“La realidad mostraba unos padrones fantásticamente viciados, la imposibilidad de realizar campañas electorales abiertas por parte de la oposición, amenazada por proscripciones, decenas de presos políticos y ausencia de prensa libre. Los resultados daban al candidato de la ANR estruendosas victorias electorales con cerca del 90% de los votos emitidos” (Fuente: analista Alfredo Boccia). “La ley electoral tenía el principio de mayoría con prima, según el cual el partido con mayor número de votos se adjudica dos tercios de los escaños parlamentarios, independientemente de su porcentaje, y los demás se distribuyen proporcionalmente el tercio restante. Este sistema, que garantizaba sobrada mayoría al Partido Colorado y algún lugar político a la oposición “participacionista”, provocó la fragmentación de la oposición, que rivalizaba por el cupo minoritario restante.” (Informe Final. Tomo I, pág. 142). 6. Sostener una doctrina que sirve de sustento y da fundamento al régimen. Para mantener y sostener el régimen stronista, “Más que a una ideología, sus componentes apuntaban a una mentalidad tradicional y autoritaria difusa en el Estado y en la sociedad paraguaya. La dictadura de Stroessner nunca tuvo el proyecto de crear un “hombre nuevo”, ni la pretensión de cambiar radicalmente la economía y la sociedad, aspectos que caracterizaron a las grandes ideologías de su época. El dictador apeló a elementos dispersos de la doctrina nacionalista –el culto al mariscal Francisco Solano López y a la Guerra de la Triple Alianza, la heroicidad de la raza paraguaya, el odio a los Legionarios, etc.– difundida por ideólogos colorados como Juan E. O’Leary y J. Natalicio González, pero la política exterior de Stroessner era cada vez más dependiente del Brasil y de los Estados Unidos. (…) La dictadura paraguaya se alineó desde sus inicios con el 64