EL CORREDOR VERDE DEL PINSAPO Autor: Oscar N. Gavira Fotografías: Oscar N. Gavira M. Becerra J. L. Muñoz 2007 La pérdida de hábitats y la fragmentación de los mismos son las mayores amenazas de la diversidad biológica a nivel mundial. La fragmentación de los hábitats naturales, su reducción en tamaño y su progresivo aislamiento puede conducir a la desaparición paulatina de especies comenzando por los fragmentos más pequeños. Ello se debe a que la fragmentación produce cambios en el microclima, reducción del hábitat disponible, y un aislamiento y reducción de las poblaciones con la consiguiente pérdida de diversidad genética y aumento de la consanguinidad (endogamia). A esto hay que añadir que muy pocos espacios protegidos son lo suficientemente grandes como para mantener la integridad ecológica de sus ecosistemas por sí mismos. Para evitar estos efectos negativos de la fragmentación de los hábitats surgen los corredores ecológicos: espacios de terreno, lineales o no, que permiten el intercambio reproductivo entre poblaciones aisladas. Las zonas conectadas por los corredores ecológicos se denominan áreas núcleo o áreas fuente y representan zonas favorables para una determinada especie, con una importante población o poblaciones. Las Sierras Béticas son un sistema montañoso con una gran heterogeneidad espacial y una gran diversidad ecológica, lo que determina que las especies se presentan aisladas de forma natural en poblaciones o núcleos poblacionales (áreas núcleo). Estas áreas núcleo se encuentran separadas por barreras ecológicas naturales y conectadas entre sí por corredores ecológicos naturales. Este aislamiento entre poblaciones y entre especies explica la gran cantidad de endemismos que se presentan en estas sierras. Sin embargo, la actuación humana está provocando un aislamiento mucho mayor del que presentan ya de por sí las poblaciones naturales, haciendo peligrar toda esta riqueza natural. En el extremo occidental de las Sierras Béticas se encuentran dos importantes Parques Naturales: Sierra de las Nieves y Sierra de Grazalema. Estos dos Parques Naturales muestran muchas semejanzas ecológicas que se pueden resumir diciendo que son espacios fundamentalmente calizos, con suelos en general bien desarrollados, aunque las zonas rocosas son importantes, con una precipitación alta (ombrotipo principal húmedo), con una altitud considerable (principal piso bioclimático mesomediterráneo y presencia del supramediterráneo) y similar vegetación (serie de vegetación mayoritaria la de los encinares con peonías, con presencia de pinsapares, incluidos fundamentalmente en el sector fitogeográfico Rondeño, subsector Rondense). La Sierra del Oreganal y la Sierra de los Castillejos, constituyen la única alineación montañosa que conecta estos dos Parques Naturales y representa un corredor ecológico para la flora y la fauna de estos espacios protegidos. Casi todos los estudios sobre corredores ecológicos se centran únicamente en la fauna y sólo contemplan la vegetación como un hábitat para los animales. Por ello, este corredor ecológico destaca de todos los demás por ser uno de los pocos estudiados para la flora. Y de este modo podría explicarse, por ejemplo, la presencia del pinsapo en ambos Parques Naturales. Situación geográfica del corredor verde del pinsapo y de los Parques Naturales Sierra de Grazalema (izquierda) y Sierra de las Nieves (derecha). Los Parques Naturales Sierra de Grazalema (izquierda) y Sierra de las Nieves (derecha) son dos espacios ecológicamente muy similares, lo que determina que compartan muchas especies, entre ellas el pinsapo. Los corredores ecológicos se han definido también como un hábitat continuo entre dos zonas núcleo, pero cuando se trata de especies vegetales, a diferencia de muchos vertebrados terrestres, el hábitat se caracteriza por multitud de variables ecológicas: suelo, precipitación, temperatura, luz, etc. Uno de los