EL PAPEL DE LAS TRANSFORMACIONES CULTURALS EN EL CAMBIO REVOLUCIONARIO A LA LUZ DE LAS NUEVAS CONDICIONES DE LA GLOBALIZACIÓN NEOLIBERAL Para la teoría revolucionaria, tiene mucha importancia la sistematización teórica de las nuevas experiencias revolucionarias. Ello responde, en el caso del marxismo, a una de las exigencias fundamentales de su método de análisis de la realidad, la vinculación de la teoría con la práctica, la cual se ha visto validada en lo positivo por los propios clásicos ,con la elaboración de múltiples obras en respuesta a cambios en la realidad social de su época ,o por la ocurrencia de nuevos momentos del proceso revolucionario en diferentes áreas geográficas, que implicaban necesariamente la aplicación de la teoría en nuevos contextos sociales. Desde el punto de vista negativo, también la experiencia histórica ha sido pródiga en ejemplos que evidencian la ausencia total o a tiempo, de la reflexión y la sistematización teórica acerca de los nuevos hechos históricos y sus importantes consecuencias para los procesos revolucionarios, que han llegado incluso hasta hacer desaparecerlos. El presupuesto anterior, nos conduce a considerar atinado y necesario, el análisis en torno al papel de las transformaciones culturales en el período del cambio revolucionario que conduce al socialismo, ante los radicales cambios que ha traído para la sociedad contemporánea la Globalización Neoliberal, los cuales afectan como es sabido, todo el sistema de producción, distribución, intercambio y consumo de los valores culturales, en una medida no conocida nunca antes por la Humanidad. El objetivo del trabajo es exponer, en forma resumida, nuestras ideas en torno a esta problemática, basándonos en la observación y el análisis de la realidad cubana y de otros países socialistas en la actualidad, y de los vínculos de ésta con las características del escenario epocal en que tienen lugar las transformaciones que estos países llevan a cabo. En lo fundamentales: esencial, que estas crece ideas fundamentan significativamente el tres deducciones papel de estas transformaciones culturales, se enriquece su contenido y se modifican las formas de interacción de la de la Cultura espiritual con otros subsistemas del organismo social en transformación. La problemática del papel de la cultura en la transformación social hacia el socialismo fue tratada en forma privilegiada por los clásicos del Marxismo, Carlos Marx, Federico Engels y Vladímir Ilich Lenin, tanto en sus obras tempranas como en las de su madurez. Recuérdese en este sentido, por sólo notar algunas, la importancia de los Manuscritos económicos-filosóficos de 1844, La Ideología alemana, de Marx y Engels, o La cultura Proletaria, Nuestra Revolución, etc, de Lenin. Más tarde, como es conocido, Antonio Gramsci, al analizar las características de la dominación del capital ya en el siglo XX, hizo un inapreciable aporte a la teoría con sus reflexiones acerca del lugar y papel de la Cultura en el logro de la Hegemonía por el gran capital, lo cual le llevó a la conclusión de la importancia de primer orden de ésta para el afianzamiento real de la nueva sociedad, o sea para el logro de la victoria política y moral sobre los enemigos del nuevo régimen. Asimismo, la problemática de la Cultura y su lugar en la transformación de nuestros pueblos, tiene una significación de primer orden en el ideario revolucionario cubano y latinoamericano, destacándose en forma singularísima, las ideas de José Martí, cuya concepción de la transformación social es, a nuestro juicio, esencialmente culturológica, lo que no desdice de su realismo económico y político. Por otra parte, la propia experiencia de la construcción socialista en varios países del mundo, incluida la de Cuba, confirmó estas aseveraciones y condujo a nuevas aportaciones a la teoría. No pueden dejar de ser tomadas en cuenta en este sentido, las reflexiones hechas por el Comandante Ernesto Che Guevara en su obra El Socialismo y el Hombre en Cuba, las de Carlos Rafael Rodríguez en su obra sobre El transito al socialismo en Cuba y el pensamiento de Fidel a lo largo de la Revolución sobre el particular, encabezado por el muy conocido documento Palabras a los Intelectuales, básico para el conocimiento de la Filosofía de la Cultura de la Revolución cubana. En relación con esta problemática, existe en Cuba, en especial en la década del 80 y del 90, un conjunto importante de trabajos científicos donde se argumentó prolíficamente acerca del contenido de la llamada Revolución Cultural en Cuba. Luego de haber planteado estos antecedentes, parece importante referirse a aquellos cambios en la arena internacional, que, a nuestro modo de ver, revisten mayor importancia en el contexto de la llamada Globalización y que implican en esencia, un nuevo nivel en la interrelación de las sociedades nacionales no conocido hasta ahora, y como resultado de ello, un grado de interdependencia global