Implicaciones del cambio de uso de suelo en la biodiversidad de los

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Investigación ambiental 2009 • 1 (1): 6-16
Implicaciones del cambio de uso de suelo
en la biodiversidad de los matorrales xerófilos:
un enfoque multiescalar
Laura Arriaga1
Resumen
En este trabajo se presentan las tendencias generales
de los ecosistemas áridos y semiáridos del norte del
país con relación a su conocimiento botánico, pérdida
de hábitat natural y fragmentación, utilizando para ello
los inventarios botánicos obtenidos para un periodo de
171 años relacionándolos espacialmente con las clases
de uso de suelo y vegetación definidas por INEGI. En
otra escala de análisis, se presenta el cambio de uso
del suelo para los matorrales de la Región del Cabo de
Baja California Sur, mediante un análisis sobre las áreas
degradadas obtenidas para el periodo 1993-2001. Se
presenta la magnitud de los cambios de uso de suelo
debido al incremento de asentamientos humanos, la
conversión agropecuaria y el incremento de las vías de
comunicación rurales; asimismo se discuten las consecuencias ecológicas de la pérdida de cobertura vegetal
en la biodiversidad y en los procesos ecosistémicos asociados a estos desiertos costeros.
Abstract
General trends of biodiversity loss, fragmentation, and
loss of natural habitats for arid and semiarid ecosystems
in northern Mexico are presented in this work. Analyses
were done based in field inventories of vascular plants
for a time interval of 171 years. Sampling efforts were
spatially correlated with INEGI´s land use and vegetation classes. At another spatial scale, land degradation
was analyzed for the desert scrubs of the Cape Region
in Baja California Sur for a time interval comprised between 1993 and 2001. Results showed that the major
land use changes for were due to an increase in human
settlements, land conversion to agriculture and cattle
raising activities, and to an increase in rural roads construction. Ecological consequences of land use changes
in biodiversity and ecosystems processes are discussed
for these coastal desert scrubs.
Palabras clave
Áreas degradadas, conocimiento botánico, fragmentación, matorral xerófilo, pérdida de biodiversidad, zonas
áridas y semiáridas.
Keywords
Degradated areas, botanical knowledge, fragmentation, biodiversity loss, arid and semiarid regions.
1Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste. Mar
Bermejo No. 195, Col. Playa Palo de Santa Rita. La Paz,
Baja California Sur. 23090, México larriaga04@cibnor.
mx.
6
Recibido: 29 de septiembre de 2008
Aceptado: 27 de enero de 2009
Los desiertos de la región Neártica se encuentran en su
mayoría en México y en el sur de Estados Unidos cubriendo aproximadamente 1.7 millones de km2 aunque
solamente 19% tiene alguna categoría de protección
(Navone y Abraham 2006). A pesar de esta gran extensión territorial, las zonas desérticas año con año se ven
seriamente afectadas por cambios en el uso del suelo,
los cuales son el resultado de actividades humanas tales
como el desarrollo de vías de comunicación y la expansión urbana, agrícola, ganadera, minera y turística. Estos
cambios en el uso del suelo irrumpen el ambiente físico
y biológico, erosionando el suelo, modificando el hábitat,
las interacciones biológicas de sus poblaciones silvestres,
el comportamiento animal y los procesos ecosistémicos;
asimismo, aceleran la introducción de especies invasoras
e incrementan la fragmentación de zonas silvestres en las
áreas cercanas a caminos y desarrollos rurales y urbanos
(Trombulak y Frissell 2000, Nellemann 2001, Arriaga et
al. 2004).
