7 Claves para motivar al personal

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7 Claves para Motivar al Personal
Autor, Rafael Ayala
Efectividad Humana, México.
La motivación es uno de los principales factores que inciden en el nivel de desempeño y
compromiso de los colaboradores de cualquier organización. Un equipo de trabajo en el que
sus miembros están motivados trabaja exitosamente. Constantemente directores de
diferentes organizaciones y gerentes de Recursos Humanos me solicitan un curso para
motivar a su gente, y aunque en algunas ocasiones es recomendable, la mayoría de las veces
no es así. Suelen tenerse mejores resultados si entrenamos a los jefes y la empresa inicia un
proyecto de modificación de su cultura laboral hacia una más efectiva y motivadora.
Veamos siete puntos fundamentales para motivar a un colaborador:
1. Lo más motivador para un empleado es la relación con su jefe.
No hay nada más motivador para una persona que trabajar con un jefe con el que se puede
conversar, solicitar ayuda, darle puntos de vista y escucharle tanto corregir como reconocer
a su subordinado cuando hace las cosas bien. Si una organización tiene constantemente
problemas con la actitud y compromiso de sus empleados, es tiempo de echar un vistazo al
estilo de liderazgo de los jefes; es probable que esa actitud sea un reflejo de la actitud de
ellos y de las políticas en uso de la empresa.
2. Los retos motivan.
A las personas nos gusta ser creativos y tener retos. No nos motivan las tareas repetitivas en
las que nuestro ingenio y creatividad no participen. Un trabajo aburrido, aburre. Sencillo de
comprender, ¿no? Lance retos profesionales y laborales a sus colaboradores. Designe
proyectos en los que no todo esté resuelto y ellos tengan que ingeniárselas para encontrar
soluciones o mejores prácticas. Resista la tentación de sólo dar órdenes. Permita a sus
colaboradores proponer soluciones y buscarlas por ellos mismos. Establezca proyectos que
sean retadores, establezca fechas límite y presupuestos a respetar y lance el reto.
3. A nadie le molesta ganar bien económicamente.
El sueldo y las prestaciones siempre son un aliciente importante. Si quiere empelados que
actúen como dueños, compénseles como a dueños. No es lógico esperar que alguien que no
tiene beneficios de propietario, actúe como tal. Entiendo que un trabajador excelente da el
extra, cuida los recursos de la empresa y genera nuevas alternativas, pero si queremos que
alguien se comporte como dueño no hay que recompensarle como a empleado. Sé que esto
suena imposible económicamente, pero sí es viable pagar un buen sueldo, ofrecer
prestaciones superiores a las de la ley, entregar la parte proporcional de las utilidades
anuales e incluso otorgar algunas acciones.
Hay muchas maneras creativas de ofrecer compensaciones que no mermen a la empresa, es
cuestión de ver qué hacen otros e investigar; desde pagar el sueldo por medios electrónicos
hasta ofrecer el servicio de educación para adultos que no cuentan con título de educación
elemental.
4. Establezca un sistema justo de promoción.
Promover a una persona porque es amigo del jefe o porque se ha dedicado a adularle y no
contradecirle, es una medida que desmotiva al resto de los empleados. Si soy una persona
que no piensa lisonjear y mentir para que le reconozcan, ¿qué expectativa de desarrollo
tengo en una empresa en la que el amiguismo o la adulación son la medida para prosperar?
Rompa la politiquería a la hora de promover a alguien; pues además de desmotivar al resto
de los empleados, acaba de asignar en un lugar de mayor autoridad y responsabilidad a
alguien que ha demostrado que su manera de trabajar no está basada en dar resultados, sino
en hacer creer que los obtiene.
5. Capacite y desarrolle a su gente.
Ser parte de una empresa en la que cada vez seamos mejores profesionales es un verdadero
aliciente para seguir en ella y trabajar con entusiasmo. Invierta en desarrollar a su personal
en diferentes áreas. No se limite al entrenamiento en competencias técnicas. Cuando invierte
en el lado humano de la persona está enviando un mensaje claro y motivador: en esta
empresa nos interesan los empleados como personas, no solamente como entes productivos.
6. Sean una organización ejemplar.
Es alentador trabajar en una empresa modelo. Queremos ser parte de una organización de la
que estemos orgullosos. Deseamos escuchar en las sobremesas con amigos, los noticieros y
de los proveedores y clientes, buenos comentarios sobre la empresa. Queremos laborar en
una empresa limpia y ordenada (visite y evalúe el estado de todos los baños de su
organización). Nos sentimos bien cuando formamos parte de algo importante y honorable.
¿Paga puntualmente a sus proveedores?, ¿sus productos son de calidad?, ¿son reconocidos
como una empresa que contribuye en la sociedad?, ¿son los directivos personas íntegras y
respetables? Responder sí a estas interrogantes, es muy motivador para quienes forman
parte de la empresa.
7. Recurra a la motivación externa.
Los cursos y conferencias para motivar a los empleados funcionan cuando son parte de algo
más. Eventos de este tipo, impartidos de manera aislada, traerán una motivación pasajera a
los asistentes. Las conferencias y seminarios motivadores para todo el personal son una
excelente herramienta de apoyo cuando ya está trabajando un proceso de entrenamiento con
los jefes para mejorar su liderazgo; o en un congreso, reunión de evaluación o lanzamiento
de un nuevo proyecto. Sí son recomendables, pero dentro de un contexto y con una
intención específica.
Colaboradores de diversas empresas se han acercado a decirme: “si te enteras que alguno de
tus clientes está buscando a una persona con mi perfil, avísame. Estoy dispuesto a irme con
el mismo sueldo e incluso por uno un poco inferior”. Al escuchar esto confirmo que, aunque
el dinero es importante como motivador de un empleado, no lo es todo. El trato directo del
jefe, tener retos profesionales, desarrollarse, ser tomado en cuenta, trabajar en una empresa
honorable y tener perspectiva de carrera dentro de la institución, son los grandes
motivadores de un colaborador. Reúna a su equipo líder y analicen si están aplicando estos
puntos. Si no es así, hoy es tiempo de empezar a hacerlo.
Agradecemos la gentileza de Rafael Ayala, quien nos ha permitido publicar sus artículos en
nuestro Newsletter.
Rafael Ayala
Autor, conferencista, empresario, coach de ejecutivos y consejero familiar. Es licenciado en
Comunicación por la Universidad Iberoamericana y Diplomado en Alta Dirección del Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Tiene estudios de coaching en las ramas de
Coaching Empresarial y de Coaching Ontológico (Certificado como tal por COCREAR con
reconocimiento por la Federación Latino Americana de Profesionales en Coaching Ontológico).
Instructor certificado por Franklin Covey en “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”. Es
Director de la empresa de capacitación y desarrollo empresarial, “Efectividad Humana”. Miembro
Fundador del cuerpo docente hispano del programa internacional virtual de capacitación “I
Learning Global”.
www.rafaelayala.net
www.efectividadhumana.com
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