César Cáceres y Pascual Pérez encuestando a un poblador del Sudoeste de Corrientes. Diciembre 2003. (Fotografía: Abel Fleita) Por la ruta del aguará guazú Por Valeria Salvatori1, Lucía Soler2, Michela Gori1 y Pablo Cuello3 1Instituto de Ecología Aplicada de Roma, Italia 2HUELLAS, Asociación para el estudio y la conservación de la biodiversidad, Argentina 3 Estudiante Avanzado de Biología, Universidad Nacional de Río Cuarto, Córdoba La ocupación de un área por organismos vivos y las interacciones que ocurren entre ellos van estructurando ese ambiente. Muchos de los procesos que ocurrieron allí y que fueron intensos en el pasado, hoy están sometidos a una nueva fuerza que impacta sobre las comunidades: el desarrollo humano. El uso del hábitat, la distribución geográfica y la abundancia de especies se van dando a lo largo de un tiempo geológico (miles de años), donde el hombre ocupa una pequeñísima fracción. La presencia del hombre está definiendo en forma cada vez más frecuente la presencia o ausencia de especies, las que responden ante las actividades antropicas extinguiéndose, reduciéndose en número o emigrando a nuevas pag. 6 áreas con mejores condiciones. De este modo, puede darse una reducción importante en la distribución de una especie, y el hábitat, el vital espacio en el cual se desarrolla, comienza a sufrir alteraciones y reducciones. Los seres vivos no ocupan cualquier lugar, sino que seleccionan y prefieren determinados sitios que presentan las condiciones óptimas para desarrollarse. Por ello, al momento de estudiar dónde y cómo vive una especie, es importarte describir el tipo de hábitat que utiliza o que potencialmente se sospecha que podría estar usando. Para ello se hace necesario entonces definir la ESCALA de nuestro trabajo. Podemos decir que existen básicamente dos escalas para estudios geográficos de distribución u ocupación del hábitat: una ESCALA REGIONAL (puede cubrir varias provincias, por ejemplo) y una ESCALA LOCAL (puede cubrir varias localidades). Para cualquiera de ambas escalas será fundamental proveerse de mapas, fotografías aéreas, cartas topográficas, carta-imágenes e imágenes satelitales. Toda esta base en formato papel será el punto de partida para determinar las localidades a recorrer, establecer la ubicación de caminos primarios y secundarios, distancias entre localidades y de éstas a ambientes naturales como pueden ser lagos, cordones montañosos, bosques, etc. En los últimos años, se ha incrementado el uso de imágenes satelitales porque proveen información muy detallada sobre el ambiente. Éstas son tomadas desde artefactos artificiales denominados satélites, los que fotografían la tierra en forma regular, desde el espacio, a mucha altura, capturando datos de la superficie del planeta. Un mapa para el aguará guazú Un mapa de distribución está formado por una base de datos donde constan ubicaciones de la especie en estudio y características de esos lugares. Cuando un individuo ha sido registrado en vida silvestre, conocer el tipo de hábitat donde ha sido observado es una información altamente valiosa y mucho más valiosa aún si se cuenta con las coordenadas geográficas y alguna descripción del sitio del avistaje. Los mapas de distribución disponibles sobre los carnívoros silvestres de Argentina son hasta la fecha estudios de grano grueso, es decir están basados en información sin mucho detalle. Actualmente existe una tendencia creciente a realizar los mapas de distribución sobre datos georeferenciados, es decir datos con referencias geográficas: latitud y longitud (ambos expresados en grados, minutos y segundos), y descripciones detalladas del hábitat donde se realizó el avistaje. El posicionador geográfico satelital. Para referenciar geográficamente un sitio específico, se utiliza un instrumento denominado GPS. Sus siglas en inglés significan: Sistema de Posicionamiento Global, y permite determinar con mucha precisión donde se ubica uno u otro objeto. El “idioma” de este pequeño instrumento, es una serie de números que permiten al mismo tiempo medir distancias entre dos puntos y marcar el recorrido de un vehículo, por ejemplo. La información así obtenida puede retenerse en la memoria y ser “bajada” luego a la computadora. Los datos superpuestos sobre mapas temáticos (mapas de temas específicos) o imágenes satelitales de diversa naturaleza, permiten actualizar y ampliar la información de una región. Su utilidad es invalorable a la hora de trabajar en el campo. El proyecto de distribución del aguará guazú, como tantas otras investigaciones de campo, hacen uso de ésta herramienta para obtener información que luego se suma y complementa el mapa de la especie. La propuesta está siendo desarrollada por tres instituciones, y liderada por la Dra. Valeria Salvatori quien se desempeña como investigadora en el Instituto de Ecología Aplicada de Roma (IEA); las contrapartes colaboradoras del proyecto marco son: HUELLAS, y el