142 VEGETACIÓN FORESTAL DE LAS CANARIAS OCCIDENTALES La madera de pino canario es de buena calidad entre las del género, ofreciendo un marcado contraste de coloración y consistencia entre la albura y el duramen: blanca amarillenta y blanda la primera, duro y pardo rojizo el último, con los radios medulares aún más oscuros. Esta madera, muy resinosa, adquiere, cuando se entea, una gran densidad y resistencia, haciéndose prácticamente incorruptible, por la impregnación de resina que, al propio tiempo que realza su bella coloración, la hace translúcida en los espesores de las tablas corrientes; por todo ello resulta hoy muy apreciada y buscada la tea de P. canariensis, a la que casi se considera en la categoría de madera preciosa (i). Los pinos que han crecido en las partes altas, bien iluminadas y relativamente frías, de las vertientes meridionales, presentan, a igualdad de edad, un duramen mucho más desarrollado y enteado que aquellos que crecieron en las umbrías, entre las nieblas, o en suelos frescos y profundos, en los que la zona de albura es muy ancha, y el duramen, mucho más claro y menos compacto. No siendo esta clase de habitación últimamente citada la que corresponde, según veremos más adelante, a la natural localización de la especie, no parece procedente considerar la madera de los pinos de tales situaciones como tipo de la ofrecida por nuestro árbol. Al llegar a este punto, creemos oportuno intercalar el estudio de la estructura leñosa y el resumen de las características físico-mecánicas de la madera capellán de las tropas conquistadoras cuando éstas, tras la solemne p a z de los Realejos, destacaron sus a v a n z a d a s hacia el antiguo reino de Bellicar. E l pino de la Virgen de los Angeles, en la Victoria de Acentejo, situado en el lugar donde Fernández de L u g o ganó la célebre batalla decisiva de la conquista; una r a m a de este pino, h o y decrépito, sostuvo mucho tiempo la c a m p a n a de la ermita que el conquistador mandó construir en aquel lugar. Contemporáneo de la conquista es también el Pino de la Virgen, de E l Paso, conservado gracias a la veneración religiosa que siempre ha inspirado. Otros pinos célebres de la isla de L a P a l m a son el " d e l C u r a " , en Mazo, y el de la V i r g e n , en P u n t a g o r d a . E n Hierro son famosos los llamados Pinos del A g u a , en Ijanique y E l Júlan. E n t r e los pinos célebres desaparecidos en tiempos más o menos recientes no debemos olvidar los que existieron en la parte alta del Valle de la O r o t a v a (Pino del Dornajito, Pino de las Meriendas, Pino de la Cara vela) y el famoso pino gigante del monte de Fasnia (donde h o y desapareció totalmente el pinar), que él solo dio todas las maderas para la construcción de la iglesia, que luego fué destruida por un incendio. T a m b i é n hablan las crónicas de que un solo pino proporcionó toda la madera para cubrir la iglesia de los Remedios, de L a L a g u n a , que tenía 8o pies de largo por 48 de ancho. (Muchos datos de los incluidos en esta nota están tomados de la interesante y amena p u b l i cación de Leoncio Rodríguez Los Arboles históricos y tradicionales de Canarias. Tenerife, 1946). (1) Con frecuencia hemos visto empleada esta madera en zócalos, balaustradas, celosías e incluso muebles para la decoración interior de edificios y mansiones señoriales de Canarias, aparte de su principal aplicación desde antiguo como madera de construcción; edificaciones que datan de dos y tres siglos mantienen en perfecto estado su armadura y viguería de pino tea, igual que las puertas y cercos exteriores que estuvieron expuestos a la intemperie sin protección alguna de pinturas o barnices. Conocemos varios casos de derribos de antiguas construcciones que han proporcionado magníficas piezas de tea, que después de centenares de años de servicio se han vendido a m u y altos precios, para darles más ostentoso empleo en lujosas edificaciones modernas.