ULACIT Carrera de Derecho Problemática General del Proceso

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ULACIT
Estudiante:
José Pablo Chacón Mata
Carrera de Derecho
Candidato a Licenciatura en Derecho
con Especialidad en Derecho Penal
Artículo Científico
Problemática General del Proceso Contravencional en Costa
Rica
Profesor Tutor:
Randall Arias
Agosto 2008
1
Índice general
Resumen.........................................................................................................................
Palabras Claves..............................................................................................................
Abstract...........................................................................................................................
Key Words......................................................................................................................
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3
3
3
Generalidades del Proceso Contravencional.................................................................
1.1 Teorías del Derecho Penal en cuanto a las Contravenciones............................
Sistema contravencional español..............................................................................
Sistema contravencional alemán ..............................................................................
Sistema contravencional italiano...............................................................................
1.2 Elementos de las contravenciones......................................................................
1.3 Diferencias y similitudes entre las contravenciones y los delitos.........................
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10
12
II El Sistema Contravencional actual en Costa Rica .........................................................
2.1Reseña histórica del proceso contravencional....................................................
2.2 Principios procesales dentro de la materia contravencional...............................
2.3 Desarrollo del proceso contravencional.............................................................
2.4 Las contravenciones y el ámbito sancionatorio..................................................
14
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I
III Las Contravenciones en relación con la credibilidad en el sistema judicial ................... 23
3.1 La conciliación contravencional.......................................................................... 23
3.2 La ley sustantiva y la constitución....................................................................... 25
IV La Sala Constitucional y el sistema contravencional...................................................... 28
4.1 Reforma contravencional.................................................................................. 28
V Conclusiones generales................................................................................................ 32
VI Bibliografía...................................................................................................................... 35
2
Problemática de la materia contravencional y su relación con la incredibilidad en el
sistema judicial.
1
José Pablo Chacón Mata
Resumen
El objetivo de este artículo es determinar y analizar con fundamento legal,
doctrinal y jurisprudencial, la realidad del Proceso Contravencional, su
desarrollo y eficacia.
Dada la creciente problemática que enfrenta la materia contravencional en
Costa Rica, debido a la falta de información recibida, el desacierto en relación
con su aplicación, la ineficacia de la sanción y las contradicciones en la ley, es
importante para las autoridades y expertos en la materia, plantear propuestas y
soluciones que colaboren con el debido proceso, el cual debe acompañar la
materia Contravencional.
Palabras Claves
Proceso Contravencional / Contravención / Contraventor / Juez / Juzgador /
Imputable / Víctima / Ley / infractor / ilícito.
Abstract
The objective of this article is to determine and to analyze with legal,
doctrinal and jurisprudential foundation, the reality of the contraventional
process, its development and effectiveness.
Considering the increasing problematic that faces the contraventional
matter in Costa Rica, due of the inefficiency of its sanction, it is important
for the authorities and the experts on the subject to find solutions to this
situation, to give proposals to see what they can do about it.
Key Words
Contraventional Process / Contravention / offender / Judge / Judging /
Imputable / Victim / Law
1
Bachiller en Derecho, candidato a Licenciatura en Derecho con Especialidad en Derecho Penal,
ULACIT, correo electrónica: j_paulcr@yahoo.es
3
I. Generalidades del Proceso Contravencional
El presente artículo pretende enfocar las generalidades del proceso
contravencional y analizar la realidad o práctica cotidiana de dicho proceso
judicial, desde el punto de vista de las diferentes irregularidades que se
presentan durante su desarrollo, considerándolas como una posible mala
praxis contravencional la cual ha venido ocasionando un menoscabo en la
verdadera función del mismo.
Dentro de las irregularidades encontramos, la falta de información que reciben
los usuarios del desenvolvimiento seguido en este tipo de proceso, en el cual
no se aclara por las autoridades judiciales los diferentes actos a las partes y
mucho menos existe una orientación que facilite la comprensión de cada uno
de estos actos procesales que concatenadamente conforman el proceso
contravencional.
Alvarez (1994), precisa que dentro de la falta de información se debe recordar
que una de las garantías para los administrados, es que a pesar de que nadie
puede alegar ignorancia de la ley, debe existir una introducción, que desde el
punto de vista de la estructura del ordenamiento jurídico, explique como
funciona y como se desarrolla el proceso judicial, además de aclarar la
importancia de cada acto. El usuario debe ser informado de la relevancia del
acto que va a realizar y la importancia y consecuencias conllevadas por el
mismo.
Además de la anterior irregularidad, se presenta el descuido por parte de las
autoridades, en darle un seguimiento al cumplimiento de la sanción, logrando
con ello que quede a discrecionalidad del condenado cumplirla o no,
volviéndose de esta manera ineficaz la ejecución de la misma, por esto en
ocasiones, el delito puede quedar impune; sumado a este discontinuo,
encontramos una contradicción en la ley, claramente visible entre el artículo 56
del Código Penal, que en lo que interesa dice:” si el condenado no pagare la
multa, esta se convertirá a razón de un día de prisión por día multa”, y la Sala
Constitucional que en las resoluciones N 1239-91 del 17/07/94 y la N 105494 del 22/02/94, en los cuales se señala, que no procede la detención por
contravenciones; es decir, se prohíbe la conversión de la multa en días de
prisión.
Con ello surge otra problemática, la cual atenta también contra el proceso
Contravencional y es la reforma que, según la Sala Constitucional en la
resolución N 3303-02 del 7/03/02, pretende modificar lo referente a las
contravenciones, autorizando la conversión de la multa en pena de prisión
mientras el condenado sea advertido de la misma y no haya cumplido con la
pena alternativa que se le impuso, para ello se le debe brindar el derecho de
defensa a oponerse a la misma, justificando el no cumplimiento. Asimismo,
hace una salvedad que imposibilita su aplicación en la ejecución de la sanción,
la cual consiste en una separación entre la población carcelaria normal, es
decir, delincuentes y los contraventores.
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Por ello su aplicación en el ejecútese de una sanción contravencional no se
realiza, debido a que nuestro país no goza de cárceles contravencionales, ni
cuenta con los presupuestos necesarios para cubrir los gastos que demanda la
manutención de una población muy abundante y con tendencia a ir en
aumento.
Otro de los aspectos importantes de destacar, es el examinar las distintas
formas singulares en que se ejerce un proceso de este tipo, pues en aras de la
celeridad y en apoyo a la economía procesal, se convierte en un proceso tan
sumario, que permite renunciar a ciertas garantías constitucionales,
importantes dentro de un proceso judicial, como lo aclara la Sala Constitucional
en la resolución 249-93 del 16/04/93, según la cual se puede aceptar los
cargos renunciando a ciertas garantías, con el fin de ahorrarse un proceso
complejo que culminará ventilando la situación en un juicio oral y público,
basado en las declaraciones de los testigos.
Los anteriores puntos son algunas de las características que logran debilitar
al sistema contravencional, por ello es necesaria y urgente considerar su
fortalecimiento, mejorarlo y lograr que su aplicación en cuanto a su función
resocializadora y preventora del delito sea eficaz y al mismo tiempo funcional,
para la realidad que se vive en nuestro país. Las acciones de los administrados
ejercen una gran influencia en la evolución de la normativa, por ello se deben
buscar mecanismos que ayuden a la prevención de acciones u omisiones
atípicas, que sean consideradas en perjuicio de la convivencia en sociedad.
Debido a lo anterior, es necesaria la aplicación o incorporación de mecanismos
de fiscalización más eficientes, que contribuyan a proveer a las autoridades
de instrumentos adecuados y capacitación, permitan una excelente información
por parte del personal judicial hacia los usuarios de dichos juzgados.
Este artículo busca reconocer cómo funciona la materia contravencional en
Costa Rica, a través del examen de: aspectos legales, la actividad propiamente
dicha, su finalidad, principios importantes dentro del mismo proceso y la
problemática que presenta en la práctica.
1.1 Teorías del Derecho Penal extranjero en cuanto a las Contravenciones
Como punto aclarativo es necesario verificar el verdadero contexto de la
criminalización contravencional, Chirino (1986), menciona que se debe indagar
las diversas legislaciones que han influenciado a la costarricense para
representar una finalidad del Estado.
Esto hace alusión a que la finalidad del Estado, está vinculada con fines
extrapenales; por lo que su verdadero propósito debe ser facilitar la
coexistencia en sociedad, tutelando, ciertos bienes jurídicos contra ciertos
ataques; en otras palabras, es la función de seguridad jurídica; Sáenz (1982),
menciona al respecto, que todo se debe enfrascar y enfrentar a una realidad
de constante criminalización, mediante las figuras contravencionales que se
encuentran abiertas a todo tipo de atropellos, esto, porque el Derecho Penal
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debe coexistir entre las relaciones que conlleva una vida en sociedad, no solo
dirigirse a tutelar determinados bienes.
Se trata de fijar a cual rama del derecho pertenecen las contravenciones,
porque existen criterios que apoyan que estas deberían pertenecer al derecho
administrativo, por considerar que deberían estar bajo la tutela de la policía,
como se hacía en tiempos pasados y existe otro grupo que considera que
debe pertenecer a la materia penal y estar bajo la tutela del ordenamiento
judicial, como correctamente se encuentra en nuestra legislación.
Según lo anterior, se debe buscar, la función de seguridad jurídica contra las
agresiones que se puedan recibir viviendo en una sociedad, donde algunos no
se ajustan a las disposiciones señaladas para la convivencia social, este
enfrentamiento debe ser resuelto por el poder punitivo con el que goza el
Derecho Penal y no tener solamente un afán político.
Por ello se analizan tres sistemas especiales, los cuales han desarrollado una
teoría de contravenciones, amparándolas como figuras jurídicas de poca
importancia y con ello induciendo en error a nuestro legislador y provocando la
aplicación de esa doctrina penal extranjera, que contiene una incorrecta
concepción de la importancia de las contravenciones, dentro del desarrollo y la
seguridad ciudadana.
