240 IWGIA – EL MUNDO INDIGENA – 2015 JAPoN Dos pueblos indígenas de Japón, los ainu y los habitantes de Okinawa, viven en las islas ubicadas en los extremos norte y sur del archipiélago del país. El territorio de los ainu se extiende desde las islas Sajalín y Kuriles (ambas actualmente en territorio ruso) hasta la parte norte del Japón actual, incluyendo la totalidad de la isla de Hokkaido. En 1869, Hokkaido fue incorporada unilateralmente al estado japonés. Aunque la mayor parte de los ainu todavía vive en Hokkaido, durante la segunda mitad del siglo XX, decenas de miles emigraron a los centros urbanos de Japón para trabajar y escapar de la discriminación predominante en la isla. Desde junio de 2008, los ainu están oficialmente reconocidos como pueblo indígena de Japón. La mayoría de las encuestas gubernamentales recientes indican que la población ainu de Hokkaido ascendía, en 2013, a 16.786 individuos y, en 2011, a 210 en el resto de Japón.1 Los okinawenses o ryūkyūanas viven en las islas Ryūkyū, que conforman la prefectura de Okinawa del Japón actual. Comprenden varios grupos de lenguas indígenas con características culturales distintas. Aunque ha habido cierta migración de pueblos indígenas japoneses a las islas, la población es en gran parte ryūkyūana. En 1879, Japón colonizó las islas Ryūkyū, pero luego de la Segunda Guerra Mundial se las cedió a los EE.UU. a cambio de su independencia. En 1972, las islas fueron reincorporadas al estado japonés y los okinawenses se convirtieron en ciudadanos japoneses, pero el ejército estadounidense continuó permaneciendo en el lugar. Hoy en día, unos 50.000 militares estadounidenses ocupan, junto con sus dependientes y contratistas civiles, 34 instalaciones militares en la isla de Okinawa. La isla es el hogar de 1.1 millones de los 1.4 millones de personas que viven en las islas Ryūkyū. El gobierno japonés votó a favor de la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (aunque no reconoce el derecho incondicional a la autodeterminación). No ha ratificado el Convenio 169 de la OIT. ASIA DEL ESTE Y ASIA DEL SURESTE 241 Los ainu Los ainu y el problema del discurso xenófobo de Japón E n 2014 saltó a la luz el creciente discurso xenófobo de Japón hacia los ainu. No sólo se han atacado las políticas que tratan de mejorar la situación socioeconómica de ese pueblo y de promover su cultura sino que los ataques se han dirigido, a 242 IWGIA – EL MUNDO INDIGENA – 2015 menudo, a los propios ainu. En septiembre, el tema atrajo la atención nacional, cuando un miembro de la alcaldía de Sapporo, en Hokkaido -la patria tradicional de los ainu- publicó en Twitter que “los ainu ya no existen”. A pesar de los pedidos de renuncia y su expulsión del Partido Democrático Liberal (PLD), continúa desempañándose en la alcaldía, utilizando los medios de comunicación para impulsar el sentimiento antiainu entre sus partidarios. Más tarde marcó como “favorito” el tweet de un partidario que exigía que los coreanos y los ainu abandonaran el país. También en la alcaldía de la Prefectura de Hokkaido, un miembro del PLD dijo, en noviembre, que el indigenismo de los ainu era “altamente cuestionable” y negó que los japoneses hubiesen infligido penurias a los ainu en el pasado. El miembro de la alcaldía, también conocido por su activa presencia en los medios de comunicación en la promoción de la causa antiainu, no enfrentó ninguna sanción por sus comentarios. Estas declaraciones han sido criticadas como “discurso xenófobo”, lo que atrajo la atención del Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial en el examen del informe periódico de Japón, en agosto. Sin embargo, en relación a sus políticas hacia los ainu, el informe del gobierno japonés enfatizó sus esfuerzos por promover la lengua y la cultura ainu. Estos hechos demuestran que los ainu enfrentan desafíos que requieren no sólo el apoyo de su lengua y su cultura, sino también el respaldo a sus derechos a la tierra y a los recursos como pueblo indígena, así como su derecho humano fundamental a la no discriminación. Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas y los restos ancestrales Mientras tanto, se observaron algunos avances positivos en la participación de los ainu en la Conferencia Mundial de los Pueblos Indígenas (CMPI). Kazushi “Yupo” Abe, vicepresidente de la Asociación Ainu de Hokkaido, participó en la conferencia como miembro oficial de la delegación del gobierno japonés, lo que constituyó la primera oportunidad en la que una persona ainu asistía como parte de la delegación a una conferencia internacional. En la misma, el gobierno japonés hizo hincapié en su intención de crear el “Espacio Simbólico para la Armonía Étnica” a tiempo para los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020, que será utilizado para restaurar el hábitat tradicional ainu, así como para consolidar y conmemorar los restos ancestrales.2 El documento final