La UE apuesta por la diplomacia preventiva en su primera doctrina estratégica Los Quince aprobarán en diciembre un documento que fija Oriente Próximo como prioridad BOSCO ESTERUELAS Bruselas EL PAÍS | Internacional 26-11-2003 La UE tendrá dentro de tres semanas su primera doctrina de seguridad estratégica en casi medio siglo de historia. Elaborada por el equipo del Alto Representante de la UE, Javier Solana, tras la división interna por la crisis de Irak, la idea tiende a poner a Europa en un plano de equilibrio frente a EE UU, pero en estrecha alianza. "Actuando juntos, pueden ser una fuerza formidable para el bien del mundo", indica el documento, que apuesta por el multilateralismo y el protagonismo de la ONU y que será aprobado por los líderes europeos en la cumbre de Bruselas, los próximos 12 y 13 de diciembre. "La relación transatlántica es irreemplazable. Actuando juntos, la UE y EE UU pueden ser una fuerza formidable para el bien del mundo. Nuestro objetivo debería ser una relación eficaz y equilibrada con EE UU. Por esta razón también, la UE debe acrecentar sus capacidades e incrementar su coherencia", se dice en la versión inglesa del documento Una Europa segura en un mundo mejor. Se resalta en ese sentido a la OTAN como "expresión importante" de la relación euronorteamericana y se remarca que una eficaz defensa europea presupone evitar duplicidades de recursos e instrumentos con la Alianza Atlántica. La UE debe ser capaz de participar y sostener autónomamente varias operaciones militares de paz al mismo tiempo. La creación de una auténtica defensa europea continúa levantando grandes recelos por parte norteamericana. En un seminario a principios de semana en París, Solana ha abogado por el pragmatismo en las relaciones con EE UU y el comisario europeo Michel Barnier ha propuesto establecer un grupo de alto nivel bilateral para hacer un diagnóstico y buscar una estrategia común. ¿La respuesta de Washington?: "Nos preocupa una defensa europea que tenga poco que ver con un aumento de las capacidades militares y mucho con los simbolismos", en palabras de Daniel Fried, miembro del Consejo de Seguridad Nacional. El borrador de la doctrina Solana fue ya bendecido por los dirigentes de la UE el pasado junio en la cumbre de Salónica, en Grecia (véase EL PAÍS del 20 de junio) y ha sido sometido desde entonces a una serie de seminarios de reflexión, en los que se ha tenido en cuenta la voz no sólo de intelectuales europeos, sino de sujetos externos como la OTAN o Rusia. "Se ha conseguido un texto más integrador, más enriquecedor y tal vez con más matices a la luz de lo ocurrido en los últimos meses en Irak", comenta una fuente del entorno de Solana, que niega que se haya "aguado". De hecho, lo más destacado respecto al primer borrador es la matización semántica en inglés del concepto de "acción preventiva", reemplazándolo por el de "compromiso preventivo" para diferenciarlo de la controvertida doctrina de la Administración de Bush de "guerra preventiva", tan cuestionada en Europa tras la intervención militar en Irak y la, por el momento, poca exitosa fase de reconstrucción del país. En la nueva versión, presumiblemente influidos por el impacto negativo de lo ocurrido en Irak, los autores insisten en la idea de "una cultura estratégica que impulse una intervención temprana, rápida y, cuando sea necesario, robusta", fuera de las fronteras comunitarias. Pero apuestan por la "diplomacia preventiva" mediante políticas económicas, comerciales, medioambientales o de ayuda humanitaria para afrontar las raíces de los problemas y no sólo los síntomas. "Un ejemplo de esa diplomacia preventiva de los europeos está en el compromiso de Irán" de colaborar con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), según Solana. "Un gran actor" El Alto Representante de Política Exterior y Seguridad común de la Unión Europea (UE) reafirma la tesis de que la UE, y más aún con la ampliación a 25 socios, es "inevitablemente un gran actor" y "debe ser capaz de compartir la responsabilidad de lograr la seguridad mundial y de construir un mundo mejor". "Ningún país puede abordar en solitario los complejos problemas del mundo de hoy", sostiene Solana. Para la Europa de los Veinticinco, las amenazas al inicio de este siglo son el terrorismo, las armas de destrucción masiva, los denominados Estados en descomposición por corrupción, abuso de poder o instituciones débiles (los mejores ejemplos recientes están en Afganistán, Somalia y Liberia) y el crimen organizado a través de la droga o el tráfico humano. En la nueva versión se cita la amenaza que representan conflictos regionales como el de Oriente Próximo, Corea o Cachemira: "La solución del conflicto árabe-israelí es una estrategia prioritaria para Europa. Sin esto, habrá pocas posibilidades de abordar otros problemas" de la región.