factores más importantes para las plantas y que caracteriza a este corredor ecológico es la presencia de calcio en el suelo, de modo que hay plantas que lo necesitan para vivir (calcícolas), otras no lo toleran (calcífugas o silicícolas) y para otras les es indiferente (indiferentes edáficas). Otro factor que juega aquí un papel importante es el frío, o la temperatura, que está condicionado por la altitud. Para medir la influencia de la temperatura sobre la vegetación utilizamos lo que se denominan pisos bioclimáticos. El corredor ecológico La alineación montañosa Sierra del Oreganal-Sierra de los Castillejos comparte las principales semejanzas ecológicas de los dos Parques Naturales: geología fundamentalmente caliza, apareciendo también dolomías y margocalizas; precipitación alta (ombrotipo húmedo); y principal piso bioclimático mesomediterráneo, apareciendo en las cumbres el supramediterráneo (a partir de los 1200-1400 m). Como ya se ha mencionado antes, el frío es un factor importante por lo que hay que destacar que la mayor parte de la cresta se encuentra por encima de los 1000 m. La Sierra del Oreganal es la prolongación occidental de la Sierra de las Nieves y comprende las cumbres de la Cancha Almola (1409 m) y del Jarastepar (1427 m), al oeste del cual se encuentra la Sierra de los Castillejos, donde destaca el Alto del Conio (1269 m). Ambas sierras se encuentran conectadas entre sí por un estrecho puerto de Cancha Almola P. N. (1409 m.) S. NIEVES Jarastepar (1427 m.) Cerro Fraile (1115 m.) Alto del Conio (1269 m.) P. N. GRAZALEMA Perfil del corredor ecológico. En el extremo oriental se encuentra la Sierra del Oreganal con las cumbres de Cancha Almola y Jarastepar. En la parte más occidental se encuentra la Sierra de los Castillejos. 1000 m, y por el cerro Fraile (1115 m). Únicamente se interrumpe esta continuidad en el Valle del Guadiaro, que desciende hasta los 400 m (termomediterráneo), constituyendo una posible barrera de 2,75 km entre la Sierra de Líbar (Parque Natural Sierra de Grazalema) y la Sierra de los Castillejos. Sin embargo, la Sierra de los Castillejos se prolonga por el sur en una estrecha Dorsal caliza comprendida entre Atajate y Algatocín. Cuando este “salto” de individuos, semillas, polen, esporas, etc., de una sierra a otra a través del Valle del Guadiaro es un fenómeno poco probable, la existencia de esta Dorsal enfrentada a la Sierra de Líbar podría favorecer que se produzcan estos “saltos”, suavizando, por tanto, el efecto barrera del Valle del Guadiaro. Se incluyen también dentro de los límites del corredor verde las zonas más bajas y alomadas al norte de estas sierras, constituidas por encinares, dehesas y olivares, hasta llegar al Río Guadalevín. El Cerro Cascajares de Igualeja y la Sierra Hidalga de Ronda se han incluido también a pesar de ser zonas cuyo papel en la conectividad es cuestionable pero han sido injustamente excluidos del Parque Natural Sierra de las Nieves a pesar de su gran valor ecológico. Todo el conjunto tiene una longitud mínima de 12 km y una superficie de 22.000 ha. Y no existe otra conexión igual: al sur, los Valles de los Ríos Genal y Guadiaro se abren al mar dominando los terrenos silíceos (esquistos principalmente) y las peridotitas Piornal Sur Norte Vegetación rupícola Matorral y pastizal Encinares y dehesas Río Guadalevín El corredor verde es una franja caliza rodeada por terrenos silíceos en el sur y por cultivos en el norte. Pueden distinguirse tres zonas: la zona montañosa, la zona de dehesas y encinares, y el Río Guadalevín. Ronda LIC Río Guadalevín LIC Río Guadiaro P. N. Sierra de Grazalema Sª Hidalga Sª de los Castillejos P. N. Sierra de las Nieves Sierra del Oreganal C. Cascajares Espolón AtajateAlgatocín LIC Valle del Río Genal LIC Sierra Bermeja y Real Mapa del corredor verde del pinsapo. Se puede distinguir una zona de corredor ecológico en sentido estricto (amarillo), aunque