Por un sexo feliz

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Por un sexo feliz
María Pérez Conchillo es sexóloga y trabaja en el Instituto Espill. Es
ponente del curso de la UNED “Salud Sexual” que se desarrolla en El
Barco de Ávila
María ha comenzado su intervención recalcando que, como sexóloga, sus
conocimientos provienen de una base científica y no dogmática, que sus
valores son universales y están basados en los Derechos Humanos.
Entiende que las personas tenemos derecho a una sexualidad feliz como
tenemos derecho a aspirar al bienestar.
¿Qué es un sexo feliz? No tiene que ver con la cantidad, mucho sexo no
necesariamente produce felicidad, incluso puede ser reflejo de un
comportamiento neurótico. Nuestra sexualidad está influenciada por muchos
factores: el entorno social, los grupos de referencia, nuestro objeto del deseo y
las variables propias de cada individuo.
Estas influencias son tan grandes que pueden ocasionar dramáticos trastornos
del comportamiento. Así, ha puesto de ejemplo el caso de un matrimonio en el
que ambos cónyuges eran físicamente incapaces de realizar el coito, los dos
son miembros de un grupo cristiano radical y habían sido educados en la
creencia de que “sexo es igual a pecado”. Tras su matrimonio, aunque ya
podían realizar el acto sexual sin miedo a pecar, habían interiorizado hasta tal
punto la malignidad del sexo que cada uno había desarrollado una patología
física que les impedía consumar, a pesar de su ferviente deseo de tener hijos.
La sexualidad es un proceso que vamos desarrollando desde que nacemos y
no es fácil cambiar. De ahí la relevancia de una educación sexual formal.
Desgraciadamente estamos muy lejos de tenerla y es a través de los amigos,
de la TV, de las revistas o de Internet como niños y jóvenes van construyendo
su idea de la sexualidad, las más de las veces, ante la carencia de orientación
de padres y maestros.
Y los mensajes son contradictorios:
El sexo el sucio…. pero guárdalo para quien ames
Tu cuerpo es precioso…. pero que nadie lo vea
El sexo es maravilloso… pero ¡mucho cuidado!
¿Qué hay detrás de la represión de nuestra sexualidad?, se pregunta María en
voz alta, casi siempre intereses económicos con una mezcla de creencias. Una
confusión de moral religiosa, ideología política y credos que se oponen al
conocimiento científico y a nuestro derecho a aspirar a la felicidad.
Organizaciones ricas y poderosas que no se paran en mientes. Hay zonas del
mundo, África es la más significativa, donde el uso del preservativo es
claramente una cuestión de salud y su prohibición moral o religiosa, acarrea
consecuencias de muerte.
Tenemos que estar preparados para desaprender y ese ha sido el objetivo del
taller de actitudes sexuales favorables, desaprender para poder aprender a
gestionar nuestra sexualidad. ¿Cómo? Siendo responsables de nuestro placer
sin pretender que los demás adivinen los que nos gusta, experimentando el
sexo como una diversión y no como un instrumento, centrándonos en nuestras
sensaciones y en el disfrute para descubrir lo que nos gusta y saber pedirlo.
Un sexo feliz y responsable solo limitado por el respeto a los demás.
Texto y fotos: Sol Polo
Curso: Salud Sexual
Sede: El Barco de Ávila
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