EL INTERÉS DEL ACREEDOR EN LA FIGURA DE LA FRUSTRACIÓN DEL FIN DEL CONTRATO RAÚL FERNANDO ZÚÑIGA PERALTA1 Resumen: La frustración del fin del contrato es una institución jurídica aplicada por los tribunales ingleses en los famosos “casos de la coronación”. En el derecho moderno de las obligaciones, es muy importante desarrollar esta institución jurídica porque es un mecanismo que facilita la adecuación del marco jurídico en materia obligacional a la realidad económica que ordena, por lo tanto, en este trabajo resaltamos la relación entre el interés del acreedor y la frustración del fin del contrato con el intento de revalorar la importancia del fin del contrato y su aptitud para solucionar supuestos que se presentan en la realidad actual, logrando que esta solución sea justa para ambas partes. Abstract: The frustration of purpose is a legal institution developed by english courts in the famous coronation cases. In the law of obligations, it’s very important to develop this legal institution because it is a mechanism that provides a better fit from the legal framework in field of obligations to the economic reality that orders, therefore, in this paper we highlight the relationship between the interest of creditor and the frustration of purpose with the attempt to revalue the importance of the purpose of the contract and its ability to solve cases that arise in today’s reality, achieving this solution as fair to the parties. Palabras clave: Frustración del fin del contrato, interés del acreedor, fin del contrato, derecho de las obligaciones. Keywords: Frustration of the purpose, interest of creditor, purpose of the contract, law of obligation. SUMARIO: 1. INTRODUCCIÓN. 2. NOCIONES BÁSICAS. 2.1. LA FINALIDAD. 2.2. LA BASE OBJETIVA DEL NEGOCIO. 2.3. LA PÉRDIDA DE LA RAZÓN DE SER (INTERÉS DEL ACREEDOR). 3. FRUSTRACIÓN DEL FIN DEL CONTRATO E INTERÉS DEL ACREEDOR, VALORACIÓN. 4. CONCLUSIONES. 5. BIBLIOGRAFÍA. _________________________________________________________________________ 1. INTRODUCCIÓN.Teniendo en cuenta que el derecho es aquella ciencia encargada de ordenar las relaciones humanas y que son muchos los ámbitos en los que establecemos relaciones con las demás personas, las normas jurídicas y demás fuentes del derecho están inmersas en el despliegue de nuestra realidad, estableciendo un marco que la ordena. Ante una evidente evolución de las realidades sociales, debemos sostener que el derecho, que ordena realidades, debe comprender con amplitud los aspectos que caracterizan la realidad que pretende ordenar, por tal motivo, es necesario desarrollar aquellas instituciones jurídicas 1 Alumno del VII Semestre de la Facultad de derecho de la Universidad Católica San Pablo. 1 “modernas” que permiten una mejor regulación y ordenación de las relaciones intersubjetivas. El ámbito del que nos vamos a ocupar en nuestro estudio es el conjunto de relaciones económicas establecidas entre particulares2, específicamente, intentaremos desarrollar con precisión la figura de la frustración del fin del contrato y su relación con el interés del acreedor, entendiendo ambas figuras como instituciones jurídicas que mejor pueden ordenar algunos supuestos que se presentan en las relaciones económicas entre particulares actualmente. Utilizaremos un método descriptivo-valorativo para poder definir las instituciones jurídicas en cuestión y poder determinar con precisión cuál es su ámbito de aplicación y sobre todo las principales diferencias que tienen con otras instituciones jurídicas similares. Para tales fines, la estructura del presente trabajo contiene un desarrollo breve y específico de los conceptos jurídicos que componen la figura de la frustración del fin del contrato y el interés del acreedor, para posteriormente establecer una relación de interdependencia entre los mismos y finalmente hacer una valoración de ambas figuras. 2. NOCIONES BÁSICAS.Los conocidos “casos de la coronación”3, marcaron una pauta importante en el desarrollo del derecho de las obligaciones, en dicha oportunidad, el tribunal Inglés desarrolló el concepto de “frustración del fin del contrato”, un concepto novedoso y que permitió lograr una justa decisión en ambos casos de materia contractual. Si bien podemos percibir que el concepto de frustración del fin del contrato requiere una explicación extensa para poder entender sus características, en la realidad no es tan complejo si es que podemos comprender a cabalidad los términos que componen su estructura, a tal efecto, diremos que dicha institución jurídica se “configuraría cuando ‘la finalidad’, ‘el resultado práctico’, que los contratantes se propusieron conseguir con la celebración del negocio ‘pierde su razón de ser’, su sentido, como consecuencia 2 En sentido estricto, habría que entender al contrato como un mecanismo que ordena la transferencia de bienes que satisfacen necesidades humanas, al respecto se puede consultar: C. GHERSI, Contratos civiles y comerciales. ASTREA, Buenos Aires, 1998, 4ª ed., pp. 29 y ss. 3 Krell vs. Henry. Corte de Apelaciones (1903) 2 KB 740. Chandler vs. Webster. Corte de Apelaciones (1904) 1 KB 493. 