El derecho a los alimentos es un derecho humano fundamental de atención prioritaria, puesto que se encuentra estrechamente ligado a la subsistencia y desarrollo de la persona. Por ello goza de protección no solo en la legislación nacional sino en Tratados internacionales como la Convención de los derechos del niño Al respecto el art. 472 del Código Civil define a los alimentos como lo indispensable para el sustento, habitación, vestido y asistencia médica, según la situación y posibilidades de la familia. Cuando el alimentista es menor de edad comprende también su educación, instrucción y capacitación para el trabajo. El ser humano es sujeto de derecho desde su nacimiento. La vida humana comienza con la concepción. El concebido es sujeto de derecho para todo cuanto le favorece. Y también en la etapa de la gestación la madre puede solicitar alimentos, cuando no está en posibilidades de proveerse lo necesario para que pueda llevar un embarazo con normalidad, y que el niño pueda nacer en optimas condiciones de salud. Ya cuando nazca, los alimentos serán solicitados directamente para el menor. Entonces el niño tiene derecho a gozar de los alimentos desde que nace, y hasta que cumpla la mayoría de edad – 18 años – una vez adquirida la mayoría de edad, solo tendrá derecho a alimentos cuando no se encuentre en aptitud de atender su subsistencia por causas de incapacidad física o mental debidamente comprobadas. Y así también subsiste la obligación alimentaria de los hijos solteros mayores de 18 años que se encuentren siguiendo con éxito estudios de una profesión u oficio hasta los 28 años de edad. El hecho de que los cónyuges y sus hijos vivan juntos en la casa conyugal no obsta para que surgido el conflicto de intereses se señale una pensión alimenticia fija y permanente a favor de los alimentistas, si el obligado no viene atendiendo en su integridad los conceptos que involucran los alimentos. Se deben alimentos recíprocamente: Los cónyuges Los ascendientes o descendientes Los hermanos. Regulación de los alimentos: Los alimentos se regulan por el juez en proporción a las necesidades de quien los pide y a las posibilidades del que debe darlos, atendiendo además a las circunstancias personales de ambos, especialmente de las obligaciones a las que se halle sujeto el deudor. No es necesario investigar rigurosamente el monto de Página 2526 los ingresos del que debe prestar los alimentos. Sin embargo cuando no cuenta con un trabajo estable ni ingresos permanentes, se debe regular los alimentos en forma prudencial. La mejor fórmula para fijar una pensión alimenticia, es hacerlo en forma porcentual, esto en caso de que el demandado tuviera un trabajo estable, un empleador, de donde se podrá solicitar un descuento mensual, de dicho porcentaje, que abarca, no solo la remuneración básica mensual, sino también los beneficios que perciba, tales como escolaridad, gratificación por fiestas patrias, navidad, y cualquier otro beneficio que pudiera percibir. En cambio podrá señalarse en monto fijo cuando el demandado no tiene un trabajo estable, o tiene ingresos esporádicos. Con ello buscamos adecuarnos a la posición social y económica que tuvieran las partes, y para mantener un equilibrio; ello con el fin de subordinar la cantidad a fijarse, a una relación porcentual del costo de vida. REAJUSTE DE LA PENSION La pensión se incrementa o reduce según el aumento o la disminución que experimentan las necesidades del alimentista y las posibilidades del que debe prestarla. Esto se hará cuando se haya señalado un monto fijo; pero cuando se haya fijado en porcentaje de las remuneraciones del obligado, el reajuste, se produce automáticamente según las variaciones de la remuneración, aunque esto no es impedimento para pedir un aumento. Se puede solicitar un aumento de la pensión teniendo en cuenta que se han incrementado las necesidades de un alimentista, ya que no son iguales las necesidades de un niño pequeño, al de uno que está en edad escolar, o del que sigue estudios universitarios; y también se deberá tener en consideración la carga que tiene el obligado, es decir, otros hijos o personas que dependan de él. EXONERACION DE LA OBLIGACION ALIMENTARIA El obligado a prestar alimentos puede pedir que se le exonere de la pensión si disminuyen sus ingresos, si en caso pone en peligro su propia subsistencia o si ha desaparecido el estado de necesidad del alimentista. Tratándose de hijos menores, que son