¿Jehová Dios había engañado al pueblo?

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¿JEHOVÁ DIOS HABÍA ENGAÑADO AL PUEBLO?
¿Jehová Dios había engañado al pueblo?
En uno de los sermones del profeta Jeremías, predicado durante el reinado del buen
rey Josías, y esto lo podemos deducir porque no se observa oposición a su predicación
(aproximadamente entre el 627 y 609 A.C.) Jeremías dijo: “Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios!
Verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén,
diciendo: Paz tendréis; pues la espada ha venido hasta el alma” (Jer. 4:10).
¿Notó lo que dijo el profeta Jeremías respecto a la acción de Jehová Dios? “en gran
manera has engañado a este pueblo”.
Sí, el engaño que se estaba manifestando daba a conocer la obra de Dios. Enseguida
explicaremos esto.
Explicación y aplicación:
 Evidentemente, Jeremías atribuye a Jehová las palabras engañadoras predicadas en
Jerusalén: “¡Ah Jehová, Señor! ciertamente has del todo engañado a este pueblo”
(Jer. 4:10, VM).
 Sin embargo, Jeremías especifica claramente que estas palabras engañosas salían de
sacerdotes y profetas del error: “Porque desde el más chico de ellos hasta el más
grande, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son
engañadores. Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no
hay paz” (Jer. 6:13,14). Otros pasajes del libro de Jeremías, que señalan la acción
perniciosa de estos falsos profetas son: 5:12; 8:10-11; 14:13; 23:17.
 Entonces, aquí tenemos otro ejemplo de que “Dios hace lo que permite”. Jeremías
4:10 debe ser interpretado a la luz de 1 Reyes 22:19-23, Ezequiel 14:1-11 y 2
Tesalonicenses 2:8-12, entre otros, los cuales especifican que lo que Dios permite lo
hace para llevar adelante sus santos y divinos propósitos usando a veces a hombres
corruptos sin que estos lo sepan.
 El pueblo de Judá tenía mala actitud hacia la verdad de Dios, simplemente la
aborrecían. Por lo tanto, el Señor castigó tal actitud permitiendo que falsos profetas
predicaran al pueblo lo que este quería oír. Así, pues, el pueblo con comezón hacia la
verdad eran satisfechos con palabras que aliviaban su alergia hacia la palabra de Dios
(cf. 2 Tim. 4:3,4).
 Los profetas del error no amaban la verdad. Dios no puso revelación alguna en sus
corazones, ni vulneró su libre albedrío. El mensaje que estos falsos predicaban era de
ellos, no de Dios. Pero, Dios puede usar a hombres corruptos para lograr sus
propósitos, castigando así la mala actitud general hacia la verdad.
 Así también hoy, Dios permite a los que aborrecen la verdad el ser engañados por el
error: “y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no
recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder
engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no
creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia” (2 Tes. 2:10,12).
 Recuérdese, hay una verdad en el ámbito espiritual que es tan verdadera como las
verdades aritméticas o físicas, esta es la verdad de Cristo (Jn. 8:31,32; 17:17; 1 Ped.
1:22-25).
 Dios no se complace en aquellos que aborrecen la verdad, y el ejercicio de tantos
falsos maestros hoy en día es prueba de ello.
Pasajes importantes respecto a la verdad de Cristo:
 “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere
que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Tim.
2:4).
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Por Josué I. Hernández
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¿JEHOVÁ DIOS HABÍA ENGAÑADO AL PUEBLO?
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“No os he escrito como si ignoraseis la verdad, sino porque la conocéis, y porque
ninguna mentira procede de la verdad” (1 Jn. 2:21).
“Estas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la
verdad” (2 Tim. 3:7).
“y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el
amor de la verdad para ser salvos” (2 Tes. 2:10).
“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra
salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa” (Ef. 1:13).
“a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído
por la palabra verdadera del evangelio” (Col. 1:5).
