IP/03/1070 Bruselas, 22 julio de 2003 Directiva sobre la evaluación del impacto ambiental: La Comisión pone en marcha actuaciones judiciales contra ocho Estados miembros La Comisión Europea está incoando procedimientos de infracción contra el Reino Unido, Francia, Italia, Irlanda, España, Alemania, Bélgica y Luxemburgo para velar por un mejor cumplimiento de una ley de la UE que dispone la realización de evaluaciones del impacto ambiental antes de llevar a cabo determinados proyectos. La Directiva sobre la evaluación del impacto ambiental (EIA) tiene por objeto proteger el medio ambiente mediante el requisito de estudiar las repercusiones en el medio ambiente de un proyecto antes de aprobarlo y de proceder a una consulta pública previa. Al poner en marcha estas actuaciones, la Comisión demuestra su determinación de velar por el pleno respeto de las salvaguardias ambientales que ofrece la Directiva. Comentando las decisiones, la Comisaria de Medio Ambiente Margot Wallström ha declarado: «La evaluación del impacto es una valiosa herramienta para conseguir un desarrollo sostenible en la Unión Europea. La Directiva es también importante para conseguir transparencia y el compromiso de la gente al permitir a los ciudadanos expresar sus preocupaciones y participar en el proceso de toma de decisiones. A estos Estados miembros les queda aún mucho por hacer para aplicarla correctamente y seguiremos insistiendo para que tomen las medidas necesarias». Reino Unido La Comisión ha decidido llevar al Reino Unido ante el Tribunal de Justicia en relación con dos asuntos referentes a la evaluación del impacto ambiental (EIA). La primera decisión se refiere a una denuncia por no haber realizado una EIA en relación con el cambio del combustible utilizado para encender hornos de cemento en Lancashire. Este cambio suponía la quema de residuos peligrosos y no peligrosos. La Comisión considera que, antes de aprobar el cambio, había que evaluarlo primero desde el punto de vista ambiental, de conformidad con la Directiva sobre la EIA. No haberlo hecho en este tipo de casos se debe en parte a la manera limitada como aplica el Reino Unido la Directiva sobre la EIA a las decisiones de ordenación del suelo, planteamiento que la Comisión considera demasiado restringido. A la Comisión le preocupa especialmente que excluya muchas cosas del proceso de toma de decisiones sobre posible contaminación ambiental en lo que respecta a esta clase de proyectos. El recurso ante el Tribunal abordará esta interpretación demasiado restringida de la Directiva. La segunda decisión se refiere a la posibilidad brindada por la legislación británica de regularizar prácticas ilegales mediante la concesión de «certificates of lawful development» (licencias), que pueden concederse a proyectos, tales como las chatarrerías, que debería cubrir la Directiva. Una licencia protege al operador contra el procesamiento en virtud de la ley de planificación y exime a estos proyectos de la solicitud de un permiso y, por consiguiente, de la verificación para determinar si hace falta una EIA de su funcionamiento. La Comisión considera que sólo debería concederse una licencia si se respetan las normas sobre la EIA. Irlanda La Comisión ha decidido interponer dos recursos ante el Tribunal de Justicia contra Irlanda. Uno se refiere a la legislación irlandesa que dispone que los ciudadanos paguen 20 euros (y 45 euros de presentar un recurso) si desean que se tengan en cuenta sus opiniones cuando se realice una EIA. La cuantía acumulada puede equivaler al cincuenta por ciento de la renta semanal de las personas dependientes de la seguridad social. En opinión de la Comisión, cobrar a los ciudadanos por presentar información hace menos probable que contribuyan al proceso de toma de decisiones ambiental y redunda en contra de los intereses de la Directiva. Irlanda todavía no ha dado indicios de querer suprimir este sistema basado en el pago. El segundo recurso se refiere a varios asuntos. La Comisión no está segura de que sea el adecuado el sistema utilizado por Irlanda para la verificación de los proyectos del anexo II que deben ser objeto de una EIA. También le preocupa que, en los proyectos que precisan de un permiso de control integrado de la contaminación con arreglo a la legislación irlandesa, la legislación nacional no garantice adecuadamente el respeto de las normas de la UE sobre la EIA. También suscita su preocupación el hecho de que las autoridades irlandesas