23 de Agosto LA DICHA DEL PERDÓN Lectura: Salmo 130 "Señor, Jah, si mirares a los pecados, ¿Quién oh Señor podrá mantenerse?" v.3 arghanita Laski fue una escritora inglesa del siglo XX, se identificó públicamente como atea. Antes de morir en 1988, dijo que envidiaba a los creyentes. ¿Por qué envidia a quienes ella consideraba errados y engañados? Ella dijo: "Lo que más envidio a los cristianos es el perdón. Yo no tengo nadie que me perdone." ¿Te das cuenta de lo que ella sentía? Se sentía culpable, pero en el universo sin Dios que ella había creado en su mente, no había nadie que le extendiera el perdón. Ser perdonado es como caminar en la oscuridad, y de repente, sale el sol. ¿Nos hace falta el perdón? ¿De qué tenemos que ser perdonados? La Biblia dice que todos hemos pecado, y nos hemos quedado lejos de la gloria de Dios. El pecado corrompió nuestro corazón. En lugar de desear lo bueno, lo puro y santo, pensamos en satisfacer nuestros deseos, nos inclinamos hacia el mal. El pecado nos hace culpables, le hemos ofendido. Imagina que le tuvieras que dar una explicación a Dios por cada palabra grosera que has pronunciado, por cada pensamiento impuro, por cada cosa mala que hiciste. ¿Qué explicación le darías? ¿Cómo te podrías justificar? El pecado tiene que ser resuelto. Si Dios tomara en cuenta nuestra maldad, ¡no podríamos estar de pie! Su santa ira contra el pecado nos destruiría. La buena noticia es que se puede encontrar perdón - ¿dónde? - en El. Solo en Dios encontramos ese perdón perfecto. Jesucristo dio su vida en la cruz del Calvario para lograr el perdón completo. M Enrique Azuaga, Paraguay Aceptemos el perdón que Dios nos ofrece hoy en su Hijo Jesucristo