Considérese el siguiente comentario:
“Pablo explica el problema: por cuanto no recibieron el amor de la verdad para
ser salvos. – La verdad es el evangelio, la enseñanza de Cristo y sus apóstoles. Después de
morir los apóstoles, muchos dejaron de perseverar en la doctrina de los apóstoles. Dejaron
de practicar la enseñanza de Hech. 2:42; 14:23; 20:7, etc. Muchos textos describen esta
apostasía (1 Tim. 4:1-3; Col. 2:18-23; 2 Tim. 3:1-7; 2 Pedro; Judas, etc.). Si la iglesia deja
de recibir el amor de la verdad y substituye la verdad por mentiras, el resultado es la
apostasía…
La verdad es angosta, porque es absoluta. No es relativa, como muchos creen. No es
subjetiva, sino objetiva; es decir, la verdad no es la verdad solamente para algunas
personas en particular y bajo ciertas circunstancias, sino que es la verdad para todos, bajo
cualquier circunstancia, en cualquier tiempo. Por lo tanto, es absurdo decir que “no importa
lo que uno crea con tal que sea sincero”. Insultan al Espíritu Santo los que dicen que la
verdad revelada in la Biblia no es absoluta, sino que su significado depende de la
interpretación de cada persona. Según esto la mentira es tan buena como la verdad.
Muchos creen y enseñan que la verdad no es absoluta. Creen, pues, que se debe ser
muy tolerante de las creencias de otros. Los tales afirman que la verdad se encuentra
“entre los extremos”; es decir, que siempre habrá creencias o enseñanzas opuestas, y que
la verdad se encontrará en medio de los dos lados. Este es un concepto muy común. Desde
luego, es casi siempre necesario entre los partidos políticos, comerciales, industriales,
educacionales, etc., pues cada lado insiste mucho en su posición para ganar todo lo que
pueda y luego acepta ciertas modificaciones para poder finalizar un acuerdo con la
oposición. Muchos religiosos se clasifican a sí mismos como muy tolerantes, muy liberales y
comprensivos…
Lamentablemente muchos no aman la verdad, sino la mentira. Dice el Sal. 52:3,
“Amaste el mal más que el bien, la mentira más que la verdad”. Nos conviene amar la
verdad y aborrecer la mentira. Es indispensable que amemos la verdad…
Cuando el hombre no ama la verdad y rehúsa aceptarla, ¿qué va a creer?
Obviamente está resuelto a creer la mentira; por eso, Dios le enviará “un poder engañoso”.
En un sentido Dios hace lo que permite. 1 Crón 21:1 dice que “Satanás se levantó contra
Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel”, pero 2 Sam. 24:1 dice que Dios “incitó
a David contra ellos a que dijese: Vé, haz un censo de Israel y de Judá”.
Es posible que esta declaración sorprenda a muchas personas y aun dirán que Dios
es injusto, pero esto lo dicen porque no conocen a Dios y no saben la importancia de aceptar
la verdad y hacer la voluntad de Dios. La Biblia dice que Dios endureció el corazón de Faraón
porque primero éste endureció su corazón (Ex. 3:19; 5:1, 2; 7:3, 13). Con respecto a los
cananeos corruptos y malvados Josué 11:20 dice, “Porque esto vino de Jehová, que
endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra a Israel, para destruirlos, y
que no les fuese hecha misericordia, sino que fuesen desarraigados, como Jehová lo había
mandado a Moisés”. El rey Acab (rey de Israel) había rechazado a Dios y practicaba la
idolatría. Dice 1 Rey. 22:20, “Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga
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Por Josué I. Hernández
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en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. 21 Y salió un
espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué
manera? 22 El dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y
él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; vé, pues, y hazlo así. 23 Y ahora, he aquí
Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha
decretado el mal acerca de ti”. En cuanto a los gentiles que, “habiendo conocido a Dios, no
le glorificaron como a Dios, sino que se envanecieron en sus razonamientos … como ellos no
aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer
cosas que no convienen” (Rom. 1:21, 28)…
En la primera carta a los tesalonicenses (2:16) Pablo se refiere a los judíos que, a
pesar de escuchar las explicaciones de Pablo en las sinagogas (Hech. 17:1-3), no sólo
rechazaron la verdad, sino que “impidiéndonos hablar a los gentiles para que éstos se
salven; así colman ellos siempre la medida de sus pecados, pues vino sobre ellos la ira hasta
el extremo”.
Pablo dijo a Timoteo que “vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino
que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas” (2 Tim. 4:3,
4)” (Notas sobre 1 y 2 de Tesalonicenses, por Wayne Partain).
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Por Josué I. Hernández
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