Algunos autores (Potting y Bakes 2004) han modelado la tasa de pérdida de los desiertos a nivel global
utilizando para ello los escenarios incluidos en el Reporte
Especial sobre Emisiones del Panel Intergubernamental
sobre Cambio Climático (IPCC 2000). De acuerdo con
el escenario SRES A2, estos autores estiman que las
áreas silvestres desérticas registradas a nivel global para
el 2005 disminuirán del 59% a una cobertura por debajo del 31% para el 2050 y consideran que estas pérdidas afectarán las áreas más productivas ubicadas en los
márgenes de las zonas desérticas, en tanto que las áreas
silvestres que permanecerán serán las áreas estériles con
menor biodiversidad, en donde no se pueden establecer
asentamientos humanos o en donde no es posible el desarrollo (Potting y Bakes 2004). Ante este panorama
las zonas áridas y semiáridas de México no se excluyen,
al contrario, están sujetas a las mismas amenazas que el
resto de las áreas del mundo con la desventaja a nivel nacional que su biodiversidad y sus procesos ecosistémicos
están pobremente estudiados o simplemente se desconocen para algunas regiones del país.
En este trabajo se presentan las tendencias generales
de los ecosistemas áridos del norte del país, con relación
a su conocimiento botánico, pérdida de hábitat natural
y fragmentación. En otra escala de análisis se presenta el cambio de uso del suelo para la Región del Cabo
para el periodo 1993-2001 y se discute cuáles han sido
los principales cambios de uso del suelo en la región y
las consecuencias ecológicas de la pérdida de cobertura
vegetal.
Tendencias generales de los
ecosistemas áridos del país
Conocimiento botánico
Sección: Investigación
Introducción
Tradicionalmente se ha considerado que los inventarios
biológicos, a través de la colecta de especímenes curatoriales, son la forma más generalizada para documentar
la diversidad de especies. Los herbarios albergan información curatorial sobre extensas áreas geográficas que
son de gran utilidad para describir floras regionales y para
documentar patrones biogeográficos; sin embargo, a pesar de que los inventarios son el primer paso para evaluar
la biodiversidad y se utilizan en muchos otros estudios
sobre conservación, raramente se pueden encontrar inventarios florísticos completos. En México, los botánicos
han realizado inventarios biológicos por casi dos siglos,
aunque los esfuerzos de colecta han sido muy heterogéneos y sesgados (Arriaga et al. 2005). Un ejemplo de
ello son los inventarios de campo realizados por los botánicos en la porción árida y semiárida del norte de México,
algunos de éstos documentados en las bases de datos
taxonómicas del Sistema Nacional de Información sobre
Biodiversidad (www.conabio.gob.mx), cuya representatividad a nivel estatal resulta aún muy pobre (Fig. 1). La
mayor densidad de ejemplares de herbario está documentada para las dicotiledóneas de los estados de Querétaro,
Hidalgo y Guanajuato, aunque los esfuerzos de colecta
no necesariamente son suficientes; en tanto que para los
estados de Sonora, Chihuahua, Coahuila y Zacatecas las
colectas registradas son aún más incipientes e incompletas. En virtud de que los esfuerzos de colecta no han sido
ni extensivos ni intensivos en esta región mexicana (Fig.
1), son pocas las interpretaciones e inferencias que se
pueden hacer acerca de la riqueza de especies y su distribución, así como de los patrones de biodiversidad.
Cambios de uso del suelo y pérdida de biodiversidad
A nivel global el cambio de uso de suelo es una de las
mayores amenazas a la biodiversidad. El análisis sobre
los inventarios botánicos presentado en la sección anterior ilustra este hecho a una escala nacional para las
zonas áridas y semiáridas del norte de México (Fig. 2).
Cambio de uso del suelo y pérdida de diversidad en matorrales
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Figura 1. Densidad de especímenes botánicos colectados en las zonas áridas y semiáridas del norte de México para un período de
171 años (1827-1998); incluye 96,302 registros para 10,772 especies, de acuerdo con las bases de datos taxonómicas compiladas
en el Sistema Nacional de Información sobre Biodiversidad (www.conabio.gob.mx)
Figura 2. Riqueza de especies por categorías de uso del suelo y tipos de vegetación de acuerdo con INEGI. Solamente se consideraron
las clases que presentaron más de 100 especímenes botánicos en las zonas áridas y semiáridas del norte de México para un periodo
de 171 años (1827-1998) de acuerdo con las bases de datos taxonómicas compiladas en el Sistema Nacional de Información sobre
Biodiversidad (www.conabio.gob.mx)
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Laura Arriaga
Fragmentación
A nivel global se han considerado a los cambios de
uso de suelo como una de las mayores amenazas a
la biodiversidad, ya que involucran no sólo la pérdida de cobertura vegetal sino también la disrupción de
los ecosistemas naturales en fragmentos de diversos
tamaños y por tanto, la discontinuidad y aislamiento
de su biodiversidad. Para este análisis se utilizaron
los mapas digitales de uso de suelo y vegetación obtenidos por INEGI (1973 y 2002) y se agruparon las
siguientes clases de vegetación: matorral sarcocaule,
matorral espinoso tamaulipeco, mezquital, matorral
crasicaule, sarcocrasicaule, matorral desértico micrófilo, matorral subtropical, matorral-huizachal, vegetación de dunas, matorral submontano, matorral rosetófilo costero, chaparral y matorral desértico rosetófilo.
