Informe 35/04, de 8 de julio de 2004. “Cumplimiento de un contrato y aplicación de prórrogas tácitas pactadas antes de la modificación de la Ley que las excluye”. Clasificación de los informes: 12.3. Expediente de contratación. Trámites. Cuestiones relativas a duración de los contratos, plazos, prórrogas e impuestos. 17.1. Cumplimiento, modificación, extinción y resolución. Cumplimiento. ANTECEDENTES 1. Por el Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Guareña (Badajoz) se dirige a la Secretaría de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa el siguiente escrito: "Este Excelentísimo Ayuntamiento de Guareña (Badajoz), en la actualidad tiene contratada la gestión del servicio municipal de Abastecimiento de Agua Potable con la empresa AQUAGEST SUR, S.A. (antes Explotaciones y Servicios del Agua S.A.), según contrato d e fecha 2 de enero de 1995, de 10 años de duración, terminando el mismo el 2 de enero de 2005. Próxima la cesión por parte de la Junta de Extremadura a este Ayuntamiento de la Estación Depuradora de Aguas Residuales, es intención del Ayuntamiento acometer la gestión integral del agua (prestación del servicio de abastecimiento, alcantarillado, tratamiento y depuración de aguas residuales) en un único contrato. En relación con lo anterior se solicita de esa Junta de Contratación Administrativa informe acerca de los siguientes extremos: Posibilidad de obviar, por razones de interés público, el artículo 33 del Pliego de Condiciones Económico-Administrativas que rigió en su día el concurso para la contratación de la concesión de la explotación del servicio municipal de agua potable del municipio de Guareña, que establece: "el contrato resultante de la adjudicación de este concurso tendrá una duración de 10 años, prorrogables tácitamente por los mismos periodos, si ninguna de las partes manifiesta lo contrario, de manera fehaciente, por lo menos, con un año de antelación a la fecha que deba concluir el mismo o cualquiera de sus prórrogas", teniendo en cuenta que dicha manifestación no se ha producido al día de la fecha por ninguna de las partes. Posibilidad de c onvocar nuevo concurso que incluya la gestión integral del agua a partir de enero de 2005, teniendo en cuenta: Que no se ha denunciado el contrato de abastecimiento dentro del plazo de al menos un año contemplado en el artículo 33 del pliego. Posibles responsabilidades exigibles al Ayuntamiento en caso de convocatoria de un nuevo concurso de gestión del servicio público, que integre, además del abastecimiento, el alcantarillado y tratamiento y depuración de aguas residuales, haciendo caso omiso a la prórroga tácita del contrato de abastecimiento, que según el artículo 33 del pliego ya se ha producido. Posibilidad de considerar abusiva la cláusula contenida en el arto 33 del Pliego de referencia. 2. Al anterior escrito acompaña, como se indica en el mismo, fotocopia del denominado "pliego de condiciones técnicas y económico administrativas que han de regir para contratar, mediante concurso, la concesión de la explotación del servicio municipal de abastecimiento de agua potable de Guareña y su pedanía de Torresfresneda, cuya cláusula 33, titulada "Duración del contrato”, es transcrita literalmente en el escrito de solicitud de informe. CONSIDERACIONES JURÍDICAS 1. De los términos en que aparece redactado el escrito de consulta se desprende que las cuestiones planteadas aparecen referidas a la aplicación e interpretación de la cláusula 33 del 1 pliego planteándose la posibilidad de "obviar", por razones de interés público, la prórroga tácita que en ella se prevé, y las consecuencias que podrían derivarse en caso de convocatoria de un nuevo concurso de gestión del servicio público, así como, en su caso, la posibilidad de considerar abusiva esta cláusula. 