Mantenimiento del consumo duradero

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MANTENIMIENTO DEL CONSUMO DURADERO CON PRONUNCIADOS
DESCENSOS EN VIVIENDA
1. ÍNDICE DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR MADRILEÑO: LIGERO
DESCENSO PREPRIMAVERAL
Contrariamente a lo sucedido en los dos años anteriores por estas mismas fechas
– con un comportamiento estancado - , la oleada de marzo de la Encuesta de
Consumo de la Cámara registra cambios a la baja en el Índice de Confianza del
Consumidor Madrileño respecto a enero. De hecho, el ICCM se coloca en marzo
de 2007 en los 85,6 puntos, casi cuatro menos que en la oleada anterior,
aunque tal valor supera el promedio de los obtenidos en marzo de los últimos
dos años. (Gráfico 1)
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De hecho, la tasa interanual del ICCM es positiva, con una ganancia de 2,8
puntos respecto a la medición del mismo mes de 2006. Y además, con
perspectiva histórica reciente, el valor actual del ICCM es el tercero
más
elevado registrado en una oleada de marzo del último quinquenio. (Gráfico 2)
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La tendencia declinante del ICCM en marzo de 2007 se explica por el
comportamiento a la baja de todos los subíndices que lo componen, salvo uno,
precisamente el que mide la percepción de la situación económica del país
(IEP). Este subíndice (77,4 puntos) gana 2,4 respecto al registro de enero, y
además mejora sustancialmente en la comparación interanual: 11,5 puntos más
que en marzo de 2006. En el subíndice que mide la percepción de la marcha de
las economías domésticas (IEF), el valor de ahora (92,2) es, en cambio, casi siete
puntos inferior al del pasado enero, y pierde fuelle también interanualmente, con
ocho décimas menos que en marzo de 2006. Con todo ello, y respecto a la última
oleada, disminuye considerablemente la distancia que separa ambos subíndices
– 15 puntos frente a los 24 de enero –, muy inferior también a la registrada hace
un año: 27 puntos en marzo de 2006. (Gráfico 3)
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Se puede decir, en todo caso, que la confianza depositada en las economías
familiares - aunque sufre una merma respecto a las habituales posiciones
optimistas de enero e incluso respecto a las de ahora hace un año – mantiene
todavía un buen registro, aunque con tendencia moderada, lo que explica
el
comportamiento del mismo tipo registrado en el consumo doméstico en esta
oleada.
En paralelo, el comportamiento de los subíndices temporales es a la baja, pero
mejorando posiciones respecto al año precedente. Así, el que mide el pasado
reciente, el Retrospectivo, con sus 75,2 puntos apenas pierde ocho décimas
respecto a enero pasado pero gana casi seis puntos frente a los 69,1 de marzo de
2006. Por su parte, el Subíndice de Expectativas (94,5) registra más de tres puntos
de merma desde la última oleada, pero gana casi 5 respecto a marzo de 2006.
Situación, en todo caso, de tibieza moderada cara al futuro próximo, que refrenda
el comportamiento del subíndice de Momento de Compra - oportunidad actual y
futura de adquirir bienes duraderos -, ya que con 82,2 puntos pierde 1,3 desde
enero y dos puntos en la interanual.
En relación a estos tres subíndices, y con perspectiva histórica, hay que
destacar la prevalencia del optimismo respecto a lo que puede deparar el futuro
inmediato sobre lo acontecido en el pasado reciente, en todas las oleadas
previas a la primavera de la última década, destacando, eso sí, la tendencia
declinante de sus valores a partir de los máximos registrados a finales de los
años 90 del siglo pasado.
Además, el índice retrospectivo repunta
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positivamente a partir de la oleada de marzo 2005, en que comienza a declinar
la del Momento de Compra, con lo que tienden a aproximarse
subíndices que discurrían en paralelo desde 2002. (Gráfico 4)
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los tres
El conjunto de datos descrito hace que el grupo de los hogares madrileños
"expansivos" frente al consumo disminuya respecto a la oleada precedente, con
una merma de tres puntos – explicable todavía por los excesos navideños -,
abarcando ahora a un 51,7 % de las familias (en enero suponía un 54,7 %),
pérdida de la que se benefician los hogares “restrictivos” -
37,6% frente al
34,9% de enero -, ya que los “estabilizados” (10,6%) apenas suben dos décimas
desde enero.
En la perspectiva histórica reciente, este Índice del Comportamiento del
Consumidor - síntesis de las principales decisiones y tendencias del consumo
privado de los hogares madrileños – es similar al de
2005, que fue el más
restrictivo y paralelamente el menos expansivo de los últimos cinco años: en
ambos casos el de marzo de 2007 ocupa la segunda posición del lustro .