Se identificaron todos los fragmentos con estos tipos
de vegetación y se obtuvo la relación perímetro/área
para cada fragmento, posteriormente se comparó el
porcentaje de fragmentos por categorías de tamaño
específicas entre uno y otro mapa para obtener la pérdida de fragmentos entre ambos mapas (Fig. 3). Las
mayores pérdidas de fragmentos durante ese periodo
se presentaron en las mayores clases de tamaño; prácticamente todos los fragmentos de las clases de 100,
300 y 600 m/ha se perdieron. La mayor cantidad de
fragmentos remanentes se registró en las clases pequeñas, particularmente en las comprendidas entre 5 y
25 m/ha (Fig. 3). Esto quiere decir que se están perdiendo las áreas silvestres de mayor extensión y que la
tendencia es a generar fragmentos de menor tamaño.
La fragmentación asociada a cambios de uso del suelo
en estas zonas varía entre los desiertos continentales y
los costeros, siendo ésta mayor en las zonas cercanas
a las franjas costeras del norte del país por su vocación
turística. Por otro lado, también los ecosistemas áridos y semiáridos del noreste de México (Tamaulipas
y Nuevo León) presentan alta fragmentación, la cual
también se registró en algunos estados de la altiplanicie central del país (Zacatecas, Aguascalientes,
Guanajuato, Querétaro e Hidalgo) y en algunos estados de la costa este (Colima y Jalisco).
Los resultados presentados en las tres secciones
anteriores muestran tendencias muy desalentadoras
para los ecosistemas áridos y semiáridos del norte del
país, ya que indican que no solamente es patente la falta de conocimiento sobre la diversidad florística de las
zonas áridas y semiáridas de México (Fig.1), sino que
los sitios que estuvieron mejor colectados y documentados florísticamente son actualmente zonas perturbadas por las actividades humanas (Fig. 2), de modo que
gran parte de los registros contenidos en los herbarios
no son más que registros históricos de la biodiversidad
que alguna vez se registró en esas zonas. Aunado a
ello y al bajo conocimiento de la biodiversidad de estos
ambientes, la pérdida de cobertura de los ecosistemas
desérticos es patente al considerar el alto grado de
fragmentación (Fig. 3) que se registra actualmente en
estos ecosistemas.
Cambio de uso del suelo y pérdida de diversidad en matorrales
Sección: Investigación
Al agrupar estos registros curatoriales por tipos de vegetación lo que se observa es que la mayor riqueza de
plantas vasculares se registra actualmente en hábitat
perturbados, incluyendo áreas de agricultura de temporal (3979 especies), áreas urbanas (3100 especies),
agricultura de riego (2476 especies), pastizales inducidos (1661 especies) y cultivados (787 especies), de lo
que se deduce que gran parte de estos registros contenidos en las bases de datos de los herbarios son históricos, ya que fueron colectados en áreas que actualmente
están cubiertas por hábitat perturbados y en donde gran
parte de esta biodiversidad ya se ha perdido (Fig. 2).
