2« BOLETÍN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA con tal de que presentaran recibo de haber llegado las observaciones ó ejemplares, si los hubieran publicado, al centro ó comisión general que existiera oficialmente. En la segunda enseñanza es, acaso, donde con más facilidad puede implantarse lo que decimos, pues en todos los Institutos existe un catedrático de Historia natural y un profesor de Gimnasia, titular ó médico, bastando, por consiguiente,, u n a disposición para que entre ambos, puestos de acuerdo,, hagan el trabajo de medir todos los años á sus alumnos, para los cuales sería obligatorio, y abriendo á cada uno en el primer curso una hoja en la que, en los sucesivos, se anotarían las variaciones que sufriera. Podría disponerse que los resultados de cada curso se publicaran en las Memorias anuales del Instituto, estableciendo la obligación de remitir ejemplares al centro ó comisión general antropológica. Más arduo nos parece realizar dicho proyecto en las Universidades, al menos con carácter obligatorio para los alumnos: pero no p á r a l o s catedráticos de Historia 'natural, que con el personal auxiliar podían verificar las mediciones de los de su clase y de todos los que lo desearan, y publicar los resultados en la Memoria del establecimiento, no omitiendo la obligación del envío de ejemplares á la comisión central. No se nos ocultan las dificultades de llevar á la práctica, tales proyectos y l a s enormes deficiencias de los mismos m e dios que proponemos; pero en las actuales circunstancias sería inútil pedir á los Poderes públicos nada que represente nuevos gravámenes al Presupuesto. Lo único de lo indicado que supone algún gasto es la adquisición del material necesario de antropometría, si bien éste podría conseguirse con la consignación de material de cada establecimiento docente. Como estas ligeras indicaciones se encaminan únicamente á llamar la atención de los señores socios acerca del asunto bosquejado, nos limitamos á lo dicho, esperando que si las creen dignas de ser tomadas en consideración, las discutan á fin de resolver lo más práctico y conducente. Invitado el Sr. Olóriz á manifestar su opinión sobre la proposición que acababa de leerse, después de alabar el buen deseo que le animaba, expuso sobre ella algunas consideraciones de carácter práctico. En primer lugar hizo notar q u e parte de lo que deseaba pedir el Sr. Barras á los Poderes-