(Gráfico 5)
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La distribución social de los indicadores del estado de ánimo arroja el panorama
heterogéneo de costumbre: los entrevistados con talante positivo se sitúan en el
47% en los entornos socioeconómicos altos, frente al 34,4% en los medio-bajos;
con un recorrido del ICCM entre ambos de diez puntos. Además la ligera mejora
anímica de esta oleada en términos interanuales se hace notar en los hogares
más pudientes – ganancia de optimismo de casi seis puntos respecto a marzo
de 2006 -, mientras que en los más deprimidos apenas hay variación.
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2. TONO VITAL DEL MERCADO: RÉCORD DE COMPRAS EN UNA OLEADA
DE MARZO Y FUERTES DESCENSOS EN VIVIENDA
El ligero descenso anímico tiene su reflejo – aunque sea mitigado - en el
consumo registrado recientemente. Así, el número de hogares que declara
haber efectuado alguna compra de bienes duraderos en marzo de 2007 alcanza
al 49,7% del total de la muestra; apenas siete décimas por debajo de enero
último, 6,5 puntos por encima del registro del mismo mes de 2006. Con ello, la
presente oleada se sitúa en la mejor posición de compras de bienes duraderos
de un mes de marzo del último quinquenio, superando la cifra hasta ahora
“récord” de 2006 (43,2% de hogares compradores). (Gráfico 6)
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El ligero descenso del consumo duradero respecto a enero afecta a los distintos
capítulos del gasto, aunque de manera desigual.
En escasa medida a las
compras que suponen menor inversión - muebles y electrodomésticos –, y más
acentuadamente a las de mayor desembolso, como coches y - especialmente –
vivienda.
En el caso de la vivienda, los datos recogidos en esta oleada - 2% de hogares
compradores – suponen dividir por dos las compras de enero (4,2%) y marcan
uno de los registros mas bajos de toda la serie histórica: hay que remontarse a
mayo de 1994 - antes del inicio del último “boom” - para encontrar una medición
parecida. Con ello, y aunque marzo no suele ser un mes propicio a la compra de
inmuebles - agotados los recursos familiares con las inversiones de fin de año -,
la potente caída de esta oleada - la más pronunciada de la última década podría ser un presagio claro del agotamiento del ciclo alcista.
En automóviles se produce una caída de 2,8 puntos porcentuales, pasando a
un 6,5% de hogares compradores desde los 9,3% de enero, lo que coincide con
la tendencia declinante registrada en las matriculaciones en el mercado
automotor nacional. Sin embargo, le da mayor significado que resulte ser,
también en este caso, uno de los registros más bajos de la última década.
Por el contrario, en electrodomésticos los datos recogidos en esta oleada
(36,8% de hogares compradores) suponen una merma de menos de un punto
porcentual respecto a la medición precedente, con un aumento más que notable
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- cinco puntos - sobre la oleada de marzo de 2006; de hecho, es el máximo
histórico de una oleada de marzo.
Por su parte, en muebles apenas se desciende una décima respecto a enero
(18,4% frente a 18,5%), pero ello supone una notable mejora interanual (16,9%
en marzo de 2006): también en este capítulo la medición actual es la mejor
registrada en una oleada de marzo.
Cara al futuro próximo, los datos de esta oleada parecen apuntar a una mejora
en los capítulos de vivienda y muebles que podría también alcanzar al mercado
automotor.
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3.TERMÓMETRO DEL NIVEL DE VIDA: VACACIONES DE SEMANA SANTA
CON CRECIENTE GASTO EN OCIO
El consumo cotidiano reciente muestra un panorama moderadamente
consumista típico de los meses de marzo que - como es norma - tenderá a
incrementarse cara a la Semana Santa. De hecho, el índice sintético del
Termómetro del Nivel de Vida de los madrileños se sitúa en el nivel 97,1 – dos
puntos menos que en enero (99,2) y cinco puntos por debajo de la
inusitadamente alta posición de marzo del año pasado (102,1).
En relación al bimestre pasado se observa que la reducción de gastos ha
afectado, en general, a aquellos que más se dispararon durante las Navidades:
restaurante - sobre todo - y ocio en general.
Con relación a las previsiones primaverales para los próximos dos meses, se
apunta una mejora relativa del consumo cotidiano con la vista puesta en las
próximas vacaciones. Así, será especialmente acusado el incremento del gasto
en ocio, y en menor medida en restaurantes y gasolina. También, desde luego,
en vestimenta, sintomático del equipamiento para el cambio de estación. Como
viene siendo habitual, son sobre todo las familias jóvenes y con hijos, y
especialmente las residentes en la Corona metropolitana sur y este – también en
los distritos de ese mismo cuadrante del municipio capitalidad - , las que
presentan mejores perspectivas de compras en vestimenta y calzado.
(Gráfico 7)
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