ENTREVISTA ANTONIO ZÁRATE DIRECTOR DEL CENTRO DE ESTUDIOS JURÍDICOS “ES PRECISO QUE LAS NUEVAS PROMOCIONES DE SECRETARIOS CONOZCAN LAS FUNCIONES DEL PROCURADOR Y LES SEA UN PROFESIONAL FAMILIAR EN SU TRATO” EL CONSEJO GENERAL DE PROCURADORES HA RENOVADO SU COMPROMISO DE COLABORACIÓN CON EL CENTRO DE ESTUDIOS JURÍDICOS (CEJ). ADEMÁS DE ORGANIZAR ACTIVIDADES FORMATIVAS CONJUNTAS, SE TRATA DE GARANTIZAR LA PRESENCIA DE PROCURADORES EN TODOS LOS CURSOS DE FORMACIÓN INICIAL QUE SE IMPARTEN A LOS SECRETARIOS JUDICIALES Y A LOS CUERPOS DE GESTIÓN. ANTONIO ZÁRATE, DIRECTOR DEL CEJ, ASUME ESTE IMPULSO COMO UN PASO OBLIGADO DE ADAPTACIÓN A LAS REFORMAS LEGISLATIVAS QUE VAN A AFECTAR A LAS FUNCIONES DE SECRETARIOS Y PROCURADORES. TEXTO: RAÚL DE ANDRÉS FOTOS: ÁLVARO JIMÉNEZ 24 Procuradores • Nº 109 –¿Cuál es el objetivo del convenio recientemente firmado con el Consejo General de Procuradores? –En sus líneas generales se trata de una reedición de otro convenio marco celebrado en el año 2003 entre el Consejo General de Procuradores y el CEJ en el que se han introducido mejoras técnicas. Hemos aprovechado la ocasión para ir más allá del anterior, darle un impulso renovado y adaptarlo a las nuevas reformas legislativas que presumiblemente afectarán al secretario judicial y al procurador. –¿El convenio contempla la parti­ cipación de procuradores como po­ nentes o profesores en los cursos del ENTREVISTA CEJ? ¿En qué cursos participarán, y a qué colectivos irán dirigidos? –Gracias a este convenio pretendemos volver a introducir la figura del procurador en los cursos de formación inicial que se prestan a los cuerpos de gestión, y permitir que se incorporen nuevamente a la formación inicial de los secretarios judiciales. El método que hemos elegido es la de asegurar su presencia en mesas redondas con otros profesionales del Derecho que permitan a las nuevas promociones conocer las funciones del procurador. –¿Por qué considera importante la participación de los procurado­ res en todos estos cursos? –El procurador ha jugado tradicionalmente un papel muy directo y activo en los tribunales al ser el representante procesal de los litigantes, pero es que además ha ido adquiriendo un protagonismo mayor en la gestión de los procedimientos e incluso en la tramitación procesal al poner en relación a las partes con la oficina judicial. De esta importante función, y las que previsiblemente se encuentran llamados a realizar, se hace preciso que las nuevas promociones de secretarios judiciales, que en breve se incorporarán como directores procesales de las oficinas judiciales, conozcan sus funciones y les sea un profesional familiar en su trato. –¿Qué resultados espera de esta colaboración de los procura­ dores con el CEJ? –En primer lugar que conozcan la función que desempeña el procurador y que no les resulte extraño; y en segundo lugar que mediante esta colaboración ayuden a lograr su finalidad esencial en la formación inicial que es asegurar una más eficaz incorporación a sus primeros destinos. –Como director de un Centro por el que pasan funcionarios en activo escuchará muchas opiniones sobre el estado de la Administra­ ción de Justicia. ¿Se canaliza toda esta información de algún modo, en forma de sugerencias o reco­ mendaciones? –En el CEJ realizamos aproxima­ damente al año unas 300 actividades formativas, lo que implica que recibimos una multitud de opinio- nes y sugerencias sobre diversos aspectos jurídicos, y dada la obligación que tenemos como servidores públicos se dan curso al Ministerio de Justicia y a la Fiscalía General del Estado. –¿Cuál es la filosofía de la for­ mación que se imparte en el Cen­ tro? ¿Se da mucha importancia a los aspectos prácticos? –El CEJ de los últimos años ha iniciado un proceso de cambio muy importante que nos ha permitido convertirnos en el centro de transformación de talento de la Administración de Justicia, a través del nuevo enfoque que se da a la formación inicial y continua. Estamos recientemente integrados en las redes de conocimiento de la Administración Pública. En un proceso de cambio nos hemos sabido adaptar a las demandas de colectivos profesionales altamente cualificados como son los fiscales, secretarios judiciales, abogados del Estado y médicos forenses. Perseguimos un enfoque multidisciplinar, en el que seguimos dando importancia al sistema clásico de curso presencial, pero hemos potenciado el método de laboratorios, talleres y estancias de contenido más práctico. La apuesta por una formación de calidad hace que hayamos multiplicado nuestros cursos online y que se retransmitan por nuestro canal de YouTube seminarios de especial interés como el realizado conjuntamente con la Procura. –¿Han afectado los recortes presupuestarios al presupuesto del Centro? –Los recortes presupuestarios afectaron al CEJ desde finales de 2010 hasta el año 2013, justificados por una situación de crisis económica que hacía preciso adoptar medidas de control del gasto pú­ blico. Pero lo cierto es que nuestros presupuestos, si bien ahora más reducidos, no han sufrido nuevos recortes desde el año 2013 hasta 2015, lo que a todas luces es una muy buena noticia y ejemplifica el compromiso del Ministerio de Jus­ ticia con la formación como pieza clave de la recuperación económica y elemento que dota de calidad a la Justicia y que incide en el justiciable. Desde el CEJ además hemos seguido en este periodo una política de control de gas- Nacido en Toledo en 1976, Antonio Zárate se