54 harvard deusto business review Cómo gestionar el estrés Julia Folch y Manuela Mielgo Profesoras de la Facultad de Psicología de IE-Universidad de Segovia. Las medidas que ayudan a prevenir el estrés y a luchar contra él abarcan principalmente tres ámbitos de actuación: la vida personal, el modo de conceptualizar el trabajo y nuestras creencias, atribuciones y actitudes. E l estrés en contextos laborales es un fenómeno que cobra cada vez más importancia en la moderna sociedad industrial, sobre todo debido a que en tiempos de crisis y de incertidumbre llega a ser extremadamente incapacitante a causa de la intensa sobrecarga de estímulos y las continuas demandas de actuación que conlleva este tipo de situaciones, que implica la necesidad no sólo de poner en marcha respuestas adaptativas eficaces, sino también de actuar con rapidez. Es bien sabido que el estrés presenta un importante impacto en la salud física, psicológica y social de las personas, así como costes considerables para el bienestar integral del individuo, lo que a largo plazo repercute negativamente en la vida económica. Sin embargo, el estrés es un fenómeno complejo, que en sí mismo no constituye una anomalía y cuyos efectos no son necesariamente negativos. Es ante todo una reacción natural y biológicamente adaptativa para la supervivencia del individuo en la medida en la que está orientado a facilitar la adaptación a nuevas condiciones del medio circundante, siendo cómo se experimenta el estrés lo que desencadena la manifestación de consecuencias negativas. Esta experiencia del estrés depende de multitud de factores, que son los que se pretende abordar aquí. Para ello nos referiremos en primer lugar noviembre 2009 al concepto de estrés, para a continuación analizar las variables que lo afectan. Este artículo gira en torno a los efectos que presenta el estrés generado en el entorno laboral sobre los procesos de salud y enfermedad. Nues- El estrés en sí mismo no constituye una anomalía y sus efectos no son necesariamente negativos tro objetivo principal es proporcionar claves que permitan establecer líneas de actuación que conlleven una gestión más eficaz del estrés en las empresas, con el fin de contribuir a evitar y prevenir, o al menos disminuir, las graves consecuencias que puede generar. ¿Qué es el estrés? El estrés ha sido conceptualizado de muy diferentes maneras desde que Cannon elaborara el primer modelo en 1932, el cual lo consideraba en términos de estímulo o 55 Cómo gEStIonar El EStréS factor del medio que exige un esfuerzo no habitual de los mecanismos homeostáticos para devolver el cuerpo a su estado de equilibrio interno habitual, con lo que asentaba las bases para el estudio de los efectos patológicos del estrés. Uno de los modelos más conocidos del estrés es, sin duda, el propuesto por Hans Selye en 1936, que contemplaba que el estrés exige no sólo la presencia de estímulos estresantes, sino sobre todo la de un conjunto de respuestas fisiológicas desencadenadas por los estresores y dirigidas a adaptar el organismo a la situación estresante. El modelo presuponía que potencialmente cualquier tipo de estímulo, fuera de naturaleza física o psicológica, conllevaba estrés, siempre y cuando indujera una activación del organismo. La validez de este modelo, que consideraba que tanto los estresores como las reacciones fisiológicas que desencadenaban (el “síndrome general de adaptación”) eran inespecíficos, empezó a ser cuestionada cuando se comprobó de manera experimental que los cambios neurofisiológicos implicados en las respuestas de estrés estaban determinados por las características de los estresores y que los factores emocionales El estrés es una respuesta adaptativa que puede resultar sumamente beneficiosa para mantener o incrementar la salud al movilizar a las personas para buscar soluciones útiles que contribuyan a su bienestar desempeñaban un papel relevante en la respuesta de estrés. Esto llevó a la aparición del modelo psicosocial del estrés, desarrollado inicialmente por Holmes y sus colaboradores en 1967 y más recientemente por Lazarus, que definen el estrés en términos de condiciones situacionales que sobrepasan los límites de tolerancia de las personas que se ven expuestas a ellas. Este modelo presenta el importante inconveniente de no contemplar la existencia de diferencias individuales en la percepción de lo que es estresante. Debido a ello, recientemente se han propuesto modelos interaccionistas que conceden gran importancia a los factores psicológicos de naturaleza cognitiva, los 56 cuales actuarían de mediadores entre los estresores y la respuesta fisiológica