inusitado, todo ello bajo el dominio acrecentado y creciente de las asociaciones monopolistas de la nueva época y de los tres grandes polos de poder político , económico y cultural del mundo capitalista desarrollado. En este contexto epocal, es también imprescindible referirse al desarrollo de la Crisis Global, proceso que transcurre paralelamente al de Globalización y que ha sido agudizado por la Política Neoliberal. Esta crisis tiene implicaciones para el desarrollo de la Cultura, por su significación en relación con los límites que ya hoy día tiene la Humanidad en su quehacer transformador, en cualesquier circunstancia y sistema social de que se trate. Desde el punto de vista de los cambios fundamentales que se operan en la Cultura, vista esta como Sistema de la cultura espiritual de una sociedad, es importante referirse al conjunto de transformaciones que se han operado en la Ciencia y la Técnica contemporánea, en especial en la esfera de la Física, la Biología, la Informática y las Telecomunicaciones, las cuales repercuten de manera radical en el modo de producción y de vida de las sociedades contemporáneas, por cuanto aportan nuevos instrumentos , materiales y medios técnicos para actuar en relación con la naturaleza y con el propio hombre y la sociedad. Al mismo tiempo, la política neoliberal determina la agudización de la forma desigual y no equitativa de distribución de esos resultados de la Ciencia y la Técnica, así como el dominio y la imposición de los intereses hegemónicos(económicos, políticos, culturales) a los países y sectores más débiles económicamente, pero ahora , y es lo esencial, a través de medios más intensivos , sutiles y/ o exterminadores en relación con las prerrogativas que hasta ahora tenían los estados nación sobre sus territorios y sus ciudadanos. A nuestro modo de ver, la influencia creciente que estos cambios antes enumerados ejercen sobre las transformaciones culturales de los países que se encaminan al socialismo, se pone de manifiesto tanto en las características de la Base material de la cultura, en el Sistema de dirección y de organización de la esfera cultural, y en la forma y escalas en que se incorpora a las masas a la actividad de creación cultural. Ante la imposibilidad de argumentar profundamente acerca de cada uno de estos cambios, baste apuntar la enorme influencia de la informatización de la sociedad en cada una de las direcciones anteriormente señaladas, lo cual le impone no sólo gastos adicionales de recursos materiales, sino también, en la formación de los recursos humanos para su utilización .En relación con estas aspectos, que constituyen tres direcciones fundamentales de la transformación cultural socialista, el aumento de su importancia se hace evidente en el crecimiento de los montos presupuestarios para poder hacer frente a las exigencias del desarrollo, el cual, como es sabido, ya no se reduce al simple crecimiento económico, sino a la creación de condiciones de forma sistémica y sostenible para que el individuo y la sociedad satisfagan sus necesidades materiales y espirituales. Al mismo tiempo, las exigencias contemporáneas del desarrollo, presuponen cambios en el contenido de las tareas de transformación cultural, relacionadas con el surgimiento de nuevas direcciones de trabajo, o con un nuevo nivel de complejidad de las ya existentes. En este sentido, por ejemplo, ha surgido y se ha afirmado como una necesidad la creación de estructuras de dirección de carácter nacional acerca de Ciencia y la Tecnología, así como de atención a la problemática del Medio Ambiente, estructuras cuyo grado de complejidad exige que sean de carácter nacional como los Ministerios, o incluso de carácter trasnacional para los procesos de integración. En el caso de Cuba, en las condiciones actuales, la atención a las tareas de carácter cultural tienen una importancia tan trascendente para todas las esferas, para el presente y para el futuro del país, que han exigido un verdadero “frente” o sistema de atención y organización, conocido como la Batalla de ideas, y dirigido directamente por la más alta dirección del país. A nuestro juicio, ello, aunque tiene particularidades relacionadas con la situación específica de Cuba, responde a exigencias esenciales de las nuevas condiciones históricas. A las nuevas condiciones históricas, está ligada también de manera fundamental, la realización de tareas culturales con un carácter internacional y un sentido internacionalista, según el principio ético y político del movimiento comunista .Lo nuevo en este sentido, está referido a las escalas de la colaboración, a la diversidad de las esferas y tareas en que se asumen conjuntamente las actividades o se presta ayuda a otro país, así como a la novedad de las formas en que se lleva a cabo. Piénsese por ejemplo, en las tareas relacionadas con la alfabetización de millones de personas, o con la prestación de asistencia médica mediante la ayuda