permitan la toma de una decisión antes y no después de una evaluación completa de sus efectos. La Comisión también ha enviado a Irlanda un apercibimiento por escrito final por las insuficiencias de la legislación irlandesa que rige las EIA sobre piscifactorías, carreteras, proyectos de reestructuración de explotaciones agrícolas, proyectos de ordenación de tierras sin cultivar o de áreas seminaturales para agricultura intensiva y proyectos de gestión del agua para la agricultura. La Comisión considera que la legislación irlandesa no tiene suficientemente en cuenta las zonas más sensibles o los efectos acumulativos, es decir, los proyectos pequeños que sumados pueden ejercer un impacto significativo. Italia Se ha interpuesto un recurso contra Italia ante el Tribunal de Justicia debido a una exención de la EIA que autoriza la legislación nacional en «situaciones de emergencia» (ley de 12 de abril de 1996 sobre la EIA). La Directiva EIA no contempla esta exención. Al permitir la exención de proyectos concretos de las disposiciones de la Directiva en situaciones de emergencia, sin que exista conformidad con las exenciones o con las restricciones contempladas en la Directiva, la legislación italiana no transpone correctamente ésta. También se ha remitido a Italia un apercibimiento por escrito final a raíz de una denuncia sobre una explotación agrícola intensiva de ganado porcino situada en Perd'e Cuaddu (Isili - Nuoro) en Cerdeña, que no se ha sometido a una EIA. La Comisión cree que nunca se ha llevado a cabo un procedimiento de verificación correcto para determinar la posible necesidad de una EIA. 2 La legislación italiana pertinente considera suspendida la necesidad de una EIA si las autoridades no reaccionan en un plazo de 60 días a una petición de un promotor de que se lleve a cabo la verificación. En este caso, las autoridades no respondieron a dicha petición. La Comisión cree que la inacción de una administración no constituye una razón aceptable para no proceder a la verificación. España Se ha remitido a España un apercibimiento por escrito final tras el examen de la Comisión de la legislación española por la que se da efecto a la Directiva 97/11/CE, por la que se modificaba la Directiva sobre la EIA. La Comisión considera que la legislación española no garantiza que el público estará adecuadamente informado sobre las decisiones relativas a los proyectos sometidos a una EIA. También le preocupa que la legislación española sólo aplique los requisitos de la Directiva 97/11/CE a los proyectos presentados para su aprobación a partir del 8 de octubre de 2000, mientras que la fecha fijada por la Directiva, 14 de marzo de 1999, es anterior en más de un año. También se ha remitido a España un apercibimiento por escrito final por no haber realizado una EIA en relación con un gran amplio centro comercial en Baracaldo (País Vasco). La Comisión cree que esto se ha debido a una insuficiencia de la legislación española pertinente. Alemania La Comisión ha decidido interponer un recurso contra Alemania ante el Tribunal de Justicia por no haber notificado la legislación por la que se da efecto a la Directiva sobre la EIA en lo que respecta a los proyectos de construcción de carreteras en cuatro estados federados (Länder), a saber: Renania del Norte-Westfalia, RenaniaPalatinado, Sajonia y Schleswig-Holstein. El Gobierno alemán estima que estos estados federados habrán adoptado la legislación necesaria para agosto de 2003. Francia El 7 de noviembre de 2002, Francia fue condenada por el Tribunal de Justicia por no haber adoptado y notificado la legislación para dar efecto a la Directiva 97/11/CE (Asunto C-2001/348). La legislación debería haber entrado en vigor para marzo de 1999. Si bien Francia ha notificado la legislación que cubre determinados aspectos de la Directiva, faltan aún disposiciones nacionales en otros casos. La Comisión ha remitido consecuentemente a Francia un primer apercibimiento por escrito de conformidad con el artículo 228 del Tratado. El incumplimiento de las sentencias del Tribunal podría motivar la imposición de cuantiosas multas al Estado miembro. Bélgica El 19 de noviembre de 2002, Bélgica fue condenada por el Tribunal de Justicia por no haber adoptado y notificado la legislación para dar efecto a la Directiva 97/11/CE (asunto C-2001/319). La legislación debería haber entrado en vigor para marzo de 1999. Bélgica aún no ha notificado la legislación que cubriría Flandes y la Comisión ha remitido consecuentemente a Bélgica un primer apercibimiento por escrito de conformidad con el artículo 228 del Tratado. El incumplimiento de las sentencias del Tribunal podría motivar la imposición de cuantiosas multas al Estado miembro. 