al estrés. El modelo más relevante surgido en este contexto es el transaccional o de mediación cognitiva. El concepto central de este modelo es el de “amenaza percibida”, que implica que la valoración que hacen las personas de las situaciones ambientales potencialmente estresantes está determinada no sólo por la presencia de un peligro objetivo, la inminencia de éste y la ambigüedad de las claves contextuales que permiten anticiparlo, sino sobre todo por las características de personalidad y las experiencias previas de las personas. Este enfoque cognitivo del estrés ha sido consolidado en los últimos años mediante la consideración de otros importantes factores moduladores del estrés de índole psicosocial, como las habilidades de afrontamiento, los recursos personales y disposicionales y el apoyo social. En el cuadro 1 se exponen de forma resumida los diferentes componentes del estrés y sus interrelaciones. ¿Es lo mismo estrés, ‘distress’, ‘eustress’, ‘burnout’ y fatiga? No. Recordemos que, aunque en principio el estrés es una respuesta adaptativa que puede resultar sumamente beneficiosa para mantener o incrementar la salud al movilizar a las personas para buscar soluciones útiles que contribuyan a su bienestar, su exceso (sea éste cuantitativo o cualitativo) puede aumentar la vulnerabilidad del organismo ante las enfermedades. En este sentido, el distress y el eustress constituyen dos conceptos que representan las dos caras de una misma moneda: así, el distress es un fenómeno que hace referencia a la sensación subjetiva de malestar emocional que se deriva de un estrés excesivo. Es un concepto tradicionalmente relacionado con la enfermedad, que evidencia la incapacidad del sujeto para continuar emitiendo una respuesta adaptativa a cualquier tipo de demanda interna o externa. Por el contrario, el eustress se refiere a la activación psicofisiológica que se deriva de un proceso de estrés eficaz y exitoso, que predispone a la acción y conlleva un efecto positivo sobre la actividad general del organismo. El burnout o “síndrome del quemado en el trabajo”, por su parte, es uno de los resultados más negativos e importantes del estrés crónico que de forma específica se produce en determinadas profesiones de servicio o ayuda. El cuadro se caracteriza por la predominancia de síntomas cognitivos y emocionales (rigidez, falta de flexibilidad, depresión y cinismo), desperso- harvard deusto business review Cómo gEStIonar El EStréS Cuadro 1 Componentes del estrés y sus interrelaciones Variables disposicionales definen: 1. Evaluación cognitiva de las demandas y de los recursos disponibles: sólo si se percibe que las estrategias de afrontamiento no son suficientes se generan respuestas de estrés. 2. Percepción de una posible amenaza y, con ello, alta probabilidad de emisión de la respuesta de estrés: sin percepción de amenaza no hay respuesta de estrés. Respuestas de estrés Respuestas fisiológicas • Eje neural: supone la actuación del sistema nervioso periférico y autónomo. Provoca una activación simpática rápida y breve (estado de alerta), por lo que no suele conllevar trastornos. • Eje neuroendocrino: implica a la médula espinal y a la médula adrenal (adrenalina y noradrenalina). la activación es lenta y duradera. Es esencial para la supervivencia porque permite una intensa actividad física (ataque y/o huida). Su mantenimiento favorece la aparición de problemas cardiovasculares. • Eje endocrino: implica a la corteza adrenal (aCtH) y hormonas hipofisiarias (tSH, tiroxina, somatotropina, vasopresina y oxitocina). la activación es muy lenta y duradera, y sólo se da con una situación de estrés intensa y mantenida y cuando no se dispone de recursos de afrontamiento (resistencia). Supone activación específica del cerebro, por lo que conlleva fundamentalmente patologías de corte psicológico (depresión, ansiedad, etc.). Respuestas psicológicas • Son principalmente de carácter emocional: – respuesta común: distress, sensación subjetiva de malestar emocional. – ante estrés agudo: ansiedad clínica y miedo. – ante estrés crónico: estado de ánimo depresivo. • otras respuestas son las cognitivas y conductuales, que tienden a actuar de mediadoras en la experiencia emocional y presentan como fin reducir la respuesta fisiológica y emocional asociada al estrés. nalización e incremento del tiempo dedicado al trabajo aun cuando el grado de eficacia va siendo progresivamente menor y la persona acaba retrayéndose socialmente. Constituye una de las formas más relevantes de manifestarse el estrés excesivo debido a sus importantes repercusiones sobre la calidad de los servicios prestados, el