Los contractualistas: Estado, Propiedad y Derecho, una tensión en el ejercicio de la ciudadanía Pérez Jaime, Cecilia Bárbara El presente trabajo apunta a mostrar la tensión existente entre el ejercicio de la ciudadanía y el Estado a partir de la concepción contractualista. Según el momento histórico, existen diferentes resoluciones al conflicto surgido entre los propietarios y los no propietarios. Sabemos que el fundamento del contrato es la propiedad y ello determina quienes son poseedores de derechos civiles y quienes solamente se encuentran sujetos a obedecer las normas garantizadas desde el Estado. Para comenzar identificaremos el advenimiento del pensamiento burgués en un marco general para adentrarnos específicamente en la teoría contractualista a la cual la analizaremos en tres de sus exponentes: Thomas Hobbes, John Locke y Jean Jacques Rousseau. Haremos un recorrido por los tres modelos contractuales, pasando por las diferentes resoluciones para llegar a concluir que todos tienen el mismo objetivo: salvaguardar la propiedad, condicionando esta última el ejercicio de la ciudadanía. 1. El advenimiento de la mentalidad burguesa. El Renacimiento, luz que apareció para romper las tinieblas del medioevo, devela a un hombre que puede pensarse a sí mismo sin quedar relegado al “mandato divino”. Podemos decir que con Descartes se hace presente, en el siglo XVII, esta ruptura con la escolástica, a partir de sus ingerencias sobre el ser humano como sujeto que se escinde de la naturaleza. “Mas, ¿qué es entonces lo que soy? Una cosa que piensa. ¿Qué es una cosa que piensa? Una cosa que duda, que entiende, ‘que concibe’, que afirma, que niega, que desea, que no desea, que imagina y que siente. En verdad no es poco si todas estas cosas pertenecen a mi naturaleza. Pero, ¿por qué no iban a pertenecerle? (...) ¿Hay algo de todo esto que no sea tan verdadero como es seguro que yo soy yo y que existo (...)?” (Descartes, 2001:135/136) Así como la sociedad feudal solo creía en la verdad revelada del saber, entendida como La Biblia, el nacimiento de la clase burguesa lo anunciaremos a partir de expansión europea hacia nuevas fronteras: descubre un nuevo mundo que interacciona con ella de modo diferente al concebido hasta ese momento. La mentalidad burguesa descubre empíricamente, en palabras de Romero “el cajón nunca se considera cerrado” (Romero, 1996:82) y es por ello que la fragmentación social de los estamentos feudales no solo se rastrean el campo socio-económico1, sino en las artes y ciencias en general: en el arte descubre el paisaje, esto denota la capacidad del hombre de filtrar en el pensamiento a la naturaleza que experimenta, como si hiciese un proceso científico, puede admirarla, contemplarla y conocerla; y en las ciencias el hombre puede dominar a la naturaleza que antes se confundía con las operaciones propias del hombre. “Lo característico de la mentalidad burguesa es operar una doble disolución: la del hombre y la naturaleza y la de la realidad sensible y la realidad sobrenatural” (Romero,1996:74) El pasaje del feudalismo al capitalismo –inspirado entonces en el conocido siglo de las luces- comienza con una nueva puesta en escena de los diferentes actores sociales, su relación con el saber y el ejercicio de sus derechos ciudadanos frente a esta nueva conformación del imaginario social. Vemos que el Derecho Romano es recogido por las diferentes universidades y se lo reestablece como precepto básico de la burguesía y “... comienza a ser usado en forma amplia, como respaldo de la concepción burguesa que se venía desarrollando espontáneamente. Allí se encuadra la tesis del individuo y también la tesis contractual de la sociedad civil”(Romero, 1996:102) Pero no solo sucede con el ámbito privado, sino que en el Derecho Público la profanidad también se hace presente: las monarquías se alían con las burguesías para luchar contra los señoríos feudales y de esta manera imponer un nuevo marco legal al poder monárquico, mientras la burguesía “rica y no privilegiada” se convierte en el sostén económico del Estado. El contractualismo es la piedra basal para justificar la imperiosa necesidad de la creación del Estado como salvaguarda de la propiedad. 