2 inmediata de la ‘alteración de las circunstancias’ que definieron la base objetiva de dicho negocio.”4 Observamos del párrafo citado que es una figura que aparece en supuestos específicos, además, resaltan de la definición los elementos como la finalidad, la pérdida de la razón de ser y las circunstancias o base objetiva del negocio. Siguiendo con la metodología indicada anteriormente, corresponde dar una definición de cada uno de estos elementos para comprender el concepto de frustración del fin del contrato. 1. La finalidad.En la dogmática actual, la finalidad es un concepto que ha sido, bajo la opinión de algunos autores, desvalorado5, en gran medida por la gran cantidad de disparidades entre los diferentes tratadistas que han desarrollado el tema, confusión que se debe al desarrollo de la corriente causalista6. Dicha corriente señala que el fin del contrato estaría vinculado con el concepto de causa, entendiendo causa como la razón que genera el contrato y en esa medida, a lo que se ha dirigido dicho mecanismo de tráfico económico. De esta manera, se definieron dos acepciones del concepto de causa, la primera es el concepto de causa-fin, en este concepto, el fin del contrato sería la obligación creada, y que en última instancia depende de cada tipo de contrato, sin embargo, si admitimos que la causa es el objeto del contrato, pierde sentido diferenciarlos7 debido a que el objeto del contrato es la prestación8, otro concepto jurídico ya definido y aceptado por la academia. La segunda acepción es el concepto de causa-motivo, como el móvil que genera la creación de una relación obligacional, sin embargo, el problema con este concepto de causa es que es subjetiva a las M. ROSA REY, “Teoría de la frustración del fin del contrato”, Prudentia Iuris, N° 37, Abril 1995, p. 19. E. BENAVIDES TORRES, “Hacia una revalorización de la finalidad contractual”, en A. BULLARD Y G. FERNÁNDEZ (eds.), Derecho Civil Patrimonial, Fondo editorial PUCP, Lima, 1997, pp. 169-170. 6 Dicha corriente tiende a confundir la noción de fin del contrato con la de causa, causa-motivo, causa-fin, entre otras, se puede consultar al respecto C. GHERSI, Contratos civiles…, cit., p. 117 y ss: Hay que rescatar que Ghersi se aproxima con mucha más precisión al concepto jurídicamente relevante de fin del contrato desde una perspectiva causalista, entendiendo que habría que diferenciar entre la causa del contrato (aquel elemento externo a la estructura del contrato, sería el hecho económico y el acto voluntario que per se, es subjetivo) y la causa en el contrato (aquel elemento que si forma parte de la estructura del contrato, que posteriormente busca desarrollar). Ésta distinción permite dejar atrás el error en el que incurrían muchos causalistas cuando desarrollaban la figura. 7 Cfr. Ibídem, pp. 120-121. 8 R. FERRERO COSTA, Curso de Derecho de las Obligaciones, Grijley, Lima, 2004, pp. 23-24. 4 5 3 partes y en tal medida no necesariamente es conocida por ambas9, lo que lo hace insuficiente para ser tutelado por el derecho. Hay un aporte muy valioso de la corriente causalista que puede ser útil para comprender mejor el concepto de fin del contrato. Ghersi define una idea que puede ser perfectamente acoplada al elemento que intentamos comprender, este es, la idea de causa-función o finalidad teleológica contractual, esta idea explica que hay que tomar en cuenta que: “la importancia como antecedente para el contrato que poseen los hechos económicos como acceso e intercambio de bienes y servicios. [É]sta interrelación económica, sin embargo [r]esponde a un concepto resultante de la aplicación al campo económico de los grandes principios que rigen la interrelación de conducta entre los sujetos de derecho, por ejemplo, la buena fe. [A]hí encontramos el fundamento último de la ‘función teleológica’ que debe cumplir el contrato en la comunidad; no es posible que se efectúe de cualquier manera, debe tener principios rectores.”10 Efectivamente, como hemos señalado supra, es importante resaltar que el contrato como regulador de realidades económicas, debe conocer y adaptarse en la mayor medida posible