DECALOGO SOBRE TANSDISCIPLINARIEDAD Y ECOFORMACION (Síntesis) Las principales ideas expresadas en este Decálogo de intenciones y propuestas educativas y sociales podrían condensarse del siguiente modo: 1. Construcción del conocimiento. La mirada transdisciplinar parte del conocimiento logrado, pero va más allá del dato empírico al explorar la realidad, en sus diferentes planos y niveles, desde consideraciones ontológicas, epistemológicas y metodológicas, de forma interactiva y relacional, tomando en consideración lo que se sabe, se siente, se vive. Es reflexión, es método, es acción formadora y es actitud que busca una mejor comprensión del mundo y de la vida. La transdisciplinariedad nos habla de lo que está entre, a través de y más allá de las disciplinas. Esta mirada marcará una nueva forma de investigar, de construir conocimiento, tanto en la intención y sentido ético como en el método en tanto que estrategia ecosistémica de búsqueda de la comprensión. 2. El campo de la religación de los saberes. La separación entre ciencia, arte y tecnología que ha caracterizado buena parte del desarrollo científico del siglo XX está superándose en la mirada transdisciplinar. La tecnociencia es la primera manifestación de este encuentro entre saberes con tradiciones y metodologías de investigación distintas. Sólo la interrelación y religación de los saberes pueden ayudarnos a reconstruir desde el conocimiento esta tela compleja de la realidad; la realidad tanto personal, como grupal, social, natural y espiritual. Las ciencias humanas, sociales, artísticas progresan apoyadas en los avances tecnológicos al igual que las llamadas ciencias duras. Las ciencias sociales aportan a su vez sentido y ética. 3. Relación ecológica sustentable. Uno de los pilares del desarrollo humano y su evolución cultural y espiritual a través del tiempo es la sustentabilidad. No basta con hacer propuestas de mejora puntuales sino que es preciso remarcar la sustentabilidad del desarrollo humano y mejora de las condiciones de vida. Esto es aplicable sobre todo a la conexión entre el ser humano y el resto de seres vivos y de la naturaleza. Una religación ecológica sustentable significa adoptar medidas políticas, económicas, sociales y educativas sobre el respeto y conservación equilibrada del medio ambiente. El cuidado del medioambiente debería ser una preocupación de todos. No solo vivimos en la naturaleza, sino de y con la naturaleza. Nuestra vida depende de la calidad de esta relación. 4. Ciudadanía planetaria. La mirada trans no es un mero movimiento disciplinar o cultural, sino una nueva manera de pensar, de sentir, de percibir la realidad e interactuar que se proyecta en la vida personal, profesional y social. Es por ello que esa religación ecológica entre el individuo, la sociedad y la naturaleza tiene sus consecuencias en una ciudadanía planetaria que compartimos como seres humanos dotados de derechos y libertades. El derecho a la vida, a la libertad, a la igualdad ante la justicia, a la movilidad, son derechos inalienables de la condición humana. El ser humano como encarnación de valores, necesidades y tendencias se expresa individual y colectivamente a través de la ciudadanía, un concepto que se basa en la libertad y la autonomía en combinación con la responsabilidad. 5. Visión axiológica y de valores humanos. Tomar conciencia de esta ciudadanía planetaria es un paso fundamental para el logro de la convivencia, superando diferencias de creencias, ideologías, culturas. La comunidad de destino planetario permite asumir y cumplir esta parte de la antropo-ética relativa a la relación entre el individuo y la especie humana como un todo. Esto se despliega en el reconocimiento de valores que es preciso incorporar en proyectos sociales y educativos como: el derecho y defensa de la vida, la justicia, la igualdad, la tolerancia, el medioambiente, la paz, la convivencia entre creencias y culturas, el valor de la armonía; en suma, los valores que nos devuelven a nuestra humanidad sin que por ello debamos renunciar a los avances del conocimiento y la tecnología. 6. Satisfacción de necesidades humanas, sociales y laborales. La mirada transdisciplinar estaría a favor de políticas sociales, institucionales, empresariales y laborales basadas en el respeto, la convivencia, la conservación de los medios naturales, la mejora de las condiciones de vida, en el consumo razonable y en una productividad que no menoscabe los derechos humanos ni el bienestar psicosocial de la persona.. El Humanismo sería para nosotros la respuesta política, social y educativa que haría de contrapunto o balanza a la globalización. Transdisciplinariedad es satisfacer las necesidades humanas, sociales y laborales, pero al tiempo que trascender los valores materiales para abrirse a necesidades de orden superior, intelectuales, emocionales, estéticas, espirituales. 