220-74184, noviembre de 1998 Ref: Cambio de Denominación Social En atención a su escrito radicado en este Organismo el 29 de octubre de 1998 con el número 317.525-0, a través del cual formuló algunas inquietudes en relación con una sociedad anónima, es preciso efectuar las siguientes consideraciones: En primer lugar es oportuno precisar que el nombre de las sociedades anónimas se conoce como denominación social y no razón social como aparece en el escrito que nos ocupa. En este orden de ideas es del caso ilustrarlo en el sentido que el cambio de denominación o razón social constituye una reforma estatutaria, la cual debe adoptarse sujetándose en un todo al quórum y la mayoría estatutaria y en su defecto a los previstos en la ley, y como tal está sujeta al cumplimiento de las formalidades que establece el artículo 158 del Código de Comercio. Adicionalmente, se hace énfasis en que el cambio de denominación, en modo alguno comporta una mutación para la sociedad, por lo que ésta continúa siendo la misma, pese a que tenga una denominación social distinta. Por ende, los libros oficiales pueden continuar diligenciándose hasta que sean utilizados en su integridad. En este orden de ideas, habida consideración de que se trata de una misma compañía, como quedó dicho, resulta viable seguir utilizando la papelería existente antes de la inscripción en el registro mercantil de la tantas veces citada reforma social, siendo aconsejable indicar a continuación de la antigua, la nueva denominación social, con una expresión análoga a ; "ahora...S.A.", respuesta que se hace extensiva a la pregunta relativa a las etiquetas de los productos, máxime si en tales etiquetas sólo se indica la marca. Finalmente, en el caso en que la etiqueta aparezca impresa la antigua denominación social, es aconsejable sobreponer un auto adhesivo con la nueva denominación. El presente pronunciamiento tiene el alcance previsto en el artículo 25 del Código Contencioso Administrativo.