Las clases con vegetación natural que registran mayor
riqueza de especies son los bosques de encino (2522
especies), selva baja caducifolia (2405 especies), bosque de pino (1988 especies), bosque de pino-encino
(1924 especies), matorral submontano (1824 especies), chaparral (1562 especies) y matorral desértico
micrófilo (1525 especies). Otros tipos de vegetación
como el matorral sarcocaule, el bosque de encino-pino,
matorral desértico rosetófilo y pastizales naturales también tienen más de 1000 especies, en tanto que el resto
de clases de vegetación son menos ricas (Fig. 2). Si bien
las regiones áridas se caracterizan por tener una riqueza
de especies menor que las zonas húmedas y tropicales,
en las regiones áridas y semiáridas del norte de México
las plantas han evolucionado a un flora rica y distintiva
que presenta formas de crecimiento muy especializadas
que son generalmente únicas (Rzedowski 1992). Por
tanto, se debe dar alta prioridad al mantenimiento de
la biodiversidad en estas regiones, ya que una especie
que se pierde en una zona árida, representa un mayor
porcentaje de pérdida en biodiversidad, comparativamente con otras regiones con mayor riqueza de especies
(McNeely 2003).
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Figura 3. Porcentaje de pérdida de fragmentos de los ecosistemas áridos del país en función de su clase de tamaño (proporción
perímetro/área). El porcentaje de pérdida se estimó comparando los datos agrupados para los ecosistemas áridos (ver texto) a
partir de los mapas de INEGI (1973 y 2002).
Cambio de uso del suelo en
desiertos costeros: un estudio de
caso para la Región del Cabo
Un ejemplo sobre el cambio de uso de suelo en desiertos costeros que se ha estudiado con mayor detalle es
el correspondiente a la Región del Cabo. Esta región se
encuentra en la porción meridional del estado de Baja
California Sur, la cual debido a su aislamiento y posición
geográfica producto de procesos geológicos de millones años, cuenta con ambientes naturales únicos que
albergan especies de flora y fauna nativas y endémicas
(Arriaga y Ortega 1988; Arriaga y Rodríguez-Estrella
1997). En esta región, las diversas actividades socioeconómicas y los asentamientos humanos han provocado la
modificación de estos ambientes alterando y degradando las comunidades naturales. Las actividades de mayor
impacto espacial y temporal han sido el desmonte y la
pérdida de vegetación y suelo resultantes de actividades
productivas. En la región, estas actividades están diferenciadas geográficamente y han tenido distintos impactos en los ecosistemas naturales. En este sentido el
desarrollo urbano y turístico, los desmontes agrícolas, la
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Laura Arriaga
ganadería extensiva y la minería han sido las actividades
que más han afectado esta región. Gran parte de estas
actividades se concentran en las planicies y zonas costeras. Por ello, en esta sección se presentará una caracterización y un diagnóstico preliminar de las áreas degradadas en la Región del Cabo y se mostrará la magnitud
de la pérdida de diversidad vegetal en comunidades de
matorral sarcocaule cuando se cambia el uso del suelo
hacia pastizales inducidos, así como su efecto en algunos
procesos ecológicos.
Áreas degradadas del matorral xerófilo y
principales cambios de uso de suelo
Las áreas degradadas del matorral xerófilo se determinaron con base en las cartas digitales de uso de suelo y
vegetación obtenidas en 1993 para La Paz y San José del
Cabo, escala 1:250,000, Serie II de INEGI (2002), así
como en imágenes de satélite Landsat ETM del 2001.
Las clases de vegetación y uso de suelo que se analizaron
fueron: matorral sarcocaule, matorral desértico micrófilo, matorral sarcocrasicaule y matorral sarcocrasicaule
de neblina. Las clases de las áreas degradadas fueron las
Sección: Investigación
Figura 4. Mapa del uso de suelo y vegetación de la Región del Cabo, Baja California Sur, mostrando las áreas degradadas dentro del
área de distribución del matorral xerófilo
Simbología
Vías de comunicación
Aeropuerto
Brecha
Calle
Carretera
Terracería
Vereda
Zonas urbanas
Localidades (población total)
1-49
50-99
100-499
500-999
1 000- 1999
Más de 2 000
Tipos de matorral
Matorral desértico micrófilo
Matorral sarco-crasicaula
Matorral sarco-crasicaula de neblina
Matorral sarcocraule
Otros tipos de vegetación
Áreas degradadas (INEGI)
Área agrícola
Pastizal
Zona urbana
Área de vegetación
Áreas de crecimiento
Asentamiento humano
Parecel sin uso de suelo definido
Uso agropecuario
Vías de comunicación
contempladas por INEGI: área agrícola, pastizal, zona urbana y áreas sin vegetación aparente; adicionalmente se
incluyeron áreas de crecimiento contiguas a estas áreas
degradadas y se categorizaron en las siguientes clases:
asentamientos humanos, parcelas sin uso de suelo definido, uso agropecuario y vías de comunicación. Los
asentamientos humanos se clasificaron en urbanos, rurales e infraestructura urbana, empleando el criterio de
CONAPO sobre tamaño de la población: urbano > 2500
habitantes y rural < 2500 habitantes (Fig. 4).