la zona más oriental (naranja) debería integrarse en la zona núcleo del P. N. Sierra de las Nieves. Toda la zona está excluida de la RENPA y la superficie LIC es escasa. La Cancha Almola es un torreón de 1409 m flanqueado por escarpadas paredes. Contacta por el este con el P. N. Sierra de las Nieves. El Jarastepar es la cumbre más alta del corredor con 1427 m. El Alto del Conio es la cumbre más alta de la Sierra de los Castillejos con 1269 m. Es un pequeño torcal que contacta por el este con la Sierra del Oreganal y se enfrenta por el oeste a la Sierra de Líbar (P. N. Sierra de Grazalema). El Valle del Guadiaro representa una barrera ecológica. La existencia de un Dorsal caliza enfrentada a la Sierra de Líbar (P. N. Sierra de Grazalema) podría facilitar la conectividad ecológica entre ambos espacios. (en Sierra Bermeja); al norte aparece otra alineación montañosa con un recorrido mucho mayor (40-60 km), alcanzando en determinados puntos cotas muy bajas (800-954 m en Sierra de Salinas). El corredor florístico Pinsapo excluido del P. N. Sierra de las Nieves. Sierra Hidalga y Cerro Cascajares son zonas con una importante diversidad biológica. Este corredor ecológico es importante no sólo para el pinsapo, sino también para un gran número de especies vegetales. Según los requerimientos ecológicos de estas plantas podemos hacer dos grupos: las calcícolas, que son aquéllas que viven mayoritariamente sobre suelos calizos, muchas veces de forma obligada; y las plantas que viven en las zonas más altas, generalmente a más de 1000 m de altitud, sean calcícolas o no. Por esta razón podemos afirmar que la alineación montañosa Sierra del Oreganal- En la zona montañosa (izquierda) se pueden distinguir dos tipos de flujos genéticos: el de las especies calcícolas (naranja) y el de las especies de montaña, que viven a altitudes superiores a 1000 m (amarillo). En las zonas más bajas (derecha) se puede distinguir una zona asociada a encinares y dehesas (verde) y el corredor fluvial del Río Guadalevín (azul). El arce de Montpellier (Acer monspessulanum) es una especie protegida que habita en las cumbres de los dos Parques Naturales y del corredor. Campanula specularioides (izquierda) y Cytisus fontanesii subsp. plumosus (derecha) son dos endemismos casi exclusivos de los dos Parques Naturales y del corredor. Se encuentran además catalogados como “en peligro de extinción”. Sierra de los Castillejos es un corredor ecológico para la flora calcícola y/o de montaña. Existen especies que están presentes en los dos Parques Naturales y en el corredor, algunas de ellas protegidas por la ley como el arce de Montpellier (Acer monspessulanum) y el helecho Asplenium petrarchae subsp. bivalens; endémicas y amenazadas son la campanilla Campanula specularioides, la bolina Cytisus fontanesii subsp. plumosus, la reseda Reseda gayana y el lastón Helictotrichon filifolium subsp. arundanum; endémicas y no amenazadas son la gramínea Avenula gervaisii subsp. arundana, la umbelífera Elaeoselinum asclepium subsp. millefolium y la aulaga Ulex baeticus subsp. baeticus; estas dos últimas aunque son indiferentes edáficas aparecen de forma más abundante en las calizas del corredor que en las zonas silíceas aledañas. Como ya se ha mencionado antes, el Valle del Guadiaro puede representar una barrera ecológica y, de este modo, la crujía Digitalis laciniata, endemismo andaluz amenazado, alcanza el Parque Natural Sierra de las Nieves y el corredor, pero no aparece en el Parque Natural Sierra de Grazalema. Otras plantas de éste último que podrían vivir en el corredor o en el Parque Natural Sierra de las Nieves, no se encuentran en estos lugares, como es el caso de la amapola de Grazalema (Papaver rupifragum). Sin embargo, existen especies presentes en el Parque Natural Sierra de Grazalema que alcanzan el corredor pero no se encuentran en el Parque Natural Sierra de las Nieves a pesar de existir