En el caso del derecho español, se observa como la potestad sancionatoria de
la administración se extralimita, en sanciones coactivas más severas que las
propias del Derecho Penal, por otro lado, el derecho germano, de donde surge
la teoría de las infracciones del orden, que confunden a la doctrina y a los
legisladores con argumentos dicen que el tratamiento de las contravenciones,
son propias del Derecho Administrativo y por último el caso del derecho
Italiano, que separa legislativamente los delitos de las contravenciones, con
todas las repercusiones negativas que conlleva a nivel de garantías procesales.
Sistema contravencional español.
Martínez (1978), menciona que en el caso del Derecho Español, existe una
relación entre el Derecho Administrativo y el Derecho Penal, esto porque el
primero, tiene la potestad de sancionar con multas y su forma de coacción es
muy similar a las formas que se establecen en el plano penal, por lo que se
presenta, un desbordamiento del poder sancionatorio de la administración.
Algunas sanciones dan lugar a un año de prisión, mientras, el no pago de la
multa, en otro tipo de infracciones, no excede los seis meses de arresto,
minimizando la importancia de la sanción en la comisión de otro tipo de delitos
menores o contravenciones, pero además, de esta problemática surge otra
violatoria de principios fundamentales en un debido proceso, como lo es el
“nom bis in idem “ y el de la seguridad jurídica, ya que como lo menciona
Chirino (1996), el imputado podría ser perseguido dos veces por un mismo
hecho, corriendo también, el riesgo de ser absuelto en sede judicial pero
condenado en sede administrativa.
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Lo anterior, se presenta porque al existir esta estrecha relación entre ambas
ramas del derecho: la penal y la administrativa, se puede acusar en las dos
vías, violentando así los principios fundamentales del debido proceso.
En el caso de nuestro país no ocurre tal situación, porque cuando se presenta
por ejemplo una violación a una ley especial cuya sanción corresponde a una
multa, como es el caso del Ministerio de Salud y su reglamentación, se remite a
un juzgado contravencional, siendo éste, el encargado de darle seguimiento a
la denuncia interpuesta, impidiendo la posibilidad de ser perseguido dos veces
por un mismo hecho.
Pero la mayor diferencia que se presenta, radica, en que las sanciones del
Derecho Administrativo, no tienen los alcances que logran las sanciones de
tipo penal, esto porque, así está dispuesto en nuestra Constitución Política, en
su artículo 10, el cual aclara la función del Poder Judicial en relación con el
artículo 43 del mismo cuerpo normativo.
Molina (1995), menciona que la sanción penal y la administrativa se rigen por
normas que protegen bienes jurídicos de muy distinta naturaleza; podríamos
decir que las penales protegen bienes esenciales a la vida del hombre,
mientras que las administrativas, protegen bienes de la colectividad, que se
refieren a las acciones que desarrolla el Estado a favor de ella y además esta
sanción administrativa busca una reparación meramente patrimonial.
Sistema contravencional alemán.
Mientras en Alemania, se desarrolló un ambiente que generó la ideología
minimizadora de la importancia de las contravenciones; el derecho germano
confunde al conformar un híbrido entre el derecho penal y el derecho
administrativo y todas las demás ramas del derecho.
Pacheco (1980), establece que surgen problemas, cuando se habla de
Derecho Penal Administrativo, por medio del cual el Estado ha confiando a la
Administración, la promoción del bien público, enlazándose con un marco
jurídico estatal, en forma de preceptos jurídicos, con ello doctrinariamente
pretende hacer alusión a lo sancionatorio y le acerca el calificativo de Derecho
Penal en pro de un tratamiento equitativo a todos los ámbitos del Derecho.
Así equivocadamente, se habla de un derecho penal de familia, un derecho
penal laboral o un derecho penal de contratos, esto por considerar al derecho
en general, como un sinónimo de sanción.
Este error se debe a que históricamente, el derecho penal en Alemania, fue
encargado a la administración, de ahí surge la confusión que no ubica a las
contravenciones dentro del plano de derecho penal, porque considera que
podrían estar dentro de la materia administrativa; Chirino (1989) manifiesta que
entre ambos ilícitos (penal-administrativo) existen diferencias antológicas y no
meramente cuantitativas.
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Lo anterior, porque según el autor al cometerse un ilícito penal, se ve
violentado el valor de la justicia, mientras que al realizar una acción típica
administrativa, se considera una desobediencia a los mandatos emitidos por
la Administración, en aras de proteger los intereses administrativos o de
mantener la armonía social.
Equívocamente, se considera que una contravención es una desobediencia a
la administración, pero es fácil distinguir que la posición o la diferencia citada
no es válida, porque tanto la administración como el derecho penal, comparten
la tutela de bienes, por ejemplo: salud, la tranquilidad en las calles, la
moralidad, el cuido por el medio ambiente entre otras, por lo tanto la
responsabilidad de proteger los distintos bienes tutelados es de ambas.
Además nuestra Sala Constitucional, aclara, que la seguridad es el sentimiento
de la ciudadanía por encontrar protegidos sus derechos y garantías, es un
concepto manejado por la Administración, pero tutelado por el derecho Penal,
que al final, es el conjunto de normas y de reglas para la aplicación de las
consecuencias jurídicas, que amenazan la infracción de aquellos.
Otro criterio confuso, el cual colabora, con la poca importancia que reciben las
contravenciones, es la afirmación que realiza el alemán Goldsmidt citado por
Chirino (1989), quien afirma que la sanción predispuesta para los injustos
administrativos es una pena de orden, que no persigue la prevención, sino
que el administrado piense en sus deberes, es una figura de oportunidad y no
de legalidad.
Entendiendo por pena de orden, la sanción impuesta por las infracciones
ocurridas contra el interés del Estado, en la ejecución correcta de sus tareas
administrativas; vienen a ser una desobediencia al Estado, pero errónea,
porque con ella se pretendía proteger intereses vitales, que surgen de la vida
en convivencia.
Maggiore (1972), menciona que con ello se buscaba proteger la convivencia,
el espacio vital social, la paz y la justicia, claro está, que dichos intereses
rebasan cualquier interés administrativo, porque afectan a la colectividad.
Otra problemática que debilita esta teoría alemana, es considerar que
sancionar una contravención es una manera de represión, para que el
condenado piense en sus deberes y no delinca, no es una prevención real ni
tampoco se preocupa por el génesis de ese delito; adquiere tan poca
importancia la materia contravencional, que para ello no es necesario la prisión.
Se debe recordar que el carácter Sancionatorio en el Derecho, se manifiesta
en diversas intensidades, no solo de privación de bienes jurídicos, sino también
de ataques al mismo patrimonio del ciudadano. Algunas veces, basta con
sanciones de índole privado, como la restitución de la cosa, indemnización de
daños y perjuicios, etc, punto coincidente con nuestra legislación, pero a la
vez, la legislación alemana, aclara que en otras ocasiones, el Estado se ve en
la necesidad de acudir a formas coactivas más enérgicas, para sancionar
haciendo uso del Derecho Penal.
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Sistema contravencional italiano.
En cuanto a la sanción en el caso del derecho Italiano, Chirino (1986)
menciona que el legislador intentó separar los delitos de las contravenciones;
de hecho, a la sanción se le da un valor pecuniario pero con carácter civil, se
ofrece discrecionalidad a la administración y limita al Juzgador penal.
Al respecto Moreno (1988), dice que las contravenciones en el Derecho
Italiano, funcionan como un injusto administrativo, con sanción penal y por otro
lado como elementos sancionatorios degradados al nivel de penas pecuniarias.
Esto significa, que la figura de la contravención, se reduce a una violación no
penal, se le da un carácter civil con todas sus consecuencias, como lo son la
discrecionalidad de la administración, ninguna interferencia del magistrado, no
conversión en pena de prisión a la multa y no inscripción en el archivo criminal,
etc.
Es importante mencionar, en cuanto a la no conversión de la multa, en pena
privativa de libertad, la cual se confunde con una deuda civil. En el caso de
nuestro país, se presta para la confusión cuando se considera el artículo 38
constitucional, que prohíbe la prisión por deuda. Se debe hacer la salvedad
que en el caso de las contravenciones, la deuda no corresponde a una
adquirida voluntariamente a través de un contrato, sino a una sanción impuesta
por la infracción a una ley.
Podríamos decir como conclusión, que la potestad sancionatoria del Derecho
Administrativo, es una forma ilógica de plantear el principio de autotela;
Sánchez (1943) menciona que el discurso legitimador de la administración
como ente sancionador, choca con el orden de lo jurídico; así el Derecho Penal
como orden discontinuo de ilicitudes, pierde terreno, cuando los espacios
vacíos de regulación, se llenan con control policial y con descripciones
prohibitivas relacionadas con lo gubernativo.
Chirino (1986) dice que en nuestro país la actividad administrativa del Estado,
no dio lugar a una hipertrofia del Derecho Penal, como en Europa, sino al
desarrollo, de un desmesurado poder sancionatorio de la administración
misma. Por ello en nuestro país se reclama, no la despenalización o
segregación de un Derecho Penal Administrativo, sino, la desadministración de
la actividad sancionatoria o al menos una sujeción de la misma, a algunos de
los principios fundamentales del Derecho Penal, como lo serian, el principio de
legalidad, de retroactividad de las leyes favorables y de la culpabilidad y la
aplicación del principio non bis in idem, en relación con las sanciones penales
y administrativas.
En Costa Rica, el trasfondo que heredó de estos sistemas, se puede resumir
en la incompatibilidad entre la realidad y el tratamiento, que reciben las
contravenciones, en las cuales se ha creado una pared ideológica que hace
que las mismas se vean disminuidas en relación con el resto de los fenómenos
penales.
