MORAL DE NIETZSCHE I-Nietzsche fue un filósofo perteneciente a la Escuela de la sospecha, formada por pensadores de la segunda mitad del siglo XIX, como Freud y Marx. Todos ellos pretendían desvelar una dimensión de la conciencia humana diferente a la concepción idealista de principios de siglo. Este análisis abarca el conjunto de la cultura occidental y se lleva a cabo mediante el método de la genealogía, con el cual se pretende desvelar el origen de los conceptos y valores de la cultura occidental, y qué voluntad de poder (afirmativa o negativa) se halla en la raíz de dichos conceptos. En este contexto se sitúa su crítica de la moral, al hilo de la cual elabora su propia propuesta ética. II-Su crítica a la metafísica tradicional está relacionada con su crítica de la moral. Nietzsche dirigía su crítica ontológica hacia la división ilusoria de lo real en dos ámbitos: mundo aparente y mundo real. Esta distinción platónica acaba por contextualizar al hombre en el mundo de las ideas, ajeno a su propia vida. La moral cristiana, derivada de Platón, es el objetivo de la dura crítica ética de Nietzsche. Nietzsche hace un diagnóstico de la conciencia humana a partir de la moral cristiana, en cuyo análisis advierte los siguientes rasgos: -Es una moral de rebaño, reactiva y contraria a la vida, porque hace a los individuos dependientes. -Ha desarrollado un odio instintivo a la realidad, a la naturaleza y a sus valores, despreciando lo sensible, el cuerpo y la sensualidad, y reprimiendo las pasiones. -Ha envenenado al hombre con culpas y remordimientos prometiéndole la vida eterna si se somete a sus procedimientos. En este sentido, la moral cristiana es síntoma de nihilismo, de “decadencia”. Promete cosas que, en realidad, son nada (vida eterna, más allá, Dios). Nietzsche busca el origen de esta moral, y lo encuentra en la rebelión de los judíos contra la moral de los señores, que tiene su origen en la Grecia Clásica. La moral de los señores entró en decadencia con el pensamiento socrático-platónico y la rebelión de los judíos, dando lugar a la degradación de los valores de creación. Lo bueno es lo vulgar, mientras que lo malo es lo noble. Con la aparición del cristianismo, que es una interpretación del platonismo, se da un paso más. Se produce una interiorización de la culpa, dando lugar a la mala conciencia. En la Genealogía de la moral, Nietzsche formula una teoría de la génesis de la conciencia, que define como un instinto de crueldad refrenado en su desahogo hacia afuera y que, por ello, se ha vuelto hacia adentro. La crueldad forma parte de la esencia del hombre, pero su instinto se ha domesticado, se ha reprimido mediante una moral de esclavos. Por eso, Nietzsche dice que la conciencia es el resultado de la inhibición de los instintos. A partir de la genealogía de la moral cristiana Nietzsche realiza un diagnóstico social, en la que se basa su propuesta moral. La transvaloración de los valores morales estudiada en la rebelión judía da lugar a la moral de esclavos y la moral de señores. Según estas dos morales lo bueno puede analizarse desde dos perspectivas: -Lo bueno según la moral de señores es la afirmación de la vida, la creación de valores, el coraje, la libertad de pensamiento. -Lo bueno según la moral de esclavos es la negación de la vida, la obediencia, la sumisión, la interiorización de la culpa (el pecador cristiano). Así, la moral de señores es caballeresca, creadora y activa, porque implanta valores. Es la moral del superhombre, y es una moral que ama la muerte de Dios. La moral de esclavos es una tendencia a nivelar, su raíz está en el instinto de venganza contra toda forma de vida superior y pretende la igualdad de todos los hombres, el amor al prójimo. No es una moral creadora, no crea valores, sino que los encuentra ante sí, por ello es pasiva. Nietzsche propone una moral aristocrática, encarnada en la figura del superhombre. El superhombre representa el creador de nuevos valores capaces de expresar la plenitud de la vida, una voluntad de poder afirmativa que reconoce el tiempo, el devenir, la caducidad, el dolor y la muerte, eliminando ideas que representan la nada. El superhombre aún no ha existido, pero hay diversas prefiguraciones en las primeras obras de Nietzsche: el genio y el espíritu libre. La transición desde la pasividad nihilista hacia el hombre activo queda representada por las siguientes transformaciones: el espíritu se convierte en camello (animal cristiano), el camello se convierte en león (destrucción de los valores establecidos), y el león en niño (creación de valores). Superando el nihilismo, se entrevé la posibilidad de un modo de vida trágico, desde el punto de vista de la Grecia Clásica. III-Nietzsche plantea una moral de valores propios, que promueve el desarrollo del individuo, y en él mismo recae su evolución, negando los valores provenientes de la nada y criticando duramente la religión occidental, es decir la cristiana. Asimismo, intenta buscar una explicación a la conducta humana, cuál es la raíz de los valores del ser humano. La encuentra en la voluntad de poder como expresión de las fuerzas que actúan en el individuo, a semejanza de la interacción entre lo apolíneo y lo dionisiaco en lo real.