Instituto de Astronomía y Física del Espacio o IAFE, con sede en la UBA (Bs As, Argentina). El uso de imágenes satelitales para la elaboración de mapas La observación remota de la superficie de la tierra desde grandes alturas constituye un especial modo de estudio, denominado TELEDETECCION, vocablo que proviene del inglés remote sensing. A través de la teledetección se pueden adquirir imágenes de la superficie de la tierra gracias a estructuras (sensores) que captan información especifica. Los sensores se encuentran instalados en plataformas espaciales: satélites o sistema remoto. El satélite viaja a miles de kilómetros de distancia sobre la superficie terrestre, y desde esa altura y de forma programada fotografía la superficie terrestre. Esta información es enviada a un sistema terrestre que recibe la información a la que se puede dar, posteriormente, un tratamiento digital (visible en NATURALEZA, CONSERVACION Y SOCIEDAD computadora) o un tratamiento visual (visible en formato papel) y que son los formatos finales para el usuario. El proyecto 15:30, el grupo de trabajo explica que se está realizando un estudio de campo sobre algunos animales silvestres de la zona, y que están interesados en saber si conoce a un animal llamado “aguará guazú”. El señor, un conductor de colectivos, responde que alguna vez escuchó hablar de él, pero hace años, ya no.”Hace más de veinte años -y señala con su mano hacia el oeste, en dirección a Santiago del Estero- había en un puesto de trabajo, porque ayudé al ejercito a colocar postes de luz. Ya no hay aquí, pero un puesto cercano debe su nombre al aguará guazú”, comenta finalmente. El viaje sigue. Doce a catorce horas por día eran dedicadas a estos recorridos, durante los 50 días que duró la campaña del Proyecto Distribución Potencial y Actual del Aguará Guazú en Argentina La propuesta comenzó a desarrollarse en octubre de 2003, y el área de estudio cubrió hasta diciembre del mismo año 200.000 km2, en las provincias de Chaco y Corrientes. Sobre la base de información no actualizada, se estima que el aguará guazú habita las provincias de Corrientes, Santa Fe, Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Córdoba. Para el diseño del recorrido y del trabajo de campo, se hizo uso de imágenes satelitales provenientes de dos tipos de satélites: LANDSAT y SAC-C. Actualmente se están procesando las imágenes satelitales (SAC-C y Landsat) del proyecto, y los resultados obtenidos con las encuestas y registros del hábitat. Sólo las imágenes producidas por el Sensor MMR a bordo del satélite SAC-C pueden satisfacer los requerimientos de este proyecto ya que presentan todas las caracte- Colecta de materia fecal de Aguará Guazú y registro de la posición geográfica de la muestra. Proyecto Conservación de los Carnívoros del Nordeste Argentino (HUELLAS – OIKOVEVA). Abril 2004. (Fotografía: Abel Fleita, becario de HUELLAS) rísticas necesarias para el monitoreo y la evaluación del estado de salud del medio ambiente sobre una región tan extensa y para una especie que se mueve cubriendo grandes áreas. Este proyecto representa una oportunidad para testear el uso de las imágenes producidas por la recientemente lanzada misión argentina SAC-C, en aplicaciones medio ambientales, incluyendo una intensa campaña de colecta de datos de campo y una validación de la clasificación de imágenes integrando las SAC-C con las Landsat ETM+. Tras la huella del aguará guazú El aguará guazú, científicamente denominado Chrysocyon brachyurus, es el cánido más grande de Sudamérica. Es un carnívoro solitario, que se reúne con sus congéneres casi exclusivamente en época reproductiva. Por lo general, cuánto más grande es un animal, mayores son sus requerimientos de vida; el aguará guazú necesita de un lugar dónde vivir: un hábitat, requiere de alimento: una dieta específica, y de un espacio físico por donde caminar: un home range o rango territorial. Puede ocupar áreas que van desde algunos kilómetros hasta una centena de kilómetros cuadrados, y por ello en una región el número de individuos puede llegar a ser pequeño. Los hábitos alimentarios del aguará guazú estarían indicando una fuerte preferencia por frutos y animales silvestres. A veces se presentan casos de predación sobre animales domésticos, y son estos casos que el poblador utiliza para la persecución y muerte. El aguará guazú, aun siendo un mamífero carnívoro, comparándolo con otros cánidos de Argentina, posiblemente es uno de los que menos “carne” consume. Observando el recuadro revisaremos juntos las especies de cánidos que habitan en nuestro país. Misiones que se encuentran “Misión Nueva Pompeya” Corazón del Impenetrable, señala un cartel imponente, de madera, en la entrada de Nueva Pompeya (Chaco). Hacía días que el grupo de trabajo recorría El Impenetrable. Los encuestados respondieron haber conocido al aguará guazú hacia el lado del Bermejito, cauce seco de un río antiguo. Prácticamente