incremento del absentismo y el aumento de los accidentes y conflictos laborales. Finalmente, la fatiga es un estado subjetivo y fisiológico que se caracteriza 58 por el desinterés en la tarea, acompañado de la sensación de malestar y la pérdida de eficacia, estado que se deriva de períodos prolongados de trabajo y escaso descanso, y que por lo general se resuelve con un cambio en la actividad y el reposo, cosa que no ocurre con el estrés. Cabe señalar, por último, que este artículo se centra sobre todo en las consecuencias negativas del estrés, al que por cuestiones prácticas a partir de ahora simplemente nos referiremos como “estrés”. harvard deusto business review Cómo gEStIonar E l EStréS Cuadro 2 Principales causas de la desmotivación laboral Internas Externas • Situación en la empresa. • Personalidad, carácter. • Falta de futuro profesional. • Educación, cultura, formación. • Injusticia o desigualdad. • Problemas personales y resistencias al cambio. • mala política de relaciones laborales. • Situaciones o problemas familiares. • Inadecuada política retributiva. • Situaciones o problemas económicos. • trabajo rutinario estresante o poco atractivo. • Influencias de otros. • mala relación con jefes y/o compañeros. • Edad. • ausencia de políticas de motivación. • Falta de integración. • Inadecuado clima laboral. Relación entre el estrés y la desmotivación e insatisfacción laboral La desmotivación y la insatisfacción laboral son ambos estados carenciales del trabajador que pueden conllevar estrés. La desmotivación laboral –no la motivación negativa– es un estado que se desencadena por multitud de causas y que lleva a la persona a manifestar como síntomas cardinales falta de interés y de energía para realizar su trabajo habitual y, con ello, disminución de su rendimiento y productividad. Puede presentarse por causas internas (que afectan a la organización o al trabajo) y por causas externas (relacionadas con la personalidad del trabajador o con las situaciones en las que éste se encuentra inmerso). La desmotivación provoca una actitud negativa hacia el trabajo que conduce a la manifestación de fatiga física y mental, tedio, desilusión, frustraciones, absentismo y abandono laboral, falta de atención y concentración, y finalmente una mayor probabilidad de cometer errores y sufrir accidentes (véase el cuadro 2). La insatisfacción laboral supone una valoración negativa de los factores organizacionales y personales del contexto laboral por parte del trabajador que puede derivar en una situación de estrés. Es resultado de un balance negativo acerca de cómo y cuánto se aco- noviembre 2009 modan ciertas características del trabajo a las necesidades y valores del individuo; conlleva una actitud negativa frente al trabajo o frente a aspectos concretos de éste. Puede considerarse como un elemento que predice pautas de comportamiento. Aunque hay multitud de factores implicados en la relación satisfaccióninsatisfacción laboral, destacan de forma especial tres grandes grupos: • El primero es el relacionado con las políticas y procedimientos organizacionales concernientes al sistema de recompensas (la equidad percibida en la remuneración y las promociones), los procesos de toma de El ‘burnout’ o “síndrome del quemado en el trabajo” es uno de los resultados más negativos e importantes del estrés crónico que de forma específica se produce en determinadas profesiones de servicio o ayuda 59 Cómo gEStIonar El EStréS decisiones, el estilo de mando y el sistema de evaluación del desempeño. • El segundo se refiere a aspectos específicos del trabajo, como la carga general de trabajo, las habilidades necesarias para realizar las tareas, la variedad de éstas, la autonomía disponible para su ejecución, la retroalimentación proporcionada sobre el desempeño laboral, el ambiente físico y el clima laboral. • En tercer lugar están las características de la persona, como la autoestima, la capacidad de tolerar el estrés y la satisfacción general en la vida, que probablemente determine la satisfacción en el trabajo. Principales síntomas de la presencia de un estrés incipiente Entre los principales síntomas indicadores de un estrés que aún no ha adquirido carácter crónico o agudo destacan los que se especifican a continuación. Algunas personas los identifican como síntomas de una enfermedad más que como una primera manifestación del estrés, lo que las suele llevar a buscar consejo médico, consejo que por lo general no conduce a la identificación de enfermedad alguna. Este tipo de conducta, al que la literatura especializada suele referirse con el concepto algo ambiguo de “conducta de