al intercambio de bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas, por lo tanto debe presentar una fuerte interrelación con la economía para establecer aquellos principios que ordenan las relaciones jurídicas y económicas. Luego de hacer una breve referencia a los conceptos de finalidad de la corriente causalista, corresponde esbozar el concepto que, a nuestra opinión, comprende el fin del contrato como “aquella finalidad sobre la cual los contratantes decidieron apoyar los efectos del negocio concertado, hecho que la convierte en ‘finalidad común para ambas partes’, adquiriendo trascendencia jurídica desde que su función ha sid[o] determinar la base subjetiva de la relación jurídica”11. Cfr. C. GHERSI, Contratos civiles…, cit., p. 122. Ibídem, p. 121-122. 11 M. ROSA REY, “Teoría de la frustración…, cit., pp.20-21. Se puede agregar “el propósito práctico, básico o elemental que la parte acreedora aplicará a la prestación prometida por el deudor, si ese propósito es también aceptado o presupuesto por este último, elevándose a fin de todo el negocio”. V. ESPERT SANZ, La frustración del fin del contrato, Madrid, Tecnos, 1968, pp. 185 y ss, citado por A. E. FREYTES, La frustración del fin del contrato, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Vol. LII, Córdoba, 2011, 1ª ed., p. 231, nota 302. 9 10 4 Es muy importante afirmar la relevancia jurídica que tiene por naturaleza el fin del contrato, entendiendo que, en tanto relevante para el derecho, será capaz de generar consecuencias jurídicas, por lo tanto, se debe buscar eliminar el factor de subjetividad (que es per se jurídicamente irrelevante) del concepto de finalidad. Sobre este último punto, hay que hacer una última acotación, la relevancia jurídica del fin del contrato existirá siempre y cuando las dos partes acepten que un motivo personal es lo suficientemente importante como para determinar el contenido del contrato, es decir, que éste fin sea parte del acuerdo de las partes, de ambas partes12. De esta manera, a fortiori, si un motivo personal puede ser el fin del contrato, con mayor razón, aquella finalidad que por las circunstancias aparezca como determinante del contrato y que no haya necesariamente sido expresada por las partes, puede ser considerada válidamente como fin del contrato, pues la nota característica de la finalidad que no fue expresada por las partes es que puede ser conocida en virtud del principio de buena fe y los usos de los negocios, concluimos entonces que lo importante para que un hecho sea considerado como fin del contrato es la posibilidad de conocimiento y su influencia en el contenido del contrato. 2. La base objetiva del negocio.Como un elemento necesariamente relacionado al fin del contrato, aparece el concepto de la base objetiva del negocio. La relación a la que nos referimos entre ambos es una relación de dependencia por dos motivos, primero porque la base objetiva le da precisamente el carácter de posibilidad de percepción al fin del contrato cuando éste no es expresamente pactado por las partes y segundo, porque funciona como parámetro controlador de la influencia del fin en el contenido del negocio jurídico. Larenz señala que “cada contrato crea o regula determinadas relaciones entre las partes, relaciones que a su vez, son, en mayor o menor medida, una manifestación 12 Cfr. J. APARICIO, Contratos, T. II, Hammurabi, Buenos Aires, 1997-2001, p. 368 y ss, citado por A. E. FREYTES, La frustración…, cit., p. 231, nota 301. 5 de las circunstancias sociales existentes y, hasta cierto grado, las presuponen. El que concluye un contrato piensa y obra partiendo de una situación dada.”13 Entendemos entonces que aquellas circunstancias son las que sirven de sustrato o presupuesto de la relación contractual que se va a crear, y que además, son posiblemente conocidas por ambas partes. Sobre ésta base, recae la finalidad del contrato, v. gr. ‘El dueño de una fábrica de cigarros, debido al último aumento en la demanda de cigarros en la ciudad, le solicita a una empresa que fabrica maquinaria (especialista en maquinaria de cigarros) que le venda 5 máquinas muy modernas para aumentar la producción de su negocio y satisfacer así la demanda que tienen los consumidores, se llega posteriormente a un acuerdo y se establece un contrato de compra-venta.’ Del ejemplo anterior podemos extraer los dos elementos mencionados anteriormente, la base objetiva del negocio es la creciente demanda de cigarros que ocurría en la población en ese momento y la imposibilidad de la empresa productora de satisfacerla, el fin del contrato es dar abasto a la demanda de cigarros de la gente, pues evidentemente generará un aumento en las ganancias (cabe hacer la precisión, pues se puede confundir que el aumento de las ganancias puede constituir el fin del contrato, sin embargo, éste no deja de ser un motivo subjetivo y jurídicamente irrelevante pues si es que los usuarios deciden cambiar de marca, el derecho no podría declarar ineficaz el acuerdo bajo la figura de la frustración del fin del contrato). Se puede observar claramente la relación que existe entre el fin del contrato y la base objetiva del negocio, ésta es presupuesto de aquél, por lo tanto reafirmamos lo expresado supra: la base objetiva del negocio funciona como elemento controlador de la incidencia de la finalidad en el contenido del negocio. 3. La pérdida de la razón de ser (el interés del acreedor).Finalmente, tenemos que desarrollar la pérdida de la razón de ser, consecuencia de la alteración de la base objetiva del negocio. Para definirlo de otra forma, este 13 K. LARENZ, Base del negocio jurídico y cumplimiento de los contratos, Comares, Granada, 2002, p. 91. 6 elemento comprende la falta de utilidad del fin del contrato en relación al interés del acreedor. Podemos iniciar indicando que el “interés del acreedor es conseguir el objeto de la prestación y es de naturaleza determinante y absoluta, [e]s calificado jurídicamente, de forma tal que constituye un derecho”14, evidentemente, para el estudio que nos ocupa, podemos concluir válidamente indicando que el interés del acreedor es que se realice el objeto de la obligación (prestación) pues ésta tiene una utilidad a su favor, ésta utilidad se puede definir como la capacidad de la prestación para conseguir el fin del contrato. De aquella pérdida de la utilidad, encontramos aquella relevancia como elemento de la frustración del fin del contrato, pues no es razonable que alguna persona intente conseguir aquello que deja de ser útil para sí mismo15, por eso es indispensable que se mantenga desde el momento de la constitución del contrato hasta el momento de su ejecución16. 3. FRUSTRACIÓN DEL FIN DEL CONTRATO E INTERÉS DEL ACREEDOR, VALORACIÓN.Finalmente, es necesario explicar el papel del interés del acreedor en la figura de la frustración del fin del contrato, al respecto, una definición más completa de ésta institución jurídica es la de Freytes, que la explica como: “un supuesto específico de ineficacia producido a consecuencia de la variación de las circunstancias objetivas presupuestas por las partes al celebrar un contrato válido, que impide la realización del propósito práctic[o], que el acreedor aplicará a la prestación prometida por el deudor, si ese propósito es también aceptado o presupuesto por éste, 14 R. MICCIO, Delle obbligazioni in generale, en L. LEÓN HILARIO, Derecho de las Relaciones Obligatorias. Lecturas Seleccionadas y Traducidas para uso de los Estudiantes Universitarios, Jurista Editores, Lima, 2007, p. 118. 15 Cfr. P. ZATTI Y V. COLUSSI, Lineamenti di diritto privato, en L. LEÓN HILARIO, Derecho de las Relaciones Obligatorias…, cit., p. 119. En el mismo sentido, Cfr. Á. VIDAL OLIVARES, “El incumplimiento y los remedios del acreedor en la propuesta de modernización del derecho de las obligaciones y contratos español”, Revista Chilena de Derecho Privado, N° 16, Julio 2011, p. 258. 16 Cfr. F. GAZZONI, Manuale di diritto privato, en L. LEÓN HILARIO, Derecho de las Relaciones Obligatorias…, cit., p. 120. 7 provocando que aquél pierda interés en el cumplimiento del contrato al quedar desprovisto de su sentido originario.”17 (subrayado propio) Como se puede observar, es en la pérdida del interés donde radica la frustración del fin del contrato, y entender aquella relación es imprescindible, pues la ineficacia18 de aquel contrato no se da únicamente por la variación de la base objetiva del negocio19, sino que es ineficaz porque la variación es de tal magnitud que la utilidad (entendida como la aptitud de la prestación para conseguir el fin) ha desaparecido en el contrato20. De la última afirmación se puede inferir otro elemento, que la prestación debe seguir siendo posible de ser cumplida, pero hacerlo carece de sentido, no podemos hablar de imposibilidad de la prestación (al menos no en nuestro Sistema Jurídico), pues ésta acarrearía otras consecuencias como la resolución del contrato. Para una mayor comprensión, continuemos con el ejemplo del contrato de compra venta de maquinaria de cigarros. ‘El Estado, ante el aumento del consumo de cigarro en la población, emite una disposición que prohíbe el consumo de cigarros, dejando evidentemente a todos los fabricantes de cigarros sin que puedan vender