Las áreas con mayor degradación en la Región del
Cabo se encuentran en los lomeríos bajos y en las planicies
y costas a lo largo de los caminos, alrededor de carreteras
o brechas, y éstas son en su mayoría zonas adyacentes
a las principales ciudades como La Paz, Cabo San Lucas
y San José del Cabo, aunque también se encuentran alrededor de los centros de población de menor densidad.
También se registra un desmonte generalizado en las zonas contiguas a las zonas agrícolas de la región. La superficie que cubrieron las áreas degradadas para el 2001 fue
de 76,262 ha (Fig. 4), siendo el matorral sarcocaule el
tipo de vegetación que registró la mayor tasa de pérdida
anual promedio (2059 ha) para un periodo de 8 años
(1993-2001), seguido por el matorral sarcocrasicaule
(1227 ha) y en mucho menor medida el sarcocrasicaule
de neblina (17 ha). Los cambios de uso de suelo que se
registraron con mayor impacto en el matorral sarcocaule
fueron tanto por el uso agropecuario (8000 ha) como
por asentamientos humanos (8000 ha), ambos cambios de uso de suelo registran la misma magnitud, seguidos por el desarrollo de vías de comunicación y brechas
(4700 ha); en tanto que en el matorral sarcocrasicaule,
el principal cambio en el uso del suelo fue el agropecuario (5050 ha), seguido de los asentamientos humanos
Cambio de uso del suelo y pérdida de diversidad en matorrales
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Investigación ambiental 2009 • 1 (1): 6-16
(3100 ha) y en menor medida por el desmonte para vías
de comunicación y brechas (1200 ha). Contrariamente,
la magnitud del cambio de uso del suelo en el matorral
sarcocrasicaule de neblina fue considerablemente menor,
ya que apenas se registraron decenas de hectáreas afectadas durante este periodo. Estos resultados muestran la
tendencia de urbanización que ha sufrido la porción sur
de la península siendo el principal desarrollo turístico costero el corredor Cabo San Lucas-San José del Cabo, manteniéndose asimismo una tendencia creciente de desarrollo y establecimiento de vías de comunicación de esta
región hacia el norte de la Región del Cabo en dirección
hacia la ciudad de La Paz (Fig. 4). A pesar de que se han
desarrollado múltiples ordenamientos ecológicos a nivel
regional, estatal y municipal, difícilmente se ha podido
ordenar el crecimiento urbano y turístico en esta región
del sur de la península. La tendencia de los últimos años
ha sido hacia el establecimiento de asentamientos humanos al sur de la ciudad de La Paz, en donde se observa
un gran número de desmontes sin uso de suelo definido,
en tanto que otras parcelas se desmontan para establecer
cultivos y pastizales inducidos. Ambos cambios de uso
de suelo, tanto el agropecuario como los asentamientos
humanos, están generando el desmonte acelerado del
matorral sarcocaule, que es el principal tipo de vegeta-
ción que cubre planicies y lomeríos bajos de la Región del
Cabo (Fig. 4).