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1.2 Elementos de las Contravenciones
Maggiore (1972), menciona que aún cuando las contravenciones se diferencian
de los delitos; son siempre infracciones y siguen la ley y la disciplina dogmática
de estas, por lo que decimos, que sus elementos constitutivos pueden
individualizarse de la siguiente manera:
•
•
•
•
Acto humano, debido a que para su consumación requiere una
conducta, ya sea activa u omisiva del ser humano.
Tipicidad, porque la conducta vivencia la norma, tanto en sus aspectos
objetivos y subjetivos.
Antijuricidad, pues afecta el orden social.
Culpabilidad, definida como la actitud de la voluntad contraria al
ordenamiento jurídico.
También participan, dentro de las contravenciones los aspectos no esenciales
o circunstanciales, Guzmán (1996), se refiere a formas de tentativa,
coparticipación, unidad y pluralidad de delitos, reincidencia, habitualidad,
profesionalismo, causas de extinción, etc.
Es así, como la simple conducta del individuo, lo ubica dentro de la materia
Contravencional, cuando esa acción esté regulada por las mismas y haya sido
catalogada de esta manera, además tanto en los delitos como en las faltas, se
encuentran los mismos elementos, la única diferencia está en la gravedad del
daño producido y esto sirve para graduar las penas de los mismos; Negrini
(1962), afirma al respecto, que las contravenciones, son aquellas acciones u
omisiones voluntarias, en las cuales el dolo y la culpa se presumen, salvo
demostración contraria.
Maggiore (1972), menciona por su parte, que se ha criticado haciendo
referencia al hecho de que la diferencia entre delito y contravención se
encuentra en la naturaleza de la gravedad del daño ocasionado, pero no
debería ser así, porque leve o grave se violentó la ley y se debe reprimir el
ilícito.
Se trata de recoger como lo dice Sáenz (1996), aquellos hechos que sin
trascender el límite de gravedad que reviste el hecho-delito, no dejan de tener
relevancia jurídica para asegurar la convivencia pacifica y de ahí sean
conductas reprochables jurídicamente.
Como ejemplo de lo anterior encontramos el siguiente caso: Lesiones leves
(Art.125, CP) y las lesiones levísimas (Art. 380, CP), las primeras conforman
un delito mientras que las segundas son una contravención, la diferencia es un
parámetro de mayor o menor gravedad que se mide por la incapacidad, en la
cual el limite es cinco días, pero ambos tienen las mismas condiciones y el
resultado es idéntico.
Sáenz, (1996), afirma que el resultado propio de las contravenciones es un
resultado de peligro, de modo coherente con su función, es principalmente
preventiva, pero que no faltan contravenciones con resultados dañosos, como
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la molestia y el disturbio a las personas, la destrucción o deterioro de carteles
públicos, etc. Las contravenciones se enumeran en su mayor parte entre los
delitos formales, que se perfeccionan sin el concurso de un resultado material,
que es la modificación del mundo físico.
Entre ellas, existen las de mera sospecha, no porque carecen de acción sino
porque consisten en la simple conducta del agente. De aquí que la antijuricidad
es un elemento imprescindible en la contravención al igual que en los delitos,
por ello todas las causas que la excluyen valen sin excepción para las
contravenciones, en cambio la imputabilidad en las contravenciones frente a los
delitos si se discute.
Maggiore (1972) menciona tres sistemas con respecto a lo anterior, el primero
consiste en:
• El sistema de hecho material, por la cual la materialidad del acto se vale
de cualquier aspecto psicológico (dolo-culpa) y si logra ser demostrado,
no se debe tener en cuenta la intención del actor, (siempre el hecho
equivale a dolo).
• Sistema de culpa, en el cual las contravenciones se originan siempre en
una inercia de la voluntad (negligencia, imprudencia, inobservancia, etc.)
y se distingue de los delitos porque estos pueden ser dolosos o
culposos, mientras que ellas son siempre culposas (se presume).
• Sistema de inversión de la prueba, siempre se presume el carácter
voluntario pero el agente o imputado puede dar demostración de su
buena fe o de otra causa eximente, como en los delitos.
Los anteriores sistemas se discuten porque en el primer caso, la distinción
entre ilícito doloso e ilícito culposo se aplica también para las contravenciones,
dependiendo de la conciencia y voluntad con que se realizo el hecho.
Indudablemente, existen contravenciones dolosas, preterintencionales y
culposas, Maggiore (1972), afirma que la voluntad es de importancia jurídica
para establecer la gravedad del delito y fijar la pena y también es importante
para decidir acerca de la imputabilidad o no imputabilidad del acusado. En
este caso es importante, comprobar en el autor la conciencia y la voluntad de la
acción u omisión.
Existen además dos teorías importantes de mencionar dentro de los elementos
de las contravenciones, que luego más adelante nos daremos cuenta como
pierden validez dentro del sistema contravencional; la primera de estas teorías
es la cuantitativa que deriva la diferenciación entre delito y contravención, por
la naturaleza del derecho y la forma de agresión y se subdivide a la vez en
objetiva, que menciona que el delito ataca, destruye, pone en peligro, mientras
que las contravenciones tutelan bienes jurídicos secundarios como el decoro y
la tranquilidad, esta teoría se pone en duda, porque estos bienes jurídicos son
necesarios para la vida en sociedad y no ameritan menos importancia que
otros; Maggiore (1972), menciona que la ley debe ser ciega, tutelar y proteger
todos los bienes jurídicos sin importar su valor cuantitativo, más aún cuando su
maltrato afecta a la colectividad.
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La otra corriente que es la subjetiva dentro de la misma cuantitativa dice que en
el delito se presenta siempre el dolo o la culpa; mientras que en las
contravenciones el sujeto activo es punible por el solo hecho de violar la regla,
que no se necesita de un dolo o una culpa; pero esta corriente no es correcta;
Sáenz (1996) precisa, que el dolo y la culpa pueden manifestarse en una
conducta contravencional, acudiendo a que los elementos que conforman las
contravenciones son los mismos que conforman el delito; a la vez es
importante decir que una contravención puede ocurrir por omisión u acción al
igual que ocurre en el caso de los delitos.
La otra teoría es la cuantitativa, que se fundamenta en la pena impuesta al
infractor de la ley, según esta teoría los hechos delictivos afectan a la sociedad
en general, reciben un reproche social público, mientras que las
contravenciones, aunque más frecuentes, son de menos interés para la
colectividad, porque a pesar de que pueden poner en riesgo bienes jurídicos,
no inquietan la opinión de la seguridad pública, surge así otra equivocación
porque por tratarse de delitos más comunes son los que más preocupan a la
colectividad, y probablemente, lo que se considera por los seguidores de esta
teoría como poco inquietante debería ser lo que más preocupe al sistema
judicial porque esto genera la falta de confianza en los Tribunales de Justicia
que podría tener la ciudadanía.
Podríamos concluir este apartado dejando claro que las contravenciones
gozan con los mismos elementos de un delito, que se componen pues de la
tipicidad y de dos partes, el injusto o antijuricidad y la culpabilidad, que a su vez
se divide en subconceptos que giran en torno a la cuestión de las condiciones
bajo las cuales un hecho puede ser imputado al actor punible, y por tanto el
delito como la contravención son hechos penados por la ley ; hechos punibles,
que contemplados analíticamente equivalen a acciones u omisiones típicas,
antijurídicas, culpables y punibles.
1.3 Diferencias y similitudes entre las contravenciones y los delitos
En el quehacer diario, el hombre esta sujeto al cumplimiento de diferentes
obligaciones de las cuales se podrían generar diferentes consecuencias, sino
se siguen las directrices que dicta la Ley.
El distinto contenido de cada obligación y el mayor o menor valor que se le
concede al bien tutelado, determinará, el grado de la reacción que existe en
la sanción, cuya principal consecuencia es la pena, la cual podría consistir en
privación de libertad, medidas de seguridad, responsabilidad civil y el pago de
las costas, o multas como es el caso de las contravenciones.
Con respecto a este punto, surge la diferencia entre las contravenciones y los
delitos basándose en las teorías ya mencionadas, se concluye que los delitos
lesionan derechos naturales o innatos y que las contravenciones violan
derechos civiles y adquiridos, también los delitos atacan directamente bienes
fundamentales y permanentes, mientras que las contravenciones lesionan
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condiciones que son consideradas secundarias; que
social e individual.
ofenden la seguridad
Guiseppe (1987) menciona que:
Los delitos atacan directamente el derecho-interés, agrediéndolo o
poniéndolo en peligro inmediato; mientras que las contravenciones no
producen ningún daño, ni hacen surgir un peligro efectivo, sino que
supone la posibilidad de algún daño. (P13)
Ese daño, que se menciona, hace referencia a un futuro eventual, abstracto
o presunto, no se trata de un peligro inminente como se produce en otro tipo de
delitos, confirmando la idea de que la contravención produciría un daño menor
y también menos peligroso; posición que no se puede compartir, atendiendo a
que la violación a un derecho ajeno o su constante molestia podría acarrear
consecuencias graves, como lo seria la comisión de un delito mayor.
Se refleja así que la diferencia entre la contravención y el delito se realiza
según la gravedad del hecho cometido; las contravenciones, son señaladas
como conductas sin importancia, tanto práctica como teórica, cuando en
realidad dentro de ellas se involucran infracciones a la legalidad y a los
mismos derechos humanos , que se encuentran consignados tanto en nuestra
Constitución, como en los diferentes tratados internacionales, Grispigni(1932)
describe a la contravención como los hechos contrarios a un interés
administrativo, pero de manera limitada a los de menor gravedad.
Es así, como la real diferencia que se concluye entre ambos es meramente
formal y no de contenido, esto porque dentro de las contravenciones, surgen
los mismos elementos, como ya se ha explicado, que se hacen necesarios para
la acción de un delito.
La antijuricidad, es el elemento imprescindible de las contravenciones al igual
que en los delitos; por lo tanto, estas se justifican por el ejercicio de un derecho
o el cumplimiento de un deber.