2. La teoría contractualista: ¿solución o tensión en la creación de la República? Como veníamos diciendo, la creación del Estado es una condición necesaria para el surgimiento del capitalismo y el advenimiento de la burguesía como clase dominante. Siendo que no tienen privilegios de sangre ni tradición, a través de la propiedad logran 1 Se puede consultar a Karl Marx, El Capital, precisamente el capítulo XXIV que lleva el título “La llamada acumulación originaria” Con él da cuenta de las diversas situaciones sociales, políticas y económicas que lleva la transformación del modo de producción feudal al modo de producción capitalista. 2 colocarse en la cima del poder político, lo cual llevará un largo camino hasta el momento de su consolidación como clase hegemónica. En efecto, es Maquiavelo quien pone esta impronta en El Príncipe y comienza a escribir para la burguesía. Es el que da el puntapié inicial, para que lo continúe Hobbes y este último será el primer contractualista que dará el marco teórico-político para la creación de la REPÚBLICA. Pero como ambos autores están en el período de transición en el cual la burguesía se deviene en una clase con poder, “pueden darse el lujo”, como opina Grüner, de decir que la política es dominación, y esto será acallado por sus sucesores, “lo cual es fácilmente comprensible: toda clase dominante, una vez consolidado su poder, necesita rápidamente borrar sus orígenes bastardos, ocultar la huella de la violencia original de su nacimiento, esconder la realidad desagradable y sangrienta de su conquista detrás de la máscara alegre, pacífica y bonachona de las ideas abstractas de Ley, Justicia, Constitución o Contrato. La burguesía, ya a partir del siglo XVIII pero mucho más luego de la afirmación de su poder con la Revolución Industrial, preferirá despachar al incómodo Maquiavelo (y a Hobbes) y retener al moderado y ponderado Locke (y a Montesquieu), que le proporciona un justificativo mucho más tranquilizador, más idealizado y elegante, para su República de Propietarios: es decir, para su dominación de clase”(Grüner, 1999:254/255) 2.1. Tres modelos diferentes, tres resoluciones diferentes y un mismo objetivo. 2.1.1 Tres modelos diferentes: estado de naturaleza y la concepción de libertad. Dentro de la corriente contractualista, trabajaremos con las teorías de Hobbes (1651), Locke (1690) y Rousseau (1762). Todos parten de un esquema básico: estado de naturaleza – contrato- sociedad civil y cada uno de ellos plantea un tipo de hombre diferente para describir el estado de naturaleza: hipotético en caso de Hobbes y Locke mientras que Rousseau lo hace antropológicamente. Para Hobbes, los hombres nacen libres e iguales y solo dejan de serlo por algún obstáculo que se interponga.2 Dios ha creado el mundo de la naturaleza y ha distinguido 2 Según el principio de inercia, un cuerpo en movimiento continúa moviéndose hasta que algo lo detiene, él lo había aprendido de Galileo. 3 a los hombres de los demás animales3 dotándolos de razón, por eso deben guiarse por la Recta Razón la cual se decodifica en las diecinueve leyes naturales existentes para la convivencia pacífica del hombre. Pero al ser libre y tener derecho a acceder a todas las cosas que se hallan sobre la tierra, aparecen “tres causas principales de discordia: la competencia, desconfianza y gloria” (Hobbes, 1980:102) las cuales generan el estado de guerra. Afirmamos que para este autor inglés estado de naturaleza y estado de guerra son sinónimos, y el porqué lo podemos rastrear en el concepto de derecho, libertad y ley. Entendemos por Derecho de Naturaleza (jus naturale) aquel poder que tiene el hombre para utilizar su propio poder como y cuando quiera para conservar su propia vida, conllevando el hacer uso de cualquier medio para lograr el fin propuesto; por Libertad concebimos “la ausencia de impedimentos” para realizar sus actos según le dicte