enfermedad”, pue- La desmotivación y la insatisfacción laboral son ambos estados carenciales del trabajador que pueden conllevar estrés de constituir por sus consecuencias altamente reforzantes un modo de evitar enfrentarse a situaciones estresantes de la vida cotidiana, ya que favorece la obtención de atención, afecto y delegación de responsabilidades, lo que puede conllevar la cronificación de los primeros síntomas del estrés cuando por lo general su identificación y su resolución temprana permiten prevenir la aparición de trastornos más severos. • Síntomas fisiológicos: sensación de cansancio y fatiga, cefaleas, desvanecimientos y vértigos, trastornos del sueño (insomnio, hipersomnia, pesadillas, etc.), dolores en el pecho o musculares, sudoración, excesiva sequedad de boca, temblores, etc. 60 • Síntomas cognitivos: falta de atención y concentración, pensamiento rígido, embotamiento, ofuscamiento, cansancio, toma de decisiones erróneas, bloqueos mentales, incremento del tiempo de reacción, menor grado de eficacia, etc. • Síntomas emocionales: temor o aprensión anticipatoria, nerviosismo, ansiedad, irritabilidad, agresividad, cólera, retraimiento social, apatía, aburrimiento, hastío, tristeza aparentemente injustificada, cinismo, etc. • Síntomas comportamentales: excesivo consumo de fármacos, tabaco, alcohol, cafeína u otras drogas legales e ilegales, ingesta excesiva o, por el contrario, reducida de alimentos, conducta impulsiva, etc. Señalemos que en el ámbito laboral suelen predominar las alteraciones del estado de ánimo, manifestándose baja actividad psíquica, afectiva y social, que con cierta frecuencia derivan en conflictos interpersonales, que favorecen la aparición de sentimientos de culpabilidad, miedos irracionales, aversión al trabajo, etc. Principales trastornos provocados a más largo plazo por el estrés El estrés agudo y crónico favorece a través de las alteraciones neurales, neuroendocrinas y endocrinas implicadas y su interacción con procesos psicológicos (rasgos de personalidad y conflictos, entre otros) la aparición de trastornos psicosomáticos, entre los que destacan, por su frecuencia, los que se citan a continuación: • Sistema cardiovascular: enfermedades coronarias (arritmia, angina de pecho, infarto de miocardio), trastornos circulatorios (hipertensión, arteriosclerosis, síndrome de Raynaud), formación de trombos, trastornos sanguíneos (colesterol, ácidos grasos y triglicéridos elevados, diabetes del tipo II), etc. • Sistema nervioso: trombosis cerebral, depresión, ansiedad clínica (ataques de pánico, fobias, trastornos obsesivo-compulsivos), angustia, etc. • Sistema digestivo: colon irritable, úlceras, diarrea o estreñimiento. • Sistema genito-urinario: disfunciones sexuales (disfunción eréctil, vaginismo), insuficiencia renal, etcétera. • Sistema respiratorio: trastornos respiratorios (asma, disneas, crisis de hiperventilación). • Sistema inmunológico: supresión o exacerbación de la respuesta inmunológica (afecciones dermatológicas como el herpes, infecciones, alergias, cáncer). harvard deusto business review Cómo gEStIonar El EStréS Principales causas de estrés en el ámbito laboral En general, podemos decir que el estrés laboral surge como consecuencia de los desajustes producidos entre las capacidades personales percibidas por el individuo y las exigencias del empleo. Como fuentes principales de estrés destacan los siguientes factores, que hemos agrupado atendiendo a cuatro dimensiones básicas: la contextual, la psicológica, la social y la asistencial. • Dimensión contextual Hace referencia tanto a las características del contexto físico en el que se desarrolla la labor profesional como al modo en el que se presentan habitualmente los estímulos en él (sean éstos de naturaleza física o laboral): • • Factores ambientales: condiciones físicas y distribución temporal del trabajo desagradables, como los espacios físicos reducidos e inadecuadamente acondicionados o el trabajo por turnos rotativos. • Factores estimulares: carácter impredecible e incontrolable de los estímulos; implantación de nuevas tecnologías con obligatoriedad de su manejo. • Dimensión psicológica Consideramos en esta dimensión todos aquellos factores cuyas consecuencias están determinadas por la per- El estrés laboral surge como consecuencia de los desajustes producidos entre las capacidades personales percibidas por el individuo y las exigencias del empleo sonalidad, la inteligencia, el grado de motivación, las emociones y las valoraciones que realiza la persona inmersa en las situaciones potencialmente estresantes: • Factores intrínsecos a la labor desempeñada: exigencias constantes, como la toma de decisiones no sólo exitosas, sino también rápidas; naturaleza de las tareas que se deben realizar: grado de estructuración bajo, tareas excesivamente rutinarias y repetitivas, fal- 62 • • • ta de autonomía e independencia en la realización (supervisión y control excesivos); Necesidad de intercambios constantes de información con otros. Factores derivados de las funciones ejercidas: presencia de exigencias que entran en conflicto (por ejemplo, tener que mantener simultáneamente una actitud directiva y conciliadora hacia los trabajadores); necesidad de cambiar rápidamente de una función y tipo de actividad a otra; ambigüedad de funciones, que genera incertidumbre; dudas sobre el alcance de las responsabilidades y de lo que se espera de uno. Factores relacionados con la carga laboral: sobrecarga física y mental objetiva; carga laboral no ajustada a las demandas de la tarea y a las capacidades, reales o percibidas por el individuo, sea por exceso (fatiga, agotamiento) o defecto (aburrimiento, falta de estimulación mental); pluriempleo. Factores relacionados con el grado de responsabilidad exigido al trabajador: responsabilidades excesivas, sin considerar las capacidades y habilidades del empleado y sin ofrecer recompensas ajustadas que lo motiven. Factores relacionados con la participación en el proceso de toma de decisiones: impotencia y alienación por no disponer de control; imposibilidad de participar en la toma de decisiones empresariales, sobre todo si afectan directamente al trabajador. Factores relacionados con la evaluación del desempeño: retroalimentación insuficiente, nula o con prejuicios por desconocimiento de cómo se va a realizar, qué se va a valorar o a qué niveles; retroalimentación negativa sin información sobre medidas para poder mejorar el desempeño. Factores relacionados con el desarrollo profesional: permanencia no deseada en el mismo nivel o descenso a un nivel inferior; promesas no cumplidas; expectativas frustradas (independientemente de su grado de realismo). Dimensión social Consideramos aquí todos aquellos factores que implican a otro, pertenezca éste al ámbito laboral, familiar o social del trabajador, y que repercuten directamente en la calidad y el estilo de vida del trabajador (grupos de trabajo, relaciones interpersonales, apoyo social recibido, etc.): • Factores de índole sociolaboral: falta de apoyo social, como aislamiento o rechazo social; relaciones estresantes en el trabajo (véase el cuadro 3); inadecuada conciliación de la vida laboral, la familiar y la social. • Factores derivados de los cambios organizacionales y del clima laboral: cambios estructurales, cambios en harvard deusto business review Cómo gEStIonar E l EStréS Cuadro 3 Relaciones estresantes en el trabajo Superiores Subordinados Colegas Falta de consideración. aislamiento. Exigencias de participación. Presión del puesto. rivalidad. Incongruencia de poderes reales y formales. Presiones políticas. Falta de apoyo en situaciones difíciles. Conflicto de participación. resentimiento por pérdida de estatus. Fuente: Cooper et al. las políticas empresariales, reorganizaciones, fusiones, adquisiciones y eliminación de niveles que conllevan procesos de adaptación que deben llevarse a cabo con rapidez (traslados a otros países, diversidad cultural de los equipos de trabajo); el tipo y el nivel de cambio no se ajustan a las características y hábitos de los empleados o provocan incertidumbre, duda, tensión y presión. Dimensión asistencial Se refiere a aquellos factores relacionados con el acceso a fuentes de apoyo que afectan directamente a la labor profesional: • Factores relacionados con medidas preventivas y de intervención en la gestión del estrés: ausencia de medidas preventivas y de intervención, como la no aceptación de responsabilidades por parte de la organización en el origen del estrés y en la necesidad de gestionarlo, consideración del problema del estrés como un problema personal que debe ser resuelto a título individual por el propio trabajador. ¿Qué medidas se pueden adoptar para manejar el estrés en el ámbito laboral? Entre las principales medidas preventivas y de actuación que se pueden adoptar para manejar el estrés en el contexto laboral, destacan las siguientes: Dimensión contextual • Aplicación de las medidas preventivas de seguridad, higiene en el trabajo y ergonomía recogidas en la Ley noviembre 2009 54/2003 de Prevención de Riesgos Laborales con el fin de lograr el mayor confort y bienestar posibles. Dimensión psicológica • Disminuir los efectos adversos del conflicto de rol y de la ambigüedad de las