CUADERNO DE MADRID H Enric Juliana El protectorado francés abrá que tomarse verdaderamente en serio la cuestión del independentismo el día que surja en Catalunya un partido profrancés. Esa sería la verdadera señal, puesto que con la independencia Catalunya se convertiría de inmediato en un protectorado francés, como ya ocurrió en 1640”. La Fundació Ramon Trias Fargas tuvo la amabilidad de invitarme el pasado jueves a pronunciar una breve alocución en la entrega de su premio anual de ensayo político y decidí soltarlo de una vez. El gran Indro Montanelli recomendaba vivamente esta terapia para llegar en forma a los noventa años. “Giovanotto, procure no no comer en exceso y acostúmbrese a decir lo que piensa”. Fue un acto interesante, con un premiado de alto nivel, el El cardenal Giulio Mazarino, primer ministro de Francia, en un grabado de época geógrafo Josep Vicent Boira, articulista de La Vanguardia y gran teódependentista con la que los convergenrico del eje mediterráneo, que acaba de tes se protegen de la intemperie, del acuñar un término feliz para los revuelmismo modo que los esquimales se emtos tiempos que vienen: la Commonbadurnan con la beneficiosa grasa de fowealth catalano-valenciana. ¡Adiós, Païca. Hubo sonrisas. Y lo dije sin apoyarsos Catalans! (por fin). Pilar Rahola, me siquiera –por despiste– en la gran siempre atenta e incisiva, escribía ayer noticia del día, que no era otra que la que hay que ser de Badalona e ir muy toma de control de Aguas de Barcelona por libre para tomar la palabra en un acpor parte de la multinacional Suez, de to de la Trias Fargas con la que está cala cual el Estado francés es el primer acyendo. Siento contradecirla y para ello cionista. Me quedé corto, por tanto. No voy a decir de nuevo lo que pienso: Conhabrá que esperar a la independencia. vergència es un nervio vivo de la socieEn la actual fase autonomista, Cataludad catalana. CiU ha roto el guión que nya ya va camino de convertirse en un preveía su muerte por inanición en una protectorado de Francia, lo cual constiisla desierta. Un partido que lleva más tuye seguramente uno de los destinos de seis años excluido de todos los negonaturales de esta pequeña nación mediciados y sigue encabezando las encuesterránea que con tanto tesón se resiste a tas, demuestra estar al frente de una couna plena asimilación española. rriente social vigorosa. Sería absurdo El cardenal Mazarino controlará desavergonzarse de hablar, con entera lide el bello cilindro ovoidal de la plaza bertad, ante tal auditorio. Caiga lo que de las Glòries los grifos de la Barcelona metropolitana y la costosa depuración caiga. de sus aguas residuales. En sus centraDije lo del protectorado francés para les nucleares se genera buena parte de provocarles un poco; para imprimir ese la energía eléctrica que consumen los punto de tensión que ayuda a cerrar un catalanes. Suyo es el río Ródano, la eterparlamento; y para pasar el dedo, tamna tentación para resolver de una vez el bién, por la capa de sentimentalismo in- irritante problema hidrológico. Y en sus enguantadas manos está ese eje mediterráneo del que con tanta ilusión se habla. Sin el activo concurso de los ferrocarriles franceses, la Commonwealth catalano-valenciana de Boira se queda sin su principal atractivo: el engarce rápido con el centro-norte de Europa. Es sorprendente constatar, una y otra vez, en qué alta medida Francia condiciona las potencialidades hispánicas, y en qué escasa medida esa incontestable realidad halla un sincero reflejo en el atropellado pensamiento político español y catalán. Será por una cuestión de orgullo. El cardenal Mazarino controla el grifo, el interruptor de la luz y las agujas del tren, de la misma manera que hace 370 años manejó el primer ensayo de independencia catalana. El ARCHIVO cardenal Mazarino es eterno. Rotas las amarras con el conde duque de Olivares en 1640, a la débil república catalana de Pau Claris no le cupo otra opción que fortificarse nombrando conde de Barcelona al rey francés Luis XIII. Detrás de los cortinajes estaba el cardenal Richelieu, que pronto cedería el testigo a un inteligente prelado de origen italiano, Giulio Mazarino, antiguo consejero del Papa. Su- La independencia catalana orbitaría Francia (... y París acaba de comprar Aguas de Barcelona) yo fue el protectorado catalán hasta que le estalló la Fronda, la revuelta aristocrático-popular (azuzada por España) contra la presión fiscal derivada de la guerra de los Treinta Años. Mazarino no podía atender tantos frentes y decidió devolver Catalunya a los Habsburgo (Felipe IV), quedándose un pedacito rosellonés en la Paz de los Pirineos. Así fue antes de Suez.