AUTOBIOGRAFIA Hacia finales del año 1962, en unas coordenadas poco visibles para el mundo en ese entonces y a la sombra de la Alianza para el Progreso, sin saber cómo fue beneficiada, llegó una humilde familia a hacer parte del plan de vivienda por autoconstrucción del barrio que hizo honor al presidente Kennedy. Tenían 3 hijos y una bebé de apenas 3 meses, esa era yo. Crecí en medio de muchas necesidades económicas y consciente de muchas responsabilidades, tenía dos hermanos menores que debía ayudar a cuidar, era la segunda mujer y ante el matrimonio prematuro de mi hermana mayor (se caso a los 15 años) yo era la indicada para ser la mano derecha de mi mamá con las tareas de la casa. Mi papá fue un obrero dedicado a su hogar, muy disciplinado, sin embargo sus ingresos no alcanzaban para cubrir todas las necesidades de sus 6 hijos y su esposa que se dedicaba al hogar. A muy corta edad tuve que aprender a trabajar para conseguir las cosas básicas como las medias para el uniforme, etc. Es por esto que a mis 12 años ya recibía ingresos por costuras que realizaba y tenía nociones de modistería. El paso por la escuela del barrio fue el mejor lugar para sentirse muy acompañado y aprender muchas cosas de la vida, en aquel tiempo se compartían las aulas con niños y niñas de todas las edades lo cual ayudaba a desarrollar una personalidad precoz al estar enterados de todos los temas, aún los vedados para menores. Salí de allí con un cupo privilegiado en el INEM, este era un premio al mérito por rendimiento académico y debía pasar por el aval de las directivas de la escuela para ser incluido en la lista de los postulados. En bachillerato y con los vientos de cambio en la juventud fui influenciada por las tendencias izquierdistas y la magia de la cultura y el arte despertó mi interés por la literatura y al teatro principalmente. Al terminar mis estudios de secundaria me enfrente a la desilusión de saber que por razones económicas mis padres no me apoyarían para una carrera profesional y ahí fue cuando mi camino se empezó a enredar, tendría que trabajar para costear mis estudios, fue así como me vinculé con el DNP programa DRI durante un corto período de un año como supernumeraria, de ahí pasé a trabajar en el ISS como contratista de ahí a otro empleo y a otro y de igual forma de una universidad a otra. Inicie estudiando Ciencias políticas y Administrativas en la ESAP, sin embargo esta carrera no era lo que me gustaba y decidí dejarla en II semestre, de ahí pase a la Universidad de San Buenaventura a estudiar Administración educativa, pero tuve que abandonarla debido que no tuve el dinero para pagar el semestre y de ahí a la Universidad Incca a estudiar Licenciatura en Filología e Idiomas, hasta que al fin en el año 1991 logre coronar el título profesional. Para ese entonces muchas cosas habían cambiado en mi vida, me había casado y tenía una pequeña de 1 año, tenía un puesto estable y bien remunerado en una empresa multinacional donde ya llevaba 6 años y por supuesto no había ejercido como licenciada. En Xerox de Colombia SA continúe trabajando hasta el 4 de febrero de 2010. Tenía una hoja de vida envidiable, allí estaba en un cargo de staff, estuve vinculada 25 años con esta empresa. Después de haberme separado del papá de mis hijos, que son dos, seguí con la responsabilidad económica de mi familia, y mis actividades se distribuían entre mi hogar y mi trabajo, sin embargo, no abandone mi gusto por la literatura y trataba de leer lo que más podía, me deje cautivar mucho tiempo por Saramago y allí me sentía reconciliada con mi vena literario. Aquel día, 4 de febrero volví a plantearme y ahora qué hacer?, tengo experiencia profesional en trabajo administrativo, título profesional de Licenciada en Educación con Especialidad en Filología e Idiomas y a pesar de tener el dinero de la indemnización debía generar ingresos para mi familia. Contaba con 47 años, lo cual me colocaba en gran desventaja en el medio laboral, así fue como decidí comprar un negocio. Para entonces, mi hija ya se había graduado de bachiller y había iniciado su carrera profesional, obviamente con mi ayuda y estaba buscando trabajo por lo que las dos nos pusimos al frente del negocio que es una Papelería y Miscelánea. Hasta la fecha he estado trabajando allí, dedico más tiempo a leer y a reforzar conocimientos de inglés, sin embargo, ahora que mi hija ya trabaja por su lado y mi hijo está haciendo su último año de bachillerato veo que tengo la posibilidad de dedicar más tiempo a temas de mi interés y retomar el camino que deje aquel año de 1979 cuando terminé el bachillerato.