su propia razón y juicio; en cuanto a Ley de Naturaleza (lex naturalis) es una norma racional por la cual no se puede prohibir al hombre de los medios para conservar su vida ni permitirle que realice aquello que pueda destruirla. Habiendo aclarado estos tres conceptos, podemos afirmar que “... el DERECHO consiste en la libertad de hacer o de omitir, mientras que la LEY determina y obliga a una de esas dos cosas. Así, la ley y el derecho difieren tanto como la obligación y la libertad, que son incompatibles cuando se refieren a una misma materia.” (Hobbes, 1980:106) Ya aclarados los conceptos podemos decir entonces que, si bien el hombre tiene derecho a todo, debe regirse por las leyes naturales, las cuales limitan esta libertad que le otorga el derecho natural. Por esto Hobbes enuncia su primera ley como “ley fundamental” donde se esgrime la obligatoriedad de los hombres a preservar la paz y en caso de no conseguirlo recurrir a los artilugios de la guerra; de ella deriva la segunda ley que pide el renunciamiento4 del derecho natural por parte de los hombres para que la paz sea instaurada. De esto podemos derivar que son los propios hombres gozando de su derecho natural los que obstaculizan la libertad en el estado de naturaleza. Como se entra en estado de guerra, la ley fundamental no puede cumplirse y consecuentemente caen todas las demás, causado por la negación de los hombres de acatar la segunda ley. Una vez instaurada la guerra no hay retorno a la paz en este estadio. Las posesiones son inciertas debido a que, como todos desean las mismas cosas –por eso la igualdad reina3 No debemos olvidar que existen mociones animales y vitales. Estas últimas son específicamente de los hombres y en su primer intento se las conoce como esfuerzo, este mismo cuando está dirigido hacia un fin se lo llama DESEO. 4 Renunciar a un derecho es no interferir en el disfrute de la cosa en cuestión por parte de otro: es no obstaculizar la libertad del otro. 4 y nadie adhiere y cumple con la segunda ley natural, se las obtiene aplicando la fuerza, a punto tal que se pone en riesgo la vida; por esto podemos plantear la premisa la fuerza da derecho. La única manera de salir de este continuo estado de enemistad es a través de un contrato –mutua transferencia de derechos- celebrado entre los hombres quienes racionalmente deciden salir del estado de guerra – por temor a perder la vida- y asegurar así, entre otras cosas, las posesiones. Desde el punto de vista de la teoría lockeana, el estado de naturaleza se lo piensa como un “estado pre-político pero no pre-social” (Várnagy, 2000:58) en el cual el hombre, dotado de razón, vive guiándose por la ley natural. A diferencia del hombre hobbesiano -“pobre, embrutecido y tosco”- el planteado por Locke es un “gentleman inglés” que concibe a la libertad natural como la superioridad de él frente a cualquier poder terrenal, que puede disponer de su persona como mejor le plazca como así también de sus posesiones y acciones sin rendir cuentas a hombre alguno que caprichosamente quiera imponer su voluntad, siempre y cuando no transgreda la ley natural. Por ende no puede dañarse a sí mismo ni a los otros5 Como podemos dilucidar el estado de naturaleza no es lo mismo que estado de guerra, tal como lo plantea Hobbes, aunque todos los hombres deben ser jueces y castigar a aquellos que transgredan la ley natural; es en este momento que un hombre llega a tener poder sobre otro porque el castigo debe ser reparador de los daños causados por el criminal – siempre acorde a la justa medida y razón- y por eso debe darse a conocer ante todos para que sirva de prevención. Y se desprende, entonces, que el hombre tiene poder de matar a un asesino en el estado de naturaleza, porque quien no acata la ley de la naturaleza – dictada por Dios- suscribe a otro tipo de leyes, y esto no es racional y en consecuencia se pone en estado de guerra con toda la humanidad. Como veníamos diciendo, este es el fundamento por el cual se pasa de un estadio armonioso al de guerra. Si bien al principio presentamos