Fisión del uranio. Imagen tomada y modificada de: http://chemwiki.ucdavis.edu/@api/deki/files/16111/20.7.jpg El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena Carlos Velázquez Notables exiliados Los años previos al estallido de la Segunda Guerra Mundial marcaron el fin del gran impulso cuántico en Europa. Varios científicos oscilaron entre el alejamiento de la política y una débil expresión de sus opiniones respecto al nazismo, pero muchos de ellos emigraron una vez que sintieron los rigores de este sistema discriminatorio y racista. El caso de Schrödinger, el padre de la interpretación ondulatoria de la mecánica cuántica, es muy ilustrativo, ya que en algún momento antes del conflicto llegó a hacer declaraciones que contenían la aceptación de un resignado apoyo al nazismo. Pero cuando en 1938 Alemania tomó Austria, Schrödinger tomó su mochila e hizo un viaje a pie hasta Roma, burlando las patrullas fronterizas. Cuando por fin llegó lo ayudó Enrico Fermi a proseguir su fuga. Fermi mismo decidió que había llegado el tiempo de emigrar y en diciembre de 1938, con el pretexto de recibir el premio Nobel El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 1 en Suecia, salió de Italia y luego de la ceremonia partió con rumbo a los Estados Unidos. El núcleo atómico y el inicio de la carrera por la bomba Lo que narro a continuación es una historia que tuvo consecuencias de largo alcance, pero que también significó uno de los capítulos más notables de la historia de la física, en él hubo una combinación a partes iguales de física, química, ingeniería, negocios, política y secreto militar que dio lugar a uno de los desarrollos más polémicos hasta ahora: la bomba atómica. Desde hacía tiempo se sabía que en principio era posible desatar una gran cantidad de energía fisionando, o sea rompiendo núcleos de elementos pesados y transformándolos en núcleos más pequeños. Esto se debe a que la masa del núcleo padre es mayor que la suma de las masas de los núcleos producidos o hijos; la masa faltante se convierte íntegramente en energía de acuerdo con la famosa fórmula de Einstein 𝐸 = 𝑚𝑐 2 . El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 2 Figura 1. Niels Bohr, Enrico Fermi, Edward Teller, Hans Bethe, John von Neumann y Erwin Schrödinger fueron algunos de los notables exiliados europeos. Varios de ellos terminaron trabajando en el proyecto que originó la primera arma nuclear. Imágenes tomadas de: http://www.nbi.ku.dk/instituttet/billeder_af_niels_bohr/1.jpg https://amigasdelmisterio.files.wordpress.com/2011/01/fermi.jpg http://es.wikipedia.org/wiki/Edward_Teller http://es.wikipedia.org/wiki/Hans_Bethe http://es.wikipedia.org/wiki/John_von_Neumann http://es.wikipedia.org/wiki/Erwin_Schr%C3%B6dinger Sin embargo, la realización concreta de este proyecto encerraba muchas complejidades, por ejemplo, encontrar un elemento apropiado para la fisión, optimizar la geometría para garantizar la reacción en cadena, reducir la velocidad de los neutrones producidos por los elementos fisionados, ya que los neutrones lentos son mejores para interactuar con El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 3 los núcleos, entre otras dificultades. De hecho eran tantos los retos por vencer que entre 1939 y 1940 la mayor parte de la comunidad científica en EU no creía que fuera posible la creación de la bomba, y esta opinión era compartida por la mayor parte de los dirigentes del país. Por un tiempo, los científicos llegados de Europa, que tenían los conocimientos necesarios para desarrollar estos proyectos, permanecieron aislados y se mantuvieron en un bajo perfil, pero al ver cómo se desarrollaba la guerra y tomaba tintes cada vez más dramáticos, empezaron a redoblar esfuerzos para tratar de hacer factible la construcción de la bomba. Mientras tanto, el gobierno sólo les seguía dando tibios financiamientos cada vez que señalaban a los políticos y a la opinión pública la necesidad de construir esta arma. La perspicacia viene de Hungría Si hay una persona entre todos los científicos llegados de Europa a Estados Unidos a la que se debe poner atención para comprender el nacimiento del proyecto nuclear es a un joven judío nacido en Hungría en 1898, Leó Szilárd. Mostró interés en la física desde los 13 años, aunque por varias razones no pudo dedicarse por completo a su estudio sino hasta que entró a la Universidad de Berlín en 1921, donde estudió bajo la dirección de Max von Laue. A partir de ese tiempo Szilard comenzó a introducirse cada vez más en el mundo de la física y fue afortunado ya que además de poseer una gran capacidad científica y una gran inventiva, tenía habilidades sociales que le posibilitaron trabajar con las mentes más brillantes y notables de la época, por