LAS FIGURAS DEL ADVIENTO. Nos vamos a centrar en cinco “figuras” o “personajes centrales” del Adviento. 1.- María, la Madre del Señor. Nadie mejor que ella pudo entender y saber lo que era prepararse y esperar llena de esperanza el Nacimiento del Hijo. Ella es una Maestra y un Modelo para nuestro adviento. 2.- José, el compañero; el hombre que sabe, que calla y que acepta, el hombre que se prepara y que espera junto con María; el justo, el pacífico, ocho veces bienaventurado. Si María es la fe manifestada como sentimiento, José es la fe que medita y reflexiona. 3.- Juan Bautista, el mensajero, el vocero, el que anuncia: ¡qué ya está cerca Jesús! ¡qué llega lo que esperábamos! ¡qué se acaba el tiempo de la preparación y de la espera! ¡llega el Reino!. Nos reclama la vigilancia de nuestra fidelidad a la propia vocación, nos anima a ser dóciles a las llamadas que Dios hace sentir en el alma y a ser generosos en los sacrificios voluntarios. 4.- Isaías, el gran profeta de la cautividad en Babilonia; como Abraham, creyó contra toda esperanza. Es el creyente en los tiempos difíciles, en la prueba. Es el profeta que viene a decirme que siga creyendo en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (“Él sigue siendo el único Salvador posible”). 5.- El pueblo de Israel que es el pueblo de la paciencia: mil años esperando, pasando por todas las pruebas y todas las vicisitudes, y sin embargo, “¡creyendo!”: el Mesías que tiene que venir, ¡llegará!. Y Dios no los defraudó como no defraudó nunca a lo largo de su historia.