En cuanto al hecho material en ambos casos aparece el dolo y la culpa, esta
última en el caso de las contravenciones se origina por la inercia de la
voluntad, por la negligencia o la imprudencia y la inobservancia a la normativa;
además de que siempre se supone.
Issa (1992) menciona que:
Las contravenciones son, aquellas acciones u omisiones voluntarias en
las cuales el dolo o la culpa se presumen, salvo la demostración contraria
y se castigan independientemente de la lesión concreta del derecho y de
la existencia de un daño, que por regla general no son concurrentes.
(P.66)
Se puede concluir que las contravenciones son estructuralmente igual a los
delitos; las diferencias se refieren a aspectos de ubicación en las leyes y a los
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niveles de cuantificación que tienen sus sanciones; además que son titulares
de protección de bienes diferentes que los delitos.
Su distinción práctica es un asunto de política criminal y no de un derecho de
fondo; León (1992) analiza al respecto que ambas están sometidas a las
mismas restricciones de legalidad y de principio de culpabilidad.
II. El Sistema Contravencional actual de Costa Rica
A partir del Libro Tercero
de nuestro Código Penal, se regulan las
contravenciones, subdividiendo el capítulo en títulos donde encontramos
diferentes tipos de ellas, por ejemplo: contravenciones contra las personas,
contra las buenas costumbres, contra el orden y la seguridad pública.
Chirino (1996), manifiesta que se trata de un sistema de justicia penal que
supone servir como instrumento de control social, pero en la realidad es un
proceso que no recibe la atención necesaria para la eficiente y eficaz
aplicación de la normativa sancionatoria, esto por varios aspectos que fallan
dentro del mismo, como lo son la falta de información, lo ineficaz de su sanción,
la contradicción entre normas y la escasa posibilidad de poder aplicar una
reforma con exigencias que no pueden ser cumplidas por el Estado.
Pone en peligro y desventaja los derechos del ciudadano, a pesar de que
deben ajustarse a los cánones establecidos por la Constitución, se debe
mencionar que las contravenciones se tratan de ilícitos que acontecen con
frecuencia y que a la vez son actos que no constituyen mayor relevancia por la
poca gravedad de los hechos.
En al actualidad, se plasma en los códigos y en la jurisprudencia una traza
para llevar acabo el proceso Contravencional, pero no va de la mano con el
desenvolvimiento que se realiza en los Juzgados de dicha materia, esto se
debe a varias razones entre las que se citarán la celeridad del proceso y la
economía procesal además de la falta de información y la ineficacia de la
sanción.
Chirino (1989), aclara que el problema de la sanción, que se presenta dentro
de un proceso Contravencional, es que a pesar de que existe una legislación
especial, la cual sanciona con una multa a ciertas conductas descritas en la
Ley y que a la vez la misma exige que deben ser perseguidas, deja un vacío
que ofrece la oportunidad al imputado de salir impune de los hechos que
cometió, esto por la contradicción existente en la ley, por lo cual no sabemos a
que atenernos, pues no es suficiente la ubicación de las contravenciones en el
código cuando existen otras leyes que dictadas por los mismos legisladores
permiten que el hecho quede sin la debida pena.
14
2.1 Reseña histórica del Proceso Contravencional
Sánchez (1996), manifiesta que existía un procedimiento escrito para las
contravenciones, donde a partir de la denuncia o acusación enervaba el
conocimiento del juez quien ordenaba la instrucción.
Dicha instrucción era como la actual con una indagatoria al acusado, dentro de
la cual se le podía hacer un interrogatorio en el cual no se preguntaba nada
sobre la participación del acusado dentro del hecho, deduciéndose entonces
que era más bien como una declaración.
Otro dato interesante es que el juez procedía a dictar la sentencia basándose
en pruebas que eran de mucha importancia en el desarrollo del proceso
contravencional; en la actualidad el juez se basa en los testimonios de las
partes debido a que en muchas ocasiones los testigos no cumplen con las
expectativas necesarias.
La condena del imputado consistía en una pena corporal; la prisión solo se
decretaba si existían indicios graves de haber cometido el delito; también
existía la excarcelación por fianza pero la pena predominante era el dictado de
prisión; convirtiéndose esta pena en un gran avance en aquellos tiempos para
un Derecho Penal que era extremadamente represivo y agresivo sobre todo
en penas de tipo corporal.
Luego de la indagatoria, se buscaban formas para conducir todas las pruebas
a la afirmación de que el imputado era quien había participado en los hechos,
haciéndolo quedar como culpable, luego de esto el juez decidía si se pasaba a
la fase del plenario, en la cual el acusado debía buscar un defensor para que
le asesorara, existía un ausencia total del principio de inocencia, como ocurre
en la actualidad.
Otro aspecto importante y que se mantiene es que el Código de Carrillo ofrecía
un procedimiento rápido, actualmente también es un proceso sumarísimo que
goza de principios constitucionales, que suponen garantizar un debido proceso
y busca contribuir con la economía procesal y la justicia pronta y cumplida.
Monge (1996), menciona que el Código de Procedimientos Penales de 1910,
fue inspirado en un sistema penal inquisitivo, con un juez con grandes poderes
de investigación, quien podía actuar de oficio en el caso del juzgamiento de las
faltas para las cuales se establecía un proceso secreto y escrito.
La competencia de estas faltas se otorgó a los jefes políticos o agentes
principales de la policía, era un juzgamiento verbal y muy sumario, se indagaba
al imputado a fin de que dejara claro si aceptaba los cargos, en cuyo caso se
dictaba sentencia a más tardar veinticuatro horas después de terminada la
diligencia, o por el contrario si no aceptaba los hechos, se procedía a realizar
una investigación durante los tres días siguientes y luego se dictaba la
sentencia correspondiente que consistía en una multa que podría convertirse
en días de prisión si no era cancelada en el tiempo acordado.
15
Para el Código de Procedimientos Penales de 1975, Chirino (1986), asegura
que los legisladores se inspiraron en un sistema mixto, pues era la reunificación
de un sistema escrito y secreto con un sistema oral, público, continuo y
contradictorio en la etapa del debate.
Se consideraban cinco contravenciones:
•
•
•
•
•
juzgamiento en caso de reconocimiento de culpabilidad
juzgamiento en caso de no reconocimiento de culpabilidad
prorroga de audiencia
recursos
procedimiento en lugares lejanos
Se trataba de un procedimiento muy abreviado.
Delgado (1983), describe que en este proceso el juzgador debía escuchar al
ofendido o a la autoridad que hacía la denuncia y de inmediato al imputado, no
se hacia ningún señalamiento de detalles importantes, de seguido aclara que
en el caso de que el imputado aceptase los cargos se podía dictar el fallo de
manera inmediata, algo similar como ocurre en la actualidad cuando el
imputado acepta los cargos y se le impone la multa.
Surge así, una problemática que reciente sobre todo al contraventor tanto en
aquellos tiempos como en los presentes por la inexistencia de un patrocinio
letrado o una asesoría técnica, esto porque reconocer la culpabilidad es un
aspecto fundamental en la vida de todo ser humano.
Otro aspecto importante y que sí se diferencia del actual es que el fallo en
aquellos tiempos se daba en forma de auto y no en forma de sentencia como
en el presente por lo que tenían una conclusión muy sumaria con muy poca
fundamentacion.
2.2 Principios Procesales dentro de la materia Contravencional
Para hablar del proceso Contravencional es de suma importancia citar los
principios y garantías constitucionales que deben acompañar un debido
proceso judicial.
Estos principios se enumeran en el Libro Preliminar de nuestro Código
Procesal Penal, aborda el de legalidad en el artículo 1, en relación con el
articulo 39 de la Constitución Política que “reza que nadie puede ser juzgado
sin ley previa, ni ser sometido a sentencia sin cumplir un proceso judicial”, el
cual debe velar siempre por la dignidad humana que acompaña al hombre o a
la mujer por su condición de ser humano, este primer principio es de
importancia absoluta considerando que Costa Rica forma parte de varios
Tratados internacionales que amparan la protección de los Derechos
Fundamentales.
16
EL Khoury (1994) menciona que nadie puede ser sancionado, sino se
comprueba que su conducta daña o pone en peligro un bien jurídico tutelado,
siendo este uno de los principios básicos que le dan sentido a la ley en general,
no solo a las contravenciones.
Se adjunta el principio de tipicidad con el cual se le señala al juez que no puede
aplicar una conducta sino está claramente descrita o tiene la consulta
constitucional necesaria según el caso.
Otro es el de Prohibición de Analogía, que se encuentra en el Código Penal en
su artículo 2 y se relaciona directamente con el artículo 2 del Código Procesal
Penal, los cuales proscriben cualquier afinidad en perjuicio del imputado; en la
realidad este principio no se aplica en materia Contravencional porque desde
el momento en que se le pregunta al imputado si acepta los cargos que se
acusan es porque ya existe la analogía que lo convierte en culpable, esto
ocurre porque el principio de inocencia no es de aplicación en la materia
contravencional.
También es importante mencionar el artículo 4 del Código Procesal Penal el
cual aclara que la justicia debe ser pronta, se relaciona con el articulo 41
Constitucional y el artículo 174 del mismo código, que se refiere al Pronto
Despacho; dichos artículos son de importancia en el proceso Contravencional;
que busca la celeridad, por tratarse de un proceso sumarísimo y es por ello que
se violentan algunos principios procesales; mientras que otros la misma ley
permite que se omitan basándose en el voto número 249-93 de la Sala
Constitucional de las 11:33 horas del 16 de abril de 1993, este permite la
aceptación tacita o expresa de los cargos, renunciando a ciertas garantías
procesales.
