las críticas y la oposición, que ha recibido nuestro proyecto de los niños indios, partieron de grupos no autóctonos, que parecen creer que hay que proteger a los indios para que sigan siendo indios en su estado indígena, o dejar que los negros sean negros con sus costumbres tribales en lo profundo de Africa. Es evidente que todo esto tiene cierto interés, sobre todo desde un punto de vista antropológico, e incluso puede que sea importante. Pero, ¿con qué derecho aislarlos y dejarios fuera de la civilización y el progreso cultural y científico? Por otro lado, ha llegado el momento de desarrollar y aplicar un concepto universal de cultura. No podemos seguir guiándonos por conceptos y puntos de vista maniqueos: esto es bueno y esto es malo, esto es oriental y esto occidental, esto es público y esto es privado, esto es del Gobierno y esto es de los particulares, etc. Creo que lo mejor sería enfrentar el hecho de que hay un mundo, un hombre, una realidad y de que, en verdad, no deberían existir estas dicotomías. Menos aún entre ciencia y humanidades. No hay duda de que un científico moderno es una persona orientada humanísticamente. De cualquier forma, deberíamos dejar de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 79 establecer diferencias entre las humanidades y la ciencia. Desperdiciamos muchas ideas que podrían resultar beneficiosas a la humanidad, deberíamos aprender más sobre la cultura oriental, así como los orientales deberían saber más de la cultura de Grecia y Roma. Quiero reiterar que en este planeta sólo hay un hombre, una mente, un cerebro, una inteligencia. Debería existir un concepto totalmente global de la cultura, del hombre, de la historia y del futuro que tenemos que desarrollar. Por tanto no creemos que sea un error, ni que vaya en contra de nuestros intereses, el enseñarles a los indios a interpretar a Beethoven. Nuestro proyecto les enseña, también, a tocar instrumentos que antes no conocían. Pero, ellos poseen sus propios instrumentos indios, que quizá no conozcan. Puede ser, pero lo que nosotros queríamos mostrar y demostrar, principalmente, era que todo el mundo puede aprender casi todo, si se le adiestra adecuadamente. Las personas normales poseen un potencial genético que deben desarrollar. Es indudable que lo más conveniente para ellos es que lo desarrollen lo mejor y más pronto posible. Actualmente, estos niños tienen su propia orquesta. Y el presidente Herrera Campins les ofreció construir un centro destinado a esta orquesta juvenil de la comunidad Pemón. Todo opera en interés de la cultura, que no tiene, absolutamente, ninguna frontera. En relación con esto creo que debo reiterar, una vez más, que todos los hombres nacen libres e iguales. Esto ha sido demostrado por la ciencia y establecido por la ley como una Regla Universal. La inteligencia es una potencialidad similar en todos los hombres y todas las personas pueden desarrollarla. Así se ha establecido en la Declaración sobre la Raza y los Prejuicios Raciales aprobada por la Conferencia General de la UNESCO en su segunda reunión, celebrada en París el 27 de noviembre de 1978. El artículo 1, párrafo 4, establece que: ‘Todos los hombres y naciones están dotados con las mismas facultades, que les permiten conseguir un desarrollo intelectual, técnico, social, económico, cultural y político completo.’ Y en el párrafo 5: ‘Las diferencias existentes en las realizaciones de las distintas naciones pueden ser perfectamente explicadas mediante factores geográficos, históricos, políticos, económicos, sociales y culturales, dichas diferencias nunca pueden convertirse en un pretexto, utilizado para elaborar una clasificación jerárquica de las naciones y de los pueblos.’ Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 80 Y en el artículo 2: ‘Cualquier teoría que mantenga que existen superiores e inferiores inherentes, que diferencian a los grupos raciales o étnicos, dándoles a algunos el derecho a dominar o eliminar a los supuestamente inferiores; o que transmitan juicios de valor basados en diferencias raciales, carecen de base científica y son contrarias a los principios éticos y morales de la humanidad.’ Esta declaración es categórica, determinante y definitiva. Refuerza y ratifica los Principios Universales expresados en la Declaración de los Derechos Humanos. Sería absurdo pensar que no es más que un formulismo de los miembros de la comunidad internacional. Es evidente que las naciones desarrolladas del Norte, de origen anglosajón u otro, que los pueblos de Europa y Japón, es decir, todas aquellas naciones que poseen la ciencia y tecnología modernas y se gobiernan por sistemas políticos ejempiares, están plenamente convencidos de que ‘las diferencias raciales carecen de base científica’, y de que ‘todas las gentes de la Tierra están dotadas con las mismas potencialidades’. Sería horrible que los bloques de naciones y países dirigentes, sea cual sea su tendencia política, hubieran ideado declaraciones, en los últimos treinta años, y eso es algo que no ha ocurrido siempre y no lo han hecho todos, sólo con el fin de calmar su conciencia y de engañar al mundo. Lo que establecen estas declaraciones trae consigo la verdad científica, la experiencia histórica y la realidad social. Es la base del nuevo Derecho internacional, que pretende implantar en la comunidad internacional los principios éticos y morales de la humanidad. Tenemos que creer que las naciones mantienen estos principios de buena fe y no debemos considerar inútiles estas declaraciones. Otras de las críticas que he oído muchas veces, especialmente en boca de Burton L. White, era que sus equipos no prestaban suficiente atención a la edad que va de cero a seis años. Bueno, es posible que nuestros críticos no estén muy informados de los desarrolios que se están dando aquí. Burton L. White fue una de las primeras personas con quien hablamos. Estudiamos su libro Los primeros tres años y admiramos su trabajo; lo consideramos una obra ejemplar. Vino a Caracas y realizamos consultas con él. Su enfoque es nuestro enfoque, porque realmente el período más crucial de la vida del niño es el que va de cero a seis años. Y más críticos, todavía, son los tres primeros años. Nosotros estamos prestando una atención especial a esta edad. Incluso hemos empezado mucho antes. Estamos enseñando a las madres lo que hay y no hay que hacer durante el embarazo. ¿Por Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 81 qué deben escuchar música? ¿Por qué deben hacer ejercicios? Qué es lo que deben y no deben comer. Incluso estamos fomentando programas, destinados a las madres, en los que se trata todo el embarazo, desde el primer día hasta la llegada del niño nueve meses después. Estamos totalmente de acuerdo con Burton L. White, Barry Brazelton y todos los que creen en la estimulación temprana. A algunos observadores extranjeros les gustaría saber en qué consiste exactamente la cooperación entre el departamento del doctor Machado y el Ministerio de Educación. Cooperamos estrechamente con el Ministerio de Educación. Compartimos los mismos deseos de renovar, transformar y revolucionar el sistema educativo. Creemos que tenemos que enfrentarnos a la realidad criminal del sistema educativo, pues no se podría llamar de otra forma el asesinato de la creatividad y de la curiosidad general de los niños. Lo que queremos ahora es que el sistema educativo logre que los estudiantes sean críticos, creativos y dialécticos. Basamos el desarrollo de la inteligencia en cuatro principios: cientificidad, apoliticidad, popularicidad y universalidad. Por tanto, todas las actividades del Despacho del ministro Machado están encaminadas a conseguir la democratización de la ciencia, que es un requisito fundamental en la institucionalización de una democracia más participativa. Pero, ¿es realmente único lo que está haciendo Venezuela en este campo? Por supuesto. Existen programas similares en varias partes del mundo, pero no poseen nuestro enfoque generalizado. Normalmente, estos programas, en otros sitios van dirigidos a pequeños sectores de la población, sólo en beneficio de unos pocos. Aquí, todas las madres de Venezuela recibirán, con el tiempo, la información necesaria sobre cómo tener su hijo y cómo estimularlo y desarrollarlo. Estamos instruyendo y enseñando a personas voluntarias y a los doctores de las clínicas de maternidad y de los hospitales donde nacen los niños. Además, hemos preparado unos videocassettes especiales con tal fin. Sí, he visto algunas de estas películas, incluyendo las que prepararon para pasarlas por televisión durante uno a tres minutos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 82 Se puede decir que, en algunos países, por ejemplo, veinte mil madres reciben una educación e instrucción similares. Pero nosotros nos preguntamos: ¿El programa es bueno o es malo? Si es malo, ¿por qué se aplica ya desde el principio a veinte mil madres? Si es bueno, ¿por qué no se aplica a todas las madres, en lugar de solamente a veinte mil? Eso es lo que estamos haciendo ahora en Venezuela. En las maternidades, no sólo trabajamos con las madres que van a tener un hijo mañana, sino también con las que lo tuvieron ayer. Así mismo, estamos creando un ejército de voluntarios, y vamos a ir a todas las comunidades locales, los barrios. Vamos a llevar este conocimiento a todos los hogares venezolanos donde haya niños. Nuestra motivación y enseñanza se extenderá a todas las escuelas, y de esta forma, todos tos niños y estudiantes llevarán este conocimiento a sus casas y a sus familias. ¿Y la modificación de los adultos? Una persona que nos inspiró mucho fue el presidente fundador de la Sony de Japón, el señor Masaru Ibuka, quien creó una fundación para el desarrollo del talento de los niños motivado por sus conversaciones con el profesor Suzuki, que se encargó de nuestro programa musical para los niños pemones. Masaru lbuka escribió un libro titulado El jardín de infancia es ya demasiado tarde. Hablaba en él sobre la imperiosa necesidad de desarrollar la inteligencia de los niños durante las etapas más tempranas de la vida. El doctor Machado, nuestro ministro, le dijo que también en Venezuela creíamos que 'nunca es demasiado tarde'. Así pues, en nuestro programa tenemos programas para adultos. Estamos impartiendo cursos para aprender a pensar, basados en diversas técnicas de Harvard, de Bono, etc., adaptadas a adultos. Y, como ya sabe, tenemos programas para las Fuerzas Armadas y para los funcionarios públicos. Con el tiempo adiestraremos a toda la población obrera de Venezuela, a través de los sindicatos y organismos gubernamentales y empresariales. Quizá pueda resultar provechoso citar a todas las organizaciones involucradas en el programa de la inteligencia. Aparte de los programas iniciados por el Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia, cooperamos con los siguientes ministerios e instituciones: Ministerio de Educación, Ministerio de Sani- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 83 dad, Oficina Central de Personal, Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE), Petróleos de Venezuela, Corporación de Guayana, Gobernación del Distrito Federal, Corpozulia y Fundación del Niño. El profesor Rodríguez Delgado hace mucho hincapié en que el desarrollo de la inteligencia es sólo una parte de todo el asunto. Estamos de acuerdo con el doctor Rodríguez Delgado. Como él dice, ‘no nacemos libres, sino subordinados al medio y a los mecanismos neuronales. Tenemos que aprender a ser libres, a reemplazar los automatismos y las respuestas instintivas por elecciones inteligentes basadas en la conducta racional’. Estuvimos en Madrid y estudiamos sus trabajos sobre psicogénesis; nuestro equipo colaboró en su laboratorio durante ocho semanas. Somos plenamente conscientes de que el hombre se compone de algo más que la inteligencia, esto es lo que le hace realmente diferente de los otros seres. Efectivamente, hay emoción, sentimiento, etc. Pero seguimos pensando que la inteligencia es el elemento central. ¿Por qué la inteligencia? Porque todo debe tener un sentido, las personas necesitan de la inteligencia para entenderse a sí mismas, para comprender que son unidades totales y completas, con un destino más amplio e importante que el de un simple robot. Tienen que aprender a proyectar su inteligencia para poder fortalecerse; tienen que aprender a dirigir su voluntad, sus sentimientos y sus emociones, para así entenderse mejor, para responder a sus necesidades, para estructurarse, para dirigir sus necesidades y fines en la vida, para construir su personalidad. Por tanto, estamos totalmente de acuerdo con el profesor Rodríguez Delgado. Su campo, la psicogénesis, es fascinante. Aparte de los programas ya mencionados por el doctor Machado, tengo entendido que van ustedes a desarrollar nuevos proyectos. Exacto. Ya estamos listos, por ejemplo, para comenzar un nuevo programa sobre 'La Inteligencia Cristalizada y Fluida' en colaboración con Robert J. Sternberg, de la Universidad de Yale. Tenemos también el propósito de crear otro programa denominado 'La Resolución de Problemas para Adultos', también a nivel universitario, en colaboración con Jack Lockheal, de la Universidad de Massachusetts, y Arthur Whimby, de Nueva Orleáns. ¿De qué tratará exactamente el programa que se realizará con la colaboración del profesor Sternberg? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 84 Trata de la resolución del problema de la lectura, la comprensión y el razonamiento abstracto. Será una investigación que realizaremos a lo largo de tres años, en la que nos proponemos desarrollar las capacidades verbales. Es importante, porque trabajaremos en un experimento en el que se incluyen grupos de control y experimentales conjuntamente entre nuestro Despacho, el Ministerio de Educación y la Universidad de Yale. Este programa tiene, como los demás, un considerable respaldo científico. En él se demostrará que trabajamos sobre sólidas bases científicas y que nos proponemos que siempre sea así. Resulta asombroso que el presidente de Francia, François Mitterrand, haya nombrado ahora toda una serie de ministros que no son en absoluto convencionales; por ejemplo, un Ministerio para la Solidaridad, un Ministerio para el Tiempo Libre y la Recreación, un Ministerio para la Descentralización del Estado, un Ministerio para la Mujer, un Ministerio para la Juventud e incluso un Ministerio para la Vejez y el Mar. En cierto modo, está haciendo, ahora, lo que el presidente Herrera Campins hizo hace dos años: pensar en futuro. Por tanto, no nos sorprende demasiado. Pero, claro, algunos suponen que Francia posee el monopolio del espíritu. Nosotros dimos un paso muy importante, fue una decisión histórica. Sin embargo, poca gente le prestó la debida atención. Algunos criticaron, otros se sorprendieron. En Venezuela nuestra decisión les chocó a muchos. En nuestro estado de subdesarrollo, somos propensos a aceptar todo lo que venga de fuera; lo que viene del exterior siempre es bueno, pero lo que iniciamos nosotros mismos, no. No obstante, cada vez es mayor el apoyo e interés que recibimos, diariamente, en nuestro propio país y desde el extranjero. ¿Piensan ustedes Investigar los resultados de sus programas? Poco a poco iremos obteniendo una imagen cada vez más clara. Recuerde que nuestras ideas también se respaldaron en una conferencia, celebrada en Madrid, por los Ministerios de Educación de todos los países latinoamericanos, en cuya declaración oficial se reconocía que todo el mundo tenía el derecho humano básico a ser inteligente. También existe una declaración similar, expresada en la conferencia de la AMPS, celebrada en Dakar, en la que del mismo modo, se afirmó: que el desarrollo de la intel igencia era un derecho humano básico y un deber del Estado. Y ahora, el Club de Roma, en el Compromiso de Caracas de 1981, establece que el experimento del desarrollo de la inteligencia humana es un símbolo realmente pragmático, que debería constituir un ejemplo para el mundo entero. El Club de Roma también hace hincapié en la Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 85 idea de que es más importante desarrollar al hombre mismo que industrializar o gastar tanto tiempo en estériles debates sobre diversos tópicos. Venezuela se está creando toda una reputación gracias a sus famosas iniciativas, pues la OPEP también la crearon ustedes. Sí, pero la mayoría de la gente equipara a la OPEP sólo con la producción de petróleo. Eso es un error. Como escribí en los días en que se instalaba la reunión de la OPEP en Caracas: ‘A pesar de todo, la OPEP sigue siendo una de las organizaciones más importantes del mundo; y para seguir siéndolo, sus países miembros deben ser plenamente conscientes de que su mayor riqueza no es la cantidad de petróleo que pueden controlar, sino en el hecho de ser exportadores de energía. La OPEP seguirá siendo importante en la medida en que mantenga su posición en el “campo energético”. De lo contrario, si la organización no se da cuenta de la importancia de este área de actividad en particular, no hay duda de que su existencia no pasará más allá de unas cuantas décadas. Ese fue el caso de las empresas ferroviarias, que tardaron en advertir que el verdadero negocio no era el ferrocarril, sino el transporte y la comunicación. Por tanto, es evidente que al igual que el dinosaurio, hay que adaptarse a las circunstancias o, de lo contrario, prepararse a morir. La OPEP debería representar el papel dirigente en el terreno de la energía, y en mi opinión, no ocurre así. Los diferentes tipos de energía, como la energía nuclear, solar, geotérmica, eólica y marina, a pesar de todos los pros o los contras, de su viabilidad específica y de los problemas que acarrean los costos de producción, son fuentes de energía alternativa para el futuro; y cuando éste llegue, la OPEP deberá estar lista para poder mantener su papel predominante en este sector.’ Creo que, de acuerdo con las iniciativas propuestas por el ministro Calderón Berti, Venezuela debería llevar a cabo un análísis de los dos problemas o posibilidades más importantes a las que la OPEP y el mundo tendrán que enfrentarse en un futuro próximo: la inteligencia humana y la energía. Estos dos factores están estrechamente unidos y, por tanto, no se les puede tratar por separado. El estudio científico e interdisciplinario de la inteligencia humana, y una investigación urgente e intensa de las nuevas fuentes de energía son cuestiones muy importantes que se deben tener en cuenta. Para emprender este estudio e investigación, es necesario valerse de las autoridades más relevantes en ambos campos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 86 Seamos, por una vez, de los que importan 'cerebros', y volvamos a traer a nuestros países a los que, por error, hemos exportado. Esta tarea, si se realiza, nos permitiría presentar una nueva imagen de la OPEP, a través de la cual podríamos conseguir que el mundo tomara conciencia de los planes que tiene la organización con respecto al futuro, así como de su importancia en el destino de la humanidad. ¿Qué venderán las naciones productoras de petróleo dentro de veinte años? ¿De qué nuevas fuentes de energía dispondremos? Para mantener su posición, tendrán que concentrarse en la creación de nuevas tecnologías y conocimientos científicos. Poseen fondos para hacerlo, pues están en posición de invertir importantes recursos en la contratación de talentos extranjeros. De esta forma sería la primera vez que las naciones en desarrollo se hacen con los cerebros de los países desarrollados. Invertirían el tráfico de cerebros. Es necesario traer especialistas de otros países a las naciones de la OPEP, tal como hacemos en el Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia. Solamente si hacemos esto podremos ofrecer fuentes alternativas de energía dentro de veinte años. De lo contrario, sería el final de la OPEP. Ya le hemos propuesto a nuestro ministro de Minas, Calderón Berti, la creación de un centro para el estudio de los recursos naturales de energía y la investigación del cerebro, la mente y la inteligencia. ¿Qué reacciones produjo? Muy positivas. De hecho, ya existe un proyecto, casi a punto, denominado INTERMUNDO, que será una universidad para los estudiantes de las naciones del Tercer Mundo, propuesto por el presidente Herrera Campins y secundado por la OPEP. Será un centro para estudiantes de todas las naciones del Tercer Mundo. Nuestro ministro de Minas, Calderón Berti, y yo mismo, nos reunimos en Madrid con el profesor José Rodríguez Delgado, quien ya había hablado con el ministro español de Educación. Se podría crear un centro piloto en el Centro Ramón y Cajal de Madrid. Recientemente, sir Peter Medawar escribió en el 'Boletín de Cientificos Atómicos' (abril 1981) que él creia en el ‘meliorismo cientifico’, y añadió: ‘un meliorista es simplemente el que cree que mediante una acción humana sabiamente emprendida, se puede hacer del mundo un lugar mejor’. El doctor Machado y usted parecen estar dentro de esta categoria de optimlstas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 87 La esperanza de conseguir un mundo mejor para la humanidad puede hacerse realidad si ponemos en práctica y difundimos la idea de que el mundo puede ser mejorado y desarrollado mediante una determinación política anivel nacional e internacional, No se trata de que estemos condicionados, como dice la nueva derecha. Para ella, el hecho de que la inteligencia esté genéticamente determinada por el peso de la herencia es una razón más que suficiente que demuestra que la educación no sirve de nada a la hora de cambiar la realidad humana, en un mundo caracterizado por bloques dominantes que, a su vez, están dominados por élites minoritarias nacidas para gobernar al resto de la humanidad. De la misma manera, sostienen que el papel representado por los sexos, por las diferentes naciones, por los hombres y por la cultura tienen una base biológica, y que ‘la idea original de una sociedad, de una cultura particular, está íntimamente ligada a sus factores biológicos’. Así, la biología, la sociología y la etología forman la piedra angular sobre la cual la nueva derecha está construyendo su concepción política y su credo social. Es evidente que esta teoría implica un enfoque intelectual llamativo; pero, sin lugar a dudas, el hecho de crear una nueva doctrina, basada en sofismas, verdades parciales y en la utilización tendenciosa de algunas realidades científicas, es inaceptable. Es, para mí, inadmisible aceptar esta teoría, pues esta nueva derecha no es sino la vieja reacción. Confío en que sólo motiven la curiosidad de lectores ávidos de mantenerse informados de los temas políticos y sociales. En 1979, el problema de la humanidad va más allá de las fronteras establecidas por la izquierda y la derecha, más allá de los diálogos Norte-Sur. Hoy día, el problema de la humanidad no puede, de ninguna manera, estar limitado a un 'punto de vista' biológico. Aquí y ahora este problema debe evitar todo tipo de etiquetas, dejar a un lado los tópicos inútiles y sobrepasar una serie de clichés preestablecidos. Debido a las nuevas realizaciones científicas, el hombre de hoy es capaz, no sólo de tomar conciencia de su propio ser, sino tambíén de transmutarlo. Es evidente que en la inteligencia humana hay factores biológicos; pero, por encima de ellos, todos los hombres normales tienen enormes posibilidades de desarrollar e incrementar sus propias facultades mentales. Porque la inteligencia es, en verdad, una realidad sobre la que se puede influir, pues tiene un componente ambiental, sociocultural. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 88 Se trata de ser, realmente, actores de nuestras propias realizaciones. De estar al mando de nuestra propia potencialidad y de enriquecer nuestra individualidad. Los hombres son diferentes. No son idénticos aun cuando posean potencialidades similares y tengan que alcanzar metas comunes extraordinarias. Según Spengler, el final de una determinada civilización se puede deber fundamentalmente a la pérdida de su 'alma', de su disposición espiritual. Si esto es verdad, podemos establecer categóricamente que, si conseguimos proyectar la inteligencia humana hasta los niveles que puede alcanzar, la humanidad estará, realmente, en el umbral de una nueva civilización. No importa cómo y aunque tengamos que luchar contra fuerzas superiores, tenemos que crear una doctrina integral, a la que el doctor Machado ha denominado 'inteligencialismo', que va más allá de las fronteras establecidas por la derecha o la izquierda, por ideologías viejas y nuevas, por nuevas etiquetas o viejas realidades. No estamos tratando un problema semántico o filológico. De hecho, es un problema que sobrepasa los aspectos geopolíticos y sociobiológicos, pues el hombre es un ser integral creado por Dios a su imagen y semejanza, hacedor de su propia vida e historia, artífice de sueños y futuros, poeta del mañana y creador, hoy, de la eterna utopía de la humanidad: un mundo libre, justo y en paz. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 89 7 Robert J. Sternberg Psicólogo, Universidad de Yale, EE.UU. ¿Se puede enseñar la inteligencia? Se puede mejorar el funcionamiento intelectual de las personas. No estoy muy seguro de si eso es exactamente lo mismo que enseñar la inteligencia. Después de todo, nadie sabe muy bien lo que es la inteligencia. Este término tiene muchos significados. Sin embargo, hemos observado que se pueden realizar ciertas mejoras en el funcionamiento intelectual, y lo más probable es que algunos de los proyectos venezolanos, hoy en curso, para la formación de la inteligencia, lo consigan. El planteamiento venezolano busca consolidar un número considerable de proyectos. Y lo más probable es que una pequeña proporción de ellos den buen resultado. Seguramente la mayoría de ellos saldrán bien hasta cierto punto. Y sólo algunos cuantos funcionarán realmente bien, al menos eso es lo que se espera. La mejor trayectoria a seguir sería concentrarse en tres o cuatro de los veinte o más proyectos. Al menos, en Venezuela se están interesando por el tema de la inteligencia, al que hasta ahora no se le ha prestado ninguna atención en las escuelas. Estoy muy a favor de ello. ¿Tienen proyectos sobre la inteligencia en Yale? Hemos hecho estudios de adiestramiento a pequeña escala. Tenemos una base teórica para hacer más, La mayor parte de mi propia investigación trata de la teoría de la inteligencia, de qué es la inteligencia y de cómo se puede medir. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 90 Ha dicho usted que la inteligencia es un conjunto de cosas(1). ¿Qué cosas? Permítame empezar a un nivel muy general. Conducta Inteligente significa, principalmente, conducta adaptada al medio ambiente que nos rodea. Se puede ser adaptativo, pero no llegar a nada más que a sobrevivir. La conducta inteligente es algo más, tiene un propósito. En cuanto a los tipos de conducta que hay, yo distingo diferentes clases de procesos utilizados por la gente. Uno de ellos, y el más importante, es a lo que yo me reflero como 'metacomponentes'. Otros los llaman procesos ejecutivos. Los metacomponentes son los que utiliza la gente cuando planean lo que van a hacer, cuando controlan lo que están haciendo, cuando evalúan su actuación, y cuando deciden cambiar de opinión o cambiar de estrategias y fines según vayan las cosas. ¿Por ejemplo? Escojamos una noticia internacional cualquiera: Siria ha introducido misiles SAM en el Líbano. Lo más obvio es que Israel esté decidiendo cómo reaccionar. Lo más importante ahora para el ministro de Defensa israelí es decidir cuál es exactamente el problema al que se enfrentan. Y no es que en el Líbano haya misiles SAM, sino ¿qué significa el hecho de que estén allí? De lo que realmente se trata es de reconocer el problema exacto. Porque, a nivel internacional, las consecuencias podrían ser desastrosas si se identifica el verdadero problema con uno equivocado. Si se tiene un problema, el primer metacomponente que hay que poner en acción es decidir cuál es realmente el problema. Una vez que se haya hecho esto, el paso siguiente es decidir qué procesos se pueden utilizar para resolver el problema, qué es lo que hay que hacer. Roger Schank(2) me dijo que el lector medio no entenderá una noticla normal que venga en los periódicos, como la de los SAM en el Líbano, a menos que tenga una inmensa cantidad de conocimientos sobre el mundo. No obstante, el lector medio mantiene unas opiniones tan firmes sobre los acontecimientos mundiales que le influyen incluso a la hora de votar. (1) Psichology Today, september 1979, pág. 45. (2) Director del Laboratorio de Inteligencia Artificial, Universidad de Yale. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 91 Esto plantea una importante cuestión, porque existe un movimiento en la literatura sobre la inteligencia hacia lo que se podrían llamar teorías basadas en el conocimiento. Algo que hasta ahora no se ha tenido muy en cuenta y que todo el mundo debería comprender es el papel que juega el conocimiento en la actuación inteligente. Su comentario se podría tomar como una defensa de esa posición. Y usted, ¿qué piensa? Creo que es importante. En el pasado, posiblemente se enfatizaban sólo los procesos. Pero desde el punto de vista de la comprensión de la inteligencia, se está produciendo un cambio en esta dirección. Pero a mí me parece que más interesante que esta cuestión es por qué algunas personas adquieren esta base de conocimientos y otras no. Por qué algunas personas, en lo que se refiere a tratar los problemas mundiales o nacionales, han adquirido esta habilidad especial y otras no. Para mí la cuestión realmente importante es: ¿qué tipos de procesos de adquisición tienen las personas?, ¿cómo utilizan esta información?, ¿por qué de dos personas que poseen la misma base de conocimientos, una de ellas sabe cómo utilizar esa información de una manera óptima y estratégica, mientras que la otra se da cuenta de que en realidad no puede llegar a nada con esa misma base? Para mí, la cuestión más interesante es por qué de dos personas que juegan al ajedrez durante horas y horas, una de ellas adquirirá una base de conocimientos y se convertirá en un experto, mientras que la otra adquiere tanta o casi tanta experiencia y, sin embargo, nunca dejará de ser un incompetente. Un aspecto crítico parece ser la capacidad de seleccionar lo que es importante en el aprendizaje de lo que no lo es. Cualquier persona en cualquier profesión, ya sea la psicología, la política, etc., tiene una inmensa cantidad de material que leer. Yo podría muy bien pasar toda mi vida simplemente intentando ponerme al día, pero no hay tiempo suficiente para leerlo todo. Por tanto, lo primero que hay que hacer es decidir qué es lo que se va a leer. Una vez que se ha decidido esto, hay que decidir cuáles son los aspectos críticos del material en los que te vas a centrar y cuáles son los que vas a ignorar. Creo que las personas más inteligentes son las que saben cómo centrarse en los aspectos más importantes e ignoran los demás. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 92 Pero no hay duda de que, en este proceso selectivo, aparte de la inteligencia, también intervienen otros factores, como la memoria, la intuición, la emoción, el temperamento, etc. Mi visión de la inteligencia es muy amplia. Creo que la inteligencia, además de los tipos de variables cognitivas en que solemos pensar, incluye también la inteligencia práctica. Por ejemplo, ¿qué es lo que nos lleva a tener éxito, sea cual sea la forma de vida que elijamos? Yo he elegido ser psicólogo, y casi todo lo que necesito para tener éxito no se debe al tipo de cosas que se miden en los tests de inteligencia. De hecho, ahora mismo estoy trabajando sobre este asunto con un estudiante graduado, Richard Wagner. Nuestra cuestión: ¿qué es lo que necesitamos para progresar en el camino que hemos elegido?, ¿por qué hay personas que desarrollan estas habilidades, esta fineza, y otras no?, ¿por qué está usted escribiendo este libro? Otras personas podrían hacerio, pero no lo hacen. ¿Qué es lo que tienen algunas personas y otras no? También incluimos la inteligencia social, que es la capacidad de interpretar la comunicación implícita y explícita. Hay personas aquí que tienen unas puntuaciones muy altas en los tests de aptitud. A algunas de ellas no les va muy bien. ¿De qué sirven las puntuaciones altas? ¿No es Jimmy Carter un ejemplo perfecto de persona básicamente inteligente, pero lo bastante fastidiado emocionalmente como para hacer fracasar toda su actuación global? No puedo hacer comentarios sobre interpretaciones psicoanalíticas porque no tengo la experiencia suficiente en ese área. Si tuviera que hablar de las cosas que ha hecho mal Carter, sería en el campo de la inteligencia práctica y social; además, sería desde un punto de vista muy ingenuo. Olvidémoslo entonces. También ha escrito usted que los exámenes son más bien un test de conocimientos, y que no están vinculados al razonamiento imaginativo. Al parecer, la inteligencia sola no es suficiente. ¿Es la inteligencia razonar sobre el material de que disponemos y luego tomar una decisión sobre él? De eso es de lo que trata en gran parte mi propio trabajo. En realidad, creo que el razonamiento es muy importante. ¿Y los venezolanos comparten su punto de vista al respecto? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 93 Absolutamente. Tanto el proyecto de Harvard como el de Reuven Feuerstein hacen mucho hincapié en el adiestramiento de la capacidad de razonar. ¿Estudia usted, entonces, en qué medida está el individuo en contacto con la realidad? Permítame volver a la discusión que teníamos antes sobre comprender lo que es un problema. Una tercera decisión que tenemos que tomar es cómo ordenar los pasos que hay que dar para enfrentar el problema que tenemos entre manos, cuándo llevarlos a cabo, cuándo realizar lo que haya que realizar. Establecer las prioridades. Sí. Volviendo otra vez al terreno de las relaciones internacionales, hacer lo adecuado en el momento equivocado, por decirlo de alguna forma, podría resultar desastroso. Se tienen que establecer prioridades y ordenar lo que se va a hacer. Otro aspecto de la inteligencia es cuánto tiempo tienes la intención de emplear en cada una de las cosas que tienes que hacer. Una de las críticas que se le hizo a Carter es que nunca estaba dispuesto a delegar. Se ocupaba de demasiados pequeños detalles. Como quién jugaría en el campo de tenis de la Casa Blanca y cuándo. Ya sabe. Prestar demasiada atención a los pequeños detalles quita tiempo a los problemas realmente importantes, y eso es lo que hizo que Carter no tuviera tiempo suficiente, o tanto tiempo como era necesario, para pensar en los verdaderos problemas. Sospecho que uno de los aspectos más importantes a la hora de tener éxito es la capacidad para saber lo que se debe hacer, o para saber lo que otras personas deberían hacer; para saber quién debe hacerlo y cómo. Y en eso consiste el razonamiento. También es importante, hablando del razonamiento, hacer las inferencias adecuadas de la información que se recibe. Se puede tener acceso a gran cantidad de información. Suponga que yo sé mucho de algo y que recibo una nueva información. Parte del razonamiento consiste en hacer las inferencias adecuadas sobre lo que todo eso significa. Y la cantidad de información que uno posea no garantiza que se hagan las inferencias adecuadas de los datos de que se dispone. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 94 Otro de estos procesos de razonamiento que creo que es importante es lo que yo llamo 'trazar un mapa', o ir de un dominio a otro. En este momento tenemos una serie de problemas en El Salvador. Hay mucha gente que está preocupada porque no se convierta en otro Vietnam. Lo que yo quiero decir con 'trazar un mapa' es que se toman una serie de hechos relativos a Vietnam y se llevan desde el dominio de éste al dominio de El Salvador, y se decide hasta qué punto son paralelos. En general, algunos hechos son paralelos y otros no. Si los mapas se parecen, entonces lo mejor que podríamos hacer es preocuparnos realmente por lo que hagamos en El Salvador. ¿Se puede enseñar la lógica a los niños? ¿Se puede educar a las personas para que no dejen que sus emociones eclipsen su razón? Sí, se puede educar a las personas en la resolución de problemas. Por ejemplo, en la Harvard Business School existe un método que se utiliza para enseñar a las personas a tratar los problemas con realismo. El trabajo que se hace aquí, en Yale, es parecido. Sí, la lógica se puede enseñar. El tema de cómo separar las emociones de las cosas es mucho más complicado. Y la razón estriba en que la emoción debería participar en la toma de decisiones. Pero creo que no sabemos prácticamente nada sobre qué emociones y motivaciones deberían intervenir y cuáles no. De algún modo, esto se ha convertido en una parte del conjunto total. Emociones, guerra y paz. Católicos y protestantes en Irlanda. A muchas de estas personas se les ha enseñado a rezar antes de que fuesen capaces de sostener una cuchara. Es evidente que se trata de un lavado de cerebro. ¿No viene todo esto de la programación o codificación del cerebro en las primeras etapas de la vida? Estoy de acuerdo. La socialización es, en gran medida, responsable de estos trágicos sucesos. Pero no estoy seguro de a dónde quiere usted llegar con eso. Si no cambiamos de alguna manera la información que reciban los 'engranajes' de las futuras generaciones, si no ponemos esa información al día y en armonía con la era nuclear, siempre seguiremos luchando entre nosotros, con todas las consecuencias de una guerra nuclear. Algunos tipos de socialización temprana son adaptativos, otros no. Estoy muy de acuerdo con lo que usted señala. Los graves prejui- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 95 cios que han adquirido los protestantes contra los católicos romanos, y viceversa, en diversos grados a lo largo de la historia, son maladaptativos y, probablemente, de hecho no tienen ninguna justificación. Como afirmó Gordon Allport, de Harvard, es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. Pero yo sigo pensando que eso no tiene nada que ver con el adiestramiento de la actuación intelectual. Por supuesto, la enseñanza de valores también es muy importante, pero creo que se trata de algo diferente. Pero si esta jerga religiosa se codifica en el cerebro antes que cualquier otra idea, influenciará, distorsionará y envenenará todo lo que se haga después. A la gente se la contamina y se la condiciona con cuentos de hadas enfermizos, e incluso dementes, mucho antes de que empiecen a pensar por sí mismos. Sí, estoy de acuerdo. Pero, al mismo tiempo, creo que si el programa venezolano trata de hacerlo todo de una vez, acabará por no hacer nada. Estoy muy a favor de sus propósitos, pero sería demasiado si abordaran también la enseñanza de valores. No creo que sean ellos los que deban ocuparse de esto. En mi opinión, lo que usted plantea pertenece a otro tipo de programas. Estoy preparando este libro por mi cuenta, y no para los venezolanos; por tanto, mis preguntas a este respecto no tienen nada que ver con el programa venezolano. Pero creo que también se deberían discutir en este contexto. Por ejemplo, ¿se podría programar por computadora un aprendizaje destinado a todos los niños del mundo? ¿Qué le hace a usted pensar que los valores enseñados por computadora serían mejores que los que enseñan ahora los padres? Reúna los mejores cerebros de los cinco continentes y componga un código de valores para todo el planeta. Lo único que haría es responsabilizar a alguien más del sistema de valores. Podría empeorar las cosas. ¿No estamos subestimando el nivel de competencia y de conoctmientos clentificos de que disponemos al compararlo a unos padres ignorantes y aficionados, que no tienen ni idea de lo que Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 96 significan los hechos biológicos del cerebro? Aficionados que enredan desde hace siglos en los cerebros de los niños. Déjese de vagas abstracciones. ¿Qué le hace a usted pensar que exista incluso la más remota posibilidad de conseguir que todo el mundo acepte el mismo sistema de valores? Creo que ni se puede ni se debería conseguir. No creo que exista nadie que conozca cuáles son los valores convenientes para todas las personas de este país, así que ¿cómo podríamos prescribir valores para las personas de todos los demás países? Yo tengo ciertos puntos de vista y educo a mis hijos de acuerdo con ellos. Pero no creo que mis soluciones sean tan buenas como para imponérselas a todas las personas del mundo. Al hablar de una computadora de aprendizaje universal para todos los niños, no nos referimos a que haya que transmitir las danzas balinesas o la música de guitarra mexicana. Ya lo sé; pero, ¿qué valores emplearía? Programaría concepciones universalmente aceptables, como que todo el mundo está a favor de la paz. No mates a tu hermano, ya sea un musulmán, un judío, un comunista o un miembro del club de golf. Seguramente todo el mundo estará de acuerdo con eso, pero hay muchas más cosas en un sistema de valores. No sé. No hace mucho organizamos una cruzada en contra de los comunistas de Vietnam, siguiendo las mismas lineas que cuando, en cierta ocasión, los cristianos entraron en Constantinopla para degollar a los musulmanes en nombre de Jesucristo. La verdad es que nunca aprendimos a poner en práctica los valores de paz o amor al prójimo. Los consejos de Jesús no han servido de mucho en estos dos mil años. ¿No es hora de que cambiemos de rumbo? ¿No conocen ustedes, los psicólogos, una salida? No, ¿y usted? Para mí, está más claro que el agua que la historia de Cristo crucificado programada en las mentes de los niños desde el principio de sus vidas no sirve de nada. También pienso que si crucificáramos a alguien en este momento y en esta edad, Amnistia Internaclonal se alzaria de brazos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 97 Esa es su opinión. Hay muchas personas que creen en la religión. Sólo porque se les lava el cerebro sin darles la oportunidad de defenderse contra ello. ¿Por qué creen en algo más los budistas o los hindúes? Porque a ellos también se les ha lavado el cerebro sin misericordia, haciéndoles adoptar fantásticos cuentos de hadas, aceptados como creencias o religiones. ¿Ha estudiado alguien alguna vez los daños que producen en la psique de los niños esos malditos cuentos de hadas, como el de Caperucita Roja? Por supuesto, la gente de este país cree que sus valores son los mejores, pero también nosotros tenemos cosas de las que avergonzarnos, y algunas de ellas son evidentes. Los comunistas también las tienen. No existe ningún sistema de valores instituido del que la gente pueda decir que no hay nada de qué avergonzarse. Lo que quiero decir es que, ya se trate de un sistema político o religioso, o de un sistema ético que no esté basado en la religión, siempre se tropieza con los mismos problemas. Las personas somos humanas. No creo que usted tenga las soluciones. Me limito a hablar de unos temas, a plantear unos problemas, que parecen cobrar mucha importancia de cara a la Tercera Guerra Mundial. Hablo con expertos como usted porque estoy completamente convencido de que nos estamos ocupando como verdaderos aficionados de los cerebros de las futuras generaciones. Y eso puede significar la perdición. Y lo que yo quiero decir es que si se trata de enseñar el tipo de inteligencia que otros y yo hemos estado estudiando, entonces haremos algo. Hay una oportunidad de que podamos efectuar cambios en la conducta. Quizá no sean grandes cambios, pero tal vez podamos hacer que la gente en la presente generación actúe de una manera un poco mejor. Cuando le pregunté a B.F. Skinner cuál creía que era el mayor problema de nuestro tiempo, sólo dijo una palabra: 'Supervivencia'. No queda mucho tiempo. Cada día se instalan y se cargan más cabezas nucleares. Sin embargo, en el terreno del que está usted hablando, lo poco que podamos decir los psicólogos no son más que especulaciones. Si intentáramos educar a las personas en campos en los que no tenemos ninguna experiencia, perderíamos la poca oportunidad que tenemos de contribuir. Simplemente, no tenemos nada que Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 98 vender en ese área. Aunque estoy de acuerdo en que la recompensa potencial sería mucho más grande. Pero durante siglos, padres e hijos han sido prisioneros de un círculo vicioso destructivo y nocivo en el que se repiten una y otra vez los mismos absurdos y datos inútiles y se ponen en los cerebros de las futuras generaciones, como si el medio ambiente hubiese permanecido estático e inalterado. Instintivamente, los jóvenes se resisten a estas orientaciones. El indice de suicidios sigue ascendiendo. El crimen, las drogas y el alcoholismo son cada vez mayores. El desempleo de la juventud está creciendo de una manera alarmante. ¿Cree usted que nosotros sabemos qué es lo que tienen unas personas y otras no, que les lleva a ser adictos a las drogas? Y, ¿cree usted que tenemos la capacidad de crear programas efectivos para prevenir la adicción a las drogas? Todo tipo de adicción es el resultado de una contradicción directa entre las semillas falsas y enfermizas que se plantan en las mentes de los niños en edades muy tempranas, y la realidad tal como es. Estoy de acuerdo con usted a nivel abstracto. Pero parece usted suponer que existe una base de conocimientos que en este momento no son evidentes. Pero quizá ha llegado la hora de construir tal base de conocimiento. Estoy de acuerdo con que la gente debería investigar e intervenir en los campos de los que ha estado usted hablando. Pero pienso que yo no soy la persona indicada para hacerlo. No porque no me dé cuenta de que son el origen de problemas muy importantes. Seguramente, los problemas a los que usted se refiere son mucho más importantes que de los que yo me ocupo. Pero, también, si tratamos de abarcar demasiado, podemos ir a parar... A empeorarlo. Sí. Hay que reconocer las propias limitaciones, y eso no significa que no confiemos en que otra gente pueda ayudar en otros aspectos. Muy bien. ¿Cómo cree usted que las personas pueden elegir, entre el caos que hay en su mente, los valores más importantes? No soy tan pesimista como usted sobre la confusión de las mentes de las personas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 99 Pero, ¿es usted ciego a la locura que nos rodea? Mire las acciones de la humanidad, patentes y evidentes en cualquier sitio. Nos estamos volviendo colectivamente locos. Estoy de acuerdo hasta cierto punto. Estuve algún tiempo con sir Bernard Lovell, astrónomo en Manchester, Inglaterra. ¿No podríamos empezar por enseñarles a los niños el amor al Universo, a los planetas, los valores de la vida, la paz, la belleza de la naturaleza, los animales, las mariposas? ¿Por qué contarles una sangrienta y confusa historia sobre un hombre crucificado en una cruz de madera y un traidor como Judas? Si es verdad que una parte de la realidad se codifica en las neuronas en las edades tempranas, quizá creemos un mundo mejor. Hasta cierto punto estoy a favor de lo que usted sugiere. Sin embargo, no tengo tan claro como usted ese sistema de valores universales. Pero, al mismo tiempo, estoy de acuerdo, por supuesto, con que las matanzas religiosas son absurdas. ¿No cree usted también que se está centrando demasiado en los aspectos negativos de la civilización y que rechaza los positivos? ¿Cuáles son los positivos? Puede que sea usted demasiado selectivo en su análisis, pero si me pregunta cuáles son las contribuciones positivas de la civilización, le hablaré de la música, las artes, las áreas del conocimiento. Creo que lo que hemos aprendido sobre la psicología y todavía hay mucho que desconocemos - posee cierta forma de belleza. Las personas consideran que la mayor parte de las relaciones sociales son positivas. ¿Seguro? Todo el mundo tiene problemas en mayor o menor grado. Podría estar uno o dos días contándole todos los problemas que tenemos aquí. Pero no es eso de lo que estamos hablando. La cuestión es que hay cosas buenas y cosas malas en este mundo y, por alguna razón, usted parece acentuar los aspectos negativos. Al estudiar el funcionamiento intelectual de las personas, tenemos que empezar con aquellas cosas de las que conozcamos algo. Aunque no sea mucho. incluso lo que sabemos sobre los fenómenos que hemos investigado durante cincuenta o cien años, en realidad es todavía limitado. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 100 Recientemente asistí a un encuentro sobre la enseñanza del funcionamiento intelectual, en el que hubo un acalorado debate sobre si no deberíamos hacer nada, dado los escasos conocimientos de que disponemos al respecto actualmente. Lo que algunas personas, incluyéndome a mí mismo, pensábamos, y creo que los venezolanos, como el doctor Machado y José Domínguez Ortega también, es que no podemos y no debemos esperar otros cincuenta años. Los niños ya están aquí. En tanto que usted parece concentrarse en maravillosas imágenes, yo me preocupo por el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, que va a Bonn, Alemania Occidental, a anunciar que le gustaría estacionar bombas de neutrones en el centro de Europa. Posiblemente la diferencia entre nosotros es que usted gusta del privilegio de hablar de la guerra sin haber experimentado nunca un Hiroshima en su propia tierra. De acuerdo, pero no creo que las personas que investigan sobre la inteligencia estén en mejor posición que cualquier otra persona corriente para hacer algo al respecto. Me preocupa que la Administración Reagan esté reduciendo las subvenciones al trabajo de investigación. También es una cuestión de inteligencia por parte del séquito de Reagan. Creo que es un error. Es un crimen como cualquier otro, cuando al mismo tiempo se gastan equis millones de dólares en una enfermiza carrera armamentista, como parece querer hacer Reagan. ¿Qué me dice del CI de éste? Bueno, es un asunto de valores, no de inteligencia. La política de la Administración Reagan se basa en su sistema de valores. ¿Cuál es el origen del sistema de valores de Reagan o de Weinberger? Sigo pensando que en la mayoría de los casos los valores no son cuestión de inteligencia. Después de todo, en muchos países hay personas cuyos sistemas de valores son completamente diferentes de los nuestros, y son tan inteligentes como nosotros, en el sentido de inteligencia práctica o social. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 101 Pero, como psicólogo, ¿dónde cree usted que se originan los valores? Son socializados. Los valores básicos se codifican entre los cero y seis años con total desventaja por parte del que los recibe, es decir, el cerebro de los niños indefensos. Estoy de acuerdo con la importancia de lo que usted plantea. Puedo dar mis propias opiniones personales, pero no tienen nada que ver con el hecho de que yo sea un experto en inteligencia. Las computadoras, que después de todo son artefactos mecánicos, hechos de una manera o de otra por las personas, no tienen valores innatos. Desde luego, no veo ningún árbitro final que podamos utilizar para programarlas. Sí, a mí también me gustaría ver algunos de esos cambios de los que usted habla. Pero no existen respuestas sencillas a preguntas muy, muy complicadas. En cierto modo, usted parece indicar que las hay. Nunca he dicho eso. Pero, simplemente, creo que tiene sentido hablar de ello. ¿Cómo codificar concepciones actualizadas sobre el mundo en el que vivimos, en los cerebros futuros? Podría ser tan peligroso como lo que se hace ahora. ¿Podría ser peor? Podría ser mucho peor que ahora. Tan erróneos y equivocados como ahora, ha habido períodos en la historia en que la situación ha sido mucho más caótica. Seguro que las personas estaban más equivocadas entonces que ahora. Quizá sea difícil creer, pero es cierto. Puede que haya personas en el Gobierno que piensen que los gastos militares son más importantes que la investigación científica, y, sin embargo, si echa un vistazo a la historia, no lo estamos haciendo tan mal. Con la sutil diferencia, como me recordaba el otro día Albert Szent-Gyorgyi, de que ahora poseemos los medios de hacer estallar el planeta. Otra pregunta: ¿Podemos seguir construyendo misiles nucleares indiscriminadamente sin que más pronto o más tarde los lancemos? Sí, es verdad. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 102 Por tanto, es inútil razonar que siempre hemos tenido problemas. Lo que quería decir era que no tenemos respuestas científicas a cuestiones de valor o de diferencias. Creo que nunca las ha habido. En mi opinión, en cuestión de valores, los científicos no saben mucho más que cualquier otra persona. Quizá los humanistas lo sepan. Pero de eso trata todo esto, de diseñar un código internacional e interdisciplinario basado en la realidad y en el Cosmos, en lugar de en estúpidos cuentos de hadas. Imagínese que tenemos un sistema que se va a enseñar a todos los niños del mundo. Equivaldría a imponérselo a todos por la fuerza. Alguien dirigiría el poder para inculcar este nuevo sistema de valores. Se parece mucho a '1984'. Y, seguramente, sea cual sea el sistema, acabará pervirtiéndose, como pasa siempre. No sé quién mira el lado negativo, si usted o yo. Por lo menos, ahora tenemos múltipies entidades que rivalizan entre sí. Están los Estados Unidos, la Europa Occidentai, la Europa del Este... Quizá no estemos de acuerdo, pero todos tenemos una posibilidad de cambiar a los demás, de mantener un equilibrio de poder y valores. Con diez mil cabezas nucleares a cada lado, ¡maravilloso! ¿De dónde vendría el equilibrio de poder en su sistema? Sus sugerencias son en potencia mucho más peligrosas de lo que tenemos ahora. Yo estoy mucho más a gusto con múltiples sistemas enfrentándose entre sí, con un equilibrio de poderes políticos. Da la oportunidad de que se produzcan cambios dinámicos. Más dinero para más bombas. El sistema que está usted defendiendo es muy, muy peligroso. No sería estático. ¿Hay algo más peligroso que un holocausto nuclear? Fíjese en el marxismo-leninismo. Muchas personas estarían de acuerdo en que lo que hoy se llama en la Unión Soviética marxismo-leninismo, es muy diferente de la concepción original. Si cualquier entidad moral, social o política tuviera el poder de decir que se han encontrado las respuestas y que se van a poner en práctica, tanto usted como yo sabemos que el sistema que se crease Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 103 po tendría nada que ver con la idea original. De eso es de lo que tratan los libros sobre utopías negativas. ¿Ha leído '1984'? Creo que no me he explicado con claridad. Lo único que sugería es que se eliminen los cuentos de hadas de las clases de historia, que se dejen para más tarde, y que, mientras, les digamos a los niños lo que es verdaderamente importante, lo que son, qué es la vida, el planeta, el Cosmos... Que les contemos a todos los niños de este planeta los mismos hechos científicos, que son los mismos para todo el mundo. Las fantasias y los cuentos de hadas pertenecen al reino de las artes y a la promoción de la creatividad en los niños. No se deberían mezclar las dos cosas. No suelo expresar mis opiniones, pero creo que por una vez se me puede perdonar. La información básica que se refiera a la realidad de la vida en el siglo XXI debería reemplazar a todos esos datos absolutamente inútiles, que han ido infiltrándose a través de las edades. Creemos un nuevo Dios si tenemos que tener un dios, un tótem o un símbolo místico. Proclamemos de común acuerdo al Cosmos, al Universo, y a la eternidad, nuestros dioses del siglo XXI, en lugar de a Maos, Lénines, Budas, Cristos, o quienquiera que sea. La humanidad está mentalmente enferma, algunos expertos dicen que colectivamente loca. Hoy día, deberíamos tratar a la difusión de las aberraciones mentales, desde el honorable Jomeini hasta el bandido Pol Pot, o a sus muchos seguidores, igual que tratamos a una persona poco convincente. Organicemos una curación. Descubramos un código, unos estatutos para todos los seres humanos de este planeta, explicándoles los hechos y confrontándolos con la realidad. Todos los dias nace medio millón de niños. Sería un crimen cargar su cerebro con las mismas tonterías de siempre. ¿Alguna vez en la historia del mundo ha sido diferente? No, pero mire dónde estamos. Nuestras vidas están en peligro de muerte, porque, ¡nos hemos hecho tan inteligentes! Desintegramos el átomo, pero nos olvidamos de desintegrar nuestros prejuicios. Si no frenamos este eterno círculo vicioso, muy pronto no habrá ningún mundo en absoluto. Hasta donde yo sé, siempre ha sido parte de la condición humana. Quizá sea posible hacer algo al respecto, como usted sugiere, pero sólo si alguien, después de todo este tiempo, encuentra la solución, la gran idea. Ahora mismo, nadie la tiene. Tendremos que Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 104 seguir ocupándonos en objetivos no muy ambiciosos, como los que tenemos el doctor Luis Alberto Machado o yo. Nuestras metas parecen muy poca cosa comparadas con las ambiciones que tiene usted. Los periodistas y los escritores nos preocupamos de estimular las discusiones. Aunque tomase usted a las personas más inteligentes que tengamos, como los Platones y los Einsteins, nunca he visto un grupo en el que haya sido posible el consenso que usted desea. Y supongo que me alegro de ello. No creo que el mundo fuera un lugar mejor si ocurriese lo que usted piensa. Una de las cosas que hacen del mundo un lugar interesante es que existen en él una dinámica y una dialéctica. ¿Por qué no habla usted con Robert Jay Lifton, como he hecho yo, y discuten la dinámica que hizo posible Hiroshima? Bueno, sí. Pero sigo pensando que nunca llegaremos a estar de acuerdo en que la suya sea la única manera en que deberían hacerse las cosas. Admito que no se debería enseñar a las personas a matar. Yo creo que nadie, desde China hasta Chile, puede negar los hechos de la vida, el planeta o el Cosmos. En mi opinión, sería mucho mejor empezar por descubrir un medio de explicarles a los niños estas realidades, en lugar de envenenarles con nociones como, por ejemplo, que el cristianismo es la única religión verdadera. ¿Por qué hay en este planeta ochocientos millones de católicos romanos que creen en el Santo Padre de Roma? Muy slmple, sus padres se lo dijeron. Hay una gran diferencia en lo que acaba usted de decir. Se está usted refiriendo al Papa como alguien que está en una posición de autoridad, pero eso no es un valor. Para los católicos es un hecho. Creo que cuando verdaderamente se cree, porque se te dijo desde muy pequeñito que lo creyeras, que Cristo murió por nuestros pecados, se convierte en un valor irracional y muy arraigado. Está conectado en las neuronas y determina toda una vida, porque al niño se le enseñó a rezar mucho antes de que fuera capaz de asearse por sí mismo. Muy bien; puede que haya muchas personas que tomen como un hecho el que Cristo murió por sus pecados. Para mí, las implica- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 105 ciones que se siguen de ese hecho no están nada claras en absoluto. ¿No ha visto usted en la televisión las bombas en las calles de Belfast? Lo que tal creencia significa para la vida de una persona - si es eso lo que pregunta - sigue sin estar nada claro; puede observarlo en las Iglesias cristianas: existen tremendos desacuerdos. Sí, en los aspectos superficiales, pero no en lo fundamental. Todos ellos veneran a Cristo. Pero, ¿qué les ocurriría a los cerebros de los niños si no se les acribillase, entre los cero y seis años, con historias de Buda, Moisés o Mahoma? ¿Por qué no suprimimos todo eso del repertorio de enseñanzas a los niños? Que se quede para los museos o la historia antigua. ¿Por qué no dejamos la historia de lo que le ocurrió a ese buen hombre que fue Jesucristo para más tarde? Se lo aseguro, si se contase dentro de otro marco, se convertiría en un tipo de verdad completamente diferente para la gente. No, está usted equivocado. Yo no sé qué aspectos específicos del dogma religioso son ciertos y cuáles son erróneos; pero si estos dogmas no existiesen, si se suprimiesen, estoy firmemente convencido de que se desarrollarían otros dogmas o credos y de que las consecuencias serían muy similares. No creo que pueda atribuirse a la religión. No. Deberíamos solucionarlo con el Cosmos, con lo que somos. Dígame. ¿Qué es un ser humano? Un cerebro que anda. Es mucho más que eso. Decir que un ser humano es un cerebro que anda no me parece que tenga mucho más significado que decir que es un hijo de Dios. Diez millones (o más) de neuronas es todo lo que realmente tenemos. ¿Está usted haciendo su dios al cerebro? El Cosmos es mi dios, el cerebro es mi teléfono rojo; me comunico con el Universo y con mis compañeras las hormigas. Entonces, ¿el cerebro es su último árbitro? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 106 ¿Qué otra cosa tenemos? ¿La Biblia? Nosotros mismos como personas, que somos algo más que diez millones de neuronas. También nuestras creencias en nosotros mismos y en nuestro destino Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 107 8 R.D. Laing Psiquíatra, Londres, Reino Unido En este momento, los venezolanos están buscando nuevas formas de enseñar y de mejorar el aprendizaje. Mientras no lo hagan con mis hijos... Han enseñado a tocar el violin a unos niños indios de la selva con el método Sazuki. El método Sazuki en sí mismo parece interesante. Ahora mismo podemos disponer de él aquí, en Londres. Aunque no he visto a ningún niño al que se le haya aplicado. No sé muy bien qué es lo que se propone Sazuki en general. Pero no tengo ningún reparo en aceptar cualquier medio de transmitir la cultura a las generaciones siguientes, si se hace con habilidad. Si es una forma perfectamente decente de enseñarles a los niños la música con más rapidez, muy bien. Sin embargo, no quisiera que los niños aprendieran su lengua materna a través de alguien que no fuera su madre natural. Tampoco a través de las computadoras. No, ni por técnicas mecánicas o máquinas, por supuesto. Los niños deberían aprender el uso del lenguaje a su manera. Seguramente se trata de indolencia o de un rechazo irracional al método Sazuki; pero, desde luego, si es un método o una forma decente de educar verdaderamente a los niños, no pongo ninguna objeción. ¿Recuerda que Platón al hablar de la educación o de la cultura de la mente puso a un niño esclavo en uno de sus diálogos? Decía que, básicamente, la educación consistía más bien en extraer de las personas lo que ya poseían, que en poner información en una computadora central. Platón le hacía a este niño esclavo una serie Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 108 de preguntas, no recuerdo cuántas; no le pedía respuestas. Sólo hacía preguntas que se contestaban con preguntas. Con ese método Platón podría haber enseñado perfectamente geometría a los jóvenes mucho más rápido que la mayoría de los profesores de geometría de las escuelas modernas. Los venezolanos pretenden acelerar los métodos de aprendizaje. No me importa que el aprendizaje sea más rápido si se hace de una manera irreprochable. Además, quizá no deberíamos pensar tanto en la velocidad con que se hace, sino que deberíamos tomar conciencia de que en este momento somos completamente ineficaces. Por tanto, no hay nada malo en buscar nuevos métodos, siempre que no sean deshumanizantes. Y que no sirvan para lavar el cerebro. Siempre que no sean otra forma de control de la mente e ingeniería de la mente y todas esas cosas. Si los venezolanos se proponen operar con la mayor claridad posible, tanto mejor. Si sus métodos son competentes y con ellos se proponen transmitir más rápido y con más eficacia la esencia del ejercicio de la cultura, donde las características escondidas se transmiten de una generación a otra, no pongo ninguna objeción. Evidentemente, el verdadero problema está en que estas funciones las acaparen las organizaciones estatales, que forman un monopolio y puede que deseen suprimir todos los métodos antiguos aunque sigan siendo útiles. Si pasara esto, sería absolutamente inaceptable por muchas razones. Una de ellas es que se convertiría en una prolongación de toda la burocracia del Estado totalitario. Yo me opongo a un sistema así. Aunque no lo rechazo, porque sea de izquierdas o de derechas. Es indudable que en realidad este tipo de experimentos estaría en manos de agentes humanos. Y además, les daría un inmenso poder e influencia, Incluso, quizá, se convirtiese en un serio problema, porque podría representar el monopolio total del poder. Bueno, hay que reconocerlo, el cerebro humano cuando el niño llega a este mundo está culturalmente vacío. Hablamos el lenguaje de nuestros padres. Adoptamos la religión de nuestros antepasados. Las mentes son moldeadas por aficionados, por los padres, por los profesores, por el ambiente, y por un montón de personas que Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 109 prácticamente no saben nada sobre los hechos biológicos que rodean al cerebro. No se puede decir que esta teoría no tenga cierto sentido. Bueno, hasta donde yo sé, estoy citando las ideas del doctor José M.R. Delgado. Personalmente, me disgusta esta forma de razonar. Creo que lo que dice Delgado, si le cita usted correctamente, no es cierto. Sus teorías se basan en hechos biológicos. Una de las cosas que me molestan de Delgado, y de otros como él, es que se llaman a sí mismos expertos y ven a todos los demás como simples aficionados. ¡Puede que lo sean! Ni los expertos, ni los que se llaman a sí mismos expertos, han llamado a Delgado experto. Delgado, por lo que yo sé, no es ni siquiera embriólogo. No es experto en ecología prenatal o en cualquier otra investigación que se haya hecho en este campo. Y tampoco es experto en programación prenatal del cerebro de los mamíferos. Con esa afirmación que usted le atribuye, demuestra ser muy ignorante en lo que respecta a los procesos neurofisiológicos del cerebro o al estado del cerebro en el nacimiento. Es uno de los Investigadores del cerebro más famosos del mundo. No sé cuánto tiempo pudo dedicar el profesor Delgado a sus estudios sobre el cerebro, ni qué métodos pudo utilizar, ni qué resultados pudo obtener, ya que el cerebro es capaz de realizar una inmensa cantidad de funciones que hasta hace muy pocos años se pensaba que estaban más ailá de sus posibilidades. Todavía no sabemos mucho sobre él. Y lo que sabemos es bastante impreciso. En otras palabras, lo que estamos considerando es el estado actual de la ciencia. En realidad, de lo que hablamos es de la aplicación de métodos que presentan los que se autodenominan expertos para que sean puestos en práctica con los hijos de los demás. En mi opinión, esto es lo que tratan de hacer los venezolanos. Además, sus empresas están financiadas por el Estado con dinero público. Así que no me sorprende. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 110 ¿Qué saben Delgado, o Richard Herrnstein, de la sociedad humana o de la forma en que operan las sociedades humanas? ¿Qué saben de la naturaleza del poder humano en lo que se refiere a la economía o a las instituciones sociales? Quizá tengan una ligera noción; pero, ¿se han ocupado alguna vez de estas cuestiones? Delgado ha estudiado el cerebro, sí; pero, ¿ha estudiado también las relaciones entre las personas, que no se pueden conocer investigando sólo sus cerebros? Quizá, Delgado esté hablando de cómo cree él que habría que referirse a las personas, pero, ¿qué tiene eso que ver con la vida o los valores humanos? ¿Qué saben en realidad las personas que empezaron este programa venezolano sobre los valores humanos? Los valores, sentimientos y emociones humanas no se pueden conocer investigando en los cerebros de los hombres. B.F. Skinner solía investigar con palomas. Cuando se mira en el interior de un cerebro humano, lo único que se ve son células nerviosas. No se encontrará conciencia, ni pensamientos, ni percepciones, ni el mismo mundo, ni ninguna otra cosa. Sólo estudiando el mundo se dará uno cuenta de cómo se comportan las personas entre sí. Estudiando la conducta, no observando solamente el cerebro. No se puede ver la conducta humana dentro de los cerebros. Por tanto, en mi opinión, los que se autodenominan expertos, ya sean especialistas del cerebro o del cociente intelectual, lo son porque se lo liaman ellos mismos, no porque lo digan otros expertos. Pero aunque todos los verdaderos expertos, exceptuando quizás a uno o dos, nos pidiesen que para educar a sus hijos nos doblegásemos, como los aztecas ante el dios Sol, a los tests de inteligencia o al dios de la tecnología moderna, deben saber que la mayoría de nosotros no nos dejaremos engañar por esa especie de confusión de la humildad. No hemos tenido tiempo de comprobar lo que estaban haciendo, pero tengo la impresión de que ellos tampoco se han molestado en averiguar lo que hacen otros expertos en otros campos. En realidad, da lo mismo que sean los jesuitas o los modernos científicos del desarrollo neurofisiológico. Siempre es la misma estafa. Es la vieja opción de si se va a educar a los hijos de una manera adecuada individualmente, o hay que ponerlos en manos de los curas, de los educadores, de Machado o de quienquiera que sea, porque se supone que ellos saben cómo hacerlo. Pero creo que no, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 111 y aunque quizá lo sepan, no hay forma de saber si lo conocen, porque ellos no se conocen a sí mismos. Por tanto, lo que se proponen los venezolanos es persuadir a la raza humana para que se deje tratar con los mismos métodos que se utilizan con los otros animales experimentales, como las ratas, los monos y todas las demás criaturas que han asesinado. Por supuesto, tenemos mucho en común con los demás animales. En realidad, no hay tanta diferencia. Ellos dicen que somos absolutamente iguales. Por tanto, se supone que les damos permiso para que apliquen en nuestros hijos el mismo tipo de prácticas, ejecutadas con la misma mentalidad, que ya han demostrado lo que son en sus gatos y en sus pichones, como decía usted antes. De ningún modo quiero que a mis hijos se les trate de una manera tan absolutamente diabólica. Francamente, creo que cada vez estoy más seguro sobre este último punto. Ya han demostrado numerosas veces cómo tratan a las criaturas que están a su merced. Se refiere a los animales experimentales. Sí. Y lo único que les reprime un poco de seguir tratándolos así es el miedo a ganarse nuestra oposición, no sus métodos. Es realmente asombroso que crean que los seres humanos se dejarán atrapar de esa manera, que es totalmente experimental. Porque seguro que no tienen ni idea de qué consecuencias acarreará todo esto. Algunas de las críticas que se hicieron al experimento de enseñar a tocar el violín a niños indios, eran que se les estaba convirtiendo en robots. ¿Qué es lo que quiere el ministro Machado? ¿Una orquesta de esclavos? Pues no es muy difícil, no hay más que cogerlos y entrenarlos. Tampoco sería muy problemático organizar una 'tourné' para que todo el mundo los viese. Después de todo, ¡a ningún Estado moderno que se precie, debería faltarle su orquesta de robots! Evidentemente, los niños pueden hacer hazañas asombrosas. Afortunadamente, aquí no creemos que sea necesario enseñarles tales trucos. Pero parece razonable que en los países en desarrollo, que suelen tener unos sistemas de educación muy anticuados, se intenten mejorar las técnicas de aprendizaje. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 112 Pero, ¿qué impertinencia es creer que los hábitos que hemos adquirido nosotros, como interpretar a Haydn o a Beethoven, son superiores a sus propias formas culturales, siempre que no las hayamos destruido ya? ¿Qué es lo que les hace pensar que el hecho de que un niño indio pueda interpretar a Beethoven significa progreso? Yo he visto tocar el tambor de una manera exquisita a niños indios que no sabían ni siquiera andar. ¿Por qué arrancarles de su ambiente y enseñarles a tocar el violín? ¿Qué sentido tiene? ¿Es por hacerles un favor a estos indios? ¿Es un progreso para la humanidad? ¿O es una necesidad de nuestra cultura tener que demostrarse a sí misma cuán grande es por tener estos inventos? ¿Qué es, en el fondo? Tengo muy poca confianza en las motivaciones que hay detrás de este tipo de cosas. Suena un poco a colonialismo e imperialismo a la vieja usanza, pensar que quizá estos indios deberían seguir en su estado de atraso y que los estudien los antropólogos en su habitat natural, mientras que el resto del mundo avanza hacia la comunicación electrónica. Pero, ¿por qué van a querer ellos eso? Quiero decir, ¿ponerse al día con nosotros? Al parecer, lo que pensó el presidente Herrera es que, ya que, debido a la energia, estaban entrando al país billones de dólares, había que preparar a la pobiación para enfrentarse a esta nueva situación. No sé por qué motivos puede cualquier grupo de gente querer producir esclavos tecnológicos que sean capaces de manejar el sistema posindustrial. Otra cuestión sería si un político busca unas formas determinadas de utilizar el maravilloso material en bruto de que dispone. Ese sería un argumento justo y honesto. Pero no sigamos adelante con la hipocresía. Es evidente que hay que intentar 'vender' ese punto de vista. Y quizá sea mejor diseñar un programa en vez de que las personas analfabetas de los países en vías de desarrollo tengan que llenar los bancos de sangre de Norteamérica para poder disponer de un poco de dinero. En realidad, es mejor saber leer y escribir, e incluso saber manejar una computadora. Si yo tuviera un triste futuro y estuviera harto de la vida aburrida que llevo en mi choza de barro, y si viera que mis hijos se están muriendo de hambre pensaría: ¡Dios mío, lo mejor que puedo hacer es llevarles a la escuela! No estoy en contra de eso y creo que ha quedado claro en todo lo que he dicho. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 113 9 Michael Prokoviev Ministro de Educación, URSS ¿Qué piensa usted del actual sistema de educación? ¿Cree que está lo suficientemente actualizado? ¿Es necesario desarrollar y mejorar los métodos de enseñanza para reducir en un año o dos el tiempo asignado al estudio de determinados temas? El sistema escolar soviético se desarrolla dinámicamente. Tiene en cuenta las necesidades de la sociedad y la tarea de instruir y educar a las generaciones más jóvenes que provienen de ella; por tanto, se está perfeccionando continuamente. En los últimos años, y en conexión con la introducción de la educación secundaria obligatoria a nivel universal, ha aparecido en las escuelas soviéticas una serie de nuevos elementos básicos. Por ejemplo, puesto que, después de graduarse, una gran parte de estudiantes no va a trabajar en la esfera de la producción material, en la escuela se está acentuando la formación y la educación laboral de los estudiantes, así como su orientación profesional. Es indudable que mejorar los métodos de instrucción ahorra tiempo y posibilita el perfeccionamiento de la estructura de los planes de estudio. Gracias a la investigación sobre el problema de 'la enseñanza y el desarrollo' dirigida por pedagogos y psicólogos soviéticos, se han podido mejorar los métodos de instrucción en las escuelas. Esto, a su vez, nos capacitó desde 1969 para reducir la educación elemental de cuatro a tres años, y para comenzar un estudio sistemático de los rudimentos de las ciencias a partir de cuarto curso en lugar de quinto. Paralelamente a esto, también se ha incrementado el tiempo dedicado a un estudio sistemático de los idiomas extranjeros, la literatura, las matemáticas y otros temas. Los planes de estudios y los libros de texto de estas asig- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 114 naturas son mucho más completos y se ajustan más a las necesidades de la ciencia moderna, la tecnología y la cultura. En su opinión, ¿qué posibilidades hay de que se pongan en práctica los programas de educación acelerada? ¿Podrían ejercer una influencia perjudicial en la psique de los niños? Por regla general, todos los programas acelerados conducen a la intensificación de la educación. Si ambos factores - intensificación y aceleración - están en armonía, podemos esperar resultados positivos. Sin embargo, sólo podemos estar seguros de los buenos resultados, si conocemos todos los matices de los métodos y sus bases psicológicas. ¿Quiere saber lo que pienso sobre la educación musical acelerada? Debo decir que todo lo que se conoce sobre la educación musical es que parece resistirse a la aceleración, ya que la música no es una ciencia normal, sino una manifestación de la personalidad individual. En otras palabras, la instrucción musical es inseparabie de la educación de una personalidad artística. Los programas de educación acelerada podrían funcionar muy bien si se limitasen a 'excitar' un sentimiento estético en el niño, una necesidad de lo artístico. Contestando a la segunda parte de su pregunta sobre la influencia de la educación acelerada en la psique de los niños, todo depende de cómo esté organizada la instrucción. Según esto: a) el niño no debería considerar sus deberes como un trabajo difícil o incomprensible; b) al niño no se le debería forzar a hacer los deberes, sino que el profesor debería fomentar su interés (tocar el violín puede presentarse como si fuera un juego, algo hecho por placer y satisfacción); c) no se debería cargar al niño con información superflua; d) el niño no debería estudiar más de treinta o cuarenta minutos seguidos, ni más de dos lecciones al día; e) por último, al niño tiene que gustarle su profesor. Si se observan todas estas 'medidas de seguridad', podemos estar seguros de que la psique de los niños no será perjudicada en absoluto. ¿Es consciente del retraso mental de la población de los países en desarrollo? ¿Y cree que este atraso puede ser erradicado con métodos y programas científicos llevados a cabo por investigadores de la conducta, psicólogos y especialistas de las funclones del cerebro? A lo largo de los siglos la población de los países en desarrollo ha creado su propia cultura original y ha demostrado que su inteli- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 115 gencia, inventiva, fuerza de voluntad y otras notables cualidades humanas no son menores que las de los europeos de hoy día. Al mismo tiempo, en el siglo XX - la era de la influencia intensiva y recíproca de las naciones y los continentes - las culturas históricas de estas poblaciones se encontraban en una posición desigual. Aunque esto se refiere sólo a los medios y formas de vida cultural e histórica y no a las características y las capacidades especiales e individuales de sus miembros. Los eruditos americanos Michael Cowl y Sylvia Scriber, en su libro Cultura y pensamiento, han demostrado de un modo muy convincente lo inadecuado que puede ser hoy día utilizar el término 'atraso mental' para referirse a los miembros de las naciones en desarrollo. Por otra parte, deberíamos tener mucho cuidado al comparar las características específicas de las diferentes culturas. Por supuesto, si desde el primer momento partimos del punto de vista ilegítimo de que el desarrollo de la tecnología, y la ciencia que la mantiene, es el único indicio de una forma de vida avanzada y de su correspondiente cultura, entonces, evidentemente, los pueblos que durante milenios han creado sus propios valores culturales y han desarrollado capacidades que no son características de los europeos, aunque no menos elevadas y armoniosas que las de éstos, en esta especie de 'competición' llevan las de perder. ¡Aunque dudo que nadie evaluase hoy en día las realizaciones de la antigua cultura espiritual de la india en base a la cantidad de aparatos electrodomésticos utilizados en el país! Los intentos directos por parte de los especialistas de influenciar la psique y el intelecto de la población de los países en desarrollo, serían perjudiciales e inútiles. Sólo pueden desarrollarse normalmente, conservando su cultura original, que iría cambiando de una manera natural a consecuencia del libre intercambio con otras culturas. Otra cosa muy distinta es que, bajo estas condiciones sociales e históricas básicas, es sumamente necesario la creación y promoción de un sistema de educación de toda la población verdaderamente moderno, y en este imortantísimo proceso es esencial contar con científicos - pedagogos, psicólogos y otros especialistas en el campo del desarrollo mental del hombre. La experiencia histórica del desarrollo cultural y económico de los pueblos de la Unión Soviética, que antes estaban atrasados, es un testimonio muy convincente de que la sociedad socialista puede elaborar un sistema de educación universal que capacite a la población entera para alcanzar un desarrollo intelectual y psicoló- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 116 gico armónico, que corresponda a los requerimientos de la era actual. Pero incluso este enfoque del papel que juegan la cultura y la educación en el desarrollo de las actividades mentales del hombre, no debería ignorar las diferencias individuales que tienen los hombres de cualquier cultura y en cualquier etapa de su desarrollo. En muchos casos, estas diferencias no dependen de la forma de vida ni de los métodos y medios de educación y enseñanza, sino que son consecuencia de transformaciones orgánicas patológicas del sistema nervioso. Naturalmente, para superar los casos en que es evidente que el atraso mental tiene una causa somática individual, se necesita de la ayuda de los especialistas - fisiólogos, psicólogos y pedagogos. ¿Cómo enfoca usted exactamente la educación? A este respecto tenemos que plantearnos dos importantes cuestiones. Ambas se refieren a cuáles son las percepciones básicas y fundamentales sobre las que descansa el desarrollo del hombre moderno. Primera: ¿Existe un factor biológico? ¿Qué le ofrece al hombre la naturaleza? ¿Qué factores genéticos determinan su destino? Y segunda: ¿Qué le ofrece el medio ambiente al ser humano? Es el esperma humano el que crea al hombre. El color de los ojos está genéticamente determinado. Las características generales se heredan de los abuelos, el padre y la madre. Un niño recibe el talento musical a la vez que la leche de su madre. Pero cuando consideramos el desarrollo intelectual de una persona, nos damos cuenta de que el ambiente juega un papel vitalmente importante. Algunos científicos mantienen que la biología es el elemento más importante de la educación. Nosotros, por otro lado, somos de la opinión de que el éxito y el fracaso en la educación depende en un ochenta o en un noventa por ciento de la interacción ambiental. El hombre vive en medio de un ambiente socialmente determinado. Todo lo que ocurre en él le influencia. Y le produce daños; a veces sin posibilidad de repararlos. Quizás; pero de lo que estoy hablando principalmente es de la programación de los niños. Hay que conseguir elaborar un método, un sistema de educación. Desde el principio, nosotros, en la URSS, nos proponemos crear tal programa. Y tratamos de poder proporcionar a los jóvenes el conocimiento básico de las leyes objetivas que determinan el desarrollo de la naturaleza y la sociedad. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 117 Lo que intentamos explicar es que un niño o un joven viven dentro de una coiectividad. Recalcamos que esta colectividad, la sociedad, cumple muchas funciones en favor del individuo. Los alimentos, la ropa, la educación, el conocimiento científico, los libros, conciertos, juegos, deportes, todo lo hacen los demás para él. Explicamos que vivir en una colectividad influencia al individuo. Por tanto, creemos que el deber de la educación soviética es estimular estas características, que, con el tiempo, estimularán al individuo a hacer su propia contribución por el bien o el interés de la colectividad. En otras palabras, todos tienen el deber de contribuir al beneficio del conjunto de la sociedad. Es un objetivo muy noble; pero, ¿no es un poco utópico? ¿Querría saber más de nuestro sistema de educación? Sí; pero, ¿no tiende este sistema a desaientar las iniciativas individuales? Da la impresión de que debilita la personalidad hasta hacerla irreconocible. Debe quedar claro que, cuando hablamos de un sistema de educación que busca el beneficio colectivo de la sociedad, no tratamos en absoluto de suprimir las características individuales o los talentos particulares de un determinado individuo. No nos proponemos en absoluto nivelar a todos los miembros de la sociedad en un determinado grado de desarrollo. Al contrario; en cualquier colectividad se hace patente que algunos miembros del grupo sobresalen en determinados aspectos. Creemos que cuando se detectan tales individuos es un deber imperativo de la colectividad hacer todo lo posible para promocionarlos y estimularlos. Sin embargo, el sistema de enseñanza secundario soviético da la impresión de ser bastante uniforme y compacto. Cuando se considera el sistema educativo de cualquier sociedad, hay que tener en cuenta la historia de la nación en particular, así como el desarrollo histórico de su sociedad. Antes que nada, hay que informarse de las leyes en las que se basa esa sociedad. Pero, ¿es suficiente eso? Creemos que el ser humano moderno debería poseer una concepción del origen de la vida, de cómo funciona la sociedad, cuál es el significado y la importancia de las centrales nucleares o las naves espaciales. Los jóvenes deberían familiarizarse con el des- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 118 arrollo de las leyes de la naturaleza. Por tanto, nos proponemos transmitir lo mejor del conocimiento científico a todos los niños de nuestras escuelas. Y por supuesto, las bases del socialismo se enseñarán en todos los sitios, con el mismo número de horas. He visto cómo se promocionaban las ideas del socialismo, en el jardín de infancia de una granja colectiva en Ucrania, con niños de cuatro a seis años. A los niños de la URSS se les enseñan las ideas socialistas desde el mismo momento en que desarrollan sus primeras nociones. Primero se hace en el contexto familiar; luego, como ha dicho usted, en el jardín de infancia, de acuerdo con su edad. Esto significa que lo hacemos de forma que sea comprensible por diferente grupos de edades. Uno de los principios fundamentales de nuestro sistema educativo es que trabajar es un deber de todos los ciudadanos. Empezamos a explicarles esta sentencia desde que son muy pequeños. Existen trece millones de niños sólo en las guarderías. Las financia el Estado y es un gasto muy alto. Y en todas estas instituciones infantiles hacemos circular un programa de recomendaciones sobre las actividades educativas. Contienen elementos sobre principios morales, higiene, las leyes de la naturaleza, los principios del trabajo y también les hablamos de Lenin. He visto algunas diapositivas sobre Lenin y el Kremlin que se utilizan en las clases de las escuelas infantiles. Sí, el respeto y amor a Lenin impregnan todo nuestro sistema educativo. Es necesario ofrecer a las generaciones jóvenes modelos ideales que amen y que sigan. Y hemos alcanzado este objetivo de diversas formas. Por ejemplo: durante la Segunda Guerra Mundial los invasores nazis asesinaron brutalmente a un grupo de jóvenes guardias. Uno de nuestros más famosos escritores escogió este trágico acontecimiento como tema de una de sus novelas. Utilizamos libros, películas y obras de teatro para educar a las personas a desarrollar el amor a la patria e incitarlas para defender a la nación en caso de que se presente una situación crítica. Creemos que durante sus primeros años en la escuela, a los niños se les deberían ofrecer ejemplos que puedan utilizar como modelos ideales. Para conseguir esto nos servimos de la literatura y el arte, por ejemplo. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 119 Ahora que las nuevas generaciones se encuentran con que la vida es cada vez más fácil y más cómoda, nos enfrentamos con el problema de educar a nuestros jóvenes en el espíritu de que el trabajo es indispensable para el bienestar de la sociedad en conjunto. Posiblemente la ciencia y la tecnología, y los nuevos inventos que aparecen diariamente, hayan facilitado la vida de los pueblos de todo el mundo, pero todavía necesitamos trabajadores que estén dispuestos a bajar a las minas para extraer el carbón. Actualmente, casi todo el mundo ha completado su educación secundaria, lo que en la práctica significa que casi todos ellos pueden acceder a la universidad y a instituciones de educación superìor. Pero, ¿si todos los jóvenes quisieran ser científicos, quién bajaría a las minas? Me pregunto si los jóvenes necesitan de símbolos ilusorios por los que vivir, porque Lenin, Jesús, la reina de Inglaterra y tal vez hasta el ayatollah Jomeini, con frecuencia suponen barreras insalvables que impiden tomar contacto con la realidad de la era nuclear. Creemos que cada grupo de gente, cada Estado, sigue unos modelos educativos que están de acuerdo con el espíritu y los ideales de ese Estado en particuiar. Creo que es aigo evidente. Lenin hacía hincapié en que afirmar que las escuelas deberían mantenerse al margen de la política y de la vida de la nación es un gran error. Creo que cada Estado tiene la función de defender los principios básicos sobre los que se asienta. Y cada Estado utilizará símbolos inventados por él mismo, y se esforzará para educar a sus jóvenes de acuerdo con sus propios ideales y su propio espíritu. Desde nuestra posición aventajada, creemos que todo el mundo se mueve lenta, pero firmemente, hacia el comunismo, que significa una sociedad libre de diferencias de clases. Tal vez la era de los nobles y las clases altas hace mucho que acabó, pero las diferencias de clases prevalecen, incluso en la Unión Soviética. Por supuesto, siempre habrá diferencias entre las personas, pero cuando hablamos de una sociedad sin clases, nos referimos a una sociedad en la que todos los medios de producción pertenecen al Estado. Siempre habrá personas sensatas y personas menos sensatas, pero nos estamos refiriendo a la infraestructura de la sociedad. Estamos totalmente convencidos de que el comunismo es justo. Pero hablando de símbolos, ¿en qué ejemplos y en qué ideales se basarán los jóvenes para crear su futuro? Quizá haya Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 120 gente que no necesite de símbolos nacionales para labrarse un porvenir en la sociedad, lo cual hace referencia a que siempre habrá personas más inteligentes que otras. ¿Cree usted que esos símbolos nacionales desaparecerán una vez que la madurez colectiva de la nación alcance su punto culminante? Probablemente unos símbolos desaparecerán, pero vendrán otros que los remplacen. Para mí sigue siendo un enigma por qué la gente necesita de los simbolos para la economia psicológica de su alma y de su mente. ¿No ha sido siempre así? No olvide que cuando presentamos el símbolo de Lenin a nuestros jóvenes, les presentamos la imagen de un hombre. Este hombre fundó el partido con sus compañeros, y juntos lucharon por la revolución y la ganaron. Este partido construyó los fundamentos de nuestro Estado. No es una figura como la de Jesucristo, sino que es la imagen de un hombre, que vivió entre nosotros, y que firmó los decretos en que se basa nuestro sistema escolar. Estableció las bases de nuestro Estado. George Washington liberó a América y su imagen se puede ver todavia en los billetes de dólares. Pero, después de doscientos años, da la impresión de ser un simbolo vacio y sin significado. Desde las ventanas de mi habitación en el hotel veo a las parejas de recién casados, en la Piaza Roja, peregrinando hacia Lenin. No me gustaría hablar de la importancia histórica de George Washington o los jefes de Estado de otras naciones, pero en lo que respecta a Lenin, nuestros jóvenes es verdad que visitan su tumba y la del Soldado Desconocido. Y llevan flores. Lo hacen para expresar su gratitud a los que ya no viven. Pues les están agradecidos por la creación de nuestra forma de vida y las muchas posibilidades que tenemos hoy en día en la Unión Soviética para vivir mejor que nuestros lejanos antepasados. ¿Cree usted que en el actual sistema educativo se debería tratar el desarrollo del cerebro? Por supuesto. No sólo se deberían enseñar a nuestros jóvenes los hechos biológicos básicos del cerebro, sino que también deberían saber cómo funcionan los organismos humanos. No sabemos lo suficiente al respecto y por eso hasta ahora no hemos transmitido muchos conocimientos. Creo que esta ciencia completamente nueva, que hasta hoy día no se ha desarrollado suficiente- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 121 mente y, por tanto, todavía no poseemos, debería incluirse con el tiempo en los planes de estudio. ¿Tienen intención de hacerlo? Sí. ¿Cómo se puede ser un excelente profesor sin poseer un conocimiento completo de las funciones bioiógicas del hombre, incluyendo el cerebro? Sin estos conocimientos siempre perjudicaremos a los niños desde que nacen. Exactamente. Y en detrimento nuestro y de la sociedad en conjunto. Nunca influenciaremos a los jóvenes sin conocer las funciones biológicas del cuerpo humano o las del cerebro. La psicología moderna se preocupa de verdad por este tema, y yo lo apoyo. Nuestros profesores reciben cursos sobre psicología general, psicología del individuo, psicología escolar, psicología social de la colectividad, psicología de las relaciones humanas, psicopatología y otros temas al respecto. Nos esforzamos para que nuestros profesores y personal educativo aicancen un nivel que es casi el de investigadores científicos. Les decimos que los libros de texto seguramente no les darán todas las respuestas. Aquí tenéis los niños, miradlos, observadlos detenidamente y sacad vuestras propias conclusiones. Cuando te enfrentas a una clase de treinta y cinco alumnos, recuerda que no estás tratando con máquinas, sino con treinta y cinco seres humanos vivos. Te hemos dado los principios básicos de diversas disciplinas y ciencias modernas, ahora saca tus propias conclusiones y de acuerdo con ellas dirige a los seres humanos en la sociedad. Un buen profesor tiene que ser al mismo tiempo un excelente psicólogo. A los profesores que no son populares les llamamos 'dictadores de lecciones'. ¿Podría usted imaginarse una situación en la que la ciudad de Moscú quebrase y despidiese a ocho mil profesores, privando a un millón cuatrocientos mil alumnos de ocho horas de escuela a la semana, como ocurrió hace poco en Manhattan? Prefiero no opinar sobre los sucesos de la ciudad de Nueva York, pero debo decir que aquí sería imposible que se diera una situación similar. Por supuesto, ya que recibimos nuestros fondos del Ministerio de Hacienda, tenemos algunas dificultades, porque nos gustaría construir más Palacios del Pionero, pero esto depende del presupuesto del Estado soviético. Pero en lo que respecta, por ejemplo, a las escueias de enseñanza secundaria, ya se han tomado Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 122 las decisiones sobre lo que podemos y tenemos que hacer, y recibimos todo el dinero que necesitamos para ello, y marchan muy bien. Sabemos exactamente cuántos alumnos tenemos o vamos a tener, cuántos profesores tenemos y cuántos necesitaremos, y nunca nos enfrentaremos a una situación parecida a la que acaba de mencionar. ¿Cree usted que el sistema educativo soviético deja margen a la expansión intelectual completa, al desarrollo de todos los talentos personales posibles? Estoy absolutamente seguro de ello. Incitamos a los profesores a que cuiden la expresión individual de las habilidades artísticas y les pedimos que ayuden a los alumnos a desarrollarlas. Cuando un niño demuestra interés por el ajedrez, le alentamos, a él o a ella, a que vaya al Palacio de los Pioneros local y desarrolle al máximo esta habilidad en particular. Después de todo, ese fue el caso de Anatoly Karpov. Nuestros niños participan también en competiciones internacionales, como la Olimpíada de la Música, que se organizó recientemente en Inglaterra. En 1979 nosotros mismos organizamos en Leningrado la Olimpíada Internacional de los Estudiantes de Química. Hemos podido observar que nuestros niños siempre vuelven de esos acontecimientos, quizá no con el primer premio, pero en general con uno de los tres primeros. También en el campo de la educación, las diferencias entre el Este y el Oeste parecen estar relacionadas con los fundamentos sociales del Estado. En Occidente se dice que a los niños de los países comunistas se les reprime. Y en el Este, en las regiones socialistas, dicen: ‘armamos a nuestros jóvenes para que puedan funcionar mejor en la colectividad’. ¿Y a quién creer? Sus lectores se inclinarán a aceptar lo que usted diga, ya que probablemente su reacción a mis palabras será ‘bueno, después de todo, es un comunista el que habla’. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 123 10 Natalia Bechtereva Neurofisióloga, Instituto Pavlov, Leningrado, URSS ¿Cree que las emociones se transmiten genéticamente? Creo que la predisposición al estado emocional es en gran medida genética. Quizá pueda ser alterado. A un niño se le puede enseñar a reprimir determinadas emociones, a estar 'inhibido' en cuanto a ellas, pero el verdadero mecanismo cerebral de la emoción nace con el niño. ¿Qué me dice del ritmo? ¿Se hereda genéticamente? Pudiera ser. Hoy en día son muchos los jóvenes que desarrollan un sentido del ritmo, debido a que la música rock es cada vez más popular, y viceversa, ya que el sentido del ritmo se puede desarrollar con mucha facilidad. También en este aspecto la predisposición podría ser innata. Tal vez el programa venezolano para los niños de cero a seis años se podría ampliar inciuyendo en él componentes de ingeniería genética. No creo que tengamos derecho a desnaturalizar a los niños mediante la ingeniería genética. Quizá tuviéramos que programar el aprendizaje de todos los niños del mundo por computadora, para así coordinar las percepciones de sí mismos en relación con el medio ambiente, el planeta y el universo. Un programa así nunca llegaría a tener éxito, debido a la información que suministran los padres, el medio ambiente, la historia, la cultura; y debido también a la predisposición genética. Ahora mismo sería muy peligroso influir en los genes. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 124 Me parece que cuando dije ingeniería dio la impresión que me estaba refiriendo a actuar en el DNA, pero a lo que me refería era a aplicar nuestros conocimientos de las bases genéticas de la psicología. Eso está mucho mejor. Pero, definitivamente, no debería haber un solo programa, sino una serie de programas, que tendrían que estar ajustados a la predisposición genética, especialmente cuando se diseñan proyectos como el que parecen estar haciendo los venezolanos. Pero no puedo decir que me guste mucho la idea de imponer tales programas a los niños o a la gente. En mi opinión, los padres deberían decidir con entera libertad si quieren tomar parte en estos programas o no. Los venezolanos no imponen nada a nadie, sólo tratan de que las personas cooperen por su propia voluntad. Si nosotros hubiéramos emprendido este programa, los padres serían completamente libres de decidir si tomar parte o no. Aunque no confío en absoluto en el éxito de estos programas. Creemos que lo mejor es que a los niños se les muestren todas las opciones posibles, que se les ofrezca el máximo de oportunidades. Sabemos que, por supuesto, hay algunos niños que son perezosos. En ese caso, habrá que mostrarles las opciones varias veces, explicarles las ventajas, y repetir estos procesos durante cierto tiempo si es necesario. Y, evidentemente, tener en cuenta la predisposición psicológica del niño. Sólo más tarde, ejercer cierta 'presión'. Eso llevará tiempo. Sí, claro. Pero el ministro venezolano tiene prisa. Si tienen prisa por poner en práctica esos programas y se los imponen a los niños a la fuerza, los efectos podrían ser muy diferentes de los esperados. Por ejemplo, si yo tengo un niño, un chico, y consintiese en que participara en unos determinados experimentos con los que en realidad no estoy de acuerdo, no hay duda de que sobrevendría una serie de dificultades muy graves. Antes que nada se debería explicar detalladamente qué tipo de programa de inteligencia se tiene la intención de realizar, con qué propósito se ha diseñado, etc. Pero esperar a que alguien entienda los propósitos me recuerda a los políticos que afirmaban que los países del Tercer Mundo no Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 125 estaban preparados para la libertad. Si esperamos a estar listos para algo, como, por ejemplo, casarse, puede que nunca lleguemos a hacerio. No estoy de acuerdo con usted; en la URSS las personas comprenden y aceptan las políticas educativas. Y en otras cuestiones pasa lo mismo. Todo el mundo sabe que si se vacuna a los niños se evita que mueran. Estamos de acuerdo en muchas otras cuestiones fundamentales, igual que ocurre en otras naciones. Creemos que hay que enviar a los niños a la escuela cuando tienen seis o siete años. Todo se consigue partiendo de la comprensión. En Holanda sigue habiendo grupos religiosos que prefieren que mueran sus hijos, porque en el nombre de Dios rechazan las vacunas. La racionalidad contra la irracionalidad. Entonces, ¿por qué no les aplica alguien la vacuna de todas formas? Estoy de acuerdo. Si una persona no es lo demasiado inteligente ni lo demasiado racional como para entender que es necesario hacerlo, la policía debería administrar la vacuna. Pero ese es el problema de la vida y la muerte, y en la educación hay que empezar por los padres. Eso es exactamente lo que se proponen los venezolanos. Pues es excelente. Están diseñando programas de televisión para ayudar a las madres a comprender cómo deben tratar a sus hijos. Desde luego, explicar estas cosas a los padres ya es una forma de empezar; pero, ¿hay alguien lo suficientemente inteligente como para saber con toda exactitud cómo hay que tratar a los niños cuando tienen de cero a seis años y qué es lo mejor para ellos? Conozco a muchos profesores que tienen opiniones completamente diferentes sobre este tema. El caso es que los psiquíatras se ocupan de niños que tienen problemas realmente graves. Por supuesto, no sólo considero al cerebro desde 'fuera', sino también desde 'dentro'. Pero los padres empeoran las cosas, porque en general no se dan cuenta del mecanismo tan delicado que es el cerebro de sus hijos, y en consecuencia, provocan daños que ya no se podrán reparar. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 126 Creo que no estoy totalmente de acuerdo con usted. A veces, los padres quizá no puedan formular o explicar con palabras lo que están haciendo con sus hijos, pero lo saben. Muchas veces, instintivamente, saben lo que tienen que hacer. No en todos los casos, por supuesto. No me atrevo a contradecirla, pero me temo que la inmensa mayoría de los padres arruina a sus hijos para siempre, porque son completamente ignorantes de lo que en realidad están haciendo. Pero, ¿cómo se acostumbra el cerebro de un niño al lenguaje y a la cultura o forma un marco de referencia? ¿Se refiere a la formación de la memoria a largo plazo? Tengo una nietecita de un año y me resulta muy interesante observar cómo intenta escapar de lo que sus padres quieren obligarla a hacer. Es como una especie de lucha, una resistencia para mantener su yo. Es evidente que esto empieza muy pronto. Es un aspecto que los venezolanos también necesitan tener en cuenta, dado lo que están haciendo. Sin embargo, en mi vida profesional nunca me ocupo de estos tópicos de los que estamos hablando ahora. Desde luego, este programa venezolano para el desarrollo de la inteligencia me interesa mucho, pero desde un punto de vista bastante diferente. En nuestro laboratorio trabajamos con pacientes a los que se les han implantado electrodos. Hemos aplicado esta técnica durante dieciocho años. Poco a poco estamos descubriendo que el cerebro tiene muchos códigos que son extremadamente funcionales. Este conocimiento de los mecanismos del cerebro es muy importante para conocer los procesos emocionales y mentales. Paulatinamente, sin provocar ningún daño al paciente - porque el paciente es siempre lo primero -, hemos desarrollado la investigación de los códigos neurofisiológicos de la mente. Hace años, estuvimos localizando las áreas del cerebro responsables del pensamiento, de la resolución de problemas, etc. Y posteriormente hemos investigado lo que ocurría en estas pequeñísimas áreas cuando pensamos, cuando oímos palabras, cuando tratamos de reproducir una palabra o la estamos reproduciendo, cuando intentamos resolver un problema o intentamos recordar algo y lo recordamos, etc. Hemos desarrollado una línea de investigación que denominamos el desciframiento de los códigos del cerebro. Estamos intentando descubrir qué es lo que pasa cuando se desarrollan estas ocupaciones humanas. Claro que, ahora, estamos entrando en una discusión profesional bastante sofisticada. Sí, seguramente los lectores acabarán por no entender nada, si sigue usted profundizando en este tema; yo mismo estoy confun- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 127 dido. Lo que más me cuesta entender es qué valor social se puede derivar de esta investigación. Bueno, sabemos, por ejemplo, que la memoria a corto plazo interfiere en la memoria a largo plazo, pero en el fondo nadie sabe cómo sucede esto. Tampoco se sabe cómo está organizada la memoria a largo plazo, o lo que usted llamaba hace un rato marco de referencia. Hay muchas teorías e hipótesis diferentes. Observando el funcionamiento de las computadoras se pueden deducir algunos datos de cómo opera esta interferencia entre ambas memorias. Todo esto abre enormes posibilidades a la enseñanza. Tenemos algunos datos sobre cómo aprende o cómo discrimina el cerebro el significado de una palabra. Sabemos algo de cómo se organizan en el cerebro los sistemas que mantienen la lengua materna y los demás lenguajes que se aprendan. Y sabemos que hay partes del cerebro en las que se mantienen ambos lenguajes, y también que estas partes están separadas de acuerdo con los distintos lenguajes. Por cierto, estos datos se confirmaron en Washington. Los americanos ratificaron que se pueden encontrar en el cerebro distintas áreas responsables de los diferentes lenguajes. Al disponer de estos conocimientos, se puede comprender por qué a veces una persona olvida completamente un lenguaje. Fantástico. Todo lo que se refiere al cerebro es fantástico. Pero no lo que nosotros hacemos. El cerebro es fantástico. Claro, porque es todo lo que tenemos para seguir avanzando. Es lo único que puede salvar a la humanidad ahora que parecen disminuir las esperanzas. Eso es lo que estamos intentando hacer y lo que intenta en España José Delgado. Se trata de conocer las bases de toda la humanidad. Pero que poca gente lo comprende. Eso quiere decir que nuestros conocimientos son todavía muy incompletos. Seguramente llegará un día en que sepamos más y podamos explicarlo todo con más sencillez; entonces estaremos haciendo verdaderos progresos. ¿Cuándo cree que llegará ese momento? Bueno, ahora vamos ya bastante de prisa. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 128 ¿Cree que todo lo que le ha ocurrido a una persona en su vida está almacenado en el cerebro? Sí. Hay quien no está de acuerdo y piensa que sólo se almacena lo que es importante. Pero yo creo que se almacena prácticamente todo, y es muy difícil recuperarlo, especialmente cuando se trata de sucesos que no fueron importantes y no estuvieron respaldados por motivaciones, emociones, etc. Los microprocesadores no necesitan dormir, nunca están de mal humor, ni caen enfermos y trabajan durante veinticuatro horas al día. Espero que no esté usted comparándolos con el cerebro humano, porque si hay algo realmente claro es que incluso la computadora más 'inteligente', sólo alcanza un determinado nivel, un límite de aprendizaje. El cerebro no, el cerebro es prácticamente ilimitado. Hace muchos miles de años nadie pensaba en volar, al menos en los actuales aparatos que vemos en los cielos, ni en enseñar álgebra. Hoy día prácticamente todo el mundo lo sabe. Pero hace miles de años nuestro cerebro ya estaba preparado para aprender todo esto. Las capacidades sólo dependen de las diferencias individuales de los cerebros. ¿También la inteligencia, entonces? Sí. Pero, ¿a qué se refiere con esta palabra 'inteligencia'? Para mí, la inteligencia no significa solamente conocimiento. Recuerde que las personas pueden ser muy listas, incluso muy educadas y seguir careciendo de inteligencia. La inteligencia es la multiplicación de las características heredadas mediante el aprendizaje. ¿Se puede medir el CI? ¿Se refiere usted a los tests? Las personas con más talento o más creativas suelen ser las que tienen las puntuaciones más bajas en los tests de inteligencia. El CI es una función de la enseñanza y de la memoria. Sigo sorprendido de que usted pueda registrar la neurofisiologia de la mentalidad. En primer lugar, ¿cree que pensamos? ¿Cree que no es sólo la anatomía la responsable de la mentalidad? Por tanto, si hay un micromisterio, tendrá que haber un proceso o procesos fisiológicos subyacentes a él que también se pueden registrar. ¿Por qué no? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 129 Entonces, ¿lo conoce? Nunca he dicho que lo conozca. Estoy intentando conocerlo, es nuestro objetivo. Una pregunta más. ¿Sólo una? Robert Astrow, del Goddard Space Institute de la NASA, me dijo que los seres humanos, comparados con las computadoras, tenían defectos en su funcionamiento y que cabía la posibilidad de que la electrónica sobreviviera a la humanidad. Creo que no. Los microprocesadores o las computadoras son solamente una gran ayuda para el cerebro humano. Pero en algunos informes se dice que los microprocesadores pueden incluso reemplazar el tejido cerebral dañado. Si la persona es ciega o muda se puede utilizar un microprocesador. Puede ser una ayuda, pero sólo hasta cierto punto. Seguimos dependiendo de las capacidades de las neuronas. ¿Nada podrá nunca reemplazar a las neuronas? ¿Quién sabe? Pero hay muchas formas de ayudar a las neuronas. Creo que en el cerebro existen capacidades que no podemos ni imaginar. Por ejemplo, todavía se supone que en el cerebro hay sólo una escala del tiempo. Y por eso, siempre se dice que las computadoras pueden calcular mucho más de prisa que el cerebro humano. Pero ya existen ciertos indicios o pistas de que el cerebro tiene diferentes escalas temporales y puede obrar mucho más rápidamente, con más velocidad. Quizá no tan rápido como las computadoras, pero es posible que mucho más rápido de lo que se hace actualmente. Ahora mismo conocemos personas que pueden calcular con suma rapidez, en una fracción de segundos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 130 11 Reuven Feuerstein Psicólogo, Universidad de Bar-Ilan, Jerusalén ¿Cómo se ha convertido el ser humano en lo que es hoy? Yo diría que la característica más importante del ser humano es su capacidad de modificarse. No hay ningún ser en este mundo que pueda modificarse en dirección a procesos mentales superiores, que tenga mayor adaptabilidad, mayor flexibilidad, o mayor movilidad, en lo que se refiere a sistemas adaptativos, que el ser humano. El puede modificarse a voluntad. Esto plantea una importante cuestión: cómo ha llegado el hombre a poder transformarse, independientemente de las condiciones ecológicas. De hecho, en algunos casos, a pesar de las condiciones ecológicas... Y de la prerrobotización, del precondicionamiento. Sí. En muchos casos es evidente que el individuo es capaz de cambiar, que se va a adaptar en una dirección muy distinta a la que imponen los ecosistemas. Como verá, mi idea básica es contraria a muchas de las teorías que se fundamentan en la concepción de que el ser humano depende totalmente del ecosistema. Cuando utillza el término ecosistema, ¿quiere decir medio ambiente o qué? ¿Incluye también la programación por parte de los padres? No. Se trata de algo más. Tiene que ver con la libertad... La libertad es pura ficción. Bueno, la libertad relativa de un ser humano se refleja en sus decisiones y en su capacidad de decidir, ‘voy a modificarme; voy a cambiar’. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 131 ¿Hay realmente álguien que lo haga? Suena un poco a los propósitos que nos hacemos el día de Año Nuevo. ¿No se nos robotiza a todos antes de los seis años? Los niños aprenden a persignarse sin tener la más ligera idea de lo que están haciendo. El hecho de que un niño haga la señal de la cruz no es importante en sí mismo. Lo que importa es que es el resultado de un proceso mediacional, que tiene mucho que ver con la estructura cognoscitiva del individuo. Penetra muy profundamente. Todavía se matan en Irlanda o en Oriente Próximo por su causa. ¡Fíjese en Irán! Yo no creo que se maten por la señal de la cruz o la religión. ¿No están motivadas por la religión las matanzas del Ayatollah? No. Rechazo completamente que los sentimientos religiosos sean los principales componentes de esas matanzas. Hay elementos políticos y puras maquinaciones que no tienen nada que ver con la religión. Estoy totalmente convencido de ello. En Irlanda existen alusiones políticas y sociales, pero cuando se oye hablar al reverendo Paisley parece como si estuviéramos en las Cruzadas de la Edad Media. Si quiere que hablemos de cómo afecta la transmisión cultural a las personas, lo voy a hacer desde un punto de vista muy diferente. No creo que la humanidad pueda ser humanidad sin transmisión cultural. Me gustaría discutirlo más detenidamente. Jean Piaget, como miembro de la escuela filosófica seguidora de Jean Jacques Rousseau, manifestó que lo que hace a los humanos ser humanos, lo que hace al individuo lo que es, es fundamentalmente la exposición directa al mundo. Según este esquema teórico, se supone que lo que hace que nos convirtamos en lo que somos es el hecho de que recibimos y registramos estímulos que inciden en nosotros de una manera directa. Y esta interacción entre nosotros y los estímulos nos transforma. A eso es a lo que me refiero con 'aprendizaje de exposición directa'. Es el enfoque de Jean Jacques Rousseau, y también el de diversas teorías de aprendizaje estímulo-respuesta. Considere seriamente si el ser humano podría ser lo que es debido sólo a su exposición a los estímulos y su respuesta a ellos: estímulo, respuesta, estímulo, respuesta; una reacción en cadena, incluso en el caso de la intensa actividad desarrollada por el individuo en respuesta a los estímulos, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 132 que le capacita más bien para construir la realidad, que para simplemente registrarla. Un buen rousseauniano en el sentido de Piaget, para explicar el desarrollo de la inteligencia recurre a estímulo, organismo, respuesta (SOR). Este es el argumento, con el enfoque de Durkheim, que tiene Piaget. ¿Está usted de acuerdo? Yo afirmo que no es posible. No explica el desarrollo humano. No se puede explicar el desarrollo humano apelando únicamente a los estímulos que inciden en el organismo. En mi opinión, la interacción total con los estímulos no es suficiente. Para comprender cómo se convierte al ser humano en lo que es, se necesita otra modalidad de interacción. ¿Cuál? Yo califico a esta interacción como 'experiencia de aprendizaje mediado'. En el aprendizaje mediado se da un aprendizaje de exposición indirecta. Aunque el individuo interactúa con los estímulos en las diversas etapas de su desarrollo, estas interacciones no le afectarían, si no existiese una modalidad de interacción con el mundo distinta. En este otro tipo de interacción, un adulto intencionado e iniciado se interpone entre el niño y la fuente de estímulos. El adulto mediador interpreta el mundo para el niño, y a través de esta mediación, le transforma. Pero la mayoría de estos adultos que modifican al niño son ignorantes y, muy a menudo, verdaderos idiotas que no saben realmente nada de lo que hacen. Quizás. Estamos metidos en un círculo vicioso. Mantenemos los mismos tótems de aquellos días en que la población del mundo se reducía a menos de cuarenta millones de personas. Si discutimos las bases de la experiencia de aprendizaje mediado, se dará usted cuenta de que no tiene ninguna importancia que los adultos sean ignorantes o no, idiotas o no. Lo esencial para el desarrollo de la mente humana es que el adulto se interponga e interprete el mundo al niño. Sin eso, no existiría ninguna mente verdaderamente humana. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 133 Quizá debamos establecer primero qué significa una experiencia de aprendizaje mediado. Muy bien. Empecemos por la exposición directa a los estímulos. El niño ve una botella por primera vez en su vida. La examina para reunir un determinado tipo de información que le muestre de qué se trata. La segunda vez que la ve, para saber lo que es o para reconocerla, no tiene que repetir el mismo proceso. Será capaz de reconocer la botella, incluso si sólo ve una parte de ella. ¿Qué ha ocurrido? ¿Ha cambiado el objeto, la botella? No, ha cambiado el niño. Mediante la exposición directa a los estímulos se ha producido una transformación dentro de él. ¿Ocurre en el cerebro? Sí. Y este aprendizaje se da a lo largo de toda la vida. ¿Y todo lo que se codifica en las neuronas se queda allí para siempre? Seguramente. Pero ocurre algo muy especial en las personas con respecto a esto. La intensidad del cambio que se produce en los individuos, como consecuencia de la exposición directa a los estímulos, es muy diferente de unos a otros. Hay gente que cambia completamente, otros experimentan muy pocos cambios, y hay quien no cambia en absoluto. Algunas personas pueden examinar una botella cientos de veces y seguir viéndola como si fuera la primera vez. ¿Por qué hay tan enormes diferencias en la intensidad y naturaleza del cambio que se produce en las personas tras la exposición directa al aprendizaje? Estas diferencias se deben a la cantidad y naturaleza de las experiencias de aprendizaje mediado a que hayan estado expuestos los individuos. Cuantas más experiencias de este tipo hayan tenido, mayor será su capacidad de ser modificados mediante la exposición directa. Los individuos que no experimentaron el aprendizaje mediado muestran grandes dificultades para modificarse. Hay personas que viajan por todo el mundo, ven innumerables cosas, tienen miles de experiencias, y siguen siendo básicamente las mismas. ¿Qué le ocurre al individuo que se modifica? Su eficacia para tratar la nueva información aumenta diariamente. Cuanto más expuesto está a la información, menos tiempo necesita para procesarla. Pero, ¿tiene que venir del exterior? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 134 La modificación es una característica que adquiere el individuo mediante la experiencia de aprendizaje mediado. Por tanto, todavía nos queda por saber ¿qué es una experiencia de aprendizaje mediado? Es una cuestión muy importante. El aprendizaje mediado es un aprendizaje diferente y se asimila con todo tipo de experiencias también diferentes. Cuando hablo de experiencia de aprendizaje mediado me estoy refiriendo al proceso de interacción entre el niño y el mundo social, y no a una interacción con el mundo de los objetos. Piaget habla de interacción. Pero, ¿con quién interactúa el niño en términos de Piaget? No con personas, sino con objetos. No se refiere a una interacción entre el organismo y los seres humanos en calidad de mediadores. Se refiere a la interacción entre el organismo que aprende y los objetos. Si resulta que un objeto es un ser humano, entonces el ser humano opera como un objeto. ¿Y usted está de acuerdo? No; estoy totalmente en contra. Me parece que, como muchos otros, usted cree que cuando Piaget habla de interacción, se refiere a una interacción entre usted y yo. No hay nada de eso. Se malinterpreta. Piaget habla de un cambio en el organismo que se produce por la interacción con un objeto. Por ejemplo, el niño tiene este objeto. Tiene un esquema para elevar algo ligero. Ha aprendido a levantar cosas. Entonces descubre un nuevo objeto que es demasiado pesado para poder moverlo con su esquema anterior de levantamiento. Cuando se enfrenta a un objeto diferente, acomoda su conducta a las características de este nuevo objeto. ¿Cuál es la principal característica del nuevo objeto? Que es pesado. Por tanto, el esquema de levantar se convierte en un esquema de empujar, tras el encuentro con un nuevo objeto. Así es como concibe Piaget el desarrollo de la inteligencia. El levantar, el empujar y todos los tipos de esquemas nuevos se desarrollan debido al encuentro directo y activo con nuevos objetos que tienen características distintas a las asimiladas en los esquemas iniciales. Piaget piensa que cuando usted y yo nos encontramos y mis ideas son diferentes a las suyas, yo trataré de asimilar su punto de vista al mío, y de acomodar mi punto de vista al suyo. De esta forma, usted, como ser humano, actúa como un objeto sobre mis puntos de vista y los cambia. Piaget considera fundamentalmente que la interacción se produce con un mundo de objetos. En mi opinión, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 135 este enfoque no puede explicar el desarrollo cognoscitivo. Si fuera realmente cierto que los individuos pueden desarrollarse sólo en virtud de su dotación genética, de sus procesos de maduración, y, por tanto, de su exposición directa a estímulos aleatorios y su interacción con ellos, entonces millones y millones de personas se desarrollarían de una forma muy parecida. Observaríamos muchas menos diferencias entre la gente de las que vemos hoy. Además, si la exposición directa a los estímulos fuera suficiente para explicar el desarrollo cognoscitivo, entonces la mayor parte de los individuos alcanzarían el nivel de las operaciones formales, que, según Piaget, es el resultado final. Desgraciadamente, no ocurre así. Sólo unas cuantas personas alcanzan realmente el nivel de las operaciones formales. ¿Por qué? Es el punto crucial de mi teoría. Las diferencias entre las personas se relacionan con la calidad y cantidad de experiencias de aprendizaje mediado a que hayan estado expuestas. La teoría de la MLE (experiencia de aprendizaje mediado) nos permite comprender por qué la humanidad se ha desarrollado de la forma en que lo ha hecho. El enorme aumento de la capacidad, si nos fijamos, está directamente relacionado con el aprendizaje mediado. ¿Cómo lo formula usted concretamente? En la interacción MLE, el adulto iniciado se interpone entre el niño que aprende y la fuente de estímulos. Filtra los estímulos, los registra, los organiza, los compara y determina su orden de aparición en el espacio y en el tiempo. Repite algunos y rechaza otros. De acuerdo a una necesidad específica o universal, establece prioridades y atribuye un significado a los estímulos. La amplitud del estímulo y la vigilancia del niño se manipulan según los propósitos generales o específicos del mediador en lo que respecta a la interacción. Mediante este proceso se modifica tanto al estímulo como al niño. El estado de ambos se convierte en algo muy diferente a lo que sería si la aparición se produjese al azar. Mediante el enfoque, la selección, la preparación, la agrupación y el establecimiento de relaciones entre los estímulos, se constituye en el individuo un repertorio de conductas cognoscitivas firme y accesible. Activado en los primeros estadios del desarrollo del niño, intensifica el crecimiento cognoscitivo a través de la exposición directa a los estímulos. La MLE es la transmisión y la interpretación del mundo al niño que está expuesto a él. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 136 ¿Quién lo interpreta? El adulto iniciado. ¿El padre? ¿La madre? En un principio, la madre. Pero puede ser el padre, los hermanos, los abuelos, etc. La transmisión empieza en el primer momento de vida del niño. No necesita hacerse con palabras. ¿Cómo describiría más detenidamente esta transmisión? Piense en la cantidad de formas distintas de que dispone una madre para alterar tanto los estímulos como al niño que los registra. Con gestos o sonidos se puede producir un nuevo estado de vigilancia en el niño. Se puede alterar su estado mental. La madre organiza el mundo de su hijo. Quiere que el niño enfoque determinadas cosas, que experimente y que perciba unas cosas en particular. Se asegura de que ciertos estímulos reciban más atención que otros, amplificando la intensidad de unos y reduciendo la de los demás. El niño, por tanto, diferencia su visión del mundo en lugar de entender que éste se le aparece accidentalmente y al azar. La madre prepara los estímulos de manera que unos reciban mucho significado, mientras que otros son menos importantes. Unos se repiten; otros se suprimen. ¿Porque a la madre no le importan? Quizá, o porque por cualquiera de diversos motivos no quiere que el niño esté expuesto a ellos. Hay muchas razones para enseñar al niño a enfocar, registrar, organizar, agrupar... Pero, ¿cómo es que muchos niños quedan culturalmente privados debido a que hay unas personas que no saben lo que hacen o actúan a ciegas y al azar? Fundamentalmente lo que hace la madre es organizar los estímulos al niño. Hace que se dé cuenta de que estas dos cosas van juntas y esas dos no guardan ninguna relación entre sí. Organiza la visión de conjunto del niño. Le enseña a observar. Sirve de modelo a imitar. Suministra cinco elementos muy importantes al mundo del niño. Permítame mostrarle los criterios necesarios para que se den experiencias de aprendizaje mediado. El primero es que el mediador tiene una intención en la interacción con el niño y le hace a éste la parte mediada de esa intención. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 137 En una etapa y en una edad muy temprana, el niño ya puede comprender una intención. La intencionalidad modifica significativamente la naturaleza del estímulo y la forma en que el niño le trata. El segundo criterio de una interacción en la que se da un aprendizaje mediado es la transcendencia. El uso que hago del término 'transcendente' no posee connotaciones místicas. A lo que me refiero es a que cuando yo interactúo con usted, hago todo tipo de cosas que no son para ahora, sino que le preparan para su comprensión posterior. Por ejemplo, yo interactúo con usted y digo: ‘Por favor, no toque esa taza, tiene café muy caliente y se puede quemar.’ No le digo 'no la toque'. Claro que también podría quitar la taza de aquí, pero quiero prepararle para enfrentar el problema en el futuro. El principio de la transcendencia de una experiencia de aprendizaje mediado significa que mis objetivos al interactuar con usted no están limitados al acto que provoca la interacción, sino que van dirigidos a más adelante, son más distantes. El conjunto de la interacción es muy diferente si digo: ‘¡No!, ¡no la toque!’, que si quiero que sepa por qué no debe tocarla. Si le doy de comer a un niño, respondo a una necesidad inmediata. Pero si organizo la entrega de los alimentos y el acto de comerlos, de tal manera que enseñe al niño cómo comer mañana o cuando sea mayor, la interacción será muy diferente. No me interesa simplemente que el niño se alimente y sobreviva, sino que su acción de comer adquiera un significado para toda su vida. Y no sólo para él, sino para la siguiente generación. Otro ejemplo de transcendencia, que hace alusión al tercer criterio de la MLE, la asignación de significado: Una madre monta en un autobús con su hijo pequeño. ‘Siéntate’, dice, ‘o te daré un azote’, No existe transcendencia en esa interacción, la madre está intentando resolver un problema inmediato sin ninguna visión de conducta futura ni del desarrollo de procesos cognoscitivos relativos a las relaciones causa y efecto, a las leyes del movimiento, a las leyes físicas, etc., que tendrían un valor adaptativo durante toda la vida del niño. Aunque el contenido de una experiencia de aprendizaje mediado refleja una cultura específica y esté determinado por ella, los efectos más generalizables de la transcendencia de la MLE son la constante ampliación de los sistemas de necesidad que producen las interacciones. El tercer criterio de una experiencia de aprendizaje mediado es la dotación de un significado específico al estímulo. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 138 ¿Etico?, ¿moral? No hablo en términos específicos. Podría decir: 'qué rico está lo que como'. El acto de comer adquiere un significado, que podría cambiar objetivamente. Si indico que algo sabe mal, inmediatamente recibe un significado. Una madre categoriza los objetos y los sucesos de acuerdo con el significado específico que le ofrece al niño. Independientemente del contenido, el niño aprende que hay un significado. Los niños a quienes se les ha dado un significado poseen niveles de motivación más altos. ¿Valores? Si lo desea. En cualquier caso, existe un elemento afectivo que surge de su actividad. Los niños que no recibieron este tipo de mediación que proporciona los significados podrán estar vacíos, tanto emocional como cognoscitivamente. El cuarto criterio de la MLE es la mediación que da lugar a la competencia. ¿Como tocar el piano? No. No me refiero a las habilidades. ¿Por qué cree que lo que se hace refleja realmente una capacidad, una aptitud que se pueda tener? Hay personas que hacen cosas maravillosas y, sin embargo, están convencidas de que son unos incompetentes que no saben hacer nada. ¿Habrá visto usted gente así? Sí, claro. Son individuos desgraciados. Tienen que demostrar continuamente que son los mejores. El sentimiento de competencia le es mediado al niño en una etapa muy temprana de su vida. Los padres mediadores organizan el mundo del niño y su interacción con él de manera que experimente cierto grado de competencia, que sienta que puede, que es capaz. Veamos, por ejemplo, algo tan sencillo como ponerse los calcetines o abrocharse los botones. La madre impaciente no debería decir nada, pero por su impaciencia le transmite al niño la sensación de que es incompetente. Por cierto que hay muchos casos así durante las primeras etapas de la vida del niño, cuando es incapaz de actuar independientemente, cuando tiene las mismas perspectivas que un perro. Para ver al adulto tiene que mirar hacia arriba. Si los padres no lo mitigan, haciendo que su hijo no se sienta fracasado, proporcionándole oportunidades de triunfar e interpretándole su conducta de manera que le haga sentirse competente, el Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 139 niño siempre tendrá el sentimiento de que no puede enfrentarse al mundo, de que está sometido a una posición de control externo, o de que haga lo que haga no debería haberlo hecho. El quinto criterio es el de la mediación que da lugar a la regulación de la conducta. En este sentido, la regulación de la conducta incluye la reducción de la impulsividad del niño, la introducción de una frecuencia diferente de la marcha y el ritmo de la conducta, la programación en el tiempo y en el espacio. Seguramente, el aspecto más importante es el desarrollo de una posición de control interna. Se alienta al niño a tomar sus propias decisiones y a ser cada vez más responsable de sus actos. Es evidente que entre los cinco criterios de la MLE existe una diferencia. Los tres primeros -intencionalidad, transcendencia y significado- son características necesarias y suficientes para que tengan lugar experiencias de aprendizaje mediado. Sin embargo, la mediación que da origen a la competencia o a la regulación de la conducta, sólo se da en determinadas interacciones, que provocan la una a la otra. Las experiencias con valor mediacional se presentan de manera natural, cuando los padres median a sus hijos. ¿Y si no lo hacen? Entonces la capacidad del niño para aprender y para ser modificado por las oportunidades formales e informales de aprendizaje será deficiente, o estará dañada. ¿Y eso es lo que está pasando en todo el mundo? Sí. Las interacciones mediacionales están disminuyendo considerablemente. No basta con llenar de juguetes y adornos las habitaciones de los niños, ni con llevarles de viaje alrededor del mundo, ni con enriquecerles con experiencias nuevas y variadas. Piaget advirtió muchas veces que no se tratara de ir demasiado aprisa, ya que cada niño tiene su propio ritmo, y al forzarle a aprender se obstaculiza la asimilación natural. No estoy de acuerdo con Piaget en ese punto. Consideremos la aceleración del aprendizaje. La idea de que, simplemente con la interacción, si se produce a una edad apropiada, los estímulos se encargarán de todo, no es cierta. Las experiencias de aprendizaje mediado deben ir paralelas a la exposición directa, ya que sólo será capaz de aprender de la exposición directa el niño que haya experimentado aprendizaje mediado. De lo contrario, no podrá hacerlo. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 140 ¿Es la manera más saludable de desarrollo? Es de la única manera que se puede desarrollar al ser humano. ¿Qué significa la experiencia de aprendizaje mediado desde el punto de vista de la naturaleza humana? Fundamentalmente, es la necesidad que tiene una generación de verse continuada, proyectada en el futuro. Es una necesidad básica que tenemos. No todo el mundo. Desde luego, yo no. Usted la tiene muchísimo. ¿Sabe por qué? Porque escribe libros. ¿Para quién los escribe? Yo no me siento mediador. ¿Dice usted que no se proyecta en el futuro? ¡Nadie tiene esa necesidad tan arraigada como usted! Es mil veces más fuerte en usted que en cualquier madre del mundo. Quiere usted 'amamantar' al mundo entero, no solamente a un niño. Produce miles de 'pezones', y en cada uno de ellos imprime 'leche'. Usted tiene una gran necesidad de proyectarse y transmitirse. No tanto, biológicamente no. Perdóneme, pero usted es un transmisor. Es exactamente igual a la madre que transmite la cultura a su hijo. Necesita transmitir, tiene una necesidad atrofiada de proyectarse en los demás. Bueno, ya es suficiente. Una de las necesidades básicas de las madres, las culturas o las naciones es proyectar su existencia biológica. Es casi una 'raison d'être'. ¿De dónde procede? ¡Ajá!, de nuestra necesidad de ser eternos. Ya sabe que la biología tiene el mismo mecanismo. Las células más sencillas tienen necesidad de transmitirse. Los espermatozoides pugnan entre sí para llegar al óvulo y fertilizarle. Todos quieren ser el único. La necesidad básica de continuar la vida de alguna forma, al transmitirse, está muy arraigada en la biología. Es increíble. Hay hallazgos interesantísimos que se refieren a este particular, pero no voy a hablar de ellos ahora. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 141 La madre tiene esta necesidad especial, y desde el punto de vista de la evolución, seguramente es una de las necesidades más importantes, pues ella es la que nos hace pensar, y preguntarnos, qué es lo que ocurrirá dentro de doscientos años. Nos traería sin cuidado si no nos interesase continuar existiendo de alguna manera. Se relaciona con la necesidad de transmitir el pasado al futuro. Como decía Henri Bergson: ‘Cuanto más tenses el arco, más lejos llega la flecha.’ En otras palabras, cuanto más retrocede uno en el pasado, más lejos puede proyectarse en el futuro. Al considerar lo que ocurre en el mundo, el mayor peligro es el hecho de que empecemos a creer que no tenemos necesidad de transmitir los sucesos pasados. Debido a una serie de ideologías, creemos que, comparadas con la autorrealización a través de un grupo o a través de la continuación, las necesidades individualistas son el criterio más importante para lograr el desarrollo y la realización humanos. ¿Le preocupa? Sí, mucho. Soy consciente de que esta especie de duda y el planteamiento negativo de la necesidad de transmisión cultural y su legitimidad, pueden resultar muy perjudiciales para nuestro problemático mundo. Pero innecesariamente se transmiten gran cantidad de absurdos inútiles, de mitos y símbolos desfasados. No estoy hablando del contenido de la transmisión, aunque los mitos y los símbolos nunca son innecesarios. Planteo un elemento muy importante. Cuando hablo de experiencia de aprendizaje mediado, no me refiero a los lenguajes específicos en los que se produce la mediación. Se puede mediar con palabras, gestos, mímica, movimientos, actos... El adulto intencionado, particularmente la madre, que media al niño lo hace antes de que éste hable o entienda. La mediación preverbal tiene mucha importancia para el niño y para su forma de considerar al mundo y a sí mismo. El bosquimán que construye una canoa y sienta a cuatro o cinco niños a su alrededor, no intercambia necesariamente palabras con ellos. No explica. Sin embargo, los niños aprenden a anticipar que de ese tronco de árbol surgira una canoa. Esta existe en sus mentes incluso antes de que adquiera existencia tangible. Mediante una serie de gestos, actos, hechos y operaciones, el hombre les muestra, secuencia por secuencia, cómo ese trozo de árbol se Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 142 convierte en realidad. Por tanto, la realidad representada de la canoa es comparable a su materialización. Estas secuencias ayudan a los niños a disociar los medios de los fines. Los medios son las diversas etapas de la operación que conduce al fin, y éste se expone con toda claridad, aunque no se utilice ninguna modalidad verbal de mediación. Yo mantengo que estos niños tienen gran capacidad de modificarse mediante la exposición directa a los estímulos, a pesar de que lo que ven es muy sencillo. No ven una computadora, ni mecanismos sofisticados, ni aparatos electrónicos. Sin embargo, mediante una sencilla interacción de intenciones mediadas, el adulto les comunica que tener una canoa es muy importante. La mediación de los elementos transcendentales que conlleva la construcción de la canoa, convierte a la experiencia de aprendizaje mediado en algo muy útil para la vida de estos niños. Podrán utilizar esta experiencia siempre que se enfrenten a objetos que necesiten observar. En una situación como ésta, un niño aprenderá a descubrir la secuencia y el fin mucho más pronto y con más facilidad que si se le da un aparato electrónico muy sofisticado que no entiende y que no sabe cómo, cuándo ni por qué motivo se ha hecho. No hay intención, ni transcendencia, ni significado, ni mediación que dé lugar a competencia o a regulación. Quiero estar seguro de que entiende que cuando hablo de experiencias de aprendizaje mediado no me estoy refiriendo a alguien que sea muy sofisticado y medie. El bosquimán realmente primitivo puede ser un mediador perfecto. En su propio ambiente. El mismo bosquimán que ha recibido mediación puede ser mucho más modificable, mucho más adaptable, y acceder a niveles superiores de funcionamiento si alguna vez debe aprender. Sus capacidades de aprendizaje puede que sean incluso mejores que las de un niño que ha vivido en medio de una cultura rica, pero que no ha recibido mediación. Además, cuando hablo de aprendizaje mediado, no me refiero al contenido. No importa lo que éste sea. Puede ser cualquier cosa, pero la interacción posee al menos tres de las características que he mencionado anteriormente. Afectará al individuo tanto si el contenido es muy sofisticado como si es muy primitivo. Lo importante es que el niño, a consecuencia de este tipo de mediación, desarrollará la capacidad de utilizar la exposición directa, lo que le permite modificarse. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 143 ¿Se puede enseñar a un niño a modificarse? ¿Si aprende a hacerlo en una edad muy temprana, lo hará para siempre? Exactamente. Las experiencias de aprendizaje mediado crean estructuras cognoscitivas en nosotros. José M.R. Delgado también opina así. Y estas estructuras nos capacitan para organizar al mundo de manera que cada una de sus partes afecte a la totalidad. Si he aprendido algo de una forma, ahora lo aprenderé de otra. ¿Entonces, eso es lo importante de los planteamientos del doctor Luis Alberto Machado en lo que se refiere a la transformación del sistema educativo? Justamente. La iniciativa del doctor Machado ha tenido efectos muy penetrantes, no sólo por demostrar que la modificación es posible, sino por mucho más, por crear en los niños estructuras cognoscitivas que se transformarán, que organizarán la totalidad del mundo del niño, y que podrán perpetuarse durante toda la vida del mismo. ¿Ha conseguido ponerlo en práctica? Es lo que he intentado hacer a lo largo de toda mi carrera. No se sabe exactamente cómo afecta a la vida la experiencia de aprendizaje mediado. Tal vez este tipo de interacción, este tipo de educación, junto con las interacciones no mediadas, afecte al sistema nervioso central. ¿No se sabe? Parece razonable pensar que hay ciertas posibilidades de que afecte al sistema nervioso central, el cual, debido a este tipo de interacción, se estructura de manera diferente. Pero puede que no ocurra así. Simplemente, no lo sabemos. En cualquier caso, sabemos que los efectos perjudiciales que produce la falta de experiencia de aprendizaje mediado reducen la capacidad de modificarse (como ya dije cuando hablé de los individuos que viajan alrededor del mundo y no ven nada). Estos efectos perjudiciales se pueden modificar. ¿Cómo? Creando un sustituto de la experiencia de aprendizaje mediado en las etapas posteriores de la vida. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 144 ¿Gree que se puede hacer en cualquier etapa de la vida? Sí. En cualquier etapa de sus vidas se puede ayudar a los niños que soportan con distinta intensidad las condiciones causadas por uno o unos determinantes orgánicos, genéticos o arnbientales, si la falta de MLE se suple con cualquier tipo de aprendizaje que tenga las características de la experiencia de aprendizaje mediado. ¿Lo ha intentado? Constantemente. He estado trabajando en esto durante los últimos treinta años, utilizando diversos métodos y modalidades de interacción mediacional. Con este fin, en los últimos veinte años hemos elaborado, aplicado e investigado un programa denominado 'Enriquecimiento instrumental'. Los resultados obtenidos demuestran que se puede modificar a los individuos que actúan a un nivel muy bajo. A este respecto, debemos preguntarnos qué es lo que hace que algunos niños tengan experiencias de aprendizaje mediado y otros no. Para explicar la carencia de estas experiencias distinguimos dos categorías generales. Una de ellas es cuando el niño no recibe mediación; la otra, cuando no puede beneficiarse de la mediación. Hay padres, por ejemplo, que no median porque no creen que la mediación sea beneficiosa para el niño. Y ellos tampoco fueron mediados. Es un círculo vicioso. Efectivamente. Por ejemplo, hay inmigrantes que llegan a un país en el que la cultura dominante no los acepta. Sienten que, como son extranjeros, tienen menos ventajas, así que dicen: ‘No seas como yo. Sé tú mismo. Sé como los otros, porque si eres como yo, sufrirás como yo.’ Estos padres dejan de transmitirse en sus hijos, y éstos se convierten en alienados, están privados culturalmente, privados de su propia cultura. Su capacidad de aprender y de modificarse es muy limitada. Se convierten en marginados. Exacto. Desde luego, la ausencia de MLE puede tener otras causas. Muchos padres dejan de mediar por motivos ideológicos. Dicen: ‘Deja al niño que sea un individuo por sí mismo. Mientras sea joven, déjale que sienta y que haga lo que quiera. No tenemos ningún derecho a interferir en como quiera ser.’ Estos padres creen que le están dando libertad a su hijo. Pero la verdad es que - y con esto respondo a uno de sus comentarios anteriores - un niño Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 145 no puede vivir en un mundo sin significado. No se puede declarar una moratoria y decir: ‘Cuando tengas quince años, ya sabrás si quieres hacer la señal de la cruz o no.’ Es imposible. No se pueden educar generaciones de niños hasta los quince años sin dar un significado a la vida. ¿Por qué no se les enseña a los niños lo que realmente son? ¡El índice de suicidios sobrepasaría el número de nacimientos! ¿No se puede enseñar a los niños que provenimos del mar, como hace Robert Yastrow en su libro Si el sol muere? ¿Tenemos que seguir codificando sus cerebros con historias como 'murió por mis pecados...', y con sangrientas descripciones del monte Gólgota? ¿Por qué contarles todos estos horrores de lobos que se comen a las abuelitas? ¿Sabe por qué? ¡Porque lo necesitan! Y si no se les cuenta, ellos mismos crearán cuentos parecidos. ¿Por qué iban a hacerlo? Porque lo necesitan. Es bien sencillo. Es el colmo. ¿Sabe lo que hacen los niños cuando no se les cuentan estas historias? Sí, arrancan las alas a las mariposas y las patas de las ranas por pura gracia. ¿Por qué son asi? No puedo entender esta necesidad de matar. No se trata de negar que tenemos maldad. Se trata de cambiarla, de sublimarla. Descodificarla. Secarla. Ni siquiera los soviéticos saben cómo cambiar a los seres humanos y estructurar su nuevo hombre marxista. Nunca lo han intentado. Permítame explicarme. La parábola más maravillosa de la religión judía es la de la escalera de Jacob. Jacob huía de su hermano Esaú, quien quería matarle. Entonces se durmió y soñó con una escalera que estaba firmemente arraigada en la tierra y cuyos últimos peldaños llegaban al cielo. Esto es lo que significa la vida. Tenemos la maldad en nosotros, pero debemos subir por la escalera de la esencia humana. No es ne- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 146 gando la maldad como llegaremos a ser humanos, sino sublimándola, transformándola. De esta manera desarrollaremos la capacidad de modificar la naturaleza y convertirla en la forma más elevada de sublimación que existe, llegar a Dios. No se puede negar la maldad. No se pueden extirpar los elementos que están muy arraigados, pero se les puede transformar y convertirlos en algo más. Eso es exactamente lo que dice el doctor Delgado. Por tanto, si los padres razonan: ‘Deja que el niño juegue solo. Dadle muchos juguetes, en vez de interacción.’ ¿Sabe cuál es el resultado? Seguramente habrá oído hablar del enorme aumento de la incapacidad de aprender. ¿Cómo explica usted esto? Es una incapacidad motivada por la falta de experiencias de aprendizaje mediado. Son niños que llegan al mundo con mentes perfectas y nunca aprenden a aprender. Evidentemente, usted es para Venezuela un experto que les puede dar muy buenos consejos. Hay tres aspectos en el trabajo que estamos llevando a cabo en Venezuela que surgen de nuestra teoría de la modificación cognoscitiva estructural y su relación con las experiencias de aprendizaje mediado. El primero de ellos es la puesta en práctica con numerosos grupos de niños de Caracas y Guayana de nuestro programa de intervención 'Enriquecimiento instrumental'. Las primeras reacciones a este programa se están observando en este momento y parecen muy positivas. Me reuní con dos grupos de profesores a quienes habíamos ayudado a prepararse, y discutimos algunos de sus problemas, pero la motivación y el entusiasmo de profesores y estudiantes es excelente. El segundo es la utilización del proyecto de 'Evaluación potencial de aprendizaje', un método dinámico para evaluar el potencial de modificación de los niños que tienen un rendimiento muy bajo. Con este fin hemos preparado a psicólogos, médicos y personal académico. Ya hablaremos de ello más detenidamente en otro momento. El tercer aspecto de nuestro trabajo consiste en el desarrollo de un modelo para la preparación de profesores y miembros del cuerpo docente de Venezuela, que se pueda aplicar en otros países de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 147 Latinoamérica y Sudamérica, y que haga de Venezuela el centro de todo lo referente a la enseñanza de la modificación cognoscitiva estructural. Permítame mencionar los antecedentes de nuestro trabajo. Soy director de los Servicios Psicológicos de la Youth Aliyah-Hadassah-Wizo Canada Child Guidance Clinic. Durante y después del Holocausto, la Youth Aliyah, la rama de inmigración juvenil de la agencia judía, trajo a Israel a niños de todo el mundo. Vinieron a nuestra patria unos ciento cincuenta mil niños, y a los niños que carecían de modificación estructural y cognoscitiva se les emplazó en ambientes especialmente adaptados para ellos. También soy director del Hadassah-Wizo-Canada Research Institute, una organización dedicada al estudio, la investigación y el tratamiento de individuos y grupos de niños necesitados. A consecuencia de mis muchos años de experiencia, desarrollé la teoría de la modificación cognoscitiva estructural, la LPAD y el programa de 'Enriquecimiento instrumental'. Dicho sea de paso, el 'Enriquecimiento instrumental' se lleva a cabo anualmente en Israel con treinta mil niños, durante tres a cinco horas a la semana. También se ha puesto en práctica en Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, España y otros países. En Venezuela se ha elaborado una versión especial adecuada a las necesidades de la población de este país. EI IE (Enriquecimiento instrumental) es un programa muy sofisticado porque se basa en una teoría que busca un modo de transformar la estructura cognoscitiva del niño. No sólo de añadir más información al repertorio que ya posee, ni de enseñarle a realizar determinadas tareas, ni de equiparle con ciertas habilidades que están limitadas en el tiempo y en el espacio, sino de cambiar realmente su capacidad de aprender. La teoría del LPAD ha elaborado también un método de evaluación que es sumamente revolucionario; hasta el punto de que no se adhiere al modelo de evaluación psicométrica convencional. En la evaluación convencional se le pide al niño que haga determinadas cosas, y en base a sus respuestas, se decide lo que será capaz de hacer en el futuro. Con la evaluación dinámica LPAD se examina, se enseña o se media, y luego se evalúan los efectos de la mediación en la capacidad del niño para enfrentarse a tareas que son cada vez más nuevas y más complejas. Este método dinámico es sensible a los mínimos cambios que se produzcan en el niño, que se interpretan como una señal o índice de su potencial de modificación. Intentamos determinar en qué condiciones y modalidades el niño se modificará mejor. Esto conduce a ciertos planteamientos prescriptivos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 148 El programa de intervención 'Enriquecimiento instrumental' se propone producir cambios estructurales permanentes en la capacidad de aprender que tiene el niño. Puesto que producimos cambios estructurales en su cognición, los efectos del IE se hacen acumulativos con el tiempo, pues el individuo utiliza su capacidad aumentada de aprender, conjuntamente con las nuevas experiencias, a las que se enfrenta diariamente. De hecho, al contrario que los efectos de otros tipos de intervención y programas tutelares orientados al contenido o a la habilidad, los efectos resultantes del IE no llegan al máximo al finalizar la intervención, sino que continúan aumentando. Donde quiera que vayamos, lo que quiera que hagamos, el niño aprenderá y se modificará en dirección a una mayor eficacia, a consecuencia de los cambios de su estructura cognoscitiva. Lo cual, por supuesto, significa que el tercer aspecto consiste en situar al niño en un ambiente que le capacite no sólo para aprender, sino también para utilizar en su desarrollo posterior cualquier cosa que aprenda. Prácticamente, esto quiere decir que enseñar al niño a hacer algo no es suficiente; también debemos asegurarnos de que lo que aprende sea útil y cumpla los requisitos necesarios para que pueda utilizarlo. De lo contrario, estos conocimientos no se podrán desarrollar, sino que disminuirán. Los diversos elementos que he mencionado se han aplicado en Israel con la ayuda de algunos miembros del equipo con el que trabajo. Está el profesor Yaacov Rand, del Hadassah-Wizo-Canada Research Institute, que también es el decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Bar-llan. Está el profesor Mildred Hoffman, del Hadassah-Wizo-Canada Research Institute y del George Peabody College, de la Universidad Vanderbilt de Nashville, Tennessee, que está preparando a profesores y elaborando modalidades de modificación del profesor. Y está el profesor David Krasilowsky, un psiquíatra que estudia los aspectos emocionales de la modificación cognoscitiva. El profesor H. Carl Haywood, profesor de Psicología y Neurología en la Universidad Vanderbilt y director del Centro para la Investigación de la Educación y el Desarrollo Humanos John F. Kennedy, está a cargo de la investigación y la difusión en Norteamérica. Hay un grupo de personas que participan activamente en nuestro trabajo, entre las que se encuentran el profesor John Bransford, uno de los psicólogos cognoscitivos más famosos de Estados Unidos; el doctor Ruth Smith, el profesor Harry Silverman y la doctora Mary Waksman, de Toronto, Canadá, y muchísimos más. Con todo esto en marcha, me quedé gratamente sorprendido cuando en un país bastante alejado de los centros de investigación Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 149 pedagógica, apareció un hombre que dijo que la inteligencia y la enseñanza cognoscitiva eran demasiado importantes para dejarlas en manos de los profesionales. El doctor Machado desarrolló la idea de que la inteligencia es el principal determinante de la libertad humana; de que ésta no se puede conseguir si no se tiene la posibilidad de elegir, y de que no hay elecciones sin inteligencia. En otras palabras, la inteligencia es una cuestión de elección, y la elección es una cuestión de inteligencia. No se puede hacer una elección válida sin poseer los prerrequisitos del pensamiento que capacitan y facilitan la selección entre varias alternativas. La idea del doctor Machado debe ser apreciada en su contexto filosófico. Pero lo realmente asombroso es que, junto a su filosofía, el doctor Machado se preocupa y se interesa de verdad por cada uno de los niños. No es de esa clase de personas que sólo consideran al mundo; él se fija en el niño, en el individuo. El doctor Machado es increíblemente auténtico y también ingenuo en su búsqueda de una forma de poner en práctica su filosofía, tanto en el niño como en el mundo. Me resultaba muy interesante observar la interacción del doctor Machado con los niños, su sentimiento hacia ellos, cuando venía a ver a alguno de mis grupos de Israel. Los niños sentían inmediatamente la autenticidad de su interés. El doctor Machado se dedica a convencer al mundo de que todos los individuos tienen el derecho humano básico a ser más inteligentes. Hace hincapié en el deber que tienen los gobiernos y las personas que se ocupan del aprendizaje y la enseñanza, de hacer que el individuo pueda acceder a niveles superiores de actuación. Este desplazamiento del doctor Machado, desde el niño al mundo, es extraordinario. Es la escalera firmemente arraigada en el niño y subiendo hasta los niveles más altos de interés. Las cuestiones que plantea el doctor Machado se refieren a la relación de la inteligencia con los sistemas de creencias; y no se limita a preguntar si se debería desarrollar la inteligencia, sino también si se podría desarrollar. La idea de que la inteligencia es algo que está por encima de los sistemas de creencias contiene, creo, un elemento revolucionario que afectará profundamente al incremento de la inteligencia de las poblaciones. ¿Cómo? Si se robotiza y se condiciona a los niños durante toda su vida con montones de mitos y símbolos que no guardan ninguna relación con el mundo actual, que quedan codificados en el cerebro, ¿cómo cambiar más tarde?, ¿cómo modificar? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 150 Lo que dice usted es: ‘¿Hasta qué punto se pueden crear condiciones que al modelar firmemente ciertas áreas del cerebro dificulten la modificación?’ Por supuesto, hay elementos en esta cuestión que ilustran la esencia de la condición humana. ¡Piense en lo que dije de Jacob y la escalera! No se puede tener verdadera libertad sin un cierto grado de apego. El individuo lo necesita. ¿Al Cosmos? No, en absoluto. Pero somos química, materia, parte del polvo de la Tierra. Ya he dicho antes que si fuera ese nuestro sistema de creencias, habría más suicidios que nacimientos, y el resultado es que no existiría ningún crecimiento. Esto nos conduce a un problema muy difícil de la psicología, de las necesidades y de la estructura humanas. No podemos rechazar nuestra estructura. No es el apego a un Cosmos inmenso que sólo podemos mirar y percibir bajo condiciones muy específicas lo que necesitamos, sino el apego a la tierra firme. ¿En carne y hueso? Sí. Y es sólo con este apego como podremos alcanzar niveles superiores de actuación, pensamiento y sentimiento. ¿Oué tipo de apegos exactamente? Alguien que no tenga apegos emocionales... ¿Como un perro o un gato? Mire, tal vez haya alguien que sea incapaz de comunicarse o que sólo necesite comunicar lo que un perro o un gato. Es su problema, y puede que esas personas no necesiten más que eso. Pero normalmente estamos apegados directamente a un individuo, familia o grupo. No se puede estar apegado directamente a una entidad cósmica. Para comunicarnos con la nación, con la humanidad, y con Dios, si quiere, debemos pasar por nuestros padres, nuestra comunidad. No existen saltos en nuestras relaciones. Los seres humanos viven en círculos concéntricos. Nos apegamos primero a un objeto muy conocido con el que desarrollamos vínculos emocionales organizados. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 151 La familia. Exacto. Y si estamos bien implantados en la familia, podemos ir con facilidad desde allí hasta el segundo círculo, la comunidad, y de allí a la nación, y luego a la humanidad. Permítame ponerle un ejemplo: ¿Ha visto alguna vez a un niño aprendiendo a andar? El niño tiene verdadera necesidad de ir sin su madre. Esta necesidad le empuja en su torpe caminar, pero siempre se vuelve a mirar si ella sigue todavía allí. Luego continúa andando. Si la madre ya no está, el niño se para y retrocede. Para sentirnos seguros en nuestras aventuras, necesitamos un marco de referencia estable con el que poder relacionarnos, sólo estando bien implantados en él, podremos llevar a cabo esas aventuras, como una escalera de Jacob por la que subir y subir. Hoy día, hay muy pocas personas que sean capaces de subir. ¿Les falta este ancla psicológica? En efecto. Su escalera no está firmemente arraigada. Por tanto, en nuestros intentos de garantizar la continuidad de los seres humanos debemos asegurarnos de que estén firmemente implantados en un centro. Por supuesto, esto plantea ciertas dificultades que nos pueden conducir al chauvinismo. Pero tenemos que enfrentarlo, no erradicando las relaciones, sino haciendo que las personas que pertenecen a diferentes grupos no se odien entre sí. Haciéndoles comprender que esta necesidad de pertenecer a un grupo es una necesidad psicológica básica, la cual los seres humanos no podemos descuidar ni descartar sin desafiar a la misma esencia de la humanidad. Como verá, todos esos cosmólogos que piensan que las personas pueden llegar directamente a Dios sin pasar por los círculos concéntricos no tienen razón. Para nosotros, el Cosmos no tiene un significado psicológico; es amorfo. Pero volviendo al tema principal de nuestra discusión, me gustaría hacer hincapié en que estoy tratando de transmitir toda una teoría que, primero, posee una filosofía basada en un compromiso con nuestros semejantes; segundo, entiende el desarrollo humano en calidad de transmisión cultural; tercero, posee una modalidad de interacción, las experiencias de aprendizaje mediado, en las cuales esta necesidad de transmitirse se manifiesta en los padres, los niños y los hermanos que interactúan entre si y comparten el mundo unos con otros; cuarto, tiene métodos y técnicas orientados Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 152 a la evaluación de la modificación del individuo, con el LPAD, y a su aumento, con el 'Enriquecimiento instrumental'. Y, finalmente, incluye la creación de un medio ambiente sociocultural en el que el niño utilice con eficacia en la vida real todo lo que haya aprendido a aprender. ¿Es esto lo que se ha hecho en Venezuela bajo la dirección del doctor Machado? Sí, y espero que no se limite sólo a este país; confío en que Venezuela se convierta en un centro de enseñanza de la teoría de la modificación cognoscitiva estructural para todo el continente latinoamericano. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 153 12 Edward de Bono Psicólogo, Centro para el Estudio de la Inteligencia, Cambridge, Reino Unido Tengo entendido que está usted interesado en el programa venezolano sobre el desarrollo de la inteligencia. Mi carrera profesional empezó en la medicina. Luego estudié psicología, independientemente de la medicina. Más tarde volví al campo médico, donde estudié el cuerpo, las glándulas y los fluidos de control, etc. Desarrollé varios conceptos sobre los sistemas de formación de modelos de autoorganización. Después investigué en computadoras, donde por fin apliqué todos mis conocimientos anteriores, cómo se comportan los sistemas de modelos. Tras esto, desarrollé el concepto de pensamiento lateral, que es diferente de pensamiento creativo. ¿Por qué? Un artista puede ser creativo; puede ver el mundo de una forma completamente diferente a la de las demás personas. Si es especialmente bueno como artista y consigue hacer que los demás miren el mundo desde su propio punto de vista, se convertirá en alguien muy apreciado por la sociedad. Pero también puede ser muy rígido en su percepción personal, e incluso bastante incapaz de modificarla. Por tanto, puede ser diferente, pero rígido. Consideremos otro caso, un niño, por ejemplo. Si se le pide que resuelva un problema es muy posible que no dé una respuesta tradicional, sino nueva, seguramente incluso creativa. Pero si se le dice: ‘¿Sabrías darme otra respuesta?’, lo más probable es que conteste: ‘Lo siento, ésa es la única.’ Me interesa especialmente la habilidad de las personas para transformar sus percepciones, cambiarlas continuamente, para poder mantenerse en continuo cambio, y no ver algo desde un único Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 154 punto de vista, sino ser capaces de considerarlo de diversas formas, y examinar los procesos que tienen lugar mientras lo hacen. Eso es lo que llamo pensamiento lateral. ¿Qué papel juega el cerebro en todo esto? El cerebro toma al mundo y le da un determinado enfoque. Este es un aspecto. He hablado más detenidamente de él en mi libro El mecanismo de la mente. A este respecto, colaboré con diversas corporaciones y organizaciones importantes en el estudio de la resolución de problemas, la oportunidad, la planificación, en resumen, de todas aquellas áreas en las que, en algún momento, necesitamos cambiar nuestros conceptos mediante la innovación. El otro aspecto, que es el que utilizamos en el Centro para Estudios del Pensamiento, de Cambridge, se puede resumir diciendo que, ante todo, consideramos al pensamiento como una habilidad. Arthur Whimby también cree que la inteligencia puede desarrollarse como una habilidad. Hace diez años introdujimos una asignatura en la escuela basada en la enseñanza del pensamiento. En este momento, unas cinco mll escuelas de Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido la incluyen en sus planes de estudio. Y ésta es también la que estamos desarrollando ahora en Venezuela. En realidad tiene dos aspectos, que son independientes. Por un lado, el pensamiento lateral va dirigido a las personas que quieren cambiar, que son emprendedoras y se preocupan por lo que hacen, y al mismo tiempo, ya están muy educadas y son demasiado complejas. Por otro, es el programa escolar, del cual quizá una sexta parte se ocupa también del pensamiento lateral. El resto trata de la amplitud y claridad del pensamiento. Yo creo que, en la práctica, la mayor parte del pensamiento tiene lugar en la percepción. En realidad, el procesamiento del pensamiento, el procesamiento lógico, matemático, etc., representa una fracción relativamente pequeña de él, e incluso se va reduciendo, ya que, de una forma o de otra, cada vez delegamos más en las computadoras. Entre inteligencia y pensamiento existen muchísimos aspectos. Nuestra experiencia en las escuelas sugiere que las personas altamente inteligentes no son siempre buenos pensadores. Si se es muy inteligente, se puede acabar siendo un mal pensador, aunque se posea la más alta inteligencia. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 155 Las emociones tienen mucho que ver con esto, claro. Algunos psicohistoriadores americanos me han asegurado que Jimmy Carter tiene un CI muy elevado; sin embargo, puesto que emocionalmente es un disturbado, el resultado final suele ser negativo. A este respecto, hay que tener en cuenta dos cosas: una es la emoción, la otra es el estilo. Al final, todas las decisiones son emocionales. Tienen que serlo. Lo que pensamos y lo que son nuestras percepciones dependen de la forma en que se considere el mundo antes de aplicar las emociones. Mucha gente dirá: ‘No, no, las emociones son lo primero que surge.’ Bueno, siento decir que nuestra investigación indica que no es así. Hemos realizado varios estudios con niños delincuentes en diversas escuelas de Londres. Se había intentado tratarles siguiendo diferentes planteamientos, hasta que empezamos a aplicar el desarrollo de las habilidades del pensamiento. Entonces descubrimos que estaban replanteándose sus propios problemas, sus emociones se habían transformado completamente. Todo el mundo lo puede comprobar. En los últimos veinte años se pensaba: ‘Vuelve a poner al chico en el buen camino desde el interior y su pensamiento se arreglará solo.’ Nosotros descubrimos más bien todo lo contrario. Vimos que, si podemos formar sus habilidades de pensamiento, no importa que nos ocupemos del interior del chico ni que sus emociones sigan actuando, lo principal es utilizar otra perspectiva cuando se trabaje con él. ¿Podría explicarlo más detenidamente? Suponga que tiene un prejuicio de color. No le gusta la tinta negra. Por supuesto, si fuera ciego no habría ningún problema en absoluto. Lo que quiero decir es que de lo primero que hay que ocuparse es de la percepción, de cómo se reacciona ante las cosas. Pero, ¿qué es lo que antecede a la percepción? José Delgado advierte que el cerebro de un niño recién nacido está culturalmente vacío y que los padres y profesores lo programan como verdaderos aficionados, sin que él mismo participe en el proceso, pues de alguna manera está indefenso ante ese lavado de cerebro inicial que todos sufrimos. Sí, es cierto. A este respecto hay que considerar dos aspectos Uno, el sistema de información, el tipo de información que entra en el cerebro, y el otro, que hemos empezado a conocer desde hace muy poco tiempo, la bioquímica del cerebro. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 156 Hay dos opiniones sobre el cerebro: Una, que el cerebro es un sistema muy complicado que actúa con relativa sencillez. La otra, que es un sistema sencillo que puede operar de una manera muy complicada. La computadora más complicada de todas. El cerebro no funciona como una computadora. Su lenguaje es diferente. Hablo en términos generales, claro. Las personas que trabajan con computadoras, con frecuencia piensan en el cerebro como si fuera otra computadora. No estoy diciendo tampoco que el cerebro sea algo místico. Al contrario, es un sistema biológico. Pero su lenguaje es diferente. Barbara Ward dijo una vez que las computadoras no se ruborizan. Sí, pero una de las desventajas de las computadoras es, primero, que lo pueden recordar todo. Otra es que no pueden cometer errores. Y tercera, que no tienen sentido del humor. Estas tres cosas son esenciales si se quieren cambiar los modelos. Sin ellas es imposible cambiarlos. Quizá se pueda hacer que el modelo sea más estable, pero no se le puede cambiar. La única manera de cambiar los modelos es cometer errores, olvidar y tener sentido del humor. ¿Cuál de las tres le puso en contacto con el doctor Machado? Sencillamente, que el ministro leyó uno de mis libros. Es evidente que a mí me agrada su enfoque en general. Y en este caso, no importa si mantenemos diferentes puntos de vista ni si, quizá, no todas las ideas que se están desarrollando en Caracas tienen validez científica inmediata. Lo más importante es la dirección que se está tomando. ¿Se refiere a la utilidad del experimento de los niños indios que tocan el violín? No se ha entendido adecuadamente la intención del doctor Machado a este respecto. Lo que estaba intentando demostrar es que, si te esfuerzas en hacer algo, lo puedes conseguir. Este experimento se realizó simplemente a manera de demostración. El peligro era, por supuesto, que la gente dijese: ‘Están educando a los niños como si fueran robots.’ Si se hubiera tratado de un lavado de cerebro, yo me habría puesto en contra. Evidentemente, no ha sido éste el caso. Pero, ¿enseñar a pensar no es también un lavado de cerebro? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 157 En cierta ocasión me hizo esta pregunta un periodista. Llevaba gafas, yo se las quité y le dije: ‘¿Es ideológico llevar gafas?’ Con las gafas se elige dónde mirar, qué valores utilizar, se pueden ver las cosas con claridad. Sería ideológico - le indiqué si yo le dijese que no puedo llevarlas. Enseñar a pensar no es ideológico. Es muy semejante a enseñar a leer y escribir. Lo mismo pasa con enseñar la inteligencia, que no es ideológico, como me aseguró el doctor Machado. Sí, es exactamente igual. Sin embargo, se puede abusar de la enseñanza del pensamiento, claro, igual que se podría abusar de la enseñanza de la inteligencia. Se pueden utilizar las matemáticas para construir una bomba atómica, pero esto no significa que las matemáticas sean negativas. Es una cuestión muy importante, ya que hay muchas personas que no lo comprenden. Pero a la mayoría de los niños del mundo se les graban sus concepciones en los códigos y en las neuronas de sus cerebros antes de que tengan oportunidad de pensar por sí mismos, y esto también es un lavado de cerebro. Tiene usted mucha razón. Nunca se puede extirpar un modelo que ya esté formado, no se puede decir simplemente: ‘Voy a borrarlo de mi cerebro.’ Lo que quizá sí se pueda hacer, o podría pasar, es que con el tiempo los modelos se hagan menos dominantes. O, tal vez, que nuevos modelos diferentes eclipsen a los originales. Estuve trabajando con algunos grupos de IBM en los que había sudafricanos, zairenses, israelíes y árabes. Todos sentados alrededor de la misma mesa, sin el más ligero problema. Esto demostró, sencillamente, que tenían unos modelos en sus cerebros que reemplazaban a los que existían con anterioridad. Permítame que vuelva a referirme a los niños delincuentes con los que estuvimos trabajando. Lo que ocurre es lo siguiente: Cuando se les pide que piensen en algo, y puesto que existe un vacío frente a ellos, se precipitan mientras hablan al cliché más próximo, al estereotipo o fondo condicionante. Porque no hay nada más a lo que recurrir. Pero si pudieran disponer de otros datos, no tendrían que escapar de esa forma. Confiemos en que de algún modo podamos descubrir un medio de introducir menos datos inútiles en las mentes de los niños, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 158 porque, desde hace dos mil años, estamos siguiendo los mismos modelos y los resultados son bien conocidos, casi siempre conducen al desastre total. Si empezáramos a una edad muy temprana, y fuéramos capaces de desarrollar nuevas técnicas de percepción y pensamiento, descubriríamos otras tonterías que todavía seguirían ahí. Lo mejor que podemos esperar es que lo que llama usted datos inútiles no dominen más los pensamientos. Permítame poner un ejemplo: En Venezuela, la primera lección sobre el pensamiento se denomina PMI. ¿Qué significa? Significa simplemente que uno de los mayores problemas del pensamiento es que la gente toma una posición y luego utiliza su pensamiento - y con frecuencia lo utiliza mal - para respaldarla. Y cuanto más inteligentes son, con más eficacia pueden respaldar esa posición ya tomada. Al mismo tiempo, menos oportunidades tienen de cambiar alguna vez su posición original. Por tanto, nuestra primera lección del PMI equivale a: ‘Muy bien, eres inteligente, quiero que consideres los aspectos buenos y malos.’ Entonces lo que pasa es que la persona suele ser negativa al respecto. Le decimos: ‘Muy bien, sé negativa si quieres’, pero añadimos: ‘Hay otra dirección, también quiero que la consideres, que es positiva. ¿Vas a decirme que con tu inteligencia no puedes ver nada positivo aquí?’, y la reacción es: ‘Claro que puedo.’ Una vez en Sidney, Australia, les preguntamos a treinta niños de diez y once años si les gustaría recibir cinco dólares a la semana por ir al colegio. Dijeron que sí, que les gustaría, ya que se iban a comprar muchas cosas, caramelos, chicles, etc. Luego, en grupos de cuatro, les dijimos que utilizasen PMI. ‘No digáis una palabra, sólo pensad.’ Después de cinco minutos, dijimos: ‘Muy bien, decidnos qué es lo que pensáis ahora.’ Entonces contestaron cosas como: ‘Los niños mayores nos pegarían para que les diéramos el dinero’, o ‘nuestros padres ya no nos harían regalos’, o ‘tendríamos que pagar más en el colegio’, etc. Después de cinco minutos de PMI, de los treinta niños, veintinueve cambiaron completamente de opinión y lo hicieron sin que se les hubiera dado más información. Algo similar observamos en un grupo de ciento veinte granjeros australianos. Se habían reunido para hablar sobre los refugiados de Vietnam. Uno de mis ayudantes fue a la reunión y les preguntó: Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 159 ‘Me gustaría que hicieran este ejercicio durante cinco minutos.’ Pasado ese tiempo, descubrimos que setenta de los granjeros habían cambiado completamente de opinión. Sin embargo, el programa venezolano para dar clases de pensamiento a todo el ejército, parece bastante inusual, por no decir que es único. Resulta interesante que el único organismo de todo el Reino Unido que ha tenido enseñanza del pensamiento sea el ejército británico, que ha conocido esta tradición durante muchos años. Con frecuencia encontramos personas en organizaciones e instituciones internacionales que dicen que la única vez en toda su vida en que se les enseñó a pensar, fue durante el servicio militar. En cuanto al programa venezolano para las Fuerzas Armadas, nos estamos ocupando del tema a varios niveles. El pensamiento es un proceso sumamente rápido. También es un asunto complejo. En Venezuela, el servicio militar dura dos años. La idea es intentar que a todos los que tienen que cumplirlo se les enseñe durante ese período a pensar. Lo que quiere decir que, si este enfoque no se ha extendido completamente a lo largo del proceso educativo. todos los venezolanos, como ciudadanos de la nación, tendrán una segunda oportunidad. En la enseñanza de la inteligencia, como una nueva habilidad, se siguen los mismos planteamientos. Con frecuencia, en la enseñanza de la inteligencia y del pensamiento se siguen caminos equivocados. Uno de ellos es creer que las personas serán mejores pensadores con tal de que se consiga la práctica del pensamiento sobre todos los problemas. La experiencia nos muestra que esto no es así. No se puede simplemente pasar de una situación a otra. Lo que hay que hacer es desarrollar directamente algunos instrumentos claros de pensamiento como tales, que se pueden entonces aplicar de diferentes maneras. Es imposible decir simplemente, hoy vamos a tratar detenidamente tal problema y el próximo día tal otro, y luego generalizar las habilidades. No da resultado. Tenemos que desarrollar los instrumentos susceptibles como tales. Es como un carpintero que, por ejemplo, dice: ‘Voy a enseñarte cómo usar un martillo, una sierra y un destornillador.’ Entonces empezamos a usarlos. Y luego dice: ‘Ahora voy a enseñarte a hacer esta determinada mesa.’ Entonces habríamos aprendido a manejar esos instrumentos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 160 A veces, las personas sugieren: ‘Analicemos las partes del pensamiento y luego enseñemos esas partes.’ Esto tampoco da resultado, porque una clasificación no es un instrumento. En otras palabras, no se puede decir: ‘Esta taza está hecha de un asa, etc., y por tanto, tengo que hacer un asa, etc.’ Un instrumento es algo concebido para el uso práctico, no para la autogratificación. Pues con los instrumentos se puede producir en realidad una coincidencia. Este instrumento coincide con algo más. Por tanto, no estoy de acuerdo con muchos aspectos del enfoque americano de la enseñanza del pensamiento, porque hace que los alumnos sean menos prácticos. ¿En qué sentido menos prácticos? Si un sistema depende de profesores inspirados y muy motivados, desde mi punto de vista es un mal sistema. En el Reino Unido tenemos cuatrocientos cincuenta mil profesores, le puedo asegurar que no tenemos cuatrocientas cincuenta mil personas con mucho talento, muy motivadas e inspiradas. Desde luego, se puede hacer una pequeña prueba en el laboratorio de una universidad. Está muy bien. Pero eso no implica nada. Hay que hacer algo, que es bien sencillo: que incluso si al profesor no le gusta, siga teniendo efecto. ¿Cuáles son los primeros efectos de su programa sobre la enseñanza del pensamiento en Venezuela? El 'feedback' que originan los profesores en los niños, en el cambio de su conducta, la forma en que discuten y hablan ahora sobre el pensamiento, éstos son los primeros efectos. Estos niños han experimentado cambios muy grandes. Y recuerde que en Venezuela trabajamos con niños más o menos normales. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 161 13 Arthur Whimby Psicólogo, Nueva Orleáns, Louisiana, EE.UU. ¿Se sabe qué es la inteligencia? Lo que sabemos bastante bien es cómo los individuos que podríamos llamar inteligentes operan con diferentes materiales, en comparación con los que llamaríamos no inteligentes. Observamos a estudiantes mientras buscan la solución de un problema en voz alta, y distinguimos entre los que pueden resolverlo bien y los que lo resuelven con dificultad, lo que viene a ser otra forma de decir, personas de inteligencia alta, y personas de inteligencia baja en lo que se refiere a las puntuaciones de su CI. Entonces, ¿miden ustedes la inteligencia? Empezamos por hacer un test de inteligencia. Por ejemplo, en un caso en particular, tomamos un grupo de personas con puntuaciones de ciento quince o más, y otro cuyas puntuaciones están entre ochenta o noventa. Les pedimos que, pensando en voz alta, busquen la solución de un problema de los que se utilizan normalmente en los tests de inteligencia, y observamos cómo lo hacen. Entonces descubrimos que actúan de forma muy diferente. Los estudiantes que puntúan más alto en los tests se muestran muy interesados por la exactitud. Comprueban y revisan continuamente lo que hacen. ¿Cómo se nota que un estudiante es más inteligente que otro? Quizá sea mejor que empecemos por dar una definición de inteligencia. A Alfred Binet se le pidió que desarrollase los primeros tests que eran verdaderamente de inteligencia, a fin de descubrir qué niños iban razonablemente bien en la escuela en comparación con los que necesitaban una atención especial. Estos tests nos permiten medir el éxito académico. La cuestión es, por ejemplo, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 162 por qué algunos niños leen con mayor eficacia o son mejores en matemáticas que otros. Pero, ¿qué tiene que ver el éxito académico con la inteligencia? Es la única inteligencia que hemos investigado. Además es sobre la que tratan todas las controversias, es de la que se ocupan Jensen y otros. Arthur Jensen se interesa en dos cosas: el éxito académico y, sobre todo, la creatividad. Pero hay muchos niños que en la escuela tienen puntuaciones bastante mediocres o en los tests de inteligencia - y, sin embargo, son muy creativos; puede que tengan malas notas, pero son grandes artistas. Sí, al margen de los tests académicos, es cierto, y sobre todo en las artes visuales y en la música, el teatro, etc. Pero para ser creativo en la ciencia se necesita ser muy brillante en el terreno académico. ¿Si no se trata sólo de la habilidad para leer, qué otra cosa hay? Bueno, es cierto que la lectura, junto con la buena comprensión, es muy importante, tanto si se lee un libro de texto como una obra literaria. No es sólo cuestión de entender las matemáticas. Lo que importa es si el estudiante puede comprender y aplicar los principios matemáticos, descubrir analogías, ver cómo se adapta un principio matemático a una situación. ¿Es capaz el lector o el estudiante de establecer correspondencias entre su propia generalización o fórmula y una situación particular en la que está intentando aplicar esa fórmula? Todo esto requiere una serie de habilidades mentales determinadas, de hábitos o formas de actividad, de modos de procesamiento mental. En esto consiste la inteligencia académica, es decir, de la que tratan los tests de inteligencia, y sobre la que se está discutiendo. Al parecer muchos estudiantes no pueden seguir determinados modelos de pensamiento. Sí. A este respecto, descubrimos que un porcentaje muy significativo de estudiantes, que cursaban estudios superiores en una de nuestras principales universidades, eran incapaces de resolver el siguiente problema: ‘¿Cuál es el día siguiente a antes de ayer, si dentro de dos días es domingo?’ Si se pone a pensar en este problema relativamente simple, verá que, en cierto sentido, no podría ser más sencillo. Si dentro de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 163 dos días es domingo, entonces dentro de un día será sábado. Además, si hoy es viernes, entonces ayer fue jueves, antes de ayer fue miércoles, y el día siguiente al miércoles es jueves. Por tanto, la solución es el jueves. Evidentemente, para resolver este problema no se requiere un pensamiento creativo o abstracto, tiene que ser sistemático y secuencial. Sin embargo, es precisamente este modelo de pensamiento el que muchos estudiantes no pueden desarrollar. Entonces, usted considera que la aptitud académica es una capacidad cognoscitiva. La habilidad para seguir una secuencia de pasos analíticos es la base de todo razonamiento y comprensión de orden superior. Es lo que en psicometría se llama 'aptitud académica' o 'inteligencia'. Por tanto, también es lo que en su libro La inteligencia se puede enseñar llama usted inteligencia. En efecto. Muchos estudiantes, que están ya en el instituto o en la universidad, no tienen esta habilidad lo suficientemente agudizada como para obtener al menos un éxito moderado en su actuación académica. ¿Qué habilidad, exactamente? La capacidad de elaborar abstracciones complejas, clasificaciones, transformaciones, soluciones de problemas y aplicaciones de las generalizaciones depende, como he dicho antes, de la exactitud de los procesos de pensamiento secuencial. Olvidémonos de momento de los niños venezolanos. Entonces, ¿usted cree que a los niños americanos se les debería enseñar a pensar? Se debería enseñar a pensar en todas las clases y en todas las escuelas. El pensamiento, al menos hasta cierto grado, se compone de actividades mentales definibles. El acercamiento de las habilidades cognoscitivas a la enseñanza, hace explícitas, en la educación, las actitudes mentales que desarrollan los que piensan brillantemente cuando comprenden ideas y resuelven problemas. Olvidándonos una vez más de la posibilidad de enseñar la inteligencia a una población como la venezolana, me da la impresión de que, por lo que dice usted, es fácil enseñar las habilidades del pensamiento. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 164 Enseñar a pensar presenta una dificultad muy particular. En general, en la enseñanza de cualquier habilidad existen dos fases: 1) Se explica y se demuestra la habilidad al estudiante, y 2) el estudiante la pone en práctica bajo la dirección de un profesor que le enseña lo que debe hacer para no repetir un error que haya cometido. Por ejemplo: en el golf se le enseña al principiante cómo agarrar el palo, cómo poner los pies y cómo mover los brazos y el cuerpo cuando da el golpe. El principiante observa al profesor, y de esta forma aprende su técnica. Incluso puede ver una película a cámara lenta de un profesor en acción. Además, el profesor observa al alumno cuando practica. Le señala sus fallos y le muestra cómo mejorar su juego. A diferencia del golf, las actividades desarrolladas durante un razonamiento, en general, se ponen en práctica en la mente. Lo cual hace que al profesor le resulte difícil enseñar y al alumno aprender. Tal vez pensaba en este aspecto cuando me hizo su pregunta. El caso es que un principiante no puede observar cómo piensa un experto cuando analiza ideas complejas. Y al experto le resulta muy problemático demostrarle su técnica. Una solución sería hacer que tanto los profesores como los alumnos piensen en voz alta cuando desarrollen ideas. Hacerles vocalizar sus pensamientos cuando están analizando relaciones, seleccionando conceptos, y formando generalizaciones. Parece prácticamente imposible pensar con eficacia en voz alta. Por supuesto, una persona no puede expresar con palabras todo lo que ocurre en su mente, de la misma forma que el que hace un mapa es incapaz de dibujar todos los recodos y cuestas de una carretera. Pero las investigaciones realizadas demuestran que puede exponer su pensamiento lo suficiente como para que alguien más siga su trayectoria a través de un problema o un concepto complejo. Por ejemplo, el departamento de física de la Universidad de Massachusetts, en Amberst, está realizando un curso que ilustra cómo se pueden utilizar estos planteamientos dentro del aula. Para enseñar a los alumnos a verbalizar sus pensamientos mientras están realizando problemas, se empieza la clase con problemas de un libro de ejercicios titulado La resolución y comprensión de problemas: un curso breve sobre el razonamiento analítico (1). (1) Whimby, A., & Lokhead, J.: Problem Solving and Comprehension: A Short Course in Analytical Reasoning, The Franklin Institute Press, Philadelphia, Pa., 19103, 1980. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 165 Los problemas exigen un análisis detallado, pero no se necesita ningún conocimiento de física o matemáticas. Se les pide a los estudiantes que, cuando trabajen en ellos, piensen en voz alta. Luego, leen la transcripción de un protocolo sobre la perfección con que respondió a los mismos problemas un experto (un licenciado o un profesional). Después de esta introducción a la enseñanza del pensamiento en voz alta, se tratan problemas que contienen conceptos de física elemental, con los que se enseña, por ejemplo, a hacer gráficas o los rudimentos de la aceleración. ¿Los estudiantes trabajan en grupos? Trabajan por parejas o en grupos pequeños, aprenden las estrategias de ataque de sus compañeros y revisan sus errores continuamente. El instructor se pasea por la clase, respondiendo preguntas y planteando temas de discusión. Estos cursos son nuevos y están todavía en desarrollo; por tanto, es evidente que su eficacia definitiva todavía se está estudiando. Pero, hasta ahora, los estudiantes se muestran muy entusiasmados. ¿Y se hace también en otros lugares, aparte de Amberst? En otras universidades se están realizando cursos con una orientación similar, pero sobre temas diferentes. En el departamento de filosofía de la Universidad de Saint Louis se ha fijado como texto el Modelo de resolución de problemas, de Rubenstein, para que los alumnos lo combinen con la práctica del razonamiento filosófico vocalizado. En el test de maduración mental de California, el CI de los estudiantes aumenta una media de seis puntos. Y, en el área del aprendizaje de una lengua, por ejemplo, la Universidad del Estado de Bowling Green ha ideado un curso de español muy eficaz para alumnos privados de educación. Trabajan por parejas y disponen de unos folletos donde se indican todos los pasos mentales que deben seguir los estudiantes para comprender y contestar preguntas en español con una forma gramatical correcta. Más tarde, estas indicaciones se suprimen gradualmente de los folletos, permitiendo que los alumnos comiencen cadenas de razonamientos por sí mismos. Estas aplicaciones del enfoque cognoscitivo a la enseñanza de la física, el español y la filosofía han aparecido en los últimos dos años. Pero recuerde que, ya en 1960, el New York Times publicó en primera plana un reportaje sobre el curso de inglés experimental del Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 166 profesor Albert Upton, en el Whittier College, en el que el CI de cincuenta estudiantes de primer curso aumentó una media de 10,5 puntos. Pero, ¿no se deberían desarrollar las habilidades del pensamiento mucho antes de que los estudiantes lleguen al instituto o a la universidad? Por supuesto, nos gustaría que los estudiantes desarrollaran las habilidades del pensamiento cuanto antes, para que puedan sacar el máximo provecho del resto de su educación. En la Universidad de Bowling Green se está enseñando a estudiantes de magisterio cómo utilizar el pensamiento vocalizando para diagnosticar y corregir los problemas de aprendizaje. En un principio, los profesores forman parejas y resuelven los problemas en voz alta durante varias sesiones. Luego cada uno de ellos trabaja individualmente con un alumno, en el que la escuela ha observado muy poco progreso en una determinada área. Mediante una combinación de discusiones con el profesor de la clase de ese alumno, de sus resultados en los exámenes, y de tests estándar e informales, se localiza el problema con toda precisión. Se elabora una serie de ejercicios en ese área, que al principio son bastante sencillos y poco a poco se van haciendo más difíciles. Los profesores señalan que, después de sólo tres o cuatro sesiones, incluso los alumnos más jóvenes son cada vez más conscientes del control que tienen sobre sus propias actividades de pensamiento. También se muestran más preocupados por la exactitud y la minuciosidad. ¿Qué relación guarda todo esto con la genética? ¿Qué opinión se acerca más a la suya, la de Arthur Jensen, que se centra en los aspectos genéticos, o la de Christopher Jencks, que se centra en el medio ambiente? No hemos hecho más que empezar a identificar estos procesos. Sabemos que se mejoran las puntuaciones de los tests y de los estudios complementarios, y que, al final de curso, también ha mejorado la inteligencia. Por tanto, hemos modificado esta habilidad. Considero a la inteligencia como una habilidad. Tomemos, por ejemplo, la capacidad de nadar. Discutir si es ambiental o genética, difícilmente va a ayudar a la enseñanza de la natación. Y tampoco sirve de mucho para comprender por qué no sabe nadar una persona. Lo que hay que hacer es observar cómo actúa un buen nadador, y luego tratar de conseguir que un mal nadador reproduzca esas actividades. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 167 Parece una especie de imitación. Yo considero a la inteligencia como una serie de actividades mentales, porque vemos que las personas de inteligencia alta, mentalmente hacen cosas muy diferentes. Establecen más comparaciones. ¿Quiere decir que las personas listas comparan, comprueban y revisan más? Son muy minuciosas con las interpretaciones y significados de las palabras, las frases y las oraciones; no hay duda de que atienden mucho a la exactitud. Si leen un par de frases y no entienden el significado, se quedan preocupados. También está usted haciendo muchas pruebas. ¿Podría explicarme en qué consiste alguna de ellas? Bueno, por ejemplo, uno de mis tests se compone de treinta y ocho preguntas. Algunas de ellas se refieren al conocimiento de vocabulario, pero otras no. Decimos: ¿el brazo es a la muñeca lo que muslo es a qué? La persona inteligente mirará su brazo y pensará lo siguiente: el brazo es el conjunto, la muñeca su última articulación, luego la respuesta debería ser 'el tobillo', pero no lo es, porque el muslo no es el conjunto, sino la parte superior de la pierna. Los alumnos poco inteligentes no establecen este tipo de deducciones, no se preguntan qué es el muslo. El muslo es aproximadamente lo mismo que la pierna, y ésta es como el brazo, luego, para ellos, 'el tobillo' es una buena respuesta. Pero evidentemente no es la correcta. Los tests duran unos treinta y cinco o cuarenta minutos, luego les pido que copien en otra hoja todas sus respuestas. Y durante la hora siguiente, ellos con sus ejercicios y yo con las copias que han hecho, las corregimos de la siguiente forma, yo digo: ‘Bien, en la pregunta número dos has puesto M en vez de N. ¿Quieres explicar tu razonamiento, por favor?’ Y les hago explicar por qué pusieron M. El enunciado de esta pregunta en particular era: ‘¿Qué letra seguiría en el alfabeto a la K si a la G le siguiese la J?’ Para contestarla tienen que contar, y yo les enseño a contar con los dedos, en tanto que el actual sistema de educación les dice lo contrario, que no cuenten con los dedos, y esto es un gran error. Hemos descubierto que cuanto mayor es la capacidad, más utilizan los estudiantes estas técnicas periféricas, pues están muy preocupados por la exactitud. Los que tienen menos capacidad intentarán hacer casi todo mentalmente, mientras que aquellos de capacidad superior dirán: ‘Lo sien- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 168 to, tendré que hacer unos apuntes, tengo que enumerar unas cosas.’ Lo interesante es que en la sociedad americana creemos que una persona muy inteligente puede hacerlo todo mentalmente. Si se es brillante, no hay que recurrir a los apuntes, eso se queda para los torpes. Y resulta que es precisamente al contrario. Un matemático nunca empezará un problema serio pensando. He visto físicos que en algunos aspectos son torpes y lentos, y hay otros que tienen mucha energía, son encantadores e ingeniosos, pero es evidente que también tienen su parte lenta. Lo que podríamos llamar el ingenio, la percepción social, y las habilidades sociales no se relacionan con las mismas capacidades. En algunos aspectos, están relacionadas, pero en general no. Se puede observar un amplio espectro de habilidades de memoria. Algunas personas que analíticamente son muy eficaces no pueden recordar nombres. A otras los nombres se les dan muy bien. Para usted la inteligencia es una habilidad que se puede enseñar. Estas capacidades no parecen estar relacionadas. En efecto, igual que nadar. Puede que haya un componente genético, pero no por eso es ineficaz el entrenamiento. En Venezuela se han emprendido bastantes programas pilotos. ¿Cree que lo que hacen es positivo? Hay bastantes personas que se han dedicado específicamente a la enseñanza de la inteligencia y han obtenido muy buenos resultados. Reuven Feuerstein, por ejemplo, ha estado haciendo trabajos muy importantes en este campo, desde principios de los sesenta. Feuerstein está muy implicado en el programa venezolano, así que es positivo. Sí. Muchas escuelas de Israel están incorporando el enfoque de Feuerstein, y en la enseñanza superior, cuarenta y dos escuelas están utilizando un enfoque de Carl Frankenstein parecido. Lo importante es que todos los profesores que siguen esta investigación estén orientados en la misma dirección, insistiendo en que los estudiantes sean responsables de todas y cada una de las respuestas. El profesor debería expresar explícitamente dónde obtuvo la información y a qué se refiere ésta. El profesor sugerirá: ¿Qué te parece si juntas esto con esto?, ¿es en realidad lógica tal o cual idea? Si se dirige el uso de la inteligencia estrictamente de esta forma, se obtendrán grandes mejoras en el CI. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 169 Usted ha hecho experimentos con estudiantes negros; sin embargo, Jensen afirma que, de todas formas, son genéticamente estúpidos. Los llamamos estudiantes minoritarios, pero creo que incluso Jensen ya se ha retractado hasta cierto punto de esa idea. Sólo trataba de ser gracioso (perdón por la expresión). Ya está perfectamente demostrado que no existen diferencias entre blancos y negros, si se controlan los factores económicos, familiares y ambientales. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 170 14 Alexander Poslavsky Psiquíatra, Bilthoven, Holanda ¿Tiene sentido el sueño venezolano? Me gusta que haya utilizado usted la palabra 'sueño'. En psiquiatría consideramos que los sueños son fenómenos a muchos niveles. Y su pregunta requiere una respuesta a más de un nivel. En primer lugar, el sueño venezolano se basa fundamentalmente en una concepción filosófica del hombre. El doctor Machado la explica en su libro El derecho a ser inteligente. Es un concepto que tiene mucho sentido. Permítame aclarar dos aspectos. Por un lado, el doctor Machado no considera a la inteligencia como una entidad aislada semejante a cualquier aparato de procesar información. Escribió: ‘La principal característica de todo hombre no es la inteligencia. Es la libertad’ (pág. 10). De acuerdo con esto, el desarrollo de la inteligencia humana no es el objetivo final. ‘La inteligencia es un instrumento de la libertad’ (pág. 57), y hay otro pensamiento que ilustra con más detalle la perspectiva del doctor Machado: ‘No hay verdad en los pensamientos de ninguna persona sin pasión’ (pág. 58). Me inclino a creer que San Agustín quería decir algo similar cuando inventó la palabra 'cor intelligens' (corazón inteligente), allá por el 400 'Anno Domini'. También, y en segundo lugar, he observado que el principio fundamental que sirve de guía al proyecto que se está llevando a cabo en Venezuela es lo que se denomina 'respaldo científico'. Y por último, es evidente que el doctor Machado se siente en la obligación de atender a la controversia naturaleza/educación. Por supuesto, tenía que hacerlo, ya que fue capaz de mostrar que este problema cobra mucha importancia desde la antigüedad. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 171 Pero si consideramos al cerebro, cuando un niño nace, su cerebro, al menos culturalmente, está completamente vacío. ¿Cuál es entonces el papel de la genética? Aquí aparecen dos proposiciones que deberíamos considerar por separado. Para describir un cerebro infantil prefiero utilizar la palabra 'inmaduro' en vez de 'vacío'. Desde luego, es inmaduro. La misma palabra 'infantil' significa literalmente 'que no habla'. Como señala el doctor Pinillos, en una de estas entrevistas, el lenguaje y las palabras son de suma importancia. Después de todo, el habla es lo que distingue al hombre de los otros seres vivos. Sin embargo, si se mira desde otro ángulo, es simplemente asombroso cuánto puede hacer el niño con su cerebro inmaduro. Todo el que haya visto niños con su cerebro seriamente dañado, muertos a causa de una infección, sabe cuán vitales son las funciones cerebrales del recién nacido para su supervivencia. No obstante, para nosotros es muy importante lo siguiente: como señaló recientemente el doctor Joseph Sandler, las investigaciones que se están realizando en el campo de las relaciones madre-hijo, revelan que el niño inicia muchísimas más interacciones madrehijo de las que se suponían hasta ahora. La segunda proposición tiene que ver con la determinación genética. Digamos que el que yo mida un metro ochenta y tres, y no un metro cincuenta y ocho, está genéticamente determinado. Si me hubiera criado en un país acosado por el hambre, como Bangla Desh, quizá sólo hubiera crecido hasta un metro sesenta. En otras palabras, en realidad no hay nada genéticamente determinado, excepto quizá el límite más alto y más bajo, hasta el que mi cuerpo se podría haber desarrollado a su debido tiempo. Podríamos encontrar un ejemplo más pertinente, en un estudio que se realizó con una muestra de niños que nacieron con muy poco peso. La mitad de ellos recibió estimulación sensorial suplementaria. A sus madres se les dio información adicional sobre el cuidado materno. Con la otra mitad se siguieron procedimientos normales. A los doce meses de edad, las puntuaciones del CI del primer grupo, el que recibió estimulación, eran significativamente superiores a las del otro grupo. Pero, ¿cree usted que los esfuerzos venezolanos para estimular y mejorar las funciones cerebrales son completamente factibles? Preferiría atenerme al término 'inteligencia'. Me gusta más. Permítame distinguir dos aspectos de esta cuestión. La inteligencia se Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 172 puede considerar como un conjunto de habilidades, y sabemos que, prácticamente, se puede mejorar cualquier habilidad, si se consigue motivar a la persona para que lo haga. Sin embargo, queda otro aspecto, que es la capacidad de modificarse. Actuar inteligentemente significa cambiar la propia conducta de acuerdo con las circunstancias. Sobre esto, estoy menos seguro. Pero, en calidad de psiquíatra, está usted especializado en modificar la conducta de las personas. Evaluar la capacidad de modificación es el problema más delicado al que se enfrenta el psiquíatra con todos sus pacientes. En parte se debe, por supuesto, a que cambiar a una persona implica cambiar también sus relaciones personales. No obstante, me parece razonable estar de acuerdo con la idea o el fin, si se quiere, de que todo ser humano debería experimentar el máximo desarrollo, pero de una manera equilibrada. La Organización Internacional de la Salud ha definido a la salud como un estado de bienestar físico, mental y social, y no, simplemente, como la ausencia de enfermedad o malestar. Al mismo tiempo, también parece razonable suponer que, seguramente, un estado de bienestar total, para todo el mundo, es una idea utópica. Utópica, porque como me señaló una vez Robert Yastrow, los seres humanos tienen defectos de funcionamiento. Bueno, no. Yo diría que es utópica por la atroz complejidad del funcionamiento del cuerpo humano. Pero todavía más que por eso, por las células vivas, que están interrelacionadas. O, considerándolo desde otra perspectiva, por lo que André Malraux describió muy acertadamente como 'la condition humaine'. Pero volvamos a la inteligencia. Por supuesto, podríamos plantearnos la cuestión de qué influencia tendría la estimulación de la inteligencia en el crecimiento, el bienestar y la salud mental del individuo o, puestos al caso, del niño. Y es difícil evitar otra cuestión: ¿Cuál sería el efecto de tal programa en la salud mental del grupo, la nación o la población en general? El bienestar de las masas y el interés de la nación están por encima del individuo, más bien que al contrario. Esto se puede aplicar a las partes del mundo más grandes que aquellas en las que nosotros, los habitantes de los países occidentales, estamos acostumbrados a vivir. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 173 Pero, ¿qué debería hacer el doctor Machado?: ¿buscar el mejoramiento de las masas en general, o el méximo desarrollo posible del individuo? Esta es realmente la cuestión fundamental. ¿Cuáles son las posibles unidades de acción? La vida misma del programa y de los proyectos depende de encontrar las respuestas correctas. Por lo que he visto hasta ahora de los proyectos venezolanos que están en marcha, lo que me parece más notable es que cada tipo de proyecto se ha relacionado, con sumo detalle, con las unidades de acción que se consideraban más apropiadas para ese determinado proyecto. ¿Por ejemplo? Un proyecto encaminado a fomentar el desarrollo integral de los niños, desde la etapa prenatal hasta los seis años. Es el denominado 'Proyecto familiar'. Dada la dependencia del bebé y del niño, que no está aún en edad escolar, de su medio primario, la familia, ésta será la mejor unidad, aunque no la alternativa más sencilla, con la que emprender la acción. Al mismo tiempo se ha enfocado otro problema, que ya comentamos antes, cuando hablábamos de la capacidad de cambiar. Para que una determinada familia pueda cambiar los modelos de interacción intrafamiliar, también tienen que hacerlo otras familias. La consecuencia lógica es que este proyecto se llevará a cabo a nivel nacional. Otro proyecto venezolano, el 'Proyecto del ajedrez', está también encaminado a un determinado grupo de edad. La primera etapa incluye a niños de siete a nueve años. Y en este caso, otra vez, el objetivo de este programa, que es el desarrollo del pensamiento abstracto, se ha relacionado con un grupo muy bien elegido, pues a esa edad es cuando empieza a desarrollarse el pensamiento abstracto. Es una edad que puede ser, perfectamente, la más sensible a la aceleración y al mejoramiento. Muy bien. Sin embargo, el proyecto para enseñar a interpretar a Beethoven a niños indios, como si su propia cultura no valiera para nada, fue muy criticado, entre otros, por Ronald Laing. Deberíamos ser más cautos al especular sobre los beneficios y las pérdidas de ese programa. Lo que ha conseguido el niño es que, en muy poco tiempo, ha sabido tocar el violín. Sin embargo, está también el aspecto de su identidad. Después de todo, estos niños Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 174 indios músicos, a quienes se enseñó a tocar el violín en muy pocos meses, vivieron una experiencia muy gratificante, como fue sentarse en un pódium y que un personaje tan importante como el presidente de la República les estuviese mirando y escuchando. No obstante, es cierto que sería muy válido el preguntarnos cuáles son los pros y los contras de ese experimento en términos del desarrollo del niño. Por ejemplo, ¿no se corre el riesgo de fortalecer en estos niños una competitividad superflua? O nos podríamos preguntar también: ¿Qué significa para una nación como Venezuela producir un resultado tan espectacular en el campo de la educación? No hay duda de que es un motivo de orgullo nacional. No es suficiente. ¿Por qué no lo atribuimos al estatus nacional? Venezuela está dando estos resultados, mientras que, quizá, en otros países de Latinoamérica, los analfabetos siguen sepultados en los estratos olvidados de la sociedad. Pero vamos a dejar en paz este asunto de los violinistas indios. Es evidente que un programa como el concebido por el ministro Machado, con un coste mínimo, podría reducir el índice de analfabetismo, quizá hasta un cuatro o un cinco por ciento, que es el contingente normal de personas retrasadas y subnormales, que nunca podrán aprender. ¿Es una cifra permanente? No me haga concretar este determinado porcentaje. No soy un experto en la investigación de la inteligencia. Pero la mayoría de las naciones conocen este síntoma, ya que, después de todo, los accidentes se producen en el camino que va desde el útero hasta el mundo exterior. Pero para hacer estos planes efectivos, si es que se hacen, Venezuela tendría que disponer de una enorme cantidad de personal entrenado. Creo que están intentando, y lo pueden conseguir perfectamente, formar un núcleo de personal entrenado, que sea el punto de partida para una generalización progresiva. Pero llevará algún tiempo, claro. Parece una tarea hercúlea. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 175 Permítame aclarar lo que quiero decir. Tomemos a mis propios hijos, por ejemplo, ya que mi experiencia con otros niños es muy limitada. Cuando estaban en la escuela primaria, el aprendizaje era evidentemente un proceso interpersonal. Las relaciones con los profesores eran importantísimas. En la enseñanza secundaria es completamente distinto. Desde luego, hay profesores que inspiran más que otros. Pero la relación interpersonal profesor-alumno ya no es un elemento vital. El grupo de compañeros se va haciendo cada vez más importante y, con el tiempo, la propia actitud del niño hacia su futuro llega a ser quintaesencial. Por tanto, me inclino a pensar que en el caso de Venezuela, cuando se tenga que llevar a cabo un programa masivo, irá encaminado a modificar las relaciones profesor-alumno. Por lo que he podido observar, tengo la impresión de que el doctor Machado se ha propuesto dos métodos fundamentales: el autorreforzamiento y el reforzamiento de los demás. Por un lado, parece hacer hincapié en que se enseñe a la madre, si es necesario a través de la televisión, cómo ocuparse de sus hijos; y por otro, parece que pretende elaborar programas mediante los cuales los niños enseñen a los niños. La idea de la terapia infantil, a través de los padres, no es nueva, se remonta a Freud y sus clínicas de orientación infantil. Postula que hay que enseñar a los padres a relacionarse con sus hijos de una manera que les ayude a resolver sus problemas. Si se pueden canalizar las relaciones conductuales para resolver problemas conductuales, ¿por qué no podríamos alcanzar cambios muy significativos, cuando está en juego la conducta cognoscitiva? Un profesor venezolano enseñaría a diez madres. Como en Latinoamérica las familias tienden a ser muy numerosas, cada madre enseñaría a su vez a diez niños. Por tanto, un profesor llegaría a unos cien niños. Y así sucesivamente. En este caso, el crecimiento exponencial trabaja en beneficio del programa venezolano. Sería particularmente útil desarrollar programas de autorreforzamiento a nivel estudiantil. ¿Como cuáles? Por ejemplo, los denominados textos programados, en los que una pregunta al final de cada párrafo le permite al estudiante comprobar si ha resuelto o no el problema. En la medida en que lo consigue, el estudiante se ve reforzado inmediatamente por el autor del libro, en lugar de tener que esperar semanas, o a veces meses, hasta hacer un examen, en el que también se le refuerce, o si Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 176 fracasa, se le castigue. Estos programas exponen un determinado tipo de conducta o las instrucciones que debe seguir el alumno en un determinado campo de aprendizaje. A estas instrucciones les sigue inmediatamente una instrucción alterna, de la que se desprende si el mensaje anterior ha sido entendido y se puede actuar sobre él o no. Nos empezamos a alejar del condicionamiento operante de Skinner para centrarnos en la manipulación de la conducta cognoscitiva. Sí, así es. Creo que estamos entrando en un terreno que incluiría, en nuestra discusión, procesos de aprendizaje social, como los que estudió extensamente Albert Bandura, incluyendo también los componentes emocionales. Este aspecto se debería tener muy en cuenta en un enfoque comprensivo, cuando se trate de obtener cambios significativos en la conducta cognoscitiva. Al parecer, los planteamientos venezolanos sobre el aprendizaje y la formación del carácter suponen un progreso. Sí. Bueno, la cuestión que plantea usted es en realidad una sorpresa. Permítame explicarme. En nuestra cultura, creo que fue Carlomagno quien abogó porque todos los niños pudieran leer y escribir. La novedad de la iniciativa venezolana no es que el ministro Machado esté intentando cambiar la conducta cognoscitiva. Lo que deberíamos preguntarnos, hoy día, al investigar este tipo de cambios nuevos y originales es: ¿qué relación guardan, si es que la hay, con el progreso científico y tecnológico? La novedad no es la idea del presidente Herrera de elevar la inteligencia de las personas. Sino que el objetivo final, principalmente el desarrollo del aprendizaje y la formación del carácter -no sólo del aprendizaje-, así como la metodología, se basan en la ciencia y tecnología más avanzadas de que disponemos hoy día. Ahora bien, esto significa que los políticos están a punto de tomar decisiones, y poner en práctica políticas con respecto a los métodos, antes de que haya acabado la controversia entre los científicos y de que más o menos se haya aceptado universalmente un paradigma u opinión definitivos. Además, se aventuran en el intrincado campo del desarrollo de la personalidad. Ya intentaron hacer algo de este tipo Hitler y Mao. Hay cierto parecido, pero sólo en apariencia, no en la realidad. Hitler y Mao politizaron la educación, mientras que uno de los principios guías del proyecto venezolano es la no politización. Para Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 177 tomar las decisiones y poner en práctica las políticas implicadas en los proyectos del doctor Machado, se necesitan personas con poder político, debido a la magnitud de la tarea emprendida. Además, estos proyectos contienen cierta dimensión política, en el sentido general del término. Pero no son programas políticos como tales. Pero, ¿no es cierto que todas las personas, incluyendo a los rusos y a los americanos, no son realmente libres, ya que se les programa mucho antes de que puedan elegir por sí mismos? Mi opinión es algo diferente. Para mí, decir que los americanos son más libres que los rusos, o viceversa, no tiene ningún significado psicológico. En ambos casos se establece una comparación errónea. Dadas las muchas dimensiones de la libertad, yo me atrevería a decir que no hay dos personas que sean igualmente libres. Puede haber tantas variedades y grados de libertad psicológica como personas. En otras palabras, dudo que el término 'más libre', en un sentido psicológico - no hablo aquí de formas de libertad no psicológicas-, pueda ser relacionado con ningún tipo de persona. Con una notable excepción quizá: los niños en comparación con los adultos maduros. Esto acarrea un problema: ¿cómo medir o comparar entonces la libertad de las personas? No, a nivel psicológico no se puede. La solución a este problema es filosófica. O como observó el doctor Machado en El derecho a ser inteligente: ‘El hombre es un ser destinado a la libertad, que se hace a sí mismo libre’ (pág. 11). No obstante, los programas intensivos seguramente convertirán a los alumnos en robots, como en el caso de los músicos indios. ¿No podría ser esto igualmente perjudicial para la psique? Ya vi, por la charla que tuvo usted con él en otra parte de este volumen, que el doctor Ronald Laing tenía dudas y aprensiones similares. No creo que tengan ninguna justificación, al menos por ahora. También podría pensar, igualmente, que la interpretación musical puede formar nuevas gestales sensoriomotoras en esos niños, y que son beneficiosas para su desarrollo. Me pregunto, por ejemplo, si esta idea tiene algo que ver con el concepto del doctor Delgado de la desatomización del cerebro. ¡Ojalá hubiera podido usted discutir este tema con el difunto doctor D.W. Winnicott! Este desarrolló una teoría, según la cual, el niño, mientras intenta determinar la realidad interna y externa, crea una Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 178 tercera realidad, que Winnicott denominó 'un espacio de transición', donde la fantasía y la realidad se encuentran. Con frecuencia, este espacio de transición no se desarrolla normalmente. En él se debería conseguir un vínculo entre los mundos interior y exterior con la función de la fantasía. Sin embargo, muy a menudo, los individuos no logran armonizar estas funciones de acuerdo con la realidad. El efecto de la destrucción de esta tierra de nadie, en los modelos conductuales generales, suele ser disruptivo e incluso perjudicial. Winnicott previno, por consiguiente, que en este área intermedia, las funciones se modelaban y se formaban, principalmente, durante los primeros seis meses de vida. Muchos fenómenos culturales, como el teatro, la música, quizá también jugar, por ejemplo, al ajedrez, tienen lugar, al menos en parte, en este área intermedia. El proyecto de creatividad integral del doctor Machado, e incluso el proyecto del ajedrez venezolano, podrían contribuir, en verdad, al mantenimiento y ampliación de este área intermedia tan importante. Pero estará usted de acuerdo en que el desarrollo y la enseñanza de la inteligencia bastarían para asegurar la supervivencia de la raza humana. Estaba pensando en Jimmy Carter, un hombre fundamentalmente inteligente, pero con una vida emocional tan perturbada que casi todo lo que hace es negativo. En otras palabras: ¿qué me dice de las emociones? Entonces, ¿no cree que el doctor Machado debería prestar la misma atención a los aspectos emocionales del desarrollo del niño? Ya lo hace: las madres, las embarazadas, etc. Sí, pero se debería asumir que, en la era nuclear, es más urgente que nunca hacer que los niños acepten la realidad tal como es. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 179 15 Arthur Jensen Psicólogo, Berkeley, California, EE.UU. Es usted un científico muy controvertido. ¿Tiene que llevar guardaespaldas? En este momento no, pero hubo un tiempo en que sí los necesité. O, mejor dicho, la universidad pensaba que sí, y me los ponía, en precaución de algunos chiflados que había por el campus. Lo que me lleva a la cuestión de que, como Arthur Whimby cree, la inteligencia puede ser enseñada. No estoy en absoluto de acuerdo. No puedo estarlo, al menos en términos de lo que ahora sabemos. No existe ninguna prueba de que eso sea cierto. Lo que quizá se pueda enseñar son los tests de inteligencia. El Ministerio venezolano para el Desarrollo de la Inteligencia está convencido de que es posible fomentar, estimular y enseñar la inteligencia. En Estados Unidos, probablemente hayamos invertido más dinero, en ese sentido, que en cualquier otro proyecto de investigación psicológica durante los últimos veinte años. Como el Head-Start. Y programas mucho más intensos que el Head-Start. Hemos emprendido proyectos en los que se tomaban niños recién nacidos, o con muy pocas semanas de vida, y se trabajaba con ellos de seis a diez horas diarias, durante cinco días a la semana, ininterrumpidamente, hasta que los niños llegaban a la edad escolar. No hay ninguna prueba de que esos niños manifiesten un aumento definitivo Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 180 de su inteligencia. Pueden mejorar las puntuaciones de su CI en ciertos tipos de tests, que son muy parecidos a lo que se les había enseñado a realizar en los programas de formación. Pero cuando esos niños tenían que hacer algo distinto de sus programas de formación específicos, y cuando los tests eran más difíciles que aquello para lo que se les había preparado, sus puntuaciones empeoraban. Las características del CI eran cada vez más parecidas a las del grupo de control, que no había recibido ninguna formación o atención especial. Todavía no conozco ningún experimento, en el que un número considerable de niños que hayan sido tratados de alguna forma por psicólogos, incrementen de una manera definitiva su inteligencia. En 1917, la Unión Soviética contaba con ciento sesenta y tres millones de personas, de las cuales, ciento cuarenta y tres millones eran campesinos y obreros analfabetos. Según parece, el aumento de su nivel de vida y de su situación social ha sido un éxito. Es necesario distinguir entre el concepto de inteligencia y las cosas conseguidas y realizadas, el nivel educativo, etc. No estoy diciendo que no se pueda aumentar el nivel educativo de una población en particular. Efectivamente, se puede hacer en una nación subdesarrollada como la India, donde existe una tasa muy alta de analfabetismo y donde una gran parte de la población no recibe ninguna educación formal en absoluto. En ese aspecto, se podrían hacer grandes mejoras. Sin embargo, eso no tendría nada que ver con el aumento de la inteligencia de la población de la India. En definitiva, un nivel educativo más alto puede dar, como resultado, una serie de cambios en la inteligencia media de la población en conjunto, pero esto sería una consecuencia indirecta de los efectos de la educación sobre la base genética. Pueden cambiar, por ejemplo, factores de emparejamiento o factores de selección, en términos de quién tiene la familia más numerosa, etc. Eso, entonces, cambiará la composición de la base genética. Sabemos que las características adquiridas no se pueden heredar. Cuando al padre o a la madre les gusta la música, el hijo no tiene por qué tener una inclinación musical. No. Sin embargo, he visto una estadística según la cual cuando el padre era un alcohólico, con frecuencia los hijos se volvían alcohólicos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 181 Ah, pero es que hay un factor genético en el alcoholismo. No es que el padre se haga un alcohólico y por eso lo vaya a ser también el hijo, no. Lo que pasa es que el padre posee ciertos genes que le predisponen al alcoholismo y esos mismos genes se los transmite a sus hijos. ¿No existen genes que predispongan a la música? Se pueden heredar genes que se relacionen con el talento musical. Este talento tiene una base genética. ¿Qué papel juega aquí el cerebro? José M.R. Delgado dice que cuando el niño nace su cerebro está vacío. Exacto. Está vacío en el sentido de que no hay en él ningún conocimiento. No está desarrollada ninguna capacidad. Pero sigue habiendo importantes diferencias individuales en la capacidad para adquirir conocimiento y para adquirir distintas clases de conocimiento. Un niño puede nacer con una acusada sensibilidad genética hacia la música. Este niño estará mucho más dispuesto para la música que otro que no tenga tal predisposición genética. Cuando Toscanini tenía tres años, sus padres descubrieron que al llegar a casa después de la ópera, sabía cantar algunas arias en un tono perfecto. No se puede hacer un Toscanini de cualquier chico, y no importa el empeño que se ponga en ello. El ministro Machado quizá no se propuso crear sesenta Toscaninis, pero, en muy pocos meses, consiguió enseñar a esos niños indios a interpretar a Beethoven. No hay ninguna duda de que todos los niños pueden aprender, pero sigue habiendo diferencias individuales en los niveles de aprendizaje. No todos los niños que reciban ciases de violín llegarán a ser Menuhin o Heifetz, pero, con la práctica y el entrenamiento, una inmensa mayoría mejorará. He hablado con hombres de mediana edad, violinistas consumados, e incluso directores de orquestas sinfónicas, quienes me aseguraron que les gustaba escuchar a niños prodigio excepcionales tocar el violín, y se daban cuenta de que ellos nunca podrían tocar así. ¿De qué podría servir un programa piloto, como el realizado en Venezuela, con los niños indios que tocan el violín? Pues es de gran utilidad, debido a la posibilidad de descubrir grandes talentos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 182 Sí, pero se puso en práctica para experimentar con la inteligencia de los niños. Un proyecto así sólo sirve para poder descubrir si los venezolanos producirán posibles Mozart. Ouizá, incluso no tenga ningún sentido enseñar Beethoven a los niños. Si quisieran competir en el mercado mundial, es decir, en el terreno de la música clásica, o cualquier otro terreno... Sí, pero ¿por qué Beethoven? Eso es algo que ellos deben elegir. Yo no les estoy imponiendo valores. No, lo eligió el Gobierno venezolano. Si los venezolanos quieren que los niños entren a formar parte de orquestas sinfónicas, se tiene que enseñar música a muchos de ellos, incluyendo a niños indios. Pero ese no era el propósito. Lo que los venezolanos trataban de hacer era demostrar que todo el mundo puede aprender casi todo, si se le prepara correctamente; en este caso, con el método Sazuki japonés. Eso no se lo tienen que demostrar a nadie. Yo lo doy por supuesto, todos lo sabemos. ¿Quiere usted decir que este experimento venezolano con los niños indios era superfluo? Sí. Sabemos que cualquier grupo de seres humanos es capaz de aprender y de beneficiarse de la educación. No creo que estos niños fuesen menos inteligentes a causa de una falta de educación. Sus capacidades podrían haber estado subdesarrolladas. ¿Cómo se les puede evaluar con pruebas diseñadas para otras culturas? No estoy seguro de que enseñarles a interpretar a Beethoven sea la manera más fiable de evaluarles; desde luego que no es la más eficaz. Es muy difícil descubrir el talento en una población que no ha recibido educación. No hay ninguna forma de percibir las diferencias individuales, a menos que se someta a las personas a algún tipo de prueba, es decir, a pruebas de educación. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 183 Los venezolanos piensan en términos de un ejército de gente preparada, que les diga a los padres y a los profesores cómo tratar a los niños; porque, en los últimos dos mil años, nos hemos movido como verdaderos aficionados por un área tan delicada como es la formación de las mentes jóvenes. Merecería la pena hacerlo en experimentos a una escala razonablemente pequeña y, desde luego, no a nivel nacional. Hasta ahora, no existe absolutamente ninguna seguridad de que estos experimentos den los resultados deseados. ¿Cree usted que tiene algún sentido dedicarse, directamente, a la formación de la inteligencia? Hasta cierto punto. Creo que lo que se debería hacer en Caracas es concentrarse en la creación de más escuelas públicas y en que sean muchos los niños que vayan al colegio. No sé en qué medida se está dando esto en Venezuela ahora. Lo que el presidente Herrera Campins se proponía, con la creación de este nuevo Ministerio, era progresar más rápidamente, en el campo del desarrollo de la inteligencia innata, en la era nuclear. Creo que es algo que puede hacerse. Pero, desde luego, la educación también debería estar más especializada en edades más tempranas. Muchos universitarios podrían completar sus estudios dos o tres años antes si se diera más urgencia a estos programas escolares. Pero, ¿se podría hacer a escala nacional? Y, ¿deshacerse del exceso de 'equipaje', como las interminables clases de estadística que tienen que soportar los estudiantes de psicología? Los métodos estadísticos son muy importantes cuando un psicólogo se va a dedicar a la investigación, pero la mayoría de los psicólogos clínicos nunca tocan el campo de la investigación. En general, creo que se podrían realizar más cosas si se identificase el talento en edades más tempranas. Actualmente sabemos cómo hacerlo, en gran parte por medio de diversos tipos de tests de inteligencia, incluso en naciones en desarrollo. ¿Pueden diseñar los occidentales tests que sirvan para Asia? No hay duda de que se pueden hacer para Japón y China, pero no estoy seguro en cuanto a Venezuela o la India. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 184 ¿Por qué China y no Venezuela? Porque Japón y China se han desarrollado de una manera muy similar a nuestra cultura. En un determinado proyecto, usted incluso probó que, en los tests americanos, los japoneses tenían puntuaciones superiores a las de los mismos americanos. Exacto. En la Universidad de Queensland, de Australia, se elaboraron tests que podían ser aplicados a una amplia gama de la población, incluyendo aborígenes, papúas, de las islas de la Micronesia y de las Fiji. Por eso mismo, es posible que puedan funcionar con el mismo éxito en Venezuela o Latinoamérica y Africa. Se podrían diseñar más tests. Sabemos cuáles son los requerimientos necesarios para idear tests de inteligencia. También sabemos el modo de identificar si un test es o no de inteligencia. Adelantaríamos mucho entonces, especialmente cuando los recursos escolares son limitados; pues se utilizarían estos tests para seleccionar a los niños que tengan las puntuaciones más altas y darles, así, una educación apropiada. ¿Y qué pasaría con los que suspendan? Bueno, si los recursos son limitados, lo que se querrá es que el sistema educativo tenga la mayor rentabilidad posible. Pero se crearían masas marginales. Sí, claro, pero si los recursos educativos son limitados, ¿qué otra alternativa queda? Pero, ¿cómo lo hicieron en la URSS? Todo el mundo recibe la misma educación y, claro, las 'lumbreras' irán más adelantadas, pero no se crea un 'lumpen' intelectual. Pero la Unión Soviética tiene más recursos. Bueno, los recursos nacionales no están en manos de aprovechados y timadores, lo cual es una ventaja en este caso. ¿Se puede imaginar el despido de ocho mil profesores de Moscú, porque la administración de la ciudad se arruine, como ocurrió en Nueva York? En la URSS el sistema dio resultado porque realmente tienen un nivel de ciencia y tecnología más alto. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 185 Pero no tienen dos coches en cada garaje. Todo es cuestión de prioridades. Bueno, como los soviéticos tienen un sistema completamente totalitario, pueden controlar todo eso. Yo creo que dan prioridad a lo más apropiado. Para poder desarrollarse o competir con las naciones occidentales, tienen que disponer todos sus recursos intelectuales entre la población. Y en eso es en lo que emplean gran cantidad de dinero, además de en armamento y en agricultura. Pero, volviendo a las masas marginales de la India y Africa... Por supuesto, lo más eficaz sigue siendo hacer primero una selección, debido a los limitados recursos de que disponen estos países. Así, los escasos fondos, al menos, se pueden gastar en los niños que aprovechen al máximo el sistema educativo. Y el resto viene después. Sí. ¿Cuándo? El sistema de clases también será un factor muy decisivo. Sí. Pero es desacertado sólo desde un punto de vista práctico, porque cuando la clase, o cualquier otra cosa irrelevante a la capacidad per se, se convierte en el principal determinante de quién alcanzará un cierto nivel educativo en una sociedad, entonces se posee un sistema menos eficaz y el talento de la población no se aprovecha al máximo. No se mejoran las posibilidades. El ejemplo típico quizá sea el de la India. A consecuencia del sistema de castas y de la diferencia de oportunidades, en los puestos más importantes hay personas muy mediocres, mientras que otras con más talento no llegarán nunca a nada, ya que las castas son intocables e inalterables. El Gobierno indio se está dando cuenta del problema y está tratando de hacer algo al respecto. Todavía hay en la India mucha corrupción de este tipo, y así, los brahamanes de la casta superior tienen toda una serie de privilegios a los que la gente de clase más baja no puede acceder. Esto da como resultado una pérdida tremenda de los recursos nacionales y una pérdida de las capacidades latentes en la población en conjunto. ¿No ocurre lo mismo en Estados Unidos con los negros, por poner otro ejemplo? Fue así hasta hace unos veinte años más o menos. Desde entonces, estamos haciendo mucho para descubrir el talento académico espe- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 186 cial entre la población negra, mediante todo tipo de programas educativos compensatorios, programas de escolarización para negros con talento, etc. Especialmente en los deportes, ya que el cuerpo atlético de los negros siempre lleva las de ganar en los acontecimientos deportivos, en tanto que algunos de estos atletas no parece que sepan leer ni escribir. Sí, pero eso puede que no sea más que una corrupción del concepto de igualdad de oportunidades educativas. Parece ser que ahora a los negros americanos se les trata con 'guantes de seda'. Efectivamente, hoy en día son un grupo privilegiado en el mundo académico. Los negros que muestran cualquier promesa académica son 'favorecidos'. ¿Como reacción al triste pasado? Quizá, pero probablemente sea bueno, porque ha sido necesario para compensar las injusticias del pasado. En América tuvimos que hacer un verdadero esfuerzo para conseguir que los negros accedieran a la educación. Antes de la generación presente no se les había alentado a ello. ¿Sigue manteniendo que en general los negros son menos inteligentes que los blancos? En efecto. En conjunto, según cualquier definición generalmente aceptada de inteligencia, la población negra de los Estados Unidos, en este momento, es menos inteligente que la blanca. Si está científicamente probado, ¿por qué la gente se preocupa tanto por ello? Los negros tienen el pelo rizado y los blancos lo suelen tener rubio. ¿Qué importancia tiene? La inteligencia tiene consecuencias individuales y sociales mucho más profundas que el color del pelo, la altura, o cualquier otra característica humana que pueda decir. Quizá, incluso más que la salud física. Para el individuo la inteligencia es muy importante, ya que en cierto sentido, determina el grado de libertad que una persona posee. Una persona cuya inteligencia sea inferior a la media, o cuyo CI esté por debajo de cien, tiene menor grado de libertad en la elección de empleo, de pareja, de todo tipo de cosas, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 187 que otra cuya inteligencia esté por encima de la media. Las personas de inteligencia baja están prácticamente excluidas de muchas ocupaciones, porque no pueden conseguir las credenciales educativas necesarias para desempeñarlas. Entonces, ¿se puede conseguir lo que intentan hacer los venezolanos: estimular la inteligencia de masas de gente? No existe ninguna prueba convincente de que, hasta ahora, alguien haya conseguido hacerlo. Lo que sí parece ocurrir es que, cuando al principio de la niñez se recibe una formación intensiva, se muestran aumentos en los primeros tests de inteligencia. Pero, cuando se hace algo distinto de esa formación y los elementos del test cambian (porque hay diferentes tipos de tests, que son apropiados para evaluar a niños mayores), las puntuaciones del CI bajan. Uno de los programas más importantes de este tipo lo dirigió Rick Heber en la Universidad de Wisconsin, en Milwaukee. Los niños recibieron un tratamiento extremadamente intensivo, que costó miles de dólares por niño al año. Les atendieron madres sustitutas y se les trató desde casi el nacimiento hasta la edad escolar. Ahora ya han pasado todos el cuarto curso, y no parecen diferir de un grupo de control similar, que no recibió ninguna formación especial, particularmente de lectura, que fue, por supuesto, en lo que más se les formó. Al parecer, no hay absolutamente ninguna diferencia. Cuando entraron en la escuela, su CI estaba en realidad veinticuatro puntos por encima del grupo de control. Pero, según se iban alejando del tratamiento intensivo que habían recibido (en el que yo creo que simplemente aprendieron los tests y el carácter de los tests); es decir, según crecían, las puntuaciones de su CI bajaban. Su CI disminuyó alrededor de veinte puntos desde su entrada en la escuela. Y no diferían en las cosas con las que más se relacionaba el experimento. No tendría ningún valor elevar solamente el CI si no se aumentaran también todos los demás factores ligados a él. Se desea elevar la lectura, la actuación escolar, el potencial ocupacional, etc.; pero, desafortunadamente, parece que no sucede así. Durante otro programa de entrenamiento en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapell Hill, realizado por el profesor Craig Ramey y otros, se adiestró a los niños y su CI aumentó, pero este CI ya no se correlacionaba con el de sus madres. Incluso los niños adoptados poseen un CI que se correlaciona con el de sus madres biológicas, aunque nunca las hayan visto. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 188 Todo esto me lleva a la conclusión de que, lo que se está midiendo, en realidad, no es la inteligencia. Los tests de inteligencia están midiendo algo que se ha enseñado, que es muy específico. No están midiendo la capacidad general, que es lo que se supone que miden. Y con capacidad general, no quiero decir medir lo que el test estaba averiguando, sino el potencial de ser educable, de elaborar trabajos de alto nivel, etc. ¿Qué es axactamente lo que hizo el profesor Craig? Su equipo eligió veintiséis niños negros nacidos en hogares bastante pobres, en los que el CI medio de la madre era bastante bajo, alrededor de ochenta. Tomaron otro grupo similar de niños provenientes del mismo ambiente familiar, como grupo de control. Ambos grupos recibieron atención médica en el más amplio sentido, desde el nacimiento en adelante, y se les suministró una alimentación suplementaria. Al grupo experimental se le llevó todos los días a las nueve de la mañana a una guardería infantil, durante cincuenta semanas al año, hasta que tuvieron tres años. Cada dos meses se les sometía a una prueba. Al final, su CI difería en catorce puntos del grupo de control. La media del CI del grupo experimental era de noventa y cinco, la del grupo de control de ochenta y uno, que era más o menos el mismo que el que tenían sus madres. El estudio de Carolina del Norte todavía está en curso. Lo que resulta extraño es que el grupo experimental no mostró ninguna correlación con el CI de sus madres. Es desconcertante, porque incluso los niños de orfanato muestran una correlación con sus madres naturales, aunque nunca las hayan conocido. Algo se les está haciendo a estos niños que no está claro. ¿Y los hijos adoptivos? Los hijos adoptivos prácticamente no tienen ninguna correlación con la inteligencia de sus padres adoptivos. Es una de las pruebas más rotundas de que en la inteligencia existe un factor genético. Entonces, seguramente no estará usted de acuerdo con Arthur Whimby, quien cree que la inteligencia puede enseñarse. Exacto, creo que se puede enseñar a las personas a realizar lo mejor posible ciertos tipos de tests de inteligencia. Pero creo que el factor general de la inteligencia, que está en todo tipo de tests y en todo tipo de actuaciones en la vida real, no puede ser enseñado. Ese es el aspecto que en realidad más nos interesa. No veo qué ventajas tiene adiestrar a la gente para que haga lo mejor Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 189 posible los tests de inteligencia, si estos tests ya no se correlacionan con las cosas con las que están correlacionados, en personas que no han sido adiestradas para hacerlos lo mejor posible. La importancia de los tests de inteligencia radica en que sus puntuaciones se correlacionan con criterios de la vida real, que se consideran importantes. Se correlacionan con el rendimiento escolar, con el tipo de empleo que se podrá desempeñar, etc. Si se adiestra a la gente para que haga los tests de inteligencia lo mejor posible, y estos tests ya no muestran correlación con otras cosas, no sirven de nada. Y, hasta ahora, nadie ha demostrado que los tests conserven las mismas propiedades de correlación con los criterios de la vida real, después de enseñar a la gente a hacerlos lo mejor posible. Podemos hacer robots de los niños indios que tocan el violín; pero, ¿se adaptarán mejor al conjunto de cosas que llamamos vida? Exacto. Y, sin embargo, sólo mediante tests u oportunidades educativas verdaderas, se descubrirán los Menuhin y Heifetz. En la Unión Soviética se puede ver a los maestros del ajedrez estimulando a todos los niños a jugar al ajedrez. Cuando se descubren jugadores con talento, concentran esfuerzos especiales en ellos y se olvidan del resto. Así es como consiguen genios del ajedrez. Como Anatoly Karpov. Y lo mismo hacen con los bailarines, los pianistas y los matemáticos. Dudo que haya habido una sociedad que haya hecho tanto para seleccionar talentos como lo hace la URSS. Utilizan los tests más que nosotros. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 190 16 Jerome Singer Psicólogo, Universidad de Yale, EE.UU. ¿Tiene algún sentido programar para siempre las mentes de los niños con mitos y cuentos de hadas absurdos: ‘Y desde entonces el príncipe y la princesa vivieron felices’? Así es como se organizan las sociedades. Sí, ya lo sé. Pero, ¿no es ya hora de cambiar ese círculo vicioso? Al nacer nos encontramos completamente solos en un medio ambiente complejo y extremadamente confuso. Necesitamos organizar de alguna manera toda esta desconcertante información. Pero, ¿por qué repetir siempre los mismos totems? ¿Mao, Isabel II? Porque lo primero que ve un niño es a su padre y a su madre. Estas primeras imágenes siguen siendo muy intensas durante toda la vida, y la mayoría de los adultos necesitan creer que hay un Dios Padre y una Virgen María que vela por nosotros y nos protege. Y se las enseñan a sus hijos también. Pero estamos en la era nuclear. ¿Podemos permitirnos codificar tantos absurdos imaginarios en el cerebro? Está usted planteando una gran cuestión sobre la naturaleza humana. Pero su trabajo consiste en ayudar a los niños, por ejemplo, a desarrollar su imaginación de una manera positiva y constructiva, para que se conviertan en adultos maduros y prácticos. Sí, así es. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 191 Entonces, y volviendo a lo mismo, ¿por qué meterles en la cabeza tantos conceptos irracionales, como el de la Virgen María? No hace mucho un profesor americano hizo su tesis doctoral sobre ‘¿Dónde obtuvo Jesús sus cromosomas, si María era una Virgen?’. Para organizar este mundo necesitamos basarnos en algo. Y quizá ya haya llegado la hora de que cambiemos nuestra forma tradicional de organizarlo. Un momento. La manera más simple y más patente de organizar el material tiende a estar relacionada con el hecho de que, cuando el niño empieza a crecer y a tomar conciencia del ambiente, las figuras de la conciencia, las figuras adultas son los padres. Ellos alimentan al niño, lo limpian, le divierten haciendo muecas que le hagan reír. Los padres se convierten en imágenes focales y el niño las representa en su mente una y otra vez, ya que no dispone de ninguna otra imagen o información alternativa. Cuando se está ayudando a un niño de dos años a organizar sus experiencias, ¿cree que tendría sentido hablarle del parlamento o del primer ministro? No tendría ningún significado para él. Lo que puede entender son figuras individuales que de alguna manera se parezcan a sus padres, a sus abuelos, a sus tíos o a sus hermanos mayores. Sin embargo, utilizamos dioses y reyes. Creo que no tiene usted en cuenta la tremenda fuerza de las culturas específicas en que se desarrollan y crecen las personas. Es casi imposible liberarse de los mitos, las leyendas, las creencias religiosas o la historia en general. Nos definimos a nosotros mismos como seres humanos en relación con todo esto. En su relación con los niños, los padres y profesores han cometido los mismos errores imperdonables durante siglos, y les han enseñado las mismas tonterías, desde Blancanieves hasta el ayatollah Jomeini. Puede que usted lo crea así, pero no tiene ningún sentido etiquetar a estas experiencias con términos tan despectivos. Tiene que tener en cuenta que existen grandes diferencias culturales. Pero fíjese en la increíble cantidad de porquería que hay en el mundo; la gente todavía siente veneración por los demagogos, los fanáticos religiosos, los dictadores y por toda una asombrosa va- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 192 riedad de leyendas e historias santas que hablan de éxodos masivos escapando de algo. Pero seguramente, en Irán la mayoría de la gente no estará de acuerdo con su opinión de que Jomeini es un lunático. Podemos sentirnos políticamente contrarios a su posición, pero no tenemos ninguna prueba de que esté loco. Bueno, el psicólogo es usted; pero me temo que la mayoría de las personas del mundo están de acuerdo en que es un loco que desvaría. En Irán pasa lo que con Hitler, venerado mientras está en el poder, aborrecido por todos cuando deja de ser importante. Ahora mismo, Irán se encuentra en un estado de histeria colectiva. Pero puede que haya muchos iraníes, con estudios superiores y muy bien formados científicamente, que, sin embargo, sean partidarios de la política de este ayatollah. El desarrollo de la inteligencia y esta especie de veneración ciega y demente nunca se podrán dar a la vez. No estoy de acuerdo. El funcionamiento de la mente humana es tan complicado y el cerebro tan complejo que los individuos pueden, perfectamente, ser muy religiosos y ortodoxos, o fanáticos de un determinado sistema social y, a la vez, tener una gran capacidad para el pensamiento científico. Se pueden dar las dos cosas juntas. ¿Por qué pasa esto? Hay enormes presiones que se desarrollan durante el proceso de crecimiento. Hasta cierto punto, las personas aceptan las imágenes que les presentan sus padres y las combinan con su propia personalidad. Incorporan ciertos egos ideales -como los denominó Freud- positivos. Estos se convierten en imágenes guías que ejercen una fuerza constructiva. ¿En las que la imaginación desempeña un papel muy poderoso? La imaginación es una fuerza organizadora que ayuda a la persona a encontrar un camino en un mundo caótico. Pero además, se podría decir que, fundamentalmente, el sistema imaginativo puede transformarse completamente. Después de todo, sabemos que Albert Einstein fantaseaba sobre lo que significaría viajar más rápido que la velocidad de la luz. Partiendo de este ensueño, compiló algunos de sus extraordinarios conceptos. Einstein creía que la fantasía era un ingrediente muy importante para la capacidad científica. Por tanto, creo que no deberíamos luchar contra la imaginación, sino más bien dejarla volar libremente. Debemos reconocer la im- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 193 portancia de la lógica y de la ciencia, pero dejando un amplio margen a la imaginación. Pero, ¿por qué enseñar a los niños verdaderas estupideces deliberadamente? De lo que hay que desconfiar es de un determinado marco cultural en el que lo que fomente la imaginación vaya en contra del desarrollo de los individuos, como podría ser el caso de una excesiva ortodoxia religiosa o un sistema de castas o de clases estructurados con demasiada rigidez. ¿Y si se programasen computadoras de aprendizaje para todos los niños del mundo, con los mismos conceptos básicos sobre un planeta, una humanidad, sin tener en cuenta raza, color o credo? ¿Y quién programaría las máquinas? Se crearían unos estatutos en las Naciones Unidas, por medio de la UNESCO, y un cónclave mundial de especialistas. Pero, ¿qué pasaría si, por ejemplo, los países árabes o los comunistas tomaran el poder en la UNESCO?, ¿quién tomaría las decisiones finales? No podemos precipitar los cambios. Tienen que ser democráticos y graduales o no conseguiremos más que sustituir las viejas tiranías por otras nuevas. Pero, ¿nos queda tiempo para seguir retrasando los drásticos cambios que son necesarios hacer en los procesos de aprendizaje? Según el Boletín Atómico, ‘faltan sólo cinco minutos para la hora cero’. Los seres humanos tienen que desarrollarse lentamente. Es un riesgo que debemos correr. Según usted, seguimos apegados a instituciones del siglo XVII. Pero, después de todo, las ideas de Voltaire tuvieron una marcada influencia. Llevó tiempo, pero desempeñaron su papel en la evolución del pensamiento humano. Considere la influencia de Bertrand Russell, que para mí es uno de los más grandes racionalistas de este siglo. Es cierto que hemos visto cosas verdaderamente horribles durante la Segunda Guerra Mundial, pero ahora podemos tener esperanza, porque parece que la civilización occidental se va alejando de esas situaciones. Por ejemplo, cada vez hay menos ejecuciones y humillaciones públicas. El peligro está en que la tecnología se ha convertido en algo muy poderoso y, aunque esté en manos de personas racionales, sigue habiendo un número considerable de ellas someti- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 194 das a presiones muy intensas, que podrían destruir la humanidad. Es un peligro que tenemos que aceptar. No veo la manera de evitarlo. Durante la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos no cayeron bombas ni hubo destrucción de ninguna clase. Es cierto. Pero me gustaría que, desde que son muy pequeños, se les inculcase a los niños el humanismo agnóstico, el pensamiento científico racional, la responsabilidad profundamente compartida. Sin embargo, muchos católicos, o cristianos fundamentalistas, o judíos ortodoxos, o musulmanes, puede que no estuvieran de acuerdo. ¿Quién puede imponer su voluntad sin el consentimiento general? ¿No fue decisivo lo que le ocurrió a Hitler en su infancia para que acabara convirtiéndose en un demente? No sé si Hitler fue siempre una persona tan irracional. Por lo que se sabe de su vida, fue un individuo desorganizado, muy infeliz, que no tuvo ninguna meta ni en su niñez ni en su adolescencia. Incluso, cuando era joven, nunca encontró su 'oficio'. Quería ser pintor, pero no era muy bueno y se convirtió en un simple vagabundo. Se podría decir que no era más que otra alma perdida. Pero durante la Primera Guerra Mundial realizó una serie de valerosas acciones que le valieron el respeto de sus superiores, y fue ascendido a cabo. De pronto, encontró un sentido de la identidad en la guerra y en la identificación con la raza germana, como la denominaba él. Esto le dio un nuevo significado a su vida. Creó una fantasía de poder que fue capaz de utilizar con éxito. Porque resultó que, en Alemania, un número sorprendente de personas compartía esa misma fantasía. No sé si podría decir que Hitler era totalmente irracional o incluso que estaba loco. Malo, sí era, seguro, pero no necesariamente loco. Muchas de las declaraciones del ayatollah Jomeini nos recuerdan a la Edad Media. No sé si Jomeini cree verdaderamente en lo que defiende o si no se trata más que de una pose que ha aprendido a utilizar con eficacia. ¿Creía de verdad Billy Graham, en su calidad de fundamentalista religioso americano, en todas las tonterías que decía? No estoy seguro. ¿Y qué me dice del renacimiento en Jesús de Jimmy Carter? Los psicohistoriadores creen que, de hecho, ha empezado su segunda Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 195 infancia a los cuarenta y siete años, con el anuncio de su renacimiento religioso. No conocemos lo suficientemente bien a Carter para saber si cree de verdad que ha vuelto a nacer o si sólo está representando una comedia para progresar políticamente. Ni siquiera sabemos si, en cierto modo, se lo cree a medias y en determinados momentos no se da cuenta de ello. Pienso que las personalidades públicas o políticas no creen completamente en todo lo que dicen. Hay personas que, en un determinado momento de su vida, llegan a la conclusión de que este mundo es muy duro y peligroso. Así que deciden que, para sobrevivir, tienen que convertirse en una especie de artistas de la estafa, y se sirven lo mejor que pueden de la credulidad de los demás. Tal vez sea una triste realidad, pero creo que ocurre de verdad. Supongo que, con el tiempo, ellos mismos acaban creyéndose lo que dicen. Fíjese en la tragedia que ocurrió hace poco en la Guayana. Es evidente que lo que hizo el reverendo Jim Jones fue algo terrible. Emprendió su propio 'viaje personal', un viaje que costó la vida a miles de personas inocentes. Sin embargo, muchos de estos individuos lucharon por algo que consideraban positivo. Estoy seguro de que había muchos fanáticos entre ellos. Perdone, pero creo que desde el primer momento se trataba de casos con cierta perturbación mental. No. Esperaban un mundo mejor, más ordenado, con más significado. Quizá, en general, fuesen ignorantes e ingenuos. Pero por lo menos buscaban algo más altruista que hacer daño a los demás. No poseían una base para establecer juicios comparativos. Después de todo, muchas veces vemos que las personas sienten el impulso de ayudar a los demás. Creo que los líderes del mundo no hacen demasiado hincapié en el sacrificio compartido, la cooperación entre todos los ciudadanos. Supongo que no deberíamos fomentar en los niños esta imagen tan constructiva en términos de Dios o algo místico, porque puede distraer su atención de lo que deben hacer ahora mismo, en relación con sus vecinos. Enfatizar la salvación después de la vida, a veces desvía la atención de las responsabilidades inmediatas. ¿Y si se guiase a los niños para que viesen y aceptasen la realidad evidente? Un momento. Usted parece suponer que existe una realidad objetiva y sabe con seguridad cuál es. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 196 ¿No lo sabemos todos? ¿El Sol gira alrededor de la Tierra, o viceversa? El universo está ahí y en él hay billones de objetos en movimiento. Yo estoy ahí. Usted está ahí. El niño está ahí. Todo esto es la verdadera realidad. ¿O cree que la realidad es Dios sentado en un trono de oro y que es útil codificarla en las neuronas del cerebro de los niños? No es tan simple. Yo no estoy completamente seguro de la realidad. Con su manera de pensar está intentando provocar el cambio social demasiado de prisa. Creo que la ciencia progresa muy rápidamente, pero no puede hacer que la sociedad cambie con la misma rapidez, porque existen muchos modelos culturales arraigados que tardan en transformarse. Y la religión, o los pensamientos metafísicos relacionados con ella, con frecuencia poseen una cualidad que permanece y que se amplía. Pero, ¿no tenemos muchísima prisa? Estamos corriendo contra reloj para salvar a la raza humana de la aniquilación. ¿Cómo podríamos, por ejemplo, mejorar el pensamiento y la conducta de las generaciones futuras, canalizando el talento o la necesidad de imaginería y símbolos de una manera más racional? Hoy día la televisión ejerce una gran influencia en los niños. Están expuestos a cualquier cosa que pase en el mundo. Y, como todos sabemos, es algo que produce mucha confusión. Les da deseos y esperanzas que son difíciles de satisfacer. Nuestras investigaciones muestran que la televisión crea sus propios problemas ecológicos, igual que lo hacen otros inventos tecnológicos. Fomenta la agresión en los niños, a muchos los distrae de la práctica de las capacidades de lectura o de los pensamientos reactivos. José M.R. Delgado cree que la televisión modifica la neuroquímica del cerebro, y nadie se da cuenta de los cambios que produce esto en el marco de referencia. Puedo creérmelo, aunque ¿cómo se puede demostrar? Ya se ha hecho. La televisión invade la vida privada de la familia y sus efectos y consecuencias pasan inadvertidos, no se ven. Esa es también su opinión. La televisión reúne a la familia. Más bien se convierte en un miembro de ella. Toma parte en el proceso de crecimiento de los niños y suministra información de la misma forma que lo hacen los padres. ¡La verdad es que muchas veces los niños pasan más tiempo viendo la televisión que con sus padres! Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 197 Hemos hablado de tantas cosas que no nos hemos ocupado del programa venezolano para el desarrollo de la inteligencia. El caso es que el Gobierno de Caracas está utilizando activamente la televisión, bajo la dirección del doctor Machado, para obtener resultados en la educación de mujeres embarazadas, por ejemplo. La idea parece muy atractiva, pero claro, necesitaríamos saber más a fondo de qué se trata. ¿Qué diferencia habría, por ejemplo, entre ese departamento gubernamental y el Ministerio de Educación? Después de todo, estamos hablando de formas de educación de los niños mediante la estimulación paterna y, seguramente, también de la educación durante la temprana infancia. Creo que el presidente Herrera y el doctor Machado pensaron que si se querían obtener resultados positivos, había que desarrollar el programa al margen de la burocracia establecida; por eso se creó un departamento independiente que se ocupase de él. Ya entiendo. Bueno, creo que los padres pueden beneficiarse de la ayuda extensiva en el aprendizaje: de qué manera jugar con los niños, cómo estimular su juego y su curiosidad y también cómo conversar extensamente con ellos para estimular su vocabulario y su imaginación. En la Universidad de Yale hemos desarrollado procedimientos de entrenamiento para ayudar a los padres a iniciar a sus hijos en el uso constructivo de su imaginación. También hemos desarrollado procedimientos para que los padres, sirviéndose de la televisión, fomenten el desarrollo cognoscitivo y las habilidades de lenguaje de los preescolares. Naturalmente, los esfuerzos nacionales para acrecentar la inteligencia intentarían ayudar a los padres con procedimientos como éstos. Por supuesto, para evaluar estos esfuerzos será necesaria una investigación básica. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 198 17 Jose Luis Pinillos Psicólogo, Madrid, España ¿Cree usted que lo que está haciendo el doctor Luis Alberto Machado es acertado? Es un asunto fascinante. En el fondo, la idea de desarrollar y estimular la inteligencia es muy válida. Venezuela es su precursora. Sería difícil adivinar cuáles serán los resultados de estas iniciativas. Quizá la idea se extienda a otras áreas de Latinoamérica. Tendríamos que esperar y ver. ¿Qué piensa usted del experimento que se llevó a cabo con niños indios, a quienes se les enseñó a interpretar a Beethoven, con el violín, en sólo un par de meses? Una de mis hijas estudia piano. Desde luego, se necesita mucho tiempo para convertirse en un pianista consumado. Pero debo admitir que con el método Sazuki se pueden mejorar los resultados considerablemente. El doctor R.D. Laing pensaba que a esos niños se les estaba convirtiendo en robots. Es una afirmación muy provocativa. Como casi todas las observaciones del doctor Laing. Sin embargo, yo no sé si a esos niños se les estaba convirtiendo realmente en robots o en algo más que robots. Tengo mucha confianza en el método Sazuki. Además, como cualquier padre de familia sabe muy bien, no es tan sencillo convertir a los niños en robots. Pero, ¿al menos los venezolanos están intentando escapar de un circulo vicioso? Sí, claro. Pero, ¿no es esto lo que siempre están tratando de hacer los hombres? Están intentando modificar un aspecto del hombre Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 199 que, hasta ahora, se suponía que estaba determinado. La buena educación debería ayudar a mejorar la utilización de la inteligencia natural. Pero durante miles de años las mentes de los niños se han contaminado con los mismos absurdos, sin haberles dado nunca la oportunidad de elegir por sí mismos. Se les lava el cerebro con dioses, reyes y Santa Claus mucho antes de que puedan siquiera sostener un tenedor. Sí, estoy muy de acuerdo con esa posición. Los dioses, los reyes y los cuentos de hadas pueden ser válidos en un determinado momento. Pero, por desgracia, más tarde los niños se van a enfrentar a la realidad en función de conceptos antropomórficos, animistas o abstractos, que no entienden adecuadamente y que no tienen ninguna relación en absoluto con un concepto de la vida que pueda ofrecer una respuesta. Uno de mis alumnos realizó una investigación con niños de seis, siete, ocho y nueve años sobre sus conceptos científicos en relación con la energía, el espacio, etc. Evidentemente, habían aprendido todo lo necesario a través de los libros. Sin embargo, no sabían cómo aplicar a la vida, a la realidad, los conceptos científicos. Simplemente, memorizaban las ideas contenidas en los libros, nada más. Esta forma de aprendizaje no ayuda en absoluto a enfrentar los hechos. ¿Cómo se puede eliminar toda la basura que ya se ha introducido en la mente de los niños? Por ejemplo, ¿cómo lograr de una manera efectiva que los niños se den cuenta de la diferencia entre fantasía, ilusión y realidad? Los niños no sacan todo el provecho que debieran de los actuales métodos de enseñanza, ya que, en tanto que se les fuerce a memorizar, serán incapaces de aplicar los conocimientos que aprenden en los libros de texto a hechos concretos de la vida. Sería de mucha utilidad realizar un proyecto de investigación en este campo con adultos. Mostraría que la mayoría de los adultos reaccionan a este respecto igual que los niños. Una gran parte de la población española, por lo menos, no tiene la más ligera idea de cómo aplicar los conceptos físicos a la vida real. Aunque somos adultos, actuamos de una manera espontánea, en base a conceptos animistas y tradicionales, en un mundo que exige con urgencia un tipo de pensamiento completamente diferente. Este es nuestro verdadero problema. Necesitamos pasar al uso de lo que Korzybski denominó 'un lenguaje no aristotélico'. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 200 Mientras, toda esta programación automática y anticuada está en total contradicción con los desarrollos de la ciencia y la tecnología. A veces, las instituciones se desarrollan a pesar de todo. Sin embargo, es cierto, en mi opinión, que muchos científicos utilizan un lenguaje poco actualizado en lo que se refiere a los asuntos que van más allá de sus especialidades. Supongo que eso nos ocurre a todos. En otras palabras, la investigación técnica y científica está muchísimo más avanzada que su aplicación a la vida humana. Y esto supone un nuevo dualismo. ¿Quiere usted decir que los individuos desarrollan la irracionalidad contra la sociedad? Sí. Pero me refiero también a las reacciones estereotipadas. Por ejemplo, no es infrecuente que nos mostremos mal dispuestos frente a una determinada escuela o una línea de pensamiento de la que prácticamente no sabemos nada, excepto estereotipos de segunda mano. Tomemos algunas de las reacciones al proyecto venezolano con los niños indios que tocaban el violín. Muchas personas que no sabían nada de lo que se estaba haciendo aquí, inmediatamente empezaron a etiquetar el experimento como insensato. Sin embargo, funcionó bien. Por no hablar de la demencia religiosa, como en Irán o Irlanda. No estoy haciendo distinciones. Después de todo, el mundo está lleno de distintos tipos de ayatollahs. O de cristianos renacidos por esto. Muchísimas personas son totalmente incapaces de intentar mejorar la realidad sin recurrir al fanatismo. Y los cristianos no somos una excepción, por supuesto. ¿Por qué pasa esto? Porque se consideran las cosas desde 'un' punto de vista. Se está convencido de que ése es el único y el verdadero. Y es un error muy peligroso. Reconozco que algunos puntos de vista son mejores y están más de acuerdo con la realidad que otros. Existen, por supuesto, muchas perspectivas; algunas son más ricas, funcionan mejor que otras, lo reconozco; pero, de todos modos, siguen siendo puntos de vista sobre una realidad que nadie entiende ni posee por entero, total y completamente. Un punto de vista es una instantánea de un momento particular de la historia. Nada más. Esa es la cuestión. Es muy sencillo hacer esta observación; pero es Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 201 menos sencillo tenerla en cuenta en la práctica; al menos para mí. Además, nunca se empieza desde cero. Operamos con ideas que existen en un momento particular de la historia. Incluso si se critica la historia, se critica en base a lo que ella, en ese día y en esta época, pone en nuestra mente. Me doy cuenta de que resbalo hacia el actualismo, pero hay algo de cierto en lo que digo. Se ha sugerido que, para frenar el círculo vicioso de imbuir en el cerebro de todas las nuevas generaciones los mismos conceptos desfasados, se podría programar una computadora de aprendizaje para todos los niños del mundo. De esta forma, los conceptos básicos sobre el hombre y el universo se desarrollarían igual en todo este mundo que se queda cada vez més pequeño. Nosotros, los psicólogos, podemos tratar de mejorar el nivel de desarrollo y las posibilidades mentales de los niños, sólo si nuestras acciones van vinculadas a la cultura. Es cierto que el foco del problema no reside tanto en los contenidos como en el mecanismo de hacerse con ellos, de hacerse más inteligente. Al menos, así es como yo entiendo los presentes esfuerzos venezolanos en esta dirección. Sin embargo, no existe una cosa que se llame 'inteligencia libre de cultura'. Se debe operar en ambos niveles. Por supuesto, la inteligencia tiene muchas dimensiones. Está la dimensión técnica de cómo armonizar los medios con los fines, o cómo resolver problemas convencionales. Luego, está la dimensión de cómo evaluar los fines y cómo ampliar la esfera de los fines y valores, que es muy diferente de ampliar la inteligencia que se mide con los tests psicométricos clásicos. Esta dimensión 'crítica' de la inteligencia se podría encontrar en la creación de nuevos símbolos y valores, etc. Eso es lo que significa realmente 'creatividad'. Yo creo que es posible idear y crear programas, como están haciendo ahora los venezolanos, con la ayuda de Harvard y de otros centros, que hagan que la gente se desarrolle más rápidamente, o que alcance su 'tope', su 'techo' normal, en condiciones en que normalmente no lo alcanzaría, esto es, mediante 'atajos', mediante un training específico, y con una enseñanza mejorada. Creo que se puede hacer. Se me objetará que, a la postre, los contenidos, lo que ponemos en la mente de los niños, serían los mismos contenidos, más o menos estabilizados, de la cultura y la sociedad de siempre, ya que se tiene que operar bajo las circunstancias presentes. Sólo que, al mejorar la inteligencia, esos contenidos se asumirían de una forma más crítica y creadora. ¡Menudo problema para los políticos! Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 202 Tiene que ser posible preparar a las mentes de las futuras generaciones más inteligentemente, igual que pasó con las realidades de este habitat, nuestro planeta, en relación al Universo. ¿Ha leído usted Las Fundaciones, de Isaac Asimov? En ese libro se describe, igual que lo hace usted ahora, a la comunidad científica intentando solucionar estos problemas a un nivel de racionalidad más alto. Y es que, a la vez que vivimos en un mundo orientado hacia el progreso tecnológico, desde un punto de vista cultural, en cambio, hasta cierto punto, seguimos estando manejados y dirigidos por gente con ideas anacrónicas. Hay gran racionalidad en los medios, mucha eficacia, y mucha irracionalidad en los fines. Al mismo tiempo, vivimos en un mundo en el que se están desarrollando técnicas increíblemente poderosas e indetenibles, manejadas por una política que, a veces, parece propia de auténticos bárbaros. Quizá sea verdad que esta extraña mezcla de técnicas avanzadas y primitivismo acabe por conducirnos a la destrucción final. Está claro que, en nuestra civilización, la 'cultura' ha sido alienada por la 'tecnología' (que es una forma de cultura, desde luego, pero material). Estoy absolutamente convencido -y hablo con toda seriedad- de que la humanidad no sabe, hoy por hoy, cómo manejar esta situación. Se está introduciendo mucha racionalidad y eficacia en los medios de vida, insisto en ello; pero, ¿qué pasa con los fines, con las metas de la vida? Hay eficacia, sí; pero eficacia, ¿para qué? Nuestras filosofías y políticas pertenecen a una situación histórica pasada, en general decimonónica, cuando hoy lo que necesitaremos son recursos mentales y culturales nuevos para enfrentarnos a situaciones nuevas. El futuro difícilmente será una repetición del pasado. Especialmente en las áreas que se relacionan con la supervivencia de la humanidad. ¿Por qué no les hablamos a los niños sobre el kilo y medio de materia grisácea de sus cerebros? Recuerde lo que se dice sobre los datos inútiles en la alimentación de computadoras. Pero llevará tiempo. ¿Podemos perder el tiempo? Me temo que la historia de la crucifixión de un judío que resucitó, ya no sirve de nada. Hoy, el amor es más necesario que nunca. ¿El amor inyectado a través de estúpidos cuentos de hadas? Hay personas que cuelgan un crucifijo encima de sus camas. A mí me produciría pesadillas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 203 Es un hecho, desde luego, que la tecnología puede sobrepasar completamente a la educación. Están en conflicto directo. No tenemos tiempo que perder. Reconozco que la psicología debería intervenir más para liberar al hombre de los prejuicios, o al menos para aminorarlos. Como ha dicho su colega de Harvard, Gordon Allport: ‘Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio.’ Sí, en efecto. La psicología debería intervenir potenciando, no manipulando. Deberíamos enseñar a la gente técnicas de desarrollo cognitivo, para que cada uno pudiera decidir por sí mismo, haciendo uso de sus mejores recursos y, por tanto, con mayor libertad. Cuanto mayor sea la lucidez del hombre, mayor será también su libertad. Quizá existan razones secretas que no conocemos; pero, en todo caso, los hombres que se ocupan actualmente de estas cuestiones en nuestras instituciones, los líderes que gobiernan el mundo, a veces parecen actuar de un modo repetitivo, compulsivo, anticuado, e incluso me atrevería a decir que regresivo. Y son ellos, sin embargo, quienes estarían en mejor situación para cambiar las ideas de la gente a este respecto. ¿Cómo efectuar entonces estos cambio? ¿Quién guardará a los guardianes? Esta es la cuestión. El hecho de que los líderes sean inmaduros y a veces perturbados emocionales, viene de que a los cerebros se les ha estado dañando compulsivamente más allá de toda posibilidad de reparación, sin haberles dado nunca la menor oportunidad; pues a los niños se les han enseñado las mismas tonterías durante siglos. En cierto modo, los que transmiten ideas y hechos inútiles a la siguiente generación son, ellos mismos, víctimas de un círculo vicioso difícil de romper. En efecto. Y por eso lo que está haciendo el doctor Machado es un principio interesante. Me recuerda lo que dice Hegel a propósito de la astucia de la razón ('Die List der Vernunft'). Probablemente el ministro venezolano ha iniciado un camino cuyas implicaciones a largo plazo no podemos prever hoy. Y ahora, incluso están implantando cursos para enseñar la inteligencia a los militares, desde soldados hasta los generales. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 204 Es magnífico. Me pregunto cuáles serán los resultados. No estoy seguro de que no debiera hacerse también en otras profesiones. Calculo que en la mía no vendría mal; al menos por lo que a mí respecta. El problema está, como siempre, en ¿quién va a cambiar a quién? Como decíamos antes, las personas que piensan así son realmente muy pocas. Por eso he mencionado a Asimov, que también habla de un puñado de hombres en posición de cambiar los programas mentales de millones de personas. Pero, realmente, para saber qué hacer y cómo hacerlo, se necesita ser ya casi un superhombre. ¿Pero no es eso lo que han hecho los papas de Roma durante siglos? Es Stalin o Göbbels una y otra vez. Quizás en cierto modo. Pero hacer a las personas más inteligentes es otra cuestión. Significa enseñar a la gente a incrementar su lucidez, a tener más recursos intelectuales para enfrentarse a los problemas, para ser más libres y más creativos, al habérselas con la situación. Y eso es lo que se necesita hoy más que nunca, coping skills y lucidez, porque el poder de la técnica está expulsando a la cultura de la vida. Pensemos, por ejemplo, en la aceleración del cambio a que se ven sometidos todos los niveles de la sociedad, como consecuencia de la innovación tecnológica. Sólo que nosotros no somos máquinas y nuestra capacidad adaptativa se resiente de tanto stress. Para poder dar tiempo a que se generen respuestas adecuadas a tanto cambio, se necesita instalarse en un nivel superior. Si pudiéramos elevar el CI de los niños, sería un buen comienzo. En general, soy optimista. Pero, en este aspecto concreto, no sé si tendremos tiempo suficiente para lograr los cambios revolucionarios del sistema educativo que serían necesarios para acompasar nuestros recursos intelectuales y emocionales a tanta transformación. No veo ninguna solución a corto plazo, ninguna salida a esta difícil situación en que se encuentra el hombre de hoy. Hablamos y escribimos sobre ella; pero, ¿cómo aplicar las nuevas ideas? ¿Darán resultado? ¿De qué 'armas' efectivas disponemos? Machado ha emprendido una prometedora acción. Y eso ya es algo. Es mucho más de lo que hacemos la mayoría de los educadores, y no digamos los demás. Pero se debería acabar con la alimentación al azar de la 'computadora' humana. Los padres, las madres, los educadores, hasta las abuelas, andan con toda libertad en los cerebros de los niños, cuando, como señala el profesor Delgado, ni siquiera son conscientes de los hechos biológicos que rodean al cerebro. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 205 Yo también pienso de una manera similar. Pero la cuestión es muy compleja. Por lo pronto, el cerebro no es una computadora; es menos y también mucho más. Por otra parte, ¿cómo llevar a cabo todo eso? La supervivencia es un fin, un objetivo, no un procedimiento, no un método. Es, desde luego, una condición de todo lo existente; ahora está en grave peligro. ¿Quién no estaría de acuerdo? Sin embargo, las preguntas empiezan precisamente en ese punto y luego viene lo importante. ¿Cuál debería ser el procedimiento a seguir para garantizar la supervivencia? ¿Sería necesario convertir primero a las personas en robots? No lo creo. Quizá las habilidades tengan que ser robotizadas, pero esto no pertenece a los niveles más altos de la consideración crítica y las decisiones inteligentes. Estos niveles, que ya no son pura computación, ni funcionan algorítmicamente, que son específicamente humanos, son los que deberían incrementarse. Y eso no puede hacerse sólo formalmente, al margen de la cultura. Pero, ¿no estamos viviendo ya como robots? Bueno, se ha ido un poco por ese camino. En política, por ejemplo, seguimos nutriéndonos de un pensamiento que fue una respuesta a la situación del siglo XIX, y no parece que se haya ido mucho más lejos. El pensamiento atraviesa, en mi opinión, una crisis profunda desde hace medio siglo. Luego, la irrupción de los medios de comunicación social ha facilitado el desarrollo de los clichés, de las ideas mostrencas, de los estereotipos, del conocimiento de segunda mano, de la información manipulada, que reemplaza al verdadero saber y enmascara la realidad. Ese lenguaje común se ha convertido en una prisión del pensamiento, más que en su expresión. Sí, hay algo de lo que dice. Pero, todo junto, es una expresión de nuestro marco de referencia en las neuronas del cerebro. Y formamos y utilizamos esta codificación del cerebro desde el mismo momento en que empezamos a respirar. Sí, hay mucho de cierto en este aspecto de la teoría de José M.R. Delgado. Asimismo, el difunto psicólogo soviético A.N. Leontiev ha escrito páginas, sumamente significativas, acerca de cómo la conciencia absorbe el contenido social del lenguaje y lo refleja activamente luego. Creo que Leontiev procuraba soslayar las implicaciones mecanicistas que contiene la analogía del computador. He conocido muy bien a Leontiev y mantuve con él numerosas discusiones. Ojalá pudiese incluirle aquí. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 206 El verdadero marco de referencia de la cultura y las actividades sociales no está sólo en el cerebro. El cerebro es un instrumento que funciona de forma muy diferente de una sociedad a otra. El cerebro es humanizado por la sociedad, o deshumanizado, quizá. De acuerdo con los contenidos que se introducen en él por una cultura que es algo más que un conjunto de cerebros. El cerebro humano y la cultura son términos inseparables de una acción recíproca. Pasar esto por alto conduce al reduccionismo, sea mecanicista o idealista, que tanto da para el caso. ¿Está el cerebro interrelacionado con la sociedad? El cerebro humano no es ningún Robinson Crusoe. La acción social incide en él - a la vez que se nutre de él - a través de un aprendizaje que tiene por resultado una evolución totalizada. Uno de los puntos claves del proceso histórico de este mejoramiento recíproco es, o debería ser, el lenguaje. Fundamentalmente pensamos con palabras. Las ideas también las comunicamos con palabras. En el fondo, el frente del desarrollo humano es el lenguaje. Cuando funciona mal, como un impedimento al progreso, estamos en presencia de lo que Stuart Chase denominó 'la tiranía de las palabras'. Cuando hablé de esto con el doctor Machado - quien por supuesto se daba perfecta cuenta del problema -, le insistí en que prestase mucha atención en sus programas a la inteligencia verbal, y no sólo porque la inteligencia verbal es más fácil de mejorar, más dúctil que otros tipos de inteligencia. Nuestras ideas pueden ser aceptables o disparatadas; pero, en el centro del problema, siempre está la palabra: la primera y más radical interpretación de la realidad, la mediación eterna entre la realidad y el hombre. Los niños pequeños confunden las palabras con la realidad, y tienen dificultad para distinguirlas de ella. A los mayores, también nos acecha ese gran peligro de maladie sémantique. Es inmenso el poder de la palabra; con ellas se pueden hacer muchas cosas, incluso demasiadas, sobre todo cuando se desligan de la práctica y de la experiencia personal. Este es uno de los grandes problemas actuales: manejamos un lenguaje planetario desde una experiencia personal reducidísima, casi pueblerina. Siempre me han interesado mucho los estudios sobre el relativismo lingüístico. En el fondo, el mundo en que vivimos y al que respondemos depende en gran medida del lenguaje que empleamos. El lenguaje amplía nuestro campo de acción, pero también lo limita y distorsiona. Hace más fácil la comprensión del mundo, y a la vez la complica. Por ejemplo, uno de los efectos más paradójicos en el Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 207 desarrollo de las ciencias naturales consiste en que pone el acento exclusivamente en el lenguaje del determinismo causal, y deja fuera los juicios de valor y las causas finales, esto es, los lenguajes de sentido; lo cual empobrece notablemente el lenguaje ordinario, que va conformándose poco a poco al lenguaje del determinismo causal, pero fuera de contexto. Porque lo cierto es que, en la vida, asumimos propósitos, valoramos las cosas y vemos en ellas un significado, un sentido. Habría, pues, que rescatar y rehabilitar los lenguajes de sentido, depurándolos si se quiere, pero no marginándolos. Y eso exige aceptar el supremo valor de la cultura, como legitimadora de los fines de la vida - y del uso de la ciencia y de la técnica -, y no dar la impresión de que es sólo la naturaleza la que cuenta, ni suponer que tiene un sentido por sí misma. Los riesgos del naturalismo son mayores a medida que las ciencias de la naturaleza progresan. No podemos confiar la dirección de la vida a conceptos físicos exclusivamente, porque los conceptos físicos y el significado de la vida humana pertenecen a niveles distintos de discurso y ambos son complementarios. Lo específico del hombre es lo cultural, y la cultura no es una mera prolongación o incremento cuantitativo de la naturaleza. Es preciso restablecer el prestigio de los lenguajes aptos para el manejo de los valores y los fines. Entonces, ¿cómo establecemos nuestras prioridades imperativas? Para poder dirigir un proceso necesitamos tener una meta y tenemos que poseer una forma de valorarla, esto es, un sistema axiológico de referencia; y esto no se compagina con un lenguaje mecanicista, ni con una concepción de la vida aprisionada en los estrechos moldes del mecanicismo causal, propio de la ciencia de tiempos pasados. Nuestro lenguaje está plagado de formas que inducen al pensamiento mecanicista, que es fundamentalmente ciego a los fines y los valores y, eo ipso, suicida. No se puede dirigir o entender la historia con conceptos físicos, igual que no se puede hacer física con conceptos históricos. En la medida en que esto sea cierto, nos encontramos resbalando por una pendiente preocupante. ¿Qué sugeriría usted? Una recuperación de la cultura y de las humanidades, una revisión de los conceptos básicos con una perspectiva humanista, una rehabilitación del pensamiento frente al empirismo. No se trata de algo reaccionario en el sentido vulgar del término, sino de reaccionar ante el riesgo. Yo creo que, cuando uno se mete en un callejón sin Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 208 salida, lo más sensato es retroceder, para avanzar por un camino con futuro. Descartando antes que nada los absurdos. Eso es sólo la mitad de la historia; o la mitad de la operación. La otra parte consiste en cómo reemplazar los absurdos por un proyecto que tenga sentido. ¿Necesitamos quizá nuevos dioses, como al parecer necesitamos ilusiones para la economía de nuestra psique, sustituir los sueños y mitos tradicionales por cuentos de hadas propios de la era nuclear? Quizá deberíamos tener en cuenta nuestra propia evolución. El hombre emergió de una tremenda historia de matanzas y muerte, evolucionó en parte como resultado de una inmensa 'lucha por la vida'. Ahora, la prosecución de esa lucha nos llevaría a la muerte, a la destrucción total, y evidentemente, no a formas de vida superiores. De alguna forma el hombre tiene que contar con sus atavismos destructivos y controlarlos o sublimarlos. En lugar de potenciar ese lado oscuro de nuestra condición, deberíamos crear una filosofía y una teología más constructivas de la evolución de la vida: sustituir el determinismo causal, la concepción de la vida humana como 'resultado', por una concepción 'proyectiva' de la vida como proyecto. Yo, desde luego, no soy nietzscheano en mi forma de pensar, pero estoy muy defraudado por la manera en que se suele enfocar este asunto. El hombre tiene detrás de sí una historia completamente horrible de violencia, y su futuro depende de que acierte a ejecutar una inflexión histórica hacia delante. Hemos llegado a un punto en que el amor se ha convertido en algo más que un imperativo moral: hoy día, el amor se va a convertir en la condición de la supervivencia. La creación de totems, reyes, presidentes y generalísimos proviene de las alucinaciones de los faraones de Egipto, que oían la voz de los dioses. El uso de esos totems es característico de un pensamiento concreto, y un poco mágico. Sin embargo, un filósofo, como Martin Heidegger dijo en una de sus últimas entrevistas que sólo podíamos ser salvados por algún dios. A muchas personas les molesta esta idea de tener que apoyarse en un poder superior al humano; pero permítame hacerle una pregunta: ¿por dónde empezaría a erradicar la necesidad de los totems? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 209 Creo que deberíamos dejar de contarles a los niños el cuento de Caperucita, y no importa lo que diga Bruno Bettelheim sobre lo necesarios que son este tipo de cuentos. Yuri Gagarin dio la vuelta a este planeta en menos de una hora. Es posible que no haya nada de malo en que los niños de la China aprendan chino o que los niños de Bali aprendan sus danzas tradicionales. Pero, ¿no deberían compartir todos los niños de esta pequeña bola de billar, perdida en un universo sin fin, los principíos básicos sobre ellos mismos, en relación con los otros y con el universo? ¿No ha llegado la hora de detener estas cruzadas sangrientas contra los musulmanes de Constantinopia o los luchadores de la libertad del Vietcong, de las junglas del sudoeste de Asia? Aunque en el fondo esté completamente de acuerdo, sigo pensando que este punto de vista sólo tiene en cuenta la mitad del problema. Porque la cultura, como es y existe, no se puede borrar. Está ahí, y de ella misma parten nuestras críticas; la contracultura es hija de la propia cultura que critica. También ella tiene su Rotkäppchen y sus hadas. Además, no es sólo una cuestión de proponérselo, sino de medios, de cómo hacerlo, y de estar seguro de que la propuesta es válida. Las tradiciones no son leyes necesarias, desde luego, pueden modificarse, pero hay que saber hacia dónde. Pero los fenómenos culturales no se transmiten genéticamente. Desde que estaba en la cuna me han estado diciendo que en Holanda gobernaba una reina. Fui programado; mis mayores codificaron mi cerebro para que aceptase esas ideas anticuadas, que son totalmente anacrónicas con nuestros días y nuestra era. Hasta que poco a poco me he ido hartando de esas tonterías. Sí, volvemos a la cuestión de cómo empezar desde cero. No es posible, ni es seguro que todo lo que se nos ha transmitido sea deleznable. Porque, si eso fuera del todo cierto, seríamos prisioneros de la locura que hemos 'heredado' y seríamos destruidos por ella antes de que pudiéramos liberarnos de todo lo erróneo que hemos recibido de las épocas pasadas. De alguna manera, la crítica de lo recibido forma parte de esa herencia cultural que criticamos. Es posible que haya que decir a los niños en las escuelas, y a través de los medios de comunicación, que la historia de los reyes, etcétera, es un cuento de hadas del que no tenemos ninguna necesidad. Quizá muchos podrían prescindir de todo eso. Pero puede ocurrir que otros muchos aprecien el valor de esos símbolos y aprecien su función social. Es posible que en Holanda y en España, o en Inglaterra, haya personas razonables que piensen eso. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 210 ¿Podría imaginarse a Giscard d'Estaing bajando por los Campos Eliseos en una carroza que perteneció a Luis XIV? Los franceses desecharon y vencieron esos símbolos. Sí, sería demasiado espectacular, incluso para los amantes de la Comedia Francesa. Pero, ¿qué cree usted que ocurriría si en España desapareciera el rey? Nada. La Sociedad Británica para la Realeza dice que en ciento sesenta o más de los principales países del mundo hay tres reinas y trece reyes dimitidos. Las naciones del sigio XXI se parecen bastante a compañías multinacionales: España Sociedad Limitada, contra Japón Sociedad Limitada. Deberíamos dejar de ondear las banderas patrióticas y convertirnos en jinetes de la tierra espacial, deberíamos sobrevivir y podemos hacerlo si nos dividimos en entidades socioeconómicas que trabajen por la cooperación y no por la aniquilación, en la que se gastan alrededor de quinientos billones de dólares al año en la industria bélica y en la destrucción. Acaso todo eso es independiente de que haya o no reyes. Los intereses económicos desmedidos no son privativos de las monarquías. De otra parte, está claro que soy más escéptico que usted respecto a las utopías drásticas. Hay que preparar a la gente para recibir. Sólo se pueden entender las cosas cuando se está preparado para ellas. Además, como le digo, no estoy completamente convencido de que la reducción de las naciones a modelos puramente económicos tenga mucho que ver con los sistemas políticos: creo que hoy se da en todos. Pero estamos de acuerdo en que, en este momento histórico, los venezolanos han encontrado un enfoque que puede dar paso a una nueva forma de reorientarnos. Sí, lo estoy. Tenemos la misma premisa básica. Realmente, no existe otro camino. No habrá ningún futuro, si la sociedad mundial no se comporta con más inteligencia. Afinar nuestras mentes con la dulce voz de la razón, ésa es la verdadera empresa de nuestra época. No existe ningún otro camino ni ninguna otra esperanza. ¿Sabe usted cómo describió Sommerset Maugham a la esperanza? Como el peor de todos los males que pusieron los dioses en la caja de Pandora, y añadió en sus notas: ‘porque sabían muy bien que era el peor de todos los males, ya que la esperanza es lo que convence a la humanidad para sobrellevar su miseria hasta el final’. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 211 La pérdida de la esperanza era el castigo que aguardaba a todos los que entraban en el infierno del Dante. Pero yo no creo que se pierda la esperanza por entrar en el infierno, sino que se entra en el infierno por haber perdido la esperanza. Y porque en el fondo todos los hombres la tenemos, es por lo que no haremos un infierno del mundo, a pesar de todo. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 212 18 Mikhail E. Vartanian Psiquíatra, Moscú, URSS En Venezuela se ha creado un Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia. ¿Se refiere usted a un Ministerio para la Salud o a un Ministerio de Educación? No, es una entidad independiente. El ministro Machado, en estrecha cooperación con científicos de Estados Unidos, España, Israel y otras naciones, esté iniciando una serie de programas pilotos. ¿Se hace aquí investigación de este tipo, también? Por supuesto, tenemos programas que seguramente serán similares a los que se están desarrollando en Venezuela. En Moscú, por ejemplo, existen escuelas superiores especiales para niños dotados y con talento, que sobresalen en matemáticas y otras materias, para artistas, etc. En nuestro instituto, el principal tema de investigación es la depresión y la esquizofrenia. El personal se compone de doscientos cincuenta miembros, de los cuales ciento diez son médicos y doctores universitarios. Hemos descubierto peculiaridades muy interesantes en los procesos de pensamiento de los sujetos esquizofrénicos. Las personas corrientes, que se supone que piensan normalmente, cuando tratan de resolver un problema, funcionan de una manera notablemente diferente. Seguimos paso a paso la forma en que los pacientes esquizofrénicos, algunos, no todos, resolvían problemas, y descubrimos que lo hacían de una manera completamente distinta a las personas corrientes. Eran incapaces de diferenciar, desde el punto de vista de la lógica normal, entre lo que es racional y lo que es irracional. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 213 ¿No cree usted que en nuestros días las personas que se llaman normales se comportan ante un problema de una forma parecida a sus pacientes esquizofrénicos? Bueno, a veces es cierto que nuestros pacientes presentan ideas realmente raras. No obstante, a pesar de estas ideas dementes, pueden seguir siendo muy productivos. Hay veces en que las ideas dementes dan lugar a desarrollos científicos muy importantes. ¿No se estará refiriendo, por implicación, al Ministerio venezolano para el Desarrollo de la Inteligencia? Por supuesto que no. Pero después de verificar estos fenómenos en los pacientes esquizofrénicos, realizamos pruebas de control para estudiar comparaciones con otros individuos. Se tomaron algunos estudiantes de las escuelas especiales para niños muy dotados para las matemáticas y se les aplicaron las mismas técnicas y medidas. Los resultados fueron realmente asombrosos. El veintiséis por ciento de esos jóvenes escolares, que estaban especialmente dotados para las matemáticas, mostraron el mismo tipo de pensamiento que presentaban nuestros pacientes esquizofrénicos. Se elaboraron estudios complementarios seis o siete años más tarde, y se descubrió que en ese momento la mitad de esos niños necesitaban ya tratamiento y ayuda psiquiátricos. En la actualidad existe una gran polémica en el país, especialmente entre pedagogos y matemáticos, sobre esos descubrimientos. La cuestión que se está planteando ahora es si sería totalmente acertado reunir a todos esos niños superdotados en escuelas especiales, durante períodos de diez años o más. Es posible que, desde un punto de vista social, no resulte ventajoso en absoluto. Pero, los matemáticos, sobre todo, siguen insistiendo en que esas escuelas especiales son necesarias y que hay que llevar a ellas a estos niños superdotados y con talento, tan pronto como sea posible, para que reciban un tratamiento especial. Da la impresión de que usted no cree que sea acertado. No creo que podamos dar ya consejos científicos prácticos para que no se haga. Los venezolanos, en resumen, piensan que el período que va de cero a seis años es vital en la formación de la 'máquina' humana, si bien durante miles de años se han repetido los mismos errores, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 214 y, como dice José M.R. Delgado, los padres y los profesores se ocupan como verdaderos aficionados de los cerebros de los niños, sin conocer ni siquiera los hechos biológicos del cerebro. Estoy totalmente de acuerdo con esa opinión. Fundamentalmente soy geneticista. Trabajo en el campo de la genética de la conducta. Por eso quise entrevistarme con usted. Creo que es un error pensar, como hace mucha gente, que el cerebro de un recién nacido es una 'tabula rasa'. Hay algunos psicólogos en la URSS que tienen esa opinión y probablemente muestran una actitud un poco provocativa al decir que si fuera necesario, podrían hacer que todos los niños se convirtieran en un Mozart. Seguramente los venezolanos estarían de acuerdo con eso, porque consiguieron enseñar a interpretar a Beethoven a sesenta niños indios, en tres meses, aplicando el método del japonés Sazuki. Bueno, examinémoslo con más detenimiento. Al llegar al mundo, todos los seres humanos poseen lo que, en genética, se denomina normas de reacción. Esto significa que cada individuo puede desarrollar todas sus posibilidades hasta un cierto nivel, y que hay ciertos límites de los que no puede pasar. Algunos pueden aprender a interpretar a Beethoven con el violín, o se convertirán en campeones deportivos. Todas las funciones tienen que ser enseñadas y practicadas. No hay duda de que el doctor Machado consiguió que estos niños interpretaran a Beethoven; pero, seguramente, ninguno de ellos llegará a ser nunca un Yehudi Menuhin. Todos los niños pueden ser elevados al mismo nivel hasta cierto punto. Me pregunto que diría Arthur Jensen de todo esto. No estoy de acuerdo con Jensen, porque no se puede comparar la evolución del potencial de la población negra americana, con la de la población blanca. Jensen se esfuerza por encontrar pruebas que demuestren que las influencias del exterior no son vitales. Pero, francamente, no creo que se puedan utilizar sus argumentos. Al parecer ha publicado un libro recientemente. Sin tener en cuenta el hecho de que, seguramente, en Africa las opiniones de Jensen no se van a admitir. Acabo de estar en Nigeria. La Organización Mundial de Psiquíatras está levantando allí un centro muy grande y muy importante. Sería muy interesante ver todo lo que se lleve a cabo en él. Tuve una Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 215 reunión con el ministro de Sanidad de Nigeria y me confirmó que la realidad africana es bastante distinta de lo que creen la mayoría de los observadores extranjeros. Los principales problemas y preocupaciones de los africanos son las deficiencias médicas, las infecciones, las epidemias, el hambre y la pobreza. Al menos, eso es lo que pensamos en el resto del mundo. Por tanto, suponemos que los problemas psiquiátricos o los factores del comportamiento no son prioritarios y caen fuera del ámbito de las consideraciones urgentes. Pero el ministro me explicó que no era así. Mientras que la civilización occidental se ha desarrollado a lo largo de cientos de años, la población africana ha experimentado los procesos de modernización en cuestión de unas pocas décadas. Se ha tenido que adaptar a la era nuclear, sin estar apenas preparada para la avalancha de ciencia y tecnología modernas. Eso es en realidad lo que pasó también en Japón, después de la Segunda Guerra Mundial. El profesor Jiro Kawakita, jefe de un instituto de investigación, cuyo objetivo es la estimuiación de ideas y la resolución de problemas, me dijo que la civilización occidental llegó al Japón tan rápidamente que, según él, los japoneses modernos siguen siendo medio bárbaros y medio civilizados. La enorme influencia de la ciencia y la tecnología de la Europa del Este y de Occidente ha creado problemas de conducta gravísimos en todas partes. Pero los problemas empiezan con lo que el mundo exterior introduce en las mentes de los niños. Se les lava el cerebro antes de que puedan sostener una cuchara. No seamos demasiado idealistas sobre esa cuestión. Hay que ser realistas. ¿Entonces cree usted que es demasiado utópico eiaborar programas, para educar a los niños, de una forma diferente a como se ha venido haciendo en el pasado y que vayan encaminados a desarrollar su CI? En mi opinión, es realmente un planteamiento muy productivo. Estoy convencido de que hoy día, en nuestra era, podemos dedicarnos a mejorar de una manera realista el desarrollo del individuo, especialmente en el campo de la educación. Porque, como ya sabrá, genéticamente no podemos hacer nada. En cualquier caso, ahora no. Quizá dentro de cien años. Por el momento, es completamente imposible. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 216 Por tanto, si el Gobierno venezolano se propone idear métodos de educación, que estimulen los impulsos humanos, puede estar completamente seguro de que personalmente considero que estos esfuerzos son muy positivos. Por supuesto, todavía queda por contestar la cuestión más importante, que es: ¿cómo lo harán?, ¿de qué manera estimularán la inteligencia, o, como dicen ellos, enseñarán la inteligencia? En mi opinión, los programas venezolanos deberían centrarse en el individuo. Me atrevería a decir, incluso, que deberían ser programas totalmente individualistas. La manera de hacerlo es una cuestión que necesita una metodología científica clara y extensa. Porque, si los científicos que asesoran al Gobierno venezolano se limitasen a dar consejos generales, los resultados no serían muy positivos. Ya que un determinado método podría adecuarse perfectamente a la personalidad de unos individuos, en tanto que los demás no se beneficiarían de él en absoluto. Sin embargo, hoy por hoy, todos los niños aprenden con los mismos libros de texto y, además, si pensamos en la inmensa cantidad de verdaderos absurdos que se introducen en sus cerebros, y que mucho más tarde tendrán que descubrir por si mismos que no tienen ningún sentido, todo viene a ser un tremendo fraude. En este punto, no estoy de acuerdo con usted. Está sugiriendo algo completamente idealista. Cuando los niños nacen, se empieza a alimentarles con la leche de su madre. Pero lo ideal sería que pudiéramos escoger una alimentación especial que se adaptase a la constitución de cada niño. Por supuesto, no es una analogía demasiado exacta, pero viene a ser lo mismo, igual que si se tiene que elegir entre comer un filete o espaguetis, depende del gusto personal. Pero, ¿cómo llevar a cabo este tipo de selección en el campo de la educación y el aprendizaje? No obstante, el doctor Machado es la primera persona en el mundo que intenta romper este círculo vicioso de educar a los niños siempre con lo mismo. Estoy de acuerdo, representa una iniciativa muy importante. Particularmente, quizás en una sociedad como Venezuela, que durante las últimas dos o tres décadas ha experimentado unos cambios tan rápidos. Es realmente muy importante. Pero usted no cree que en la URSS se deba crear un Ministerio para el Desarrollo de la inteligencia. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 217 Después de todo, en lo que respecta a la formación de los individuos, tenemos nuestras propias tradiciones. Sin embargo, quizá, si algunas de sus proposiciones resultaran adecuadas, no excluyo que se podrían utilizar a nivel mundial. Creo que quedó perfectamente demostrado, en el viaje que hizo el Papa a Polonia, cuán profundamente están inculcados en la mente humana los valores y prioridades y cuán difícil es borrarlos. Después de todo, la ideologia oficial del Estado fomentó durante casi treinta años el escepticismo religioso, y aun así, millones de personas salieron a la calle a aclamar al Papa. Por supuesto, Polonia tiene una larga historia de catolicismo romano y los cambios se han producido en muy poco tiempo. La reacción y la conducta de los polacos fueron realmente muy interesantes. Pero recuerde que, en este caso, nos estamos enfrentando a modelos muy complicados. Es evidente que, en las mentes y en los cerebros, se inculcan concepciones arquetípicas. Los procesos biológicos son especialmente complicados. No deberíamos explicar la conducta humana sólo mediante la biología. Por otro lado, la evolución humana, que tuvo lugar durante millones de años, creó una inmensa diversidad de comportamientos humanos. Hay personas altruistas, egoístas, mentirosas y sinceras. Esto restringe nuestros objetivos idealistas por muchas razones. Los métodos que utilizásemos con una parte de la población no darían ningún resultado con la otra parte. Este es un aspecto muy importante de lo que estamos discutiendo aquí. Porque, cuando discutamos estructuras generales de educación, no nos pondremos de acuerdo a la hora de determinar programas concretos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 218 19 Alberta Siegel Psiquíatra, Universidad de Standford, California, EE.UU. El presidente de Venezuela cree que, incluso en las personas más atrasadas, el talento está presente, esperando que se le estimule y se le desarrolle. Es bastante frecuente pensar, erróneamente, que la inteligencia se refleja en el éxito. Y así, se cree que las personas ricas y con éxito son las personas inteligentes de la sociedad. Eso es, de hecho, lo que piensa la inmensa mayoría del público profano. Se quedan muy sorprendidos cuando descubren que casi todo el talento verdadero que hay en el mundo se esconde entre los pobres. Y, claro, la mayor parte de las personas del mundo son pobres. Entonces, ¿desde un punto de vista genético, el talento parece estar distribuido equitativamente? No sé si está repartido equitativamente, pero lo que sí es seguro, es que no está distribuido con tanta desigualdad como ahora parece. E incluso si se pensara que la clase media tiene una ventaja genética considerable, el número de personas que pertenecen a dicha clase es mucho menor que el de personas pobres. Por tanto, se podría afirmar, matemáticamente, que la mayor parte de los individuos con talento están entre los pobres. Esto es cierto incluso para Estados Unidos, donde casi todo el mundo pertenece a la clase media. En países de economía agrícola, como es el caso de las naciones en desarrollo, donde la clase media es pequeña, es evidente que la mayor parte del talento se encuentra entre la clase trabajadora y el proletariado. Me atrevería a decir que no hay ningún país en el mundo que sea una excepción a esta generalización; a saber, que la inmensa mayoría de niños con talento nacen de padres pobres. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 219 Según parece, el programa venezolano pretende, ante todo, ayudar a la gran mayoría de la población venezolana; por tanto, a los pobres y atrasados. Lo primero que hay que tener en cuenta es el ambiente prenatal en el que se desarrolla el niño. Es necesario considerar la alimentación de la madre, su salud, porque hay que empezar por darle al niño una buena alimentación. De esta forma, nacerá con el necesario para que se forme el sistema nervioso, que más tarde le permitirá desarrollar el talento. Previniendo la enfermedad en las madres, se protege la salud de la próxima generación. Enfermedades, como la rubéola y otras, a veces dañan a los niños hasta el punto de dejarles ciegos, mudos, etc. Por tanto, la salud maternal debería ser un elemento prioritario en cualquier lista, especialmente si se intentan desarrollar talentos en la próxima generación. Cómo hacer ver todo esto es difícil, porque muchas madres no comprenden la importancia de su salud y de su alimentación en relación con estas cuestiones. En las naciones en desarrollo no van a clínicas prenatales. No obstante, la única forma de darle al niño un buen comienzo en la vida, es asegurando la salud de su madre. Esto incluye proteger a las madres de los efectos de drogas dañinas, que perjudican también a los niños. Igualmente, es importante el control de la natalidad. Bueno, realmente, en muchos países también se debería evitar que las mujeres quedaran embarazadas con mucha frecuencia, porque esto impide que reproduzcan adecuadamente. En Sudamérica, la mayoría de los médicos están convencidos de que las mujeres tienen demasiados hijos. Quedan agotadas como agentes reproductivos. Lo que quiere decir que se deberían espaciar los nacimientos y controlar la natalidad. No un control para prevenir la concepción, sino para que los nacimientos no fueran tan seguidos y todos los niños tuvieran la oportunidad de vivir un tiempo con su madre antes de que llegue el próximo hijo. Lo que quiero recalcar es que se pueden hacer muchas cosas con una población como la de Venezuela o la de cualquier país de Sudamérica o del Tercer Mundo, incluso antes de que nazcan los niños. Luego, tan pronto como el niño llega a la vida, se debería prestar verdadera atención para que reciba todo tipo de cuidados, y para esto es necesario que las madres no estén agotadas por una excesiva cantidad de trabajo. En los países donde la economía sigue dependiendo del trabajo de la mujer joven, se descuida a los niños. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 220 ¿Qué me dice de las guarderías? Las investigaciones muestran que, en los países del Tercer Mundo, son los niños de nueve años los que atienden a los pequeños. No les cuidan las mujeres adultas. Las madres pasan el día fuera de casa, trabajando en el campo, ocupándose de la agricultura. O son las abuelas las que cuidan de los niños. En realidad no suele ser así. Además, en los países subdesarrollados las mujeres no viven lo suficiente como para ser abuelas. Mueren. Muchas de estas mujeres mueren del agotamiento de traer hijos al mundo. Por tanto, de lo primero que habría que ocuparse, a la hora de intentar mejorar la inteligencia de las poblaciones del Tercer Mundo, es de que los adultos estén implicados en la educación de los niños, en vez de que sea otro niño quien lo haga. En la Unión Soviética, el setenta y uno por ciento de las mujeres trabajan y a los niños se les deja en las guarderías. Pero eso, al menos, significa que están dirigidos por adultos. Hay una teoría, en este campo, que afirma que se puede predecir la inteligencia del niño estudiando la composición familiar. ¿Por qué son los primogénitos los más inteligentes? Porque la composición de la familia de un primogénito es de dos adultos y un niño. Y ¿por qué no son tan inteligentes los niños que nacen en segundo lugar? Porque la composición familiar es de dos adultos y dos niños, y así sucesivamente. De acuerdo con esta teoría, se puede predecir cómo será el desarrollo del niño, considerando hasta qué punto está influenciado por adultos o por niños. Y si esto es cierto, para la población de Estados Unidos, por ejemplo, entonces deberíamos considerar lo importante que es esta cuestión para las masas del Tercer Mundo. He estado en Ecuador, y lo más normal es ver que son los niños los que se ocupan de los niños, no los adultos. Creo que es una concepción occidental creer que la educación de las madres será de gran ayuda, porque en los países en desarrollo, en la mayoría de los casos, no son las madres las que se ocupan de los niños. Pero, quizá, los venezolanos quieran volver a una situación en que sean las madres las que atiendan a sus hijos. Realmente maravilloso; pero, ¿quién se ocupará del trabajo agrícola? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 221 Las máquinas, tal vez. Definitivamente, lo que hay que hacer antes que nada es crear un clima en el que las madres se sientan valoradas por cuidar de sus hijos y estén orgullosas de sí mismas, al ver que sus hijos prosperan. El ministro Machado están intentando servirse de la televisión para reeducar a las madres en el cuidado de sus hijos. Sería muy interesante ver si da resultado. En este momento hay un equipo americano en Perú que estudia la inteligencia. Tal vez Venezuela sea más opulenta que Perú; pero, todavía, se podría intentar. En la India se han elaborado proyectos que siguen esas líneas. En los barrios bajos de Estados Unidos utilizamos técnicas similares para tratar de cambiar la actitud y el comportamiento de las madres con sus hijos. Al parecer, la única manera de conseguir algo es centrándose en la madre. Si se interviene directamente con el niño, se pueden conseguir resultados temporales, pero los verdaderos resultados permanentes se obtienen interviniendo con las madres. Por tanto, es muy posible que, con este enfoque, el ministro Machado vaya por buen camino. Pero, por supuesto, la diferencia está en que, en los Estados Unidos, las madres creen en la maternidad, mientras que no estoy muy segura de que, en los países del Tercer Mundo, las madres se vean a sí mismas cuidando de sus hijos. Volvamos al tema de las guarderías. En este momento estoy dando un seminario sobre guarderías y revisando todos los datos de las investigaciones que han realizado sobre el tema, desde los años cuarenta y cincuenta. La historia de las guarderías es que se establecieron hace ya muchos años para proteger a los niños abandonados. Pero el hecho es que no los protegían, los niños se escapaban o morían. Así es como ocurrió en Londres, París, Dublín y en muchos otros sitios. Las Iglesias también trataron de fundar instituciones dedicadas al cuidado de los niños, pero se convirtieron en casas de la muerte. Más tarde, en el siglo XX, al parecer se comprendió de qué manera habría que dirigir estos organismos para que los niños sobrevivieran. Y por primera vez se consiguió criar a los niños en una institución. Pero en el proceso se observó que no se desarrollaban normalmente, y se empezaron a realizar investigaciones para descubrir por qué estas instituciones tenían up efecto tan perjudicial en ellos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 222 Uno de los mejores estudios fue el que elaboró Wayne Dennis, un psicólogo americano, en Beirut. Llevó a cabo su investigación en una institución dirigida por monjas de una orden religiosa francesa. Algunas de las niñas que se criaban allí eran huérfanas, a otras las habían abandonado sus padres, debido a su nacimiento ilegítimo. La mayoría de ellas acababan siendo criadas, sirvientas o trabajadoras normales. Recibían muy poca educación, su inteligencia no se desarrollaba, y no tenían ningún tipo de círculo familiar. Esto era devastador, porque en el Líbano impera un sistema familiar muy arraigado. Sus resultados en los tests de inteligencia eran muy pobres. En 1959, algunas azafatas de las líneas aéreas francesas se interesaron por el porvenir de estas niñas y empezaron a hacer gestiones para que fueran adoptadas en Francia y Estados Unidos. El profesor Dennis comparó, entonces, la vida de aquellas que se quedaron en la institución, con la de las que habían salido al mundo exterior. Las que se educaron en América, empezaron a parecerse a americanas normales. ¿Y las que se quedaron en el Líbano? Cuando se formalizó legalmente la adopción, muchas de ellas fueron recogidas por familias de clase media. Las que fueron adoptadas cuando eran todavía muy pequeñas, acabaron bien, pero las que se habían educado en la institución, sufrieron consecuencias muy negativas: apatía, bajo CI, poca ambición y poca capacidad en general. Lo más curioso es que las más incapacitadas de estas mujeres volvieron al orfanato y les dijeron a las monjas: ‘No puedo soportar el mundo exterior.’ Así, por compasión, se les permitió volver a entrar para que se ocupasen de la siguiente generación. En realidad, no eran las monjas las que cuidaban a las niñas, pues se ocupaban más bien de la administración, sino estas mujeres desgraciadas que nunca conocieron las atenciones que recibe un niño normal. Además, las monjas tampoco entienden mucho de niños. Me temo que esta situación es muy corriente en la mayoría de las instituciones de este tipo que hay en el mundo. Pero los venezolanos creen que las madres reales tampoco son muy conscientes de los delicados mecanismos que hay en las mentes de los niños. Como dice José Delgado: ‘¡Ni siquiera conocen los hechos biológicos del cerebro!’ Lo interesante de los orfanatos es que son los mejores ejemplos de lo que es mínimamente compatible con la supervivencia de un Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 223 ser humano. Comparado con un niño de orfanato, el hijo de una familia rural venezolana está totalmente intacto y se convertirá en un ser humano normal. A este niño venezolano se le ha dado mucho más de lo que nunca recibirán los niños de orfanato. ¿Sabe cuál es la mortalidad infantil en Venezuela? En las regiones rurales de Guatemala, un niño de cada dos muere a los cinco años de edad. Mueren la mitad de los niños; pero, ¿qué pasa con la otra mitad? Se impide su crecimiento de muy diversas formas. Porque las enfermedades y la mala nutrición matan a una mitad, pero los que sobreviven no están exentos de ellas. Simplemente, las sufren menos. Sobreviven. En los países en desarrollo, los niños se crían en condiciones increíbles. Desde su punto de vista, enseñarles a tocar el violín no es lo primero que se debería hacer. No; la idea de niños indios tocando en una orquesta sinfónica me da risa. ¡Dios mío!, me pregunto si, antes que nada, reciben una dieta adecuada, o si se les han puesto todas las vacunas que necesitan. En otras palabras, si se han atendido sus necesidades normales primarias. Desde luego, China, como país en desarrollo, por lo que yo sé, tiene una mortalidad infantil tan baja como la de muchas naciones occidentales desarrolladas. Me parece que su país, Holanda, tiene la tasa de mortalidad infantil más baja del mundo. Estados Unidos es más o menos el número trece. Creo que es una interesante estadística. Existe lo que se denomina una serie continua de accidentes, debidos a la reproducción, y una serie continua de accidentes, debidos a la falta de cuidados. El número de muertes nos indica hasta qué punto estas series continuas son mayores en una nación que en otra. Definitivamente, hay países en desarrollo donde la cifra de mortalidad infantil no es alta. Por lo que sabemos, los niños chinos no mueren durante las primeras etapas de su vida y, sin embargo, en China la tecnología, la atención médica, etc., no están muy desarrolladas, pero la vacunación y la alimentación son adecuadas. Son una prueba viviente de que para mantener la salud de los niños no es necesaria la tecnología moderna. Todas las personas que han visitado China cuentan cosas maravillosas de los niños de ese país. Son niños sanos, inteligentes y activos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 224 Lo que se está invirtiendo en esos niños son recursos humanos, que, después de todo, es lo que más hay en China: trabajo humano. Y de una forma o de otra, desarrollan una ideología en la que el cuidado y la crianza de los niños reciben la máxima prioridad. No parece ser esta la ideología imperante en Sudamérica o en muchas otras naciones en desarrollo. Es cuestión de sociología política. Ante todo, es un problema de la capacidad de comprensión que tienen las personas. Piense en esos curas y monjas católicos romanos que sienten la necesidad de hacer algo por el mundo, y lo más maravilloso que hacen es crear esos orfanatos. La gente contribuye con dinero a su mantenimiento. Pero lo cierto es que no dan buen resultado. No parece que se trate de una falta de motivación, sino más bien de que son incapaces de comprender lo que está pasando. Todo lo que se haga para preservar la vida, a la larga, la mejora; por eso, es absolutamente esencial empezar por ocuparse de la alimentación y de la atención médica de las madres y de los bebés. Por supuesto, esfuerzos educativos como los que parecen estar ideando los venezolanos, tienen que intentarse. Sería un crimen no utilizar la televisión, porque hoy día es una tecnología muy evidente. A todo el mundo le gusta. Desde luego, sería vergonzoso no utilizar este medio de comunicación. Pero, ¿cómo aplicarlo? Ese es el problema. Quizá sea muy acertado lo que se está intentando hacer en Venezuela. Incluso es posible que la idea de enseñar a tocar el violín a los niños indios sea justamente lo que se necesitaba para demostrar a la jerarquía política de Venezuela, que la concepción elitista de que el talento se distribuye entre los ricos y los poderosos, es completamente errónea. Al parecer, la opinión de los profanos es que el motivo de que las personas sean ricas es que llevan el talento en sus genes. Y, si se les puede persuadir de que eso es erróneo, tal vez también ocurran otras cosas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 225 20 Roger Schank Director del Laboratorio para la Inteligencia Artificial, Universidad de Yale, Connecticut, EE.UU. Mencionó usted en el Newsweek(1) que es imposible entender cualquier noticia publicada en un periódico, ‘a menos que se posea una inmensa cantidad de conocimientos internacionales’. Exacto. Un lector medio no entenderá el noventa por ciento de los artículos del New York Times. No posee los conocimientos suficientes. Uno de mis ejemplos preferidos es la invasión soviética de Afganistán. Jimmy Carter hizo unas declaraciones en las que aludió al Compromiso de Munich de 1938, sin explicarlo en realidad. La inmensa mayoría de las personas de este país no saben lo que fue el Compromiso de Munich. Carter estaba intentando establecer una analogía entre los rusos y los nazis, que sólo se puede apreciar si se sabe algo sobre la conducta nazi con anterioridad a la Segunda Guerra Mundial. Lo que intentaba decir era: ‘Tenemos que tratar a los soviéticos de la misma manera.’ Fundamentalmente, la comprensión consiste en tomar una serie de acontecimientos pasados y aplicarlos a sucesos presentes, que puedan ser parecidos. Carter intentaba hace, que el público siguiese su razonamiento, pero dudo que éste lo hiciera. Todo esto subraya el probiema de cualquier democracia ante un público o electorado muy poco y muy mal informado. Yo, honestamente, no creo en la democracia. La gente de este país no posee la información suficiente para tomar estas decisiones. Las elecciones presidenciales, por ejemplo, están destinadas al fracaso. ¿Por qué tenemos como presidente a Ronald Reagan? Por- (1) And Man Created the Chip, pág. 53, 30 de junio de 1980. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 226 que habla bien, es chistoso, es un actor, etc. Elegimos a las personas porque nos gustan. Pero eso no tiene nada que ver con sus conocimientos o su capacidad para dirigir el país. Es un problema bastante serio. ¿Sabe alguien cómo dirigir una superpotencia en la era nuclear? Hay que vigilar demasiadas cosas. ¡Es espantoso! Arnold Hutschmecker, el que fue consejero psiquiátrico de Richard Nixon, me dijo que tendrá que llegar un sistema en el que los dirigentes o los presidentes tengan que someterse a un examen igual que cualquler otro aspirante a un puesto directivo superior. Hay quien piensa que mi solución es una fantasía, pero yo creo que las computadoras deberían ser el presidente de los Estados Unidos. Por lo siguiente: Lo que tenemos ahora es un problema de conocimiento. Seguramente, no hay ningún individuo que posea la inmensa cantidad de conocimientos que se necesitan, en realidad, para tomar decisiones sanas. Por supuesto, hablo sólo en términos de un objetivo futuro. ¿Está relacionada esta idea con su trabajo aquí? ¿Cómo almacenan las personas sus conocimientos? ¿Cómo se recuerdan exactamente las cosas apropiadas, que pueden ser de utilidad para resolver un problema? Cuando nos enfrentamos a una situación definida en la vida, ¿cómo recordamos una situación anterior que fue parecida? Las personas aprenden de experiencias pasadas; pero, ¿cómo nos convertimos en la computadora que hace todo eso? De esto es de lo que trata nuestro trabajo aquí. Ahora mismo tenemos un programa de computadoras, en nuestro laboratorio, que puede leer datos sobre el terrorismo. Confiamos en que este programa se convierta en el experto mundial del terrorismo. Quizá la máquina pueda convencer a Alexander Haig de que no se trata sólo de los rusos. La cuestión es que cuanto más lea la computadora, más entenderá, más generalizaciones podrá hacer, más podrá aprender. Después de eso, puede empezar a entender y a hacer hipótesis, y a comprobarlas. Tras llegar a la conclusión de las posibles causas del terrorismo, puede leer más datos, extraer conclusiones posteriores y así sucesivamente. Es evidente que tales programas podrán compilar un conocimiento total que ningún ser humano podría tener. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 227 Ningún ser humano puede leer datos sobre el terrorismo día y noche sin volverse loco. Una computadora programada lo hará felizmente y sin interrupción. Por tanto, tendremos expertos automatizados. Las computadoras pueden reunir todos los conocimientos que haya sobre terrorismo que existan en el mundo. ¿Una computadora como secretario de Estado? ¿Por qué no? ¿Qué necesita una persona? Los individuos tienen creencias y prejuicios. Su información es incompleta. Pueden tener ideas preconcebidas sobre sólo un cierto tipo de gente puede hacerse terrorista. Con frecuencia, confunden las cosas. Una computadora no tiene ninguna creencia inherente sobre nada. Las máquinas no se declaran en huelga. Las máquinas pueden avanzar y avanzar incesantemente, y convertirse en expertos. Una computadora puede tener una única misión. En este caso, decide sólo sobre el terrorismo. Si lo puede hacer con el terrorismo, también podrá programar el capitalismo o el socialismo. Cualquier cosa. Hemos elegido el terrorismo porque está en todas partes. Como verá, eso es en definitiva por lo que pienso que una computadora debería ser el Presidente. ¿Qué hace que una computadora sea diferente? Que tiene una serie de conocimientos y los utiliza para comprender lo que está pasando. Conocimientos que le son suministrados a la computadora por usted. Sí; introducimos en la máquina conjuntos de creencias. Preferiblemente información, acerca del mundo, que sea cierta. Francia está junto a Alemania, por ejemplo, es una creencia útil. Por supuesto, hay otras más sutiles. Se podría poner la propia creencia personal. Si se busca a un terrorista, se le podría decir que busque un árabe, porque este hecho es más probable que cualquier otro. Pero no acabo de comprender la sugerencia de elegir una computadora en vez de un presidente. Lo que habría que plantearse en relación con la democracia y los presidentes es: ¿No deberíamos elegir sistemas de creencias en Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 228 vez de personas? ¿Se debería permitir votar a la población americana la proposición de...? ¿El capitalismo es preferible al marxismo? Cualquìer cosa. El aborto, cuál debería ser la tasa tributaria, elija lo que quiera, pero votemos los problemas, no personas o personalidades. Imagínese a esta computadora presidente, que sabe completamente cómo desarrollar hasta el final, de una manera lógica, lo que se le pida que lleve a cabo, Posee un conocimiento perfecto de cualquier dominio que haya leído. También tienen acceso a otras computadoras, que a su vez han tenido acceso a otros datos y todavía lo tienen. De esta forma, elegiríamos una serie de creencias. ‘Dado que yo quiero reducir la tasa tributaria un quince por ciento -dice la computadora- aquí está la consecuencia lógica de ello. Aquí está lo que sé como experto. Aquí están mis conocimientos sobre economía. Tengo datos de todas las naciones del mundo. Conozco todas las posibilidades del conocimiento práctico y pragmático sobre economía. Existen ciento sesenta países. Tienen tales sistemas económicos. Este no da resultado. Aquél, tampoco. Esto es lo que hicieron los alemanes en una determinada situación. Eso es lo que hicieron los japoneses. Dado que el objetivo es reducir las tasas un quince por ciento, esto es lo que se debería hacer.’ De hecho, no necesitaríamos tener elecciones cada cuatro años. Podríamos tenerlas cada diez minutos: todo el mundo podría sentarse fácilmente ante una terminal de la computadora y votar cómo se debería actuar en un problema, o someter a referéndum determinadas creencias. No entiendo cómo un ciudadano medio, cuya 'máquina', en lo que se refiere a lo que ocurre en el mundo, está desarrollada igual que el cerebro de un cazador de cabezas papú, podria tomar una decisión, incluso en lo que respecta a su querer reducir un quince por ciento la tasa tributaria. ¿Cómo acortar la enorme distancia, la desigualdad que existe entre los cerebros y las computadoras que todo lo saben? Sí; el individuo medio, por supuesto, sigue teniendo muy poca información. Es una cuestión muy importante. Lo que quiere usted decir es: ¿Cómo elegirían las personas, si las computadoras saben muchísimo más que el individuo que utiliza la máquina? Bueno, así es como se elegiría: Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 229 Considere, por ejemplo, el tema del aborto. Es una cuestión de creencias. Por supuesto, la computadora nunca sabría al respecto más de lo que sabe cualquier otro individuo. Ya se esté a favor o en contra. Las personas tienen el derecho a votar sobre ello. Este es un ejemplo clásico de creencia. Otro es: ¿Deberíamos mantener la promesa de devoción a Dios? Esto, sencillamente, es una creencia. El primer tipo de creencias son aquellas posiciones que simplemente no se puede demostrar si son ciertas o erróneas. El segundo tipo de creencias es de otra naturaleza: ¿Deberíamos creer que los soviéticos son el enemigo? En este caso, las personas pueden votar que creen que los soviéticos son el enemigo. Se puede decir a la máquina que lo son. Pero ésta puede todavía decidir, con medios razonables, si eso es o no cierto. En otras palabras, no tiene que actuar sobre todo lo que creen las personas. Tiene que partir de una premisa. Pero, es obvio que dispondrá de los mecanismos para anular las premisas que sean contrarias a la evidencia. En otras palabras, las computadoras estarían programadas de tal forma que corrigiesen los absurdos que hay en las mentes de las personas; pero, ¿corregirían también los absurdos que las personas, seguramente, tratarían de programar en las méquinas? Correcto. Y, dicho sea de paso, eso es exactamente lo que hacen actualmente muchos presidentes. La gente eligió a Nixon para luchar contra el comunismo. Y Nixon dijo: ‘¡Al demonio con eso!’, y se fue a China y a la Unión Soviética. Lo que estoy sugiriendo es sencillamente que nuestras decisiones tengan una base lógica. Puede que sea razonable hacer la paz con China y la Unión Soviética, basándonos en una información completa sin mancha de prejuicios. ¿Por qué se dedica a este campo? Me fascina la mente humana. Cuanto más descubro sobre ella, más me impresiopa. Pero, como dice Delgado, todavía no podemos reproducir una célula humana. No es cuestión de reproducir nada. Las computadoras siguen series de instrucciones. ¿Qué hace cuando quiere escribir una carta? Primero, decide a quién se la va a dirigir. A continuación, piensa de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 230 qué va a tratar. Luego, cómo componer las frases, etc. Si descubrimos, una a una, cuáles son estas etapas, las computadoras lo podrían hacer también. Por tanto, lo que más nos interesa es lo que hacen los seres humanos, cuando se ocupan de algo. En algunas áreas hemos conseguido duplicar, de una manera razonable, lo que hacen las personas. Especulando a partir de eso, aun cuando no haya sucedido todavía, será sólo cuestión de tiempo el que podamos duplicarlo perfectamente. El cerebro, las células humanas, no son pertinentes a este respecto. No nos interesan las bases físicas de cómo hacen las cosas las personas. Nos importan los pasos que siguen, y cómo hacer que una máquina los reproduzca. En este caso, no hay ningún límite. Una ventaja es que las computadoras no tienen fallos de memoria, y nosotros sí. Esa es una equivocación clásica. Las personas deben olvidar. El poder de la memoria de los seres humanos se basa en la capacidad de olvidar. La posición de Aldous Huxley en Las puertas de la percepción. Sí. Lo importante es enfocar los elementos claves de lo que se debería saber. Imagínese si una persona cuando lee el New York Times tuviera que recordar toda la información que se le ofrece. No obstante, es espantoso pensar en la cantidad de absurdos con que se inundan las mentes de los niños. Tiene que ser así. No hay manera de evitarlo. El niño quiere saber. La cuestión es quién se lo enseña. Un niño busca explicaciones sencillas. Trate de explicar a un niño de tres años qué es un gobierno. Es imposible. Vivimos estas metáforas y analogías. No hay manera de evitar contarles a los niños ese tipo de cosas. Pero, ¿tenemos que hablarles de la crucifixión de Cristo? No hay por qué decir nada de la religión. Pero, entonces, ¿por qué todas las culturas tienen religión? Porque no podemos enfrentarnos al hecho de que no entendemos qué demonios pasa. Por tanto, tenemos que inventar algo. Pero, ¿no es hora ya de que inventemos nuevos mitos y símbolos distintos de los traumáticos cuentos de hadas que utilizábamos Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 231 hasta ahora? Fíjese en las consecuencias. Todavía se cortan cabezas por profesar creencias diferentes, cuando en realidad, de una forma o de otra, todas son creencias, que seguramente no tendrían el apoyo de las computadoras. Estoy de acuerdo. ¿Cómo salir del círculo vicioso? ¿Cree que la inteligencia se puede enseñar? Sí, se puede. Aunque eso no significa que se vaya a convertir a todo el mundo en un genio. Pero creo que siempre que se quiera, se puede enseñar a los niños los conocimientos más sencillos. ¿Cree que sería posible programar una computadora de aprendizaje para todos los niños del mundo? ¿Qué quiere decir? Componer una máquina con información básica; que todos los niños de la Tierra la puedan sintonizar; para que así aprendan algunos de los hechos innegables de la vida, el planeta y el universo, y remplacen con ellos esa variedad, sin fin, de cuentos de hadas -la mayoría de ellos sangrientos y autodestructivos-, en un esfuerzo por mejorar la higiene psicológica de todos. Las mentes de los niños se están envenenando en vano. ¿Por qué pasa esto? Porque desde siempre, generación tras generación, se ha repetido la misma basura. Se refiere usted a la enseñanza universal. Bueno, estoy de acuerdo y en desacuerdo. Le diré primero por qué estoy en contra. Creo que, fundamentalmente, las personas buscan y tratan de encontrar a su propia clase, sea cual sea lo que ésta signifique. Incluso si no existiera tal cosa como su propia clase, la definirían de alguna manera. Si no hubiera grupos étnicos o religiosos, entonces la propia clase sería la gente de la oficina. En Japón, por ejemplo, los estratos sociales se definen en cierto modo así. Tendemos a encontrarnos con las personas a las que más apegados estamos. Imaginar que se es uno con el mundo o el universo, no es necesariamente una buena idea. Porque, ¿a quién se está más apegado? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 232 A la madre. ¿Y si se está más apegado a la esposa? Otros lo están a los hijos. Esto es fundamental en la naturaleza humana. Para los animales también. Pero, ¿por qué po podría coincidir la noción de la familia o de la tribu con la misma idea unificadora sobre el Cosmos? ¡Tener un solo dios, en lugar de que haya docenas, y de que todos traten de cortar el cuello de los demás, en el nombre de sus propios santos, porque piensan que son los mejores! De acuerdo, esa es la parte negativa. Pero sigo pensando que es muy humano buscar la propia clase, la propia 'sangre'. Le voy a decir lo que considero el lado positivo de su sugerencia. Lo puede ver en la mayoría de las peleas y discusiones que ocurren en Estados Unidos. Entra a un bar y ve que la gente está hablando de béisbol. Pueden 'llegar a las manos'. Pueden matarse por un juego de béisbol. Pero con mucha frecuencia, de lo que realmente se trata es de una falta de información. La cuestión es: ¿Cómo lograr a gran escala que las personas accedan a la información? Esta es la respuesta: por medio de las computadoras. En Irlanda del Norte, a los niños les enseñan padres católicos romanos, profesores católicos romanos y curas católicos romanos. Sencillamente, el niño católico romano no tiene acceso a toda la información. No sabe toda la historia de Inglaterra ni la de Irlanda, ni conoce toda la literatura disponible sobre el tema, ni la literatura referente a las personas y la solución de conflictos, etc. Si hubiera una computadora -que no tiene ningún prejuicio en particular y está dispuesta a informar, y conoce toda la información que hay que saber sobre el grave problema al que se enfrenta actualmente Irlanda-, entonces, se le podría decir al niño católico, o a cualquier otro niño de Irlanda: 'Lee esto.' Y que evite a los padres, curas y profesores. Sí, porque los padres tampoco lo han leído nunca. Estoy de acuerdo en que es un círculo vicioso terrible. Francamente, estoy asombrado por las posibilidades que parecen ofrecer las computadoras. Tenemos una computadora, en nuestro laboratorio, que discute cada lado de la crisis de Oriente Medio. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 233 ¡Désela a Sadat, Begin y Habib! Hemos programado a un árabe y un israelí que discuten y se pelean. ¿Sabe cuál es la diferencia entre los programas que expresan los planteamientos árabes e israelíes? Desde un punto de vista lógico, casi no hay ninguna. Es sólo un problema de lo que quieren creer. Por tanto, la cuestión básica es en realidad: ¿qué acceso tienen a la información? Así, una persona considera la información de una forma, y la otra persona, de otra. En el fondo, se dice que no hay solución posible, porque se trata de un conjunto de creencias. Después de todo, no hay una única verdad. No sabemos, según cabe suponer, lo que ocurrió realmente. Pero, en cierto sentido, pienso que sabemos perfectamente lo que ha pasado en los últimos cuarenta años en Oriente Medio. Con mucha frecuencia, en estos casos, no existe ningún conflicto en absoluto. Lo importante es descubrir la forma de parar el odio, la irracionalidad de las personas que afirman que no les gusta el otro bando. En realidad, la única respuesta es la información bien fundada, sin prejuicios, imparcial y pragmática. En la inteligencia artificial, hablamos de 'guiones'. Un guión es lo que describe cualquier situación. Un ejemplo claro es 'un restaurante'. Programamos una máquina con la secuencia de sucesos que ocurren en un restaurante. Lo que nos proponemos es, por supuesto, que se entiendan los modelos del mundo exterior en función de los modelos propios. Pero cada modelo reaccionará a los 'guiones' de forma diferente. Lo más triste es que, algunos individuos, cuando los acontecimientos se apartan de los modelos, ignoran los cambios y se apegan a los modelos. Las personas torpes son las que yo llamo 'gente basada en el guión'. Ven las cosas en términos de modelos. Los demás cambios, que no se ajustan a los modelos, se ignoran. Aqui aparece la inteligencia. ¿Qué hará una persona inteligente? Una persona inteligente utiliza lo que denomino 'interrupciones de expectativa'. En el caso del restaurante ocurrirá tal cosa, y tal otra, etc. Pero, ¿qué pasa si en un determinado momento la camarera no viene a la mesa? Le puede entrar a uno pánico. Se puede ignorar. O se puede decir: ‘Me pregunto si esto es similar a alguna situación Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 234 anterior que haya conocido’, abstrayendo hasta un determinado nivel. De esta manera, se llama al maître y se resuelve el problema. Los problemas se resuelven abstrayendo hasta un cierto nivel. Es un ejemplo muy trivial. Pero, cuando en la vida se nos presentan situaciones más complicadas, no podemos considerarlo todo en términos de 'guiones'. Las personas inteligentes aprenden a enfocar los problemas desde este tipo de planificación general de nivel superior de categorías. No es muy difícil enseñar a los niños a actuar en este nivel. Pero no se enseña esto en las escuelas. Lo que se hace es enseñar a los niños a considerar las cosas de la manera más mundana. Que es la manera 'basada en el guión'. En vez de la manera más complicada, que es la creación de nuevas generalizaciones basadas en 'las interrupciones de la expectativa'. Esto nos lleva al terreno del programa venezolano. Acabo de terminar un libro sobre cómo enseñar a leer. Estaba furioso por la manera en que se les enseñaba a hacerlo a mis hijos en la escuela. Los dos habían aprendido conmigo cuando tenían tres años. Pero cuando llegaron a la escuela, les fue muy mal. Me preguntaba por qué. Hasta que vi su material de lectura y lo supe. Les enseñaban a leer con tests. Sólo les interesaba cómo se elige esta respuesta y esta otra. Hice algunos experimentos con mis hijos. Eligieron, por ejemplo, la respuesta correcta a una pregunta en particular, que resultó ser la palabra 'monopolizar'. Entonces les pregunté qué significaba. No lo sabían. Pero dieron la respuesta correcta. Siempre que les sometía a una prueba de vocabulario, no tenían ni idea de lo que significaban las palabras, pero daban las respuestas correctas. Fue muy gracioso. Las personas que diseñaban estos tests no tenían ni idea de lo que estaban enseñando. De hecho, no se puede enseñar vocabulario nuevo con ese método. Lo que hay que hacer, cuando se enseña a leer, es enseñar el conocimiento de una situación. Suponga que quiere enseñar la historia del Caribe. La razón de ello, digamos que es hacer que los niños puedan leer La isla del tesoro. No se puede leer este libro a menos que se tengan algunos conocimientos del ambiente en que se desarrolla. Por tanto, sugiero que se deje a los niños jugar a los piratas en una situación en que se utilice la historia y la geografía del área. Dejemos que se lo pasen en grande mientras aprenden, antes de abrir el libro. Luego, puede que estén listos para leer La isla del tesoro. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 235 ¿Cómo perjudican a los niños estos métodos de enseñanza? Lo que se hace actualmente aburre terriblemente a los niños inteligentes. Están tan aburridos que no ponen atención en la escuela. Nosotros, como sociedad, matamos a nuestros hijos inteligentes por tratar de que hagan cosas que odian. Incluso aprenden a evitar la escuela. No es de extrañar que la mayoría de las personas inteligentes de Estados Unidos se dediquen a los negocios. Salieron del sistema escolar, donde se les dijo lo que tenían que hacer. Entraron en un sistema, donde no podían hacer lo que querían. Tal vez, esté bien para ellos, porque poseen una propiedad y una familia en los suburbios, pero no es tan bueno para la sociedad en general. Porque no perseguimos el conocimiento y no hacemos progresar a la sociedad todo lo que podría. Y a las personas que tienen éxito en la escuela, se les recompensa por conformarse. Es una situación realmente terrible. Esas suelen ser las personas que aprenden a ser torpes. Pensar grandes pensamientos no se premia. Pensar pensamientos estrechos, sí. ¿Cuál es la solución? Parte de ella tiene que ver con las computadoras. En general, los profesores no son demasiado brillantes (no se gana mucho dinero en la enseñanza). ¿Por qué no tener computadoras en lugar de profesores mediocres? Todos los niños pasarían unas cuantas horas jugando con una máquina. Incluso no se necesitarían clases. El profesor desempeñaría un papel nuevo y no tendría que entender la computadora. Por fin las escuelas harían lo que tiene que hacer una escuela: socializar. Los profesores se ocuparían de que los niños jugasen entre sí y, tal vez, de que no se peleasen. Pero la transferencia de conocimiento la asumirían las máquinas. Exacto. El otro día, cuando vino mi hija a casa, le habían dicho que su problema de matemáticas estaba mal. Yo lo miré y le mostré que estaba bien. Volvió al profesor y dijo: ‘Mi padre dice que lo tengo bien.’ ‘No, está mal’, respondió el profesor. Vino otra vez a mí y entonces yo le aconsejé: ‘Dile al profesor que tu padre es un estúpido y que le gustaría conocer la solución del problema.’ El profesor volvió a revisar el problema y finalmente admitió que la niña lo tenía bien desde el primer momento. Los profesores que sean incompetentes para enseñar matemáticas, no deberían enseñarlas. Este profesor en particular, minó la confianza de mi hija. La hizo sentirse desgraciada. Creó una terrible situación, porque este profesor no puso atención o no sabía la solución. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 236 Lo que haría una computadora es evitar que esos problemas se vuelvan a repetir. No hay que luchar para ver si la solución es correcta o equivocada. La computadora suministrará las respuestas correctas. Y, más importante aún que responder a preguntas, la computadora puede lograr que el niño participe. En este momento, estamos diseñando un programa que es un contador de historias interactivo para enseñar a leer. En vez de leer una historia pasivamente, el niño mismo va inventando la historia. El programa empieza dándole al niño algunos personajes: ¿Qué quieres que tenga tal y tal personaje? ¿Qué problemas tiene? ¿Hará esto o aquello? Empezamos contando una historia. Entonces, la computadora se para y le pregunta al niño: ¿Qué hacemos ahora? Y se le presentan cuatro o cinco opciones: ¿Qué se elegiría? Si el niño escoge una, la computadora replica: ‘¡Oh!, si escoges eso te causará muchos problemas, se estropeará todo, perderás puntos en clase.’ La cuestión es que, si se elige correctamente, quiere decir que se ha entendido y que la historia puede hacerse más compleja. Si el niño cometiera un error de lectura, no se le recompensaría, y en vez de eso, el lenguaje se haría más sencillo. ¿No se corre el riesgo, si las computadoras se ocupan del pensamiento, de que los niños se roboticen aún más? Yo no estoy diciendo que las computadoras se ocupen de nuestro pensamiento. Las computadoras harían dos cosas. Primero, las necesitamos en áreas críticas en las que hay que emplear la inteligencia y no se emplea. Y segundo, tengo un gran respeto por los seres humanos. Todos los que trabajamos con la inteligencia artificial debemos tenerlo. Las capacidades mentales de los seres humanos siguen siendo mucho más poderosas que nuestras máquinas, al menos por ahora; pero creo que las personas se deberían ocupar de cosas más interesantes. Piense en la cantidad de trabajos aburridos y de vidas aburridas que lleva la gente. ¿Cuántas de esas tareas se podrían dejar para las computadoras? Muchísimas. Preferiría ver a la gente jugando al balón, que mirando a las máquinas de las fábricas o conduciendo un autobús. ¡Cuánto trabajo estúpido que hace a la gente desgraciada y podría ser realizado por las máquinas! Creo que el aburrimiento no se arregla con la televisión. Dejemos que las personas lleven una vida agradable y emocionante y que las computadoras se ocupen de la basura. O que sean las Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 237 computadoras las que hagan aquellas cosas que son demasiado importantes para confiárselas a las personas, como la enseñanza o el gobierno de la nación. No sé si la gente permitiría que el presidente fuese una computadora, pero puedo decir que la situación de enseñanza, que he descrito, se dará. La enseñanza está muy mal, y las computadoras están perfectamente capacitadas para encargarse de ella. ¿Ya se están utilizando computadoras en las escuelas de Estados Unidos? Se está empezando a utilizarlas en diversos sitios, pero todavía no son muy avanzadas. La inteligencia artificial no es aún una característica de las escuelas. Los programas que se realizan aquí, en Yale, no existen en ningún otro sitio. Además, nuestro primer programa de lectura por computadora no estará listo hasta dentro de un par de años. Uno de los problemas más importantes es elaborar programas de computadora que estimulen la creatividad en los niños, porque, después de todo, los niños son animales prácticos. Tratan de descubrir el camino más fácil de llegar a la respuesta correcta, la manera de pensar lo menos posible. Lo que tienen que hacer los profesores es forzar al niño a adoptar una posición en la que las situaciones sean muy complejas y deban encontrar una solución. En vez de eso, las escuelas refuerzan los métodos más sencillos. Utilizan libros de ejercicios ideados por personas que no tienen ni idea de lo que pasa en la mente en relación con la lectura. Ninguna lección de esos libros tiene sentido. Enseñan a clasificar sílabas, y no hay ninguna prueba de que las sílabas tengan algo que ver con la lectura. Lo útil es pensar, tomar decisiones, y todos los procesos de los niveles superiores, que no se asocian con la lectura: Los procesos creativos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 238 21 James W. Prescott Neuropsicólogo, Instituto de Ciencias Humanas, Los Gatos, California, EE.UU. No hay duda de que enfoca usted el desarrollo de la inteligencia desde un punto de vista intercultural. Como neuropsicólogo del desarrollo, me he ocupado de estudiar principalmente los efectos de las primeras experiencias en el desarrollo del cerebro y en la conducta. Desde el punto de vista de la conducta, esto adquiere dos dimensiones: En primer lugar, están los comportamientos afectivos emocionales, como la violencia, la agresión, la explotación y sus contrarios: el cuidado, el amor y la compasión. La segunda, son los comportamientos cognoscitivos e intelectuales. Me he centrado, sobre todo, en el comportamiento afectivo y emocional de la crianza y de la violencia. Pero también he dirigido muchas investigaciones donde se mostraba la interrelación entre ambas dimensiones. En mi opinión, el gran defecto de la psicología americana es la polarización entre la cognición y el intelecto y la vida emocional y afectiva. En general, no parece darse mucha importancia a la influencia de los aspectos emocionales en el pensamiento y la inteligencia. Sí, así es. Podríamos pasar toda una tarde tratando de descubrir el motivo de esto, que yo creo que se remonta a la concepción dualista griega de la naturaleza humana, el cuerpo y la mente. Esta idea se ha mantenido siempre en toda la civilización occidental. Ha afectado a nuestro pensamiento científico, e incluso a nuestra forma de considerar cómo encajamos en el universo. Hemos seguido una estructura académica de investigación, en la que unos científicos se ocupaban del funcionamiento cognoscitivo, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 239 mientras que otro grupo de investigadores y teóricos estudiaban los sentimientos y las emociones, sin que hubiera una comunicación perfecta entre ambas partes. Es una polarización. Durante mi trabajo, siempre me ha sorprendido la falta de comunicación inteligente entre científicos muy famosos. En cierta ocasión le pregunté a Noam Chomsky por qué escribía artículos en contra de B.F. Skinner, si incluso viviendo a la vuelta de la esquina, nunca se habían visto. Le sugerí que se reunieran para hacer un programa de televisión, pero Chomsky replicó: ‘Mi tiempo es demasiado precioso para perderlo con Skinner.’ Es terrible. Una vez, me iba ya de la casa de Herbert Marcuse, en California, después de haber estado hablando con él toda la tarde. Me preguntó adónde pensaba ir a continuación, y le dije que iba a Harvard a ver a Daniel Bell. ‘Esa sí que es una persona a la que odio de verdad’, replicó Marcuse. Hay científicos que se comportan casi como fanáticos religiosos. Creen que son los únicos que están en situación de conocer la verdad y que nadie más sabe la respuesta correcta. Pero permítame mencionar otra polarización: biología y conducta. Creo que debemos conocer nuestras polarizaciones para poder comprender las limitaciones de nuestros métodos conceptuales. Hay un gran número de personas que malinterpretan la biología y la conducta y que tienen una gran confusión entre genética, cultura, medio ambiente y sus interacciones. Por ejemplo, los individuos formados en tradiciones biológicas tienen un conjunto de actitudes y valores distintos del de aquellos que se han formado en tradiciones conductistas. Es un problema muy importante, que conduce a la equivocación, muy común, de identificar la biología de la conducta con la genética. Es muy frecuente no reconocer, y no comprender, que el medio ambiente afecta profundamente a la neurobiología del desarrollo del cerebro, y, por tanto, a la conducta. No se insiste lo suficiente en la importancia del impacto del medio ambiente sobre la neurobiología del desarrollo, particularmente del cerebro. Y aquí entran la emoción y la nutrición. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 240 El complejo total de factores ambientales tiene una influencia importantísima en el desarrollo y en la conducta, que no está lo suficientemente reconocida por la psicología americana. Por desgracia, en el argumento naturaleza contra educación se equipara constantemente a la biología con la genética. Esta es sólo una visión muy limitada de la biología de la conducta. En mi opinión, lo más importante son las repercusiones del ambiente en la neurobiología del desarrollo cerebral y en la conducta. Incluyendo a la familia. En efecto. El ambiente familiar es un elemento decisivo en el desarrollo emocional e intelectual. Soy una especie de reduccionista, pero de una manera especial. En el fondo, se tienen que hacer ciertas transformaciones, para traducir el conjunto de características del medio ambiente -madre, padre, hermanos, familia, vecinos, comunidad, factores sociales y cultura, costumbres, sistemas de valores religiosos de una cultura- a procesos que se puedan entender en términos de mecanismos y procesos cerebrales. Básicamente, estas experiencias se transforman en procesos sensoriales, que influencian el desarrollo cerebral. Nuestros procesos sensoriales son la única forma de comunicarnos con el mundo exterior: la vista, el gusto, el oído, el tacto, el olfato; éstos son los senderos que van desde el ambiente hasta el cerebro. El medio ambiente puede ser comprendido en función de su impacto sobre nuestros procesos sensoriales. Los venezolanos creen que todo el mundo hereda la inteligencia, la cual debería ser educada y estimulada de una manera adecuada. Yo no utilizaría el término 'heredar la inteligencia', porque, en realidad, se trata de 'inteligencia cultural' o 'inteligencia provocada ambientalmente', como opuesto al concepto de inteligencia genética de Jensen. ¿Con el que no está usted de acuerdo? Básicamente, no. Aunque esto no quiere decir que las estructuras genéticas no tengan nada que ver con la inteligencia. Lo tienen. Existe una influencia genética en toda la conducta a un nivel u otro. Tiene que haberla. Pero la importancia radica en si es posible Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 241 identificar estructuras genéticas específicas, que se relacionen con comportamientos humanos complejos en los que no intervenga el medio ambiente. No creo que se pueda. Desde luego, no en lo que se refiere a la violencia o a la compasión, que es lo que yo estudio. La violencia y la compasión se dan en demasiados grupos culturales, grupos étnicos, regiones geográficas, etc., como para que puedan ser explicadas sólo por medio de genotipos. No conocemos ninguna forma de medir, directamente, los genotipos físicos que se relacionan con este tipo de conducta humana compleja. Los intentos de influenciar el sistema social, mediante la manipulación de la base genética, a fin de desarrollar una raza 'superior', son científicamente enfermizos y moralmente censurables. Ya sufrimos las consecuencias de estas concepciones cuando Adolfo Hitler trató de crear una superraza. Estoy seguro de que en Caracas son conscientes de este peligro. Luego, ¿no están convencidos del enfoque de Jensen? El doctor Machado no es partidario de nadie en particular. Parece ser que le asesora principalmente Harvard, pero también Israel, España y otros países. Incluso los soviéticos están muy interesados en lo que está haciendo. Quiero volver a repetir que no existen datos científicos que corroboren que la manipuiación genética de los seres humanos es un método eficaz de influenciar el sistema y el cambio sociales. Esto no quiere decir que no haya ninguna relación significativa entre la conducta y la genética. ¡Por supuesto que la hay! Pero el argumento más importante, desde mi punto de vista, es que nunca se encontrará un genotipo puro sin relación alguna con el ambiente. Existen multitud de factores ambientales que regulan y controlan las expresiones de los genes. Los genotipos no se manifiestan en un vacío, sino en un medio ambiente específico. Se pueden exponer varios ejemplos clásicos para demostrar las limitaciones de la línea o argumento de Jensen. La galactosemia es un trastorno genético del metabolismo, por el cual el niño no puede metabolizar el ácido galáctico de la leche. Esto produce daños en el cerebro. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 242 Ahora se puede impedir completamente que este trastorno genético se manifieste, simplemente no dando de beber al niño leche que contenga ácido galáctico. Se elimina, y el niño puede beber leche normalmente. Lo mismo ocurre con la fenilcetonuria, se elimina la fenilalanina de la dieta, y el error genético no se manifiesta. Todos nosotros tenemos errores genéticos de algún tipo. La interdependencia entre la nutrición y la genética no está lo suficientemente entendida. No sólo la nutrición. La genética de la conducta sin relación con el medio ambiente, en el que se manifiesta el genotipo, es un error en sí misma. Por tanto, debemos estudiar siempre la interacción entre genotipo y ambiente. Eso es lo importante. Nunca existirá un genotipo por sí mismo. Estoy hablando del modelo aditivo de varianza, un modelo matemático, en el que el componente ambiental y el componente genético se relacionan con un tercer componente, que ocasiona una combinación de los componentes ambientales y genéticos, denominado 'término de interacción'. Es evidente que estos trastornos genéticos, incluso los trastornos genéticos del metabolismo bien definidos, con frecuencia se pueden controlar actuando sobre el medio ambiente. De esta manera, se puede regular la expresión de los genes. Por medio del ambiente. Sí. Comprender el papel que juega el ambiente en el desarrollo humano tiene importantes repercusiones en el sistema social. Se podrían seguir estos planteamientos en Venezuela. Sí. Pero permítame que vuelva a mencionar el ambiente. Porque, si alguien quisiera etiquetarme, tendría que ponerme una etiqueta ambiental, aunque también estoy interesado en la interacción genética-ambiente. ¿Por qué va a haber que etiquetarle? Es una manía de la que deberíamos desembarazarnos. ¿Qué piensa usted del experimento que hicieron los venezolanos con sesenta niños indios, a quienes se les enseñó a interpretar a Beethoven en tres meses, con el método Sazuki? Si es cierto, resulta asombroso, aunque no conozco el caso directamente. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 243 ¿Pero qué ocurre con los sentimientos y las emociones? ¿No se está convirtiendo a los niños en robots? Sus propios estudios interculturales con individuos primitivos, tendrían mucho que decir al respecto. Basta con que consideremos las antiguas civilizaciones de Sudamérica, como los aztecas, los incas, etc. Fueron civilizaciones intelectualmente desarrolladas. Dada su tecnología, estaban muy avanzados en ciencia, arquitectura y astronomía. Si nos fijamos en todo lo que consiguieron hacer en aquellos tiempos, nos damos cuenta de que fueron culturas altamente desarrolladas. Después de todo, fueron los españoles y la raza blanca los que destruyeron estas civilizaciones. ¡Y ahora enseñamos a sus descendientes a interpretar a Beethoven! La asimilación cultural parece ser algo inevitable. Sin embargo, se deberían tratar de preservar las tradiciones culturales positivas de la cultura asimilada. Pero permítame volver a nuestro tema de la biología cultural o, como yo lo llamo, 'ecobiología'. No sólo son importantes los genes. El medio ambiente tiene una influencia fundamental en la organización y el desarrollo funcional y estructural del cerebro. Más que los genes, es el ambiente el que juega un papel importantísimo en la evolución del desarrollo emocional e intelectual. Es un factor que la sociedad y la cultura pueden manipular y transformar para bien o para mal. Podemos crear ambientes que sean enriquecedores o empobrecedores, que facilitarían o perjudicarían el desarrollo neurobiológico y fomentarían o retrasarían la conducta, tanto las funciones cognoscitivas e intelectuales como las relaciones sociales y emocionales. ¿Se puede hacer? Claro que se puede. Y ya tenemos los medios. ¿Está usted de acuerdo con que la inteligencia es una habilidad? En lo que respecta a la forma en que tratamos a las personas, sí. Particularmente, a la hora de descubrir talentos especiales que se deberían educar en cualquier sitio y en cualquier momento en que aparezcan. Es algo de lo que hay que ocuparse entonces. Al parecer el doctor Machado está abriendo la caja de Pandora de la mente. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 244 Efectivamente. Es de lo que hay que ocuparse en realidad. Y ahí es donde los dos empezamos a converger. Una de las causas de los trastornos de aprendizaje y de la falta de capacidad de lectura que muestran muchos niños en Estados Unidos y en otras naciones, son los trastornos emocionales sociales. En el estudio que publicaron Werner, Bierman y French titulado The Children of Kauai(1) (1971), se llegó a la conclusión de que ‘por cada niño que tiene problemas causados por una intensa tensión perinatal, hay diez niños cuyos problemas se deben a los efectos de un medio ambiente pobre’. El ambiente se midió por el grado de estimulación educativa familiar y de apoyo emocional familiar. Se descubrió que una variación extrema de estimulación educativa familiar (alta o baja) era responsable de una diferencia en el CI, nada menos que de dieciocho puntos a la edad de diez años, mientras que una variación extrema de tensión perinatal (alta o baja) era responsable de una diferencia en el CI sólo de dos puntos, a la edad de diez años. Una variación extrema de apoyo emocional familiar presentaba resultados similares. Este estudio demostró que los traumas biológicos graves, asociados a una intensa tensión perinatal, se podían compensar en gran medida con un ambiente enriquecido durante las primeras etapas de vida. Otro estudio clásico que documenta varios trastornos emocionales y retrasos intelectuales, debidos a un ambiente empobrecido, es el que describe el doctor Wayne Dennis en su libro Children of the Creche(2) (1973). También corrobora estas relaciones el doctor John Money, de la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins, en sus estudios sobre el enanismo psicológico o el síndrome de la interrupción del crecimiento, que es el caso de los niños que sufren desatención y malos tratos. El doctor Money ha confirmado que, tras un período de recuperación de siete años, estos niños mostraron un aumento en su CI de veintinueve puntos (el CI aumentó de cincuenta y uno a ochenta). Nunca se podrá lograr la recuperación total de la capacidad, y el estudio del doctor Dennis mostró que se puede producir un retraso mental de cincuenta y cinco puntos, que sería permanente en la mayoría de los niños, si no se inicia la intervención antes de los dos años de edad. Pero estos son casos extremos. Debemos preocuparnos igualmente del desarrollo de la mediocridad como norma cultural. La mediocridad cultural se hace posible (1) Los niños de Kauai. (2) Los niños de orfanato. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 245 gracias a sistemas sociales que permiten el nacimiento de niños no deseados, que son víctimas de desatención y malos tratos de distinta intensidad. El nacimiento de niños no deseados o de niños que sólo se desean para utilizarlos como fuentes de ingresos económicos o sociales, es hoy día pandémico en la mayoría de los países. El buen desarrollo intelectual, la estabilidad emocional y la responsabilidad social, resultan extremadamente difíciles para estos niños. Sin embargo, la mayoría de la población cultural podría estar compuesta por ellos. Aquí, en América, vivimos en una cultura empobrecida, a pesar de toda nuestra riqueza material. Somos personas afectivamente privadas, y nuestros ambientes familiares también están empobrecidos emocional e intelectualmente. Después de haber viajado durante doce años por la Unión Soviética, debo decir que es sorprendente cuán significativas y afectivas son en ese país las relaciones entre las personas. Pero lo que más me impresionó del artículo 'Alienation and Affectation'(3), que escribió usted para el Psichology Today (diciembre 1979), fue la observación que hizo sobre los daños que puede producir, en el cerebro, una carencia de afectividad genuina. Es cierto, acuérdese de los monos de Harlow. Separados de sus madres, a veces se mostraban apáticos, y otras veces hiperactivos y propensos a estallidos de violencia. Criados en aislamiento, acabaron siendo socialmente ineptos. Muy a menudo, se acurrucaban y se balanceaban como niños autistas. Pero lo que no podía saber Harlow, cuando en los años cincuenta y sesenta realizaba sus experimentos, es que estas perturbaciones de la conducta iban acompañadas de daños cerebrales. Estudios recientes sugieren todavía algo más: durante los períodos formativos del crecimiento del cerebro, ciertos tipos de privación sensorial como, por ejemplo, que la madre no tenga contacto físico con el niño o no le acune, dan como resultado un desarrollo incompleto o dañado de los sistemas neuronales que controlan la afectividad. Las investigaciones han demostrado que, debido a la privación somaticosensorial, se produce una pérdida de ramificaciones en las células nerviosas, las denominadas dendritas, del córtex cerebral somaticosensorial y del córtex cerebelar. Puesto que los mismos sistemas sensoriales influencian los centros cerebrales asociados con la violencia, de una manera mutua- (3) 'Alienación y afecto.' Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 246 mente inhibidora, en general, el niño privado afectivamente tendrá dificultad para controlar los impulsos violentos, siendo niño, adolescente y adulto. Supongo que los venezolanos tienen en cuenta estos aspectos, cuando enseñan a las madres cómo ocuparse de sus hijos. Lo que se confirmó en estos estudios es que dichos aspectos podrían tener profundas repercusiones en las culturas humanas que educan a sus niños con unos niveles de contacto físico y de movimiento muy bajos. Los niños de estas sociedades pueden ser incapaces de experimentar cierto tipo de placer y estar predispuestos a la apatía y la violencia. Creo que la perturbación tiene su origen en el sistema somático sensorial del cerebelo, que rige el sentido del movimiento y el equilibrio (que se denomina sistema vestibular) y el sentido del tacto (que se denomina sistema somatoestésico). Al parecer, son el tacto y el movimiento, más que otros sentidos, como la vista y el oído, los que están directamente relacionados con emociones como el afecto y la violencia. El cerebro inmaduro es muy susceptible de ser 'moldeado' por el ambiente, el cual, por ejemplo, produce cambios en la estructura neuronal, la actividad neuroquímica y neuroeléctrica, durante el desarrollo del niño. En numerosos estudios de laboratorio realizados con animales, se ha demostrado que la falta de estimulación táctil y de movimiento origina una conducta social y emocional anormal. Y debemos recordar que el cerebro es el órgano de la conducta. Ahora mismo se puede disponer de muchos datos al respecto. En resumen, el cerebro es extremadamente inmaduro en el nacimiento y tiene gran dependencia de la estimulación sensorial, que es como un alimento nutritivo para el desarrollo normal. En el nacimiento, el cerebro está culturalmente vacío. Bueno, yo diría más bien que, en el nacimiento, el cerebro no está completamente formado. Y la manera en que se vaya a desarrollar va a depender de la calidad del medio ambiente. Esta opinión es idéntica a la de José M.R. Delgado. Lo es. Estoy totalmente de acuerdo con el doctor Delgado. Por tanto, a lo que nos referimos es a la privación emocional, a la que yo denomino privación afectiva somaticosensorial o teoría SAD del desarrollo humano, que puede conducir, y de hecho conduce, Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 247 a estados funcionales de retraso mental y a trastornos emocionales, como la depresión y la violencia. Esto se puede amortiguar mediante una relación afectiva física. La mayoría de las naciones occidentales, hoy por hoy, están privadas total o parcialmente de este tipo de estimulación cerebral, si se las compara con las naciones del bloque soviético y, en general, con la mayoría de los países en desarrollo. Por eso es exactamente por lo que mis ideas resultan tan difíciles de aceptar en esta parte del mundo. Corre usted el riesgo de que le etiqueten de 'izquierdista', o incluso de 'rojo'. No, peor aún: ¡revolucionario! Utiliza usted el término 'ecobiología'. Sí, la influencia del ambiente parece quedar 'impresionada' en la estructura del cerebro, la cual configura lo que, a su vez, estructura la conducta social, que da lugar al ambiente. Denomino a este enfoque 'ecobiología' para distinguirlo de sociobiología. Nuestros estudios interculturales han mostrado que existe una relación muy significativa entre el afecto físico que experimentan los niños, y los índices de violencia física de los adultos. En un estudio realizado con cuarenta y nueve culturas primitivas, descubrí que cuando los niveles de afecto infantil son bajos -como entre los comanches y los ashanti-, los niveles de violencia son altos; mientras que si los niveles de afecto infantil son altos -como entre los maorí de Nueva Zelanda o los balineses-, los niveles de violencia son bajos. También descubrí que la represión del afecto sexual prematrimonial, iba asociada a un alto grado de violencia. Además, se descubrió también que la prohibición del aborto, que trae como consecuencia el nacimiento de niños no deseados, iba asociada a una cultura violenta. ¿Qué conclusiones extrajo? Está muy claro lo que pueden aprender de todo esto las sociedades modernas. Al parecer, estamos experimentando una falta de vínculos afectivos que se refleja en muchas cosas que están ocurriendo, como el índice de niños fugitivos (niños no deseados), el índice de divorcios, los crímenes sexuales, el alcoholismo y las drogas. La cultura es la sirvienta de nuestra neurobiología. Sin un ambiente Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 248 de afecto físico adecuado, no puede existir una sociedad pacífica y armoniosa. También debemos darnos cuenta de los efectos perjudiciales de ciertos valores morales ensalzados por las tradiciones religiosas ortodoxas judía, cristiana e islámica, principalmente el valor moral del dolor, el sufrimiento y la privación, y de la inmoralidad del placer físico en general y el placer sexual en particular. Estos valores morales comprometen seriamente el desarrollo de los lazos afectivos, la estabilidad familiar y la armonía social. Es muy probable que los valores morales que giran en torno a la experiencia del dolor y del placer en las relaciones humanas, como los que preconizan las religiones monoteístas ortodoxas como el judaísmo, el cristianismo y el islamismo, hayan dado lugar a una especie de daño cerebral culturalmente provocado, que caracteriza a la civilización occidental, la cual nos impulsa a la violencia y la destrucción en vez de a la paz y la armonía. La reconstrucción de las culturas de la civilización occidental es una enorme tarea y requeriría la eliminación de ciertas concepciones filosóficas y teológicas de la naturaleza humana, que han sido hostiles a la igualdad y el bienestar social de las mujeres y de los niños. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 249 22 Vladimir P. Zintsjenko Psicólogo, Moscú, URSS ¿Cuál es su principal tema de estudio? La psicología infantil. Mis maestros fueron Luria, Leontiev y Vygotsky. Pero también se interesa por la ingeniería humana. La psicología infantil y la ingeniería humana son exactamente lo mismo. Cuando un niño llega al mundo, en realidad no importa que éste sea bueno o malo. El niño se acostumbra al mundo tal como es y aprende a vivir en él. Sí. Pero, ¿cómo se produce en realidad este acostumbrarse? De eso trata toda la psicología infantil. Depende de la persona. El mundo de un niño se compone de gente. Estoy convencido de que la humanidad en conjunto es más inteligente que cualquier pequeña parte de ella compuesta totalmente por ingenieros. Por supuesto, los ingenieros crean también un mundo nuevo para el hombre. ¿Un ambiente artificial? Lo que crea un ingeniero no es un mundo real. No se compone de objetos tangibles. Es un mundo de símbolos, códigos y modelos de información. El reflejo de esto es un modelo conceptual; lo que la imaginación del ingeniero hace del mundo. Crea un sistema de controles. Parte del sistema se exhibe. Y él lo incluye en un modelo de información. Realmente, los ingenieros son como operadores. Trabajan con una imagen del mundo real. Esto es el centro de mi trabajo. Es importantísimo que lo entienda. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 250 ¿Por qué es la clave de su trabajo? Desde que era estudiante me han interesado particularmente los problemas relacionados con imágenes visuales. Independientemente de si se trata de niños, técnicos, artistas, científicos o de quienquiera que sea. Tengo que saber cómo funcionan. ¿Cómo se forman las imágenes visuales? El operador no trabaja sólo por estímulos o reacciones. Atengámonos a los niños. ¿Cómo forman los niños imágenes visuales, digamos, del mundo exterior? Jerome Bruner realizó un maravilloso experimento en Harvard sobre cómo percibían los niños diferentes áreas de lo real. Con sólo dos meses de edad, podían percibir la distancia o el tamaño de los objetos. Para las ciencias materialistas, la manera en que lo hacen es un misterio. Desde el punto de vista de los psicólogos, con una orientación materialista, la imagen de una superficie debe ser construida con la ayuda de la acción o el auxilio de la actividad. Este no es sólo un enfoque de los científicos soviéticos, sino que se remonta a Aristóteles y Spinoza. Los experimentos de Bruner se llevaron a cabo con niños de dos meses, entre otros. Por supuesto, todavía no sabían andar, no podían agarrar objetos y mucho menos eran capaces de hacer un uso práctico de ellos. Fue una prueba muy bien planeada. ¿Qué se puede deducir de las reacciones de un niño de dos meses que ni siquiera puede hablar? Se puede llegar a ciertas conclusiones a partir de la intensidad de sus reacciones. ¿Mediante los movimientos oculares? No; mediante las reacciones de todo su cuerpo. Sé que en Harvard se utilizaban unos tests basados en los movimientos oculares del niño. Sólo mediante los movimientos oculares no es posible deducir si el niño interpreta correctamente lo que ve. Los objetos pueden atraer su mirada. Lo que hizo Bruner fue comprobar si los niños se dirigían activamente a los objetos o no. Reaccionan de esa forma cuando están dentro de la zona de alcance potencial de un objeto la lon- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 251 gitud del brazo o si el tamaño del objeto es más o menos como la palma de la mano. ¿A qué conclusiones llegó Bruner? Creo que no llegó a ninguna conclusión definitiva. Se dio cuenta de que antes que nada se debería prestar atención al tiempo y al espacio. Aristóteles y Spinoza tenían razón, después de todo, sin considerar este fantástico axperimento. La cuestión es que, desde el primer momento de su vida, nuestros hijos se apoyan en nosotros. Los cogemos en brazos, los acercamos a los objetos o los alejamos de ellos; lo cual, en definitiva, es en sí mismo un sistema de enseñanza de la percepción y de la visión. El cerebro debe ser una especie de 'supermáquina'. No está organizado, como creen muchos. Si hubiera detectores en él que fueran capaces, por ejemplo, de diferenciar forma y cantidad, y si estos detectores estuvieran preparados para funcionar desde el primer momento, desde el mismo instante del nacimiento, entonces habría que preguntarse ¿por qué si estos detectores son tan inteligentes, los niños son tan estúpidos? Pero, ¿el cerebro se desarrolla rápidamente? Es cierto que su potencial de desarrollo es enorme. El resultado es un cerebro más o menos potencial. Pero eso es una cuestión genética. La respuesta no depende totalmente de la genética. Tal vez se puedan encontrar determinados genes, con una influencia más o menos potencial. Pero recuerde que la genética no actúa sin la psicología. Los genes se basan en criterios psicológicos generales. ¿Qué ocurre entonces en el cerebro de un niño entre los cero y seis años, por ejemplo? Su pregunta no es del todo correcta. Dentro de unas cuantas décadas ya no plantearía la cuestión de esa forma. Muy bien. Entonces, ¿qué produce el mundo exterior en ese cerebro? La presencia del mundo exterior no nos explica nada a este respecto. El mundo exterior es un paradigma falso. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 252 Pero, ¿qué ocurre con nociones como amor, alimento, ambiente, etc.? Bueno, es difícil de explicar; en gran parte, porque entraríamos en el campo de la electropsicología, por ejemplo. La terminología es complicada. Digamos que la relación entre el mundo exterior y la conciencia humana es la mística, la fantasía, la religión, los misterios de su manera de interactuar. Pero no olvidemos que un niño no es un objeto pasivo, sobre el cual el mundo exterior actúa de forma unilateral. Es una criatura que funciona activamente. El término básico que deberíamos utilizar es en realidad acción, conciencia, la psique del cerebro. Y añadamos a eso la memoria. La memoria se desarrolla, madura, cambia, por el influjo de la acción. Es evidente. Pero los padres y los profesores programan los cerebros de los niños como verdaderos aficionados, por así decirlo, sin saber nada sobre el cerebro y sus funciones, y mucho menos sobre sus hechos biológicos. Sí, así es. Se puede impedir que el niño se convierta en una persona. La verdad es que se puede hacer mucho daño. Los americanos hablan de educación escondida o latente, como si el niño fuese pasivo. ¿Cuántos siglos hace que repetimos los mismos errores o los mismos absurdos, tratando los cerebros de los niños sin saber lo que estamos haciendo? Tiene razón, es ciertamente un círculo vicioso. Al menos, esa es la situación actual. Sería necesario romperlo si es que queremos emprender algo. Pero el principal problema que se plantea, hoy día, a las ciencias psicológicas, es el de la libre acción. José Delgado recalca que, en realidad, nadie en el mundo es 'libre'. No tiene sentido decir que los americanos o los europeos occidentales son más libres que los ciudadanos de la Europa del Este o de la URSS. A todos los seres humanos se les programa mucho antes de que sepan comer con tenedor y, por tanto, se les lava el cerebro antes de que la libre elección sea posible. Por su naturaleza, la acción remplaza a la especificación del pensamiento. La acción sustituye al instinto. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 253 ¿La acción es anterior al instinto? La acción tiene lugar a un nivel mucho más alto que el instinto. Veamos algo muy simple, una acción moral, por ejemplo. Cuando se salva la vida a alguien, se actúa antes de pensar. No podemos llamar a eso una acción moral. Una acción moral, basada en la moralidad, es una acción libre, sin ninguna influencia exterior o prerreflejos. La psicología de la ingeniería humana es otro ejemplo. En las difíciles circunstancias de los vuelos espaciales, los hombres y las máquinas casi se mueven fuera del espacio y el tiempo. Es como si este último se parase. No existe tiempo en el que pensar y que elegir. Pero la persona sigue siendo la misma. Todavía está viva. Esto es otro ejemplo de libre acción. Otro ejemplo sería el 'Tätigkeit'. Ya veo que es usted discípulo de Leontiev, quien solía utilizar mucho esa expresión. No, Leontiev no, Hegel. Sí, y antes que Hegel, Adam. En realidad, todo ha sido dicho antes, como decía sir Arthur Stanley Eddington. Bueno, existe un objetivo, un medio y un resultado final. ¿Qué es entonces la libre acción, si los tres elementos están definidos por el sujeto mismo, cuando plantea el objetivo y posee la libertad de hacerlo? Creo que Delgado tiene razón; con mucha frecuencia, nuestras concepciones básicas nos son inculcadas de una forma completamente carente de inteligencia y al azar, excluyendo la elección múltiple en cualquier época posterior de la vida, casi por completo. Pero, volviendo a la iniciativa venezolana, para romper de alguna forma este círculo vicioso, ¿cree que el CI puede medirse? Se puede distinguir a una persona inteligente de otra que no lo es por la expresión de su cara. Un campeón mundial de atletismo corre los cien metros en diez segundos. Todos nosotros recorremos la misma distancia en veinte segundos. Y si no se puede hacer, cogemos una bicicleta. La mayoría de nosotros nos distinguimos muy poco del campeón mundial. ¿Cuánto difiere una persona inteligente de una que no lo es? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 254 Pero, ¿cree que los venezolanos, por lo menos, van por buen camino? En nuestra época me resulta un poco como los sueños de un adolescente. Aún no ha llegado el momento en que la psicología pueda obtener resultados en objetivos tan lejos de alcanzar. Hemos vivido la Edad de la Física y afortunadamente está acabando. Pero la 'supermáquina', los microprocesadores, no han hecho más que empezar. Luego, vino el Siglo de la Biología, y ahora se oyen muchos pronósticos de que la Era de la Psicología está sólo empezando. Y lo más sorprendente es que, en términos de los desarrollos de la ingeniería humana, a fin de destruir a una persona, antes hay que conocerla. Los ingenieros necesitan conocer primero los factores humanos. Tienen que conocer antes al hombre por fuera y por dentro. ¿Antes de empezar a reprogramar el cerebro? No. A fin de crear un sistema de armas apropiado, primero hay que conocer el terreno, el tema. ¿Oué clase de armas? Armas psicológicas para destruir al hombre. Muchos gobiernos han empezado a emplear grandes sumas en experimentos destinados a descubrir al hombre. Lo que es el hombre realmente. ¿También la Unión Soviética? No importa, no hablamos de eso. Dije, en cualquier parte. Creo que el que un hombre estudie a otro hombre, representa la esperanza de que podríamos llegar a ser un poco más inteligentes. Desde luego, el estudio del hombre es fascinante. Pero puede que, al estudiar lo que somos en realidad, cambiemos nuestros objetivos. Podríamos hacer que el estudio del hombre deje de ser un medio de crear principalmente una terrible tecnología y se convierta en un objetivo noble. Es notable que, en nuestros días, físicos, biólogos, matemáticos, ingenieros, etc., presten más atención a los factores psicológicos de la vida. Para la psicología, esto es, a la vez, positivo y negativo. Pero recuerde que, en algún punto, tenemos que empezar a romper el círculo vicioso. Tal vez signifique un comienzo. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 255 Entonces, ¿por qué llamarlo el sueño de un adolescente? Será el sueño de un adolescente hasta que haya llegado la Era de la Psicología. Hasta entonces será un 'fata morgana'. Quizá sea ése el caso de la URSS, donde Stalin detuvo toda la investigación psicológica. Sus profesores, Luria, Leontiev y Vygotsky, tuvieron bastantes dificultades. Así me lo dijo Leontiev. En la Unión Soviética no se pueden contar más de unos cuantos miles de psicólogos. En Estados Unidos cada año se gradúan miles y miles de estudiantes en psicología. Tal vez, pero recuerde que sólo menos del uno por ciento de todos esos psicólogos americanos se ocupan de romper el círculo vicioso. A propósito, si no me equivoco, creo que en Harvard me encontré con el profesor Herrnstein, pero sólo estuve cuatro horas en Harvard y siete en el MIT. ¿Por qué fue con tanta prisa? En el MIT estuve con el profesor Kaufman, que estaba investigando en Inteligencia artificial. Le pregunté: ‘¿Cree realmente en eso?’ Se rió y me dijo: ‘Ya veo que tenemos mucho que discutir.’ Me llevó a una habitación en la que había varios niños de doce años manejando unos minicomputadores. Estaban controlando los movimientos de unos juguetes. Le pregunté: ‘¿Por qué necesita todo esto?’ y me replicó: ‘Muy pronto los juguetes serán más caros que las computadoras. Tendremos que romper la barrera psicológica y enseñarles a los niños a utilizarlas.’ ¿Pensó que era un experimento inútil? No dije que fuera inútil, pero, como científico soviético, no podía aceptar todo eso simplemente por fe. Lo que estaban haciendo los niños era controlar estos movimientos, a fin de desarrollar reflejos motores. ¿Para qué sirve? ¿Qué prueba todo eso? En Caracas se está enseñando a interpretar a Beethoven a sesenta niños indios con el método Sazuki. Así que se pueden programar robots humanos. ¿Dónde intervienen las emociones? Sus dudas son bastante acertadas. Los niños deberían tener un desarrollo armonioso, no parcial. Sin embargo, no sabemos cómo es o cómo debería ser esa armonía. Todo 'Wunderkind' es un fenómeno aislado, parcial. En cierta ocasión Luria, Leontiev y Vygotsky dijeron: ‘Todo el futuro de un “Wunderkind” está en el pasado.’ Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 256 23 Robert Yastrow Director del Instituto Goddard del Espacio, Nasa, EE.UU. Los venezolanos parten de la premisa de que la Inteligencia puede enseñarse. Eso es algo que carece absolutamente de sentido. La inteligencia es una característica sumamente hereditaria. Más aún que el peso de los huevos de las gallinas o la producción de leche de las vacas, que, como sabrá, son características hereditarias provocadas por los granjeros. La inteligencia no se puede enseñar. Ya está establecida en los engranajes del cerebro. Y esto está perfectamente detallado en una serie de estudios, no contaminados por los datos de Cyril Burt, que demuestran que el CI de los individuos se deriva exactamente del grado de coincidencia entre sus genes, con sólo un veinte o veinticinco por ciento de influencias ambientales. Las puntuaciones del CI son hereditarias en un setenta y cinco por ciento. Cuando dos hermanos gemelos idénticos se crían juntos, sus CI se correlacionan casi un ciento por ciento. Cuando son gemelos falsos, en los que sólo coinciden la mitad de sus genes, su correlación es de un cincuenta por ciento, que es exactamente su coincidencia genética. Si los gemelos se crían separados, la correlación disminuye un veinticinco por ciento y es aún más baja con primos o con abuelos. Se deriva, exactamente, del grado de coincidencia del material genético. Es un área que se ha estudiado e investigado muy bien. Por tanto, no tiene ningún sentido intentar enseñar la inteligencia. Está completamente demostrado, por ejemplo, en un excelente estudio elaborado por Theodosis Dobzhansky, el más importante de los Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 257 investigadores genéticos americanos, titulado The Genetic Diversity and Human Equality(1). ¿Cómo piensa usted que es el cerebro de un niño? Gran parte de él está genéticamente determinado, incluyendo a la inteligencia. Esta base genética se ha heredado tras generaciones y generaciones de selección natural. No se puede hacer inteligente a una persona que no lo es. Cualquiera que haya tenido empleados a su servicio, o haya dirigido una escuela, o haya sido profesor, sabe que algunas personas piensan bien y otras no. Pero las habilidades del pensamiento se pueden enseñar. Sí, claro, por medio de la educación. Tal vez se pueda elevar el rendimiento de una persona, incluso un veinticinco por ciento. Es posible que se obtengan estos resultados en los programas venezolanos de que habla usted. Sin embargo, aquí, en Estados Unidos, hay muchas personas, por ejemplo, que no son aptas para la actividad académica y siguen yendo a la escuela, cuando lo cierto es que deberían estar aprendiendo un oficio, o ganándose la vida de otra manera. Lo que se puede hacer tiene unos límites. ¿Habría que hacer una selección por medio de tests? Yo utilizaría exámenes. Los exámenes no son perfectos, pero es lo mejor que tenemos. Lectura, escritura y aritmética. A la hora de considerar al niño recién nacido, cualquiera con un mínimo conocimiento de la historia de la vida sabrá que su cerebro, igual que el de los demás niños, tiene una predisposición genética. ¿Y qué me dice de la codificación de las neuronas por el mundo exterior? Ahora mismo, la ciencia está investigando sistemáticamente todos los circuitos cerebrales, los neuroanatomistas los están localizando uno a uno con todo detalle. Todavía queda mucho por hacer. Pero ya se ha establecido que existen circuitos que conectan con diferentes puntos del cerebro o que diferentes áreas del cerebro almacenan habilidades distintas. Por ejemplo, se abrió y se examinó el cerebro de un paciente epiléptico que era bilingüe, sabía alemán e inglés, y se comprobó que los conocimientos de alemán estaban almacenados en un sitio y los de inglés en otro. (1) La diversidad genética y la igualdad humana. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 258 Un cerebro es muy parecido al banco de memoria de una computadora. Pero funciona de una manera que no entendemos todavía. No obstante, vamos por buen camino y no tardaremos en comprenderlo. No sé, tal vez dentro de veinte o treinta años podamos leer el contenido de los cerebros y entender sus circuitos, y quizá podamos utilizarlos en las computadoras. ¿El cerebro retiene toda la información que se ha ido recibiendo? El caso es que no se puede recordar, reproducir. Sí, así es. Se han realizado experimentos en los que se estimulaba el cerebro de diversos pacientes. Una mujer, por ejemplo, dijo de pronto: ‘Oigo lo que me dijo una vez un cura’ o ‘huelo algo que no había olido desde que era pequeña’. Absolutamente todo está en el cerebro. ¿Cómo? No lo sabemos todavía, pero no tardaremos en saberlo. Y por supuesto, en la mente hay mecanismos que pueden bloquearlo todo. Porque, si recordáramos instantáneamente, no podríamos funcionar. Esto también es parte de la selección natural. Sencillamente, no podríamos pensar. Como ya pronostiqué en una primera conversación que tuve con usted hace años, a la larga, la inteligencia del hombre se quedará estancada. Dejaremos de ser los seres más inteligentes de la Tierra. Desde luego no somos los seres más inteligentes del Universo. Tampoco seremos por mucho tiempo la especie más avanzada del planeta. Y cuando digo mucho tiempo me refiero a cien, mil o quizá diez mil años. No lo sé, pero en cualquier caso un tiempo muy corto en la escala geológica. Después de todo, el desarrollo de nuestro cerebro se detuvo hace unos cincuenta mil años. Y el desarrollo de la inteligencia de las computadoras se extiende ilimitadamente. Hace poco estuve hablando con Roger Schank, director del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Yale, donde se han elaborado y se están realizando sorprendentes estudios. El profesor Schank afirmaba, por ejemplo, que llegará un día en el que las personas no voten a un antiguo actor de cine de Hollywood, sino a una computadora que sepa realmente en qué consiste el arte de gobernar en la Era Nuclear. Bueno, da la casualidad de que a mí me gusta Ronald Reagan, y estoy de acuerdo con sus declaraciones. Los demócratas estuvieron casi a punto de destruir el país. Y el motivo de ello es que estaban Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 259 atrapados en una concepción, propagada en círculos académicos, que afirma que todas las personas son iguales y que invirtiendo dinero en ellas se convertirán en Einsteins, Beethovens, inigualables expertos, etc. Pero eso no es así, porque todo el mundo posee una base genética diferente. ¿Cree usted que tiene sentido emplear el dinero en la carrera armamentista, como hace Reagan? Los rusos representan una gran amenaza; por tanto, es necesario gastar ese dinero. Son un pueblo sumamente agresivo, muy inseguro, están viendo que su sociedad se desmorona, son gente aventurera. Toda Europa sabe que, si se descuida su defensa, está provocando el desastre. Pero, para mí, lo más preocupante era que todos los gastos públicos y sociales iban dictados por la proposición de que todo el mundo es exactamente igual y de que al nacer todos somos como recipientes vacíos. Por eso, si se invierte el dinero en las personas, se solucionará el problema. Pero, en realidad, eso destruye a los individuos. Esforzarse y competir está en la naturaleza humana. En 1968, una pareja de jóvenes formó una corporación llamada INTEL. Como capital de inversión disponían de una suma de cuatro millones de dólares que les habían prestado sus amigos. Hoy cuentan con un saldo de un billón de dólares al año. ¿De dónde sale ese billón? Es producto de sus mentes. En este país pueden pasar cosas así, porque tenemos un sistema libre que estimula la innovación y los negocios empresariales. Es esencial mantenerlo, porque de ahí es de donde procede la riqueza. Y si se dispone de ese dinero, habrá suficiente para todos, pobres y ricos. Si no se financia, por ejemplo, la creatividad, no habrá riqueza para nadie. Esos académicos que quieren retirar el dinero a los jóvenes con ideas, para dárselo a las personas que están en el fondo de la escala económica, están destruyendo al país. Y están desbaratando sus propias metas. ¿Qué piensa usted del experimento venezolano, en el que en unos cuantos meses se enseñó a tocar el violín a sesenta niños indios? Estoy seguro de que la vida de esos niños se ha enriquecido culturalmente. ¿Pero tocan realmente bien? ¿Se ha descubierto entre ellos algún buen músico, un gran talento? No se puede hacer un Beethoven de alguien como yo, porque no poseo talento musical. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 260 Es imposible hacer un buen músico de alguien que sólo tiene una inclinación mediocre hacia la música. Tenemos que intentar crear una sociedad que fomente el ascenso social y las oportunidades de educación. Eso es lo que hemos hecho en este país. No perfectamente, pero mejor que en cualquier otro sitio. ¿Cómo cree usted que será en el futuro la competición entre cerebro y computadoras? Yo lo veo como una especie de asociación en la que la parte humana irá aumentando continuamente la inteligencia y la personalidad de las computadoras. Porque éstas elevan la productividad del trabajo humano e incrementan la riqueza del hombre. Esa es la gran fuerza conductora que se esconde tras el desarrollo de las máquinas. Y así, imperceptiblemente, por evolución cultural, la máquina se hará más poderosa de generación en generación, hasta que finalmente sobrepase a su creador. Después de todo, las computadoras no tienen que pasar por los canales del nacimiento humano, ni están sujetas a ninguna otra limitación biológica. Por supuesto, nunca nadie se dará cuenta de que esto está ocurriendo. Sucederá imperceptiblemente. Para cuando sea cierto, nuestros descendientes llevarán una vida de fósiles, de ostras, inconscientes del hecho de que han sido sobrepasados en una escala de inteligencia cósmica por el producto de sus propias mentes. ¡Qué pesadilla! Nada de esto debe preocuparnos demasiado, porque ocurrirá en el futuro. Esta inteligencia cósmica existe a nuestro alrededor en otras estrellas. Una vez que entremos en contacto con estos otros seres, pienso que descubriremos que no son de carne y hueso, sino que estaremos tratando con una especie de inteligencia realmente abstracta. En su fascinante libro Until the Sun dies(2) (W.W. Norton & Company, 1977), dejó perfectamente demostrado que todas las criaturas tienen su origen en procesos químicos, que se produjeron en el fondo de los mares. Ese era el punto de vista del libro. Cuando lo leía, me preguntaba si desapareceríamos completamente, de forma tan misteriosa como llegamos. (2) Hasta que el Sol muera. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 261 Los virus, las bacterias, los gusanos, los animales con esqueleto externo como las almejas, los gatos y los perros, se remontan a cuarenta millones de años; los monos, a treinta millones; los homínidos, a quince millones; y el hombre apareció en la superficie de la Tierra en una edad perfectamente concebible. Sin embargo, es ya un fósil viviente. Alcanzó un determinado nivel. Encontró un lugar y se mantuvo en el mismo plano, que es en el que estamos desde hace cincuenta mil años. Desde entonces, no hemos cambiado en absoluto. Nuestros cuerpos son los mismos que hace un millón de años. Nuestra historia ya está escrita. Nuestro capítulo ha llegado a su fin. Puede que en estos cincuenta mil años hayamos mejorado un poco en lo que respecta a organización. Pero lo que cabe en la décima parte de un pie cúbico tiene un límite definido. Diez billones de neuronas es todo. Yo pensaba que el cerebro contenía veinte billones de neuronas. Bueno, diez billones es la cantidad que se utiliza normalmente. Puede que sean cien billones. No se sabe exactamente. El caso es que el cerebro no ha cambiado mucho. Contiene un número determinado de neuronas. Lo que cabe en ellas tiene un límite. Lo que se puede codificar en ellas. Exacto. Tal vez sus engranajes se hayan mejorado un poco a lo largo de los últimos cincuenta mil años, pero, en sentido general, somos fósiles vivientes. Además, como ya me dijo usted en cierta ocasión, el hombre tiene defectos en sus engranajes cerebrales y la inteligencia artificial, no. No se van a producir muchos más cambios en el ser humano. Se podría decir que cuando la inteligencia de las computadoras empiece a imperar, nosotros nos adaptaremos a su presión, como siempre lo hace la vida, evolucionando a un nuevo plano de inteligencia. Esto es bastante cierto en teoría. Pero, en la práctica, sólo podemos evolucionar a través del DNA y de métodos biológicos, que Darwin calificó como evolución orgánica. Esta es imperceptible, se produce muy lentamente a lo largo de varias generaciones; mientras que las computadoras evolucionan por el método Lemark. ¿Qué significa eso? Que si se le corta el rabo a una rata, las siguientes generaciones de ratas no tendrán rabo. De acuerdo con los hallazgos de Lemark, ésta se denomina evolución cultural, porque es muy rápida y no Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 262 hay que esperar a que se produzcan variaciones minúsculas del DNA para que se origine algún cambio. Por tanto, la evolución de las computadoras siempre irá por delante de la nuestra. Nunca podremos alcanzarlas. ¿Sería acertado intentar reorganizar razonablemente la información que se introduce en nuestras propias 'computadoras', especialmente en lo referente a símbolos, tótems y mitos desfasados? ¿Poner nuestros sueños al día con la realidad actual? No estoy de acuerdo, porque creo que en miles de años la naturaleza humana no ha cambiado mucho. Pero el medio ambiente sí ha cambiado. Ahora tenemos el poder de hacer estallar el planeta. Creo que los psicólogos poseen un concepto perfecto de lo que es el cerebro y del tipo de educación que necesita el individuo para sentirse realizado y llevar una vida feliz en la sociedad. Me quedé fascinado cuando leí Society Without Father(3), de Mitscherlich. Lo que quiero decir es: ¿Realmente tenemos necesidad de reyes, caudillos y papas? Lo primero que tiene que saber una persona, para poder participar en la estructura de la sociedad, es leer, escribir, y aritmética. Esto en sí mismo es satisfactorio y conduce a la felicidad y a la riqueza. Creo que es muy peligroso vincular ambas cosas. Resulta muy americano. Fíjese en las sociedades Industrializadas, que tienen veintiséis millones de parados. Estas cifras son aún peores en las naciones en desarrollo. Los venezolanos se esfuerzan mediante la enseñanza de la inteligencia por mejorar la capacidad de las masas en beneficio de todos. Evidentemente, los individuos servirán mejor a la sociedad si se sienten satisfechos. El mayor error de todos esos académicos, y de los principios del partido demócrata, es que han eliminado la disciplina de la educación. No se puede aprender nada sin dolor, sudor y lágrimas. Los padres de las naciones occidentales, en general, deberían preocuparse por volver a inculcar la disciplina en sus hijos, a fin de que estén preparados para ocupar su lugar exacto en la vida. (3) La sociedad sin padre. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 263 Se alejará usted de ese requisito fundamental, que es el verdadero problema, si se preocupa por la utilización de mitos equivocados o símbolos desfasados, que en realidad no tienen ninguna importancia. Me extraña, porque lo cierto es que no se nace católico romano. Este concepto, con todos los símbolos y mitos que conlleva, se programa deliberadamente en las neuronas, sin elección ni consentimiento por parte del sujeto. El sentimiento de que en la vida debe haber algo más que levantarse por la mañana, ir al trabajo y volverse a acostar es fundamental. Las personas que creen que la vida es algo más que eso, tienen una personalidad más perfecta y equilibrada, crean un ambiente familiar mejor, y yo diría que poseen un conjunto de ideas mucho más razonables, que aumentan la capacidad del individuo. Me pregunto si eso es realmente válido en la Era Nuclear. ¡El mito y la realidad nunca coinciden, hasta el punto de que podamos enfrentarnos a la realidad desnuda de la misma forma en que tratamos temas tales como los reyes o los papas! Pero, después de todo, ¿por qué se creó al Papa? Además, no fue el Papa quien instituyó el catolicismo. Este nació porque había necesidad de él. Los faraones esquizofrénicos de Egipto también creían oír las voces de los dioses. Sin embargo, todo eso fue necesario hace muchísimo tiempo. Pero, ¿se pueden aplicar las mismas recetas de higiene psicológica en una época en que dos superpotencias tienen diez mil cohetes nucleares apuntándose la una a la otra, y todavía siguen construyendo más? Define usted la realidad de una manera muy especial, según su gusto y su propósito. Le aseguro que no tengo nada que ver con la carrera armamentista. No obstante, yo no definiría la realidad tal como acaba de hacerlo usted. Porque, creo, que la religión es una realidad. Junto con todos los demás pensamientos y sentimientos universales, es una realidad. Seguramente. El catolicismo romano fue una realidad tan profundamente arraigada en Polonia, tan firmemente codificada en las neuronas de los polacos, que treinta y cinco años de lavado de cerebro marxista-leninista no han sido suficientes para erradicarla. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 264 Ni siquiera los soviéticos saben cómo descodificar el cerebro. Una visita del Papa bastó para convulsionar el sistema socialista. Pasaron los efectos de la anestesia. La religiosidad volvió a despertarse. Lech Walesa tuvo que ir al Vaticano a besarle los pies al Papa. Puede que tenga usted razón cuando dice que la visita del Papa revivió en los polacos sentimientos de religiosidad que estaban dormidos. Los ejércitos del Papa, como los solía ridiculizar Stalin, puede que tengan mucha más importancia de lo que creemos. Pero, ¿por qué? Porque, generación tras generación, a las personas se les ha lavado el cerebro, condicionado y programado con lo que Nietzsche calificó como el opio del pueblo. No obstante, creo que el principal motivo del descontento polaco es más bien la falta de libertad y la terrible represión del Estado soviético. 'Solidaridad' nunca hubiera tenido éxito si no hubiera contado con el apoyo del Vaticano. Pero la religión satisface a las personas. Es un sueño en un momento en que ya no podemos permitirnos soñar demasiado. Yo tengo mi religión. No es el judaísmo o el cristianismo, sino una religión natural. Tengo un sentimiento definido acerca del curso de los hechos del Cosmos. Todo el mundo lo tiene. Sí, claro, porque no viola la realidad. Pero el Papa, el hinduismo y muchos de esos grupos, como el Bhagwan de Poona, en la India, dan soluciones instantáneas al enigma de la vida que no refrenan el mal, sino que lo extienden. Eso es cierto en aquellas naciones, especialmente de Oriente, en que la realidad es algo de lo que todo el mundo quiere escapar. Pero en Occidente tenemos una visión del mundo optimista. Y esto se debe a que aquí tenemos ciencia, y hay cristianismo y judaísmo. Las tres son religiones intrínsecamente optimistas. Dicen: ‘si te preocupas por el mundo, puedes convertirlo en un lugar mejor’. La ciencia habla de reparar este mundo, y la religión de mejorar el otro, pero ambas son optimistas. En Oriente son muy pesimistas. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 265 Por eso, es posible que necesiten tipos como Bhagwan, que les hagan olvidar sus problemas. Para nosotros, no tiene mucho significado. No obstante, cuando veo a miles de personas que hacen cola, a treinta grados bajo cero, para visitar la tumba de Lenin en la Plaza Roja, me pregunto si todas esas mentes están realmente cuerdas. Mire, no tiene derecho a hacer ese juicio. Yo estuve en esa cola. Aquella gente quería hacerlo. De hecho, nadie les vigilaba con un látigo. Querían ir allí.> En peregrinación a una aberración de la mente, siguiendo un destino irremediable precodificado y preprogramado en sus cerebros, sin su consentimiento y sin que tuvieran oportunidad de rechazarlo. Debemos detener la robotización de las personas. Muestra cuán enfermos están. ¿Cómo se atreve a decir eso? En realidad lo que afirma es que la condición normal del hombre es la enfermedad. Sí, la enfermedad mental. R.D. Laing está de acuerdo conmigo. Está usted hablando de la especie humana. Habla como un liberal académico, que tiene cierto punto de vista idealizado sobre lo que se supone que es el hombre. Pero, de hecho, las personas son como son. Las personas son lo que les hacen ser sus padres y educadores, lo que les condicionan a ser. Les envenenan con absurdos medievales, y les producen daños para siempre. Nunca podrán volver a pensar con claridad. Y no estoy fantaseando sobre la bomba de efecto retardado que puede estallar en Europa con esos diez mil cohetes nucleares a cada lado. En parte estoy de acuerdo con usted. Creo que todo lo que hay de universal en la naturaleza humana, como los sentimientos religiosos, por ejemplo, está predeterminado. Es universal sólo porque es parte de nuestra herencia. Lo que no forma parte de esta herencia, varía de cultura a cultura. Sí. Su religión, de estar en contacto con el curso de los acontecimientos del Cosmos, seguramente está predeterminada y se transmite genéticamente; es nuestra herencia arquetípica. Es conforme también a la realidad. Pero, ¿me va a decir que los protestantes contra los católicos, los árabes contra los israelíes, los marxistas contra los capitalistas, están predeterminados en nuestras mentes? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 266 No creo que el Papa esté predeterminado. No lo puedo creer, de ninguna manera. Puede que nosotros compartamos sentimientos agnósticos sobre los papas y los reyes, pero la inmensa mayoría, no. Siempre seremos una minoría. La mayoría de las personas tienen un profundo sentimiento hacia la jerarquía de las instituciones políticas y religiosas. Porque sus mayores se lo hicieron ver así, les automatizaron, les convirtieron en personas que creen y que odian. En Inglaterra, la presencia de la Reina enardece a la gente. Soy muy consciente de ello. Lo mismo pasa en Holanda. Proyectan a la madre. Pero es enfermizo y ridículo. Ridículo para usted; pero, ¿por qué tiene que imponer sus puntos de vista a los demás? ¿No cree usted que la raza humana está en peligro, en peligro de muerte? ¿No es la salud mental un prerrequisito para que exista la posibilidad de sobrevivir? Muy interesante. Sus padres le enseñaron a amar a la reina. Sin embargo, usted no es monárquico, Lo que demuestra que su determinación, o la mía, son bastante agnósticas a ese respecto. Pero la mayoría de la gente sigue la línea normal. Me doy cuenta de ello. Pero, para mí, eso demuestra que se puede descodificar, desprogramar, descontaminar mucha basura que de una manera irreflexiva, automática y robotizante, se había introducido en las neuronas con anterioridad. Demuestra que es genético. Me inclino a diferenciar, entre sus sentimientos, su religión de estar vinculado al Cosmos, que perfectamente podría estar genéticamente determinada, y los soldaditos de plomo del Vaticano o la reina Beatriz en su carroza de oro dirigiéndose al Parlamento a tratar un asunto que se supone que es gravísimo. Walt Disney y los misiles 'Cruise' no se combinan muy bien. No obstante, si no fuese genético no estaría en sus mentes. Serían como usted y yo. Quizá se trate sólo de una cuestión de inteligencia, como dice el doctor Machado. Está en sus mentes, porque a las personas se les Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 267 ha enseñado a creer en el padre Lenin, o la madre Beatriz. Yo he visto sesiones de lavado de cerebro leninistas en las granjas colectivas de Ucrania. Sé cómo se me enseñó a reverenciar a la Reina. Y todavía lo hago, pero como a una mujer, como a cualquier muchacha bonita y bien educada de Holanda, y creo que sus características de reina son una tontería. Por cierto, que incurre usted en una falacia clásica de la lógica del pensamiento. Según usted, le enseñaron su padre y su madre, pero a ellos les enseñaron sus abuelos. Exactamente, ese es el circulo vicioso que ha seguido la humanidad durante siglos, perpetuando mitos y simbolos que están en conflicto mortal con la realidad actual. No, no. Todo el significado de los mitos y los símbolos está en el cerebro del hombre. Las proposiciones universales de todo el mundo tienen que existir, porque la sociedad somos nosotros. Entonces, ¿cómo nos hemos librado de ellos usted y yo? No se puede uno librar de ellos. Son genéticos. A no ser que crea en Dios y piense que fue él quien puso estas creencias en nosotros, o que vienen de un lejano pasado. La moralidad, la regla de oro, esas son las proposiciones universales. Como, ¿no matarás? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 268 24 Richard J. Herrnstein Psicólogo, Universidad de Harvard, EE.UU.(1) ¿De qué manera asesora usted a los venezolanos? Hay muchas formas de contestar a su pregunta. Un aspecto bastante insólito del proyecto venezolano es la creación de un ministerio independiente del Ministerio de Educación; nunca había visto nada parecido. Representa una iniciativa única. ¿Por qué crearon un ministerio independiente? Pienso que el ministro Machado deseaba poder actuar sin las estructuras administrativas y la burocracia que conlleva siempre un Ministerio de Educación. Esto representa seguramente un gran adelanto, porque, por muy útil que pudiera ser el Ministerio de Educación, posee, no obstante, una complicada burocracia, igual que todas las demás instituciones gubernamentales. De hecho, lo que dice el ministro Machado es: ‘Quiero considerar la totalidad del problema de una manera fresca y nueva.’ Cuando estuve en Caracas, tuve la clara impresión de que en Venezuela la educación pública no estaba dando tan buenos resultados como podría. Es un país donde la riqueza es bastante reciente. Anteriormente todos los recursos destinados a la educación solían ir dirigidos a la enseñanza privada o a la católica romana. (1) Aunque fui dos veces al James Hall, en Harvard, y entrevisté al doctor Herrnstein durante cuarenta minutos, especialmente en lo referente a su posición como principal asesor americano del proyecto venezolano, cuando leyó el original mecanografiado literal de sus propias palabras, tachó párrafos y páginas enteras, por lo que su conversación se quedó reducida a una de las más breves. Si bien me propuso escribir un prólogo para este libro, lo que yo acepté inmediatamente, tras la lectura de esta entrevista, retiró dicha oferta. El autor lamenta no haber podido llegar a un acuerdo al respecto. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 269 La educación privilegiada. Los estratos, más bien minoritarios, de la clase privilegiada no utilizaban el sistema público para educar a sus hijos. La educación pública, a gran escala, ha empezado a ser un hecho en Venezuela sólo muy recientemente, y al parecer, no da tan buenos resultados como en otros países que tienen una historia y un desarrollo similares. No obstante, políticamente el doctor Machado parece decir que todo el mundo debería tener el mismo derecho a aprender. Es cierto. Sin embargo, el ministro Machado también cree que la inteligencia es una característica unificada, una determinada capacidad específica que las personas poseen en mayor o menor grado. Los psicólogos, por el contrario, piensan que, en realidad, la inteligencia no es una sola característica, sino un conjunto de ellas, que se expresan en diferentes tipos de habilidades; habilidades evidentes, como leer, recordar o razonar. ¿Y los instintos? Es posible que también. Si con instinto se refiere a un elemento motivacional, como el impulso a aprender, entonces evidentemente es un componente más de este asunto tan complicado. No me cabe duda de que, al menos parte de él, y tal vez a su debido tiempo, todo se puede educar. ¿Programar? Creo que no es esa la palabra adecuada. Pero en realidad se trata de eso. ¿Por qué no llamarlo simplemente educación? Cuando estuve en Caracas, observé que la creación del Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia, por el doctor Machado, había levantado una gran polémica. Había muchas personas que no estaban seguras de que la inteligencia fuese exactamente un tema del que tuviera que ocuparse el Gobierno. Pero suponga que se crea por primera vez un Ministerio para el Desarrollo de la Salud. Abarcaría gran cantidad de tipos diferentes de actividades, instalaciones y servicios, todos ellos dedicados al mismo tema. La idea de un Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia se puede interpretar de la misma forma, y tal vez parezca menos extravagante de lo que les pareció a muchos al principio. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 270 A veces da la impresión de que el doctor Machado cree que su Ministerio va a transformar a Venezuela, por no decir al mundo entero, en dieciocho meses. Aunque ahora acepta expectativas más modestas, propuestas por los psicólogos que ha consultado. Lo que se propone hacer es sumamente útil. Me resulta muy agradable trabajar con él. Hemos conseguido interesar a algunos de los científicos de Belt, Berauch & Newman, una gran empresa de ingeniería de Cambridge que cuenta con cinco mil empleados y ochocientos profesionales; el veinte por ciento de los cuales son doctores universitarios, incluyendo a un grupo de psicólogos especializados en el procesamiento de información humana. Esto tiene mucho que ver con lo que el doctor Machado denomina inteligencia. ¿Qué es lo que piensan hacer? Nos vamos a ocupar de los niños de educación secundaria y del aprendizaje de lo que el doctor Machado denomina con bastante exactitud 'habilidades de pensamiento'. Es cierto que, a veces, da la impresión de que el doctor Machado intenta cambiar el mundo. Pero, ¿las necesidades de Venezuela son las mismas que en las naciones avanzadas como, por ejemplo, Holanda? Creo que, realmente, algunos de los programas que se están planificando podrían servir para cualquier otro sitio. Pienso que hay ciertos tipos de habilidades cognoscitivas de las que todos los países podrían beneficiarse. Pero, por otro lado, es absurdo cambiar por cambiar. Una misma cosa puede dar estupendos resultados en un sistema educativo y muy malos en otro. Además, también puede ocurrir que la tecnología de la educación no esté lo bastante preparada para recibir cualquier tipo de educación acelarada que podamos inventar nosotros. Por tanto, aunque creo que lo que supone el doctor Machado es muy positivo, puede que no sea el momento oportuno de ponerlo en práctica, o puede que sí. Tal vez fuese mejor intentarlo dentro de nueve o diez años. Eso es lo que estamos tratando de averiguar. Dicho esto, permítame advertir a sus lectores que el argumento filosófico del doctor Machado me parece muy acertado. Comparto su opinión de que la causa principal de las contiendas políticas del mundo es tanto la diferencia de inteligencia entre las personas como las diferencias económicas o de clase social. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 271 ¿Y qué me dice de los católicos y protestantes irlandeses, que al parecer van a estar siempre degollándose unos a otros? En este mismo momento, hay seguramente una diferencia de diez o doce puntos entre los CI de los irlandeses y los ingleses del Reino Unido, que puede que sea la verdadera causa de los conflictos políticos y sociales de esa parte del mundo. No sé cuál es el origen de esa diferencia. Puede ser debida a distintos grados de educación, de ambiente cultural, de perspectivas, etc. Son muchos los factores que pueden haberla producido. No lo puedo creer. Permítame expresarlo de otra manera. Creo que si se pudieran modificar las puntuaciones de los ingleses e irlandeses del Reino Unido en los tests de capacidad académica, los problemas políticos, sociales y culturales desaparecerían rápidamente. No hay nada mágico en ello. La diferencia de puntuaciones es la primera señal de que, en un momento posterior de la vida del niño, habrá una diferencia en la media de ingresos, en el éxito y en los niveles subsiguientes de educación. ¿Se refiere usted a los niños o a los adultos? A ambos. Las diferencias en el CI no parecen cambiar de la infancia en adelante. ¿Ocurre lo mismo en Africa o, pongamos por caso, en la eterna lucha entre árabes e israelíes? No dispongo de cifras sobre Oriente Medio, pero estaría dispuesto a arriesgarme a darlas. Y lo haría porque la inteligencia juega un papel importantísimo en cualquier problema. Cuando el yugoslavo Milovan Djilas escribió La nueva clase, se sirvió no sólo de la crítica del poder, sino también de las ganancias extras del poder. Las convicciones igualitarias de la revolución yugoslava no hicieron más que preparar el terreno a una nueva élite, que, sin lugar a dudas, al principio se basaba en la capacidad mental. Por tanto, creo que los argumentos del doctor Machado son ciertos. Tiene razón. Es una especie de genio. Sobre todo para lograr mantenerse políticamente a flote con un pensamiento tan avanzado. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 272 Eso es lo que quiero decir con genio. Es un visionario. Además, despierta la simpatía de las personas. Le he visto muchas veces delante del público, incluso en Caracas. Al principio, la audiencia mostraba cierta hostilidad, y por eso, mi primera reacción fue pensar que no había esperanza, que no íbamos a llegar a nada. Pero, al final, todo el mundo le llamaba Luis Alberto y le abrazaba, porque el ministro establece una relación de confianza con las personas. Personalmente, lamento que muchas veces, después de elaborar argumentos sumamente eficaces y muy convincentes, los desarrolla con tanto detalle que en cierta forma los destruye. He visto cómo sucedía esto en junio de 1981, en la conferencia del Club de Roma de Caracas. Se pone tan exaltado que dan ganas de decirle ‘In der Beschränkung zeigt sich dar Meister’. ¿Cómo ha reaccionado el público americano a las ideas revolucionarias del doctor Machado, como él las llama? Dio una charla aquí en Harvard, y debo decir que obtuvo un clamoroso éxito. A todo el mundo le gustó mucho. Casi habría que decir que el público de Nueva inglaterra lo devoró. En nuestra publicación oficial, la Harvard Gazette, se informó detalladamente de ella. Sin embargo, Burton White (véase entrevista) se mostró bastante crítico; y según él, los venezolanos no prestan suficiente atención al período crucial de la vida del niño que va de cero a tres años. Mis conocimientos no me permiten opinar, porque no estoy familiarizado con todo lo que se está haciendo en Caracas. Sé que el trabajo de Edward de Bono se centra en los niveles educativos de menor edad. Nosotros nos ocupamos del nivel de séptimo curso. De Bono me parece que se dedica al cuarto curso de la enseñanza elemental; y, por supuesto, está también el proyecto familiar de Beatriz Manrique, que es el proyecto para la infancia. No obstante, por ahora no sé nada sobre los resultados. Yo creo que el doctor Machado se está ocupando de los niveles apropiados, aunque tal vez debería atender también a las etapas más tempranas. ¿Cuáles son los primeros resultados de sus estudios en Venezuela? Son realmente muy interesantes. En este momento, nuestro equipo trabaja en la capital provincial de Barquisimeto. Estamos haciendo tests de inteligencia a unos mil escolares. Ya hemos pasado tests a muestras de varios cientos de niños. Hemos adaptado nuestros Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 273 programas a la situación específica de Venezuela, están en español y se han elaborado a partir de datos culturales venezolanos. A estos niños nunca se les había hecho un test de inteligencia. Era un territorio virgen. Los resultados han sido sumamente interesantes. Las puntuaciones son muy similares a las que se obtienen en otras partes del mundo. La varianza, por ejemplo, es muy semejante a la de Estados Unidos. Esto, en sí mismo, es una contribución muy importante al desarrollo de instrumentos objetivos para el estudio de la población. ¿Cuál es el objetivo de su programa de Barquisimeto? Estos resultados nos proporcionan una línea en la que basarnos. A este respecto tienen dos funciones: por un lado, nos permiten llevar un control de los niños que pasan por las primeras etapas de escolarización. Por tanto, podemos seleccionar grupos de niños para saber si los grupos que han asistido a nuestro curso son comparables en inteligencia a los que no asistieron. Para empezar, es absolutamente esencial hacer esto. Por otro lado, estos resultados nos proporcionan un índice de aptitud, y así, al final del curso, podemos volver a pasar los tests, tanto a los niños que asistieron a él como a los que no. De esta forma, claro está, observamos si se ha producido alguna diferencia. ¿Esta es la manera en que se proponen elevar la inteligencia? Bueno, el curso ha cristalizado bastante desde la primera vez que hablé con usted hace un año. Ahora ha tomado forma. Es un programa que se dirige a un pequeño número de diferentes habilidades cognoscitivas del pensamiento. Es casi seguro que cada una de ellas guarda relación con las puntuaciones de un test de inteligencia. Unas más y otras menos(2). ¿Podría describir qué habilidades ha utilizado? En primer lugar, las habilidades que creemos que realmente se pueden mejorar, y en segundo lugar, las que pensamos que pueden ser útiles al niño dentro y fuera de la escuela. Se podría decir de la siguiente forma: lo que estamos haciendo es enseñar a los niños venezolanos a utilizar una serie de instru- (2) Cuando leyó el texto mecanografiado de las grabaciones originales, el doctor Herrnstein suprimió las tres últimas preguntas. Sin embargo, son tan importantes para saber lo que se está haciendo en Venezuela que me he visto obligado a volverlas a incluir. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 274 mentos que en general creemos que son útiles. No es nada insólito, lo único que tienen de extraño estos instrumentos es que están en sus cabezas. Sigo sin entenderlo muy bien. Aunque usted parece dar a entender, entre otras cosas, que estos instrumentos están presentes, pero subdesarrollados. Exacto. Son instrumentos cognoscitivos. En realidad, hemos puesto en práctica su enseñanza en Barquisimeto y las respuestas de los niños han sido sumamente alentadoras. ¿Utilizó personal de su propio equipo? No, lo hicieron profesores de séptimo curso que daban clases allí y a quienes preparamos para utilizar nuestras técnicas. No pudo haber sido mejor: los alumnos estaban muy contentos y los profesores se entregaron completamente a ello. Cuando fuimos a verlos, los niños incluso nos dieron una serenata. ¿Cree que también se podrían aplicar estas técnicas en otras naciones en desarrollo, o incluso en el mundo desarrollado? En efecto. Si tenemos éxito en Venezuela, confiamos en que estas técnicas puedan ser de utilidad en los demás sitios, incluso en las escuelas americanas. Estamos bastante convencidos -aunque todavía hay que demostrarlo- de que los profesores que utilizan este programa se animarán a aplicarlo en sus otros cursos, y de esta forma estas técnicas se desarrollarán en asignaturas más tradicionales. Ya ha sucedido en el proyecto de Edward de Bono y es muy seguro que ocurra lo mismo en este caso. Resulta un tanto escandaloso que estos programas se estén desarrollando en Venezuela. ¿Por qué no en Estados Unidos? No es justo hacer esa crítica. Porque allí se llevó a cabo el Head-Start. Y no sólo eso. Desde los años sesenta se están gastando cientos de millones de dólares en programas de intervención educativa. Los resultados no han sido tan positivos como se esperaba. Incluso hubo un momento en que se dijo que eran totalmente negativos. Pero eso tampoco es verdad. Se obtuvieron resultados positivos, aunque quizá no tan buenos como se esperaba. Y son muchas las razones de que sucediera así. En parte se debe a que las expecta- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 275 tivas eran demasiado altas. Otra razón es que no se comprendió cuán microscópicamente tiene que dirigirse la intervención educativa. Es muy frecuente no darse cuenta de que en la clase hay que intervenir con muchísima precisión y con todo detalle. Las instrucciones que recibe un profesor para aplicar nuestro programa durante cuarenta y cinco minutos, pueden sumar hasta treinta páginas de indicaciones detalladas. Y sólo así empezarán a producirse resultados realmente notables. En realidad, sentándose al fondo del aula, desaparece la sensación de que la clase está muy controlada, porque los profesores participan activamente en ella, y así se crea un ambiente de espontaneidad en todo lo que se desarrolla en su interior. Pero la espontaneidad es parte de una estructura rígidamente prescrita. El profesor sabe que durante los cinco primeros minutos tiene que hacer tal cosa y en los cinco minutos siguientes tal otra. Espera cierto tipo de respuestas, y si no se producen, hará esto y aquello, etc. ¿Cómo ha sido su experiencia con los profesores venezolanos? Una de las cosas que aprendimos el año pasado, aunque ya lo sabíamos desde el principio, fue cuán importante es que los profesores participen. Forman parte del público al que nos dirigimos y, por consiguiente, el profesor o la profesora interiorizarán las metas de los proyectos, a fin de llevarlos a cabo. Hasta ahora, los profesores venezolanos han resultado ser absolutamente competentes. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 276 25 Marcus Feldman Genetista, Universidad de Stanford, California, EE.UU. En Venezuela se ha creado un Ministerio para el Desarrollo de la Inteligencia. ¿Por qué se llama de la inteligencia y no de educación? Su objetivo era crear un organismo distinto, ya que los Ministerios de Educación han girado en círculos viciosos durante cientos de años. Trataban de enfocar, desde un punto de vista nuevo, la bús queda de medios con los que impedir que las personas destruyan a las futuras generaciones, antes de que éstas tengan la menor oportunidad de evitarlo. Mi primera reacción es que podría tratarse de un asunto sumamente peligroso, tan peligroso como lo que intentó hacer Adolfo Hitler. Sin lugar a dudas, los venezolanos tienen excelentes motivos para hacer lo que están haciendo, pero la cuestión es: ¿Están tratando de producir autómatas?, ¿tienen suficientemente en cuenta todas las investigaciones que se han hecho en los últimos cincuenta años sobre el desarrollo del niño y otros aspectos del desarrollo cognoscitivo? Tengo entendido que Richard Herrnstein está colaborando en esos estudios y que es uno de los principales asesores del Gobierno venezolano. Herrnstein ha investigado la conducta y los procesos de aprendizaje de las palomas. Me atrevería a decir que sus conocimientos genéticos son muy primitivos, como ha quedado demostrado varias veces. El y Arthur Jensen confunden la noción de algo que está genéticamente determinado, con ser genéticamente inevitable e irremediable. Y son cosas completamente distintas. El hecho de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 277 que algo esté genéticamente determinado no quiere decir que no se pueda transformar, por medio de la intervención del ambiente. No le entiendo. Lo que quiero decir es que, aunque algo esté genéticamente determinado, se puede intervenir. Su determinación genética no imposibilita el éxito de una intervención ambiental. Le puedo poner algunos ejemplos superficiales. Por ejemplo, en algunas enfermedades genéticas bien conocidas, como la fenilcetonuria, aunque sabemos que está genéticamente determinada, si se altera la dieta, lo que después de todo es una intervención ambiental, el error genético no se manifiesta. Se altera la cadena genética. No, no se alteran los genes, sino la forma en que se manifiestan. El proyecto original no cambia, pero su resultado, sí. Lo que quiero decir es que Herrnstein, Jensen y otros, se han hecho ricos vendiendo la idea de que todo lo que es realmente genético es realmente inalterable. Incluyendo los resultados de lo que no se puede cambiar. Exacto. Y la forma en que lo dicen, su lógica, es la siguiente: 'Si es genético, entonces no se puede cambiar mediante la intervención ambiental.' Una persona negra sigue siendo estúpida. Permítame replantearlo. Su lógica es la siguiente: la estupidez es genética, la genética es inalterable, luego la estupidez es inalterable. El único experimento válido que puede servir para demostrar que la conducta de los seres humanos tiene bases genéticas, es el estudio de gemelos idénticos, educados por separado. Esa es la única forma de establecer el genotipo. ¿Quiere decir que es la única forma de demostrar genéticamente la falta de inteligencia? Se necesitan gemelos idénticos, criados por separado, porque es la única manera de controlar el genotipo. Pero, ¿cuántos gemelos idénticos, criados por separado, se han investigado? En la literatura sobre el tema sólo aparecen ciento veintidós casos y la mitad de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 278 ellos los estudió sir Cyril Burt. Pero, puesto que se ha demostrado que sus trabajos fueron fraudulentos, debemos descartarlos. ¿Quiere decir que, en todo el mundo, no se han estudiado más que sesenta y una parejas? Verá usted. En 1969, Arthur Jensen afirmó en The Science Harvard Educational Review que los trabajos de Burt eran la mejor investigación que se había hecho nunca sobre el tema. Pero lo más interesante de todo fue su reacción a un trabajo de investigación, realizado por Leon J. Kamin, un psicólogo de Princeton, que escribió The Science and Politics of IQ(1). Este presentó su estudio en un congreso de psicología y documentó estadísticamente por qué no se podía confiar en los datos de Burt. Muy poco tiempo después, Jensen escribió un artículo en el que decía, nada más y nada menos, que ninguno de los datos de Burt eran fiables. Fue un cambio de opinión demasiado rápido. Especialmente después de lo que escribió en la Harvard Review. Habría renegado de sí mismo si no hubiera conocido el libro de Kamin. En realidad, fue este libro el que condujo al descubrimiento de que los estudios de Burt eran un fraude. ¿Se puede demostrar completamente que la estupidez es genética? Yo diría que no se pueden hacer experimentos en este campo. Es imposible elaborar un diseño experimental aceptable. Esto quiere decir que, al afirmar que no hemos podido cambiar el CI y que los niños son los culpables de tener un CI bajo, estamos aceptando datos erróneos. Y eso es, fundamentalmente, lo que ha estado haciendo Jensen. No estoy dispuesto a admitir que la estupidez sea genética. Y además, no podemos suponer que si algo es genético es inalterable. Afirmar tal cosa quiere decir que se ignoran gran cantidad de datos e investigaciones biológicas. Si se toma una variedad de guisantes con el mismo genotipo y se les planta en un tipo de abono puede que no crezca nada, mientras que en otro sitio se harían enormes. Durante mucho tiempo se han realizado experimentos de este tipo. En biología se sabe que el hecho de que algo tenga el mismo genotipo, no quiere decir que no se pueda intervenir para cambiar el fenotipo, que es lo que se (1) La ciencia y la politica del Cociente Intelectual. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 279 manifiesta. Sólo porque tengan el mismo DNA, no quiere decir que vayan a parecer exactamente iguales. Esto señala la importancia del ambiente. No se hace mucho caso de este aspecto, cuando se estudia el crecimiento de las personas. En efecto. Debido a una serie de estudios erróneos, razonan equivocadamente que las características del CI son genéticas; y puesto que son genéticas es imposible cambiarlas. Esto les lleva a afirmar que no se pueden elaborar programas como el Head-Start, o cualquier otro plan de intervención. Porque el CI es genético y no se le puede transformar de ninguna manera. Pero, aparentemente, Herrnstein cree que se puede, de lo contrario no estaría cooperando en un programa dedicado a mejorar la inteligencia de los niños venezolanos. Depende de la forma en que Herrnstein se plantee la cuestión. En mi opinión, para empezar va a dar por supuesto que la inteligencia es una característica fundamentalmente genética, y luego se va a servir de una serie de métodos con los que diferenciar razas y subclases entre los individuos de Venezuela y así determinar quiénes son de origen indio o lo que sea, afirmando que estas personas son biológicamente diferentes en lo que se refiere a los denominados genes de la inteligencia. Me resulta realmente asombroso que un psicólogo americano pueda estar involucrado en una cosa así. ¿Por qué? ¡Transformar la inteligencia es un concepto tan amorfo...! Se puede hablar, tal vez, de cambiar el nivel de analfabetismo. En este caso, el objetivo está muy bien definido. Pero, ¿cómo se pueden cambiar exactamente las puntuaciones de un test de inteligencia? En Venezuela están plenamente convencidos de que todo el mundo es inteligente, pero que la inteligencia está subdesarrollada, dormida. Y que es necesario activarla. Es un fin muy encomiable. Me parece muy bien que se les quieran dar nuevas oportunidades a las personas, pero también tienen que estar preparadas para recibirlas. Entonces, ¿cambiar el ambiente social no tiene nada que ver con la psicología? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 280 Yo no diría que no tenga nada que ver, porque se pueden plantear muchas cuestiones psicológicas sobre cuál será el mejor ambiente de aprendizaje. Se pueden examinar muchos aspectos que son de índole puramente psicológica. Por tanto, no se puede decir que no tengan nada que ver. Esa es la razón de que Herrnstein esté cooperando en el proyecto y de que, entre otras cosas, esté elaborando programas dirigidos a las madres. Eso es estupendo. La mejor prueba de que se puede intervenir en el CI son los estudios que realizó Rick Heber con madres y niños del ghetto de Milwaukee. Una intervención de este tipo exige un trabajo muy intensivo y además resulta muy cara. Pero con ella se ha podido elevar el CI considerablemente. ¿Entonces qué es lo que dice Jensen? Yo creo que en este aspecto Jensen es racista. Si se ha demostrado que se puede hacer en el 'ghetto' de Milwaukee, ¿por qué no se podría hacer en Venezuela? La intervención que puedan llevar a cabo asesores, como Richard Herrnstein, no va a ser del mismo tipo que la que se aplicó en Milwaukee, donde se trató la cuestión como un problema socioeconómico, más bien que como un problema de los niños mismos, que es de la manera en que lo hubiera planteado Jensen. Parece ser que en el sistema de educación soviético se reconocen automáticamente los niños con talento, y así es como consiguen sus campeones de ajedrez, por ejemplo. Depende. Los soviéticos también tienen sus propios métodos para impedir que determinadas personas avancen demasiado. No es una cuestión de sistemas, porque Rusia cuenta con una larga historia de racismo contra ciertos grupos y personas. Por ejemplo, todos los doctorados universitarios no pasan el mismo tipo de examen. En el terreno de las matemáticas, tienen diferentes criterios: desde hace cuatro años en las publicaciones de su Academia no aparecen artículos escritos por matemáticos judíos. Me extraña, porque he entrevistado a muchos notables científicos soviéticos de todos los campos que eran judíos y no parece que tuvieran problemas de este tipo en absoluto. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 281 Bueno, todo el mundo sabe que muchas personas encuentran bastantes dificultades para poder entrar en determinadas escuelas e instituciones de la URSS. Pero, permítame volver a nuestro tema. La actitud que adoptaría Richard Herrnstein es exactamente la misma que la de Arthur Jensen; es decir, que las diferencias raciales son genéticas. Por supuesto, hay algunas diferencias entre las razas que están genéticamente determinadas. El color de la piel, por ejemplo. Eso es evidente. También acepto que existen algunas diferencias raciales en el CI. Como es el caso de Estados Unidos. El CI de los negros americanos no es el mismo que el de los blancos. Pero Jensen lo interpreta diciendo que: puesto que las razas son genéticamente diferentes, todo lo que podamos observar en ellas es genético, y, por tanto, la diferencia del CI entre las dos razas es genética. Evidentemente, ningún investigador genético de este país aceptará tal razonamiento. Muchas de las cosas que afirma Jensen se basan en que el CI de los negros es inferior por herencia. Y esto es completamente falso. ¿Es cierto entonces que, sin tener en cuenta la raza, si dos personas se educan en el mismo ambiente cuitural y socioeconómico, los resultados de sus CI serán los mismos? Siempre existirán diferencias individuales. Pero creo que a todo el mundo se le debería dar el mayor número posible de oportunidades, para que pudieran desarrollar sus capacidades al máximo. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 282 26 Burton L. White Director del Centro para la Educación de los Padres, Newton, EE.UU. Ha estudiado usted los orígenes de las capacidades humanas. Estudio la conducta como lo haría un psicólogo educativo. No me ocupo de las habilidades. Reconozco que esto me sitúa en una gran desventaja, porque el tema de las capacidades es mucho más complicado que todo lo que se pueda enfocar centrándose exclusivamente en la experiencia. Sin embargo, llegué a la conclusión de que no podía pasar de ese límite. Tuve la suerte de poder hacer algo constructivo ateniéndome sólo a este campo; pero, desde luego, reconozco que no se puede atender a la totalidad del problema enfocando sólo la conducta. Lo que intento decir es que el grado de inteligencia que alcanza un individuo en su madurez está basado en muchísimos factores, y que seguramente ningún especialista individual puede ser consciente de todos ellos ni conocerlos perfectamente. Habría que considerar cómo está dotado genéticamente el individuo, la influencia que tiene en la dotación física la alimentación y Dios sabe qué otros factores, las repercusiones de las distintas experiencias desde el período prenatal hasta el final de la madurez. Por tanto, es terriblemente complicado. En mi campo profesional yo sólo me ocupo de una pequeña parte. Pero para educar a los padres, ¿no es necesario descubrir una técnica con la que descodificar lo que se introdujo anteriormente en el cerebro (lo que se codificó en las neuronas)? ¿Qué quiere decir? Los padres, los profesores, el ambiente, enredan en la mente del niño sin tener ningún conocimiento de los hechos biológicos del Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 283 cerebro. Lo que sucede en esos primeros años tan vitales es un verdadero lavado de cerebro. ¿Por qué un niño es católico romano y otro protestante? Fíjese en la Irlanda de hoy. ¿No se relaciona la educación, especialmente en el caso de los padres, con poder descodificar mucha de la basura que se introdujo en los cerebros entre los cero y seis años? ¿No es eso lo que quieren hacer los rusos en Polonia, cuando intentan que los individuos de una nación profundamente religiosa (condicionada) se conviertan en creyentes del marxismo-leninismo? ¿Me permite hacerle una pregunta? ¿De qué está hablando, de la manipulación de la mente, de los procesos que tienen lugar en ella, o de las dos cosas? ¿No están interrelacionadas? Se perjudican y se contaminan los procesos mentales, violando la libertad individual de elección, mucho antes de que el niño tenga seis años. Cuando habla usted de descodificar determinadas creencias, está tratando cometidos. ¿Se puede hacer? No tengo la menor idea. Entonces, dígame: ¿para qué sirve la educación de los padres, si no se acaba primero con todos los absurdos que se han transmitido de generación en generación a lo largo de la historia? Cuando hablo del máximo desarrollo de las capacidades humanas, no me refiero a los contenidos per se. Me refiero a un proceso. Pero los procesos de los que usted se ocupa ya están completamente contaminados y deteriorados antes de que los estudie. Yo hablo de la capacidad de aprender, de la capacidad de actuar en el mundo, de la capacidad de relacionarse con las personas eficazmente. No entiendo cómo en estas cuestiones se pueden ignorar los contenidos. Admito que las creencias interactúan con esas capacidades, pero eso de que existen creencias específicas, codificadas en la mente, que luego son transformadas deliberadamente por alguien que tiene un perfecto conocimiento de los procesos mecánicos, es algo que no entiendo en absoluto. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 284 Tenga en cuenta que no estoy hablando de lavar el cerebro de las personas para hacerlas nazis o comunistas. Y tampoco creo que se las deba convertir en protestantes o hinduistas. No entiendo nada de lo que dice. Lo que pregunto es si la educación de los padres sirve de algo, si no se llega hasta las raíces de la programación arcaica del cerebro. Por supuesto que sí. Está clarísimo. Si me da un niño completamente nuevo, que goce de perfecta salud física y esté bien dotado, dentro de dos años le puedo devolver un tullido o un ser humano perfectamente desarrollado. Muy bien, ha puesto usted el ejemplo de un niño. Pero yo creía que estábamos hablando de la educación de los padres. Me temo que la mayoría de ellos proceden de ese niño tullido del que habla. ¿Cómo se puede 'educar' a los padres cuando están llenos de concepciones erróneas sobre sí mismos y sobre el mundo en el que viven? Me parece que está usted en las nubes. Creo que está considerando el problema muy superficialmente y se olvida de algunos aspectos. Permítame ponerle un ejemplo específico: Los padres que tienen por primera vez un hijo, tienen que aprender por sí mismos cómo educarle. Nadie les da 'instrumentos' con lo que hacerlo, al menos en este país. Aquí simplemente se les pone delante del niño y se les dice: ‘ahí tenéis vuestra responsabilidad’. No estoy de acuerdo. Creo que las mentes de los padres están llenas de 'instrumentos' en forma de anacronismos y verdaderos absurdos que no guardan absolutamente ninguna relación con la Era Nuclear en la que vivimos. Y transmiten esos 'instrumentos' (concepciones, creencias y mitos) al niño, que se encuentra indefenso ante esta programación. Pero creo que deberíamos volver al tema de la inteligencia. Gracias al estudio del desarrollo de la inteligencia que se ha venido realizando a lo largo de los últimos ochenta años, tenemos algunos conocimientos sobre la continuidad del desarrollo. Evidentemente, nuestra ciencia no es perfecta. Pero sabemos que un niño de seis años, cuya inteligencia se encuentra en el percentil noventa y cinco, ha empezado muy bien. Basándonos en el cálculo de probabilidades, lo más seguro es que siga siendo un ser humano excepcionalmente inteligente. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 285 Si el mismo niño, de seis años, se encuentra en el percentil veinticinco o treinta, las posibilidades de que más tarde sea muy inteligente no son cero, pero son muy pocas. Eso es algo que ha quedado perfectamente establecido tras varias décadas de investigación sobre el curso del desarrollo de la inteligencia. También sabemos que, a los tres años, estos modelos están ya parcial pero no perfectamente establecidos. Esto significa que el niño que es excepcional a los tres años, el que ha sobresalido durante los tres primeros años, posiblemente lo va a ser también a los seis, a los ocho, a los diez y así sucesivamente. Todavía pueden retroceder. Muchos lo hacen. Pero mediante el cálculo de probabilidades, podemos asegurar que el modelo ha quedado más o menos establecido alrededor de los tres años. No ocurre lo mismo con la mayoría de los niños de un año de edad. Un niño que está excepcionalmente avanzado cuando tiene un año, no sigue estándolo necesariamente cuando tiene tres. Si sus puntuaciones se encuentran en el percentil noventa y cinco, la probabilidad de que sigan siendo tan altas, cuando tenga tres años, es la misma que la de otro niño cuyas puntuaciones se encuentren quizá en el percentil cuarenta y cinco. ¿Cuáles son los orígenes de estos desarrollos? Estamos empezando a conocerlos ahora. Toda una serie de estudios internacionales han demostrado que las puntuaciones de noventa o ciento cuarenta a la edad de un año no tienen por qué ser igualmente buenas a los tres años. El motivo de esto resulta muy interesante. Tiene que ver con el lenguaje y la inteligencia, pues las puntuaciones de los tests son consecuencia de estas dos capacidades, no del talento musical o de la habilidad motora. Lo que hemos estudiado más que ninguna otra cosa es el lenguaje y la inteligencia. El proceso de adquisición del lenguaje, es decir, de palabras con significado, comienza alrededor de los seis u ocho meses de edad. El crecimiento que se produce entre este período y los tres años es enorme y muy rápido. A la edad de un año, la cantidad total de lenguaje que un ser humano puede procesar es pequeñísima. Por tanto, si se somete a prueba el lenguaje o la inteligencia de un niño de un año, lo que se registre no reflejará de una manera sustancial el grado de desarrollo que alcanzarán estas capacidades. Porque aún no ha habido Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 286 tiempo suficiente para que el niño muestre si va retrasado o adelantado. La habilidad del lenguaje comienza a ser realmente significativa en algún momento a partir del primer año de vida. Por tanto, empieza a ser susceptible de predicción alrededor del segundo año, pues para entonces ya ha pasado el tiempo suficiente y el niño ha adquirido un número considerable de palabras. Pero sólo los niños más sobresalientes comienzan a estabilizarse, en lo referente a sus modelos de desarrollo, en ese momento. Y es a los tres años cuando empiezan a hacerlo un porcentaje mucho mayor. Por eso, uno de los motivos de no poder hacer predicciones al año de edad, y sí a los tres, es que el lenguaje se desarrolla. ¿Y el oído? El oído interactúa con él. Pero el número de palabras cuyo significado puede entender un niño pequeño, al año de edad, viene a ser por término medio de cinco a diez palabras. A los dos años son unas doscientas. A los tres, alrededor de mil. Por supuesto, estas cifras son variables. Siempre lo son, claro. Pero francamente, teniendo en cuenta la lentitud del ritmo de aprendizaje de la mayoría de los niños, no se puede decir que en el período que va de los siete a los doce meses haya habido tiempo suficiente como para poder observar si el proceso se está desarrollando con considerable rapidez o va retrasado. Ahora bien, está claro que, de un modo u otro, la inteligencia se relaciona con el lenguaje. Sin embargo, nadie ha podido nunca descubrir cómo funciona exactamente esta relación. Y si no hubiera sido por una persona que se interesó por las primeras aplicaciones del lenguaje, no sabríamos nada al respecto. Si Jean Piaget no hubiera estudiado el lenguaje, estaríamos todavía en la Edad Media. ¿A quién más conoce, usted que ha entrevistado a tantos científicos, que haya estudiado también las capacidades mentales en los primeros años de vida? ¿A quién? Me hubiera gustado entrevistar a Piaget, claro. Pero hablé con él por teléfono y me dijo, con una voz realmente débil, que no se encontraba demasiado bien como para concederme una entrevista, y poco tiempo después murió. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 287 La cuestión es, y ésta es una de las cosas más interesantes que puede poner usted en su libro, que existen dos maneras de enfocar el estudio de la mente. Una se centra en las etapas maduras de la vida. Edward de Bono, por ejemplo, intenta transformar la capacidad intelectual de los adultos. La otra comienza desde el principio, e investiga el origen y la formación de la inteligencia. Mis estudios tratan de etapas bastante tempranas, aunque no de los primeros momentos; pues no me ocupo, por ejemplo, del desarrollo prenatal. Se han realizado muy pocas investigaciones realmente importantes sobre la adquisición y el comienzo del desarrollo de la inteligencia. ¿Pero sus trabajos se refieren a la adquisición de la inteligencia? Sí. Pero no somos especialistas en ese campo en particular. Posiblemente, el aspecto más interesante de nuestro enfoque al estudio de la inteligencia es la diferencia entre los nuevos conocimientos, sobre el mundo del niño, que se desprenden de nuestra investigación, y los datos que aportó Piaget, que se referían a las estructuras del sistema intelectual. Nosotros somos ambientalistas. Nos ocupamos de la elaboración de la experiencia diaria, por ejemplo. ¿Qué hacen los niños? Hemos podido observar que, en el período que va de los dos a los dieciocho meses, son de suma importancia las habilidades de coordinación del mundo visual y táctil, y ningún estudio ha considerado suficientemente este aspecto, excepto los de Piaget. Pero, claro, éstos no se realizaron con un número considerable de niños. Piaget investigó solamente con sus tres hijos. Aunque, a pesar de ello, casi todo lo que descubrió resultó ser cierto; lo cual no deja de ser sorprendente. La cuestión es que hemos estudiado cientos de casos y, por tanto, conocemos bien, al menos en lo referente a nuestra población, lo que hacen realmente los niños minuto a minuto, lo que pueden hacer, cuáles son sus límites, desde el punto de vista de las habilidades, etc. Y poseemos también bastante información sobre lo que pueden hacer los adultos para influenciar el desarrollo de sus habilidades. Piaget no se ocupó de este tema. No le interesaba. Era un epistemólogo genético, no un educador. ¿Distinguen ustedes entre habilidades primarias y habilidades maduras? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 288 En el sistema de Piaget ya existen habilidades en los primeros dieciocho meses de vida, aunque muy primitivas. Son lo que él denominó habilidades de la inteligencia sensoriomotora, semejantes a la capacidad que poseen los animales más simples para resolver problemas, utilizando el procedimiento de ensayo y error, más bien que mediante procesos de manipulación de ideas o conceptos. En animales más complejos, como los primates o el hombre, descubrimos que el individuo desarrolla mucho más la capacidad de resolver probiemas pensando y que no depende tanto de tener que actuar para encontrar las soluciones, ni se confunde ante problemas abstractos y complicaciones. En los seres humanos, esta capacidad tan importante no se manifiesta realmente antes del año y medio de edad. Según Piaget, durante los primeros dieciocho meses de vida, los niños son incapaces de pensar. Y no conozco ninguna otra opinión más convincente. Pero, ¿qué significa esto? Pues significa que, si queremos comprobar las habilidades mentales superiores, lo cual se puede lograr perfectamente con niños de seis años, podemos hacerlo en parte cuando tengan tres años, pero nunca cuando tienen uno. Paralelamente se desarrolla la capacidad de retener imágenes en la mente a corto plazo. Y resulta interesante comprobar cuán débil es la memoria, a corto plazo, de los niños, colocando obstáculos ante lo que están tratando de hacer. Si se retrasa su encuentro con aquello por lo que están interesados, lo olvidan en cuestión de unos cuantos segundos. Pero, entre los ocho meses y un año y medio, se produce un rápido desarrollo de la capacidad de retener las imágenes, y la memoria a corto plazo experimenta un gran progreso en este período. Lo que quiero decir es que, al año de edad, las habilidades mentales superiores no se manifiestan en el grado necesario como para permitirnos analizarias y poder observar un considerable avance o retraso. A los tres años, están lo suficientemente desarrolladas para alcanzar este objetivo, aunque ya estaban bastante evolucionadas a los dos años. El proceso de adquisición del lenguaje comienza un poco más tarde, aunque casi todo él tiene lugar dentro del mismo intervalo de tiempo, entre los seis y siete meses y los tres años. Este es el motivo de que no podamos hacer predicciones. No se puede observar la formación de modelos permanentes en el ser humano hasta los dos años, o mucho mejor, a los tres. Aunque hay una excepción. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 289 ¿Su objetivo, entonces, es estudiar la interacción entre padres e hijos, principalmente durante los tres primeros años de vida? No, eso es demasiado restringido. Yo estudio la experiencia en general, para observar su influencia sobre el niño. Si nos limitamos a observar exclusivamente la entrada de información en el ser humano, omitiríamos el noventa por ciento de las experiencias diarias de un niño de un año. ¿Por qué? Si observáramos continuamente el curso de la vida diaria de los niños de uno y dos años, descubriríamos que la cantidad total de tiempo en que un ser humano interactúa con ellos, representa solamente alrededor del diez por ciento del día, a la edad de un año. Durante los tres primeros años, esta interacción nunca alcanza la tercera parte del día. Entonces, ¿cómo es el aprendizaje hasta los tres años? Es muy variable. Pero si queremos comprenderlo, no podemos limitarnos a estudiar exclusivamente el que se produce a través de la enseñanza humana, durante estos primeros años. Porque esta enseñanza representa una parte muy pequeña de la vida diaria del niño. El aprendizaje se debe con mucha más frecuencia al instinto de exploración humano en sí mismo, que a la interacción con otros seres humanos. Ahora bien, si consulta los estudios científicos que tratan de los primeros años de vida del ser humano, descubrirá que contienen menos información de la que esperaba. ¡Tiene gracia! Se ha hablado y se ha escrito mucho sobre este tema, pero con unos fundamentos científicos muy limitados. Yo pienso que, si se quiere conocer el desarrollo de cualquier criatura basándose únicamente en la literatura existente sobre el tema, lo mejor es leer trabajos elaborados por personas que lo hayan estudiando directamente. Uno de los escritos más influyentes de este siglo, acerca del desarrollo de los seres humanos, es la investigación que llevó a cabo Sigmund Freud sobre la sexualidad infantil. Fue un tratado teórico muy significativo. Pero en mi opinión, desde un punto de vista científico, no existe nada que pueda sustituir al enfoque directo que se está dando actualmente al tema del desarrollo de los seres humanos. Y si no hubiera sido por el Head-Start y otros estudios que se realizaron en este país en los últimos quince años, seguiríamos teniendo muy poco en lo que basarnos. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 290 Mencionó usted a la doctora Alberta Siegel. Sí, nos prestó una gran ayuda en los años sesenta. Por aquel entonces, disponíamos de mucho dinero para invertirlo en el estudio de los primeros seis años de vida. Yo estaba muy interesado por saber qué tipo de trabajos se estaban realizando al respecto en ese momento y se lo pregunté a la doctora Albert, que era redactora de nuestra publicación Child Development (1), la primera revista que se había realizado sobre el tema. No me sorprendió mucho su respuesta. La mayoría de los investigadores del desarrollo infantil se ocupaban sólo de niños de seis años en adelante. ¿Por qué? Muy sencillo. Porque es muy fácil encontrar niños de esta edad en las escuelas. Existen algunos estudios realizados con niños de tres a cinco años y bastantes menos con los que van al jardín de infancia y a las escuelas de párvulos. También hay algunos sobre niños de menos de cinco días. Conociendo al médico apropiado dentro de un hospital, se tiene acceso a un grupo de niños al que se puede estudiar durante los cinco primeros días de vida, antes de que se los lleven a casa. Pero entre los cinco días y los tres años hay poquísimas investigaciones. Y, sin embargo, siempre hemos sabido que el lenguaje es sumamente importante para el ser humano, ya que de dos tercios a tres cuartas partes de su desarrollo se producen durante los tres primeros años de vida. También sabemos que para que exista la capacidad de amar, el niño tiene que establecer un vínculo de afecto con alguien, y que éste se origina durante los dos primeros años de vida. Muchos de nosotros estamos de acuerdo con las ideas de Piaget, que fijan las raíces de la inteligencia en los dos primeros años, los cuales son también los más importantes. Por tanto, los comienzos de las habilidades del pensamiento tienen lugar durante los dos primeros años de vida. ¿Los padres son plenamente conscientes de todo esto? Muy pocos. ¿Cómo podrían serlo? Se debería aprender en la escuela. Si se les enseña a los niños dónde está la Unión Soviética, ¿por qué no hablarles de los hechos de la vida? Es cierto. Ese es el objetivo de todo mi trabajo. Si queremos que las personas sean mejores, que desarrollen sus potencialidades (1) El desarrollo del niño. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 291 al máximo, aquellos de los que el niño recibe sus primeras enseñanzas deberían estar informados sobre el tema. Me agrada pensar que lo que hemos hecho está abriendo un nuevo campo de estudio. Realmente hemos llegado a conocer muy bien el proceso de la crianza del niño. La única forma de estudiarlo es yendo a donde tiene lugar. ¿Qué utilidad ve usted al proyecto que han emprendido los venezolanos? Ante el proyecto venezolano, siento afecto y frustración. Afecto, porque representa un intento de ser racional en contra de la tradición. Esta se opone a lo que el presidente Herrera Campins y el doctor Machado quieren hacer, lo considera ridículo. El niño debería empezar a ir a la escuela a la edad de seis años, pero el caso es que la tradición es contraria al conocimiento y a la ciencia. Durante diez años he estado intentando que, en este país, el sistema de educación público se haga responsable de dirigir el desarrollo en los primeros años de vida. La tradición lo critica. Así que, por un lado me siento solidario con el proyecto venezolano. Me siento frustrado porque, a petición suya, hace un año examiné con ellos la parte de su proyecto que se refiere a los niños más pequeños y al buen comienzo de su desarrollo, que, después de todo, es a lo que considero que hay que dar mayor prioridad. No puedo entender cómo existen personas que quieran dejarlo para más tarde. Sin embargo, esa es la parte más desatendida de todo el proyecto. Estuve unos cuantos días en Caracas y expliqué con todo detalle lo que habría que hacer. Propuse un plan, pero no se ha emprendido absolutamente nada. En este sentido me siento frustrado. Sin embargo, seguramente estará usted de acuerdo con el doctor Machado en que el ser humano apenas aprovecha sus potencialidades. Estoy en completo acuerdo con este concepto, que es absolutamente cierto. Está claro que lo más valioso de una nación, como dice Machado, son sus individuos. Y también, que estos individuos podrían llevar una vida más satisfactoria y alcanzar niveles más altos de realización, si se prestara más atención a los procesos de educación. Es cierto. Lo único que tengo que objetar al proyecto venezolano es que no se ocupa lo suficiente de los primeros años de vida. Los medios que se invierten en estas primeras etapas Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 292 son mínimos comparados con los que se dedican al resto del proyecto. Es como empezar la casa por el tejado. No tiene sentido. Nuestro trabajo está orientado al desarrollo total del niño. Me refiero al desarrollo de sus habilidades y sus aptitudes. Nos proponemos que crezca feliz, capaz y bien equilibrado. Y creo que el proyecto venezolano no parece estar muy en la línea de una orientación humanista. En diversas conversaciones que mantuve con el doctor Machado y la doctora Beatriz Manrique, la directora del proyecto familiar, me aseguraron que su propósito no era sólo que el niño practicase una capacidad aislada o se convirtiera en un virtuoso del violín, sino que también pretendían su desarrollo integral. Pero la actuación del doctor Machado parece desmentir aquellas palabras. Sus acciones se dirigen con tanta intensidad a exhibir talentos espectaculares, que está claro que no le interesa ni intenta realizar en absoluto otro objetivo que no sea ése. Por eso creo que la crítica que hizo el doctor R.D. Laing en la conversación que mantuvo con usted es perfectamente legítima. Y supongo que tampoco estará de acuerdo con la idea de acelerar por la fuerza el talento musical o intelectual, en lugar de recordar que el propósito del proyecto era el desarrollo de un conjunto completo de valores, que eleve el humanismo a un plano superior. Preferiría mil veces más un ser humano íntegro y con capacidad de amar, aunque no tenga mucho talento, que uno capaz de provocar un holocausto. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 293 27 Merab Mamardatsjvili Filósofo, Tiblisi, Georgia, URSS En Venezuela se están emprendiendo acciones concretas encaminadas a reprogramar el aprendizaje de los niños y, sobre todo, a enseñar la Inteligencia. ¿A qué se refieren con enseñar la inteligencia? Creen que todas las personas poseen inteligencia, pero que la mayoría de ellas no la desarrollan completamente. ¿Supongo que no creerán que todo el mundo tiene la misma inteligencia? No, la misma no, pero en Caracas piensan que las condiciones y el desarrollo sociales son una causa directa del desarrollo desigual de la inteligencia. Entonces, ¿la postura del Gobierno venezolano es que el condicionamiento o los estímulos sociales son decisivos para los procesos educativos y del desarrollo? Creo que sí. Cuentan con la colaboración, entre otros, de Richard Herrnstein, que se inclina más por la genética que por la soclología y, por consiguiente, enfoca la cuestión más bien desde un punto de vista mental que ambiental. Al parecer, en Francia ha surgido un movimiento similar, que se autodenomina 'la nueva derecha'. Afirman que la genética ha demostrado que las personas son diferentes y que, por tanto, es algo que se debería tener muy en cuenta. ¿Qué opina usted? ¿Los aspectos genéticos son más importantes que el ambiente social? Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 294 Yo discrepo con ambas teorías. Para mí las personas no son una tabula rasa. Supongamos que un determinado sistema social pudiera crear, por medio de un condicionamiento especial, un tipo específico de personas, de una forma muy parecida a como se programan ciertos productos, como el rendimiento específico de la construcción y el funcionamiento de una máquina. ¿O acaso los venezolanos siguen un camino que se basa en diferencias genéticas entre las personas que preexisten a priori y las individualizan a lo largo de toda la escala de su dispersión en el espacio y en el tiempo? Me refiero, claro, al espacio y al tiempo de la 'geografía humana'. Para mí, las personas no están precondicionadas o individualizadas a priori ni social ni genéticamente. Hablo en términos del denominado 'sistema racional', articulado exteriormente a la 'cualidad' interior del receptor y, por tanto, visible en todas sus articulaciones para un observador absoluto; el cual, según cabe suponer, puede entonces reconstruir y reproducir, o incluso reiterar, reflexivamente sus acciones. Lo cierto es que los sistemas vivos no son de este tipo. Esencialmente contienen un elemento histórico irreductible. La historia del sistema se inscribe por sí misma. Envuelve o complica muchas cosas hechas concretamente por el individuo motu proprio, ya sea un niño de cinco meses o un adulto maduro con sensibilidad consciente. Porque, en realidad, eso es lo que ocurre. Las interpretaciones simbólicas y las asimilaciones operativas del mundo exterior llegan a constituir una especie de conjunto de jeroglíficos que entrañan valores, sentidos, significados, mundos posibles y, un aspecto que es de suma importancia, canalizan las fuerzas autoconstructivas del individuo humano. Por simplificar, llamémoslo subjetividad. Lo que intento decir es que esta subjetividad, con su elemento histórico irreductible, va incorporada significativamente a la conducta del individuo. ¿Poseemos medios para, a la manera de un rayo láser conceptual, alumbrar las profundidades del alma?, ¿ese campo minado de síntomas genéticos del que sabemos tan poco? El fenómeno de la consciencia en el sentido ontológico o husserliano se preseñta a sí mismo como multidimensional, tal como tratamos nosotros esencial e inevitablemente los fenómenos de esta índole. Nos movemos en muchos niveles de comprensión del mundo, confeccionado de antemano en contraste a un conjunto de sueños personales acerca de la realidad. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 295 Se nos ha planteado un falso dilema. O lo reducimos todo a la fuerza formadora del medio social, en cuyo caso asumimos una infinita plasticidad y un vacío homogéneo interno en los seres humanos, o intentamos descubrir predatos discriminatorios e individualizantes en los códigos genéticos biológicos. Evidentemente, todo esto es imposible. En el caso de la genética, nos damos cuenta de que la principal dificultad se encuentra en la naturaleza del receptor y no en la estructura de los transmisores del código. Lo mismo ocurre con el problema de la formación social. Los resultados po se derivan de la estructura conocida de los estímulos. Permanecen indeterminados. Venezuela puede instituir una escuela y un programa destinados a producir exciusivamente genios. Pero cuando acabe el curso, los estudiantes podrían perfectamente desechar todo lo que han aprendido. Todo el mundo puede convertirse en el padre de una secta del amor, como ese grupo de americanos de la Guayana. Por supuesto, también podría suceder lo contrario. Al parecer, hay mucha gente que imagina que es posible medir positivamente la inteligencia o que se puede calcular qué grado alcanzará el desarrollo intelectual de las personas. Bueno, de eso trata el programa venezolano. Muy bien, dígame: ¿Cómo se puede medir la mente humana en profundidad?, ¿cómo medir la cohesión espontánea por medios culturales que se produce en las áreas autoconstructivas de los mundos posibles, o de las interpretaciones y los símbolos naturales?, ¿cómo encontrar o localizar un gene de la cultura, especialmente si tenemos en cuenta la importancia de la libertad y de la dignidad humanas, o los significados espirituales superiores? Por suerte, no es posible. Las neuronas de la inteligencia humana... Sí, afortunadamente no es real, no existe. Si la humanidad fuera eso, yo me excluyo de ella. Porque en la humanidad que conocemos y a la que pertenecemos, las leyes y la comprensión de los procedimientos naturales se basan en la libertad. Somos libres en el sentido de que cada individuo tiene que actuar. Y esta actuación no está predeterminada ni social ni genéticamente. Si se localizara un gen de la inteligencia, podría resultar peligrosísimo. Conduciría a una concepción del hombre manipuladora, pro- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 296 teccionista y protectora. El filósofo inglés J. Bentham ya pensaba que por medio de la influencia social sobre el individuo se podía crear un tipo específico de personas. Interpretó los acontecimientos de la Revolución Francesa como la ocasión soñada de poner en práctica una teoría racional del hombre, el triunfo definitivo de una idea, la oportunidad real de crear un hombre nuevo, sabiendo cómo están construidos el medio social o el medio ambiente y su influencia. El plan consistía en rehacer al hombre en una especie de panóptico universalizado. Así, según cabe suponer, se conocía la idea racional de cómo debería funcionar la nueva sociedad y, por tanto, habría un ciento por ciento de posibilidades de alcanzar los resultados deseados. Jeremy Bentham expuso estas ideas en un panfleto. Como era un filósofo utilitarista, se dirigió a la Asamblea Revolucionaria Francesa. Sin ninguna duda, pensaba que sus sugerencias eran importantísimas para el arte de gobernar y para el posible éxito de ese gobierno. Pero en el siglo XX quedó demostrado que, en realidad, muchas de esas ideas podrían resultar bastante totalitarias. Lo que creía, entonces, era que si se construye un medio nuevo se obtendrán personas nuevas. Sí, y desde mi punto de vista, es una ontología totalmente errónea. Su imperfección se hizo evidente cuando Marx, Nietzsche y Freud desarrollaron sus estudios. Me parece imposible que hable usted de ellos a la vez. ¿Por qué? Porque creo que son importantísimos para lo que estamos discutiendo. Por supuesto. Fue Marx quien formuló la siguiente cuestión: ‘Puede que los educadores eduquen a las personas; pero, ¿quiénes son estos educadores?, ¿quién les educa a ellos?’ Posteriormente, en cierto modo, este planteamiento se perdió en el laberinto de la ontología marxista, la cual retrocedió al mesianismo iluminista y proteccionista de la inteligencia. Pero a pesar de todo, sigue siendo una cuestión muy pertinente, desde luego. Desgraciadamente se perdió, pero debo decir que este pensamiento define con toda exactitud cuál es nuestra modernidad en lo que respecta a la forma en que entendemos actualmente (me refiero, por supuesto, al pensamiento filosófico más refinado) el lugar de Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 297 la racionalidad o de la inteligencia dirigida autoconscientemente en el orden del mundo, al personificarla en 'tutores'. En Rusia llamamos a esto 'intelligentsia'. La misma noción marxista del 'Menschliche' o 'allzumenschliche' la planteó Nietzsche al referirse al 'Ubermensch' o a la vida como una fuerza vital y sin tener ninguna forma predeterminada. La vida no estaba dirigida por la voluntad del hombre. Por tanto, denominándole 'Übermensch', aludía a que es un símbolo, que indica que existen tensiones en cada individuo, en el interior de cada psique, cuyo fin es superar nuestra situación humana. Esto exige una participación activa del hombre mismo. Que tiene que hacer algo consigo mismo, no con los otros. Y hacerlo personalmente. Esa es la misión del 'Übermensch'. La noción del 'Übermensch' de Nietzsche es el símbolo de esta tensión que debe existir en el hombre. No se debe tomar en el sentido de una denominación naturalista de algún tipo antropológico realmente existente. Es una tensión entre su posición humana, que es sólo humana, y este fin que es saltar de cada uno de sus estados humanos finitos. En realidad, el resultado será algo que yazca entre los dos, o un hombre cartesiano formado por una materia metafísica que se encuentra entre el ser o Dios y la nada. Freud también planteó algunas de estas cuestiones. ¿Cómo se puede curar al hombre? No mediante la comunicación de la denominada verdad a través del psicoanálisis, que preexistiría entonces a la experiencia. El hombre debe incluirse en nuevas experiencias conscientes, que no pueden ser predichas ni por la medicina, los doctores o los psicoterapeutas, ni por el paciente mismo. Esto significa que existe una fuerza ontológica libre de conciencia. Y no se la puede medir ni dirigir en una dirección especial o deseada. Tal vez recuerde lo que dijo en cierta ocasión el físico danés Niels Bohr; que es un error pensar que el psicoanálisis estudia el inconsciente o algo que existe realmente en la profundidad de nuestra alma; el psicoanálisis no es un estudio de algo que existe en la profundidad de nuestra alma. Es una creación de las condiciones del paso del hombre a una nueva experiencia de conciencia, una fuerza curativa que se encuentra en esta nueva experiencia y no en el conocimiento que posea un doctor o un psicoanalista. Esta es una ontología muy diferente. No obstante, las verdaderas ciencias psicológicas, la filosofía y las ciencias educativas, mantienen todavía una línea tradicional desechada por los filósofos más perceptivos. Siguen hablando de influencias del ambiente organizado por alguien, quien supuestamente Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 298 sabe. Pero, ¿qué educador sabe en realidad? ¿Cómo podemos confiar en el educador? ¿Dónde se encuentra esta divina omnisciencia? No existe. Somos libres y Dios es inocente. ¿Los educadores? ¿Y qué me dice de los políticos? Arnold Hutschnecker, que fue psiquíatra de Richard Nixon, escribió un libro en el que hablaba de someter a los políticos a una serie de pruebas antes de que entren en la Casa Blanca, igual que se hace con los individuos que van a ocupar un alto puesto directivo. Pero, como observó irónicamente Ronald Laing: ‘¿Y quién examinará a los examinadores?’ Por supuesto. ¿Quién puede asegurar que los diseñadores de estas pruebas están cuerdos? Al parecer, Abraham Lincoln era emocionalmente inestable, igual que Jimmy Carter; pero la historia ha convertido a Lincoln en un gran presidente y seguramente no ocurrirá lo mismo con Carter. Estoy seguro de que Albert Einstein habría sido incapaz de superar cualquier prueba, no sólo para acceder a la presidencia de los Estados Unidos, sino para adquirir el título de científico con talento. Incluso fue un niño retardado. Si midiéramos, por ejemplo, la rapidez, la velocidad de asociaciones, sobre criterios biológicos, Einstein habría suspendido las pruebas más elementales. Su memoria no era superior que la de cualquier otro matemático o especialista. Es posible que descubriera la teoría de la relatividad por puro accidente. ¿Al azar? No, no creo en ese tipo de accidentes. Es imposible pensar que la creación del ojo humano, un órgano sumamente complicado, en cierto sentido un órgano arquetípico, se deba a la acción, al azar, de muchísimos factores independientes. ¿Supongo que no creerá que algún dios o ayatollah tiene algo que ver en ello? No, no. Pero tampoco creo que el ojo fuese creado por puro azar. Simplemente, no podemos comprender cómo se formó. El pie, la pezuña de un caballo es asimismo una creación arquetípica de la evolución. No se puede recurrir a la fuerza de millones de átomos independientes unos de otros y llegar a la conclusión de que por una ley estadística, o al azar, se formaron un ojo o la pezuña de un caballo. Los biólogos modernos intentan elaborar algunos con- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 299 ceptos tipológicos sobre las líneas directivas de la evolución. No en el sentido de que hay algún dios detrás de todo esto. Pero hay que señalar una cosa, y es que el azar, cuando nos referimos a órganos humanos importantes como el ojo, no es lógico. O tomemos, por ejemplo, el ala de un pájaro. No se puede aplicar un esquema estadístico a la creación de un ala. Erwin Schrödinger, uno de los defensores más conocidos del pensamiento estadístico en física, en cierta ocasión se descubrió vacilando entre elegir el lamarckismo o el darwinismo. En el sentido de que si bien aceptaba la teoría de Darwin y no la de Lamarck, también creía que era cierto que el individuo, por su propia función y actividad, crea un campo en el que puede ser favorecido por la selección, así que obedece a leyes genéticas y no lamarckianas. Y esto no significa que la teoría de Lamarck sobre los mecanismos de evolución orgánica sea la ideal y la única, y mucho menos que la experiencia del individuo sea heredada. Esto está muy lejos de ser cierto. La genética es la genética de los genes. Luego está la selección. Por tanto, la teoría de Darwin es correcta. Pero existe también un factor que no debemos y no podemos olvidar. Erwin Schrödinger habló de estas cuestiones en una serie de conferencias denominadas 'Mind and Matter'(1), que pronunció en Londres en la década de los cincuenta. Dio un famoso ejemplo: las condiciones de la montaña parecen favorecer la supervivencia de las plantas que poseen un denso follaje. Según Schrödinger, parece ser que estas plantas se desplazan hacia la montaña, con el fin de ser favorecidas en la selección por la supervivencia. Y lo mismo ocurre con el hombre: se debe hacer algo, emprender algún esfuerzo personal. Por eso, cuando se dice que el hombre es una tabula rasa o es genéticamente diferente, yo no estoy de acuerdo. Según parece, existen tantos seres humanos diferentes como huellas digitales. Sin embargo, el ser humano no es un completo enigma. No, seguramente no lo es. No obstante, somos incapaces de entender la 'máquina', el cerebro, la sala de control. No estoy muy seguro de que la cuestión del misterio humano se relacione con el cerebro. (1) Mente y material. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 300 Pero, ¿no es el cerebro todo lo que tenemos para ser, para actuar, para vivir? Cierto. Entonces, ¿estará de acuerdo en que es el centro del hombre? No, no estoy de acuerdo. No en un sentido filosófico. Quizá. Pero, después de todo, la filosofía es simplemente un pasatiempo, una especie de lujo. A la hora de examinar al hombre, tenemos que atenernos a los hechos biológicos, incluyendo la neuroquímica del cerebro y su modo de funcionar. Ahora mismo, está usted moviendo su mano al hablar, ¿Cómo lo hace? Por medio de un impulso dirigido desde el cerebro. La forma en que mueve su mano es un misterio. No se puede incluir en un esquema científico del mundo. ¿Quiere decir, entonces, que mueve su mano por medio de un acto mental? Sí. Muéstreme lo que mueve su mano. Pero usted mismo está moviendo sus propias manos. Claro que lo hago. Pero también lo hacía Descartes. Sin embargo, era lo bastante honesto como para decir: ‘Aunque tengo las señales que tengo, ya que son las únicas que conozco, no puedo explicarlas.’ En otras palabras, Descartes se dio cuenta de que las señales estaban ahí, pero no podía darles una explicación. Creía en la mente y en la materia. En el movimiento de la mano se da una combinación de las dos, mente y materia, de una forma bastante ininteligible. Existe, es un hecho cierto. Pero, por medios inteligibles, no podemos situar estos fenómenos en el esquema físico del mundo. Lo siento, pero sigo creyendo que el conocimiento del cerebro es esencial para la supervivencia de la especie humana; y aunque los venezolanos estén tratando este tema sólo muy superficialmente, tengo la impresión de que van por buen camino. Creo que es fascinante el que José M.R. Delgado y su equipo hayan descubierto, por ejemplo, que es muy posible que la televisión produzca cambios en la neuroquímica del cerebro, afectando así al marco Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 301 de referencia de los espectadores, sin que éstos se den cuenta de ello en absoluto. No es una casualidad que el profesor Delgado hable de la televisión. ¿Qué es la televisión? Es un artefacto creado por el hombre. Puede que sea bastante cierto que afecte a los procesos químicos; pero, ¿por qué no dice usted lo mismo del signo o la imagen solar del mundo? Pero no tomado en un significado intelectivo, sino como una máquina material, un estilo, que nos contiene a nosotros y a nuestro mundo posible en su productividad de artefacto. Es muy semejante a la rueda, que una vez que se inventó y arraigó en nuestro espacio cultural se ha convertido en el horizonte de toda nuestra locomoción en la Tierra, de todo lo que podamos imaginar a medida que convertimos nuestros esfuerzos físicos, diminutos y finitos, en un movimiento eficaz. Y, ¿de dónde procede? El hombre está en contacto con ello, como lo está usted con la televisión. ¿Qué es lo que se creó en el terreno que hay entre los dos, entre el hombre y el artefacto? ¿Qué es lo que se crea en el campo de los jeroglíficos corporales, a los que me referí antes? Esto es lo que deberíamos estudiar para comprender inteligentemente lo que pasa, en lugar de presuponer genes o una educación todopoderosa. Ambos enfoques están equivocados. Como filósofo, no creo en esos estudios con los que aparentemente investigan en Venezuela la formación de la inteligencia. Tal vez me equivoque, pero no creeré en ello hasta que cambiemos las bases de nuestros criterios intelectuales e inventemos un medio de emprender un camino que nos conduzca a la creación de nuevos esquemas conceptuales, que remplacen a los antiguos. Estos ya no nos sirven. Descartes fue muy sabio cuando dijo que el esquema intelectual denominado ciencia sólo puede proporcionarnos un conocimiento intelectual de los objetos espaciales, pero no de sistemas hereditarios y vivos. Pero, ¿de dónde procede esta fuerza que hay en nosotros? Soy muy consciente de que existe esta fuerza en nuestro interior. Pero no quiero tratarla místicamente. Y no puedo tratarla científicamente. Por tanto, prescindo de ella. Es un misterio. Spinoza expuso el mismo punto de vista. Filosóficamente, la materia no puede actuar sobre la mente y la mente no puede actuar sobre la materia. Esto es lo que llamamos dualismo. Es también un reconocimiento honesto de las consecuencias de las ciencias, tal como las hemos creado. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 302 Para dar un paso, debemos descubrir métodos objetivos, ¿para estudiar qué? La interacción entre el hombre y sus artefactos, que son históricos y culturales, que son de hecho todos los objetos de nuestra inteligencia. Pero, ¿qué me dice de esos espacios vacíos y sin fin entre hombre y hombre? Eso se relaciona con la imagen simbólica del mundo, con ese tipo de artefactos mediante los cuales o en la intersección de los cuales, en el momento en que yo estoy en contacto con cualquier otro hombre, creamos juntos. Esta es, después de todo, la única empatía o intercomunicación posible. Hasta donde podemos recordar, los padres y los profesores han tratado sin ningún cuidado a los niños y con mucha frecuencia han perjudicado sus vidas. Generación tras generación se han repetido los mismos actos de aficionados y las mismas idioteces. Al parecer, los venezolanos están intentando salir de ese círculo vicioso. Sí, las relaciones interpersonales son esenciales. En Estados Unidos se realizan estudios de psicología transpersonal, el estudio del cambio en las etapas de conciencia. También existen investigaciones sobre el período crucial que va de los cero a los seis años, lo que significa que se creará algún tipo de experiencia para estos niños. En Venezuela se enseña a las madres y a las mujeres embarazadas lo que no deben hacer con sus hijos. Sí, pero no me refiero a la experiencia que se resume en estudios basados científicamente para dar de mamar o no a un niño que llora. Eso, claro está, es importante. Pero lo que es sumamente significativo es la relación entre el niño y los símbolos que se determinan por medio del lenguaje. Porque al niño se le ahoga en un océano de símbolos, determinados en el lenguaje o en el ambiente de la charla, del habla y de muchas otras cosas. ¿Qué es lo que se va formando a través del hecho de que esta cuna sea horizontal y no vertical, aunque biológicamente se pueda imaginar una vertical o viceversa? Hay muchos misterios de este tipo y queda mucho por estudiar. Evidentemente, no participamos lo suficiente con el niño en la formación de esta concepción del mundo, en cómo se crea éste y en cómo se crea el propio niño. Tomemos, por ejemplo, las denominadas formaciones de fantasía, que se estudian por medio del psicoanálisis. ¿Por qué hay un orificio en el cuerpo de una niña Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 303 donde en el niño existe un pene? Quiero decir: ¿Cómo se enfrenta el niño a este hecho y lo asimila en su mundo? Ese es el punto de ebullición de la inteligencia. Se puede influenciar y quizá orientar a un niño para que sea más sabio que antes; pero debemos saber qué estamos haciendo y sobre qué estamos actuando. Está usted descargando un torrente de pensamientos. Bueno, puede que Delgado y los demás descargaran algo de polvo en su mente. ¡Qué peligrosos son para la mente de un niño los absurdos ilusorios, esos cuentos de hadas como el del lobo que se tragó a la abuelita! Creo que es suficiente para crear un trauma perpetuo. La verdad es que esas cosas pueden tener efectos equivocados. Los cuentos de hadas se basan en un deseo, en un mundo de ensueño que, por supuesto, no existe. Pero eso no significa tampoco que podamos adaptar las fantasías de un niño a la verdad, tal como la conocemos y que le hagamos acomodarse a ella. Yo pienso que una de las cosas que más nos han despistado fue la aplicación de la psicología adaptativa, especialmente tal como opera en Estados Unidos. Su objetivo es ayudar al individuo a adaptarse al ambiente, lo que supuestamente es sano. La concepción de Freud era diferente. Era una idea revolucionaria; consistía en dejar que la persona se desarrolle por sí misma y que luego se adapte. Era como decir que te doy un poco de antinomia de un tipo cuasikantiano, como lo formuló Dostoievski. Hay que estar loco para creer eso, para imaginar y ver eso claramente; debemos volvernos locos para creer eso, para imaginar y ver eso claramente. Me resulta difícil seguirle. La diferencia entre varón y hembra no existe en el sentido en que hablamos ahora. Se le puede decir a un niño: ‘tú eres varón y ella es hembra’. Pero para este niño, esto no es un hecho. No existe. No hay forma de comunicar tales conceptos. El niño tiene que descubrir el hecho, que establecerlo. El hecho se comparará mediante las fantasías, mediante el ciclo de actividad. Tiene que establecer, mediante las fantasías, de dónde proviene su pene o cómo es creado. Entonces descubre que es varón. No hay manera de comunicar al niño nuestro conocimiento desde un punto de vista exterior. No se le puede educar así. No hay forma comunicativa de transferir concepciones como varón y hembra. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 304 Los venezolanos cogieron sesenta niños indios y, con el método Sazuki, les enseñaron a tocar el violín en tres meses. Eso es lo que me temía. En general, la teoría más aceptada en educación es que se tienen unidades de lenguaje. El niño las aprende de manera lineal, pasando concepciones de un punto a otro, mediante la experiencia que adquiere. Por supuesto, la forma en que el niño aprende el lenguaje en la edad crucial, que va de los cero a los seis años, es un gran misterio. Es una paradoja matemática. No es posible pasar linealmente por estas unidades. Las unidades del cerebro no son suficientes. Si se compara el tiempo dado al niño, éste no tiene posibilidad de pasar por todas estas unidades. Pero el hecho es que habla y adquiere la capacidad, por medio de la experiencia. Eso es lo que se debería estudiar. Pero antes deberíamos vaciar nuestras mentes, dejarlas en blanco y desembarazarnos de todas las teorías heredadas. Pero, al menos, el doctor Machado lleva a los venezolanos a romper con el pasado. Sí, pero faltan las herramientas apropiadas. No poseemos el conocimiento para hacerlo. Porque, a menos que empecemos desde cero, no tendría sentido. Esta es una forma de pensamiento muy antigua, pero es lo que se necesita. Después de todo, la filosofía surge del asombro. El perpetuo Aha-Erlebnis. Me asombra que exista algo como verdad, justicia, belleza, porque en realidad no debería haber sino caos. A veces hay verdad. A veces hay belleza. A veces hay justicia. Es realmente asombroso. Porque lo normal es que sólo hubiese mentiras, fealdad y lucha anárquica por la supervivencia. A pesar de toda nuestra estupidez, sigue habiendo algo. Debemos volver a estudiarlo todo, a reexaminarlo. ¿Por qué queda todavía algo y no nada? Quiero decir: ¿Por qué hay no sólo caos y dispersión? Nada es normal. Ser, no es normal. Cuando se ve la verdad se sabe que es la verdad. Cuando se ven la justicia o la belleza se sabe que son justicia y belleza. Se reconocen. Pero, ¿como lo 'vemos' lo planeamos? Ese es el verdadero milagro de la historia del hombre. En realidad, no se puede matar al hombre. Aunque estamos haciendo absolutamente todo lo posible para aniquilarle. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 305 Nuestro objetivo debería ser reorientar nuestros cerebros, vaciarlos de todas las teorías anteriores y concentrarnos en las capacidades de los seres humanos individuales, en sus relaciones con los lenguajes, con los artefactos, con nuestros horizontes. Independientemente de lo que inventemos, deberíamos descubrir la 'rueda'. Después de todo, la rueda fue un invento muy antiguo. Lo cierto es que estamos dentro de la rueda. No hemos inventado nada realmente nuevo desde entonces. Pero el horizonte de nuestras posibilidades se agranda constantemente. Ahora nos movemos o tratamos de movernos por medio de campos magnéticos o colchones de aire en lugar de ruedas. Se está creando otro horizonte cultural. Habrá otros seres humanos. Habrá una diferencia de cualidad entre ellos, quiero decir, en las tradiciones de los nuevos seres. Se producirán cambios significativos en el viejo hombre, y así es, en el fondo, como el hombre se crea. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 306 28 Francisco H. Rivero Filósofo, Caracas, Venezuela ¿Es un sueño el 'derecho a ser inteligente'? No. Es una obligación que incumbe tanto a las personas como a las naciones. Permítame aclarar, desde el principio de esta entrevista, que no soy ni un psicólogo, ni un científico dedicado o especializado en la investigación del cerebro; mi formación es filosófica, y es como filósofo que enfoco esta cuestión de la inteligencia. El doctor Luis A. Machado, ministro venezolano para el Desarrollo de la Inteligencia, así como el doctor José Domínguez Ortega, su asesor principal, son amigos estimados, cuyos deseos por promover esta causa apoyo y aplaudo dentro de las posibilidades del caso. Es para mí evidente, y mi experiencia docente me lo corrobora, que las personas pueden desarrollar y perfeccionar capacidades y habilidades intelectuales. La inteligencia humana, en cuanto presupone procesos psíquicos y cerebrales, es objeto de investigación empírica sistemática por psicólogos especializados y otros científicos y estudiosos, quienes han, efectivamente, desarrollado técnicas y métodos diversos que ayudan a potenciar y promover las habilidades cognitivas específicas y generales. El Ministerio venezolano reconoce la importancia y el valor de estas investigaciones y busca incorporar sus resultados en el sistema educativo nacional, para asegurar así un desarrollo más rápido y eficaz del potencial de aprendizaje de la población estudiantil en general. La inteligencia, sin embargo, no se reduce a una cuestión de procesos cerebrales ni de habilidades y mecanismos psíquicos. La inteligencia implica primero y principalmente, orden, conocimiento, verdad, sentido, términos que no denotan procesos psíquicos y cerebrales, sino conciencia, espíritu, y el discernimiento del ser y la existencia misma. En este último sentido, la inteligencia trasciende evidentemente el nivel de la experimentación científica y Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 307 de la técnica. La iniciativa venezolana se interesa principalmente, es cierto, por los aspectos fisiológicos y psicológicos de la inteligencia, pero no olvida totalmente, en mi opinión, su dimensión ontológica y moral, en cuanto habla no sólo de los aspectos funcionales e instrumentales del desarrollo intelectual, sino también del perfeccionamiento humano esencial que ese desarrollo debe y puede conllevar. Es en este último sentido, pienso, en el que se deben tomar las referencias del doctor Machado a una 'revolución' de la inteligencia. En cualquier caso, quiero acentuar que las técnicas y habilidades cognitivas no agotan ni definen, de por sí, la naturaleza de la inteligencia. Al constituir una dimensión de la existencia misma, precisamente aquélla en y por la cual la humanidad misma se define y se articula, la inteligencia humana no es reducible a un mero útil o instrumento, y es inseparable de la conciencia, la creatividad y el orden. Esto es importante recordarlo. Por mi parte, estoy dispuesto a apoyar cualquier iniciativa que persiga la promoción humana a estos niveles de preocupación y de interés. Sin embargo, parece que no salimos del mismo círculo vicioso, volviendo a repetir las mismas necedades cada generación; de allí la importancia que tiene el que aprendamos, de una vez por todas, a manejar nuestro 'chip' más inteligentemente, que es precisamente lo que persigue el doctor Machado. Sí, estoy de acuerdo. Hay que distinguir, sin embargo, como usted mismo lo ha hecho expresamente al afirmar que debemos utilizar nuestro chip más inteligentemente, entre los mecanismos psíquicos y cerebrales (la inteligencia como instrumento), y la inteligibilidad misma de la realidad y el ser, incluyendo la de los procesos psíquicos y cerebrales (la inteligencia como índice de la realidad misma). La inteligencia, en el sentido pleno de la palabra, denota esa inteligibilidad misma de la realidad y el ser. Si interpretásemos el 'desarrollo de la inteligencia' solamente en términos de las posibilidades prácticas (know how), que define el conocimiento científico de los procesos psíquicos y cerebrales, la existencia misma de Pitágoras, Platón, Galileo, Aristóteles, Agustín, Kant, Descartes, Newton o Shakespeare sería inexplicable. Condicionar, pues, el 'desarrollo intelectual' al progreso de los conocimientos positivos de los procesos psíquicos y cerebrales, es evidentemente absurdo (a menos de que queramos sostener otro absurdo: ¡que la cultura y la creación intelectual humana son una perpetua casualidad y que ni Sócrates, ni Confucio, ni Cristo, ni Buda, ni Galileo, ni Bach, ni Einstein, ni Descartes, sabían lo que decían ni lo que hacían!). Es importante tener claro que el mero conoci- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 308 miento empírico o científico-positivo de los procesos psíquicos y cerebrales, por más completo y definitivo que sea, o que pueda llegar a ser, no resultará nunca, de por sí, en una más profunda, ni en una más inteligente y sustantiva articulación de la existencia y la conciencia humanas. De la sola técnica no resultará nunca un Plotino, un Cervantes, un Leibniz o un Moisés. Los mecanismos de por sí no definen, ni pueden nunca definir, la realidad: presuponen la realidad y el ser; presuponen un objeto o fin que especificándolos y actualizándolos es ontológicamente independiente de ellos; y presuponen, por último, para ser útiles al bien y al desarrollo humano, una visión independiente e irreductible de la verdad y el ser, que guiándolos y dirigiéndolos trasciende totalmente el nivel que define el conocimiento de los fenómenos científicos. No es necesario, pues, saber cómo sabemos para saber, para saber lo que sabemos, y para entender la índole misma de nuestro saber. Asimismo, podríamos saber exhaustivamente cómo sabemos y no saber, o aún más, rehusar saber. El conocimiento humano es, en última instancia, un fenómeno espiritual definido por la libertad, la decisión y el juicio, que no puede consiguientemente ser contenido ni constreñido por la ciencia empírica ni la tecnología. Pretender el desarrollo humano haciendo abstracción de todo esto, es ilusorio. Pero, ¿qué puede hacer la filosofía para que la humanidad rompa el círculo vicioso de los mismos errores? Puede liberarnos de las ideologías progresistas, cientifistas, positivistas y materialistas, que, entre otras, usurpan y desnaturalizan el nombre y la realidad misma de la ciencia y del conocimiento, induciéndonos a gestos, esfuerzos y convicciones prometeicas, que no pasarían de fatuas si no fuesen tan radicalmente destructivas de nuestra libertad, comunidad e integridad personal y colectiva. Puede darnos una conciencia clara y liberadora de la naturaleza y los límites del conocimiento, y abrirnos el alma a la visión y manifestación de la realidad y el ser, sin las cuales es imposible alcanzar una plena y verdadera existencia personal. Puede conducirnos a una inteligencia profunda de la acción y la existencia histórica, abriéndonos caminos y medidas de auténtica grandeza. El lenguaje de los filósofos es una especie de lujo, algo así como los cuadros de Picasso. ¿Qué utilidad práctica tiene? ¿Para qué sirve? Permítame a la vez hacerle dos preguntas. Si la filosofía y el arte son considerados lujos, y la vida, la conciencia y la experiencia Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 309 personal que ellos presuponen son consiguientemente desechables y superfluos, ¿qué define entonces a la existencia humana? Y si la técnica, los instrumentos, los útiles y el conocimiento operativo y funcional que los sustenta y articula como tales, son íntegramente definidos por el hombre, ¿cómo puede 'lo práctico', entonces, definirlo a él? El ser y la acción del hombre son, gracias a la inteligencia, libres; trascienden totalmente el orden de lo instrumental y de lo práctico, y son, tanto analítica como existencialmente, inseparables de la cuestión del bien, la verdad y la justicia. Todo intento, consiguientemente, de reducir el hombre a lo práctico y lo útil, desechando como superflua a la teoría pura y la belleza, es falso y arbitrario. Un ser capaz de elevarse por el conocimiento a cuestiones de esencia y de principio, no lo define lo que usa: lo define sólo la verdad y es libre. Dada la conciencia de la realidad y el ser, Dios es para el hombre la 'utilidad' suprema, y la teología, el saber por excelencia. La filosofía, la ciencia, el arte, el derecho, la religión y la política tienen y tendrán siempre una significación moral e histórica intrínseca; no así los instrumentos, el poder y la riqueza. ¿No es sorprendente que en una época en que la humanidad manifiesta una locura colectiva, armándose con medios nucleares capaces de destruirlo todo, haya un nuevo surgir religioso y una nueva proyección hacia lo irreal? ¿Por qué? ¡Al contrario! Las grandes tradiciones religiosas son la expresión misma de una intensa y profunda conciencia de lo real. Me siento obligado a pensar en la necesidad de ilusiones para mantener el equilibrio. Un equilibrio mantenido por ilusiones es, de por sí, ilusorio. Las grandes religiones reveladas representan la antítesis misma de lo ilusorio: la humanidad ha logrado en y por ellas un nivel inalcanzado de conciencia y diferenciación de la realidad, especialmente en y a través del cristianismo. Es mi opinión que la constitución de un orden humano verdadero es imposible sin la inteligencia que ellas comunican. En todo caso, la historia moderna, por ejemplo, es ininteligible sin referencia a las diversas determinaciones y deformaciones de la espiritualidad cristiana que la informan. ¿Cómo adquirir conciencia del yo, si dejamos lo desconocido al arbitrio de dioses imaginarios? Los dioses son ídolos, criaturas imaginarias, carentes de conciencia, que no explican nada. En esto estoy completamente de acuerdo Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 310 con usted. La existencia humana, sin embargo, como ya indiqué antes, precisamente por inteligente se define en Dios, y Dios, como la Biblia y Parménides lo afirman, es pura verdad y realidad viviente. La conciencia, la libertad, la humanidad y la razón son consiguientemente inseparables de El. Perder o rechazar la inteligencia y experiencia de ello conduce siempre a la creación de ídolos, a la superstición, a la ideología, a la disolución de la cultura, y, en última instancia, a la desesperación y a la autodestrucción, independientemente del nivel de desarrollo y de sofisticación alcanzado por la ciencia positiva y la tecnología, incluida la de los mecanismos cognitivos y el cerebro. La ciencia positiva, como tal, no libera al hombre de la superstición ni de la ideología: afirmar lo contrario, es una superstición actual muy difundida. No veo la relación con la superstición. La superstición, en cualquier forma o modo, es un culto al poder con sus correlatos de servilismo y/o de orgullo y autosuficiencia. Es una manifestación o de la perversidad, o del miedo y la ignorancia; de ahí su odio a la libertad, al pensamiento, a la gracia, a la amistad, a la oración, a la belleza, a la felicidad, a la independencia, a la creación, al juego, y a todo lo que no es en última instancia susceptible de manipulación impersonal y de dominio. La religión revelada, el judaísmo, el cristianismo, el islamismo, y especial y principalmente el cristianismo, son la actualización misma de la libertad de conciencia y la autonomía moral y personal: precisamente aquello que la superstición ahoga, deniega o intenta destruir, ridiculizando. La religiosidad auténtica, y basta leer los Salmos, está animada por un ímpetu de vida, de confianza, de felicidad, de agradecimiento y de admiración ante el espectáculo del ser, de todo y cualquier ser, irrespectivamente de su humildad y pequeñez, y del hombre especialmente, que es totalmente ajeno al miedo, la ansiedad, la agresividad, la autosuficiencia y el optimismo abusivo que caracterizan a la superstición. Es por ello que la filosofía, la ciencia, el pensamiento, el arte, el derecho, la literatura, y todas las manifestaciones de la humanidad y la civilización, han florecido en ámbitos culturales definidos por la revelación, especialmente la islámica y la cristiana. Es por ello, asimismo, que la revelación, en contraposición a otras manifestaciones religiosas venerables, pero eminentemente cósmicas, como el hinduismo, lejos de someter el destino personal y colectivo al imperio de influjos y fatalidades cósmicas, literalmente define, perfila y articuia la singularidad y responsabilidad ontológica y moral de cada hombre al referir su existencia y su destino a un orden de inteligencia, y de conciencia, que por su índole misma trasciende al Cosmos y nos define y consti- Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 311 tuye como libres. La revelación actualiza al hombre como libertad y conciencia; es decir, como personalmente partícipe y responsable por el bien, la verdad y la justicia; realidades que la superstición específicamente ignora y teme, o consciente y voluntariamente tergiversa, intentando controlarlas, al declararlas tácita o expresamente susceptibles de actualización y de dominio por la ciencia y/o la política. Atribuirle a la ciencia y/o a la política esa virtud, es una superstición carente de toda fundamentación analítica e histórica, como también lo es el identificar religión y superstición. No estoy seguro de que un filósofo hindú esté de acuerdo con usted. La mera discusión de soluciones filosóficas a los enigmas de esta vida, a través de símbolos sobrenaturales, parece no ser sino una afición más, como hacía el maoísmo o el Papa romano. Mahatma Gandhi se especializó en ayunar hasta convertirse en un esqueleto andante. Jesús predicó el amor a los semejantes, pero ambos perecieron violentamente. Mire lo que pasó con las mil flores de Mao. No se pueden entender a Mao, Gandhi, Jesús y el Papa reduciéndolos a un mismo nivel. Hay que diferenciar sus vidas, sus doctrinas, sus obras, sus personalidades: ¡no hay inteligencia posible sin determinación de esencia! Todos esos movimientos de masas parecen reclutar adeptos por un tiempo más o menos largo, pero al final nadie practica lo que predica, y ello porque en el fondo nadie controla su propio 'chip'. Aun si un hombre pudiese, como usted dice, controlar su propio chip, ello no garantizaría ni su fidelidad, ni su integridad, ni aun su coherencia: el conocimiento del instrumento no predetermina la decisión. Es más, ¡ni siquiera predetermina el uso! El control del chip presupone la conciencia. Quizá ciertas ilusiones sean necesarias para la economía psíquica de la mente. Es por ello que Bruno Bettelheim hace tanto énfasis en la necesidad de los cuentos de hadas, como el de 'Blanca Nieves y los Siete Enanos' y otros por el estilo. Pero, ¿dónde termina la incursión en lo irracional y dónde inicia la aceptación de una realidad más avasalladora que cualquier sermón sobre nuestros deberes, predicado por un harapiento más? Reconozco la función psicológica y la 'necesidad' de ilusiones que sean apreciadas y cultivadas como tales. Sin embargo, el problema real, a mi juicio, está en la sustitución de la realidad por ellas, o Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 312 aún más, en la incapacidad o el rechazo declarado de reconocer a la realidad misma. Esto denota una radical desintegración intelectual y espiritual, que la proliferación y expansión ideológica actual, con su negación y destrucción de la existencia personal y de toda posible comunidad política, indica claramente. Sócrates y Platón se enfrentaron a una situación similar, así como Dostoievski y Camus, entre otros, actualmente. Naturalmente, ni Platón ni Dostoievski tenían la más mínima idea de cómo funcionaba su cerebro, como la mayoría de nosotros, hoy, no tenemos ni la más remota idea de cómo funciona el microprocesador humano. Eso no impide que ellos tengan más relevancia moral, intelectual y política, actualmente, que la mayoría de nuestros contemporáneos, aun aquellos que se dedican al estudio del cerebro y de los procesos cognitivos. Entre otros, podría citarle a mi amigo el doctor J.M. Rodríguez Delgado, quien sinceramente cree que un orden moral puede definirse a partir del conocimiento de los mecanismos y procesos cerebrales y de la biología. Esto a mi juicio es cientifismo puro: la reacción ilusa de un gran científico ante la desintegración de una época. Dudo que ello sea como usted dice, pero estamos en Caracas y nos es difícil comunicarnos con el doctor Rodríguez Delgado. Pienso que él y sus colegas están empezando a descifrar el funcionamiento de nuestro puesto de control y ordenador central: el cerebro. No pongo en duda la importancia del estudio del cerebro. Tengo el más alto aprecio por el trabajo y la obra científica del doctor Rodríguez Delgado. Lo que cuestiono son sus postulados ideológicos, no su ciencia. Ningún conocimiento de cómo funciona el cerebro, ni de lo que haya que hacer para optimizar sus operaciones y funciones puede, de por sí, definir lo que sea justo, bueno, honrado y verdadero. El conocimiento de los mecanismos no predetermina nunca lo esencial y sustantivo: no define fines ni principios. El orden deriva siempre del conocimiento del qué, no del cómo, y el qué no es nunca físico. El conocimiento de los mecanismos, al proveernos de mayor poder y capacidad de acción, hacen más patente y manifiesto que la ciencia y la conciencia son dos cosas muy distintas. La determinación moral no deriva nunca de la ciencia. Pero quizá el doctor Rodríguez Delgado sepa infinitamente más que usted, o cualquier filósofo, lo que efectivamente sucede en esa tierra incógnita del cerebro. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 313 Sin duda alguna que sí, y todos, filósofos o no, le debemos reconocimiento por su labor científica y su filantropía. Pero una cosa son los hechos científicos, otra los presupuestos ideológicos, y otra más aún, el juicio y la inteligencia filosófica. Yo no discuto en absoluto el valor de la investigación científica del doctor Rodríguez Delgado, aunque disienta totalmente del marco ideológico que de ella, erróneamente, pretende derivar y que estimo empaña su estatura científica y no promueve en absoluto sus esfuerzos reales por promover un nivel mayor de orden, fraternidad y justicia entre los hombres. Permítame decirle a este respecto que la ciencia positiva no puede por su misma naturaleza, y dados sus métodos y objetos específicos, definir la existencia humana. El hombre no es reducible a mecanismos y operaciones, cualesquiera que ellos sean. La humanidad y el hombre, y todo lo que esencialmente los define, son realidades de orden ontológico y moral que ningún conocimiento ni metodología científico-positiva puede, ni pretende, aprehender ni definir. La ciencia presupone al ser, no lo define. ¡Usted habla con un auténtico partidismo filosófico! ¡De ningún modo! El partidismo precluye todo análisis de fundamentos y principios. Sólo afirmo que la 'psicogénesis' y la 'psicocivilización', tales y como los preconiza el doctor Rodríguez Delgado, no son alternativas científicas; no son posibilidades alcanzables en principio por la ciencia, son ilusiones bien intencionadas, fundadas en expectativas que la ciencia positiva, por sí misma, es incapaz de realizar ni de alcanzar. Entiéndame: el deseo y la aspiración de lograr una existencia más justa, más racional y más humana no es una ilusión; lo que sí lo es, es creer que la ciencia positiva es, de por sí, el fundamento y condición de ello. Ese fin superior no se alcanzará nunca, si los Rodríguez Delgado no logran definitivamente descubrir el espacio interior de nuestro cráneo y saber cómo funciona ese kilo y medio de materia grisrosácea que llamamos cerebro. El cerebro como tal no tiene, en última instancia, nada que ver con la justicia, la libertad, la fraternidad y el bien de una sociedad o un hombre. El conocimiento más completo y minucioso de un órgano no determina lo que un hombre haga con él o de él, ni por qué. La ciencia, de por sí, no determina a los hombres ni a las sociedades como mejores ni como peores. Permítame de nuevo reiterar que el hombre es esencialmente, en razón de la naturaleza de su conocimiento y de la libertad que éste fundamenta, un ser moral y espiritual, y que la ciencia positiva, incluida la del cerebro, es Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 314 en sí misma un fenómeno intrínsecamente espiritual, completamente incomprensible, excepto en términos lógicos y conceptuales, que, como tales, no son 'órganos' ni fenómenos físicomateriales. Pero qué viene primero, ¿el árbol o la semilla? Para mí, todo empieza y termina con el cerebro. Todo empieza y termina con el hombre, del cual el cerebro es instrumento y órgano, y sin el cual el cerebro no es, ni significa, nada. No son la misma cosa. Ningún órgano es, como tal, capaz de verse, de comprenderse, ni de admirarse ante sí mismo. La ciencia, lo repito, es un fenómeno intrínsecamente inmaterial. El conocimiento humano no es susceptible, consiguientemente, de ser reducido a un mero proceso de recepción y 'procesamiento' de información. Lo decisivo, en todo esto, es que el discernimiento, que tiene el hombre del ser mismo, no es un 'dato' o 'item' más de 'información', ya que todo 'dato' o 'item' procesado o procesable, habido o por venir, lo presuponen tanto real como lógicamente. El ser es la condición misma de todo pensamiento, conocimiento, conciencia, razonamiento, y evidencia; lo cual determina a la inteligencia como una forma de pasión, y hace imposible su explicación, en términos puramente pragmáticos. El utilitarismo, el funcionalismo y el instrumentalismo no definen la conciencia: la definen y la miden su participación en la realidad y el ser, participación que la constituyen, justamente, como lo afirmó inolvidablemente Sócrates, en amante, no dueña del saber. A través del conocimiento, el hombre se actualiza efectivamente como un ser moral y libre, y su existencia, como una tensión y participación erótica y extática en, y ante la realidad y el ser, o como un rechazo y rebelión de esa tensión y participación que erige inevitablemente al poder arbitrario, y a la voluntad sin norma, en criterio único de acción y decisión. Aquí volvemos al punto de vista del doctor Machado, que quiere poner remedio al continuo repetir de tópicos caducos. En cuanto a mí, pienso que deberíamos dejar de decirles a los niños que Moisés realmente caminó sobre las aguas. Que yo sepa, Moisés no caminó nunca sobre el agua; pero aparte de eso, estimo que en estas cuestiones de milagros, donde la fe es un factor decisivo, lo que sí habría que enseñarles a los niños, irrespectivamente de su fe, es el contexto moral y espiritual de esos hechos milagrosos, para que, por lo menos, no incurran en la ignorancia de estimarlos necedades. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 315 El problema está en que intentamos trabajar en una Era Nuclear con símbolos que datan de una época en que faraones esquizofrénicos se creían guiados por virtud divina. C.G. Jung ya nos avisaba que muchas veces proyectamos lo que deseamos ver, creyendo en realidad ver lo que no existe. Es posible. Pero, ¿oyó usted alguna vez decir a Jung que la historia de Moisés cruzando el mar Rojo era una necedad? No. Pero, aun el 'chip' de Jung fue programado desde su nacimiento con multitud de supersticiones religiosas. ¡Trate usted de deshacerse de esas imágenes, una vez que se hayan incrustado y modificado en sus neuronas! La creencia de que la religión es necedad, es, como le dije antes, un prejuicio que no resiste análisis. Aquí tendríamos que traer a Rodríguez Delgado a colación, porque yo, por lo menos, creo que una vez arraigadas en la mente, es imposible liberarse de ideas como las de reyes, dioses y otros símbolos irracionales. Quizá, pero la experiencia espiritual e intelectual auténtica es un poderoso ordenador e iluminador de la conciencia. Los condicionamientos indudablemente existen, pero también la verdad, la decisión y el juicio. La existencia misma de la ciencia lo demuestra. En esto estoy en desacuerdo con usted y me adhiero al punto de vista de Delgado, de que nadie en realidad es libre. Es insensato creer que los americanos sean más libres que los comunistas. Hay gente que ha sido condicionada, desde su infancia, a creer en la democracia y el capitalismo, como soluciones últimas a nuestros problemas. Otra, a aceptar a Marx o Lenin como superdioses; y aun otra, a creer que su ayatollah, en realidad, los cuida y guía. Nadie escoge libremente. Son los padres, los maestros y el medio ambiente los que determinan y deciden. ¿Cree usted realmente que 'la foule hideuse', como decía André Gide, reexaminaría los valores que han sido impresos en sus mentes antes de que pudieran caminar? La indoctrinación de cualquier tipo es, como usted dice, la negación de la ciencia, de la inteligencia y de la libertad; estoy totalmente de acuerdo con usted. Verlo nos libera efectivamente para las tareas realmente intensas y sustantivas de la vida. El esteticismo de Gide que usted cita, en mi opinión, no define nada. Sócrates es aquí la gran e inolvidable figura paradigmática. A un nivel Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 316 infinitamente más modesto que el definido por los pensadores griegos, pienso que la potenciación de las habilidades intelectuales, que el doctor Machado intenta implementar en Venezuela, puede hacer mucho para impedir que la educación degrade en indoctrinación. Los hábitos analíticos pueden ser de gran ayuda para ello. Si la gente hiciese realmente lo que usted dice que debería hacer, ¿qué les sucedería a los católicos o a los marxistas? ¿Se imagina realmente usted al papa de Roma reexaminando su fe, o al lider soviético evaluando y juzgando desde cero a su marxismo-leninismo? ¡La existencia definida por la fe es una reevaluación perpetua! La razón, por lo demás, como la teología judía, cristiana e islámica lo indican, no es enemiga de la fe. Toda ideología, por otra parte, y el marxismo no es una excepción, sometida a crítica y análisis racional de fondo, se deshace. El catolicismo, por su parte, acoge, inspira e ilumina, como siempre lo ha hecho, cuanto está confrontado por un impulso y fermento intelectual auténtico, la vida y la experiencia racional más exigente y sustantiva. Parece haber una diferencia grande entre lo que la mente es capaz de hacer y lo que sus portadores hagan en última instancia de ella. Estoy de acuerdo con usted. Dejar de ver esa diferencia conduce fatalmente a confusiones, ilusiones y a la promoción de expectativas falsas. Quizá estemos plenamente de acuerdo en que el doctor Machado, por lo menos, ha empezado a enfrentar uno de los problemas más complicados y vigentes que confrontan a la humanidad actual, el del uso de la inteligencia. Pienso que el doctor Machado, como usted dice, ha confrontado una cuestión de gran importancia política y humana. Lo estimo como uno de los políticos auténticamente representativos con que contamos en Venezuela. ¿Político representativo? En tanto y en cuanto no reduce su oficio al mantenimiento de un marco predeterminado de intereses y opinión, sino que persigue un ideal, cuya más modesta actualización representaría, de por sí, un logro y un valor. El doctor Machado cree en la perfectibilidad del hombre y en la inteligencia; esto implica conciencia de esa dimensión ideal y sustantiva de la vida, sin la cual no hay grandeza auténtica posible. Definir la propia acción política a ese nivel, denota Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 317 gran coraje de su parte e irrespectivamente del éxito y apoyo que obtenga constituye un logro de por sí. El interés del doctor Machado por perfeccionar el instrumento de la inteligencia parece ser un paso más hacia el desarrollo pleno de la conciencia humana. El perfeccionamiento de la inteligencia como útil o instrumento, incrementará el uso del cerebro y sus procesos como medio: se incrementará la posibilidad de que el hombre convierta en instrumento al hombre. Este incremento de poder, esta mayor posibilidad de instrumentalizar al hombre, no resultará nunca, sin embargo, en un incremento de concordia ni de conciencia humana. Todo intento de instrumentalizar al hombre como hombre resultará inevitablemente en su degradación y destrucción, porque el hombre, en cuanto humano, no puede ser nunca un medio o instrumento, ni siquiera de sí mismo. Una vez perdida la conciencia humana, no es recuperable por la mera ciencia positiva y la tecnología, y ello porque la experiencia viva que articula y constituye a esa conciencia es precisamente la de su participación en la realidad e inteligibilidad del ser mismo, que no es alcanzable por la ciencia. Sólo esa experiencia manifiesta el hombre al hombre; sólo en y desde ella adquiere el hombre conciencia de sí mismo, es decir, de no ser una 'cosa' u 'objeto' más, sino partícipe consciente en una realidad que, por ser en sí misma inteligible y consiguientemente condición y fundamento de toda inteligibilidad posible, lo revela, más allá de toda instrumentalización posible, y precisamente por su inteligencia, como también principio y fin en y por sí mismo. Pensar que somos unos 4,6 billones de seres que habitamos el planeta, que unos cien millones más nacen anualmente, y que la gran mayoría pasa sus setenta años de promedio de vida totalmente ignorantes de lo que son capaces, del potencial durmiente de sus mentes. La ciencia, permítame reiterarle, no define la conciencia humana, no agota la inteligencia ni la inteligibilidad de la realidad: presupone al hombre y presupone al ser. El conocimiento de los fines rebasa su competencia totalmente. Y ese conocimiento y amor de los fines es, en sí mismo, la sabiduría: para un ser consciente de su existencia, esa es la inteligencia. Inteligencia que, junto con la fortaleza y la bondad, es, en última instancia, una gracia que se identifica con el ser. La ciencia sin la sabiduría está, en lo referente a la articulación y la determinación de la humanidad y la conciencia, consiguientemente ciega, y aunque no deje en ningún Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana 318 caso de ser un bien, es un bien muy relativo. Esto que le digo no es ninguna novedad, es algo muy antiguo y, sin embargo, siempre actual. La sabiduría de épocas pasadas no tiene consiguientemente nada que envidiarle a la sabiduría que nuestro siglo presume atribuirse ingenuamente. Juzgar, por consiguiente, a la historia y a las vidas pasadas, presentes y futuras, en términos de un nivel y rango de conocimiento que no alcanza de por sí a definir la existencia y la conciencia humanas, como es el caso de la ciencia positiva, es, por lo menos, una empresa frágil, de valor dudoso. La conciencia se define sólo en y por el ser. Donde no hay conciencia del ser no hay conciencia ni comunicación humana sustantiva, aun entre científicos. La información puede efectivamente abundar, como abunda hoy, en un ámbito espiritual, intelectual y moralmente desolado. Ninguna técnica puede superar esta desolación una vez que se ha alcanzado. La humanidad y la historia no dependen, consiguientemente, de la ciencia. Esto lo sabía perfectamente Sócrates, pero si hemos de atender a los criterios ideológicos actuales, Sócrates no cuenta. Sócrates pertenece a la prehistoria moral e intelectual de la humanidad. Willem Oltmans, Sobre la inteligencia humana