funciones asegurando un buen clima y apoyos sociales adecuados. • Definición clara de objetivos, funciones y responsabilidades que acompañan a diferentes puestos. • Ajustar la relación entre las recompensas y las exigencias. • La carga de trabajo externa (presión o estrés mental) es reversible mediante el descanso adecuado o cargas ajustadas a las capacidades. La carga interna (tensión o strain mental) se resuelve ajustando las demandas con las capacidades de los trabajadores y evitando la monotonía de los trabajos, enriqueciendo éstas o favoreciendo la rotación de actividades. El estrés es un problema cuya resolución requiere que la persona sometida a él realice un preciso y sincero análisis de sus capacidades, destrezas y habilidades personales para, a continuación, responsabilizarse de su tratamiento 63 Cómo gEStIonar El EStréS • Aumentar el grado de flexibilidad en la participación en la toma de decisiones, en el establecimiento de los objetivos y en la elección de los sistemas de evaluación. • Proporcionar estabilidad y fomentar la tranquilidad a través de una adecuada y ajustada comunicación interna sobre la situación presente de la empresa. • Proporcionar información y apoyo emocional y financiero que ayuden a reducir la incertidumbre y la percepción de falta de control. • Crear expectativas realistas de oportunidades de desarrollo profesional a través de la promoción, la rotación, planes de formación y planes de carrera. Dimensión social • Introducir la figura del “mentor” como una fuente de apoyo social para los nuevos empleados. • Entrenamiento expreso de las habilidades necesarias para motivar, recompensar y corregir a los trabajadores. Afianzamiento de habilidades de escucha, comunicación y transmisión de información. Entrenamien- En el ámbito laboral, la medida correctora prioritaria es probablemente la reducción de la excesiva carga de trabajo, sea ésta física o mental to en la mediación de conflictos y en habilidades que fomentan la cooperación y la participación y que favorecen la actuación como líder. • Proporcionar retroalimentación regular sobre los resultados del desempeño laboral. Dimensión asistencial • Implantar un departamento de psicología del trabajo y organizacional. Implantar políticas organizacionales motivacionales. • Considerar y favorecer una adecuada política de conciliación de la vida laboral y la familiar. ¿Cuáles son las estrategias personales más eficaces para el tratamiento del estrés? El estrés es un problema cuya resolución requiere que la persona sometida a él realice un preciso y sincero 64 análisis de sus capacidades, destrezas y habilidades personales para, a continuación, responsabilizarse de su tratamiento. Para ello, debe asumir que el proceso va a ser lento y costoso y que requerirá esfuerzo y constancia, por lo que es conveniente buscar apoyos externos. Las medidas que ayudan a prevenir y luchar contra el estrés abarcan principalmente tres ámbitos de actuación: la vida personal, el modo de conceptualizar el trabajo y nuestras creencias, atribuciones y actitudes. En lo que respecta a la vida personal, es prioritario ser dueño de la propia vida y tener la capacidad de “desconectar” del trabajo y de separar la vida profesional de la vida personal. Para ello, es indispensable realizar con regularidad actividades satisfactorias que aporten la distracción, relajación y disfrute (personal y relacional) necesarios para reponer la energía física y psicológica que permite que el rendimiento laboral sea óptimo. Un estilo de vida saludable resulta imprescindible. En el ámbito laboral, la medida correctora prioritaria es probablemente la reducción de la excesiva carga de trabajo, sea ésta física o mental, ya que no sólo causa enfermedad, sino que también afecta negativamente a la motivación, a la implicación laboral y a la satisfacción laboral, y es la principal responsable del absentismo. Para ello es preciso no asumir más trabajo que el que se ajuste a las posibilidades de cada uno, planificar y organizar el tiempo que se le dedica, priorizar las tareas por orden de importancia y premura de tiempo y dar por finalizada cada una de las actividades emprendidas antes de iniciar una tarea nueva. Con respecto a nuestras creencias, valores y actitudes, es conveniente saber establecer prioridades y tomar conciencia de cuáles son nuestros intereses y cuáles los costes personales que estamos dispuestos a invertir para satisfacerlos, lo que obliga a ajustar racional y objetivamente nuestras expectativas, aspiraciones y ambiciones. Para lograrlo, a veces es preciso realizar reajustes en nuestras escalas de valores y cambios