un esquema básico sobre el que se despliega la teoría contractual, podemos observar que en el caso de Locke el estado de guerra es posterior y no simultáneo como en la teoría hobbesiana. La causa propiamente dicha del pasaje de un estado a otro es la falta de un juez imparcial que dirima el conflicto que se presente entre dos partes; sin embargo, la propiedad juega un 5 Locke hace un fuerte hincapié en la defensa de la vida como un derecho natural inviolable de lo cual da cuenta de su constante premisa de preservación de la humanidad. En el capítulo II-6 argumenta “El estado de naturaleza tiene una ley de naturaleza que gobierna y que obliga a todos; y la razón, que es esa ley, enseña a toda la humanidad que quiera consultarla, que siendo todos los hombres iguales e independientes, ninguno debe dañar a otro en lo que atañe a su vida, salud, libertad o posesiones.” 5 factor importantísimo en el declive del estado de naturaleza al de guerra. “Dios, que ha dado en común el mundo a los hombres, también les ha dado la razón a fin de que hagan uso de ella para conseguir mayor beneficio de la vida, y mayores ventajas” (Locke, 1990:56) y como son comunitarias, podemos acceder a ellas para el goce apropiándonos de una cantidad justa para satisfacer nuestras necesidades. Cómo se produce la apropiación, mediante el trabajo: agregar trabajo implica agregar algo de sí mismo a una cosa que se encuentra en la naturaleza y de esta manera la modifica y por consiguiente se deviene en propiedad suya. Esto establece la propiedad de uno diferenciándose del resto que queda comunalmente. Si bien Dios ha puesto el límite a la apropiación a través del trabajo agregado, surge la figura del dinero como convención de cambio: lo que antes se trocaba entre bienes perecederos, ahora se puede acumular intercambiando bienes que se “echan a perder” por bienes no corruptibles como son los metales. Este valor tácito y consensuado que otorgan los hombres resuelve el dilema de no cumplir con parte de la ley natural devenida de Dios: tomar solo aquello que le es posible usar. Y por ello podemos afirmar que a partir del dinero como valor de cambio surge la desigualdad y la apropiación ilimitada de bienes6. Esta apropiación lleva a que determinados sectores queden sin la posibilidad de la propiedad, aunque Locke sostendrá que el problema es la existencia de “vagos y holgazanes” que violan la propiedad de los demás, volviéndose irracionales y poniéndose en estado de guerra con los propietarios7. Como dijimos anteriormente, del estado de guerra no hay regreso y la única manera que encuentra Locke es la creación de una sociedad civil y política, mediante un pacto, la cual garantizará la propiedad. Por el otro lado, Jean Jacques Rousseau comienza criticando a los autores anteriores diciendo que el verdadero hombre del estado de naturaleza no es aquél que ellos describen, porque le asignan vicios y características del hombre civil. Él parte de la idea de remontarse un poco más, buscando en la antropología8 “Hobbes tiene razón cuando dice que los hombres que se ven obligados a fundar la sociedad civil son hostiles entre sí, afligidos por infinitos deseos. Sólo se equivoca al 6 Referido a este tema se puede consultar La teoría política del individualismo posesivo de Macpherson Crawford. 7 Aquí entendemos propiedad en sentido amplio: vida, salud y posesiones. 8 Si bien su descripción del hombre natural tiene varias incongruencias con la posterior obra de Darwin, logra plasmar un hombre antropológicamente válido para su fundamentación. Él conoce la obra de Jean Laët y de ahí hace su descripción del hombre natural. 6 afirmar que ésta es la naturaleza del hombre (...) Locke tiene razón cuando afirma que el propósito de la sociedad civil es proteger la propiedad. También se equivoca sólo al afirmar que la propiedad es natural al hombre (...)” (Strauss, 1996:536) Para hacerlo más práctico vamos a dividir el estado de naturaleza en dos momentos, uno prehistórico, donde ubicaremos al buen salvaje – solo con desigualdades físicas-, y otro histórico donde ubicaremos a los hombres racionales – con desigualdades físicas y moralesEl buen salvaje es un hombre amoral, temeroso, piadoso y no siente dolor por la muerte.