continuidad altitudinal; éste es el caso de la saxífraga Saxifraga bourgeana y la linaria Linaria platycalyx, Melica bocquetii es un endemismo andaluz “en peligro de endémicas y amenazadas. exintinción” que vive sobre suelos calizos por encima de los Muchas otras especies están 1000 m de altitud. Se encuentra además en los dos Parques Naturales y en el corredor. presentes en los dos Parques Naturales aunque ausentes del corredor, ya sea porque no se han encontrado, se han extinguido, o no se dan las condiciones ecológicas La amapola de Grazalema (Papaver rupifragum) es un especie “en peligro de extinción” que podría vivir en el corredor o en el P. N. Sierra de las Nieves, pero sólo aparece en el P. N. Sierra de Grazalema. Digitalis laciniata es un endemismo andaluz que aparece en el P. N. Sierra de las Nieves y en el corredor, pero está ausente del P. N. Sierra de Grazalema. Saxifraga bourgeana (izquierda) y Linaria platycalyx (derecha) son dos endemismos casi exclusivos del P. N. Sierra de Grazalema y del corredor, y están ausentes del P. N. Sierra de las Nieves. Ambos están catalogados como “vulnerables”. adecuadas. En este último caso, el corredor habría tenido una mayor importancia en épocas pasadas que en las actuales. Estas especies ausentes del corredor son el serbal (Sorbus aria), el tabaco de pastor (Atropa baetica), la gramínea Koeleria dasyphylla, la rascavieja Ononis reuteri, el cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), el narciso bético (Narcissus bugei), el durillo dulce (Cotoneaster granatensis), la colleja Silene mariana,... A pesar de esta ausencia, el corredor reúne las condiciones ecológicas necesarias para que puedan vivir muchas de estas especies. El corredor faunístico No sólo las cumbres montañosas representan un corredor ecológico para algunas especies animales, sino también las tierras más suaves y alomadas del norte, entre El tabaco de Pastor (Atropa baetica) se encuentra “en peligro crítico de extinción” y habita por encima de los 1100 m de altitud. Aunque ausente del corredor se presenta en los dos Parques Naturales. La cabra montés es uno de los animales que cuenta con un corredor ecológico en las cumbres de estas sierras. encinares, dehesas y olivares, hasta alcanzar el corredor fluvial del Río Guadalevín, un lugar al cual los animales se acercan y por donde realizan sus desplazamientos. Pero centrándonos en las montañas, las cumbres constituyen un corredor ecológico para especies como la cabra montés. Las aves merecen una atención especial, no sólo por el gran interés que despiertan en los aficionados a la naturaleza, sino porque plantear un corredor ecológico para ellas es difícil debido a la gran movilidad y capacidad dispersiva que presentan. Aun así, es posible estudiarlo para especies muy sedentarias y ligadas a hábitats muy concretos como la chova piquirroja, el piquituerto, el carbonero garrapinos, el herrerillo capuchino, el escribano montesino o el gorrión chillón. Otro aspecto importante de las aves es la función dispersora de semillas que ejercen, fundamentalmente de frutos carnosos. Entre éstas aparecen el arrendajo, los zorzales en sentido amplio (Turdus sp.), pero especialmente la chova piquirroja y el mirlo capiblanco por la dispersión en las zonas más altas. Entre las especies vegetales que se beneficiarían de esta dispersión aparecen el serbal (Sorbus aria), el tabaco de pastor (Atropa baetica), el durillo dulce (Cotoneaster granatensis), el ciruelo silvestre (Prunus insititia), el cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), la sabina común (Juniperus phoenicea) y la sabina rastrera (Juniperus sabina). Es de destacar también que este corredor es importante para la conservación de invertebrados como caracoles (gasterópodos terrestres con concha) y escarabajos (coleópteros). Los caracoles presentan una concha de carbonato cálcico (CaCO3), material que compone la piedra caliza, por