ejemplo Albert Einstein, y él mismo solicitó varias patentes por invenciones originales. Sin embargo, el año clave para Szilárd fue 1933, cuando el partido nazi llegó al poder en Alemania; él comprendió al instante lo que esto significaría y decidió que era el momento de abandonar el país. De hecho tuvo que evadir la vigilancia policial para finalmente arribar a Inglaterra, donde permanecería hasta 1938. Sin embargo en 1933 aún le deparaba El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 4 otra sorpresa: ya estando en Inglaterra comenzó a frecuentar el círculo de los físicos y así supo sobre las investigaciones que se estaban haciendo. En esa época Rutherford era aún la cabeza visible de la investigación nuclear en Inglaterra. Figura 2. Szilard fue el primero que concibió la posibilidad de producir una reacción en cadena utilizando para ello núcleos pesados que se romperían –-fisionarían-- al ser golpeados por neutrones. Imágenes tomadas de: http://www.atomicarchive.com/Images/bio/B56.jpg http://wps.prenhall.com/wps/media/objects/476/488316/Instructor_Resources/Chapter_17/ FG17_10.JPG Un día, en los últimos meses de 1933, mientras Szilard esperaba que la señal de tránsito le diera el paso a los peatones, se detuvo a meditar sobre una frase escrita por Rutherford en un artículo para The Times, donde afirmaba que aunque al bombardear elementos con radiación alfa se solía obtener una mayor cantidad de energía, sería imposible esperar que este método pudiera ser utilizado como una fuente de generación de energía a gran escala. Szilard intuía que en el fondo no había ninguna objeción para poder obtener energía de esta manera, pero comprendía que Rutherford no hablaba a la ligera y daba argumentos certeros. De pronto, Szilard se preguntó por qué no sería posible que existiera una reacción nuclear en la que al proporcionar un solo neutrón se obtuvieran como uno El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 5 de los subproductos un par de neutrones. Si esto era posible, entonces se podían utilizar estos dos nuevos neutrones libres para propiciar nuevamente la reacción original, pero ahora dos veces, de modo que en este nuevo paso se obtuvieran 4 neutrones libres para propiciar la reacción nuclear inicial 4 veces, y luego 8, y luego 16… Esta replicación cada vez mayor de la reacción original es lo que se conoce como reacción en cadena. Como en cada paso vamos obteniendo más y más energía, cuando sumamos la contribución de todos los pasos tenemos que el total de energía liberada es increíblemente grande. Szilard había dado con la idea principal detrás del funcionamiento de la bomba atómica. Con su espíritu práctico, Szilard solicitó de inmediato una patente al gobierno inglés para tener la primicia sobre el uso de este proceso aún hipotético y a partir de ese momento se dedicó de manera apasionada a buscar la forma de volver este sueño realidad. Finalmente en 1938 aceptó una invitación para continuar sus investigaciones en la Universidad de Columbia, en Manhattan, Estados Unidos. La pila de Chicago Aunque Fermi siempre trató de que su trabajo científico y su postura política no se mezclaran, sus contribuciones al desarrollo de la física nuclear tendrían profundas consecuencias políticas (para saber más sobre Fermi, te recomiendo leer "La Regla de Oro: química y cuántica" aquí en Cienciorama). Esto fue especialmente cierto después de que se incorporó a los equipos de científicos europeos en los Estados Unidos, que habían decidido unir sus esfuerzos para llegar a la tan esperada reacción nuclear en cadena. Fue en este espacio donde surgieron muchas de las ideas que después serían fundamentales para la creación de la bomba, por ejemplo, cambiar el material frenador de los neutrones –moderador– de hidrógeno a grafito. Las investigaciones con grafito fueron uno de los tantos trabajos que terminaron marcando una forma completamente sui generis del trabajo de Fermi, ya que al tener que manipular toneladas de este material, los El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 6 físicos de más alto nivel del país se encontraban siempre tan sucios y extenuados como cualquier minero. Fermi también sugirió que el uranio debía agruparse en terrones para evitar el efecto de absorción indeseada de neutrones. Sin embargo, estaba claro que sin una mayor intervención del gobierno, en forma de financiamiento y facilidades para la investigación, de poco podrían servir sus esfuerzos. Figura 3. Imagen en la que vemos a Einstein y a Szilard detallando la carta que dirigirían a Roosevelt. Imagen tomada de: http://inventor.hu/aktualis/ezred.2.jpg Se hicieron varios intentos para obtener recursos, pero uno de los gestos políticos que quedaron grabados de esta historia fue la