beneficiarios de una pensión alimenticia por resolución judicial esta deja de regir al llegar a la mayoría de edad. Sin embargo, como se ha dicho, subsiste si es que padece de alguna incapacidad física o mental o si esta siguiente una profesión u oficio de manera exitosa, entendiéndose que estos estudios deben ser de manera exitosa, es decir, que se efectúen dentro de un marco razonable y aceptable, tanto en lo que se refiere al periodo de tiempo así como a los resultados obtenidos. La omisión de las pruebas que esté estudiando, acarrea la exoneración de la pensión alimentaria. No basta presentar una constancia de matrícula o estudios ofrecida como prueba para mantener la obligación, luego de alcanzar la mayoría de edad, pues no permite advertir que este cursando estudios de manera satisfactoria. Si bien es cierto que la demanda de alimentos la interpone la madre del menor, en representación de este, precisamente por ser menor de edad; sin embargo cuando se va a tramitar una demanda de exoneración de alimentos, esta se entenderá directamente con el con el hijo alimentista porque se entiende que ya ha adquirido la mayoría de edad. Porque ya tiene capacidad para comparecer en el proceso. FORMA DE PRESTAR ALIMENTOS El obligado puede pedir que se le permita dar los alimentos en forma diferente del pago de una pensión, cuando motivos especiales justifiquen esta medida. Normalmente se fija un monto de dinero, pero por especiales circunstancias que pudieran surgir en el demandado este puede solicitar la variación en la forma de prestar la pensión de alimentos, en caso de que hayan disminuido sus ingresos, o haya dejado de laborar en su centro de trabajo. Es decir, que podrá solicitar pasar la pensión en especies, o víveres de primera necesidad, medicina, ropa, etc. si es que no puede pasar en efectivo. los casos, no tienen un trabajo estable, o no tienen una remuneración fija, pero sobretodo, respetando y resguardando el derecho de los menores alimentistas. Y con relación a la población que están en las comunidades nativas nos hemos dado cuenta de su realidad y sus costumbres, seguramente ancestrales, en que les está permitido tener más de una conviviente dentro de la misma comunidad, y por lo mismo tiene varios hijos con cada una de ellas. Pero que actualmente las madres están tomando conciencia de sus derechos y acuden al juzgado a interponer su demanda de alimentos a favor de sus menores hijos cuando los padres no cumplen con cubrir las necesidades de éstos. Este hecho nos llama a la reflexión y también se viene orientando a los que acuden al Juzgado de Paz, en las audiencias únicas, en el sentido de que si bien las normas que rigen a las comunidades nativas les autoriza tener más de una conviviente, pero también y por sobre todo están sus obligaciones como padres, de velar por el cuidado, el bienestar y los alimentos de los hijos que procrean que en la mayoría de los casos no son uno o dos, sino cuatro, cinco, seis o más niños. Así que no solo deben reclamar sus derechos como nativos, sino también cumplir con el deber de proteger a sus hijos y brindarles todo cuanto sea necesario para su desarrollo físico, psicológico y emocional. La Constitución Política del Perú, la Convención de los derechos del niño, el Estado, a través de los entes respectivos velan por la integridad de los derechos de los niños y niñas, y nuestra labor también es la de resolver los casos que se presenten aplicando el principio de interés superior del niño, es decir en todo cuanto le sea favorable. El Estado pone las normas y las aplica, pero de nosotros como padres, depende brindar a nuestros hijos atención, bienestar, alimentos, protección, amor, para que se conviertan en personas responsables, productivas, buenos ciudadanos, En la provincia de Purús, tenemos el Juzgado de y puedan contribuir Paz Letrado que es el órgano encargado de recibir al desarrollo de su las demandas por alimentos y tramitarlas hasta provincia. culminar con sentencia o con una conciliación. Abog. MITZY Debido a las condiciones propias de esta provincia, RICOPA SHERAde las personas, sean mestizas o pertenecientes a DER las comunidades nativas, el Juzgado de Paz Letrado viene propiciando la conciliación entre las partes, a fin de llegar a un acuerdo respecto al monto de la pensión, para que éste pueda ser cumplido por el obligado, teniendo en cuenta las condiciones laborales de la población que en la mayoría de Página 2527