lo que necesitan vivir en zonas donde el calcio es abundante. Por ello, en el corredor hay una importante diversidad de caracoles, algunos de los cuales sólo pueden vivir en esta zona como es el caso de las especies que viven en las rocas (rupícolas): Chondrina calpica, Pyramidula rupestris, Iberus gualtieranus. Destaca también la presencia de especies de escarabajos endémicos y amenazados cuya biología está ligada muy estrechamente a las plantas que participan en el corredor. Éste es el caso de los bupréstidos Buprestis flavoangulata baetica y Anthaxia ceballosi, perforadores exclusivos del pinsapo, y el cerambícido Iberodorcadion mucidum rondensis, cuyas larvas se desarrollan en los rizomas de gramíneas de montaña como el ya citado lastón endémico Helictotrichon filifolium subsp. arundanum. El corredor biótico Esta alineación montañosa, como ya se ha expuesto anteriormente, es susceptible de ser un corredor ecológico para muchas especies, tanto vegetales como animales, algunas de ellas porque están ligadas a determinados hábitats, mientras que otras porque están ligadas a estas especies. El primer caso sería el de las plantas, donde se cuentan 59 especies entre endémicas, relícticas, amenazadas y protegidas, a las que habría que añadir muchas otras, algunas considerables como raras y otras más vulgares, y entre las que se incluirían también los siempre olvidados musgos. También los líquenes que son el resultado de una simbiosis entre un hongo y un alga pero con un comportamiento ecológico muy similar al de las plantas. Los vertebrados terrestres aquí mencionados y otros invertebrados como los caracoles también están ligados al corredor por el hábitat que necesitan. En el caso de las especies ligadas a otras del corredor, principalmente plantas, están los escarabajos anteriormente mencionados, perforadores exclusivos de una determinada planta, pero también el de muchas mariposas (lepidópteros) cuyas larvas Algunas aves muy sedentarias y con hábitats muy concretos contarían con un corredor ecológico en estas sierras. El piquituerto común es una especie exclusiva de los bosques de coníferas. Iberus gualtieranus se refugia en las grietas de las rocas calizas. Como muchos caracoles precisa de calcio para la formación de su concha. Buprestis flavoangulata baetica es un endemismo perforador exclusivo del pinsapo, y está catalogado como especie “vulnerable”. El corredor verde del pinsapo es un corredor para muchas especies de plantas, incluidos musgos, y también animales, a lo que hay que añadir hongos y líquenes. Algunas de estas especies son raras o amenazadas, mientras que otras son más frecuentes. sólo se alimentan de una o muy pocas especies vegetales, el de algunas plantas como el parásito hopo (Orobanche sp.) y, por último, cabría destacar a los hongos que establecen estrechas relaciones de simbiosis, parasitismo o saprofagia con una determinada especie vegetal. El corredor verde del pinsapo es, por lo tanto, un escenario ideal para realizar todo tipo de estudios sobre conectividad ecológica en grupos de organismos muy distintos, y sobre las relaciones ecológicas que se establecen entre una especie y su hábitat, y entre una especie y otra u otras especies: simbiosis, parasitismo, depredación, comensalismo, saprofitismo, etc. Muchas especies bajo un mismo paraguas De todas las especies que intervienen en la conectividad ecológica ninguna es tan emblemática como el pinsapo. Se trata de una especie endémica del sur peninsular, la de mayor tamaño de nuestra endemoflora, en peligro de extinción y, por lo tanto, protegida por la ley. Pero incluso su belleza hace de él todo un símbolo de la conservación de un territorio. El pinsapo, cuyas principales poblaciones se encuentran en estos Parques Naturales, comparte además muchos de los requerimientos ecológicos de gran parte de las especies que intervienen en la conectividad ecológica, por lo que convive