de la CMPI también parece respaldar muchos de estos esfuerzos, en particular la sección 27, que aborda el tema del “acceso y la repatriación de objetos ASIA DEL ESTE Y ASIA DEL SURESTE 243 de culto y de restos humanos”, algo que sigue siendo un punto de discusión en Japón. Mientras en junio el gobierno adoptaba oficialmente una decisión del gabinete para el establecimiento del “Espacio Simbólico” y las directrices para la repatriación de restos ancestrales ainu, éstas han sido objeto de críticas por parte de algunos activistas ainu. En primer lugar, las directrices establecidas son específicas para la “repatriación de los restos identificados”, lo que significa que se aplican sólo a 23 de los más de 1.600 que permanecen en poder de las universidades. Además, las universidades a menudo llevan un registro precario de los restos ancestrales, muchos de ellos desmembrados y donde las piezas se encuentran almacenadas por separado. Esto aumenta los obstáculos en su identificación y repatriación. De hecho, en algunos casos las universidades se niegan a repatriar los restos a las comunidades locales, citando las directrices del gobierno y afirmando que no se puede establecer la identidad en base a lo precario de sus propios registros. Algunos activistas ainu se oponen a la idea misma de la concentración de los restos ancestrales en un “Espacio Simbólico”, argumentando que deben ser devueltos a las comunidades locales. Muchos temen también que los restos sigan utilizándose para la investigación y que se aprovechará la creación del espacio para ignorar discretamente los delitos de las universidades contra los ainu, sin que deban rendir cuentas. Los activistas y líderes ainu que trabajan tanto dentro como fuera del gobierno japonés quieren, por encima de todo, que los restos ancestrales sean tratados con la dignidad que merecen los restos de los seres humanos. Los habitantes de Okinawa Continúan las Campañas de Futenma-Henoko La presencia militar estadounidense y la condescendencia del gobierno japonés en su relación con los Estados Unidos en el contexto de Okinawa, constituyen los problemas más acuciantes de los okinawenses. 2014 fue un año dominado por la larga lucha de 19 años para cerrar la estación aérea estadounidense Futenma, ubicada en el centro de la densamente poblada ciudad de Ginowan, y para impedir la construcción de un nuevo complejo militar estadounidense en Cabo Henoko -área rural cercana a la ciudad de Nago (por antecedentes, ver El Mundo Indígena 2011, 2012, 2013). Las tensiones y protestas aumentaron este año cuando el gobierno japonés estableció el inicio de las obras. 244 IWGIA – EL MUNDO INDIGENA – 2015 En julio se realizó una nueva sentada en la entrada de Camp Schwab cuando los contratistas del gobierno japonés comenzaron la construcción. Durante todo el año se congregaron decenas de miles de habitantes de Okinawa que se oponen a la construcción de la nueva base y demandan el cierre de Futenma, lo que también se vio reflejado, con una abrumadora mayoría, en las encuestas. Asimismo, la opinión popular se manifestó en la política electoral. La Asamblea de la Prefectura comenzó el año reclamando la renuncia del gobernador Nakaima Hirokazu, quien modificó su oposición original, manifestada en 2013, a la construcción de la base. A finales de año, los habitantes de Okinawa en su conjunto habían destituido a Nakaima y elegido a candidatos que se oponían a la construcción de bases, tanto para la gobernación como para los cuatro escaños de la cámara baja en la Legislatura Nacional de Japón. Los residentes de la ciudad de Nago también reeligieron como alcalde a Inamine Susumu, opositor a la base estadounidense. Con el aumento de la presión de la administración Obama, Tokio respondió en diferentes niveles. Al concentrar la construcción inicial dentro de Camp Schwab se dificultaron las protestas; por otra parte, el gobierno anunció que iba a transferir el control sobre la carretera de la prefectura en Takae a los militares estadounidenses. Los funcionarios del gobierno se negaron a reunirse con el gobernador electo Onaga Takeshi y, poco después, cortaron el 10 por ciento del presupuesto de 2015 de Okinawa. Muchos esperan la cancelación del largamente esperado tramo ferroviario norte-sur en la isla de Okinawa. A menudo, los okinawenses señalan lo que cotidianamente ocurre en las bases para explicar el compromiso inquebrantable en relación a las campañas de Futenma y Henoko, como así el amplio apoyo a la reducción de la presencia de los Estados Unidos en general. En febrero, las autoridades militares anunciaron los resultados de las pruebas de suelo luego del accidente, en 2013, de un helicóptero militar en Ginoza. Se encontraron altos niveles de plomo y arsénico, 74 y 21 veces respectivamente por encima de las normas de seguridad. Esto explica la condena oficial y popular de los nueve incidentes relacionados con el mal funcionamiento