nadie lo reconoció en esos momentos, ni siquiera por fotos o dibujos. Pasó a ser el recuerdo de los pueblos que alguna vez tuvieron a este carnívoro recorriendo la zona. LOS ZORROS DE LA ARGENTINA Zorro Largo total y altura en la cruz Hábitos alimentarios Región donde habita Estado de conservación BR: Bajo Riesgo / EP: En peligro Zorro de monte 700 + 350 mm Frugívoro Carnívoro Noreste BR Zorro Colorado 850 + 450 mm Carnívoro Carroñero Patagonia y Noroeste BR Zorro Gris 500 + 300 mm Frugívoro Insectívoro Carnívoro Carroñero Patagonia y Noroeste BR Zorro pampeano 700 + 400 mm Frugívoro Insectívoro Carnívoro Carroñero Pampa Centro Noreste BR Aguará Guazú 1250 + 800 mm Frugívoro Carnívoro Noreste Posiblemente Centro EP Cesar Cáceres muestra a rurales del Noroeste de Corrientes, la imagen satelital de la provincia. Los pobladores encuestados interpretaron la imagen e indicaron los lugares donde escuchan y se ven individuos de Aguará Guazú. Noviembre 2003. (Fotografía: Abel Fleita) El $.O.$. de la misión aguará guazú Existen escasísimos proyectos de este tipo en Argentina subsidiados por el gobierno nacional o provincial. El interés por la conservación es aún materia de debate, y mientras se mantienen las controversias, lo que se observa es que la investigación y la conservación no son prioridades a la hora de adjudicar recursos económicos y humanos. Las especies en peligro no generan interés al común de la gente, y sólo si se logra mostrarlas carismáticas, atractivas y con posibilidad de generar fuentes económicas, a través del turismo por ejemplo, recién allí son vistas con buenos ojos. Esta propuesta de distribución de Aguará Guazú no es la excepción y se desarrolló en su totalidad con subsidios que provienen del exterior. Las organizaciones que financiaron el proyecto son: Roger William Park Zoo (USA), Metrozoo (USA) y Rufford Small Grants (UK). La participación de miembros de HUELLAS en el proyecto de distribución fue subsidiada parcialmente por OIKOVEVA (Francia). Cómo contactarnos Si usted vio un Aguará Guazú y desea enviar la información, puede comunicarse a: huellas@aguara-guazu.com.ar, v.salvatori@ieaitaly.org; y también al teléfono 03783-15608838. La información a tener en cuenta es: Dónde lo observó, Fecha y horario (lo más exacto posible), Actividad del animal, Localidad (con la mayor exactitud posible), Tipo de ambiente donde lo observó: monte, pastizal, estero, cañada, sembradío, etc. Esta información es extremadamente valiosa y agradeceremos toda colaboración. Percepciones que matan EL VIOLENTO OFICIO DE CONSERVAR ¿Por qué los pobladores rurales matan al aguará guazú? Es una pregunta que aun no tiene una respuesta definitiva. El Proyecto Distribución del Aguará Guazú tiene como principal componente de trabajo la encuesta a pobladores rurales. A través de ella, es posible realizar una base de datos a partir de la cual extraer información valiosa, pero no definitiva. Las encuestas están asociadas a un punto geográfico que ha sido registrado con el GPS. A través de ella se puede determinar si una especie habita o no un área, segundo: evaluar cuál es la relación que existe entre el poblador y cada uno de los predadores y tercero detectar si existen problemas y cuál es la actitud de los rurales hacia las especies problemáticas. Para las encuestas se utiliza un formato semiestructurado, es decir existe una base de preguntas mínimas a realizar. Para acceder al poblador es sumamente importante tener una llegada informal, pero explicando en cada ocasión cuál es el motivo de la entrevista. En la Provincia de Corrientes muchas de las encuestas pudieron ser desarrolladas porque parte del equipo habla y entiende el guaraní. Este aspecto que parece ser una cuestión menor, tuvo fundamental relevancia al momento de acceder a muchos encuestados. Texto y foto: Abel Fleita (HUELLAS) El 9 de Julio de la Independencia por la tarde, un “simple” llamado de teléfono al Proyecto Aguará Guazú dio cuenta de la terrible imagen de “un Aguará Guazú muerto y colgado de un alambrado” ...Y ahí está, de noche... En nuestro propio lugar de trabajo, por la alambrada. Vean a la derecha. De las orejas y parada con orquetas de arbustos fabricadas por manos humanas. Un temprano cuerpo de aguará sin vida, que tampoco muerto descansaba en Paz. Ha sido una aguará guazú hembra, con varios hijos adentro. Solo estaba muda la luna y un vecindario enmudecido de sombras. Tuvo un degüello posmortem, las costillas rotas y “un disparo de arma de fuego” que empieza a escucharse desde los árboles que cuentan con las ramas, las hojas y el viento porque las confesiones humanas acallan. Ahora hace falta fuerzas. Buscar la salida de ésta pesadilla que se empecina desde hace mucho tiempo con el Zorro Grande de la América del Sur. Aguará Guazú, humano mío. Vos también necesitás justicia. Aquella vez escribieron... “¡Resiste aguará guazú, resiste! Si el Creador te puso en la tierra por algo será”.