3 Luxemburgo El 19 de diciembre de 2002, Luxemburgo fue condenado por el Tribunal de Justicia por no haber adoptado y notificado la legislación para dar efecto a la Directiva 97/11/CE (asunto C-2001/319). La legislación debería haber entrado en vigor para marzo de 1999. Luxemburgo aún no ha notificado la legislación necesaria, por lo que la Comisión le ha remitido un apercibimiento por escrito final de conformidad con el artículo 228 del Tratado. A falta de un respuesta satisfactoria, la Comisión podría decidir solicitar al Tribunal que imponga una multa diaria a Luxemburgo. Antecedentes La Directiva sobre la EIA Esta Directiva1 es un elemento importante del Derecho ambiental de la UE. Dispone que los Estados miembros someterán a evaluaciones del impacto ambiental (EIA) determinados proyectos públicos y privados antes de autorizarlos cuando se crea probable que los proyectos tendrán un impacto significativo en el medio ambiente. En el caso de algunos proyectos (tales como autopistas, aeropuertos y centrales nucleares) enumerados en el anexo I de la Directiva, las evaluaciones son obligatorias. En otros que figuran en el anexo II (tales como proyectos de ordenación urbana, turismo y actividades de ocio), los Estados miembros deben aplicar un sistema de verificación para determinar qué proyectos exigen una evaluación. Pueden aplicar umbrales o criterios, proceder a exámenes caso por caso o recurrir a una combinación de estos instrumentos de verificación al efecto de velar por la evaluación de todos los proyectos con importantes efectos ambientales. El objetivo de una EIA es determinar y describir las consecuencias para el medio ambiente de los proyectos y evaluar si convienen medidas de prevención o mitigación. Durante el procedimiento de la EIA, el público puede contribuir y expresar sus preocupaciones ambientales respecto al proyecto. Los resultados de esta consulta deben tenerse en cuenta en el proceso de autorización. La legislación nacional necesaria debería aplicarse en julio de 1988 a más tardar. En 1997, se adoptó una modificación de la Directiva que mantenía el marco básico de la Directiva original aunque reforzaba muchos de sus detalles. Los Estados miembros tenían que haber adoptado la legislación nacional necesaria para incorporar esta modificación para marzo de 1999. Procedimiento jurídico El artículo 226 del Tratado confiere a la Comisión la facultad de emprender actuaciones judiciales contra un Estado miembro que no cumpla con sus obligaciones. Si la Comisión considera que puede existir una infracción del Derecho comunitario que justifique la apertura de un procedimiento de infracción, remite un «escrito de requerimiento» (o un primer apercibimiento por escrito) al Estado miembro interesado, pidiéndole que presente sus observaciones en un plazo preciso, generalmente dos meses. 1 Directiva 85/337/CEE del Consejo relativa a la evaluación de las repercusiones de determinados proyectos públicos y privados sobre el medio ambiente, modificada por la Directiva 97/11/CE. 4 En vista de la respuesta o falta de respuesta del Estado miembro interesado, la Comisión puede decidir remitir al Estado miembro un «dictamen motivado» (o un apercibimiento por escrito final) en el que declara clara y definitivamente las razones por las que considera que se ha infringido el Derecho comunitario y insta al Estado miembro a darle cumplimiento en un plazo preciso, generalmente dos meses. Si el Estado miembro no puede dar cumplimiento al dictamen motivado, la Comisión puede decidir someter el asunto al Tribunal de Justicia. El artículo 228 del Tratado confiere a la Comisión la facultad de emprender actuaciones contra un Estado miembro que no dé cumplimiento a una sentencia anterior del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. El artículo también permite a la Comisión solicitar al Tribunal la imposición de una multa coercitiva al Estado miembro interesado. Estas decisiones de la Comisión suceden a la publicación del último informe de cinco años sobre la aplicación de la Directiva sobre la EIA (véase IP/03/876). Estadísticas actuales sobre infracciones en general figuran en: http://europa.eu.int/comm/secretariat_general/sgb/droit_com/index_en.htm#infractions 5