El Deportista Profesional tiene derecho a indemnización en caso de

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“El Deportista Profesional tiene derecho a indemnización en caso de vencimiento del contrato” Autor: Javier Ferrero (javier.ferrero@sennferrero.com) En el ejercicio diario de la profesión te encuentras, de vez en cuando, con la duda de la conveniencia o no de solicitar aclaración por escrito de determinadas cuestiones, aspecto que también se da, por ejemplo, con la formulación de determinadas consultas de carácter vinculante a la Agencia Tributaria, intentando, de este modo, huir de que alguien diga por escrito aquello que no quieres oír y vivir con la tranquilidad de que no ha habido precedentes anteriores, que nunca se ha aplicado o que es un materia “interpretable”. Quizás esta sensación es la que debió tener la Asociación de Equipos de Ciclismo Profesional “AECP”, al recibir la Sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo, de 26 de marzo de 2014, que viene a declarar que el deportista profesional tiene derecho a indemnización en caso de vencimiento del contrato. Decimos que quizás tenga dicha Asociación esa sensación o duda de ahora preguntarse por qué planteó en su día demanda de conflicto colectivo, dado que se venía conviviendo hace ya muchos años con una regulación especial que afecta a los deportistas profesionales y nunca se había nadie parado a pensar que quizás, en la aplicación de una norma que ha procurado que los empleadores no sometieran a sus empleados a relaciones indefinidas, fomentando con ello la movilidad de sus trabajadores, se pudiera darle la vuelta a la tortilla e interpretarla en el sentido contrario, intentando ahora, en defensa del trabajador, primar la estabilidad contra la temporalidad, considerando que al deportista que no se le prorrogue el contrato, se le debe resarcir con el pago de una indemnización por la expiración del tiempo convenido de su contrato. Como los lectores conocen, la Sentencia del Tribunal Supremo que analizamos trae causa en la formulación de demanda de conflicto colectivo por la AECP de la que conoció la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional y en la que venía a solicitar que la interpretación correcta y ajustada a derecho del artículo 15.2 del vigente Convenio Colectivo de la actividad de Ciclismo Profesional, en relación con lo dispuesto en los artículos 6, 13 b, 14 y 21 del RD 1006/1985, de 26 de junio, por el que se regula la relación laboral especial de los deportistas profesionales, y en relación con lo establecido en el artículo 49.1 c) y Disposición Transitoria Decimotercera del Estatuto de los Trabajadores, es que a la finalización del contrato de duración determinada de los ciclistas profesionales, por expiración del plazo convenido o por la realización y/o participación de las pruebas para las que hubiera sido contratado, no se devenga ningún concepto ni cuantía indemnizatoria a favor del ciclista profesional. La duda indicada al inicio, no solo le asaltara en la actualidad a la AECP, sino a todos los clubes profesionales que tengan contratados deportistas profesionales y que estén regulados bajo el marco del Real Decreto 1006, ya que algo que estaba latente, que nadie había aplicado, con la que se venía conviviendo los últimos años, salta de repente y viene a convertirse en uno de los temas de actualidad, tanto para el futuro de las contrataciones de los jugadores profesionales y la finalización de sus contratos, como para aquellos deportistas, ya retirados, que quizás han 1
visto como se les ha escapado la oportunidad de reclamar algo que hoy en día se declara que tenían derecho a ello. El Tribunal Supremo declara que al deportista profesional, tras la extinción de su contrato de trabajo por expiración del tiempo convenido, le corresponde la indemnización prevista en el artículo 49.1. c) del Estatuto de los Trabajadores, o dicho de otro modo, 12 días de salario por cada año de servicio en la entidad. De cara a intentar sintetizar el problema y su resolución por el Tribunal Supremo, hemos de resaltar los siguientes aspectos: La indemnización prevista en el artículo 49.1 c) del Estatuto de los Trabajadores no viene regulada expresamente en el Real Decreto 1006, ni contiene referencia alguna a la misma, si bien, existe una norma supletoria, al establecer en su artículo 21 que “en lo no regulado por el presente Real Decreto serán de aplicación el ET y las demás normas laborales de general aplicación, en cuanto no sean incompatibles con la naturaleza especial de la relación laboral de los deportistas profesionales”. El Tribunal Supremo considera (FJ Quinto, apartado 2) que el legislador delegado tan solo dedica un precepto a la extinción del contrato por expiración del tiempo convenido, el art. 14 y en él se hace exclusiva referencia a una materia, que es la relativa a que por convenio colectivo se puede pactar la posible existencia de compensación del nuevo club al anterior por “preparación o formación” del deportista, limitándose la norma a regular la incidencia que sobre tal extremo pueden tener la nacionalidad –española o extranjera-­‐ del nuevo club contratante y los posibles pagos en moneda no nacional. Y aunque con tan limitada regulación legal es innegable que el legislador delegado no entendió oportuno –en su momento-­‐ fijar indemnización alguna a favor de cualquiera de las dos partes contratantes por la extinción del tiempo convenido, de todas formas no hay que olvidar que a la fecha de entrada en vigor no existía obligación alguna de indemnizar a los trabajadores temporales cuyo contrato se extinguía por vencimiento del termino y que la indicada regulación legal –la del art. 14 citado-­‐ no se presenta en absoluto con cualidad de “cerrada”, y así como no impide –ello es incuestionable-­‐ la posible existencia de indemnizaciones pactadas colectivamente o acordadas en contrato individual, de igual manera tampoco puede entenderse excluyente de cualquier otra integración por aplicación supletoria del ET. El anterior razonamiento de la sentencia analizada se asienta también en la aplicación del precepto o norma más favorable para el trabajador apreciado en su conjunto, cuando hay un conflicto originado entre los preceptos de dos o más normas laborales, tal y como propugna el artículo 3.3 del ET. De este modo se concluye por el Juzgador que no se hallan inconvenientes decisivos para que la indemnización prevista por el art. 49.1.c) ET sea igualmente de aplicación a la relación laboral de los deportistas profesionales, pues aun cuando en su ámbito –por prescripción legal-­‐ no sea posible la existencia de relación indefinida, no se suscitan dudas respecto de que sí que es factible una mayor estabilidad por la incentivación de las prórrogas –
penalizando con indemnización la extinción no prorrogada-­‐ y, en todo caso, entiende que el 2
devengo de una indemnización por expiración el tiempo convenido no seguida de renovación contractual, indudablemente supone una mejora en la “calidad” del empleo”. Sin perjuicio del pequeño terremoto que ha provocado esta reciente sentencia, aún existen algunos interrogantes y tendremos que ver cómo se va aplicando en la práctica, cuando además la propia sentencia cierra su argumentación, dejando claro que la indemnización únicamente procede cuando la falta de prorroga contractual recae en la exclusiva voluntad de la entidad deportiva y no cuando ambas partes estén acordes en no prolongar la vida del contrato o sea el propio deportista el que excluya aquella posibilidad novatoria. Como decíamos al principio, quizás visto a posteriori, alguien se preguntará el por qué plateó en su día dicho conflicto, aunque lo bonito de esta materia que tratamos y del derecho aplicado al deporte, no es solo la valentía de algunos, sino lo dinámico que el mismo se convierte. 3
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