Iluminación y Feng Shui La importancia de la luz en nuestras vidas es evidente. Muchos de nosotros, después de unos cuántos días sin sol nos podemos poner tristes, nos cambia el humor. La luz del sol nos da una energía tal que, en dosis adecuadas, es beneficiosa. Pero en el interior de nuestras casas y negocios no siempre tenemos la cantidad adecuada en el momento oportuno ni en todos los rincones. La iluminación, ya sea eléctrica, de velas o natural, nos aporta esta energía, que en Feng Shui representa al elemento “Fuego”. Y el elemento fuego nos aporta las cualidades personales de calidez interna o externa, nos da un empujón para iniciar cosas, nos activa, nos hace vibrar y también brillar, como el sol. Se pueden utilizar todo tipo de lámparas; colgantes, de pie, de sobremesa, de pared, pero en Feng Shui recomendamos disponer de varios puntos de luz para las diferentes actividades que se puedan hacer en cada estancia. Por ejemplo, en el dormitorio podemos tener una lámpara de techo, con el único requisito que no tenga pinchos que apunten a la cama (para no sentirse amenazado: ¿qué pasaría si aquello cayera?), y también unas lámparas en las mesitas de noche, con la luz adecuada si se lee en la cama, o una luz más tenue para momentos de intimidad. En la cocina es necesario tener una buena luz de techo pero también es importante la iluminación puntual sobre los fuegos de cocinar y sobre el mármol, en la zona de preparación de la comida. El recibidor, muchas veces está considerado como un lugar de paso y no se le da la importancia que tiene: es el espacio de acogida a todo el mundo y es el lugar principal por donde nos entra la buena energía en nuestra casa. Por eso tendrá que estar muy bien iluminado. En los pasillos son adecuadas las lámparas de pared. En general nos convienen luces cálidas, evitar luces frías o fluorescentes. Tampoco conviene que las luces se dirijan directamente a tus ojos (obvio, pero a veces nos acostumbramos a la incomodidad, y así nos van las cosas...) También es importante qué significa o que expresa cada lámpara. A veces son “líos” metálicos, y esto puede aportar “líos” a aquella estancia y a las personas que conviven. La elección del modelo o del diseño de las lámparas se tiene que hacer de forma cuidadosa, tanto como cuando elegimos cualquier otro mobiliario. Podemos jugar con los colores, las formas (mejor redondeadas o sin pinchos) y los materiales de los que están hechos para crear espacios exquisitos; diferentes toques de luz, creatividad al poder. Si tu decoración es minimalista o monocromática, un toque de luz con una lámpara en tonos rojo o calabaza puede cambiar la energía de todo el espacio. Y tú, ¿estás bien iluminado? Montserrat Beltran Miras Consultora e Instructora de la Escuela Europea de Feng Shui www.fengshuimb.com