“La piedad es un sentimiento natural (...) es ella la que, en el estado de naturaleza, hace leyes, de costumbres y de virtud (...)” (Rousseau,1996:239) Por cuestiones azarosas de la naturaleza el hombre fue evolucionando debido a que tiene una condición que lo distingue del resto de las especies: PERFECTIBILIDAD. El primer lenguaje del hombre fue el grito de la naturaleza, utilizado por él en ocasiones apremiantes, pero cuando comenzaron a extenderse las ideas de los hombres, buscaron un mayor número de gestos y signos que les sirviese de comunicación. Podemos decir que la aparición de la lengua –la cual es una convención- como medio de comunicación e interrelación da origen a lo que hemos llamado “historia.” (aquí damos entonces la racionalidad a nuestro hombre de estudio) Cambia el hábito de la recolección de frutos por la caza, comienza a fabricar algunas herramientas, deja de ser nómade para asentarse en pequeñas chozas cerca de ríos, comienza a quedarse con la hembra y las crías estableciendo las primeras familias. El ocio predomina en la mayoría del tiempo y llevan una vida sencilla y solitaria, sus necesidades son limitadas.“(Pero) el primero que, habiendo cercado un terreno, descubrió la manera de decir: Esto me pertenece, y halló gentes bastante sencillas para creerle, fue el verdadero fundador de la sociedad civil” (Rousseau, 1996:248) Y con ello se establecen las desigualdades9 que más tarde se van a perpetuar a través de la celebración de un pacto- inicuo para Rousseau, de derecho para Locke- donde los propietarios establecen un gobierno que salvaguarde los bienes y proteja su vida10. 9 “En una palabra; competencia y rivalidad de un lado, oposición de intereses del otro, y siempre el oculto deseo de aprovecharse a costa de los demás; he allí los primeros efectos de la propiedad y el cortejo de los males inseparables de la desigualdad naciente.”(Rousseau,1996:263) 10 “El espíritu, como el cuerpo, tiene sus necesidades. Estas hacen los fundamentos de la sociedad, las otras hacen su atractivo. Mientras el gobierno y las leyes subvienen a la seguridad y al bienestar de los hombres congregados, las ciencias, las letras y las artes, menos despóticas y más poderosas quizá, extienden guirnaldas de flores sobre las cadenas de hierro de que están cargados, ahogan en ellos el sentimiento de esa libertad original para la que parecían haber nacido, les hacen amar su esclavitud y así 7 Como ya sabemos, pactan solo aquellos que son propietarios, quedando fuera de los derechos civiles el resto de la sociedad, esto deviene en un estado de guerra que solamente se podrá resolver mediante un acto contractual racional donde todos participen y se establezca una república, la cual asegura la libertad civil para todos por igual. Del esquema básico planteado podemos decir que en Rousseau se plantea de la siguiente manera: a)Un estado de Naturaleza donde vive el buen salvaje perfectible (prehistoria), b) el surgimiento del lenguaje como fundamentación del hombre racional (historia) c)un pasaje a una socialización degenerada por la propiedad que provoca la desigualdad social y el surgimiento de un Estado de Derecho devenido arbitrario lo cual desemboca en un estado de guerra, d) la entrada a la verdadera Sociedad Civil mediante un acto racional -Contrato- de todos los hombres para obtener libertades civiles. 