LA INTERPRETACIÓN RESTRICTIVA DE LAS LEYES DE INMUNIDADES SOBERANAS EN EL DERECHO INTERNACIONAL ECONÓMICO Por Alfredo Lau-Tám Oyafuso1 L a diferencia substancial entre el escenario de la deuda corporativa y el de la deuda soberana radica en la existencia de un sistema concursal en el que se puedan apoyar los acreedores. En el plano corporativo cuando una empresa entra en un sistema concursal con el fin de reestructurar su deuda, el servicio de deuda y los litigios promovidos contra el deudor automáticamente se paralizan hasta el perfeccionamiento de un plan de reestructuración obligatorio. En cambio, en el escenario soberano no existe un sistema concursal y por ende, protección jurídica derivada para los deudores soberanos. El país deudor que no puede pagar sus deudas comerciales externas sólo tiene la alternativa de entrar en negociaciones voluntarias con sus acreedores con la finalidad de reestructurar. Las negociaciones voluntarias implican la opción y no el mandado para los acreedores de allanarse a una reestructuración, dándoles la posibilidad de demandar por el valor nominal de su acreencia impaga y, en la medida que obtengan una sentencia favorable tratar de ejecutarla. Haciendo un paréntesis, la deuda soberana según Reinhart y Rogoff 2, dos sentidos: "deuda externa" y "deuda doméstica". Estos autores señalan que la "deuda externa" es equivalente a "deuda soberana" y se puede definir como la deuda emitida por un gobierno, normalmente denominado en moneda extranjera y sujeta al imperio de leyes extranjeras y generalmente poseída por acreedores extranjeros. En cambio, según los mismos, la "deuda doméstica" es la deuda emitida por un país en su propio patrón monetario y gobernado bajo sus leyes, que es generalmente poseída por sus propios ciudadanos. En defecto de un sistema concursal, los países industrializados desarrollaron legislaciones domésticas para atraer inversiones. Estos "productos legales" son las denominados: LEYES DE INMUNIDAD SOBERANA. A nuestra opinión, la más conocida de ellas es la Ley de Inmunidad de los Estados Unidos (Foreign Sovereign Immunity Act - FSIA). 1 Bachiller en Derecho (Universidad de San Martín de Porres, 2011). 2 Carmen M. Reinhart y Kenneth S. Rogoff. This Time is Differente: Eight Centuries of Financial Folly. Princeton: Princeton University Press, 2009. La concepción de la inmunidad soberana en el derecho internacional económico ha tenido mucha influencia dentro de las relaciones internacionales y el ejercicio del poder. En la medida que las crisis de deuda externa ocurrían, los acreedores a carencia del sistema de quiebras comentado no podían recuperar sus inversiones y se veían en la necesidad de recuperar el dinero invertido de distintas maneras. Estos métodos se generaron porque los mercados no imponían mucha disciplina ni presiones a los gobiernos en suspensión de pagos (default). En ese sentido, los acreedores se veían en el menester de imponer sanciones legales o políticas a los países deudores con el fin de recobrar sus acreencias. Históricamente, exsten tres formas básicas de recuperar la deuda en el escenario soberano: (1) Presiones diplomáticas y militares. (2) Modificaciones contractuales. (3) Litigios internacionales. El cambio en la interpretación de las leyes de inmunidades soberanas -desde versión absoluta a restrictiva- tiene incidencia en el primer método: presiones militares y diplomáticas. Este sistema, durante el siglo XX, tuvo ciertos hitos a rescatar que mostraban el uso excesivo del poder y la sumisión del Derecho a éste en relación a la situación de "país militarmente más fuerte". El primer método, consistió en la actuación de los departamentos diplomáticos en representación de sus empresarios. Esto era permitido en la medida de que existía la concepción absoluta de la inmunidad soberana y por tanto los países no podían ser demandados en cortes foráneas sin su consentimiento. Es decir, sobre la base del derecho internacional público, un Estado no puede ver mermada su "dignidad" al ser llevado a la fuerza a un tribunal. Por ello, en este estadío, el derecho internacional público permitía a los países interceder legítimamente en representación de sus ciudadanos en asuntos en donde pueden ser maltratados por gobiernos extranjeros. Este postulado fue considerado a situaciones en donde el repudio de la deuda externa por parte de los países deudores era considerado un "maltrato" a los ciudadanos. Esta situación jurídica se vio reflejada durante todo el siglo XX. Podemos citar algunos casos como cuando el gobierno británico invadió Egipto. Pues Pasha Ismail, Jédive (virrey) de Egipto entre 1863 y 1879, decidió emitir bonos en Gran Bretaña y Francia para financiar grandes proyectos de infraestructura -como el Canal de Suez-, pero no pudo afrontar el cronograma de pagos correctamente durante la depresión de dicho país en el año 1873. En ese sentido, Francia e Inglaterra decidieron intervenir diplomáticamente por el maltrato a sus "ciudadanos" (los prestamistas). Empero, cuando los esfuerzos diplomáticos no surtieron esfuerzos para proteger los intereses de sus empresarios privados, los británicos enviaron su poderío militar a Egipto. Invadieron dicho país y establecieron un gobierno de facto. La intervención anglosajona permitió reestructurar la deuda egipcia en un periodo de 30 años. Otro ejemplo del ejercicio del poderío militar y diplomático en este asunto fue el caso Venezuela en el año 1902. El actor principal fue el gobierno de los Estados Unidos que buscaba interceder por sus ciudadanos. Este sucedo también involucró a los británicos y los germanos en operaciones de venta de buques de guerra. Ambos también invadieron Venezuela en satisfacción de sus ciudadanos. Estas prácticas siguieron en uso por los Estados Unidos durante este periodo en varios países. Lo que provocó la reacción jurídica internacional a través de la denominada Doctrina Drago en el año 1907 propuesta por el jurista argentino Luis Drago. Esta Doctrina sostiene que la deuda externa no legitima la intervención militar o la ocupación extranjera en los países deudores. Postulado que fue mayoritariamente aceptado en el plano internacional a medidados del siglo XX lo que produjo la revisión del absolutismo de las leyes de inmunidades soberanas para tener dicho efecto. El sustento del cambio desde la concepción absoluta hacia la restrictiva radica en que resulta absurdo que un deudor soberano extranjero si participa en conductas comerciales fuera de sus fronteras no pueda responder en juicio ante cortes extranjeras por sus comportamientos. Con lo anterior, la teoría restrictiva de las leyes de inmunidad soberana fue cimentada y a su vez dio clausura al periodo de las intervenciones militares y diplomáticas, surtiendo el cambio en el derecho internacional en ese sentido.