Otro punto importante de resaltar es el principio de Objetividad, estipulado en
el articulo 6 del Código Procesal Penal, el cual garantiza la igualdad procesal y
se relaciona con el articulo 361 del mismo código. Dicho principio debe hacer
valer la sana critica del juzgador a la hora de establecer la resolución que
dicta, según sea el caso en cuestión, se trata de dictar una sentencia bien
fundamentada tanto por la ley como por la experiencia que debe acompañar al
juzgador, quien se apoya en estos principios que son un incentivo y una guía
importante para él, tanto dentro de un proceso contravencional como en
cualquier otro.
Con respecto a las medidas cautelares del articulo 10 del mismo código se
puede decir que excepcionalmente se establecen en el caso de la materia
Contravencional, es muy escasa la aplicación de esta figura, solamente
cuando se trata de asegurar la presencia del imputado en el juicio.
En cuanto al artículo 11 que corresponde a la única persecución ; que explica
que nadie puede ser perseguido más de una vez por el mismo hecho, es de
total aplicación en el caso de la legislación contravencional mientras que los
artículos 12 y 13, que hacen referencia a la defensa técnica o patrocinio
letrado a la vez que implica el principio de continuidad de la defensa, que es la
participación activa del defensor, no se hace de mucho uso en este tipo de
17
procesos en donde por lo general el imputado asiste solo a las diferentes
audiencias.
Encontramos también la defensa material que permite que el imputado tenga
derecho de revisar el expediente, revisar la prueba y por supuesto sin ser
menos importante se debe mencionar el principio de abstención a declarar.
Sáenz (1996) afirma que además de los principios mencionados, la materia
contravencional cuenta con un procedimiento que aunque sumarísimo, se
reviste por garantías exigidas por la ley penal como lo son los derechos de
audiencia y defensa, consagrados en el artículo 39 de la Constitución Política,
desarrollado en el Código Procesal Penal y en el artículo 8 de la Convención
Americana de Derechos Humanos.
Monge,(1996) aclara que el derecho general de defensa implica otros
derechos, como el de audiencia y los principios de imputación e intimación que
es aquel que da lugar al derecho que tiene todo imputado a ser instruido de los
cargos, es decir, poner en conocimiento de los hechos que se le imputan, se
encuentra regulado en artículo 82 del Código Procesal Penal.
Es por ello que se puede concluir que el proceso contravencional esta de la
mano de la Constitucionalidad y que se reviste de los mismos principios
procesales que acompañan todo seguimiento judicial, aunque posee la
singularidad de poder renunciar a algunos de ellos para conseguir la celeridad
del mismo con la excusa de una justicia pronta que disfraza a la economía
procesal, Chirino (1986) afirma que es una de las mayores preocupaciones del
legislador.
2.3 Desarrollo del Proceso Contravencional
En contravenciones es importante mencionar que la prescripción es de dos
años, a partir del día de los hechos. El proceso inicia con la declaración de la
víctima, quien se presenta ante el Juzgado Contravencional a interponer la
denuncia; siendo esta una de las formas con las que se puede iniciar el
proceso contravencional.
Se hace necesario, el conocimiento del nombre completo del imputado, al igual
que la dirección exacta del domicilio del mismo, esto para las respectivas
citaciones por lo que si la víctima desconoce esta información las
probabilidades de poder abrir una causa contravencional son muy limitadas.
Como ejemplo de lo anterior citaremos la denuncia del expediente número
08-0001490171-FC (corresponde a llamadas mortificantes, pero la denunciante
desconoce la identidad del imputado por lo que el expediente terminó
archivándose).
Rodríguez (1987), describe el otro medio de presentar una denuncia
contravencional: por escrito; esto quiere decir a través de una representación
letrada en el área del derecho, este tipo de denuncia debe presentar los
18
mismos requisitos de la anterior, describir correctamente los hechos y
mencionar a los testigos si los hubieran, estos deben corresponder a aquellas
personas que presenciaron el ilícito, que estuvieron en el preciso momento
cuando ocurrieron los hechos y además como una característica importante la
presentación de la denuncia debe tener clara la hora y la fecha y el lugar donde
ocurrió el delito, esto con el fin de ubicar la competencia del juzgado y
establecer los plazos de prescripción.
Monge (1996) describe la tercera forma de presentar una denuncia que es a
través de un parte policial, que debe cumplir con los requisitos anteriores pero
además debe tener muy clara la información de la fecha, la hora y el lugar de
los hechos, además por supuesto de las calidades de las partes y una
detallada descripción de los hechos que ocurrieron, esta es la característica
principal en este tipo de denuncia, esto para no tener la necesidad de pedir la
declaración a la victima y poder así darle tramite a la acusación, citando de una
vez al imputado para realizar la indagatoria.
Como ejemplo del anterior caso citaremos el expediente 07-50243-0533 FC
del 16-2-07, que se presenta por lesiones, (es una denuncia que se plantea
por medio de un informe de la fuerza pública).
En la mayoría de los casos este tipo de informes se presentan ante el juzgado
Penal de Turno, esto depende de la hora en que ocurrieron los hechos, luego
este Juzgado los distribuye al Juzgado competente; de ahí la importancia de la
claridad de la información que se consigna en el parte.
Otra forma de presentar una denuncia es a través del OIJ, obviamente con
todos los requisitos que ya se han citado, es similar a la presentación por
medio de un parte policial.
Chirino (1996) afirma que en el proceso en sí; la victima es atendida por un o
una auxiliar judicial, quien toma la declaración, apoyado en un machote
prediseñado para agilizar este acto procesal en el cual se consignan las
palabras exactas tal y como son mencionadas por la victima, a la vez se limita
y se dirige el relato de los hechos a solo lo que interesa para el proceso, sin
dejar que la victima se desvié del asunto.
Se le realizan varias preguntas con el fin de aclarar la información necesaria
para poder iniciar el proceso contravencional, estas son preguntas directas
acerca de los hechos acusados, por supuesto, que dentro de las mismas se
individualiza a la víctima y luego del cuestionario se permite que la víctima
relate la historia de los hechos tal y como los vivió.
Una vez tomada la declaración, el auxiliar judicial le hace mención al
denunciante de la posibilidad de una conciliación, sin entrar en muchos detalles
o mayor explicación de esta figura jurídica.
En el caso anterior si la víctima está de acuerdo, en conciliar, se consigna en
la declaración o por el contrario, si no está de acuerdo, también queda
manifestado en la misma, pero se cierra la oportunidad, porque ambas partes
19
deben estar en disposición de fraternizar. En esta circunstancia, de darle
seguimiento a la denuncia será necesario la presencia de testigos y de
inmediato se le dice a la victima que espere la debida citación.
Así llega el momento de la indagatoria del imputado, Sáenz (1992) manifiesta
que este no goza del principio de presunción de inocencia; al llegar al Juzgado
ya se le considera culpable de los hechos que se le acusan, esto porque
adelantando criterios si se le permite aceptar la acusación es porque existe la
analogía que lo relaciona directamente con ella.
Chirino (1996) describe que de inmediato el auxiliar judicial verifica las
calidades, esto con la finalidad de individualizarlo y se le realiza el respectivo
cuestionamiento, en el cual dentro de las preguntas más importantes se
encuentran, confirmar la dirección, el salario que recibe o el monto de dinero
que percibe mensualmente y si alguien depende directamente de él, esto para
manejar un margen dinerario a la hora de imponer la multa y conocer un poco
la solvencia económica del imputado.
Esta información anterior en lo que respecta a la solvencia económica del
imputado no es verificada por lo que se supone cierta; luego de esto se realiza
la intimación de los cargos o sea se lee la acusación de inmediato sin preguntar
si entendió lo que se le leyó, se le pregunta al imputado si acepta o no los
cargos.
Se explica al imputado que de aceptarlos recibirá una sanción que será
impuesta por el juez y que no tendrá que acudir a un juicio oral y público, en el
caso de no aceptarlos, además de enfrentarse a lo anterior, recibirá una multa
más alta si se encuentra culpable y deberá buscar testigos que acrediten su
inocencia pero no se le menciona la posibilidad de acudir con un representante
legal.
Pero al igual que a la víctima, se le hace mención de la figura conciliatoria,
logrando con la misma terminar el proceso de una manera amistosa sin
especial sanción, pero no recibe mayor información de las consecuencias
jurídicas de este acto.
Para finalizar con este acto procesal, se le advierte al imputado que debe estar
atento a la citación, sea para la audiencia conciliatoria o para el juicio mismo.
Guzmán (1996) menciona que en el caso de aceptar los hechos o de llegar a
juicio y recibir la sanción condenatoria, la pena consistirá en una multa que se
fijará bajo los criterios del juzgador bajo las márgenes que estipula el código y
las ponderaciones que maneja de la solvencia del condenado, esta multa se
puede cancelar de inmediato en el Sistema Bancario Nacional, de lo contrario
se le otorga un plazo de 15 días para realizar la debida cancelación.
El comprobante de pago es presentado ante el Juzgado Contravencional, este
se adjunta al expediente, se anota en el libro de sentencias y con ello se
termina el proceso.
20
El khoury (1993) aclara que el proceso pudo haber terminado en la etapa de
conciliación, donde se supone que ambas partes coincidieron en resolver el
problema de una manera amistosa, sin la necesidad de un reproche jurídico o
una sanción, por medio de esta figura que representa una buena alternativa de
resolución de conflictos, con la cual se consigue el compromiso de respetar el
derecho de una y la otra parte.
2.4 Las Contravenciones y el Ámbito Sancionatorio.
Ha queda claro que la pena que se impone en el caso de las contravenciones
se trata de una multa, la cual esta descrita en el Código Penal en su articulo 53
de forma general como la condena que se debe pagar en suma de dinero a la
institución que la ley designe, dentro de los quince días posteriores a la
firmeza de la sentencia.
