LA DIMENSIÓN DE GÉNERO EN LA REFORMA DE PENSIONES La Reforma Previsional, establecida en la Ley N°20.255 de marzo de 2008, ha constituido un cambio estructural en el funcionamiento del sistema de pensiones en Chile, y con ello ha contribuido a un significativo perfeccionamiento de la protección a la vejez en Chile. Uno de los ejes fundamentales de dicha reforma está constituido por el conjunto de medidas destinadas a lograr una mayor equidad de género, puesto que en un sistema de capitalización individual se presentan importantes diferencias en la protección de hombres y mujeres, ya sea porque el ingreso de la mujer al mercado laboral es, en promedio, más tardía que el de los hombres; porque además existe una brecha salarial a favor de estos últimos, y porque el trabajo reproductivo y doméstico recae mayoritariamente en las mujeres, lo que redunda en un mayor tiempo de inactividad laboral. El conjunto de diferencias señalado, se expresa en la existencia de brechas de ingresos entre géneros en la etapa activa, las que se profundizan en un sistema de pensiones basado en contribuciones acumuladas en cuentas individuales, y todo ello en un contexto en el cual la esperanza de vida es mayor para las mujeres que para los hombres. En efecto, en 2002, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social realizó por primera vez la Encuesta de Protección Social (EPS), la que reportó que la densidad de cotización promedio de los afiliados al sistema de pensiones era de 52,4%, mostrando importantes diferencias entre hombres (59,8%) y mujeres (43,8%). Además, la mitad de los afiliados presentaron una densidad de cotización menor al promedio, mientras que en el caso de las mujeres un 50% de ellas registró densidades de cotización inferiores a un 40%, lo que resulta significativamente menor al 65,7% de densidad que registró el 50% de los hombres. Además, las proyecciones mostraban que del total de la población adulta mayor, el grupo cubierto por una pensión contributiva se reduciría de 65% a alrededor de 50% en 2020, y que cerca de un 60% de los pensionados del sistema de AFP obtendría una pensión igual o inferior a la pensión mínima garantizada por el Estado. Además, se preveía que el 46% del flujo anual de nuevos pensionados del sistema de AFP entre los años 2020 y 2025, tendría una pensión inferior a la mínima sin poder acceder a la Garantía Estatal, y que este grupo iba a estar mayoritariamente compuesto por mujeres, representando un 65% de dicho total. Sobre la base de tal diagnóstico, la reforma estableció un conjunto medidas orientadas a enfrentar esta brecha de género, y la más significativa en términos de los montos proyectados para las pensiones finales de las mujeres, ha sido la creación de un sistema de pensiones solidarias que estableció una Pensión Básica Solidaria (PBS) y el Aporte Previsional Solidario (APS). No obstante que para acceder a dichos beneficios la ley no hace distinción de género, es claro que beneficiarán especialmente a las mujeres, producto de la situación de mayor deterioro de éstas en términos de inserción laboral y densidad de contribuciones. El sistema de pensiones solidario representa también un mecanismo para compensar el efecto negativo que las mayores expectativas de vida de las mujeres tienen sobre el monto final de su pensión frente a un mismo saldo acumulado de la cuenta de capitalización individual, ya que ante un mismo saldo acumulado y una misma edad de pensión, las mayores expectativas de vida de las mujeres derivan en menores pensiones autofinanciadas respecto de los hombres, lo que da lugar a una mayor duración de la Pensión Básica solidaria y mayores montos por concepto de Aporte Previsional Solidario para las primeras. La información disponible señala, como se presenta en el Cuadro 1, que desde el inicio de la implementación de la reforma hasta el 11 del presente mes, se han concedido 429.348 beneficios del Pilar Solidario, los que han correspondido en su mayoría a Aportes Previsionales Solidarios de Vejez (un 60% del total), seguidos de algo más de 130 mil pensiones básicas de vejez. El canal más utilizado, como era previsible, ha sido el Instituto de Previsión Social (IPS), y en segundo lugar los municipios. Por su parte, y también de acuerdo con lo previsto, los principales beneficiarios del nuevo Pilar han sido las mujeres, las que concentran un 65,2% de los beneficios. Finalmente, los resultados alcanzados muestran que el total de los beneficios concedidos corresponde