seguir con- mucha dificultad, arrastrándose y serpenteando el

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M. FAURA
Y SANS
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seguir con- m u c h a dificultad, arrastrándose y serpenteando
lS)
el
cuerpo, para p o d e r llegar á una sala m u y especial, á lo último de
la cueva, en donde precisamente se encuentra un depósito funerario, c o n los huesos c e m e n t a d o s todos por las incrustaciones
calizas, constituyendo un m u s e o natural y un gran tesoro para
las ciencias de aquella región catalana; son los restos d e los prim e r o s d e sus moradores (lám. x x v o ) .
Inútil es pretender extraer pieza alguna sin que ésta q u e d e
h e c h a añicos por la fragilidad que presenta la roca dura empas-^
tante, en la que pueden distinguirse perfectamente unos l 6 cráneos, algunas columnas vertebrales y m u c h o s h u e s o s d e las extremidades abdominales; r e c o g i m o s algunos molares y colmillos,
recubiertos de caliza incrustante, siendo de notar, q u e los molares son bastante lisos, lo cual demuestra q u e se trata de una t r i bu p o c o c a r n í v o r a .
A l S r . G i b e r t le mandé las fotografías de t o d o s los ejemplares
extraídos, y estudió de un m o d o especial la porción
craneana
(lám. x x n ) . E s t á c o m p u e s t a de los dos parietales y frontal, correspondientes á un cráneo m u y dolicocéfalo, perteneciente al tipo
de C r o - M a g n o n ó ibérico, de aquella raza que en el período neolítico o c u p ó las inmediaciones del M e d i t e r r á n e o y del A t l á n t i c o ,
llamada Silura, B e r é b e r , Ibera, B a r c a ó É u s c a r a , Mediterránea ó
A q u i t a n a , la cual es dolicocéfala, de cara ovalada y perfiles m u y
detallados, la más ortognata de las razas existentes.
P o r estos datos, relacionados con los caracteres del sílex, y
prescindiendo d e la cerámica que e n c o n t r a m o s á la entrada,
puédese atribuir, esta prehistórica c u e v a funeraria, á las p o s t r i merías magdalenienses, ó mejor, á la fase de transición ó a g i liense de Piette.
Cova Fonda (Salomó).-—La
estación prehistórica, que c r o n o l ó -
g i c a m e n t e sigue á la del Bale de las Roquetes, es la c é l e b r e Cova
Fonda
(Salomó), descubierta p o r el D r . P. T e i x i d o r en 1896 y
explorada p o r D . L u i s M . V i d a l . Muchísimos son los ejemplares
c o n s e r v a d o s en el museo del sabio g e ó l o g o ; otros, han q u e d a d o
lastimosamente e x t r a v i a d o s á la muerte del benemérito d e s c u bridor.
C u a n d o visité al D r . P. T e i x i d o r , en 1904, me enseñó, entre'
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