en los estilos de vida, además de vernos obligados a afianzar nuestra autoestima, la confianza y seguridad en uno mismo, el sentido del humor y la capacidad para reírnos de nuestros propios defectos y errores. En este sentido, ser una persona optimista con una actitud positiva ante la vida y el trabajo y contar con una elevada motivación intrínseca constituyen una cierta garantía de protección frente al estrés. harvard deusto business review Cómo gEStIonar El EStréS ¿Cuáles son las habilidades de afrontamiento más valoradas en las empresas? Las habilidades de afrontamiento más valoradas en el mundo laboral son las siguientes: Habilidades personales y sociales • Autocontrol emocional y cognitivo: adecuado ajuste general de las emociones, control de los impulsos y procesos cognitivos equilibrados. • Confianza y seguridad en uno mismo (control de los recursos personales disponibles, de las posibilidades y de la autoeficacia). • Poseer y saber hacer uso de la inteligencia emocional y social: la capacidad de expresar emociones negativas de forma ajustada, de suprimir conductas competitivas sin dejar de ser competente, de disfrutar. • Capacidad de adaptación y ajuste social óptimo a diferentes situaciones. • Habilidades sociales tanto en el ámbito personal como para dirigir equipos humanos; destacan entre ellas la empatía, la asertividad, las habilidades de co- Ser una persona optimista con una actitud positiva ante la vida y el trabajo y contar con una elevada motivación intrínseca constituyen una cierta garantía de protección frente al estrés municación y de interacción social, la capacidad de resolución de problemas, la negociación, la mediación de conflictos y el liderazgo. • Capacidad de afrontar activamente las situaciones problemáticas y de reinterpretar y aceptar de forma positiva las situaciones estresantes. • Saber buscar apoyo social. Habilidades laborales • Habilidades de organización y gestión del tiempo y del trabajo: administrar el tiempo, planificar y organizar las tareas, saber delegar funciones y responsabilidades, ser capaz de establecer prioridades. 66 • Capacidad de establecer objetivos realistas, claros, concretos y variados, suficientes en número. • Capacidad de trabajar en equipo. • Capacidad de trabajar con autonomía. • Flexibilidad para cambiar de tareas y establecer pausas de descanso que contribuyen a conseguir un trabajo más productivo y eficiente. ¿Qué estrategias emocionales concretas utiliza la persona habilidosa en el manejo del estrés? Según Carver, la persona diestra en el manejo del estrés suele ser alguien motivado, optimista y animoso. Motivación La motivación es un proceso psicológico individual cuyo objetivo es el incremento de la satisfacción personal. Facilita obtener logros y satisfacer necesidades. El hombre motivado se caracteriza por poseer una buena autoestima y tener una buena imagen de la empresa en la que trabaja. Se encuentra satisfecho con el trabajo que realiza, que considera interesante y cuyos resultados valora positivamente. Acepta de buen grado los cambios de su organización, absorbiendo sin fatiga los aumentos del ritmo de trabajo. Para lograr estar motivado y obtener satisfacción en el trabajo es preciso que el trabajador se sienta parte de un equipo y que los objetivos personales sean compatibles con los objetivos del grupo o empresa. El profesional motivado sabe cómo y cuánto contribuye su trabajo al trabajo del equipo y a la consecución de los objetivos marcados, sabe que se le reconoce su trabajo y tiene claras sus proyecciones laborales futuras. Optimismo El optimismo es un claro amortiguador del estrés. Las personas optimistas confían en el futuro, interpretan una amplia variedad de situaciones desde una perspectiva positiva y tienden a esperar resultados y efectos positivos. Adoptan tácticas para manejar el estrés centradas en los problemas y elaboran y ponen en práctica planes específicos para manejar las causas del estrés. No dudan en buscar apoyo social, así como consejo y ayuda de otras personas. Evitan participar en nuevas actividades hasta no haber solucionado los problemas ya existentes. Reducen el estrés de forma efectiva estableciendo metas claras que afrontan de manera resuelta y confiada. Su estilo de atribución suele implicar una atribución interna del éxito y una atribución externa del fracaso. harvard deusto business review Cómo gEStIonar E l EStréS Buen estado de ánimo Las personas con buen estado de ánimo presentan grados altos de compromiso, participación e implicación no sólo en su vida personal, sino también en su trabajo. Perciben los cambios como un desafío y una oportunidad