D E L O S N E G O C I O S ALCOBENDAS (MADRID): C/Sepúlveda, 7B. 28108. 91 432 76 00. Fax: 91 432 77 69 - 432 77 33. gaceta@negocios.com BARCELONA: Rosselló, 254, 2º 1ª. 08037. 93 272 19 30. Fax: 93 215 08 62. gn-barcelona@negocios.com VALLADOLID: Duque de la Victoria, 13, 4º C. 47001. 983 39 84 62. Fax: 983 30 82 66. gn-castyleon@negocios.com PUBLICIDAD: Madrid. c/ Consuegra, 7 – 2ª plta. 28036 Madrid. Tel. 913832476. Fax. 913832571. Fernando Ponce, director de publicidad (fernando.ponce@diximedia.es). Andalucía: María Luisa Cobián. mluisaco bian@hotmail.com. Cataluña: Álvaro Torras. Roselló, 254, 2º1ª. 08037 Barcelona. Tfno. 93 272 19 30. Fax: 93 215 08 62. atorras@negocios.com. País Vasco y La Rioja : Medioscom. Unai Aizpuru. C./ Dos de Mayo 8, 1º izda. 48003 Bilbao. Tel: 944156688. Fax: 944160707. Martes, 6 de enero de 2009 GENTE QUE CUENTA MARÍA URIEL | CONSULTORA DE FENG SHUI “Si lo que quieres es ser feliz, simplemente búscalo” Paloma Leyra ❚ Armonía y bienestar N su casa de Logroño no hay budas ni dragones. Es una vivienda cuadrada, sencilla y equilibrada. El feng shui —términos que significan aire y agua—, es una práctica de origen chino cuyo objetivo es armonizar la naturaleza y los seres humanos. Hay cierta lógica en el espacio. María señala una fuente ubicada al este del salón, porque hasta el 4 de febrero, dice, ahí trae dinero. Después, la colocará en el suroeste. María Uriel nació en Zaragoza en 1944. Hija única de un militar destinado en distintas ciudades españolas. Después de perder a su marido, hace casi 20 años, empezó a interesarse por las ciencias orientales y desde entonces viaja a Asia frecuentemente. Asesora a empresas y particulares aplicando técnicas que adaptan el feng shui al modo de vida occidental, creando armonía y bienestar en nuestro entorno. ¿Da dinero, de verdad? No en el sentido estricto del término. Lo que propicia son dones: satisfacciones, amigos y, a veces, dinero. ¿Es una predicción? No, los maestros del feng shui hacen cálculos e investigan, no predicen. Esta disciplina se parece a una ciencia, sólo que hay que aplicarla con arte. Arte, cálculo, ¿y algo de fe? No, para creerlo sólo hay que experimentarlo. ¿En qué sentido? Si tu entorno es armonioso, te sientes mejor. El feng shui propicia equilibrio y bienestar. ¿Nos hace más felices? Claro. Un ejemplo, si duermes bien, estarás mejor cada mañana. Y si te sientes bien, eres más feliz. ¿Cómo lo descubrió usted? Tras la muerte de mi marido, me quedé sola con mis hijos, fue muy traumático. Necesitaba algo para salir adelante. Empecé a practicar tai chi, porque tras acompañarle en una larga enfermedad, me dolía todo el cuerpo. Poco a poco fui recuperando fuerza y agilidad. Luego mente no te acercas. Tampoco lo tiene una casa repleta de trastos o un cuadro con una imagen caótica. ¿El Guernika? No tiene ningún feng shui. ¿Qué hay que hacer para ser un buen experto? Ser honesto y cauto. Uno sabe sus logros, pero también aprendes de tus errores. ¿Cuál es su mayor logro? Estar sana y, a mis años, no tener achaques. Tener un entorno agradable… pero para mí, sentirme bien es no necesitar nada. ¿Los españoles tenemos feng shui? Lo hemos tenido, pero se nos está olvidando. Mire las catedrales… en la Edad Media estudiaban estas cosas y construían en armonía con la naturaleza y la tierra. Eso era feng shui, aunque no lo llamaran así. Luego, sentido común. Y lógica. Pero hay que ser un poco más abierto. Hay que tener ganas de mejorar las cosas. Y como todo, requiere su tiempo y esfuerzo: si quieres ser feliz, simplemente búscalo. E María Uriel recomienda tres claves básicas para tener feng shui: “Limpia, ordena y busca seguridad en tu casa”. CROMA seguí con la macrobiótica, para equilibrar mi alimentación. ¿Y? Estas técnicas me ayudaron a salir adelante: fue como volver a regar una planta. Volví a pensar que la vida era maravillosa, ¿Y el feng shui? Era el complemento ideal. Cuidaba mi cuerpo y mi alma, pero me faltaba el entorno, había que equilibrarlo. Empecé con un curso básico. ¿Nos da alguna clave para tener feng shui? Para empezar suelo recomendar tres cosas: limpia, ordena y busca seguridad en tu casa. ¿Seguridad? Sí, deshazte de vasos y platos desportillados, muebles que cojeen, trastos que entorpezcan el paso, objetos punzantes, cactus… ¿El cactus no tiene feng shui? Mucha gente dice: “Si no lo tocamos”… Pero inconsciente- Miguel Ángel Gozalo Adivina quién viene esta noche S E lo ha preguntado Linda Bush a su marido George, mientras éste buscaba una corbata a juego con el traje. “No se. ¿Esperamos a alguien?”. El hijo de Bush padre no sólo parece despistado, sino que lo suele estar. “George: ¿Es que no te has enterado de que Obama y su mujer se han instalado en el Hotel Hay Adams, justo enfrente de casa, y que lo lógico es que los invitemos a cenar esta noche?”. --¿En el Hay Adams? Pero ¿para que está la Blair House, la residencia oficial de invitados? Ya te lo había dicho. Este tío no es de fiar. Mucho abrazo, mucha sonrisa, pero, en cuanto te descuidas, se va a un hotel... Además, ¿qué hace aquí con tanto adelanto? Hasta el día 20 el presidente soy yo. Voy a llamar a Bill Richardson, que va a ser uno de sus ministros más importantes, para que me explique qué está pasando. --Bill no te va a poder explicar nada, salvo que ha renunciado a ser secretario de Comercio, porque está siendo investigado por un caso de corrupción. --Tú, ¿cómo lo sabes? --Leo los periódicos. En la campaña para gobernador, una compañía de California le ayudó económicamente, y la justicia quiere saber si, George W. Bush y Barack Obama: antes de entrar, dejen salir. cuando la empresa se estableció en Nuevo México, él devolvió el favor... --Bueno, es igual. Pero hasta el 20 Obama no vuelve a pisar esta casa. Además, es la noche de Reyes y, aunque nosotros somos del bando de Papá Noel, la vamos a celebrar con los hispanos del servicio. Y voy a llamar a Ansar, para felicitarle las fiestas, que hace mucho que no se nada de él. Por cierto, Linda, ¿tú qué les vas a pedir a los Reyes Magos? --Para mí, nada. Pero, para ti, pediré una suscripción al New York Times, a ver si te enteras de algo. A Baltasar, por supuesto...