7. Salud y calidad de vida: en búsqueda de la felicidad. La felicidad a la que todo ser humano aspira de una u otra forma tiene que ver con la armonía interior y el equilibrio entre aspiraciones y necesidades. La salud es fruto de esa armonía. Cada uno la busca ese bienestar permanente en metas diferentes. La armonía interior y con el medio es una condición importante para mejorar la calidad de vida y rescatar la salud perdida. El pensamiento positivo, la conciencia constructiva, entendidos como energía, son potenciadotes de ese bienestar que buscamos. Tener intenciones positivas sobre nuestra vida y salud contribuye a que ésta mejore según confirman la neurociencia. Crear campos de energía positiva es la mejor manera de mantener y aumentar ese equilibrio y armonía entre el yo, los otros y la naturaleza. Si es cierto que el universo es una ingente masa de energía, entonces nosotros, “al ser parte del mundo también somos energía, ya sea nuestro cuerpo físico, nuestra mente o nuestro espíritu”. De ahí que esa salud hemos de referirla también a lo social y a la naturaleza. El ser humano desarrolla mejor su destino de crecimiento interior y mejora social y medioambiental sustentable, cuando alcanza niveles más altos de bienestar y felicidad. 8. Las futuras reformas educativas. Formar ciudadanos en la sociedad del conocimiento. La mirada transdisciplinar se apoya en el pasado y toma impulso en el presente para explorar el futuro. De la sociedad agrícola (1ª ola) se pasó a la sociedad industrial (2ª ola) con todos los avances científicos y ruptura del equilibrio natural, de esta a la sociedad de la información (3ª ola). Los bienes de una sociedad de la cuarta ola (la ola cuántica), no son ya la materia prima ni la comunicación, sino la energía mental, la creatividad y competencia de sus miembros para afrontar problemas y mejorar las condiciones de vida de manera sustentable, respetando la naturaleza y estando atentos a las señales del medio (M. Resnick). Algunos de los referentes para preparar ciudadanos en esta sociedad del conocimiento y la creatividad son: el rescate del humanismo, la ciudadanía planetaria, la ecoformación como expresión de una educación basada en la vida, la mediación social, pedagógica y didáctica, los campos de formación y entornos virtuales de aprendizaje, la formación interactiva del profesorado, el aprendizaje a lo largo de la vida. 9. Educar para el futuro. No podemos seguir educando con métodos de ayer a los alumnos que ya viven en el mañana. La fragmentación del conocimiento nos ha llevado a modelos de formación también fragmentados y dispersos en los que a veces llegan a primar las formas, los contenidos, la burocracia, sobre el propio sentido de la formación que es el crecimiento personal, el desarrollo de la conciencia comunitaria, los valores ético-profesionales, la convivencia y la ciudadanía. la formación bajo una mirada transdisciplinar se convierte en eco-formación, esto es en formación integradora de cuanto nos rodea, incluido el medio natural del que formamos parte. (Pineau) Influimos al tiempo que somos influidos. Las sociedades pasadas basaron la educación en contenido y disciplina. Las generaciones futuros deben basar su actuación en los referentes culturales y de valor (saberes y metas), en el reconocimiento para sacar lo mejor de cada uno, en la autotelia o disfrute en el desempeño de las tareas (emocional) y en la polivalencia de recursos, estrategias y sistemas de valoración. Educar para el futuro es educar desde la vida. Solo desde ella podremos reencantar nuevamente a profesorado y alumnado. El lema será: conocimiento con reconocimiento. 10. Organizaciones y estado de bienestar. Dimensión ética y social. El pensamiento trans intenta integrar lo subjetivo con lo colectivo y social como dimensiones o subsistemas complementarios de la realidad. El impacto transdisciplinar afecta no solo a los sujetos sino a las Organizaciones. Ya no son útiles las organizaciones rígidas, incapaces de adaptarse a las fluctuaciones del entorno. Las nuevas organizaciones se caracterizan por la flexibilidad basada en criterio. Los conceptos de aprendizaje y creatividad también se les aplica en tanto que sistemas autoorganizados complejos, con metas, dinámicos, interactivos e interrelacionados, conectados con el medio y en permanente desarrollo. Pero lo que mejor define su funcionalidad es la comunicación hacia dentro y hacia fuera. “El sistema social de una organización está conformado por el sistema comunicativo que tiene a la organización como contexto.” (J. López). Toda organización y o escuela con proyección de futuro tiene una dimensión ética y social a la que no puede renunciar pues sería renunciar a su proyección. De lo anterior se desprende que el estado de bienestar de una organización, sociedad o comunidad, surge del acoplamiento estructural (Maturana) entre los componentes de una organización, la ética y las aspiraciones de sus miembros. Esta unidad y religación del ser humano con su entorno natural, social y planetario, es la que defiende el biólogo B. Lipton desde la investigación celular y subatómica, social y humana, llegando a afirmar que modo la creencia es capaz de liberar el poder de la conciencia, de la materia y del espíritu. La transdisciplinariedad y la ecoformación abren una nueva puerta a la realidad y al conocimiento: los campos de energía. S. de la Torre (UB), M. C. Moraes (PUC/SP), J. Tejada (UAB); M. A. Pujol (UB) (Coord) (2007) Con la contribución de Edgar Morin, Raul Motta, Gaston Pineau, Emilio R. Ciurana, Joan Mallart…