LA CONFIANZA DEL CONSUMIDOR ASCIENDE MODERADAMENTE CARA AL NUEVO AÑO 1.-ÍNDICE DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR MADRILEÑO: ASCENSO ESTACIONAL Como viene siendo habitual en las recogidas inmediatamente posteriores al período navideño, el Índice de Confianza del Consumidor Madrileño (ICCM) de la primera oleada del 2007 gana posiciones hasta alcanzar, en esta ocasión, un valor de 89,4 en la escala 0-200. Subida de 3,5 puntos respecto a la medición de noviembre, que significa casi la mitad de la ganancia registrada ahora hace un año (6,5 puntos). (Gráfico 1) 1 A pesar de ser este un registro del ICCM bastante alejado del valor “normal” (100 puntos), resulta superior al de las mismas fechas de 2006 (82,3 puntos), aunque la tasa de variación entre noviembre y enero de este año (4,1%), se sitúa en una posición moderada: la tercera del último quinquenio. (Gráfico 2). 2 Esta mejora estacional del estado de ánimo de las responsables de las compras familiares madrileñas se explica por el relativo ascenso respecto a noviembre de prácticamente todos sus indicadores. Entre ellos destaca el comportamiento del subíndice de valoración de las economías domésticas (IF) que asciende casi 6 puntos respecto a noviembre (93 entonces frente a 98,9 ahora) y mejora 4 en la comparativa interanual (95 en enero de 2006). Mejoría que apenas se vislumbra, en cambio, en el subíndice de valoración de la situación económica general del país (IEP), que remonta apenas ocho décimas respecto a la oleada de noviembre (74,2 entonces, 75 ahora), aunque sí se registra una clara ganancia en la tasa interanual: diez puntos más que en enero de 2006. De esta forma, la percepción sobre la marcha de las economías familiares sigue ejerciendo de “locomotora” del ICCM, muy por delante del subíndice de la situación general del país, del que le separan 24 puntos - 5 más que en noviembre pasado-, lo que en buena medida explica el mantenimiento del potente nivel de consumo doméstico. (Gráfico 3). 3 4 Por su parte, los subíndices Retrospectivo (76 puntos) y de Expectativas (97,9) registran solo ligeras ganancias respecto a noviembre, aunque mejoran sensiblemente sus posiciones relativas – sobre todo el segundo - si se comparan con la situación en enero de 2006 (73 y 87,2 puntos, respectivamente). En paralelo, el subíndice de Momento de Compra (ICCM) - contrariamente a lo que viene siendo habitual en los últimos años - presenta un comportamiento negativo en esta oleada, pues pierde 1,4 puntos respecto a noviembre (83,5 ahora frente a 84,9 entonces) aunque mejora posiciones en la comparación interanual (80,9 puntos en enero de 2006). Las moderadas ganancias respecto a la oleada precedente hacen que se modifique muy poco la proporción de responsables de las compras familiares madrileñas con un estado de ánimo “positivo” – casi un 43%: siete décimas más que en noviembre - y que aumenten también muy ligeramente las ubicadas en el cuadrante de “indiferentes” – en torno al 27%: un punto mas que en noviembre – gracias a la disminución de las “negativas”: 30,1% ahora frente a 31,7% en noviembre. Distribución esta ligeramente más optimista que la de los últimos dos años, aunque netamente menos que la de enero de 2004, la más positiva del último quinquenio. (Gráfico 4) 5 6 Por su parte, el Índice de Comportamiento Consumidor - síntesis de las principales decisiones y tendencias del consumo privado de los hogares madrileños –, aunque sigue manteniendo un perfil expansivo (54,7%), pierde fuelle – mas de siete puntos - respecto a la oleada precedente. Lo que es frecuente en estas fechas “postnavideñas”, aunque también lo hace significativamente – y, además, por segundo año consecutivo - respecto al perfil de las cuatro últimas mediciones de enero; algo que augura una “cuesta de enero” de especial moderación consumista. (Gráfico 5) 7 La distribución territorial de los indicadores analizados – con diferencias entre ellos - refleja en esta ocasión un panorama bastante homogéneo a la hora de encarar el nuevo año. Así, en relación al ICCM las posiciones más optimistas se registran en el cuadrante meridional tanto del municipio capitalidad como de la corona metropolitana, aunque las posiciones más expansivas en comportamiento consumidor coinciden con los hogares ubicados en el cuadrante opuesto, especialmente con los de los distritos del centro y norte de Madrid. En ambos casos, sin embargo, con distancias muy moderadas entre una y otra zona. Por su parte, las diferencias del ICCM según el nivel socioeconómico presentan un recorrido que va de los 79 puntos en las familias con recursos más modestos hasta los 94 – muy por encima del promedio regional - en las más pudientes; considerable distancia, aunque inferior a la registrada en enero de 2006. 