Dice el Código en su artículo 53, segundo párrafo:
El juez, en sentencia motivada, fijará en primer término el número de días
multa que deberá cubrir la persona condenada, dentro de los límites
señalados para cada delito... Esta pena no podrá exceder de trescientos
sesenta días multa... deberá determinar la suma de dinero
correspondiente a cada día multa conforme la situación económica del
condenado. (P. 39)
Según lo anterior el juez inmediatamente que dicta una sentencia en donde
hace acreedor al imputado de una multa, no lo hace de forma delimitada para
caso especial sino que tiene amplio margen de criterio para que proceda a
aplicarla, tomando como referencias el mismo ilícito y los ingresos del imputado
(Art. 53 CP), dice el código al respecto que el juez en su caso, con la
colaboración de la Oficina de Trabajo Social del Poder Judicial deben realizar
las indagaciones necesarias para determinar la verdadera situación económica
del imputado y sus posibilidades de pago.
Delgado (1983) afirma que en la realidad, estos datos no se verifican; tanto las
auxiliares judiciales al tomar la indagatoria como el mismo juez suponen que la
información recibida por parte del imputado es real, prestándose esta situación
para que el imputado con astucia pueda librarse de una multa de mayor valor
pecuniario.
Guzmán (1996) afirma que se presenta el problema de que estos factores
deben ser evaluados por el juzgador a la hora de aplicar la pena con el fin de
limitar la ejecución de otros delitos, porque el reproche que se recibe por la
infracción a la ley debe servir de escarmiento y contribuir a que los niveles de
criminalidad disminuyan.
Monge (1996) describe por su parte que la prisión es el modelo de pena que se
ha utilizado tradicionalmente en nuestro país para sancionar la mayoría de los
delitos, pero en el caso de las contravenciones la pena de multa es la que se
aplica como una tímida alternativa al uso de la prisión, así lo establece el
articulo 56 del código penal, siendo esta eliminación de arresto para castigar
21
las contravenciones un avance importante para el logro de un mayor
garantismo en el sistema penal costarricense, Maggiore (1987) menciona que
la privación de libertad no es un medio adecuado para la resocializacion de un
delincuente mucho menos lo seria para un contraventor que en ciertas
ocasiones no pueden ser considerados como delincuentes comunes .
El garantismo mencionado se refuerza con algunos votos de la Sala
Constitucional, entre los que resaltan el voto 1239-91 del16/07/94 y el 1054-94
del 22/02/94, en donde, se señala que no procede la detención por
contravenciones y se prohíbe convertir la multa en prisión.
Dice al respecto la Sala Constitucional en su boletín ( abril-mayo 1994)
No importa desde que punto de vista analicemos la figura de la conversión
de multa a prisión, el resultado es siempre el mismo: la insolvencia del
condenado le cuesta
su libertad personal; en el caso de las
contravenciones la pena de multa - sanción pecuniaria - es la que el Juez
estimó como adecuada para la antijuricidad del hecho y la culpabilidad de
su actor – atendiendo al tipo de bien jurídico protegido - de modo que
sustituirla por una medida de mayor contenido aflictivo ( la privación de
libertad) no tiene razón de ser... (P.15)
Es importante aclarar que para cumplir con un debido proceso la pena debe ser
proporcional al daño ocasionado por lo tanto sancionar con prisión una
contravención exageraría las proporciones constitucionales de la pena pero
surge así una contradicción entre normas que en aras de la proporcionalidad,
la constitucionalidad y lograr mantener ese garantismo que se menciona deja
sin efecto la condena.
La Sala Constitucional, resolución N 2743-99 del 17/04/99, ofrece la salvedad
del caso anterior debido a que se establece en este voto que si se puede
realizar la conversión de pena de multa por días de prisión en el caso de aquel
condenado contraventor que por su insolvencia económica le fue sustituida la
multa por la prestación de servicios de utilidad pública y no los realiza sin tener
algún justificante, esto porque los legisladores comprendieron que la sanción
debe existir; debe ser real.
Pero la Sala Constitucional consideró posible convertir esa sanción en
privación de libertad siempre y cuando en la sentencia se le advierta al
imputado que de incumplir la pena sustitutiva podrá imponérsele la pena de
prisión, esto con el fin de guardar el garantismo que caracteriza al proceso
contravencional y así asegurar el derecho de defensa que goza el acusado, de
poder demostrar una causa de justificación por el incumplimiento de la sanción.
Es importante ser consciente que Costa Rica no cuenta con cárceles
contravencionales, aptas para este tipo de infractores de la ley, puesto que no
pueden considerarse delincuentes comunes y además nuestro país no goza
con el presupuesto económico necesario para mantener una población
carcelaria que en el caso de las contravenciones seria abundante y como ya se
menciono, en posible aumento constante.
22
III Las contravenciones y su relación con el sistema judicial
La estructura legal de nuestro país es deficiente en cuanto al desarrollo de este
tipo de procesos, debido a la falta de información que se recibe y el desacierto
o falta de seguimiento con relación a su aplicación y al igual que la ineficacia
de la sanción y de las contradicciones existentes en la ley.
3.1 La conciliación contravencional
Como ha sido explicado anteriormente, la materia contravencional es un
proceso judicial sumarísimo, que goza de las debidas garantías procesales que
procuran establecer un control social sobre los hechos atípicos realizados con
mayor frecuencia, pero a la vez los legisladores y la misma ley, parecen
ubicarlas en una tercera categoría de prioridades.
Si se parte de este punto, existe una serie de roces entre la ley sustantiva y la
constitucionalidad, exigida en nuestra Carta Magna, tanto en lo que se refiere
a la estructura del proceso que, en general, es muy particular, como lo atinente
al seguimiento y eficacia que se le da a la sanción.
Como consecuencia de lo anterior es que surge una de las problemáticas
planteadas, la cual radica, en la falta de información que reciben los usuarios
por parte del personal judicial, quienes no aclaran la seriedad, la importancia y
en que consiste cada acto procesal que se va a desarrollar.
Se debe considerar que las personas que concurren a este tipo de proceso, por
lo general, es gente de pocos recursos, que además no goza de un nivel de
educación básico, por lo que la comprensión de estos actos es muy escasa.
Siguiendo con lo anterior, el asistente judicial recomienda la figura de la
conciliación, como uno de los mecanismos alternativos más eficaces para la
solución del conflicto, siendo esta, un modo amistoso de terminar el proceso,
donde ambas partes deben comprometerse a respetar los derechos y mantener
la cordialidad, tratando de evitar disgustos.
Las respuestas conciliatorias de los conflictos, son en la actualidad, una opción
algunas veces favorable, ante la aplicación del aparatoso escenario de la
justicia penal, por ejemplo, se consigue a través de ella, un sistema de
juzgamiento de las contravenciones, donde la solución de los conflictos se
realiza sin los costos que actualmente significa, tanto sociales como
económicos, un proceso.
Como consecuencia de lo anterior, podría ocurrir que se permita dejar de
perseguir ciertos hechos punibles, asimismo convertirse en una herramienta
del juez que permita brindar respuestas menos formales a los problemas o
conflictos presentados ante su jurisdicción, además de que no se ejerce un
control de la reincidencia contravencional.
23
Según el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder
Judicial, desde el año 2000 hasta el año 2007, se ha presentado un incremento
en el número de las conciliaciones contravencionales, ver gráfico N1.
C a n t id a d
Gráfico Nº 1
Comportamiento de las conciliaciones contravencionales
5654 5805
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
3802
3917
5437
5709
4053
3647
1
Años
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
*Fuente: el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial. (2008)
De esta información se desprende que para el año 2005, existió la mayor
cantidad de conciliaciones realizadas, la cual descendió en el 2006, para
volver a subir en el año 2007, queda así demostrado que esta figura es de
mucha aplicación año con año, por lo cual se reviste de importancia y se hace
necesaria la adecuada información, aclarando las consecuencias jurídicas que
trae consigo, y explicando las características y los beneficios que conlleva
aceptar una conciliación en cualquier proceso penal, por lo que se debe dejar
claro, que no se trata de lograr una impunidad del hecho sino lograr por medio
de la armonía, la solución del mismo.
También la conciliación es un efectivo mecanismo ( si se sigue con las debidas
solemnidades)
para evitar
la aplicación de sanciones penales a los
contraventores, con todos los problemas que estas últimas acarrean.
24
3.2 La ley sustantiva y la Constitución
Otra problemática que se presenta en el sistema contravencional es el
desacierto con relación a su aplicación dentro de la legislación, y como se dijo
anteriormente aquí surgen los roces entre la ley sustantiva y la
constitucionalidad, la cual permite la renuncia a ciertas garantías procesales
con el fin de lograr una justicia pronta y una economía procesal.
Según lo anterior, la pretensión del legislador, es que un proceso
contravencional no culmine en la etapa de juicio, así la Sala Constitucional en
la resolución N 249-93 del 16/04/93, ratifica la oportunidad que tiene el
imputado de reconocer las acusaciones que se hacen en su contra, con lo cual
recibe una multa por la infracción del delito pero en el extremo menor que
estipula el código para sancionar el hecho atípico que se cometió.
Lo anterior nos remite al articulo 39 constitucional, el cual aclara que no se
puede someter a nadie a una sentencia sin haber seguido un proceso judicial,
y además para recibir una sanción se debe comprobar la conducta dañina del
acusado, en este caso, pareciera ser que se trata más de una confesional por
parte del imputado que una imputación de cargos, esto porque una de las
preguntas que goza de mayor importancia dentro de este acto, es si acepta o
rechaza los cargos por los cuales se acusa.
Pareciera ser, que nos encontramos en presencia del sistema contravencional
según el código de Carrillo, en el cual se buscaba conseguir la participación del
imputado en los hechos y es por ello que tanto en el pasado como en la
actualidad, se hace necesaria la participación de un patrocinio letrado, que
aunque es permitido por la ley, no se aclara al acusado que puede contar con
ello, por lo que se debe considerar que admitir la culpabilidad es un aspecto
fundamental en la vida de todo ser humano, por lo cual debe gozar con la
asesoria necesaria para realizar esta acción.