licenció en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid en 1998. Ingresó en la carrera fiscal en 2001, con destinos en Arrecife (Lanzarote) o la Fiscalía Provincial de Las Palmas de Gran Canaria como fiscal especialista en derecho de familia y responsable del servicio de discapacidad. En 2006 fue destinado a la Fiscalía Provincial de Madrid como especialista en delitos económicos y cooperación internacional, hasta su nombramiento en noviembre de 2012 para la dirección del Centro donde se forman fiscales, secretarios judiciales, médicos forenses, abogados del Estado y demás personal al servicio de la Administración de Justicia. NUEVO CONVENIO CON EL CEJ Al amparo del convenio marco suscrito en 2013 entre el Consejo General de Procuradores y el Centro de Estudios Jurídicos, el pasado 9 de septiembre de 2014 se firmó un nuevo protocolo de colaboración entre ambas instituciones. Antonio Zárate, director del CEJ, firmó el acuerdo en la sede del Consejo General de Procuradores junto con el presidente de este colectivo, Juan Carlos Estévez. Fruto inmediato de esta iniciativa fue la realización el 19 de septiembre en la sede del CEJ de la jornada procuradores-secretarios judiciales sobre reformas procesales. Procuradores • Nº 109 25 ENTREVISTA to y hemos sido capaces, siguiendo una política más imaginativa con un presupuesto más reducido, de poder realizar prácticamente el mismo número de actividades. –Con todas las reformas legales tan importantes en materia de Justi­ cia que están en marcha, ¿cómo afec­ tarán a la formación? –Las reformas legales precisan de una necesaria actualización de los conocimientos de todos nuestros colectivos profesionales y que se logra a través de los diferentes cursos en los que participamos. Va a suponer una adaptación de nuestros programas a cada cuerpo. –¿En qué campos será más nece­ saria esta actualización? –Desde luego será preciso hacer cursos de reciclaje en sus diversas modalidades, abarcando ­numerosas ramas del Derecho: penal, civil, procesal, etc. Pero este reciclaje ha de ser una aspiración continua de todos nuestros profesionales del Derecho y en ese campo destacamos el repositorio de ponencias del CEJ, auténtica fuente de conocimiento, único en toda la Administración de Justicia. Tiene más de 5.000 títulos y se encuentra abierto y disponible para todos los profesionales del Derecho que quieran hacer algún tipo de consulta. –¿Cuál es la representación inter­ nacional del CEJ? –El Centro ha incrementado recientemente su participación en todos los órganos de administración de las distintas redes internacionales de las que formábamos parte. Participamos en la Red Judicial de Formación Europea, la Red Judicial de Formación Euro-Árabe, somos la Secretaría Pro Tempore de la Red de Capacitación de los Ministerios Públicos y Fiscales Iberoamericanos y formamos parte del Consejo de Administración de la Escuela Judicial Europea. Además participamos en múltiples proyectos financiados por la Unión Europea para la formación de fiscales y secretarios judiciales. –Muchos juristas se plantean si la oposición es el mejor sistema de acceso a los cuerpos del Estado, y en especial a la judicatura, por la gran carga de formación teórica y memo­ rística que implica, ya que piensan que puede desatender otros aspectos de la formación del juez. ¿Es, a su juicio, el mejor sistema? 26 Procuradores • Nº 109 “Vamos a asegurar la participación de procuradores en mesas redondas con otros profesionales del Derecho que permita a las nuevas promociones conocer las funciones del procurador” “En el CEJ realizamos aproximadamente al año unas 300 actividades formativas, lo que implica que recibimos una multitud de opiniones y sugerencias sobre diversos aspectos jurídicos” “Siempre he sido partidario de que el fiscal pudiese llegar a tener el mismo estatuto que el juez” –No sé si es el mejor sistema o no. De lo que estoy completamente seguro es que de todos los posibles es el menos malo y el más escrupuloso con los principios de mérito y capacidad del artículo 103 de la Constitución, y que respeta la igualdad en el acce­so. Mucho se ha discutido en el pasado acerca de su viabilidad y su posibilidad de reforma pero lo cierto es que no hemos encontrado por ahora una mejor vía. –Usted es fiscal, como su antece­ sora en el cargo. ¿Veremos pronto por fin en España la figura de un fiscal instructor del proceso penal? –La demanda de que el fiscal asuma la instrucción del proceso penal ha sido una constante en los últimos años defendida desde diversos sectores. Hemos asistido además a un anteproyecto de Ley de Enjuiciamiento Criminal en la anterior legislatura que así lo contemplaba y a un borrador de código procesal que avanzaba esas mismas líneas. Desde un punto de vista de derecho vigente la reforma de los juicios rápidos supuso dar una participación más activa al fiscal en la fase de instrucción, y en las fiscalías especiales, antidroga y anticorrupción, la intervención del fiscal es esencial como lo es la presencia del juez instructor. Una vez analizada esta situación de partida lo cierto es que no me preocupa tanto que sea un juez de instrucción, o un fiscal, como que se respeten en esta fase del proceso y se establezcan mecanismos que aseguren la independencia en la función. Es más, siempre he sido partidario de que el fiscal pudiese llegar a tener el mismo estatuto que el juez y que se reconociese, al modo francés, la posibilidad de cambiarse de una a otra función.