2.1.2 Tres resoluciones diferentes: los mecanismos contractuales. Si bien el contrato es el mecanismo por el cual los hombres se sujetan a las leyes políticas, renunciando a las naturales, cada uno propone un modelo diferente: 1.para Hobbes el contrato, racionalmente establecido, es entre cada uno de los miembros despojándose de todos los derechos naturales que posee con excepción del derecho a la vida, y de esta manera erigen al Leviatán – o República- quien queda en el estado de naturaleza, garantizando las diecinueve leyes establecidas en él: “Es la generación de aquel gran LEVIATÁN, o más bien (hablando con más reverencia), de aquel dios mortal, al cual debemos, bajo el Dios inmortal, nuestra paz y nuestra defensa (...) una persona de cuyos actos una gran multitud, por pactos mutuos, realizados entre sí, ha sido instituída por cada uno como autor, al objeto de que pueda utilizar la fortaleza y medios de todos, como juzgue oportuno, para asegurar la paz y defensa común” (sic) (Hobbes, 1980:141) La soberanía recae sobre el “hombre o asamblea de hombres” instituido como Leviatán, todos los hombres sujetos a las leyes civiles de ahora en más son súbditos; forman lo que se denomina pueblos civilizados. La necesidad alzó los tronos; las ciencias y las artes los han afirmado” (Rousseau, 1980:149) 8 2. por el otro lado Locke sostiene que el pacto también es racional y solo se cede el derecho de juzgar y castigar, con lo cual se establece la sociedad civil11 – es quien elige a sus representantes- donde el poder de juicio-sanción queda en manos del poder legislativo y a su vez éste determinará a un juez suprapartes, y la ley natural continúa en la sociedad civil: “Pero aunque los hombres, al entrar en sociedad civil, renuncian a la igualdad, a la libertad, y al poder ejecutivo que tenían en el estado de naturaleza, poniendo todo esto en manos de la sociedad misma para que el poder legislativo disponga de ello según lo requiera el bien de la sociedad, esa renuncia es hecha por cada uno con la exclusiva intención de preservarse a sí mismo y de preservar su libertad y sus bienes de una manera mejor (...) Y por eso, el poder de la sociedad o legislatura constituída por ellos, no puede suponerse que vaya más allá de lo que pide el bien común” (sic) (Locke, 1990:136/137) La soberanía recae en el pueblo porque el legislativo es un poder fiduciario, con lo cual en última instancia el pueblo siempre tiene la última palabra. Los hombres racionales, propietarios y mayores de edad son los denominados ciudadanos, el resto son súbditos; 3. por último encontramos a Rousseau planteando que el contrato social es un pacto entre todos y con cada uno, unánime, enajenándose de todas, absolutamente todas las libertades naturales y en ese mismo momento de constitución de la sociedad civil, se ganan todas las libertades civiles: “Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general; y nosotros recibimos corporativamente a cada miembro como parte indivisible del todo. En el mismo instante, en lugar de la persona particular de cada contratante, este acto de asociación, produce un cuerpo moral y colectivo compuesto de tantos miembros como votos tienen la asamblea, el cual recibe de este mismo acto su unidad, su yo común, su vida y su voluntad.” (Rousseau, 1996: 23) La soberanía recae, entonces, en todos los hombres, mayores y racionales porque todos se devinieron en ciudadanos- súbditos 11 Hay dos maneras de entender el pacto: a quienes plantean la idea de un solo pacto y hay otros que lo plantean en dos. Me parece interesante destacar el aporte realizado por Sergio Morresi en “Pactos y Política. El modelo lockeano y el ocultamiento del conflicto” en La filosofía política moderna. De Hobbes a Marx, donde trabaja la idea de un solo pacto pero en cuatro estadios explicándolo en dos pares opuestos desde una concepción “bi-binaria” 9 2.1.3 El mismo objetivo: preservar la propiedad. Dando cuenta de lo anteriormente expuesto podemos afirmar que los tres autores tienen el mismo objetivo: preservar la propiedad. Hemos mostrado como en el estado de naturaleza de cada uno de ellos, según la concepción que tienen de libertad, se produce un cortocircuito cuando la propiedad está en juego. Haremos pues en breve resumen: 9 Para Hobbes la posesión es incierta debido a que los hombres tienen derecho a todas las cosas y eso conlleva a un estado de guerra de todos contra todos. Los hombres – a diferencia de lo que plantea Aristóteles- se comportan como lobos. Solo posee aquél que hace perdurar su derecho de posesión a través del uso de la fuerza, poniendo en riesgo su propia vida. Una vez instituido el Leviatán, éste es quien decide lo tuyo y lo mío, por lo que podemos afirmar que la desigualdad aparece una vez instituido el Derecho Público. La propiedad va a concebirse en un doble carácter: absoluta entre los súbditos, porque el Leviatán fija la propiedad, y relativa frente a la autoridad absoluta, porque puede requerirla cuando considere que sea necesario – siempre orientado hacia el bien comúnComo hemos visto, es la posesión el punto de partida para el surgimiento del Estado. 