AESA presenta el primer plan de rendimientos del Bloque Funcional de espacio aéreo entre España y Portugal Madrid, 20 de mayo de 2014 (AESA).La Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) en cooperación con su homóloga lusa, ha presentado a los usuarios de la navegación aérea el plan de rendimientos para el segundo periodo de referencia (RP2 2015 – 2019) del Bloque Funcional del Espacio Aéreo del Suroeste (SW FAB) europeo, que está integrado por España y Portugal. En un evento realizado en la sede del Ministerio de Fomento y al que asistieron representantes de las compañías aéreas y de los gestores aeroportuarios que operan en ambos países, las autoridades aeronáuticas ibéricas presentaron su primer plan conjunto, que tiene como objetivo ser más eficaz en la gestión de los servicios de navegación aérea en el espacio aéreo conjunto incluyendo los aeropuertos de más de 70.000 movimientos anuales. Todo ello redundará en una mayor eficiencia y una mejor calidad del servicio. Las aerolíneas y los gestores aeroportuarios de ambos países presentarán ahora, tras conocer los detalles, sus comentarios a las propuestas del plan, que será aprobado antes de julio por España y Portugal y después se someterá a la evaluación del equipo técnico de la Comisión Europea que tendrá que dar un parecer favorable o proponer cambios. Este primer plan de rendimientos conjunto del Bloque Funcional hispano-portugués prevé unos objetivos de mejora en todas las áreas: coste-eficiencia, seguridad operacional, capacidad y medio ambiente. Este plan, que entraría en vigor en enero de 2015, tiene como objetivo que en 2019 los servicios de navegación aérea en el SW FAB se realicen con costes unitarios más bajos, con menos demoras, con rutas de vuelo más cortas (con el consiguiente beneficio para el medio ambiente), y asegurando que los niveles de seguridad sean todavía más altos. Además, todos estos objetivos se alcanzarían en un entorno en el que se espera que crezca el tráfico aéreo, pero con menos costes cuantitativos para los usuarios, puesto que la reducción de los retrasos y de la longitud media de las rutas se traduce asimismo en un ahorro económico para las aerolíneas. 1