VIOLENCIA DE GÉNERO EN SITUACIÓN DE CONFLICTO O POST CONFLICTO ¿Qué es la violencia de género en situación de conflicto o post conflicto? Tal y como señala el Comité sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, los conflictos agravan las desigualdades existentes entre los géneros y el riesgo de las mujeres de ser víctimas de distintas formas de violencia por razón de género por parte de agentes estatales y no estatales. Para la mayoría de las mujeres en entornos posteriores a conflictos, la violencia no termina con el alto el fuego oficial o la firma del acuerdo de paz y suele aumentar en las situaciones posteriores a conflictos. Amnistía Internacional indica que algunas mujeres pueden correr un peligro especial en situaciones de conflicto debido a su posición social, edad, estado civil o a otros factores. Las mujeres pueden pertenecer a más de una de estas categorías, y correr, así, un riesgo aún mayor de sufrir violencia. En las situaciones de conflicto, las mujeres pueden sufrir daños a manos de un amplio abanico de personas, como agentes estatales, miembros de grupos armados y ciudadanos particulares1. Tal y como señala la Resolución 1325 (2000), la población civil, en especial mujeres y menores de edad, son quienes sufren más las consecuencias de los conflictos armados, incluso entre las personas refugiadas y desplazadas internas. Asimismo, está aumentando los ataques que reciben por parte de combatientes y otros elementos armados, sin embargo no se les suele dar participación a la hora de negociar la paz y las medidas de reconciliación. Cómo se manifiesta la violencia de género en situación de conflicto o post conflicto2 Encontramos un amplio abanico de manifestaciones de violencia de género en estos contextos que se producen por una diversidad de actores que van desde los agentes estatales, hasta los paramilitares o guerrillas. Igualmente, cabe destacar que otra forma de violencia contra las mujeres tiene relación con la búsqueda de soluciones al conflicto y la falta de mujeres en esos espacios. Algunas formas de violencia de género que se producen son las siguientes: 1 Violación; Abusos y agresiones sexuales; Infección deliberada con el VIH/sida; Pornografía; Mutilación sexual; Experimentación médica con los órganos sexuales y reproductivos de las mujeres; Esclavitud, esclavitud sexual, el matrimonio forzado o la cohabitación forzada; Fecundación y el embarazo forzados; Amnistía Internacional (2005). Hacer los derechos realidad. La violencia contra las mujeres en los conflictos armados. Disponible en: file:///C:/Users/yedra.garcia/Downloads/a7705004.pdf_(hacer_los_derechos_realidadvaw_en__conflictos_armados).pdf 2 Idem. Discriminación de los hijos e hijas nacidos como consecuencia de violaciones relacionadas con el conflicto, así como de sus madres; Esterilización forzada; Aborto forzado; Registros corporales sin ropa, la desnudez pública forzada y la humillación sexual; Obligación de llevar velo o de no llevarlo; Abusos cometidos delante de otras personas (lo cual aumenta la humillación); Abusos o amenazas de abusos contra mujeres para torturar o coaccionar a familiares varones; Defectos de nacimiento, las complicaciones del embarazo y la esterilidad debidos a la exposición a armas químicas y otras armas tóxicas o prohibidas; Amenazas de secuestrar a hijos/hijas y los secuestros efectivos; Formas de detención arbitraria basadas en el género y la detención arbitraria de hecho; Reclutamiento de niñas soldado; Reclutamiento forzado de mujeres combatientes adultas; Secuestros, «desapariciones» o los homicidios de madres; Secuestros de bebés; Tortura o los tratos crueles, inhumanos o degradantes (algunos métodos basados en el género); Aumento de los abusos subyacentes debido a la discriminación, por ejemplo, la imposibilidad de casarse o la pérdida del marido después de una violación o de una amputación provocada por minas terrestres; Percepción de las víctimas como mujeres «perdidas» o «deshonradas» o como «una vergüenza»; «Vergüenza» para la familia; Homicidios, suicidios y autolesiones por motivos de «honor», como consecuencia de abusos sexuales o de rumores sobre abusos sexuales; Impunidad de quienes causan daños basados en el género (exacerbada por la impunidad diaria de los abusos contra los derechos humanos de las mujeres); Percepción de las mujeres como víctimas «secundarias»; Discriminación en relación con los procesos y las medidas que se adopten para la protección; la ayuda; rehabilitación; reconstrucción; reintegración; repatriación; reasentamiento; indemnización y procesos de rendición de cuentas; exacerbada por la discriminación múltiple añadida, como la basada en la religión, la etnia y la