Según el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder
Judicial, exactamente en datos correspondientes al año 2007, exclusivos del
juzgado contravencional del segundo circuito judicial de San José, podemos
apreciar en el gráfico N2 (resoluciones dictadas), como efectivamente la
cantidad de sentencias sin juicio es mayor que las sentencias con juicio.
De un total de 137 sentencias, 29 se dictaron en un juicio oral y público, las
restantes 108, se dictaron sin llegar a él, ello significa que esta cantidad de
personas aceptaron los cargos por los cuales se les acusaba.
25
140
Gráfico Nº 2
Resoluciones Dictadas
137
Cantidad
120
108
100
80
60
40
29
20
0
1
Sentencias
Setencias
Con juicio oral
Sin juicio oral
Fuente: Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial (2008)
Dentro del proceso contravencional encontramos una tercera problemática que
conlleva a la ineficacia de su sanción, y es la contradicción existente entre las
normas, específicamente, entre el artículo 56 del Código Penal, que propone la
conversión de la multa en días de prisión; si esta no es cancelada, con
respecto a lo que dice la Sala Constitucional en las resoluciones número123993 del 16/07/94 y la número 1054-94 del 22/02/94, en las cuales modifica
dicho artículo y señala que no procede la detención por contravenciones al
igual que tampoco procede la conversión de la multa a días de prisión.
Acorde con lo establecido se crea un garantismo, relacionado con el principio
de proporcionalidad y la poca importancia que reciben los hechos
contravencionales, según el cual, el juez establece una multa por la
antijuricidad del hecho y la culpabilidad del actor, de modo que si se sustituye
por otra medida de mayor contenido aflictivo seria desproporcional y se
fundamenta, además, en la solvencia económica del sentenciado, pues según
la Sala, de la posición dineraria de éste, depende su libertad.
Con lo anterior, la sanción contravencional es prácticamente ineficaz, porque
no existe un mecanismo de coacción que obligue al sentenciado a cumplir con
el injusto penal, dejando impune el hecho cometido; al darse cuenta los
legisladores de la mínima
funcionalidad con la que goza el sistema
contravencional, a partir de la modificación del artículo 56, es que la misma
Sala Constitucional redacta la resolución N 2743-99 del 17/04/99, en la cual se
establece que si puede realizar la conversión de la multa por días de prisión.
En la resolución anterior, la Sala aclara que para que exista la conversión, se le
debe haber explicado al condenado en la sentencia de la aplicación de una
medida alternativa, como lo es el servicio de utilidad social, el cual le será
impuesta como sanción, si por su insolvencia económica no pudiere pagar la
26
multa, a la vez ratifica, que de no cumplir con la pena impuesta, sin
justificación alguna, deberá descontar los días en prisión.
En cuanto a ese punto anterior, los legisladores volvieron a convertir en
ineficaz e inaplicable la sanción contravencional, cuando aclara, que todos
aquellos privados de libertad, gracias a una contravención, deben ubicarse de
forma separada con los sentenciados por otros delitos, parece ser que se les
olvidó que Costa Rica no goza con cárceles contravencionales, ni con los
presupuestos necesarios para mantener en prisión a este tipo infractores.
Esta reforma a la ley, en la materia contravencional, no se aplica, porque
resulta ser muy costosa para el Estado, tanto el servicio de utilidad pública que
amerita un control por parte del órgano encargado, el cual tiene que incurrir en
gastos, que en la mayoría de los casos tiene limitados, como al Estado en
intentar mantener separados a los contraventores de los delincuentes comunes
en caso de ir a prisión.
Estos problemas en el sistema contravencional, logran un desacierto tanto en
su desarrollo y eficacia, como durante su función, y consiguen que la
población pierda el respeto y la confianza en el sistema penal y consideren que
las leyes en nuestro país no sirven, a la vez que se podría relacionar con el
aumento de la criminalidad, porque como ya se demostró existen varios
mecanismos que por la ineficacia de la sanción permiten que los hechos
queden impunes.
Según el Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder
Judicial, desde el año 2000 hasta el año 2007, se ha presentado una
disminución en la presentación de denuncias contravencionales, mostrando así
una variable que podría justificar como se ha ido deteriorando este tipo de
procesos, así se muestra en el siguiente gráfico
Gráfico Nº 3
Denuncias de casos ingresados
53.304
54.000
50.845
50.747
52.000
Cantidad
49.240
50.000
48.087
47.386 47.729
46.812
48.000
46.000
44.000
42.000
Años
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
Fuente: Departamento de Planificación, sección de estadística, del Poder Judicial (2008)
27
2007
Se muestra en el anterior gráfico una disminución en la presentación de este
tipo de denuncias, constante año a año desde el 2000 hasta el 2003, para
aumentar en el 2004 y volver a bajar durante el 2005 y el 2006, mientras que
encontramos un leve aumento para el año 2007, pero en general demuestra la
problemática que enfrenta el proceso contravencional.
IV La Sala Constitucional y el sistema contravencional.
Es importante aclarar ciertos aspectos que diferencian el antes y después de
las contravenciones, según la Sala Constitucional, por ejemplo antes de la
existencia de esta sala, el sistema contravencional tenía un problema de
estigmatización hacia ciertos sectores sociales, Sánchez (1996), menciona
que, eran sectores fácil de distinguir, porque sus miembros eran travestís,
alcohólicos y prostitutas, inclusive aquellas personas que pertenecían a clases
muy bajas dentro del estatus social.
Además de lo anterior, existían irregularidades a la hora de revisar los partes
policiales, con los cuales se realizaban las detenciones, como lo era por
ejemplo que en el espacio para describir el delito, siempre aparecía la leyenda
“posterior a definir”.
En la actualidad, con las garantías que trajo la creación de la Sala
Constitucional, es obvio que este tipo de problemas no se presentan, Guzmán
(1996), aclara, la importancia que adquiere la normativa constitucional en el
desarrollo de un proceso judicial, como por ejemplo la aplicación del artículo
33 de dicho cuerpo normativo, en el cual se establece la igualdad del hombre y
la mujer ante la ley y su relación con el artículo 37 de la misma normativa, que
establece la importancia de un indicio comprobado de haber cometido el delito
para ser detenido.
Además de lo anterior, se instaura la aplicación de los principios procesales
que debe cumplir un debido proceso, con ello, todo el sistema judicial, va
dirigido a respetar los derechos fundamentales y la dignidad del hombre, se
debe buscar la prevención y la resocializacion del imputado y garantizar los
derechos de la victima, al igual que la aplicación de una sanción proporcional a
los hechos acusados.
4.1 Reforma contravencional
La Sala Constitucional en la resolución N 2743-99 del 17/04/99, establece la
posibilidad de realizar la conversión de la sanción de multa en días de prisión,
en aquellos casos en los que el contraventor no pueda, debido a su insolvencia
económica, cancelar la misma y por ello, se le haya aplicado una pena
sustitutiva, que en materia contravencional consiste en una utilidad de servicio
público.
28
Según lo anterior para poder aplicar esta conversión, se necesita que el
condenado no haya cumplido con la pena alternativa, toda vez que no tenga
una justificante que le permita faltar a su obligación.
La anterior reforma, surge como la necesidad de modificar el artículo 56 del
código penal, el cual volvió ineficaz su sanción, cuando la misma sala
constitucional en su reforma 1239-91 del 17/07/08 y la reforma 1054-94 del
22/02/94, ratifica la prohibición de la detención en el caso de los
contraventores.
Dice la Sala Constitucional en su resolución N 1054-94 del 22/02/94:
No importa desde que punto de vista analicemos la figura de la
conversión de multa a prisión, el resultado es siempre el mismo: la
insolvencia del condenado le cuesta su libertad personal; en el caso de
las contravenciones la pena multa -sanción pecuniaria- es la que el juez
estimó como adecuada para la antijuricidad del hecho y la culpabilidad
de su actor – atendiendo al tipo del bien jurídico protegido –de modo que
sustituirla por una medida de mayor contenido aflictivo (la privación de
libertad) no tiene razón de ser. (P.15)
La reforma antepuesta, se realizó por varios aspectos que podríamos deducir
de todo lo anteriormente analizado, como lo sería revestir al sistema
contravencional de una celeridad procesal que colaboraría con la
descongestión de un despacho judicial, que posiblemente por tratarse de esta
materia, tenía mucho circulante.
También, porque la misma Sala Constitucional en la resolución N 249-93 del
16/04/93, permite al imputado renunciar de ciertas garantías procesales con la
intención que éste, no enfrente un complejo proceso y así la justicia pueda ser
pronta y cumplida.
Y además porque con la instauración de mecanismos alternativos de conflictos
dentro de los procesos judiciales, como lo es la conciliación, conseguiría que
las sentencias en materia contravencional fueran mínima.
Aclara lo anterior el Departamento de Planificación, sección de estadística, del
Poder Judicial, exclusivamente con referencia al juzgado contravencional del
segundo circuito judicial de San José, en el cual el reporte estadístico para el
movimiento ocurrido durante el año 2007, muestra que 137 resoluciones
dictadas son sentencias, mientras que 236 corresponden a conciliaciones.
A pesar de la anterior estadística, se presenta la posibilidad, que las partes no
cumplan con las disposiciones que conlleva participar en esta audiencia
conciliatoria, presentándose varias opciones como la reincidencia en la
infracción contravencional o simplemente la ineficacia de este acto procesal.
Es así como la Sala constitucional en la resolución N 2743-99 del 17/04/99,
consideró necesario, realizar una observación a la eficacia de la aplicación de
29
la pena en el caso de las contravenciones, en especial la pena de prisión,
debido a varios motivos, como lo son el incremento de personas sometidas al
sistema penitenciario que traerá esta reforma.