2. Por lo que respecta a la posibilidad de “obviar”, por razones de interés público, la cláusula 33 del pliego de condiciones económico -administrativas, esta cuestión ha de examinarse a la luz del propio pliego con arreglo al cual se adjudicó el contrato, del Reglamento de Servicios de las Corporaciones locales, aprobado por Decreto de 17 de junio de 1955, del Reglamento de Contratación de las Corporaciones Locales y de la Ley de Contratos del Estado, texto articulado aprobado por Decreto 923/1965, de 8 de abril, y el Reglamento General de Contratación del Estado, entonces en vigor (aunque esta última, en sus principios inspiradores no difiere sustancialmente de los de la hoy vigente Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, cuyos preceptos figuran incorporados al Texto refundido aprobado por el Real Decreto Legislativo 2/2000, de 16 de junio), normas que s e encontraban en vigor en la fecha de licitación y adjudicación del contrato y que resultan aplicable al mismo. En este sentido, hemos de tener presente, que el pliego es lex contractus y vincula tanto a la Administración como a los licitadores y al contratante. Así, esta Junta Consultiva en el informe 65/96, de 20 de marzo de 1997, manifiesta que los pliegos adquieren su relevante importancia en el contrato como ley del mismo, una vez aprobado y adjudicado el contrato al licitador seleccionado como contratista y en este sentido, como “ley del contrato” han sido reiteradamente caracterizados los pliegos por la jurisprudencia del Tribunal Supremo. Igualmente, en el informe 29/00, de 30 de octubre de 2000, se señala que el artículo 49 de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, al igual que hacía el artículo 14 de la hoy derogada Ley de Contratos del Estado caracteriza a los pliegos de cláusulas administrativas particulares como los que incluyen los pactos y condiciones definidoras de los derechos y obligaciones que asumirán las partes en el contrato y que, como expresión del principio pacta sunt servanda, básico de la contratación en general y de la contratación administrativa en particular, ha dado lugar a que, doctrinal y jurisprudencialmente, se configure a los pliegos como verdadera ley de contrato. En la actualidad, sin embargo, tras la reforma introducida en el artículo 67.1 de la Ley 13/1995, de 18 de mayo, de Contratos de las Administraciones Públicas, por la Ley 53/1999, de 28 de diciembre, por la que se modifica la citada Ley, se prohíben las prórrogas tácitas, disponiendo dicho precepto que “… Al expediente se incorporarán el pliego de cláusulas administrativas particulares y el de prescripciones técnicas particulares que hayan de regir el contrato, con precisión del plazo de duración del contrato y, cuando estuviere prevista, de su posible prórroga y alcance de la misma que, en todo caso, habrá de ser expresa, sin que pueda prorrogarse el contrato por consentimiento tácito de las partes”. En tal sentido, tal y como se puso de manifiesto recientemente por esta Junta Consultiva en su informe 24/04, de 7 de junio, “en cuanto a la posibilidad de prórrogas tácitas prohibidas por el artículo 67 de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, hay que señalar que las mismas serían admisibles conforme a la legislación anterior, pero que una vez entrada en vigor la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas y su artículo 67, deben ser rechazadas”, al resultar un contrasentido que un contrato celebrado con anterioridad a su entrada en vigor pudiese continuar produciendo su efectos indefinidamente en virtud de prórrogas tácitas. En tal contexto deben ser conciliadas las exigencias de la vigente Ley de Contratos de las Administraciones Públicas que obliga a la Administración a que las posibles prórrogas previstas en el contrato sean en todo caso expresas, con la previsión de la cláusula 33 del pliego del contrato de referencia, de tal forma que la denuncia del contrato por el Ayuntamiento fuera del plazo de al 2 menos un año contemplado en la referida cláusula 33, podrá determinar en su caso el derecho del contratista a ser indemnizado por los perjuicios que se le hayan podido irrogar. 3. Finalmente, respecto a la cuestión relativa a la posib ilidad de considerar abusiva la previsión de la cláusula 33 del pliego de referencia, la respuesta debe ser negativa toda vez que dicha cláusula, en el momento de su redacción, fue establecida, aprobada y consentida por la propia Administración concedente, por lo que no puede retractarse de un clausulado que ella misma estableció e impuso al contratista y que éste admitió al presentar su proposición. 3