8 TONO VITAL DEL MERCADO: EL DOBLE DE FAMILIAS COMPRADORAS QUE EN 1994. Confirmando el elevado y mantenido nivel del consumo privado en la región a lo largo del último año y medio, y especialmente del desplegado en las recientes fiestas navideñas, el nuevo año registra la segunda mejor posición de toda la serie histórica – que abarca ya quince años - en compra efectiva de bienes duraderos. Así, el 50,4% de los hogares consultados reconoce haber hecho alguna adquisición de este tipo de bienes en el semestre precedente a la encuesta. Ello supone mantener prácticamente el nivel – tres décimas menos – del récord absoluto de toda la serie, registrado en noviembre pasado (50,7%), mejorar casi cinco puntos la medición de ahora hace un año (45,7 %) y confirmar la tendencia sostenidamente alcista del consumo en las oleadas de enero, iniciada en la de 2005. La perspectiva histórica amplia permite comprender mejor el calado de esta positiva evolución del consumo efectivo de bienes duraderos en las oleadas de enero a lo largo del último decenio; baste decir que en la de 2007 la proporción de familias madrileñas con compras de este tipo dobla a las registradas en la oleada de enero de 1994 (26,4%). (Gráfico 6). 9 10 Respecto a noviembre pasado, la mejora afecta a los capítulos que implican mayor inversión - automóviles y la vivienda –, mientras que en electrodomésticos y muebles se registran caídas, en general muy leves. Los automóviles registran un suave ascenso – como es habitual en las oleadas de enero de los últimos años - con una mejora de 1,4 puntos porcentuales hasta alcanzar un 9,3% de hogares compradores ahora desde los 7,9% de noviembre, lo que confirma las previsiones realizadas en la última oleada de la Encuesta de Consumo de la Cámara. La mejora de ventas en esta oleada supone una ganancia relativa de un 18% respecto a la precedente, aunque representa una merma de un 8 % en términos interanuales (10,1% en enero de 2006), con lo que ocupa un modesto tercer lugar en las oleadas de este mes del último lustro. Ello indica un cambio en la tendencia alcista registrada en las compras de coches en la región desde 2003 y es coherente con la generalizada desaceleración del mercado de automoción en nuestro país. (Gráfico 7) 11 12 En el caso de la vivienda, los datos de esta oleada (4,1% de hogares compradores) suponen un ascenso de un 11% respecto a la medición precedente, recogiendo sin duda parte de las compras realizadas con motivo del cierre del año fiscal. En todo caso, este registro es netamente superior al de enero de 2006 (2,8%) y se sitúa con ello en la segunda mejor posición de una oleada de enero del último lustro (Gráfico 8). 13 En cuanto a electrodomésticos (37,7% de hogares compradores ahora, frente a 38,7 % en noviembre) y muebles (18,5 frente a 19,6%), las situaciones de compras efectivas suponen descensos moderados respecto a la oleada precedente. En el caso de los electrodomésticos, sin embargo, se producen notables avances frente al comportamiento de enero de 2006 (30,8%), un crecimiento interanual de un 22% que hace de esta oleada el segundo mejor registro de toda serie histórica. La concentración social y territorial del mercado de bienes de larga duración sigue siendo tan acusada, al menos, como hace un año, y en esta ocasión con niveles de compras superiores. Así, el número de hogares compradores supera el promedio regional en los núcleos en los que el ama de casa es laboralmente activa (61%) y de nivel socioeconómico alto y medio-alto (62%). Por el contrario, las compras efectivas son significativamente menos acusadas en los hogares de niveles sociales medio-bajos y ubicados en los ocho distritos de la periferia sur y este de la capital. Con vistas al futuro próximo, los datos apuntan a una moderación en las compras de bienes duraderos, especialmente en vivienda y muebles. Por zonas, los cuadrantes sureste, tanto de la corona metropolitana como del municipio capital, son los que presentan expectativas menos expansivas al respecto. 14 3. TERMÓMETRO DEL NIVEL DE VIDA: EMPINADA “CUESTA DE ENERO” Y MODERACIÓN CARA A LAS REBAJAS El consumo cotidiano muestra un panorama típico de las fechas post- navideñas, con una tendencia generalizada a moderar los gastos familiares, especialmente en aquellos capítulos que más se han desbordado en las pasadas fiestas. Así, el comportamiento expansivo del último bimestre (Índice 107,5) contrasta con previsiones restrictivas de cara al próximo (Índice 90,8). Con ello, el valor del Termómetro de Nivel de Vida, que pondera pasado y futuro, no alcanza siquiera el punto de equilibrio, quedándose en 99,2 puntos, registro inferior tanto al de noviembre pasado (105,3) como al de a enero del último año (100,9). De hecho, los niveles del Termómetro de esta oleada son los más bajos desde 1995, y las previsiones de futuro las menos optimistas desde hace una década, lo que vendría a confirmar una cuesta de enero especialmente empinada tras los gastos efectuados. En términos de consumo cotidiano, los excesos n, bebidas, restaurantes, ocio, uso de tarjetas de crédito se prevé enmendarlos para el bimestre que viene, en el que ningún capitulo – ni siquiera la vestimenta alentada por las rebajas mejora sus posiciones precedentes. (Gráfico 9) 15 16 Si se utilizan como indicador de compras futuras según segmentos sociales las previsiones de gasto en materia de indumentaria y calzado, estas serían especialmente positivas en los hogares jóvenes y maduros, de niveles socioeconómicos medios y residentes en la corona metropolitana sureste. Este sería, por tanto, el perfil de quienes visitarán más asiduamente las rebajas invernales. 17