sexualidad. Estos tipos de violencia se pueden producir tanto en el hogar (a manos de la familia o por orden de las autoridades) como fuera del hogar (a manos de grupos armados, en campos de violación, en centros del Estado) por motivos de género. La violencia de género en situación de conflicto o post conflicto como un delito y una grave violación a los derechos humanos La primera resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el efecto desproporcionado y singular del conflicto armado en las mujeres es la resolución 1325 (2000) En esta resolución se subraya la importancia de que las mujeres participen en pie de igualdad e intervengan plenamente en la prevención y solución de los conflictos, la consolidación de la paz y el mantenimiento de la paz. En el año 2008, con el objeto de visibilizar los efectos que la violencia sexual tiene, así como el uso del cuerpo de las mujeres y menores de edad como arma de guerra, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución 1820 del Consejo de Seguridad, reforzando lo contenido en la resolución anterior. En el año 2010, por medio de la Resolución 1960, vuelve a instar a los estados para que implanten las medidas necesarias que protejan a las mujeres y menores de edad en los casos de violencia sexual. Volviendo en el año 2013, a través de la Resolución 2106, a reiterar que todos los Estados miembros y las entidades de las Naciones Unidas deben hacer más para implementar los mandatos anteriores y combatir la impunidad de la violencia sexual relacionada con el conflicto. Esta última Resolución reafirma la importancia de la igualdad de género y el empoderamiento político, social y económico de las mujeres en los esfuerzos para prevenir la violencia sexual en los conflictos armados y las situaciones posteriores a los conflictos. El Comité sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres en el año 2013, aprobó una Recomendación General (la número 30) en donde reconoce que las distintas resoluciones temáticas del Consejo de Seguridad constituyen marcos políticos importantes para fomentar la promoción respecto de las mujeres, la paz y la seguridad. Y establece que el objetivo de dicha Recomendación General es Proteger los derechos humanos de la mujer en todo momento, promover la igualdad sustantiva entre los géneros antes, durante y después de un conflicto y garantizar que las distintas experiencias de las mujeres se integren plenamente en todos los procesos de establecimiento y consolidación de la paz y reconstrucción constituyen objetivos importantes de la Convención. Recientemente, el 13 de octubre de 2015, se ha aprobado una nueva Resolución (2242) por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, cuya finalidad es velar por que la retórica que rodea a la resolución 1325 se adapte a la realidad sobre el terreno, y por que la participación de las mujeres sea promovida e implementada sistemáticamente como herramienta esencial para construir sociedades pacíficas e inclusivas. ¿Qué hace Médicos del Mundo contra la violencia de género en situación de conflicto o post conflicto? La dificultad en el acceso a los servicios de salud y la vulneración de derechos humanos a los que está sometida la población palestina desde hace décadas tanto en Gaza como en Cisjordania son los motivos de nuestra presencia en los Territorios Ocupados Palestinos desde el año 2006. Trabajamos para disminuir el impacto de estas vulneraciones de derechos y para incrementar el acceso a los servicios de salud mental y apoyo psicosocial de la población vulnerable cuya situación se deteriora a causa del bloqueo, la ocupación y las operaciones militares de los últimos años. Trabajamos en coordinación con organizaciones de base comunitarias y de la sociedad civil para fortalecer las capacidades técnicas del equipo de profesionales del Ministerio de Salud para mejorar los factores de resiliencia y disminuir el estigma hacia las personas con problemas de salud mental. Hemos realizado un diagnóstico sobre violencia de género en Cisjordania y hemos trabajado con el personal sanitario de cara a la detección y atención de casos de violencia de género. Consecuencias y efectos de la violencia de género en situación de conflicto o post conflicto Tal y como el Comité sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres, la violencia por razón de género relacionada con los conflictos genera un amplio abanico de consecuencias físicas y psicológicas para la mujer, como, por ejemplo, las lesiones, la discapacidad, el aumento del riesgo de infección por el VIH y el riesgo de embarazos no deseados como consecuencia de la violencia sexual. Existe un sólido vínculo entre la violencia por razón de género y el