Dice la Sala Constitucional en la resolución N 2743-99 del 17/04/99 que:
Debe advertirse que, quienes sean privados de libertad a consecuencia de
la comisión de delitos tipificados en el libro tercero del código penal, y no
hayan sido condenados por otros delitos, deberán ser ubicados en el
sistema penitenciario en forma separada de quienes hayan sido
sentenciados por delitos tipificados en el libro segundo del mismo
código.(P.10)
Con ello consigue que la reforma se vuelva inaplicable, debido a que como ya
se mencionó, nuestro país no goza de cárceles contravencionales, para cumplir
con la disposición que exige la misma y además tampoco posee los
presupuestos necesarios para la construcción de las prisiones, y en cuanto a
la población penitenciaria ya sobre pasa los limites de residencia por lo que
aumentarlos seria ampliar los niveles de sobre población carcelaria.
El Khoury (1993), afirma que el encierro, es una institución que se comporta
como una verdadera máquina deteriorante, en la cual se lesiona la autoestima
en todas las formas imaginables, por lo que al tratarse de contravenciones, la
pena sobrepasaría los limites de la proporcionalidad, esto porque el sistema de
prisiones, según lo menciona Hernández (1983), permanece marcado de
manera permanente en la vida del sentenciado.
En cuanto a la consulta realizada a la Sala Constitucional, según la resolución
N 03303-02 del 17/03/02, sobre la constitucionalidad de convertir la multa en
días de prisión, por las consecuencias anteriormente citadas, ésta aclaró que el
sentenciado goza de la posibilidad de alegar ante el juez, las causales por las
cuales no cumplió con la pena impuesta, la cual consistía en un servicio de
utilidad pública.
Dice la Sala Constitucional en su resolución N 3303-02 del 17/03/02:
El contraventor tendrá la posibilidad de alegar ante el juez sentenciador,
de previo a la conversión de la pena en prisión, las razones de su
incumplimiento, lo cual satisface plenamente los derechos de defensa, la
imposición, no es automática, sino que se da, luego de la realización de
un juicio con todas las garantías constitucionales.(P.2)
Por lo cual se desprende, que no existe ninguna inconstitucionalidad, ni en la
sustitución, ni en la conversión de la pena, pero mantiene una problemática en
la aplicación de la sanción, la cual consiste en que permite, la conversión en
prisión, pero ubicando a los contraventores en lugares separados de los
delincuentes, a sabiendas que nuestro país no cuenta con los recursos
necesarios, para satisfacer esa exigencia.
30
Otro de los aspectos importantes de mencionar, dentro de la reforma
constitucional a las contravenciones, es que reafirma, la Sala Constitucional en
la resolución N 17790-90 del 5/12/90, que en los procesos contravencionales,
si el imputado así lo solicitare podrá contar con un patrocinio letrado, en cuyo
caso sino no tuviera los recursos económicos para pagarlo, el Estado está en la
obligación de proporcionárselo.
Como se mencionó, reconocer la culpabilidad es un aspecto fundamental en la
vida de todo ser humano, por simple que sea el delito, por lo que si lo va a
hacer, es recomendable que se haga en presencia de un profesional que le
aclare las consecuencias de dicho acto.
Según lo analizado hasta el momento y como lo menciona, El Khoury (1993),
es necesario dotar al juez de herramientas legales para que pueda optar por
sanciones que se puedan aplicar o al menos darles un seguimiento, que les de
el carácter de eficaces, porque solo de esta manera, se podría lograr que la
credibilidad en los procesos judiciales aflore, a la vez que las ciudadanía
volvería a tener confianza en el sistema contravencional y en la normativa en
general.
Para ello, también es importante como lo menciona Sánchez (1996), reconocer
que las contravenciones, buscan el sentido de verdaderos delitos, que
requieren un trato procesal lleno de garantías, no solo para la exigencia de un
debido proceso, sino para la constatación del amplio panorama de acción, de
estas figuras dentro del control social que ejerce el sistema judicial.
Estas consideraciones adquieren importancia, cuando se toma en cuenta que
la legislación contravencional es la que tiene más relación con el ciudadano
común y no es precisamente a través de las descripciones atípicas que hace
el Código, por las cuales el ciudadano interioriza la imagen que se hace del
sistema judicial, en cuanto a su funcionalidad y objetivos.
31
V Conclusiones generales
La materia Contravencional corresponde a aquellos hechos ilícitos que
acontecen con frecuencia y a simple vista de las personas que conforman el
grupo social, mantienen en estrecha relación a los ciudadanos con el poder
punitivo del Derecho Penal y claro que con la administración de la justicia.
El Proceso Contravencional es expedito; un sumario en el cual se celebra una
audiencia de conciliación, la audiencia oral y seguidamente se dicta el fallo, se
permite renunciar a ciertas garantías procesales con el fin de mantener la
celeridad del mismo y no tener que enfrentarse a un juicio oral y publico, según
lo manifiesta la Sala Constitucional en la resolución N 249-93 del 16/04/93.
Dentro del mismo existen varias irregularidades como lo son la falta de
información que reciben los usuarios acerca del ejercicio de dicho proceso, en
el cual, no se aclara por parte de las autoridades judiciales los diferentes actos,
a las sujetos que participan en él y mucho menos existe una orientación que
facilite la comprensión de cada uno de estos actos procesales que conforman
el proceso contravencional.
Lo anterior, provoca incertidumbre en dicho sistema y hace surgir un
sentimiento de incertidumbre en el usuario, quien percibe el descuido por parte
de las autoridades en darle un seguimiento al cumplimiento de la sanción,
quedando así en discrecionalidad del condenado si la cumple o no, volviéndose
de esta manera ineficaz la ejecución de la misma, por lo que en ocasiones el
delito puede quedar impune; sumado a esta problemática, encontramos una
contradicción en la ley, visible entre el artículo 56 del Código Penal que
sanciona con la conversión de la multa a días de prisión con respecto a las
manifestaciones de la Sala Constitucional, que en las resoluciones N 1239-91
del 17/07/94 y la N 1054-94 del 22/02/94, señala que no procede la
detención por contravenciones; es decir, se prohíbe la conversión de la multa
en días de prisión.
Con ello, surge otra nebulosa que atenta contra el sistema contravencional y es
la reforma de la Sala Constitucional en la resolución N 3303-02 del 7/03/02, en
la cual, pretende autorizar la conversión de la multa en pena de prisión
mientras que el condenado sea advertido de la misma y se le brinde el derecho
de defensa a oponerse a la misma, justificando el no cumplimiento de su
obligación, también aclara que de aplicarse, la prisión, el contraventor detenido
debe ubicarse aparte de los delincuentes comunes.
Se menciona además, dentro del artículo, tres sistemas especiales, que han
desarrollado una teoría de contravenciones, que las identifican como figuras de
poca importancia y confunden a nuestros legisladores, en la aplicación de sus
normativas.
32
Una de ellas, es el caso del derecho español, en el cual se observa una
potestad sancionatoria de la administración que se extralimita, en sanciones
más severas que las propias del derecho penal, otro sistema es el derecho
germano, de donde surge la teoría de las infracciones del orden, que dicen que
el tratamiento de las contravenciones, son propias del derecho administrativo y
por último el caso del derecho Italiano, que separa legislativamente a los delitos
de las contravenciones provocando resultados negativos a nivel de garantías
procesales.
Así surgen varios criterios sobre las contravenciones; desde criterios
cuantitativos hasta subjetivos, en donde es considerada la contravención como
falta de obediencia.
También es importante aclarar los elementos constitutivos de las
contravenciones que son los mismos que componen un delito, en ellas
encontramos, un acto humano, tipicidad, antijuricidad y la culpabilidad, a la vez
que participan aspectos no esenciales como la tentativa, coparticipación,
unidad y pluralidad de delitos, reincidencia, habitualidad, profesionalismo,
causas de extinción , etc.
A la vez y según lo anterior se puede concluir que las contravenciones son
estructuralmente igual a los delitos; que sus diferencias radican en aspectos
de ubicación dentro de las leyes y a los niveles de cuantificación que tienen sus
sanciones; además y claro esta, que son titulares de protección de bienes
diferentes que los delitos.
Al igual que están revestidas con los principios y garantías constitucionales que
deben acompañar un debido proceso judicial. Principios que se enumeran en
el libro preliminar de nuestro código procesal penal, abordando el de legalidad,
el de tipicidad, el de objetividad, prohibición de analogía, etc.
En cuanto a su desarrollo, como ya se mencionó, es un proceso sumario,
cuenta con mecanismos alternativos de resolución de conflictos donde su
principal figura es la conciliación, la cual podría ocasionar consecuencias
negativas por la falta de información que se recibe de ella, como seria que se
permita dejar de perseguir ciertos hechos punibles, o recibir respuestas
informales por parte del juez en el caso, de denuncias presentadas en su
competencia, ante su jurisdicción.
En general, pareciera ser que la preocupación del legislador en un proceso
contravencional es la economía procesal y la restauración del derecho objetivo,
esto pone en peligro y desventaja los derechos del ciudadano quien solo trata
de asegurar la convivencia pacifica dentro de la sociedad.
La sanción de una contravención, consiste en una multa pecuniaria la cual se
cancela en el sistema bancario nacional, específicamente en el Banco Nacional
y es recaudada por la Dirección General de Adaptación Social.
Aunque las contravenciones, actúan, solo con la puesta en peligro del bien
jurídico tutelado a diferencia del delito, que actúa por la lesión realizada al
33
bien, ocasiona también efectos jurídicos tanto a nivel individual como colectivo,
al final las contravenciones son violatorias de la administración de la justicia
como cualquier otro ilícito y merecen la misma atención.
Lo anterior porque la sociedad siempre va a reaccionar frente a las
contravenciones y las conductas que afecten directamente al grupo, por la falta
de información que se recibe y el desacierto con relación a su aplicación, al
igual que la ineficacia de la sanción y de las contradicciones en la ley, es de
importancia que las autoridades planteen propuestas y soluciones para buscar
cambios positivos y lograr así restablecer y reinstaurar una exitosa aplicación
del mismo.
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