internacionalista. Por último, pasaremos a analizar la vinculación entre las transformaciones culturales y las que ocurren en el resto de las esferas de la sociedad a la luz delas nuevas condiciones históricas. Esta dirección del análisis la consideramos como la de mayor trascendencia, por cuanto pone de manifiesto con claridad el gran poder catalizador, profundamente revolucionador de la cultura en el mundo actual en general , y en especial, en las condiciones del poder político de una fuerza revolucionaria interesada en el desarrollo, la independencia nacional y el logro de la justicia social. Metodológicamente, parece apropiado analizar este asunto por temáticas, en primer lugar lo relacionado con los cambios económicos. La relación cultura –economía en las condiciones actuales manifiesta en una forma muy acusada los cambios esenciales (tanto técnico-organizativos como en las relaciones económicas propiamente dichas) que se han operado en la sociedad capitalista desarrollada, y que, en esencia, han sido denominados como la Nueva Economía1 , la, cual se caracteriza por un papel cada vez más relevante del conocimiento en los procesos productivos y de gestión , a partir de la utilización intensiva de los logros de la Revolución Científico-Técnica Contemporánea y de la potenciación del capital humano. Todas estas transformaciones influyen de manera determinante en la posibilidad de formación de las llamadas ventajas competitivas para el país que lo logre, en el contexto de las relaciones económicas internacionales. Esta situación plantea realmente un conjunto de nuevas exigencias a los Estados emergentes y en especial a los que han apostado al logro del Desarrollo Humano Sostenible. Ello se pone de manifiesto, en primer lugar en un aumento del monto de los gastos presupuestarios destinados a la sistemática formación y recalificación del Capital humano, en especial de los profesionales, y a la ejecución de las tareas de la Ciencia y la técnica, particularmente de aquellas ramas donde el país haya determinado que puede obtener ventajas competitivas. A estas importantes tareas se unen las relacionadas con el perfeccionamiento del Sistema de organización y promoción de la cultura para cada vez más amplias capas de la población, cuyo objetivo no puede implicar solamente la formación de individuos más cultos, sino de una sociedad culta, con todo lo que ella presupone contemporáneamente desde el punto de vista del aseguramiento de su informatización y sistemas de comunicación, internamente y con el exterior , y en general, la elevación de la calidad de los ser vicios y de la productividad del trabajo acorde a los rangos actuales del llamado mundo desarrollado. 1 Para una caracterización de la llamada Nueva Economía véase: Castro Diaz-Balart Fidel: Ciencia, Innovación y Futuro. Instituto Cubano del Libro.2001. Págs. 287-306 Merece ser señalado con precisión, que las tareas culturales y las económicas hoy están mediadas, en especial para las fuerza revolucionarias, por las exigencias que presupone la necesidad de lograr u desarrollo sostenible frente a los impactos de la Crisis Global, lo cual exige no sólo un cambio de modelo axiológico2 como paradigma de las relaciones del Hombre con la Naturaleza, sino también su implementación productiva. Ello genera , de forma esencial , dos grandes tareas en la contemporaneidad en el ámbito de la relación culturaeconomía3: Por una parte, la educación de la población para frenar profundización continua de la degradación del medio ambiente, y la lograr patrones de crecimiento demográfico adecuados a las posibilidades del desarrollo nacional y global , y por otra , toda una estrategia de cambios en la formación del capital humano para que sea capaz de producir, instalar y explotar nuevas tecnologías para el desarrollo del país pero sobre nuevos conceptos que garanticen la sostenibilidad, las cuales muchas veces ni siquiera existen pues no son del interés de los sectores de poder en los países capitalistas donde, en sentido general predominan los modelos consumistas que han sido causantes de la Crisis. Estas tareas educativas, dadas estas complejidades, exigen a su vez una atención y desarrollo prioritario a las tareas de la Ciencia y la Técnica, tanto de las naturales, como de las técnicas y las sociales y humanísticas. Es de gran importancia el análisis de los cambios que hoy día tienen lugar en el ámbito de la relación de lo cultural y lo social propiamente dicho, vale decir en 2 Acerca de la Complejidad que implica el cambio de modelo axiológico que ha conducido a la Crisis Global, véase: Novo, María: La Educación ambiental, Bases éticas, conceptuales y metodológicas. Ediciones UNESCO. Universitas .1998. Págs. 80-83 3 Este hecho, de la estrecha relación, e incluso el desdibujamiento entre las fronteras de lo cultural y lo económico ha sido analizado profundamente por Freeric Jameson: Notas sobre la Globalización como cuestión