a un 80,7% de las solicitudes, lo que sugiere que, en general, los requisitos establecidos para acceder a tales beneficios han sido conocidos por una gran proporción de los potenciales beneficiarios que han elevado sus solicitudes. Cuadro 1: Solicitudes y concesiones de beneficios del Pilar Solidario (Total país, desde 1 julio de 2008 a 11 de diciembre de 2009) Tipo de Beneficios Nº concesiones % del total Sexo Canal de solicitudes PBSV PBSI APSV APSI Mujeres Hombres IPS AFP Municipio Total 130469 30,4% 31.398 7,3 257.622 60,0 9.859 2,3 279.947 65,2 149.401 34,8 316.806 73,8 22.604 5,3 89.933 20,9 429.348 100 Fuente: Subsecretaría de Previsión Social. Otra medida de la Reforma Previsional en este ámbito, ha sido la instauración de un Bono por hijo nacido vivo o adoptado, para las mujeres que se han comenzado a pensionar desde julio de 2009. Esta medida, originalmente propuesta en el Informe del Consejo Asesor para la Reforma Previsional, tiene una orientación similar a los beneficios anteriores, ya que apunta a proporcionar una compensación parcial a las mujeres por las lagunas previsionales generadas por las discontinuidades laborales asociadas a los períodos de maternidad1. 1 Otras medidas complementarias y orientadas hacia la equidad de género son: la posibilidad de que un juez, en caso de divorcio o nulidad, pueda incluir dentro del patrimonio a dividir entre las partes, los respectivos saldos de la cuenta de capitalización individual; el que las mujeres podrán dejar como beneficiarios del seguro de sobrevivencia a su cónyuge o al padre de sus hijos que viva a sus expensas, por cuanto la legislación anterior establecía esta posibilidad solo para los causantes hombres. Adicionalmente, el seguro de invalidez y sobrevivencia será licitado para el conjunto de las AFP, estableciéndose precios separados para hombres y mujeres, y el diferencial de precio que se cobre será depositado en la cuenta de capitalización, con lo que se elimina el subsidio que tradicionalmente las mujeres cotizantes han hecho a los hombres, producto de la menor siniestralidad de aquéllas. Por último, se destaca que la ley buscó eliminar las restricciones y desincentivos para las transferencias de ingresos al interior del hogar destinadas a las cuentas individuales de capitalización, estableciendo la figura del Afiliado Voluntario. 2 Esta norma comenzó a regir solo para las mujeres que se pensionen a contar del 1 de Julio de 2009, y el monto del bono será equivalente al 10% de 18 ingresos mínimos, monto que será reajustado considerando la rentabilidad del Fondo C de las AFP a partir de dicha fecha. Debe considerarse que este beneficio no está focalizado para la población perteneciente al 60% más pobre, tal como ocurre con el Sistema de Pensiones Solidarias, ya que no discrimina por niveles de ingresos. Al respecto, la información disponible muestra que desde el inicio de la implementación de este beneficio (el pasado mes de julio) hasta noviembre del presente año, el bono ha sido otorgado a 28.721 madres, por un promedio de 5 hijos por madre solicitante. Además, y del mismo modo que el caso anterior, la proporción de beneficios concedidos respecto del total solicitado es alta, ya que en este caso ha alcanzado a un 86,9%. Cuadro 2: Concesiones de Bono por Hijo (Total país, desde julio a noviembre de 2009) Concesiones Nº concesiones Nº de hijos concedidos Nº de personas 28.721 151.932 Fuente: Subsecretaría de Previsión Social. Finalmente, es preciso considerar que un criterio clave para la implementación de la Reforma de Pensiones es el de la gradualidad, el que se expresa en un programa de activación de los beneficios. En efecto, en el caso de la Pensión Básica Solidaria y del Aporte Previsional Solidario, la cobertura total de beneficiarios se alcanzará desde mediados de 2011, período en el cual el monto de los beneficios irá aumentando así como la cobertura de los beneficiarios en función del monto de la pensión máxima que será objeto de aportes solidarios. En paralelo también se irá ampliando el requisito aplicable a la población elegible según el quintil de ingreso al cual pertenezca, para terminar en el quinto año la cobertura se extenderá hasta alcanzar el 60% más pobre de la población. Así, la transición considerada implicará que, por una parte, nuevas mujeres beneficiarias de la Pensión Básica y de los Aportes Solidarios irán ingresando en los próximos años, en la medida en que se vayas activando los nuevos requisitos de acceso. 3