de aviones militares en 2014. Asimismo, continuaron los crímenes por parte de miembros del servicio de los Estados Unidos, tales como asaltos sexuales, allanamientos de morada, conducción alcoholizada y otros incidentes de violencia. A fin de año, el gobierno suspendió la construcción en Henoko tras una serie de tifones y luego de la gran actuación en las urnas de los candidatos que se oponen a la presencia de las bases. Se espera que la construcción se reanude en enero, pero el proyecto seguirá enfrentado a una fuerte oposición. ASIA DEL ESTE Y ASIA DEL SURESTE 245 Intervención transnacional Las estrategias transnacionales continúan, lo que refleja una falta de fe en las instituciones japonesas para resolver problemas asociados con las bases. Este año, Inamine, el alcalde de Nago, se reunió con legisladores y funcionarios en Washington. También avanzó la demanda Dugongos vs. Secretaria de Defensa de los Estados Unidos. La demanda, presentada en 2003 por una coalición de organizaciones ambientalistas okinawenses, japoneses y norteamericanas ante la Corte Federal de Distrito de los Estados Unidos, apela a la Ley Nacional de Preservación Histórica de ese país que exige que las agencias estadounidenses que operan a nivel internacional consideren los efectos de sus acciones sobre los bienes culturales oficiales de las naciones anfitrionas. La ampliación de Camp Schwab implica el relleno de una extensa zona del hábitat primario de los dugongos de Okinawa -que se encuentran en peligro de extinción- un “monumento natural” protegido bajo la Ley para la Protección de los Bienes Culturales de Japón. En abril de 2014, el Departamento de Defensa (DoD) presentó un informe ordenado por la corte que determina que la expansión de la base no tendría “ningún efecto adverso” sobre los dugongos. Los demandantes presentaron una nueva acción en julio, citando el cumplimiento inadecuado por parte del Departamento de Defensa de los requisitos de la Ley Nacional de Preservación Histórica de los Estados Unidos, así como su negativa a comunicar los estudios que fundamentan su determinación. En diciembre comenzó una nueva ronda de audiencias. La participación sostenida de los habitantes de Okinawa en el foro de las Naciones Unidas ha obligado al gobierno japonés a discutir sus derechos en el contexto de los convenios ratificados. En agosto, Keiko Itokazu se convirtió en el primer miembro del parlamento en hacer una apelación directa ante las Naciones Unidas, en una audiencia del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) y en la Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas. Hasta el momento, Tokio ha rechazado categóricamente la identidad indígena de los habitantes de Okinawa y los cargos por discriminación hacia ellos. En su informe de agosto de 2014, el CERD cuestionó la posición del gobierno japonés, citando el reconocimiento de la UNESCO de las lenguas ryūkyū y de la etnicidad y la cultura única de los okinawenses. Los representantes del gobierno respondieron que los habitantes de Okinawa “no eran objeto de ‘discriminación racial’, conforme a lo dispuesto en la Convención”, y que las islas Ryūkyūs estaban entre “las muchas islas en el archipiélago [de Japón] en las que se habían desarrollado tradiciones con características únicas”.3 246 IWGIA – EL MUNDO INDIGENA – 2015 Notas y referencias 1 Cantidades poblacionales tomadas de la encuesta de 2013 sobre el sustento de los ainu, realizada por el gobierno de la Prefectura de Hokkaido en colaboración con la Asociación Ainu (Gobierno de Hokkaido, Sección de Medioambiente y estilo de vida, 2013, consultada el 6 de enero de 2015, http://www.pref.hokkaido.lg.jp/ks/ass/ainu_living_conditions_survey.pdf). Cantidades poblacionales para el resto de Japón tomadas de la Encuesta de Medios de Vida de los ainu que habitan fuera de Hokkaido, realizada por el Consejo de la Política de Promoción de los Ainu, 2011; consultada el 6 de enero de 2015, http://www.kantei.go.jp/jp/singi/ainusuishin/dai3/siryou3_3.pdf). Muchos con ascendencia ainu no se identifican públicamente como tales debido a la discriminación y el estigma en la sociedad japonesa. Los observadores ainues estiman que la población real de personas con ascendencia ainu es de entre 100.000 y 300.000, y de 5.000 sólo en la región de Kanto. 2 Para más detalles, ver informe en El Mundo Indígena 2014. 3http://www.ohchr.org/EN/NewsEvents/Pages/DisplayNews.aspx?NewsID=14957&LangID=E#st hash.DQxguRsO.dpuf W. Lonnie Ding-Everson, autora de la sección sobre los ainu, es la fundadora de AINU PRIDE PRODUCCIONES (http://www.ainupride.com) y exprofesora de lengua ainu del programa de la Fundación para la Investigación y Promoción del Lenguaje de la Cultura Ainu, en Tokio. Kelly Dietz es la autora de la sección sobre los habitantes de Okinawa. Es profesora asistente en el Departamento de Ciencias Políticas en la Universidad de Ithaca, en Nueva York.