carta que Einstein dirigió al presidente de los EU el 2 de agosto de 1939 advirtiendo de la posibilidad de la creación de la bomba atómica y del peligro de que Alemania pudiera crearla. Sin embargo, aunque el remitente fue solamente Einstein, fue Szilard quien tuvo la iniciativa de proponer la carta y también El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 7 participó en su redacción (es una ironía que el arma en manos de EU haya sido uno de los hechos más peligrosos en el siglo XX). Los financiamientos no fueron inmediatos pero fueron creciendo, y finalmente, días antes de que Japón lanzara su ataque sobre Pearl Harbor, el gobierno decidió tomar en sus manos el proyecto del desarrollo de la bomba atómica, y entre otras cosas, se decidió trasladar la investigación que se estaba haciendo en Universidad de Columbia a la Universidad de Chicago. Figura 4. La pila de fisión de Chicago. Éste fue el primer dispositivo capaz de extraer energía de un proceso nuclear. Consistía principalmente de esferas de uranio contenidas dentro de capas de grafito y algunas barras de cadmio y con su puesta en marcha el 2 de diciembre de 1942 se inauguró la época nuclear. Imágenes tomadas de: http://1.bp.blogspot.com/_QkpE5TOo5do/TOA1WO5KkhI/AAAAAAAADGw/K6bmT58YtN0/s40 0/pila_chicago_1.jpg https://flagellum.files.wordpress.com/2013/06/uranium-atom-split-splitting-fission-fisionnuclear-barium-krypton.jpg El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 8 El carácter secreto de la investigación y el hecho de que Fermi y Szilard pertenecieran a países enemigos de Estados Unidos hicieron que el cambio de sede de la investigación les fuera muy inconveniente, ya que tenían que moverse con las restricciones de extranjeros sospechosos. Éste fue sólo uno de los nuevos matices que adquiriría esta empresa completamente nueva. En Chicago los trabajos continuaron con mayor intensidad y con el objetivo claro de crear una pila de uranio (ver figura 4) capaz de llegar a la masa crítica necesaria para sostener la reacción en cadena. La reacción en cadena no significaba que la pila fuera a estallar, sino que una vez puestas todas las piezas en su lugar, el número de neutrones producidos crecería de manera exponencial y la temperatura comenzaría a aumentar. La pila tenía el nombre de Chicago Pile Number One, o CP-1, y consistía de 40,000 bloques de grafito que encerraban 19,000 piezas de uranio metálico y de óxidos de uranio como combustible, además de algunas barras de cadmio colocadas de manera apropiada para absorber neutrones y apagar la pila en caso necesario. Finalmente, el 2 de diciembre de 1942 se hizo la prueba que inauguró la era de la energía atómica, y la primera reacción nuclear autosostenida de la historia fue puesta en marcha. El primer objetivo para la creación de la bomba atómica se había logrado. El proyecto Manhattan y los Álamos Desde el verano de 1942 se hizo evidente que aunque en Chicago se tuviera éxito con la pila de uranio, el desarrollo de la bomba requeriría un esfuerzo mucho más grande y que no sería posible albergarlo en ninguna universidad si se quería que continuara en secreto. Ante la necesidad de tener un control estricto, se experimentó con una forma de administración hasta entonces jamás llevada a cabo: reunir en un nuevo lugar al mejor equipo de físicos, químicos e ingenieros del país, pero bajo el mando y la administración rigurosa del ejército de los EU. Esta extraña combinación El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 9 dio lugar a muchas dificultades y malentendidos, ya que las fuerzas armadas estaban --y siguen estando-- más habituadas al mando vertical y al cumplimiento de órdenes precisas que al desarrollo del conocimiento y a la creación de tecnologías. De hecho fue una experiencia por la que pocos ejércitos del mundo han pasado, y podemos decir que el ejército de EU, al paso de los años, se ha vuelto uno de los principales soportes del desarrollo de la ciencia con aplicaciones bélicas a corto y mediano plazo, Dentro de estos desarrollos podemos ver sistemas de comunicación, de procesamiento de y almacenamiento de datos, de interconexión y detección, entre otros. Aquí surgen nombres de personajes que fueron clave para el desarrollo del proyecto, entre ellos Robert Oppenheimer, quien se volvió célebre por haber sido el director del proyecto que finalizó la construcción de la primera bomba atómica, el proyecto Manhattan (puedes leer más sobre Oppenheimer y el proyecto Manhattan en la extensa bibliografía que se ha escrito sobre el tema) que tendría sus cuarteles en un rancho lejano de Nuevo México llamado Los Álamos. A Oppenheimer lo nombró el general Grooves, encargado de todo el proyecto. El grupo de los Álamos fue completamente