Pérdida de biodiversidad vegetal
La principal implicación de los cambios de uso de suelo
en la Región del Cabo es la pérdida de biodiversidad vegetal. En el caso del establecimiento de asentamientos
humanos la pérdida de biodiversidad es total, mientras
que ésta es de gran magnitud a nivel de las comunidades vegetales cuando se hace la conversión hacia pastizales inducidos. En la Región del Cabo estos pastizales
se generan desmontando grandes extensiones de terreno
de manera selectiva ya que se dejan algunos árboles de
porte arbóreo o arbustivo, principalmente leguminosas,
para el sesteo del ganado y se elimina gran parte de la vegetación nativa. Casi todos los pastizales inducidos son
monoespecíficos y utilizan una especie exótica invasora,
el pasto buffel. Este pasto, Pennisetum ciliare (L.) Link,
es una especie nativa del sur de Asia y este de África, que
durante las décadas de los 30 y 40, se introdujo en Texas,
EUA y en los estados del norte de México como un forraje mejorado para cultivarse en hábitat sobre pastoreados
o bien para inducir el cultivo de nuevos pastizales (Cox
et al. 1988). Actualmente, su cultivo se ha convertido
Figura 5. Curvas de dominancia-diversidad obtenidas para parcelas de pastizal inducido y de matorral sarcocaule
en la localidad de Todos Santos, Baja California Sur (datos no publicados de Alfaro 2008).
12
Laura Arriaga
Especie
Sustrato
Tipo de
interacción
Especies
involucradas
Funciones de las Fuente
bacterias
Pachycereus pringlei
Rocas
Simbiosis
Bacterias de rizoplano y parte
interna de raíces
Stenocereus thurberi
Opuntia cholla
Ficus palmeri
Rocas
sedimentarias
Simbiosis
Bacterias de rizoplano, de parte
interna de raíces y
hongos
Comunidades
microbianas
(Klebsiella oxytoca, Pseudomonas
putida, Bacillus
subtilis, B. pumilus,
B. chitinolyticus,
Citrobacter sp.,
Staphylococcus
gallinarum,
Actinomadura
oligospora,
Actinobacter
calcoaceticus)
Mammillaria fraileana
Rocas volcánicas
Simbiosis
Comunidades
microbianas
Fouquieria columnaris
Rocas ígneas y
sedimentarias
Simbiosis
Asociación arbuscular de micorrizas
23 morfotipos de
hongos
Intemperizan rocas
Fijan N
atmosférico
Solubilizan fosfato
inorgánico transformándolo en
ortofosfato, forma
asimilable para las
plantas
Mobilizan de las
rocas minerales
útiles para el metabolismo (P, K, Mg,
Mn, Fe, Cu, Zn)
Producen
fitohormonas
Termotolerantes,
halotolerantes
y tolerantes a la
sequía
en uno de los más populares en ambos lados de la frontera debido a su gran tolerancia a la sequía y a su alta
productividad de biomasa (Martin et al. 1995; Rao et al.
1996). Dado que es una especie fácilmente adaptable,
su establecimiento no se limita al área de siembra, sino
que paulatinamente va ocupando otros espacios desplazando a muchas especies nativas (Arriaga et al. 2004).
Al comparar la diversidad vegetal entre estos ambientes
en algunas parcelas de la Región del Cabo, Alfaro (2008)
encontró que al analizar las curvas de dominancia-diversidad entre el matorral sarcocaule y el pastizal inducido,
además de la pérdida en la riqueza de especies, había una
pérdida en la calidad de las especies y la simplificación
concomitante de los parámetros estructurales de la comunidad (Fig. 5). Las especies dominantes del matorral
sarcocaule, son en su mayoría especies de porte arbóreo
como Bursera microphylla A. Gray y Cyrtocarpa edulis
(Brandegee) Standl., o bien arbustivas como Ruellia californica (Rose) I.M. Johnst., Jatropha cinerea (Ortega)
Müll. Arg. y Viguiera tomentosa A. Gray; en tanto que
en los pastizales inducidos las especies dominantes son
herbáceas perennes como el pasto buffel, o bien espe-
Puente, Li y
Bashan (2004)
Sección: Investigación
Cuadro 1. Ejemplos de la simbiosis bacteriana que se ha documentado para algunas especies del matorral xerófilo en la Península
de Baja California, México
Puente, Bashan, Li
y Lebsky (2004)
Bashan, Li,
Lebsky, Moreno
y de-Bashan
(2002)
Bashan, Khaosaad,
Salazar, Ocampo,
Wiemken,
Oehl,Vierheilg
(2007)
cies arbustivas (algunas de éstas invasoras o resistentes
a las perturbaciones) como Encelia farinosa A. Gray ex
Torr., Viguiera tomentosa, Indigofera fruticosa Rose o
Cylindropuntia cholla (F.A.C. Weber) F.M. Knuth. A pesar de que no se tienen datos de largo plazo, la pérdida de
las especies dominantes del matorral involucra también
la pérdida de las especies que mayor contribuyen a la productividad de estos ecosistemas, la cual se estima en 57
g C • m-2año-1 (Maya y Arriaga 1996) y en el secuestro
de CO2, el cual se estima entre −39 g C • x m-2 • año-1 a
−52 g C • m-2 • año-1 (Hastings et al. 2005), afectando
severamente los procesos ecosistémicos de este tipo de
matorrales.
