Proposición de los Senadores Rubén Fernando Velázquez López, José Luis García Zalvidea y Julio César Aguirre Méndez, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, la que contiene punto de acuerdo con relación a los jornaleros agrícolas migrantes que se emplean en la agricultura mexicana y sus derechos humanos y laborales. Los que suscriben RUBÉN FERNANDO VELÁZQUEZ LÓPEZ, JOSÉ LUIS GARCÍA ZALVIDEA y JULIO CÉSAR AGUIRRE MÉNDEZ, senadores integrantes de la LXI Legislatura, del Partido de la Revolución Democrática, con fundamento en lo dispuesto por el artículo 58 y demás aplicables del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, presentamos ante esta Honorable Asamblea la PROPOSICIÓN CON PUNTO DE ACUERDO CON RELACIÓN A LOS JORNALEROS AGRÍCOLAS MIGRANTES QUE SE EMPLEAN EN LA AGRICULTURA MEXICANA Y SUS DERECHOS HUMANOS Y LABORALES, con base en las siguientes CONSIDERACIONES Es preciso tomar conciencia sobre la invisibilidad de la cual son víctimas los jornaleros y jornaleras agrícolas migrantes junto con sus familias, especialmente aquellas personas de origen indígena, que se ven en la necesidad de desplazarse de un lugar a otro, a lo largo y ancho de la República Mexicana con la finalidad de encontrar la oferta laboral que no es posible hallar en sus lugares de origen. En esta larga trayectoria migratoria de trabajadores temporales empleados en la agricultura del país se han cometido sistemáticamente violaciones a los derechos de las personas, hombres, mujeres, infantes, adolescentes y adultos mayores, quienes migran por la escases de trabajo en su región de origen, la falta de servicios, la violencia estructural y abusos por parte de las autoridades son, entre muchas otras, las causas que empujan a las familias a trasladarse a otros lugares. Asimismo, cabe mencionar que en varias regiones del sur del país la gente depende de una agricultura substancia, motivo por el cual se ven obligados a migrar por cuatro, seis y hasta ocho meses, con el propósito de sobrevivir. En México, existen alrededor de 405 712 familias en constante movilidad, desplazándose en busca de oportunidades laborales. De acuerdo con cifras presentadas en el informe “Migrantes Somos y en el Camino Andamos”, se estima que 3.5 millones de personas son migrantes internos, de los cuales, la mayoría es de origen indígena. Al estar siempre de paso en los campos agrícolas del país, los jornaleros agrícolas no reciben atención, quedando excluidos de los programas de salud, vivienda, seguridad social y laboral, entre otros. Lo que es peor, ninguno de los tres niveles de gobierno se siente obligado a brindar cuidado a este grupo de población, pasando inadvertidos un conjunto de problemas que hoy resulta preciso y necesario atender. Los jornaleros agrícolas migrantes representan al grupo de población más desfavorecida de nuestro país, hasta el momento han recibido un trato indigno tanto por parte de los empleadores, como por parte de servidores públicos. Han sido sujetos de maltrato, humillación, explotación y extorsión por parte de autoridades diversas que en teoría debieran brindarles protección y apoyo en sus trayectos. Es preciso señalar que muchas veces los jornaleros, originarios fundamentalmente del sur de nuestro país, empleados en el campo mexicano son sujetos de extorsión por parte de autoridades del Instituto Nacional de Migración y/o de Seguridad Pública. De acuerdo con información recogida de informes presentados por diversas organizaciones de la sociedad civil y algunas notas periodísticas [1], los jornaleros y sus familias son acusados de ser inmigrantes indocumentados, y sin dejarles la oportunidad de demostrar su nacionalidad mexicana, son objeto de extorsión por parte de agentes del Instituto Nacional de Migración y de Seguridad Pública Federales y Estatales que los interceptan en los caminos de sus comunidades de origen hacia los campos agrícolas. Esta situación es una realidad tangible que urge de ser atendida para combatirla. Los jornaleros agrícolas, quienes en su mayoría salen de las montañas del sur de México, de los estados como Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Veracruz para alquilar su fuerza de trabajo en los campos agrícolas del norte del país ubicados principalmente en los estados de Sinaloa, Nayarit, Sonora, Baja California, entre otros, no cuentan con contratos, ni regulaciones que los respalden laboralmente, no tienen acceso a servicios médicos, viviendas dignas, sistema de pensiones y de seguridad social. Incluso, los trayectos y las condiciones en las que se desplazan son en extremo peligrosas, un ejemplo de ello son las pésimas condiciones en las que se encuentran los autobuses que los trasladan. Existen algunos programas gubernamentales promovidos desde la Secretaría de Desarrollo Social y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, sin embargo, éstos no resultan suficientes para cumplir con los requerimientos básicos que respondan dignamente para atender las necesidades de esta población que se encuentra en un alto estado de vulnerabilidad. Por lo anteriormente expuesto sometemos a la consideración de esta H. Asamblea, la siguiente proposición con: PUNTO DE ACUERDO Primero.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta al Titular del Ejecutivo Federal a: que coordine con los tres órdenes de gobierno la creación y fortalecimiento de programas de atención a jornaleros agrícolas migrantes con la finalidad de generar una política pública, trasversal y de carácter general que atienda a este sector de la población; que la Secretaría de Desarrollo Social redoble esfuerzos en la atención a los jornaleros migrantes de origen indígena a través de los programas ya existentes. Segundo.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión hace un exhorto a los Congresos de los Estados de la Federación para que legislen en materia laboral con especial atención en los trabajadores y jornaleros agrícolas, a fin de establecer mecanismos de contratación formal para los migrantes jornaleros agrícolas y que las necesidades de seguridad laboral y social asociadas a este grupo de población sean cubiertas. Tercero.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta a la titular de la Secretaría del Trabajo a: que redoble las visitas de inspección a los centros de trabajo de jornaleros agrícolas en la República Mexicana. que se entregue a esta Soberanía un informe pormenorizado de las sanciones realizadas a las empresas y centros de trabajo de jornaleros agrícolas. Cuarto.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta a la Comisión Nacional de Derechos Humanos a: que remita un informe detallado del estado que guardan los derechos humanos de los jornaleros agrícolas, la situación de vulnerabilidad y el estado de las recomendaciones que se han emitido en la materia. que en coordinación con las Delegaciones Estatales de Derechos Humanos se establezca un programa especial de atención a jornaleros agrícolas migrantes y de manera especial, de atención de quejas y procedimientos con la población indígena jornalera. Quinto.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta al titular de la Secretaría de Seguridad Pública; al titular del Instituto Nacional de Migración y a los titulares de las dependencias de Seguridad Pública Estatales, a que en el ámbito de sus respectivas atribuciones, realicen una profunda investigación de procedimientos y acciones de abuso de autoridad y de funciones, así como extorsiones de agentes del Instituto Nacional de Migración y de las Secretaría de Seguridad Pública Federales y Estatales cometidas en contra de migrantes jornaleros agrícolas, y en su caso que se sancione a los responsables. Suscriben Senador Rubén Velázquez López Senador José Luis García Zalvidea Senador Julio Cesar Aguirre Méndez Salón de Sesiones de la Comisión Permanente, a 16 de mayo de año 2012. [1] Informe: Migrantes somos y en el camino andamos. Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlalchinollan, A.C, Noviembre, 2011.