filosófica, en Revista Criterios Número 33. Págs. 43-68. lo relacionado con los cambios en la estructura social, la situación de sus diferentes componentes y tendencias fundamentales de su desarrollo. Uno de los aspectos de esta relación más analizados y reconocidos como válidos contemporáneamente, es lo relativo a la incidencia de los cambios culturales en las posibilidades de empleo .En realidad esta relación se ha mostrado ya como experiencia al lograr que mediante la capacitación y la recalificación se disminuya el desempleo y se logre, incluso el pleno empleo en algunos países, junto a la utilización de otras medidas, tarea muy importante, en el contexto de la transformación revolucionaria, por sus implicaciones para la justicia social. Por otra parte, en las condiciones actuales del desarrollo de la Ciencia y la Técnica, se hace posible crear las condiciones materiales, de recursos humanos y organizativas para lograr no sólo la escolarización generalizada, sino también la universalización de la enseñanza incluida la universitaria, lo cual constituye un importante indicador de equidad y justicia social, elemento como se sabe paradigmático de esa estructura en la nueva sociedad.4 Es importante recordar que estas medidas conducentes a la elevación sostenida del nivel cultural de toda la población tienen una importante significación en la contemporaneidad, pues la experiencia socialista anterior, incluida la de Cuba, muestra que las desigualdades sociales también pueden reproducirse en el seno de la sociedad socialista. En el aspecto que estamos analizando, relativo a la relación entre lo cultural y lo social en las nuevas circunstancias históricas, vale la pena resaltar las 4 En relación con el papel de la educación como parte esencial de la Cultura en los países del llamado tercer mundo, Véase: Desarrollo Económico del Tercer Mundo, Págs.383-426. posibilidades que brindan los modernos medios técnicos de conocimiento y trasmisión de la información, para la real eliminación de desigualdades no sólo de origen clasista, sino también ligadas a factores de carácter territorial, e incluso genético, como las de las personas discapacitadas. Por último, en la relación entre las transformaciones culturales y las que se producen en todo el organismo social, queremos detenernos en el aspecto referido a los procesos políticos. En relación con ello, lo veremos en dos direcciones principales: por una parte, vale destacar que en el nuevo contexto internacional globalizado, dada la prepotencia y hegemonismo político de las fuerzas neoliberales en el mundo, se hacen sistemáticas las agresiones, en especial de carácter político y cultural, contra los distintos países, las cuales pueden llegar incluso a provocar el enfrentamiento militar. Frente a ello, emergen como tareas muy importantes del Frente cultural, la defensa de la soberanía, la integridad y la identidad del país, con recursos, además de los tradicionales, de carácter especialmente cultural. Lo cultural asume así, una importancia cada vez más estratégica para la supervivencia del proceso revolucionario. De ahí que sean cada vez más prioritarias las tareas dirigidas a fortalecer y perfeccionar el sistema de Medios de comunicación masiva, tanto desde el punto de vista de su base tecnológica, como de la capacitación de los recursos humanos que los dirigen y operan. Las tareas de perfeccionamiento están dirigidas, por una parte, al logro de la eficacia comunicativa en la formación de los valores propios de la nueva sociedad y a enfrentar los contravalores que desde el exterior puedan estar influyendo en la población, y por otra, a aumentar su nivel de cobertura territorial y de los distintos sectores que componen la estructura social del país. La modernización de los Medios de comunicación como tarea cultural de primer orden, está también justificada en las actuales condiciones por la situación climática a nivel global , la cual es cada día más impredecible, y exige entonces nuevas medidas de los Estados como la creación de sólidas estructuras para dirigir la Defensa Civil de la población . En relación con la consolidación de las nuevas relaciones sociales en la esfera política de la sociedad, consideramos también esencial el perfeccionamiento de la labor de las instituciones socializadoras en relación con su papel para posibilitar los procesos de participación social creciente que exige el normal desarrollo de estas sociedades. Estas instituciones están llamadas a lograr, utilizando las nuevas posibilidades que brinda la tecnología contemporánea, un nivel de participación más conciente, masiva pero a la vez analítica, en los distintos espacios de ejercicio de la democracia popular. Todo cuanto hemos apuntado hasta aquí, sostiene la idea del creciente papel de la Cultura como sistema de producción espiritual en cualesquier sociedad que aspire en las condiciones actuales humana. y futuras a la total emancipación