La pérdida de las especies dominantes del matorral
sarcocaule no sólo se refleja en pérdida de diversidad de
especies vegetales de la comunidad, sino también en el
funcionamiento del ecosistema a nivel microbiológico,
ya que muchas de las especies dominantes del matorral presentan gran diversidad de bacterias que crecen
en simbiosis con sus raíces beneficiándolas con distintas
funciones, entre las que destacan la intemperización de
las rocas, la fijación de nitrógeno atmosférico, la solubiCambio de uso del suelo y pérdida de diversidad en matorrales
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Investigación ambiental 2009 • 1 (1): 6-16
Figura 6. Consecuencias ecológicas de la pérdida de cobertura vegetal resultante de los cambios en el uso del suelo del matorral
xerófilo de la Región del Cabo en Baja California Sur
Pérdida de cobertura vegetal
Cambios en la composición de las
especies
Incremento de especies indicadoras
de desertificación y malezas
exóticas y traslocadas
Simplificación estructural y pérdida
de la biodiversidad
Pérdida de especies
fijadoras de suelo
Pérdida de la funcionalidad (alteración
de los ciclos de nutrientes: carbono,
hidrógeno)
Pérdida de cortezas microbióticas
de cianobacterias
Pérdida de agregación y
estabilidad del suelo
Mayor erosión eólica
Incremento en la concentración
de polvo en la atmósfera
Tormentas de arena
Alteración del balance en radiación
lización de fosfato inorgánico haciéndolo asimilable para
las plantas, la movilización de minerales útiles para el metabolismo de las plantas y la producción de fitohormonas,
entre otras (Cuadro 1). Bajo este contexto el desmonte
de una parcela no sólo afecta la estructura y funcionamiento de la vegetación, sino que también implica grandes pérdidas a nivel microbiológico ya que al perderse las
simbiosis de las especies vegetales dominantes con las
comunidades bacterianas, se pierden también los procesos que ocurren a nivel de raíces (Cuadro 1), así como
otros procesos microbiológicos que ocurren en el suelo.
En estas comunidades existe una biodiversidad edáfica
importante de cianobacterias que se pueden encontrar
en cortezas edáficas, las cuales al activarse con la humedad, fijan nitrógeno, le dan estabilidad al suelo y reducen
la erosión (Maya et al. 2002).