9 Sin embargo, Locke pregona la existencia de propiedad ya en el estado de naturaleza. Como se ha descrito más en el punto 2.1.1. la acumulación de bienes en manos de unos pocos frente a las necesidades de la mayoría provoca la ruptura del estado de naturaleza y deviene la enemistad. Son los irracionales que se ponen contra la humanidad sin cumplir con el mandato de Dios. La creación de la sociedad civil- política asegura la perpetuidad de la propiedad, ahora devenida realmente en privada porque se encuentra garantizada por el Derecho Público, que descansa en las manos del Poder Legislativo y del Ejecutivo. Por supuesto, este autor aseguró la no-intromisión del Estado en el ámbito privado de los ciudadanos, tirando por tierra la intervención de éste en las propiedades, posesiones y vida de los ciudadanos. Nuevamente damos cuenta de que la propiedad ha sido la causa del surgimiento del Estado. 9 Por el otro lado, Rousseau plantea que la propiedad fue la que introdujo las desigualdades convencionales en el estado de naturaleza y se perpetuaron a través de un pacto inicuo. Este pacto social ha sido de mentiras y engaños, que nuevamente plantea la riqueza en manos de unos pocos en detrimento de la 10 pobreza de muchos. Esto degenera en un estado de guerra y para poner fin a la misma, los hombres deciden entrar en una nueva sociedad a través del contrato social. Devenida la Voluntad General a través del pacto, es la que se encarga de establecer una propiedad equitativa, donde el derecho del primer ocupante toma derecho verdadero porque habiendo cedido todo en el contrato, el derecho positivo que lo determina como propietario de algún bien lo excluye del resto. Para garantizar el derecho del primer ocupante es necesario lo siguiente: a) Terreno inhabitado, b) ocupar solo lo necesario de dicho terreno, c) la toma de posesión se hace mediante el trabajo y el cultivo. Y todo subordinado al derecho que tiene toda comunidad sobre todos. Una vez más vemos que la propiedad ha sido la causa del surgimiento de Estado. 3. Titularidad de ciudadanía: la necesidad de la propiedad Como veníamos diciendo, para devenirse en ciudadano debe cumplirse el requisito de propietario porque el contrato solo puede establecerse mediante un pacto racional. Salvo Hobbes, dado que el soberano es un actor al que los individuos (o autores) autorizaron sus actos mediante el contrato, todos los actos del Leviatán deben considerarse actos propios de sus autores: le concede derechos de sujeción total al soberano sobre sus gobernados, los cuales no pueden contradecirlo porque sería lo mismo que contradecirse ellos mismos. Por lo que los súbditos no tienen acceso a derechos civiles entendidos éstos como ejercicio de la ciudadanía. Y una vez que se ha instituido el gobierno civil, las generaciones posteriores quedan sujetas a este pacto sin poder revocarlo. Locke argumenta que la racionalidad del hombre se funda en la propiedad, ser propietario le permite acceder a la conformación de la sociedad civil como así también a la elección de representantes para la institución de la sociedad política, en quienes recaerá la legislatura. Este derecho de “auto legislación” queda restringido para los súbditos, entendidos estos como los siervos – vendedores de la fuerza de trabajo-, las mujeres y los niños -hasta su mayoría de edad-. Debemos rescatar de este liberal que el contrato por el cual se ha instituido la sociedad política, no ata a la descendencia, puede elegir en “renovar” tácitamente