con muchas de ellas dentro del mismo ecosistema (pinsapar, quejigal, etc.) o de ecosistemas próximos (matorrales, paredes rocosas, etc.). Así, el pinsapo se convierte en una especie-paraguas, y mediante su conservación se consigue la protección de todas las especies que lo acompañan. Se trata, además, de una especie en expansión, con lo que permitiendo su recolonización natural se puede conseguir la recolonización de otras especies ausentes del corredor. El corredor verde, y especialmente la Sierra del Oreganal, reúne las condiciones ecológicas necesarias para la supervivencia del pinsapo como son una altitud por encima de los 1000 m y más de 1000 mm de precipitación anuales. Además, existen algunos bioindicadores de pinsapares y/o quejigales: el arce de Montpellier (Acer monspessulanum), el agracejo (Berberis hispanica), el torvisco macho (Daphne laureola), el dorónico (Doronicum plantagineum), el piorno fino (Echinospartum boissieri), el piorno azul (Erinacea anthyllis), el eléboro fétido (Helleborus foetidus), la aliagueta o rascaculos (Hormathophylla spinosa), las peonías (Paeonia broteri, Paeonia coriacea) y el quejigo común (Quercus faginea). Para mayor seguridad también podemos estudiar el pinsapar más cercano, por lo que habría que desplazarse al interior del Parque Natural Sierra de las Nieves, al Cerro Alcojona, con 1490 m (algo mayor que el Jarastepar). Si nos fijamos bien, al oeste de este pinsapar se observan multitud de pinsapos dispersos entre las encinas, incluso un pequeño pinsapar en un cerro de 1403 m (más bajo que el Jarastepar y similar a la Almola). Pero esta dispersión no se detiene aquí y continúa hacia el oeste, sobrepasando incluso los límites del Parque Natural y, por lo tanto, dentro ya del corredor verde, donde aparecen algunos ejemplares aislados. Una idea ganadora La Fundación Gypaetus, dentro del II Concurso de Ideas para la Conservación de Especies Amenazadas en Andalucía concedió el tercer premio a este proyecto por El torvisco macho (Daphne laureola) es una especie característica de quejigales y pinsapares, y se halla presente en el corredor. En el Cerro Alcojona, de 1490 m, se encuentra el pinsapar más cercano al corredor (P. N. Sierra de las Nieves). Algunos pinsapos aparecen justo en el límite del P. N. Sierra de las Nieves (izquierda), incluso otros se alejan varios cientos de metros (derecha). Los pinsapos más alejados del Parque Natural ya pueden contemplar ante sí el corredor que lleva su nombre. una serie de actividades medioambientales, siendo el eje central de las mismas la protección de esta alineación montañosa. Una de estas actividades consiste en la restauración forestal de esta zona castigada. La Real Fábrica de Hoja de Lata de San Miguel, instalada en Júzcar en el siglo XVIII, es la responsable de la fuerte deforestación que actualmente se observa en estas sierras debido a su gran demanda de combustible, situación que se mantiene actualmente por el sobrepastoreo. El objetivo de este proyecto no pretende eliminar esta actividad socioeconómica sino tratar de que haga el menor daño posible mediante la creación de microrresresvas: pequeños espacios vallados a los que el ganado no tiene acceso. Grupos de voluntari@s se encargarían de la instalación de las mismas y de la siembra directa de semillas. Se ha optado por la plantación directa de semillas en lugar de plantones por una serie de ventajas: mayor facilidad en la ejecución, ya que no requiere de mucho esfuerzo, ni instalaciones, ni riego en verano puesto que las plantas enraízan mejor y establecen antes simbiosis con micorrizas, empleándose además semillas de poblaciones autóctonas que son las mejor adaptadas al entorno y garantizan también la conservación de las poblaciones, no ya sólo de las especies. Este proyecto no consiste en la plantación de pinsapos puesto que no se garantizaría la conservación de las poblaciones, de los procesos