El agua y el nitrógeno son los recursos limitantes más
importantes de hábitat desérticos (Gebauer y Ehleringer
2000, Ackerly 2004), de modo que si se pierde la diver14
Laura Arriaga
sidad vegetal y microbiológica se pierde gran parte de la
capacidad de fijación de nitrógeno del sistema. Por otro
lado, al perderse la cobertura vegetal, también se pierden
las cortezas microbióticas que le dan estabilidad al suelo,
incrementándose por tanto la erosión edáfica. Algunos
autores (Rosenfeld et al. 2001) han estudiado el efecto
del polvo del desierto y las tormentas de arena en las propiedades de las nubes y en la precipitación del desierto
del Sahara. Estos autores reportan que las nubes que se
forman dentro del polvo desértico contienen pocas gotas y producen poca precipitación por coalescencia de las
gotas. La reducción de la precipitación a partir de nubes
afectadas por polvo desértico produce suelos más secos,
que a su vez generan más polvo, lo que podría ocasionar
un mecanismo de retroalimentación que a la larga disminuiría aún más la precipitación. Este fenómeno podría
presentarse en la Región del Cabo, si se continúa con la
tendencia actual de desmonte y cambio de uso del suelo en los lomeríos y planicies costeras en donde se dis-
Conclusiones
Los resultados presentados en este trabajo muestran
tendencias muy desalentadoras para los ecosistemas
áridos y semiáridos del norte del país, ya que indican
que no solamente es patente la falta de conocimiento
sobre la diversidad florística de las zonas áridas y semiáridas de México, sino que los sitios que estuvieron mejor
colectados y documentados florísticamente son actualmente zonas perturbadas por las actividades humanas,
de modo que gran parte de los registros contenidos en
los herbarios no son más que registros históricos de la
biodiversidad que alguna vez se registró en esas zonas.
Aunado a ello y al bajo conocimiento de la biodiversidad
de estos ambientes, la pérdida de cobertura de los ecosistemas desérticos es patente al considerar el alto grado
de fragmentación que se registra actualmente en estos
ecosistemas.
La pérdida de biodiversidad ocurre en todos los niveles y escalas de integración ecológica a una tasa más
acelerada que la que se emplea para conocer y estudiar
la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas
áridos y semiáridos del país. Los cambios en el uso de
suelo han sido muy significativos en las últimas décadas
en los matorrales xerófilos del país y en particular en los
desiertos costeros como los de la Región del Cabo en
Baja California Sur. En estos matorrales, los cambios en el
uso del suelo han conducido a la pérdida de las especies
dominantes del matorral sarcocaule, lo cual ha significado
pérdidas en la estructura y diversidad de las comunidades
vegetales y pérdidas funcionales a nivel ecosistémico,
microbiológico, así como en los procesos involucrados en
la formación y estabilidad del suelo, promoviéndose con
ello una mayor erosión del suelo.
La falta de planeación y de políticas públicas claras,
definidas y constantes para ordenar el cambio de uso de
suelo debido al acelerado crecimiento de la Región del
Cabo durante la última década, la irrupción y el establecimiento desordenado de asentamientos humanos, así
como la conversión de parcelas con vegetación nativa
hacia parcelas con uso agropecuario en la región, han
dado lugar a un incremento en las áreas degradadas y
han empobrecido el paisaje natural de esta región. Lo
cual resulta en una contradicción, dado que es una zona
cuya principal vocación es la turística, en donde el paisaje
se vende como el principal atractivo.
Finalmente, habría que señalar que la falta de conocimiento ecológico sobre la sucesión natural y los procesos
de regeneración natural para iniciar la restauración ecológica de zonas degradadas o deforestadas es una limitante
para la rehabilitación de grandes extensiones actualmente abandonadas por problemas de salinización o por sobre pastoreo. Asimismo, las lentas tasas de crecimiento
de las especies dominantes de los matorrales xerófilos,
así como los lentos procesos de formación del suelo hacen poco atractiva la inversión en restauración de estos
sistemas desérticos. Habría que fomentar diversas líneas
de investigación en estos aspectos para tratar de revertir
un poco las tendencias de degradación ambiental que se
están registrando en los ecosistemas áridos y semiáridos
del norte de México.
Sección: Investigación
tribuye el matorral sarcocaule. La figura 6 presenta un
esquema en donde se integran estos procesos como consecuencia de la pérdida de cobertura vegetal del matorral
sarcocaule.
Agradecimientos
Quisiera agradecer a Rocío Coria, Gil Cezeña y Patricia
González Zamorano su colaboración en la elaboración
del mapa de áreas degradadas del matorral xerófilo; a
Reymundo Domínguez y Miguel Domínguez les agradezco su colaboración en el trabajo de campo. Este trabajo
fue parcialmente financiado por los proyectos SemarnatConacyt C01-43 y Conacyt 80431-U2.
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