multidisciplinario, y muchos hombres de ciencia notables estuvieron en él, entre ellos podemos nombrar a E. U. Condon, I. I. Rabi, H. A. Bethe, R. F. Bacher, y por supuesto a Fermi y Szilard. Algunos de los trabajos emprendidos en Los Álamos, aparte del desarrollo de la bomba de fisión, fueron el estudio teórico y práctico para el desarrollo de una bomba de hidrógeno, la construcción de un reactor nuclear homogéneo, la separación de los isótopos del uranio, y el desarrollo de una bomba basada en plutonio. La historia del grupo en Los Álamos es amplia y extensa, y no es el momento de describirla en detalle, pero no está de más sumergirse en la extensa literatura del caso, que nos enseñará bastante y nos mostrará muchas de las formas y caminos que ha seguido la investigación científica en general, particularmente la física, a lo largo de la segunda mitad del El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 10 siglo XX. El grupo de los Álamos se disolvió poco tiempo después de terminada la Segunda Guerra Mundial. Trinity, 15 de julio de 1945, 5:30 a.m. Trinity fue el nombre de la primera prueba atómica el 15 de julio de 1945 a las 5:30 a.m. A continuación un pequeño extracto del testimonio de uno de los participantes en el trabajo en Los Álamos que nos puede transportar, aunque sea de manera fugaz, a ese momento: "Lo más impresionante fue la luz abrumadoramente brillante. Yo ya había visto en condiciones similares la explosión de una gran cantidad --cien toneladas- de explosivo normal, en la prueba de abril, pero me quedé atónito con este espectáculo. Vimos cómo se iluminaba el cielo con una increíble claridad, a pesar de los anteojos oscuros que llevábamos." Lo que vino después es la historia. Hiroshima, Nagasaki, y más de 1,500 pruebas nucleares en todo el mundo. Ésta es una historia por descubrir, dentro de las que está la bomba más potente jamás fabricada por el ser humano, la Tsar-Bomba, detonada por la Unión Soviética en Nueva Zembla, y también una prueba nuclear que nadie sabe quién hizo, conocida como el Incidente Vela. La era nuclear ha tenido muchas fechas importantes y siempre estará más allá de nuestra cabal capacidad de comprensión. Las energías liberadas en los fenómenos nucleares son tales que nada en nuestra experiencia diaria nos prepara para comprenderlo, y aun los físicos o los expertos en explosivos saben que es algo para lo que es imposible prepararse. El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 11 Trinity fue el nombre de la primera prueba nuclear en la historia. Con su detonación se abrió una de las épocas más delicadas de la historia de la humanidad, una época de la que somos parte. Imágenes tomadas de: http://abomb1.org/images/trinit2b.jpg http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/3/35/Trinity_Site_Obelisk_National_Historic_ Landmark.jpg Bueno, por ahora esto es todo, traté de presentarte los puntos esenciales que llevaron al surgimiento de la era nuclear, de la cual, nos guste o no, formamos parte. Por último, puedo decirte que Fermi pudo calcular la potencia de la bomba detonada en Nuevo México utilizando tan sólo unos pedazos de papel y viendo cuánto se alejaban a medida que llegaba la onda sonora de choque producida por la explosión de la bomba. El método fue ingenioso y le dio un resultado muy parecido al de las mediciones que se hicieron después y que tardaron varias semanas en hacerse. En esencia Fermi sabía que entre mayor fuera el poder de la explosión, mayor sería la potencia de la onda de sonido, y por lo tanto mayor sería la distancia que se alejarían los papelitos. La genialidad de Fermi consistió en darse una idea da cuál era la relación matemática precisa entre la distancia recorrida por lo papelitos y la potencia de la explosión. Aprovecho para expresar mi desacuerdo con la existencia del armamento nuclear, y también para decir que ésta y otras historias hay El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 12 que saberlas, y para poder encontrarlas hay que mantener los ojos bien abiertos y hacer un montón de preguntas impertinentes. Hasta mi próxima contribución. Bibliografía Laura Fermi, Átomos en la Familia. Mi vida con Enrico Fermi. Editorial Marfil, España, 1956. Emilio Segrè. Enrico Fermi., Conacyt, 1982. Milorad Mladjenovic. The history of early nuclear physics (1896- 1931), Singapore, World Scientific, Singapur, 1992. Alex Keller. The infancy of atomic physics: Hercules in his cradle., Clarendon Press, Oxford, 1983. Puedes hilar la historia contenida en este artículo con estos otros en Cienciorama: Carlos Velázquez. “Hacia la Regla de Oro: química y radiación“ Carlos Velázquez, “El Experimento de la Hoja de Oro” El Proyecto Manhattan y la reacción en cadena / CIENCIORAMA 13