VIH, incluida su transmisión deliberada, que se utiliza como arma de guerra a través de la violación. En consecuencia, las mujeres y las niñas corren un mayor riesgo de embarazos no planeados, lesiones sexuales y reproductivas graves y de contraer infecciones de transmisión sexual, como el VIH y el SIDA, a consecuencia de la violencia sexual relacionada con los conflictos. La desintegración o destrucción de los servicios de salud, junto con la limitación de la movilidad y la libertad de circulación de las mujeres, socava aún más el acceso en igualdad de condiciones de las mujeres a la atención de la salud. Los desequilibrios de poder y las normas de género perjudiciales hacen que las mujeres y las niñas sean desproporcionadamente más vulnerables a la infección por VIH, y estos factores se vuelven más acusados en las situaciones de conflicto y posteriores a los conflictos. El estigma y la discriminación relacionados con el VIH también son generalizados y tienen profundas implicaciones en la prevención, el tratamiento, la atención y el apoyo relacionados con el VIH, especialmente cuando se combinan con el estigma asociado a la violencia por razón de género. Acciones contra de este tipo de violencia Las diferentes Resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, así como la Recomendación General nº 13 del Comité sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres fijan una serie de medidas claras para prevenir y combatir este tipo de violencia: Realizar un estudio sobre los efectos de los conflictos armados en las mujeres y las niñas, el papel de las mujeres en la consolidación de la paz y las dimensiones de género de los procesos de paz y la solución de conflictos. Poner fin a la impunidad y de enjuiciar a los culpables de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, especialmente los relacionados con la violencia sexual y de otro tipo contra las mujeres y las niñas y, a este respecto, así como excluir esos crímenes, siempre que sea viable, de las disposiciones de amnistía. Adoptar medidas especiales para proteger a las mujeres y las niñas de la violencia por razón de género, particularmente la violación y otras formas de abusos sexuales, y todas las demás formas de violencia en situaciones de conflicto armado. Respeto de todas las partes en un conflicto armado del derecho internacional aplicable a los derechos y a la protección de las mujeres y niñas. Adoptar una perspectiva de género en las negociaciones y aplicaciones de acuerdos de paz, incluyendo al menos: a) Las necesidades especiales de las mujeres y las niñas durante la repatriación y el reasentamiento, así como para la rehabilitación, la reintegración y la reconstrucción después de los conflictos; b) Medidas para apoyar las iniciativas de paz de las mujeres locales y los procesos autóctonos de solución de conflictos y para hacer participar a las mujeres en todos los mecanismos de aplicación de los acuerdos de paz; c) Medidas que garanticen la protección y el respeto de los derechos humanos de las mujeres y las niñas, particularmente en lo relativo a la constitución, el sistema electoral, la policía y el sistema judicial; Garantizar que las organizaciones de mujeres y de la sociedad civil centradas en las cuestiones de las mujeres y los representantes de la sociedad civil se incluyan también en todas las negociaciones de paz y las iniciativas de rehabilitación y reconstrucción posteriores a conflictos. Garantizar la representación de las mujeres en pie de igualdad a todos los niveles de la adopción de decisiones en las instituciones y los mecanismos nacionales, lo que incluye a las fuerzas armadas, la policía, las instituciones judiciales y los mecanismos de justicia de transición (judiciales y no judiciales) que se ocupan de los delitos cometidos durante el conflicto. Es decir, las estrategias para abordar la violencia contra las mujeres deben tener en cuenta todas las fases, desde la prevención del conflicto o previa al conflicto, pasando por el conflicto, la huida del conflicto y la fase posterior al conflicto. Finalmente, Las mujeres y los hombres experimentan los conflictos de manera diferente y, por lo tanto, también entienden la paz de manera diferente3. Existen innumerables ejemplos de superación y resiliencia por parte de mujeres que fueron víctimas, y que hoy son capaces en muchos países de mostrar su afán emprendedor para luchar contra la pobreza, de la que son las principales víctimas. Esta es una de las conclusiones del III Ciclo Mujeres Paz y Seguridad que organiza la Casa Encendida anualmente. Os invitamos a ver este video resumen de este Ciclo. 3 Naciones Unidas. Mantenimiento de la Paz. http://www.un.org/es/peacekeeping/issues/women/