más de sus productos’. Agregando éste último supuesto, observamos claramente cómo es posible de aplicación la figura de la frustración del fin del contrato. La disposición emitida por el Estado escapa de la esfera de control de las partes, por lo tanto la modificación de la base objetiva del negocio no les son imputables a las partes, más aún, en este caso, se podría hablar de una modificación imprevisible. Por lo tanto, como el fin del contrato no se podrá lograr, dado que no se puede satisfacer una demanda inexistente de cigarros; la venta de máquinas productoras de cigarros (prestación debida) no permite al dueño de la fábrica (acreedor) A. E. FREYTES, La frustración…, cit., p. 232. “Un acto de autonomía privada válido es ineficaz cuando no produce sus efectos por factores extrínsecos”. R. MORALES HERVIAS, “Inexistencia e Invalidez del Contrato en el Código Civil Peruano de 1984”, Revista Jurídica del Perú, Tomo 100, Junio 2009, p. 96. 19 Cabe mencionar que la frustración del fin del contrato no es el único supuesto que se ha regulado en el derecho moderno, el otro supuesto es el de la excesiva onerosidad de las prestaciones, regulado por el Código Civil Peruano, presupone no la pérdida de interés del acreedor sino una tutela al deudor que por las circunstancias quedaría en una eventual insolvencia, Cfr. J. DÖRR ZEGERS, “Notas acerca de la teoría de la imprevisión”, Revista Chilena de Derecho, Vol. 12, N° 2, 1985, p. 254. 20 Para ampliar sobre la relación entre el interés del acreedor y la base objetiva del negocio revisar: K. LARENZ, Base del negocio…, cit., p. 120-121. 17 18 8 satisfacer su interés, en ese momento, podemos afirmar que se frustró el fin del contrato y por lo tanto la obligación se configura como ineficaz. 4. CONCLUSIONES.1. El fin del contrato fue un elemento desvalorado debido al desarrollo de la corriente causalista, sin embargo, corresponde revalorar este elemento tomando como punto de partida la idea de que el fin del contrato es un elemento objetivo para ambas partes (aceptado expresa o implicitamente) y por lo tanto jurídicamente relevante, formando parte de la estructura del contrato, a esto se puede incorporar la definición de causa funcional aportada por la corriente causalista. 2. La base objetiva del negocio es un elemento necesario en la figura de la frustración del fin del contrato, le da la característica de perceptibilidad al fin del contrato en un determinado caso concreto y permite controlar objetivamente la razonabilidad que hay en la influencia de un determinado fin en el contenido del contrato. 3. El interés del acreedor es el elemento fundamental en la relación contractual, entendiendo que es la razón por la que dos personas se obligan entre sí, además funciona de parámetro para medir la aptitud de la prestación para cumplir con el fin del contrato. 4. La relación entre el interés del acreedor y el fin del contrato es la esencia de la figura de la frustración del fin del contrato, ante un eventual cambio de circunstancias, el fin del contrato será ineficaz solamente si es que cumplir la prestación (posible) no sea útil para el acreedor, pues no permite lograr el fin. 5. BIBLIOGRAFÍA.Doctrina BENAVIDES TORRES, E., “Hacia una revalorización de la finalidad contractual”, en A. BULLARD A. Y FERNÁNDEZ G., (eds.), Derecho Civil Patrimonial, Fondo editorial PUCP, Lima, 1997. DÖRR ZEGERS, J., “Notas acerca de la teoría de la imprevisión”, Revista Chilena de Derecho, Vol. 12, N° 2, 1985. FERRERO COSTA, R., Curso de Derecho de las Obligaciones, Grijley, Lima, 2004. FREYTES, A. E., La frustración del fin del contrato, Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, Vol. LII, Córdoba, 2011, 1ª ed. GHERSI, C., Contratos civiles y comerciales. ASTREA, Buenos Aires, 1998, 4ª ed. 9 LARENZ, K., Base del negocio jurídico y cumplimiento de los contratos, Comares, Granada, 2002. LEÓN HILARIO, L., Derecho de las Relaciones Obligatorias. Lecturas Seleccionadas y Traducidas para uso de los Estudiantes Universitarios, Jurista Editores, Lima, 2007. MORALES HERVIAS, R., “Inexistencia e Invalidez del Contrato en el Código Civil Peruano de 1984”, Revista Jurídica del Perú, Tomo 100, Junio 2009. ROSA REY, M., “Teoría de la frustración del fin del contrato”, Prudentia Iuris, N° 37, Abril 1995. VIDAL OLIVARES, Á., “El incumplimiento y los remedios del acreedor en la propuesta de modernización del derecho de las obligaciones y contratos español”, Revista Chilena de Derecho Privado, N° 16, Julio 2011. Jurisprudencia Chandler vs. Webster. Corte de Apelaciones (1904) 1 KB 493. Krell vs. Henry. Corte de Apelaciones (1903) 2 KB 740. 10