1 "La mayor herencia que se le puede dejar a un hijo es la educación..." Eliseo Gallo Albarracín Pertenecer al programa "Todos a aprender", es una experiencia que me ha dado una visión diferente de mi profesión, de mi tierra, de mi gente. Una experiencia de vida donde podemos hacer lo que nos gusta, sintiendo y sabiendo que este trabajo sentará un precedente en la forma de enseñar, lo cual redundará en beneficios para los niños y niñas de nuestro país... Nacido en una familia donde "... la mayor herencia que se le puede dejar a un hijo es la educación..."; mensaje que desde niño me fue inculcado como el más valioso legado. Santandereano, con padres afincados en familias humildes que vivieron tiempos en donde el acceso a la educación era más un privilegio que una obligación. Siempre supe que mis padres tenían razón, es la educación lo que me ha llevado a donde he podido estar, es la educación el medio que abre las puertas para la realización de los sueños, es el medio que nos permite alcanzar las metas que nos proponemos, y lo más importante, la educación hace la diferencia entre los miembros de una sociedad. Soy, en todos aspectos, el reflejo de lo que he recibido en cada etapa de mi vida. Son mis padres, quienes pusieron los primeros granitos de arena y me inculcaron la responsabilidad, la tenacidad y el esfuerzo, como valores esenciales para poder triunfar en el estudio, lo cual me iría a brindar algo más valioso que el dinero: la posibilidad de mejorar mi condición de vida y de apoyar el mejoramiento de la calidad de vida de otros. Cursé mi primaria en un colegio religioso donde el principal pilar era la formación integral fundamentada en valores. Han sido aquellas monjitas quienes tuvieron la responsabilidad de tomar un lienzo en blanco y dar sus primeras pinceladas. Años más tarde, un colegio militar me acogió, donde bajo la responsabilidad de los docentes e instructores militares me dieron las herramientas para poderme formar como ciudadano responsable. Allí me formé bajo lema de: "Patria, Superación y Orden". Mi formación profesional inició en la Universidad Industrial de Santander, en el programa de Licenciatura en Matemáticas que es el responsable de la labor que hago en mi vida y que me llevó a enseñar en instituciones de bachillerato y primaria, poniendo en práctica los conceptos teóricos de enseñanza. En la universidad se forma el docente, pero es en la escuela, compartiendo con sus estudiantes, donde el maestro verdaderamente aprende. Motivado en la educación, decidí continuar mis estudios en algo que me brindara más satisfacciones a mi vocación de maestro, entonces inicié la Especialización en Pedagogía Informática, también en la UIS. Allí me brindaron herramientas primordiales para abordar la 2 educación del siglo XXI como una educación diferente, llena de recursos que mejoran las formas de aprender y enseñar. En el año 2000, fu aceptado y recibí una beca para hacer estudios de maestría en la Universidad de Puerto Rico. Esta nueva oportunidad me permitió obtener una visión de mundo diferente, tuve la oportunidad de conocer e interactuar con gran número de personas de diferentes países del mundo, de conocer otros profesores, con culturas diversas y nuevos modelos educativos. Esta experiencia me llevó más allá del conocimiento en las aulas; me hizo sumergirme en una nueva cultura, tan parecida y al mismo tiempo tan distinta a la nuestra. Sin embargo, supe mantener intacto mi intrínseco legado: mi identidad como colombiano. En Puerto Rico tuve la oportunidad de trabajar con maestros que querían mejorar sus experiencias pedagógicas en ciencias y matemáticas, trabajé en varios proyectos de formación y me vinculé a compañías encargadas de dar formación a docentes del sector público en jornadas de desarrollo profesional. Afortunadamente, tenía más experiencias que aprender, y fue más tarde, en New Haven Connecticut, donde habría más cosas para aprender. Tuve la oportunidad de vincularme en el sistema de educación pública de New Haven y trabajar en una escuela hermosa, bajo la dirección de la Dra, Abby Benítez quien me acogió en su institución, Columbus Family Academy. Trabajamos con niños con muchas necesidades, con una situación social complicada, pero era un lugar donde la escuela realmente reflejaba aquello de ser "el segundo hogar". Los colombianos somos afortunados de tener un país tan bello, y fue eso lo que me trajo nuevamente a estas tierras, la tierra que me vio nacer. Y me trajo a disfrutar la docencia, a enseñar y aprender de mis estudiantes. Sabía que tenía muchas cosas para ofrecer y compartir, entonces me vinculé a trabajar en el nivel universitario en Bucaramanga donde tuve la oportunidad de articular un elemento fundamental en la vida del educador: la investigación. Este año, por invitación del Ministerio de Educación, me vinculé con "Todos a aprender": Programa de Transformación de la Calidad, y ha sido una experiencia deliciosa. Trabajar con mis pares, tener la oportunidad de trasmitir lo que he aprendido, sentir y saber que ello pueda impactar a los niños y niñas de nuestro país, es una satisfacción que no tiene comparación. He estado en las instituciones de nuestro país, he estado con los maestros de nuestros estudiantes, aquellos que tienen la fortaleza de los colombianos, los que trabajan con las uñas y quienes están dispuestos a recibir todo aquello que el programa quiere brindarles. Son estos maestros quienes con la ayuda de nuestros tutores, podrán contribuir a esta meta que todos anhelamos alcanzar, mejorar las condiciones de vida de nuestros estudiantes.