naturales, y se perdería la función de especie-paraguas. Se trata de favorecer el proceso de recolonización natural que ya ha comenzado. La otra actividad consiste en la creación de una ruta de senderismo y un cartel interpretativo contribuyendo de este modo al desarrollo sostenible de los municipios. Por último estaría la edición de una pequeña guía divulgativa para su distribución gratuita, siendo ésta la actividad de mayor implicación en la educación medioambiental. Después del premio concedido por la Fundación Gypaetus se han realizado cuatro charlas, una en Mijas en las XX Jornadas de Medio Ambiente de Ecologistas en Acción-Mijas (30 de junio de 2006), dos en Ronda, en el VIII Ciclo de Proyecciones al Aire Libre “Entornos” de Ecologistas en Acción-Silvema Serranía de Ronda (17 de agosto de 2006) y en el VII Ciclo de Proyecciones Conoce tu Tierra de la asociación senderista Pasos Largos (9 de febrero de 2007), y una última en Vadillo-Castril (Jaén) en un curso organizado por la Consejería de Medio Ambiente denominado Los corredores ecológicos: educación ambiental y conservación frente a la fragmentación de los hábitats naturales (26 de octubre de 2007). Se ha publicado un estudio preliminar sobre la posible conectividad florística entre los Parques Naturales Sierra de Grazalema y Sierra de las Nieves a través del corredor verde del pinsapo, dentro del proyecto de investigación de excelencia Modelación de la Biodiversidad en Andalucía en un escenario de cambio en el uso del suelo y clima (Gavira, 2006). En este estudio se plantean las similitudes ecológicas de estos espacios y la única conexión posible entre estos Parques Naturales. Se han analizado también las posibles plantas con interés conservacionista implicadas en la conectividad ecológica, que suman un total de 60 entre endémicas, relícticas, amenazadas y protegidas (datos actualizados), y que representan proporciones importantes para cada Parque Natural (salvo en el caso de las especies relícticas) que oscilan entre el 39,1% y el 85,7%. Pocos son los estudios que hay realizados sobre corredores florísticos y menos aún para una flora que cuenta con especies tan importantes como las que se presentan aquí, por lo que las posibilidades de estudio que se plantean son muy numerosas, no sólo para especies vegetales: conectividad en plantas y en otros grupos de organismos, formas de dispersión, relaciones entre plantas y animales, relaciones entre las especies y su hábitat, etc., son sólo una muestra de la potencialidad de estudios futuros que ofrece 100 90 80 70 60 Sierra de Grazalema 50 Corredor ecológico Sierra de las Nieves 40 30 20 10 0 Especies protegidas Endemismos Endemismos serranos béticos Especies relícticas Especies amenazadas Porcentaje de plantas con interés conservacionista que podrían intervenir en la conectividad ecológica en cada espacio natural estudiado. este lugar. Por otro lado, la supervivencia de muchas especies presentes en estos espacios naturales, especialmente para afrontar la situación actual de Cambio Global, podría depender de la conservación de este corredor y de los procesos ecológicos que implica. Pero este ambicioso proyecto podría dejar de ser sólo una idea y verse hecho realidad si cuenta con el apoyo de propietarios comprometidos, ayuntamientos y otras instituciones. Los municipios que se verían implicados de modo directo en este proyecto son, de este a oeste: Igualeja, Parauta, Cartajima, Ronda, Júzcar, Faraján, Alpandeire, Atajate, Benaoján, Benalauría, Benadalid, Jimera de Líbar y Algatocín. Bibliografía APARICIO, A. & S. SILVESTRE -1996- Guía de la Flora del Parque Natural Sierra de Grazalema. Sevilla: Junta de Andalucía, Consejería de Medio Ambiente. ALVERSON, W. S., W. KUHLMANN & D. M. WALLER (eds.) -1994- Wild Forests: Conservation Biology and Public Policy. Washington, DC: Island Press. BENNETT, A. 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