Las bajas temperaturas, la lluvia y otros fenómenos meteorológicos

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guapo
y en forma
FOTOGRAFÍA: © Marmot Design - Fotolia.com
Cuidados
en
invierno
Las bajas temperaturas, la lluvia y otros
fenómenos meteorológicos típicos del invierno
amenazan, año tras año, a nuestras mascotas.
Debemos estar prevenidos para no correr
riesgos innecesarios.
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guapo
y en forma
A
los felinos que
no salen de casa los cambios
de temperatura
no suelen afectarles tanto, pero aquellos gatos con
acceso al exterior, a los que no amedrenta la lluvia, el granizo o la nieve
y que, sea cual sea la situación climática, encuentran una razón para salir
al exterior, sí sufren estos cambios climáticos y, por lo tanto, hay que poner remedio.
Sea cual sea el estilo de vida del animal, su salud dependerá principalmente de un óptimo estado sanitario
(vacunaciones y desparasitaciones),
una correcta higiene, una adecuada
alimentación y, lo más importante,
de los cuidados de su dueño. Si estas
pautas se cumplen, podremos evitar
las situaciones de riesgo que, con
puntualidad anual, llegan acompañando al frío.
La parte superior del aparato respiratorio (nariz y boca) y el inicio del tubo
digestivo (boca), son estructuras del
organismo animal que separan el
mundo exterior del resto de los órganos. Esta frontera tiene como función
evitar la entrada de algún “viajero”,
cuyas intenciones no son, ni mucho
menos, hacer turismo; su principal objetivo será realizar acciones vandálicas
contra los “edificios” y contra las estructuras de las maravillosas “ciudades” del cuerpo de nuestro animal.
Las fronteras orgánicas tienen unos
avanzados sistemas de defensa, como
los ganglios linfáticos, que actúan como verdaderos filtros ante la avalancha de microorganismos que entran
en cada inspiración o tras el inoportuno lametazo a cualquier producto de
dudosa procedencia. La entrada de
suciedad, polvo, bacterias, virus y demás “tribus urbanas", es más peligro-
sa cuando nuestro gato no tiene sus
vacunaciones anuales en regla.
La alimentación también cumplirá un
papel fundamental en la obtención
de un correcto estado sanitario. Si la
materia prima responsable de la energía, la construcción y el funcionamiento de estas “ciudades” no es del todo
correcta, será más probable la aparición de deterioros y problemas en
cualquier parte de la estructura. Por
ello, es fundamental adecuar la alimentación al estilo de vida del animal,
por eso disponemos de alimentos específicamente diseñados para gatos
de vida en interior y para felinos que
también disfrutan del mundo exterior.
¿Y el propietario? El amigo humano
será el responsable de coordinar todas estas acciones, llevando a su compañero felino al veterinario, que
pondrá en orden sus vacunaciones y
“
debemos estar muy atentos a su alimentación: el animal puede necesitar
un aporte alimenticio de hasta un
40% superior al que recibe diariamente durante el resto del año.
En el caso de los animales mayores o
seniors, sería conveniente, antes de
las épocas de temperaturas extremas,
realizarles un chequeo; los gatos geriátricos y los gatitos son los más susceptibles a las inclemencias del tiempo y requieren mayor atención.
Y finalmente, la higiene, que debe ser
un punto fundamental para el mantenimiento de la salud durante todo el
año, pero extremado en las épocas frías, ya que si descuidamos las rutinas higiénicas del animal también estaremos
predisponiendo a la aparición de problemas.
La higiene de los oídos o los cepillados
habituales no deben descuidarse; si
La piel y el pelo son las primeras
barreras de protección del animal
frente a los agentes externos
desparasitaciones anuales y nos asesorará para la elección de la mejor
alimentación. Pero además, y en fechas invernales, pondremos todos los
recursos para que nuestro gato no
sufra riesgos innecesarios: evitaremos
las corrientes en el hogar, el acceso
del animal a zonas frías y, en el caso
de los gatos con acceso al exterior, intentaremos estar más pendientes por
si debemos intervenir (un concienzudo secado tras un paseo bajo la lluvia, reforzando sus almohadillas con
productos específicos, por ejemplo), y
”
nos relajamos en estos cuidados durante esta época del año, podemos sufrir las consecuencias a corto plazo.
La piel y el pelo son las primeras barreras de protección del animal frente a los agentes externos; además,
permiten mantener la temperatura
corporal estable a pesar de los cambios climáticos. Si conseguimos mantener "a punto" la cubierta protectora de nuestra mascota, conseguiremos que nuestro buen amigo soporte mejor las temperaturas invernales
y evite las enfermedades. 13
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