el contrato (a través de la aceptación de la herencia de sus progenitores) o puede no aceptarlo e irse de ese país. Eso sí, implica la renunciación 11 a heredar. Otra vez denotamos la presencia de la propiedad como piedra basal del ejercicio ciudadano. En cuanto a Rousseau hemos encontrado un doble carácter del individuo contratante: por un lado es ciudadano y por el otro súbdito. Ciudadano es todo aquél hombre racional, mayor de edad – en apariencia independientemente de la propiedad- que ejerce ese derecho cada vez que el poder legislativo está reunido debido a la inexistencia de representación en la teoría rousseuniana, cada uno es voz y voto en la asamblea en sesión. Pero una vez reestablecido el Estado – cuando el poder legislativo no sesiona- es el magistrado quien se encarga de hacer cumplir las leyes establecidas, por lo que se encuentra en su calidad de súbdito. Aquí podemos ver realmente como funciona el carácter de auto legislación. Nadie más libre que el que puede darse sus propias leyes y se obliga a cumplirlas. Pero pretendemos hacer una salvedad, si bien para ser ciudadanos en la “República Rousseaunina” no existe el requisito lockeano “ser propietario” para el ejercicio ciudadano, debemos tener en cuenta que el contrato social se establece para fijar bajo leyes civiles una nueva libertad, la cual acota, en su forma teórica, la posibilidad de acumulación: nadie debe ser lo suficientemente rico para comprar a otro, ni lo suficientemente pobre para venderse. Sin embargo, sabemos que el contrato va a legitimar una igualdad formal de derechos, pero que el problema de la propiedad no lo va a resolver. Con esto no queremos tirar por la borda el excelente cierre teórico de esta autor ginebrino, cuando plantea la institución del derecho del primer ocupante, garantizado por el cuerpo político. 4. Conclusiones Nos encontramos en condiciones de concluir que el advenimiento de la burguesía quebró el paradigma existente en el Edad Media para instituir el Estado como administrador y garante de los derechos tanto públicos como privados, esto nos lleva a: 9 Que el absolutismo, con miedo a que se genere un momento anárquico, plantea una solución extrema, siendo el monarca el que determina que es lo tuyo y lo mío, lo bueno y lo malo, lo justo y lo injusto. Se encuentra una forma viable de no caer en anarquía, y podemos plantear de dos maneras la tensión: por un lado aparentemente no permite la participación de los súbditos en las decisiones legislativas porque estos cedieron su voluntad legislativa a un tercero lo cual planeta una irresoluble tensión en el ejercicio del derecho ciudadano; pero por 12 otro lado la resolución de la tensión del derecho de ciudadanía está en la misma figura de actor que toma el monarca constituido por sus propios autores, los individuos, por lo cual su representante hace lo que ellos mismos hubiesen querido. 9 El parlamentarismo inglés abre el juego apostando a conseguir un lugar en el legislativo como así también propone la elección del ejecutivo. Pero ejercitar la ciudadanía sólo está permitido a unos pocos, lo cual siguen en tensión aquellos “casi racionales” – siervos- que por no ser propietarios, pero trabajan, no disfrutan de su derecho civil: sancionar la ley. 9 Las condiciones para que el sufragio universal sea llevado a la práctica y que la idea de auto legislación se instituya debe necesariamente superar el estadio de voto censitario, si bien el concepto de libertad inalienable que trabaja Rousseau es el que inspira la “Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” de 1789, el concepto de “no-representación” no se podrá llevar a la práctica. 13 Bibliografía Barudio Günter:(1989) La época del absolutismo y la Ilustración 1648-1779 México DF. Siglo XXI Editores. Colección Historia Universal 468 Pág. Volumen 25. ISBN 968-23-0953-0 Belaval Yvon (compiladora) (1992) Racionalismo, Empirismo, Ilustración México DF. Siglo XXI Editores. Colección Historia de la Filosofía. 388 Pág. Volumen 6. 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