para crecer y desarrollarse personal y profesionalmente más que como una amenaza para su seguridad. Son más resistentes y menos vulnerables y susceptibles a los efectos nocivos del estrés. ¿Qué terapias han demostrado ser eficaces en el tratamiento del estrés? La persona que padece estrés laboral requiere en primera instancia la información y el asesoramiento proporcionado por los profesionales que lo tratan en sus diferentes áreas científicas, como el psicólogo, el psiquiatra, el médico de empresa o los servicios de prevención y de salud. El mejor método para el abordaje de este trastorno psicosomático, complejo en su manifestación y de origen multicausal, es la combinación de tratamientos muy variados en función de las características específicas de la persona estresada. Los tratamientos más habi- noviembre 2009 tuales engloban las terapias psicológicas, entre las que destacan las que se especifican a continuación: • Terapias cognitivas basadas en el tratamiento emocional cognitivo: están dirigidas de forma prioritaria a la solución de problemas interpersonales y a modificar la valoración negativa que realiza la persona de las situaciones percibidas como estresantes para que dejen de serlo. Para ello, estas terapias se centran en conocer cómo las personas percibimos, valoramos e in- El profesional motivado sabe cómo y cuánto contribuye su trabajo al trabajo del equipo y a la consecución de los objetivos marcados, sabe que se le reconoce su trabajo y tiene claras sus proyecciones laborales futuras 67 Cómo gEStIonar El EStréS • • • • 68 terpretamos la realidad. Entre las terapias cognitivas destacan la reestructuración cognitiva o reestructuración racional sistémica, la inoculación del estrés, la terapia racional emotiva, el entrenamiento autoinstruccional y la solución de problemas. Modificación de conducta: enseña a la persona con estrés a enfrentarse de manera más eficaz a las situaciones estresantes con el fin de resolverlas y no evitarlas. Entre estas técnicas conductuales se encuentran el autocontrol y el manejo de contingencias. Entrenamiento asertivo y entrenamiento en habilidades sociales: ambas técnicas están orientadas a mejorar la capacidad de la persona estresada de hacer valer sus derechos y deseos de una manera socialmente ajustada, aumentando la eficacia de la comunicación en la resolución de conflictos interpersonales, al hablar en público, en la negociación, en la expresión de sentimientos, etc. Biofeedback: se trata de un procedimiento que permite, mediante el uso de un polígrafo, aprender a ejercer un control voluntario sobre ciertas reacciones fisiológicas del organismo (como, por ejemplo, la presión sanguínea). Para ello, el polígrafo proporciona al sujeto información en tiempo real sobre cuál es el estado de sus reacciones fisiológicas bajo ciertas condiciones estimulares, lo que facilita al organismo realizar procesos de reajuste fisiológicos. Técnicas de relajación: constituyen el soporte central de las terapias psicológicas contra la ansiedad, las fobias y el estrés. Su objetivo es reducir la actividad fisiológica, equilibrar el sistema nervioso y crear una sensación general de bienestar. Forman parte de este tipo de terapia el entrenamiento en relajación muscular progresiva de Jacobson, el entrenamiento en relajación respiratoria, el entrenamiento autógeno de Luthe y Schultz y diversas técnicas orientales de relajación. Las terapias psicológicas pueden compaginarse con terapias psiquiátricas, que frecuentemente se acompañan de un tratamiento farmacológico. ¿Qué otras medidas se pueden tomar para reducir los efectos nocivos que presenta el estrés sobre la salud? Para reducir los efectos nocivos del estrés sobre la salud es recomendable tener en cuenta la eficacia de las siguientes medidas preventivas y terapéuticas: • Practicar técnicas de relajación muscular y respiratoria. • Practicar la meditación, el yoga o cualquier otra técnica que busca el equilibrio y el bienestar físico y mental. • Recurrir a la religión como forma de obtener no sólo paz espiritual, sino también apoyo social. • Realizar con regularidad algún deporte o actividad física. • Suprimir o al menos reducir el consumo de tabaco, cafeína, alcohol, fármacos o cualquier otra droga legal o ilegal. • Seguir hábitos nutricionales saludables y controlar el peso corporal. Mantener una buena higiene del sueño. • Realizar chequeos médicos rutinarios. «Cómo gestionar el estrés». © Ediciones Deusto. referencia n.o 3341. Si desea más información relacionada con este tema, introduzca el código 21064 en www.e-deusto.com/buscadorempresarial harvard deusto business review